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DICIEMBRE 27
Ha pasado un año exactamente desde la muerte de mis padres, las investigaciones eran lentas, yo no me daba por vencida de averiguar porque fueron asesinados, buscaba todas las opciones posibles de búsqueda.
Ni la policía ni el gobierno me dio su apoyo, asi que tenia que hacerlo sola investigando por mi cuenta.
Viaje a Busan en busca de pistas en la zona del asesinato en febrero y mayo, aun así no logre conseguir muchas pistas. Asi que contrate un detective en Seul, que viajo conmigo de nuevo y fuimos a la escena del crimen, Un hotel.
Encontramos videos de los CCTV, también algunas pistas como fotos que me dio la policía, e investigaciones superiores como huellas y cosas por el estilo.
Durante ese año pude saber lo importante que era esto para mi, deje de hacer muchas cosas para averiguar quien había matado a mis padres.
No fui a mi graduación y deje abandonado a Evan en una casa de recuperación metal. Lo entendía a el también, porque sus padres lo abandonaron como si hubieran desaparecido de la faz de la tierra. El y yo sabíamos perfectamente que estaban enlazados con terrorismo.
Lo llamaba mucho pero el no es alguien de muchas palabras asi que era yo quien hablaba siempre, el solo se mantenía en silencio.
Todo iba en desorden, no encontrábamos las pistas suficientes para esto... tanto asi que mi detective renuncio a su trabajo.
Estaba en casa y ya era primero de Enero, eran casi las 2 de la mañana. Veia el video todos los días hasta la madrugada. Duraba 3 minutos exactamente, se veia como mis padres salían de su habitación atemorizados, caminaban hasta el final del pasillo donde la cámara no alcanzaba, luego de unos segundos mi madre sale corriendo hasta la habitación y el video se corta cuando se ve a mi padre correr atrás de ella.
Una y otra y otra vez vi el mismo video. Hasta que lo conseguí.
-Bingo. -susurre mirando la pantalla de la computadora, era la única luz en la habitacion
del estudio de mi padre-
Pude observar que justo en el momento en que se corta el video se ve un hombre en la esquina del pasillo, ocultándose, podía ver parte de su cara. No se veia muy bien y estaba algo cuadriculado, pero podía observar el contorno de su nariz y sus ojos, observando por la esquina a que mis padre llegaran.
Acerque tanto la imagen que logre detallar una cicatriz en su cara.
-S-señor Seo?...
Mi corazón se detuvo al ver su cara llena de cicatrices. Lo habia descubierto.
El asesino de mis padres había sido nuestro mayordomo.
La energía de mi casa se cortó de repente, apagando mi computadora bruscamente.
Me levante como una bala y mire en la oscuridad, con mis manos temblorosas busque una linterna en el cajón del escritorio.
Camine lentamente hasta la puerta del estudio, cogi una botella de vino que estaba postrada en la colección de mi padre, aferrándome a ella como mi única protección.
Los vidrios de la ventana de atrás del escritorio se quebrantaron en un abrir y cerrar de ojos. La brisa extremadamente fría entro al estudio, haciendo insignificante mi pijama larga.
Señale de inmediato con la linterna iluminando su cara.
-E-eras tu desde un principio... -susurre aterrada-
-Tu vida es lo único que necesito. -respondio acercándose lentamente, haciendo rechinar los vidrios del suelo-
-P-porque haces esto?... -pregunte mientras me recostaba en la pared-
Alcance la manija de la puerta y lentamente la abri.
Solo tuvimos comunicación con la mirada para que corriera hasta mi como una gacela, abri la puerta en un par de segundos, deje que el vino se quebrantara en el suelo y Salí corriendo como si no hubiera un mañana.
Baje las escaleras con mis pies descalzos, mientras era perseguida a muerte. La puerta de la entrada estaba cerrada con seguro, era mi perdición.
-_____! -grito su voz acercándose a mi-
Voltee a verlo y mi corazón se salio cuando lo vi bajando las escaleras.
Dos centellas iluminaron la mansión en milisegundos.
Logre abrirla a una velocidad increíble, no me importaba si mojaba mis pies o si me congelaba de frio, solo corri por mi vida.
Mis pies no se sentían cansados, mi respiración estaba a millón. Mis sentidos estaban como los de un gato. Podía esquivar cualquier tipo de cosa, una barandilla o una reja muy alta.
Comenzó a lloviznar de repente, los rayos se convirtieron en una droga de adrenalina.
Me metí por una calle que llevaba a un tipo de centro, había mucha gente ahí así que fue perfecto para ocultarme.
Sin embargo, la lluvia espantaba a las personas. Mis pies comenzaron a deslizarse mucho, caí una vez y unos desconocidos trataron de ayudarme, pero no tenia tiempo de parar. Tenia que correr si o si.
Voltee a mirar para atrás mientras me levantaba y lo vi. No se rendía. Esquivaba la gente con velocidad mientras la lluvia aumentaba.
Tome un par de zapatillas negras que estaban exhibidas en las afueras de un almacén.
-OIGA! -grito una señora-
Sin tomarle importancia, me las puse a la velocidad de la luz y Sali corriendo con ellas.
Llegue hasta uno de los puentes que separa una parte de Seul. Los autos pasaban a una velocidad increíble, solo me meti en el carril de las bicicletas y sin importar que podía estrellarme con una persona seguí mi camino.
Escuche el clic de un arma de repente, mi instinto me hizo voltear a ver hacia atrás.
La pistola brillaba frente a mis ojos, todo paso en cámara lenta desde ese instante.
El bang retumbo por mi oídos, y pude sentir como la bala paso por un lado de mi, afortunadamente no me toco pero estuvo a punto de hacerlo.
-Joder! -Exclamo cuando se dio cuenta que había fallido-
Aumente la velocidad mientras me seguía con su arma letal.
Mi cabeza no podía dejar de voltear hacia atrás y observar al asesino.
Otro bang y este si fue más fuerte.
Mi cuerpo cayó al suelo cuando la bala impactó en mi pierna.
Era mi fin, hasta aquí había llegado mi vida, adiós todo!.
No me quería rendir porque tenía que salir de esto. Solo saque mi fuerza interior y me levante cojeando.
Asi me la pase hasta que llegamos al otro lado del puente, por alguna razón el tipo estaba más lejos que antes, se habia cansado?, posiblemente.
Salte una barandilla de metal con mi adrenalina al cien por ciento, vi a un hombre dormido en una esquina, parecía ser el vigilante, pero este ni se dio cuenta que entre al establecimiento.
Mi pierna se desangraba, debía actuar rápido o me alcanzaría.
Entre a un tipo de bodega abandonada, rasgue mi vestido y con el pedazo blanco de tela cubrí fuertemente la herida.
Un relámpago iluminó el lugar. Una linterna venia hacia aca.
Maldije en lo bajo y me levante cojeando, corri por la puerta de atrás hasta encontrar la salida.
Ya no me seguía?, porque me sentía menos insegura que hace un momento?.
Sali hasta la calle y mire por todos lados en busca de Seo y su pistola.
Mi pecho subia y bajaba tan rápidamente como un motor.
¿A dónde debía ir?
Las luces de un auto me sacaron de mis pensamientos, un convertible rojo de estaciono frente a mi.
Mis ojos se abrieron como luceros al ver a Evan caminando rápidamente hacia mi.
-Evan! Que haces aquí?! -exclame sorprendida-
Sin decirme una sola palabra saco algo de su chaqueta de cuero. Un cuchillo.
-Joder! Que vas a hacer?! -grite aterrada, Evan también estaba metido en esto?!-
-Lo siento ____. Necesito el dinero.
-D-dinero!?
Retrocedí casi siete pasos, Evan temblaba del susto, mientras su cuerpo se empapaba de lluvia por completo.
-LO NECESITO! -Grito angustiado-
-Cálmate Evan! Hablemos un poco! -me atemoricé mas, mi espalda toco la reja de metal-
-Lo necesito! Lo necesito! No puedo perder a mis padres!
-De que hablas Evan?!
-Estamos en bancarota!, es eso!
Me quede paralizada unos segundos, su cuchillo
era tan brillante como un diamante. Mis piernas temblaban de temor. Ni siquiera podía sentir el dolor de la bala.
-Lo siento... -agacho la cabeza, su cabello empapado comenzó a goterear- no quiero hacer esto pero debo...
-P-porque...? -Susurre aferrada al hierro-
-Si te asesino ese tipo me dará mi recompensa...
-Ese tipo? -fruncí el ceño- Seo Mung?
Subió la mirada con su cuchillo aun en mano.
-Por culpa de tus padres sus hijas murieron.
-M-mis padres? -lo mire asombrada-