Con postura firme y tensa, el director Hale se detuvo frente a nosotros dos. Tom y Ámbar estaban detrás de él y cuando sentí un apretón en mi mano, noté que aún seguía agarrada a Santos y en su pecho. Di un paso atrás y nuestras manos se soltaron.
"Ustedes dos siganme ahora"
"No fue su culpa" dije de inmediato pero Thomas aún con la mano en su nariz salió tras el director y me enfrentó.
"Claro que sí, me golpeó por que quiso, yo..." una sombra rápida cruzó junto a mi y se lanzó contra él con su puño yendo directo al ojo derecho del chico.
Cayeron al suelo y ante la mirada de incredulidad de todos, Ben se subió sobre él y siguió lanzándole fuertes golpes como profesional. Lío llegó y me apartó, lanzó su bolso al suelo y fue tras Ámbar.
Justo frente al director.
"DETENGANSE"
Nadie escuchó.
Ben seguía maldiciendo a Thomas mientras el chico intentaba cubrirse de la lluvia de golpes con las manos en alto y los gritos de Ámbar resonaban por todo el pasillo por los jalones y rasguños de Lío.
"Eso es zorra, grita más fuerte" le dijo furiosa mientras le soltaba cachetadas sin parar y con la otra mano la sostenía con fuerza del cabello para que no escapara.
"Lío, Ben, paren" grité asustada. Cam llegó a mi lado agitada, miró la escena sorprendida y luego sonrió "Cam"
"No puedo intervenir como futura presidenta, pero estoy orgullosa"
"Haz algo"
"Nah"
Más maestros aparecieron y lograron apartar a Ben de Tomas, fue un poco más difícil con Lío. Santos se había cruzado de brazos mirando tranquilo la escena y como Cam, lucía satisfecho. Ella no se había movido de mi lado pero igual que los demás, ahora grababa todo haciendo zoom en la cara roja de furia del director Hale.
"Señor Heart, Señorita Bonjoy, dirijanse a la enfermería después me reuniré con ustedes" les dijo viendo el estado lamentable en que ambos estaban, especialmente Thomas. "Y ustedes cinco, siganme"
"Disculpe estimado director" Cam levantó una mano mientras con la otra guardaba su teléfono " pero cinco me suena a batallón, acabo de llegar"
"Si mal no recuerdo debería estar en detención ahora pero escuché que ya estaba por irse" bajó la mano derrotada.
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La oficina del director era simple, aburrida y silenciosa.
Excepto por hoy.
Los gritos estaban en lo alto mientras todos intentaban hablar para dar su versión de los hechos. Ámbar y su chico seguían en enfermería acompañados por un profesor y el resto habíamos sido arrastrados con el director.
"Es suficiente" finalmente nos detuvo.
Todos estábamos de pie frente a él, excepto Santos que estaba hasta el fondo en una silla, aparentemente aburrido.
"Espero que sepan lo grave del asunto. Esta es una institución respetable, no ninguna escuela de barrio. Thomas Heart puede y tomará acciones legales contra todos ustedes y la señorita Bonjoy no se quedará atrás por lo que les hicieron"
"¿Que hay de lo que ellos le hicieron a Abby? " intervino Cam molesta y él suspiró.
"Yo solo vi los golpes que ese pobre chico recibió y señor Gabaret" Ben se cruzó de brazos y esperó "espero que esté preparado porque usted en especial casi lo mata"
La respuesta de director casi a favor del bullying, estuvo a punto de lanzarme contra el suelo.
"Casi, es la palabra clave señor, porque quise asesinarlo"
"Acabó de llegar y ya causó este problema. Usted, la señorita D'abbraccio y el señor Lavalle serán expulsados"
"Pues hay un vídeo en vivo en la pagina de la escuela, todos lo vieron, nosotros lo vimos y por eso intervenimos" dijo Lío "y muestra claramente quien comenzó"
"De acuerdo, hagalo" dije y todos me miraron sorprendidos.
Mi corazón latía con fuerza por todo lo sucedido, mis manos estaban sudorosas y temblaban, quería llorar porque ese sentimiento de impotencia no se iba. Era una cobarde y mis amigos estaban pagando por ello.
Respiré profundo.
"Expulselos y que Thomas y Ámbar pongan todas las demandas que crean necesarias pero hay varios vídeos circulando donde muestran a la hija de la famosa actriz internacional Vicky Wild sufriendo de bullying en esta escuela... Respetable. Me encargaré de que mamá lo vea y hable de ello con sus amistades, entrevistas, periódicos y revistas y por supuesto no nos olvidemos que la reputación de la escuela caería aún más cuando la demanda que interponga no solo sea contra Ámbar y Thomas, sino también contra Anturios por la clase de autoridad y seguridad que manejan. La familia de Ámbar puede ser muy influyente pero nuestras familias también lo son, incluso mucho mas" tomé aire terminando y la tensión aumentó. Todos me miraban sorprendidos.
"Esperé esto de todos menos de usted señorita Wild" dijo tan tenso como una piedra.
"No pagaremos por algo que no iniciamos y no me echaré para atrás"
"Salgan de aquí todos" murmuró entre dientes "mañana a primera hora se les informará la decisión que se tomó"
"Espero que sea la correcta, señor" tomé mi bolso y apretándolo con fuerza contra mi pecho, di media vuelta y salí de despacho bajo la atenta mirada de todos.
Necesitaba ir a casa, mi corazón estaba como loco y mi labios y manos temblaban.
Está bien, Abby. Hiciste lo correcto.
"Eso fue increíble" la voz emocionada de Lío me detuvo y tomó mis hombros para profundizar sus palabras "¿Quién eres y qué has hecho con mi pequeña amiga?"
"No sé que pasó, solo... Solo quiero ir a casa" di un paso atrás alejándome.
La noche ya había cubierto los pasillos y aparte de nosotros allí, ningún otro estudiante se veía cerca. Santos salió de la oficina y se alejó sin darnos una mirada, los chicos le daban la espalda así que ni siquiera lo notaron. Quise llamarlo pero ¿Qué le diría? Por mi culpa ahora estaba en problemas.
"No te aflijas, Abby" Ben tomó mi mano "Fueron ellos los que te lastimaron y se merecían cada maldito golpe"
"Pero es a ustedes que quieren expulsar por mi culpa y chicos la violencia no es la solución para nada"
"Se lo merecían" dijo Cam levantando los hombros "además, Ben eso fue tan caliente como defendiste el honor de Abby"
"Bueno" aclaró su garganta y cuadró los hombros "es lo que hacen los machos de verdad. Mi familia estará orgullosa" no pude evitarlo, me sacó una sonrisa.
"Gracias chicos, siempre están ahí para mi"
"Claro que si Abby, sin nuestros padres, tenemos que cuidarnos ¿recuerdas?" sonrió y asentí. Cam siempre era la mejor con las palabras "Somos una familia"
"¿Una familia?" Ben la interrumpió mientras negaba decidido "somos una maldita mafia"
"Me gusta" Lío lo apoyó de inmediato.
"Claro que si y una mafia tan exclusiva como la nuestra siempre se cuidaran entre ellos y la lealtad" levantó la voz y su brazo "siempre prevalecerá"
"Amén" dijo Cam finalizando.
"Bien, bien, de acuerdo. Entonces, vayamos a casa por ahora" ellos asintieron "iré a la principal, antes de ir con el director alcancé a escribirle a Coni, ya debe estar afuera esperando" Cam sujetó mi brazo.
"Te acompañaremos" frunció el ceño mientras observaba mi cara y llevó su pulgar al centro de mi frente haciendo pequeños círculos en el.
"No tienen qué, me voy primero" me alejé de su toque y levanté una mano en señal de despedida.
"¿Está bien dejarla sola?" Escuché a Ben mientras me alejaba.
"Lo necesita" le respondió Lío. Giré al final del pasillo y dejé de escucharlos.
Fuí hasta la entrada principal donde todo estaba oscuro sólo con luz de la escuela y la calle iluminando el camino. Me senté en uno de los escalones y saqué mi teléfono para escribirle a Coni. Le había mentido a los chicos antes y ahora estaba sola y triste. No me importaba, necesitaba ese momento porque las lágrimas comenzaron a escapar de mis ojos por fin y comencé a llorar como tonta.
Desde niña Cam y Ben siempre habían cuidado de mi y cuando Lío llegó, se unió al círculo de protección de la niña tonta. Ellos eran alegres, extrovertidos y muy valientes y en momentos como este, no hacía mas que pensar en el estorbo que era para ellos y lo fuera de lugar que estaba a su lado.
Limpié las lágrimas fuera de mi rostro pero nuevas las reemplazaron, apreté en puños mis manos intentando controlar el temblor en ellas y luego las miré por unos largos segundo, estaban rojas y algo raspadas por la caída y ni siquiera lo había notado.
Nunca me había metido con nadie pero chicos como Ámbar siempre encontraban la manera de lastimarme porque era obvio que si no podían con las chicas yo era el objetivo mas fácil de romper. Suspiré y cubrí mi rostro con las manos.
¿Porque no podía ser valiente y enfrentarlos a todos?"
"¿Estás bien?" me tense y levanté rápido la mirada. Santos estaba frente a mi.
"Si" limpié mi rostro rápido "creí que te habías ido" suspiró y se sentó a mi lado dejando un casco junto a él, entonces noté que había llegado desde el parqueadero hasta aquí en moto y ni siquiera lo escuché. Sacó un pañuelo de su chaqueta y me lo pasó "Gracias"
"No hay problema"
"No, me refiero por todo, no tenías que ayudarme"
"Pero lo hice"
"Y por eso te agradezco" él asintió y miró al frente.
"No tienes que agradecerme, ese idiota se lo merecía.
"Aun pueden expulsarte" levantó los hombros "No los dejaré" dije firme y volvió a mirarme esta vez con curiosidad.
Nos quedamos un rato así, solo mirándonos y en vez de sonrojarme o intimidarme por su firme mirada en mi, solo sentí también curiosidad por él.
Había salido de la nada y aunque la primera impresión que tuvimos del otro fue un desastre, ahí estaba yo, demostrándole que no era la chica mala que creía y estaba él, demostrándome que no era tan malo después de todo y que era capaz de ayudar a una pobre chica en problemas.
"¿Donde están tus amigos?" preguntó despacio.
"Camino a casa" miré mi teléfono y me di cuenta que nunca le escribí a Coni.
"Andando" se levantó y lo miré confundida. "Te llevaré a casa"
"No tienes que molestarte, llamaré a... " su mano agarró la mía y me levantó. Tomó el casco del suelo y me lo tendió. Aun dudosa, lo tomé.
"Te llevaré a casa" repitió firme y asentí.
Bajamos el resto de los escalones y llegamos hasta su moto. No sabía nada sobre ellas pero era grande, de color negro y lucía muy bien cuidada, Lío la amaría.
Santos se subió sobre ella y la encendió, se enderezó luego de darme una rápida mirada y se quitó la chaqueta para luego extenderla para mi.
"Hará frío en el camino" cuando no la tomé, me jaló del brazo acercándome a él. Pasó la chaqueta por mis hombros y como a una niña me levantó los brazos para meterlos en cada manga. Santos era alto así que mis uno sesenta hacían lucir su chaqueta como un vestido, llegando casi a mis rodillas y las mangas cubriendo mis manos. "¿Has subido alguna vez en una moto?" tomó el casco de mis manos y lo colocó en mi cabeza asegurándolo.
"No" apreté mi bolso contra mi pecho. Lo hacía mucho cuando estaba ansiosa.
"Ven aquí" me ofreció su mano, justo como unas horas atrás y me sentí segura. La tomé y con un rápido movimiento colocando sus manos en mi cintura, me subió en la moto, frente a él.
Me tense cuando sus brazos se estiraron para agarrar los cachos de la moto y me rodearon, su pecho tocó mi espalda cuando se inclinó y su aliento rozó mi oído.
"Relajate o harás que choquemos" murmuró divertido y solté el aire que retenía obligando a mi cuerpo a calmarse. "Eso es"
La moto rugió bajo nosotros y un segundo después salimos de Anturios, alejándonos de uno de los peores días de mi vida.
Cuando el frío de la noche rozó mis mejillas supe que Santos tenía razón y yo tenía su chaqueta y su casco puestos. Alejé mis manos de donde estaba sujetándome con fuerza y las coloqué en sus antebrazo tratando de cubrirlo un poco. Me arriesgué un poco a mirarlo, no lucía incomodo o muriendo de frío en cambio una pequeña sonrisa estaba en su rostro. La noche estaba fría pero al respirar profundo amé él olor que tenía, me relajé por fin y el resto del camino realmente lo disfruté.
Fuí indicándole un poco el camino a casa y unos quince minutos después, se detuvo frente a las grandes rejas de mi casa. Lo sentí silbar bajo y supe que observaba todo. Mamá no se había quedado atrás con nuestro hogar y todo lo extravagante de su personalidad lo había utilizado en el.
Bajé con un poco de torpeza y me ayudó con el casco y la chaqueta. No supe que decirle y bajé la mirada a el suelo.
"Gracias o través por todo, te he molestado mucho" murmuré.
"Está todo bien"
"Bueno, nos vemos"
"Abigail" ya había dado un paso atrás dándole la espalda, me detuve cuando lo escuché llamarme, era la primera vez que decía mi nombre "No vuelvas a llorar por ellos, no lo merecen. Eres una buena chica" sonrió "Una muy valiente"
Valiente, nadie jamás me había llamado de esa manera.
Y se sentía realmente bien.
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Xoxo
-Marie💋