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Yoongi salía de su casa, la noche anterior no había podido dormir bien, su insomnio no lo dejaba.
—Te maldigo Namjoon, un día de estos te voy a partir el culo—dijo para sus adentros.
Sus pasos sonaban por el suelo gracias a los zapatos elegantes que portaba. No por nada era popular.
Pero, sobresalía aún más por qué no era como un popular normal, no, para nada.
Tenía una buena vida, tenía dinero, una gran familia, una buena "amistad", una gran casa e iba a la escuela a la que él quería al igual que estudiaba lo que él quería.
Diseño de interiores.
Y aún teniendo todo eso y la vida resuelta, era demasiado sencillo, un poco frío y poco demostrativo en cuanto a sentimientos, pero si alguien necesitaban de su ayuda no dudaba en aceptar.
Sin embargo había algo que no le gustaba que le dijeran ni le propusieran. Y eso constaba de que los nuevos, al saber que era él popular, lo asimilaban con que era el típico facilote que se metía con medio mundo y salía a fiestas solo para pasar un buen rato con alguien.
De cierta manera por eso detestaba pasar año y tener que soportar a los nuevos, era una rutina que detestaba, sin embargo, era su último año y estaba más que feliz.
Pero, eso no quita a su mal humor, todas las cosas que llegaban a molestarlo estaban pasando.
—Año nuevo, alumnos nuevos, cartas nuevas, Namjoon no me dejó dormir y tengo trabajo que hacer con los lideres de todos los grupos, dime dios, ¿harás que la directora me llame para mostrarles el instituto a los de nuevo ingreso como el año pasado?—miro al cielo y rogó por qué no pasara.
No se creía nadie hermoso o atractivo, se veía como un chico normal, pero comenzaba a creer que tenía un no se que, que llamaba la atención tan sólo con verlo.
—Yobi!—escucho a sus espaldas y gruñó.
—Namie—sonrió, a pesar de querer partir el bello rostro de su "amigo" no podía hacerle daño, su mente y corazón no le dejaban.
—Buenos días bello durmiente, ¿como amaneció mi hermoso sol?—se acercó a él y pasó su brazo por sus hombros, el acercamiento físico que siempre tenían ya era costumbre hasta en la escuela, por eso nadie sospechaba nada.
—Si te soy sincero, muy mal, tengo miedo de llegar a el instituto, tengo un mal presentimiento—torció su boca, la compañía de su compañero le subía el ánimo siempre.
—¿Por los de nuevo ingreso?—alzó una ceja y sonrió de lado, tratando de comprender, sin embargo, no sabía que sentía su "amigo" cada que llegaban los de nuevo ingreso, él solo se ocupaba de repartir volantes para que los nuevos se integrarán al equipo de basquet al que pertenecía, nada más, como buen capitán que era.
—Claro que es por eso, todos los años es lo mismo, no tienes idea del pánico que me da, no sé cómo puedes estar todo el día repartiendo volantes siendo el centro de atención—suspiro y recargo su cabeza en el hombro del otro.
—Bueno—sintió su cara calentita, se había sonrojado, de esa manera se veía tan puro e inocente—creo que te acostumbras, en los partidos tengo más de unos pares de ojos sobre mi, creo que es por eso, sin embargo—miro al frente y se detuvieron en un semaforo que se había puesto en rojo—tu haces todo lo posible por evitar que mantengan tus ojos sobre ti, y eso, no sé cómo le haces, pero si pusieran quién es más popular entre nosotros, sin duda serías tú —afirmó, era más que claro quien era más conocido y deseado.
—Eso es mentira—lo miró a los ojos y sonrió negando.
—¿Enserio piensa eso?—soltó una pequeña risa y continueron caminando.
—Ah! Tengo una idea que te encantara—sonrió en grande mostrando sus hoyuelos que Yoongi tanto admiraba—esta tarde, en mi casa, después de comer ¿que te parece si tu decides quien es el activo y quien es el pasivo?, ¿que tal?—sonrió esperanzado de que aceptará, simplemente no podían hacer nada, pero quería estar todo el día con él por si llegaba a aturdirle estar rodeado de gente.
—Hum, es una idea tentadora, el decidir es una carga muy importante y especial—coloco una mano sobre su mentón pensativo—está bien, te veré en la salida—sonrió mostrando sus encías y esas medias lunas que se hacían al sonreír que dejaban embobado al otro.
—Si, claro, te estaré esperando donde siempre, ya sabes, esta ves mi horario es un poco diferente al tuyo—rasco su cabeza apenado, no había logrado su cometido.
—Me gustaría ir contigo al mismo salón—suspiro mientras veía el perfil de su "amigo".
Amigo, si, claro.
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Como suponía, el día le había sido pesado, había caminado demasiado, y sus manos estaban un poco rasposas por el papel que había estado repartiendo a lo largo del día mientras seguía discretamente al chico pálido que era alabado por su apariencia por parte de los de nuevo ingreso.
Eso le molestaba un poco, saber que debían fingir ser amigos en la escuela era algo frustrante, es decir, en la escuela hay muchas parejas homosexuales que no tienen problemas, ¿que tendría de malo el formalizar algo con el otro?
Y ahora que lo pensaba.
—¿Por qué no hemos formalizado nada?, sabemos que estamos fingiendo ser amigos en la escuela, pero, ¿por qué lo hacemos, si, jamás hemos sido otra cosa?—se comenzó a adentrar en una crisis existencial mientras esperaba por Yoongi.
No sabía si debían formalizar algo o no, afectaría en algo hacerlo, entonces, ¿se arriesgaria?
En ese momento no quería saberlo, su comportamiento cambiaría sí seguía pensando en eso y Yoongi lo notaría y era lo que menos quería.
—Vaya, no sabía que debía mencionar más de 2 veces tu nombre y tener que acercarme para que me notarás—Yoongi se encontraba parado frente a él mientras tenía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y se balanceaba un poco mientras apretaba sus finos labios un una media sonrisa.
—Simplemente perfecto—pensó el moreno.
—Lo siento, estaba pensando en cómo es que las generaciones van avanzando—el pálido lo miró burlón.
—¿A qué te refieres?—ladeo su cabeza.
—A qué me encontré con un chico que casi me rebazaba, en serio, si no conociera a todos los alumnos al menos de mirada, juraría que estaba en el mismo año que nosotros dos, sin embargo era un simple chico nuevo alto y fornido, claro, no me rebazaba a mi en belleza—dijo con aires de grandeza y Yoongi rio—pero en serio, me sorprendió demasiado.
Comenzaron a caminar hacia la casa del más alto mientras hablaban.
Efectivamente Yoongi la había pasado peor que nunca, puesto que los Líderes de grupo cada vez se ponían más necios diciendo que los alumnos son unos rebeldes y que no sabían cómo controlarlos, sin embargo Yoongi le dijo a Namjoon que esa no era la responsabilidad de ellos, sino de los maestros, que su trabajo era anotar a todos los que no se comportarán y después los maestros se encargarían.
—Pero ellos insistieron con que debíamos de hacer algo, ya que daña la reputación de la escuela y quien sabe que cosas, fue desesperante y casi asfixiante—creo un mohín poco exagerado, Namjoon inmediatamente supo que de verdad se sentía mal—no sabes cuanto desee que llegarás tu y me sacarás de ahí—suspiro.
—Rayos, bueno, para la próxima junta iré a salvarte como tu héroe sin capa—lo miro y sonrió viendo como el otro le seguía mientras sus mejillas se decoraban con un bello color carmín al igual que sus labios.
—Si vas a mirar tanto mis labios ¿por que no los pruebas?, ¿que te detiene?, ya no estamos en la escuela—sorprendentemente no había quitado su mirada de los ojos del otro.
—¿Lo dices en serio?, o, ¿es otro de tu juegos?—entrocerro sus ojos, claro que quería hacerlo, sin embargo quería ver si el otro lo quería igual que él.
—¿Juegos?, jamás he bromeando con eso—bajo su mirada a sus labios.
—Hazlo, hazlo—lamio sus labios instintivamente.
—Bueno, si tu me lo pides asi—se acercó y coloco su mano en la quijada del pálido.
Cuando esté se quiso quejar sintió los labios gruesos y apetesibles del moreno y sintió sus cuerpo temblar.
—Lo haré—cerró sus ojos y se dejó llevar por los labios contrarios.
Fue corto y lento, pero lo disfrutaron de sobremanera.
—Necesito llegar ya a tu casa, hablo enserio—sus rostros estaban serios pero se conocían tan bien que sabían que reflejaba.
—Conocerte más de 17 años me ha servido de algo—Yoongi rio para sus adentros.
—Entonces hay que apurarnos—tomó la mano del otro chico y jalo de él para comenzar a caminar más rápido y llegar más temprano de lo que suelen llegar a la casa de Namjoon.
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Una vez y llegaron a la casa del menor aventaron sus mochilas lejos mientras corrían hacia el cuarto del moreno.
—Y bien, ¿lo pensaste?—se quito la sudadera, comenzaba a subir la temperatura en la habitación.
—Creeme que lo pensé demas—se acercó a él y coloco sus manos sobre la cintura del otro—no pude evitar ver como me seguías tan... Discretamente.
—Oh—Namjoon abrió un poco los ojos, había pensado que había sido demasiado disimulado.
—Me ha descubierto, rayos—
—Buenos si, puede ser una posibilidad, pero dime, tu respuesta, ¿cuál es?—sonrió de lado mientras se volteaba para encarar al otro.
Rápidamente sintió como Yoongi se acercó a él mientras se paraba de puntitas y rozaba sus labios con los del otro.
—¿Tienes condones?—preguntó inocente creando un pequeñísimo puchero.
—C-claro que tengo—se había sorprendido.
—¿He tartamudeado?—rio bajo mientras colocaba sus manos en la cadera del otro y lo atraía hacia el.
—¿Serás el pasivo o el activo?, por qué tu sabes que acciones tomar por el puesto que quieres pasar—hablo bajito mientras le daba un beso esquimal al mayor.
—Por supuesto que se, me has follado tantas veces que se ha quedado en mi mente—Namjoon sintió un escalofrío pasar por su cuerpo.
—El gatito ha dejado salir al león.
No pensó más y se dejó hacer, haciendo un gesto con los brazos, abriendolos y poniéndolo a sus lados.
—Has lo que quieras conmigo, yo siempre hago lo que quiero contigo, es tu turno—y antes de que Yoongi moviera solo un musculo movió rápido sus manos hacia las muñecas del pálido y lo atrajo hacia él—pero será la primera y última vez que pasará, así que decide bien, no siempre se puede ser el activo, pequeño gatito—y sonrió con grandeza al ver el sonrojo en el otro.
—Sabes, sabes que me importa un comino—y Namjoon se sintió desfallecer con lo que escucho—amo como me la metes, amo como me follas sin ningún remordimiento de no poder caminar al otro día, amo sentir como me preparas con más de dos de tus largos y fuertes dedos, amo como se siente el que tu y solo tu me domines...—su respiración se volvió agitada y Namjoon le siguio—y finalmente, amo ser el único que goza de esas virtudes que solo tu tienes.
No faltó decir más, Namjoon no necesitaba que dijera más, era más que obvio que Yoongi deseaba ser el pasivo.
—¿No es así?—se acercó al mayor aún más mientras pasaba sus manos por su espalda.
—Ya entendí, ya entendi—y antes de que siguiera.
—Así que hoy vas a dejar que te rompa el culo y te lleve a las estrellas como tu lo haces conmigo—empujó al menor y lo acorralo, pasando sus manos por doquier—veamos, ¿como empezamos?—se levantó rápidamente y volteo al menor sin darle tiempo de reaccionar.
—¿Que está pasando?—parpadeo y pronto sintió al pálido restregarse en él.
—Vaya, ahora entiendo el por qué te gusta que siempre esté en 4—susurro mientras pasaba lentamente sus manos por la espalda del otro.
—Demonios—no entendía si estaba disfrutando de la manera que debía o si se estaba excediendo en disfrutar.
Su piel comenzaba a cosquilliearle y suspiros salían de su boca.
—Hay que relajarnos, ¿si?, debes de cumplir con lo que prometiste en la tarde—hablo con un puchero que Namjoon pudo ver al sentir como se agachaba y pasaba sus labios por su oreja estremeciendo al otro—no vas a descumplir, ¿cierto?—sus caderas comenzaron un pequeño balanceo y Namjoon pudo jurar sentir un bulto ser restregado sin pudor contra su trasero que se sentía bastante bien.
—No, no lo haré, así que, ¿que piensas hacer?—pronto sabrá el peso de sus palabras.
—¿Dónde está el lubricante?, además, se que lo escondes cada que puedes, ¿acaso creíste que no me daría cuenta ese día?—sintió como la mano escurridiza del pálido se metía lentamente por debajo de su camisa recorriendo y memorizado cada detalle y cicatriz que sus mismas manos hacían.
—D-debajo de la cama, a-a lado de los, los condones—su mente se nublaba, sentia y conocía esas manos, sin embargo, siempre lo habían tocado para empujarlo hacia dentro de sí mismo, pero esa vez era diferente, quería sacar algo, algo que se escondía en Namjoon.
—¿Qué es?—posó sus manos a sus lados sobre la cama y su cabeza estaba sobre una almohada que no sabía a qué hora había llegado ahí—tal vez cuando Yoongi se estiró para voltear mi cara, ¿no?—escuchaba claramente los pasos y pequeños sonidos que creaba con sus movimientos el mayor.
—No pierdas la cabeza ahora Nammie, te necesito cuerdo—Yoongi se acercó a el cuerpo que descansaba sobre la cama plácidamente.
—Ahora es totalmente mío, ¿si?, si, lo es—abrió el lubricante oliendo ese aroma tan conocido ya.
—Y, ¿por dónde empezarás?—río en su interior, a pesar de ver el comportamiento del otro, sabía perfectamente que estaba nervioso y ansioso, se notaba en sus acciones.
—Hum, tu siempre empiezas con dos dedos—río bajo al ver como Namjoon se tensaba—¿no es así?
—Astuto, el muy hijo de...
—Si, pero, bueno—trato de voltear a verlo, pero este se lo impidió.
—Eres virgen, tranquilo querido, yo me encargaré de eso.
🔞
(pongan su música para ambientar la cosa, la que quieran, ya saben pecadoras :v)
🔞
Yoongi subió la polera negra con triángulos blancos que cargaba Namjoon.
Quería dejársela, si no comenzaría a pensar y cambiaría de opinión.
—Seguro comienzo a pedir que me de a mi—sonrió y levantó la cadera de Namjoon que hacía todo lo que le pedía o mandaba a hacer, tan sumiso.
Lentamente desabrocho el cinturón y bajó el cierre del pantalón para después seguir con el botón, todo de una manera suave.
Una vez y termino con eso, sus manos viajaron por todo el vientre plano del moreno y rápidamente bajó los pantalones junto con los boxers.
—Lindo—e hizo lo que había soñado desde aquel día.
Un sonido sordo sonó por todo el cuarto junto con un quejido.
—¿Me ha dado una nalgada?, ah!—quería bajar su mano y sobarse, el condenado tenía mano pesada.
—Ah, ha, no lo harás, es mi turno de probar lo que tu haces y sentir lo que tu sientes, ¿bien?
Después de eso nadie hablo, solo había acciones.
Yoongi prosiguió en quitar totalmente los pantalones de Namjoon y de paso los suyos colocandolos a un lado de la cama, regresó y pasó su mano por las nalgas del menor dando un masaje a su miembro.
Se puso encima del moreno con ambas piernas a los lados, quería asustar un poco al otro así que restrego su miembro por la línea que se remarcaba en medio de las dos redonditas nalgas.
Un jadeo de sorpresa salió de los labios del menor mientras se tensaba, a pesar de todas las acciones que había tomado el pálido seguía sorprendiendose de lo que hacía.
Una vez y se tranquilizó Yoongi alcanzó el lubricante para comenzar a esparcirlo por el trasero del peliazul con su mano izquierda, una vez y vio que era una cantidad decente y moderada dejó de lado el bote para poder tener ambas manos desocupadas.
Ahora si comenzaría la diversión.
El pelinegro masajeo los glúteos y los apretaba un poco para separarlos y alcanzar a ver la entrada que pronto joderia, le encantaba como sus dedos se comenzaban a marcar de a poco manteniendo un lindo color carmesí.
Con su mano derecha masajeo sobre la entrada, apretaba sin llegar a adentrar sus dedos y Namjoon sólo se dedicaba a soltar suspiros y dejarse hacer.
Su pene era el que recibía todas las sensaciones que su demás cuerpo no, los pequeños sonidos viscosos que sonaban y los pequeños sonidos que salían de la boca del otro solo hacía aumentar más el deseo.
Así que sin detenerse a pensar, adentro su dedo pulgar mientras acariciaba la cintura esparciendo aún más el lubricante que quedaba en su mano.
—Oh, Yoon~—al peliazul siempre le habían llamado la atención las manos del pelinegro y ahora que las tenía tocando su cuerpo con deseo y desesperación hacia tener sentimientos encontrados.
Lentamente Yoongi comenzó a mover su dedo de adentro hacia afuera mientras lo doblaba ligeramente tratando de abrir la entrada, ganado de esa manera sonidos un poco más largos y susurros poco entendibles.
Pocos segundos después decidió cambiar su dedo pulgar por su dedo índice y poco después su dedo medio abriendo cada vez más la entrada del menor.
Namjoon sentía como lentamente la incomodidad y el dolor que sentía en su parte trasera se comenzaba a convertir en algo satisfactorio y en una sensación agradable que hacía que su cuerpo tuviese algunos espasmos.
Yoongi tomó eso como una respuesta afirmativa a lo que estaba haciendo al ver cómo el moreno movía sus caderas y soltaba un largo jadeo resistiendo el aire.
—Estas muy tenso, dejate llevar—su mano izquierda subió de la cadera a la espalda recorriendo despacio hacia los hombros.
El peliazul obedeció y él realmente no sabía de dónde estaba saliendo su lado sumiso, el cual él sabía perfectamente que no existía, o bueno, no estaba tan seguro de eso.
Un rato después de que los dedos del mayor se movieran en el interior del menor y ambos miembros estuvieran goteantes por la exitación, Yoongi saco sus dedos para comenzar a acomodarse para estar más libre en movimientos.
—¿Estas listo?—su respiración se aceleraba y sabía perfectamente por qué era.
—L-lo estoy, puedes entrar—Namjoon se preparaba mentalmente.
Sabía que el otro no era tan pequeño y era largo como ancho y por su poca experiencia que tenía en su parte trasera estaba más que seguro que dolería al principio si o si.
El pelinegro al escuchar su respuesta afirmativa comenzó a masturbarse sólo un poco para después acomodar la punta en la entrada.
Sus manos temblaban un poco por la emoción y las ansias de estar dentro, sin embargo lo hacía todo con delicadeza y lentitud. Conservaría su ritmo lento hasta que pudiera moverse con más libertad y poder mover sus caderas a su gusto.
—Si, eso haré—pensó.
Una ves y Namjoon comenzó a sentir un pequeño dolor en su trasero y el empalme de su acompañante su cuerpo recibió una descarga eléctrica que hizo a su cuerpo reaccionar moviéndose para recibir más contacto con el miembro.
Su emoción y exitación subió de sopetón al sentir como Yoongi se adentraba con un poco más de rapidez y se quedaba totalmente en su interior como esperando a recibir una respuesta afirmativa para comenzar a moverse.
Respuesta que no tardó en ser dada.
Así que Yoongi movió sus caderas de atrás hacia adelante haciendo que cada que su pelvis tocaba el trasero del otro sus nalgas temblasen.
—Tienes un muy lindo, trasero—se adentro derepente.
—Ah~, n-no hagas eso, aun no me acostumbro, del todo.
Su cuerpo lo contradecía puesto que sus caderas comenzaron a alzarce haciendo que Yoongi pudiera entrar un poco más dando en el punto de Namjoon.
—Miefda—tuvo que morder la sabana para no gritar o soltar un sonido no digno de él.
—Dejame escucharte, ¿si?—a pesar de que se agachó para poder juntar su pecho con la espalda del otro y tener la posibilidad de hablarle al oído sus caderas aún podían seguir moviéndose al ritmo que había impuesto.
Namjoon sentía como su interior era llenado completamente, era una sensación que no sabría como describir si le llegasen a preguntar.
Y cómo no sabía que palabras utilizar, las convertía a sonidos bastante obscenos a los oídos del pálido.
—Ah, Y-Yoon, tu, e-eres grande, ¿lo sabías?—pasaba su lengua por sus labios cada que sentía que baba caería de su boca al no poder mantenerla cerrada.
—Me lo han dicho—bromeó haciendo enojar un poco al otro—es mentira, se siente bien ser el activo.
—C-creeme, todo tu grita que eres pasi-voah~!—Yoongi había aprovechado las palabras dichas para adentrarse de sopetón en el pequeño ano del peliazul que mientras más movía sus caderas más se aflojaba y con mayor facilidad entraba.
El tiempo pasaba lentamente pero para ellos se había parado, Yoongi sólo movía y movía sus caderas no pudiendo evitar sonidos graves al sentir el como repentinamente Namjoon lo apretaba.
—M-mierda—el pelinegro se comenzaba a desesperar de no poder ver el rostro del otro—volteate—paro un momento e hizo que Namjoon se acostara sobre su espalda.
Su vista se nubló por un momento, era la primera vez que veía a Namjoon en ese estado, tan...
—Sumiso y timido—sentía su cuerpo temblar por donde sus pálidas manos pasaban.
Su rostro estaba solo un poco rojo y en su lado izquierdo tenía marcas de la almohada mientras su cabello se encontraba un poco desastroso, Yoongi podía ver como su pecho subía y bajaba rápidamente mientras su pene se mantenía goteante y erecto.
—M-mas—eso sí que había sorprendido a él pelinegro.
—¿Quieres más, que?—estaba tentandolo, quería ver que tan sumiso se podía comportar.
—Metela, s-solo, solo metela—pronunció abriendo sus piernas tratando de que sus rodilla tocarán sus hombros.
—Lo que tu digas cariño—se agachó mientras se acercaba más y volvía a adentrarse en el peliazul.
La boca de Namjoon le quedaba exactamente en su oído y podía escuchar hasta como se entrecortaba su respiración con cada estocada que daba.
—¿Te gusta?—toda su mente se concentraba en sentir como su extremidad era rodeada y abrazada por el otro y los gestos que hacía con cada espasmo que su cuerpo recibía.
—Si, me gusta, m-muévete mas—Namjoon en esos momentos no sabía por qué pedía eso o donde había dejado su pena y vergüenza, pero no la tenía en esos momentos.
Sus pieles sonaban cada vez que Yoongi se enterraba en su interior y el menor sentía como pequeñas lágrimas salían de sus ojos.
—Te jodere y te dejaré sin caminar, así que sigue rogando por mas—al decir eso se adentro de sopetón y se quedó quieto viendo como Namjoon abría sus ojos mientras su cabeza la tiraba hacia atrás y se retorcía entre sus brazos.
—M-maldicion—trató de recuperar aire suspirando más de una vez—Te siento tan adentro—su voz sonó aguda y eso a Yoongi le encantó.
—Te voy hacer gritar—con eso sostuvo las piernas del moreno y las coloco en sus hombros y después coloco sus manos a los lados de Namjoon.
Sus caderas se comenzaron a mover rápidamente y cada que su pelvis chocaba con el trasero del contrario, este rebotaba y hacia que las embestidas fueran más bruscas.
—Ah, si~, se siente bien, justo ahí, follame justo ahí.
Yoongi no sabía cómo podía durar tanto sin venirse, en algún momento el peliazul comenzó a masturbarse buscando su propio clímax y sus gemidos se hacían cada vez más altos pero mantenían su agudez.
El mayor sentía como cada gota recorría su polera que se pegaba a su piel húmeda al igual que al menor. Eso hacía que pudiera apreciar la obra de arte que tenía su compañero de cuerpo.
—Uno... Dos... Tres—iba contando los cuadritos que se remarcaban cada que el moreno quería cerrar sus piernas por estar tan cerca de su orgasmo.
—Necesito que me la metas más rápido, necesito qu-—no pudo seguir por que el pelinegro lo callo besándolo bruscamente.
Movía cada vez más rápido sus caderas al grado de que le empezarán a doler y sus piernas comenzaron a temblar.
Sin embargo valía la pena mientras Namjoon siguiera diciendo "más, más fuerte, estás dando en donde más me gusta, eras tan grande, siento como jodes mi próstata", era una sensación bastante exitante.
El podía sentir su orgasmo en la vuelta de la esquina, sólo faltaba poco para que pudiera liberarse de ese sentimiento de ahogo al estar enterrandose en el otro.
—Me voy a venir, así que aprieta tu ano—su mirada no se quitaba de los ojos cafés del menor.
—Correte dentro, sólo sigue moviendo tus caderas—Quito por fin su mano de su miembro y dirigió ambas palmas de sus manos a las nalgas suaves de Yoongi para que se adentrara.
Este inmediatamente entendió y al sentir el escalofrío recorrer todo su cuerpo se enterró una última vez dejando salir toda su esencia en el peliazul.
—Ah, se siente genial, me siento tan lleno.
Yoongi tenía entendido que a Namjoon siempre le gustaba que a la hora del coito se le hablara o que él hablara con palabras obscenas, sabía cuánto le ponía eso al moreno.
—Mierda, eres toda una obra mestra—su vista bajo hasta la ereccion que tenía—supongo que necesitas ayuda, ¿no es así?
Salió lentamente de él y este soltó un suspiro, poco a poco los fluidos salían de la dilatada entrada, entonces, Yoongi, con ambas manos esparció su propio semen en la extensión del menor y fue acercando su cabeza a este.
Cuando tuvo a este cara a cara comenzó a masajear todo apartando las manos del moreno para tener más accesibilidad a la extensión.
Su mano derecha subía y bajaba mientras su mano izquierda tentaba la entrada de este donde aún se encontraban rastros blancos.
Namjoon se sentía tan al borde que acercó sus manos a su pene pero Yoongi se lo impidió.
—Dejamelo a mi—sostuvo las manos del menor y las coloco a los lados mientras de una metía toda la ereccion a su boca sintiendo el sabor salado de su propia esencia y el presemen del otro.
—Ah~! Si, si, si, mierda!, si!—no podía mover sus manos pero podía mover sus caderas adentrándose más en la cavidad bucal del mayor.
Su cabeza subía y bajaba disfrutando de los sonidos que salían de su menor.
—Ahora si es mío, ¿si?, si, lo es—inmediatamente soltó las manos de menor, y como pudo, adentro todo lo que pudo de la extensión que tenía en su boca sintiendo como Namjoon levantaba su torso colocando su mano derecha sobre su cabello empujando más adentro mientras se venía.
—Traga todo—su voz sono grave, cambiando radicalmente lo que hizo sorprenderse al mayor.
—Ah~—soltó cuando Namjoon al fin decidió dejarlo ir y tomó aire cansado—casi me destrosas la mandíbula tonto—aún podía sentir el salado sabor en su boca, sin embargo no le tomó importancia.
—Es que no pude resistirme, eres bueno en lo que haces y yo no podía negarme a eso—coloco su mano derecha en la mandíbula del otro dando pequeños masajes y con su mano izquierda ayudó a que se levantará el pelinegro.
—Cielos, hemos hecho un desastre—miró la cama y el cuerpo del moreno que contenía marcas que Yoongi no recordaba haber hecho.
—Es un hermoso desastre—dijo quitándose su mal acomodada playera que se encontraba humeda—dame tu playera, la meteré a lavar.
Yoongi obedeció y se desnudo dándole su ropa al otro.
—Te esperare en la cama, tengo sueño—se aventó a esta y Namjoon pudo disfrutar del rebote de ambas nalgas del mayor.
—Esta bien, esperame—y como pudo, llevó ambas prendas de ropa a la lavadora mientras sus piernas le temblaban y se le doblaban.
Podía sentir cuán cansado estaba su cuerpo, pero quería evitarse de hacer todo eso cuando se levantará.
Solo quería despertar al lado de ese hermoso hombre que lo esperaba dormido en la cama de su cuarto en su casa.
—¿Le molestara que le diga nuestra?—se encojio de hombros y camino de vuelta a su cuarto lentamente.
—Espero caminar mañana con naturalidad, hora entiendo por qué siempre se queja.
Llegó nuevamente a su cuarto y encontró a su mayor dormitando.
—Pequeño bebé, ¿que se supones que haces?—si, dormitaba pero su cabeza estaba colgando en el aire.
—Primero, no soy un pequeño, soy un gran bebé, segundo, es una manera de relajarme y tercera pero no menos importante, si me acomodaba terminaría durmiendo y no te diría lo que estoy punto de decirte por mi cobardía—se levanto y ahora le estaba dando la espalda mientras estaba sentado como indio.
—Bien, ¿que es lo que me tienes que decir?—le dio la vuelta a la cama para ver el rostro del pelinegro y sentarse frente a él.
—Y-yo, bueno, quería hacerte una pregunta sumamente importante—jugueteaba con sus manos y no levantaba la mirada.
—Te escucho—levanto el rostro de Yoongi con su mano.
—Tu—susurro—tu sabes que llevamos tiempo siendo... Amigos con... Derecho—el peliazul asintió—nos conocemos de hace 17 años, soy mayor que tu por meses—Namjoon volvió a asentir—en los últimos meses o tal vez años... No lo sé, me he dado cuenta de algo que, no pude evitar ni ignorar lo que mi corazón y cuerpo comenzó a sentir en tu presencia o con tan solo pensar en ti—solto un suspiro—y no se por qué tengo la ligera esperanza de que tu también te sientas así, y, toda esta semana me arme de valor y estuve buscando las palabras para poder decírtelo de la mejor manera y que pudieras entenderme y no te lo tomaras como si estuviera loco—el otro solo sonrió y negó sin decir una sola palabra, escucharía todo lo que su pequeño acompañante le tubiera que decir—y es que, tus ojos comenzaron a mirarme con tanto cariño y admiración que no podía evitar verte de la misma manera, tan grande y empoderado caminar por los pasillos con toda esa confianza y seriedad, tus manos las sentía tan calidas cada que recorrían mi piel a escondidas de todos, que solo recordar ese tacto se me eriza la piel, tu voz cada que la escucho retumba por toda mi mente apoderandote de mis pensamientos 24/7, y creeme cuando te digo, traté de evitarlo y olvidarlo, pero cuando estaba apuntó de ponerte en la zona de "solo amigo y nada más" aparecías con tu hermosa presencia a joderme todo, y... Yo pensé que estaba mal que yo aceptará lo que sentía, pero yo ya lo había aceptado inconscientemente, lo único que estaba mal era que yo no te lo quería decir, pero, verte a ti con las intensiones de ser buena persona conmigo y el estar buscándome no me dio mas que esperanzas e ilusiones. Y esto me lleva a lo siguiente—levanto su mirada y la coloco en los orbes que lo traían como estúpido—Kim Namjoon, ¿te harías responsable de mis sentimientos y me podrías corresponder diciéndome que quieres ser mi... N-novio?—sostuvo el aire.
—Wuao... Yo, realmente no me esperaba que fueras tu el que dijera todo eso—Yoongi solto el aire—y es que yo también tenía mis debates internos, por que veía en ti la personificación de la pureza y la inocencia que cargaba con el peso de que yo corrompí eso, aunque no me arrepiento tampoco, por que disfrute de hacerlo al igual que tu, pero cuando te empecé a imaginar de otra manera el miedo se apoderó de mi, y nos conllevo a tratar de demostrar todo lo que sentíamos a base de sexo a escondidas, no es que me queje de eso, es algo que disfruto en sí, admirar la belleza que cargas tanto por fuera como por dentro y ser el único testigo de eso, me hace sentir poderoso, y... Mi respuesta de esa tan importante pregunta es mas que un obvio si, por que yo no podría negarme a la oportunidad de poder al fin presumir que te tengo a mi lado no solo para que me apoyes en las malas y en las buenas, si no que yo también lo hago y lo haré, demostrar y presumir que ahora me perteneces de una manera más íntima y poder golpear a todos esos niños que quieren hacerse de ti—suspiro—Min Yoongi, desde ahora te declaró como mio hasta que tu te canses de mi.
Y solo eso bastó, eso basto para que el mayor se abalanzara a su menor directamente a sus labios uniéndose como pareja oficial.
—Jamás creí que una parte romántica existiera en ti, bebe—el pelinegro sintió sus mejillas calientitas.
—Ni yo, pero... Solo tu haces que eso pueda pasar, Yoon—beso su mejilla—ahora hay que dormir, aunque dudo que pueda, tantos sentimientos nuevos en tan poco tiempo, además de que me has exprimido mi ser.
Ambos rieron y con eso se fueron a dormir plácidamente abrazados.
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Primera parte, yes yes.
Espero y les haya gustado, en verdad a mi me gustó muchísimo como quedó, el como pude integrar algo tan soft y cute en un momento tan erotico y sensual como en el que estaban los personajes.
Sin más... Lxs dejó pasar a la siguiente parte.
Cuchau~
𖧋̸̣⃗❟￫Yiyue_iny.