Jimin, Jungkook despertó hace un momento, así que ven pronto, avísale a su padre también – Taehyung mantenía un tono de voz muy serio. Sin embargo, estaba muerto de nervios. El doctor seguía examinando a Jungkook mientras Taehyung estaba afuera de la habitación. ¿Qué sucedería ahora?
–Joven, ¿podría entrar?– Taehyung entró sin rechistar, observó a Jungkook aún recostado en su cama y haciendo esfuerzo por mover la vista hacia quien había entrado.
–¿Ju-Jungkook?– El nombrado movió la cabeza hacia donde era llamado
–T-Taah– su voz sonó tan demacrada y desgarrada que los ojos de Taehyung estaban a punto de salir de su lugar, debido a la impresión.
–No te fuerces, Jungkook. Con el hecho de que lo hayas reconocido es suficiente, cualquiera que hubiera pasado el mismo tiempo que tú en coma sería incapaz de reconocer a su gente o si quiera ser capaz de estar vivo. ¿Puedes mover los dedos de las manos?– Jungkook lo hizo con algo de dificultad. –¿Puedes mover los dedos de los pi...–La puerta se abrió abruptamente mostrando a un jadeante Jimin y a un hombre de edad avanzada.
Ambos hombres entraron en la habitación y preguntaron sobre el estado de Jungkook, por lo cual el doctor siguió con la revisión y comenzó a resumir.
–Tendremos que hacerle pruebas de visión, audición, de la garganta y neurológicas para asegurarnos que no tenga ningún daño grave. Además, habrá que comprobar si su cuerpo recuperó la movilidad; tendrá que tomar terapias para caminar y mover las partes del cuerpo. Jungkook ha sido un chico demasiado fuerte para soportar. Incluso si no se veía un buen pronóstico, es básicamente un milagro que haya despertado con varios de sus sentidos. Por ahora, no le provoquen mucho esfuerzo y déjenlo descansar. Mañana en la mañana comenzaremos con los exámenes que se le van a hacer.
Aquella noche Taehyung invitó al padre de Jungkook y Jimin a dormir en su casa para poder ir tan pronto comenzara el horario de visita. Sin embargo, nadie pudo dormir aquella noche. A la mañana siguiente los tres aparecieron observando a un tranquilo Junkook recostado.
- ¿Dormiste bien, Jungkook?- preguntó Jimin acercándose a su lado y Jungkook asintió para luego sonreír.
Jungkook aún no podía hablar libremente ni moverse, por lo cual el doctor le mandó unas terapias. Los análisis habían salido bien y todos se encontraban felices ante la noticia. Esa mañana todos hablaron un poco acerca de cómo sus vidas habían seguido, pero de lo mucho que deseaban que Jungkook fuera parte de ella. Unos minutos después la enfermera llegó buscando al chico de ojos brillantes para ir a su terapia.
– Te esperaremos aquí, Kookie– le aseguró Taehyung y cada uno de los presentes pudo notar como el rostro de Jungkook se iluminaba de alegría.
Unos dos meses habían pasado y poco a poco Jungkook comenzaba a recuperar su movilidad. A pesar de que a veces parecía difícil y la frustración empapaba su vista, Taehyung se mantenía a su lado dándole palabras de ánimo y cariño.
El padre de Jungkook había tenido que volver a su trabajo al igual que Jimin, pero Taehyung se mantenía al lado de su amado. Ni NamJoon había podido hacerlo cambiar de parecer. Cada mañana iba a visitarlo e incluso no se iba hasta que alguna de las enfermeras aparecía para avisarle que ya se había acabado el tiempo de visita. Nadie podía negar que cada que Taehyung paseaba con Jungkook estos se lanzaban miradas de enamorados, de aquellas miradas que solo podías ofrecerle a la persona que se volvía tu fantasía y realidad, aquella persona por la que la vida se volvía un poco más fácil de vivir.
Luego de un mes y medio Jungkook soltó sus primeras palabras luego del coma; había pensando tanto en ellas que poder decirlas, parecía solo un sueño. Ocurrió una tarde mientras los rayos del atardecer se colaban por la ventana. Taehyung le miró al igual que siempre, como si los años de juventud no hubieran cambiado. Por su parte, Jungkook no pudo retener aquellas palabras por más tiempo y en un susurro alto recitó un "Te amo, Tae". La mirada de Taehyung cambió a una llena de sorpresa y por un momento pensó que su mente le había jugado en contra.
–¿P-Puedes repetirlo?– tartamudeó Taehyung debido a la emoción.
Jungkook tragó y ajustó su garganta –Te...Te amo, Tae– un pequeño sonrojo se formó en sus mejillas cuando Taehyung se levantó de su asiento y decidió besar su frente.
Aquellas palabras volcaron en mil emociones el corazón y la mente de Taehyung, quien sin poder evitarlo comenzó a derramar lágrimas.
La voz de Jungkook sonaba rasposa, pero mantenía aquel toque dulce que siempre había tenido al hablar. Incluso si el médico le había reprendido por usar sus cuerdas vocales aún sin estar totalmente o parcialmente curado, Jungkook no se arrepentía. La sonrisa de Taehyung provocaba que su pecho se sintiera cálido y tranquilo.
Seis meses más tuvieron que pasar para que Jungkook se recuperara de varias de sus facultades. El médico les había aclarado que a pesar de haberse recuperado iba a mantener varias secuelas, pero que en algún momento se acostumbraría y podría vivir como una persona normal.
Fue al día siguiente que Jungkook llegó a la casa de Taehyung acompañado de su padre y Jimin. Le trataron con suavidad y con tanto amor que al final todos derramaron ciertas lágrimas. Aquel ambiente era simplemente perfecto, no fue hasta la hora de dormir que mientras todos estaban en sus cuartos. Taehyung se coló en la habitación de Jungkook.
–¿Hola? ¿Necesitas ayuda con algo?– preguntó Taehyung a lo cual Jungkook negó.
Jungkook ya había cambiado su ropa y podía hacer varias cosas por su cuenta gracias a las terapias que había tomado.
– ¿P-puedo pasar?– de alguna forma Taehyung se encontraba nervioso y Jungkook lo había notado, le miró extrañado y volvió a asentir.
–¿Te molesta la garganta, amor?¿Quieres agua?–
–N-no, es solo que el doctor dijo que debo seguir tomándolo con calma y no hablar tanto.
– Oh, entiendo, igual cualquier cosa que necesites acá está el celular, el primer número que sale es el mío. Si sucede algo no dudes en llamarme. Bueno, te dejo descansar. – Taehyung se acercó a Jungkook y colocó sus manos en ambas mejillas para luego darle un dulce y cálido beso en la frente al menor. Luego de esto se alejó y le sonrío a Jungkook para voltear hacia la puerta.
–¿Puedes... quedarte...?– preguntó tímidamente Jungkook y Taehyung giró hacia este sonriendo.
– Claro que sí, amor– Taehyung se acostó a un lado y Jungkook se recostó a su lado, reposando la cabeza en el brazo del contrario.
Hubo un leve silencio antes de que Jungkook hablara.
–¿Me amas aunque ya no pueda hacer todo lo que hacía antes? No voy a ser el mismo chico de hace años...está bien si tu amor por mi cambia, creo que puedo aceptarlo. Aún así estoy feliz de que estés aquí conmigo.
– Jungkook, nunca podría dejarte de nuevo. Estoy enamorado de ti, te amo infinitamente. Amo todo de ti, incluso lo que crees que pueda desagradarme. Lo eres todo para mí, perdón por no haberlo notado antes. Perdí tanto tiempo y aún así quiero compensarlo con todo lo que soy y todo lo que tengo.
Jungkook se abrazó más al cuerpo de Taehyung. – Está bien, ahora estás aquí conmigo. Es suficiente para mí.–
–Te amo, Kookie, realmente lo hago – habló de nuevo Taehyung con voz algo entrecortada. Quería llorar y decirle a Jungkook lo mucho que se arrepentía de haberlo dejado en aquel tiempo.
–Yo también lo hago, TaeTae.
Aquella noche durmieron juntos, con sus corazones revoloteando de aquel hermoso sentimiento tan cálido llamado amor.
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Lo prometido es deuda, espero que les haya gustado el capítulo. Muchas gracias por sus ánimos y buenos deseos ✨💕
En este capítulo se recalcan los besos en la frente, ya que significan compromiso, amor puro, ternura y protección.