ReaLove ©

By MelanieDorado9

7.4K 1K 857

Han pasado seis meses desde que Em y Zac han tomado caminos distintos y la hora de volverse a ver está más ce... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30

Capítulo 22

220 26 28
By MelanieDorado9

—¿En qué demonios pensabas, Marshall?

No acostumbro a enojarme con Garrett, pero cuando sucede, es peor que cualquier enojo normal. Mi amigo está tan pálido que poco a poco me empiezo a sentir culpable por enfurecerme de esa manera. Respiro varias veces y le doy un sorbo al café. La cafetería está bastante llena por lo que mis arranques de furia pasan desapercibidos entre todas estas personas.

—Lo siento, se me escapó.

—¿Se te escapó? —inquiero con ironía—. ¿Cómo rayos se te escapa algo así?

—Perdón, de verdad no quería que te afectara así. —Su disculpa me conmueve, solo un poco.

—No puedes ir por ahí contándole mis líos amorosos a Jeremy y más sabiendo que es un bocón igual que tú.

—No pensé que Jeremy le fuera a contar a Trent...

—¿De verdad? —lo corto—. ¿De verdad creíste que tu novio Jeremy no le contaría mi vida amorosa a Trent, quien no tardó en decirme que le gusto?

Garrett me mira y me mira por varios segundos. Abre la boca y la cierra sin decir nada. Me hace resoplar un par de veces más y me concentro en mi café una vez más.

Es increíble que Jeremy le haya contado todo lo referente a Zac y la zorra de Camile, a su hermano. Malditos sean todos a mi alrededor, no me facilitan nada en lo absoluto y la idea de tomar ese viaje de fin de semana en familia se me hace bastante tentadora. Mis padres por fin van a renovar sus votos y se decidieron para hacerlo en Escocia. Tres días serán suficientes para alejarme de toda esta locura y decidí invitar a Zac para que trabajemos más en nuestra relación. Desde nuestro encuentro caliente, nos hemos unido más y siento que cada parte de mí está volviendo a su lugar.

—Jeremy no es mi novio.

La voz de mi amigo me trae al aquí y ahora, haciendo que aleje las caricias de Zac mi cabeza. Lo observo con mala cara y él sonríe apenado.

—¿Eso es lo único que dirás?

—Perdóname, Em, te prometo que jamás volveré a decirle algo a Jeremy con respecto a tu telenovela.

—A nadie —gruño y decido cambiar de tema—. ¿A qué te refieres con que tú y Jeremy no son novios? Te confesó que le gustabas.

—Sí y nos besamos, él me encanta y nunca me había sentido así. Es como si me conociera mejor que nadie y lo mismo piensa él.

—Pero...

—Pero no me lo ha pedido, sabes que soy muy tradicional y en las relaciones, yo soy la chica.

No puedo evitar reírme, me río con ganas y mi amigo me tira un palito de pan para que me calle.

—¿Me estás diciendo que no son novios solo porque no te lo ha propuesto? Garrett es el siglo veintiuno, si quieres el siguiente paso, pídeselo tú.

—Nunca he pedido o propuesto nada en mi vida, siempre fui muy casual y nunca tuve algo formal. No sé cómo hacer eso.

—Solo invítalo a cenar, dile lo que sientes y sé muy honesto. Estoy segura de que te va a corresponder y lo demás saldrá solo. Vendrán al viaje, ¿verdad?

—Sí, quizá pueda proponérselo ahí —dice con más calma y me mira—. Eres la mejor, preciosa.

—Lo sé. —Sonrío olvidándome de todo lo malo.

—Ahora quiero todos los sucios detalles de tu encuentro con Zac.

Su tono perverso se palpa en cada silaba de esa oración y el calor comienza a subir por mi cuello, hasta concentrarse en mis mejillas. Es oficial, soy un tomate. El objetivo principal de este desayuno era reclamarle a Garrett por ser una anciana chismosa con su "novio", pero sabía que su curiosidad iba a terminar girando los papeles. No soy buena con los detalles que tanto ansía escuchar y para ser honesta, me gusta guardar lo mejor de ese día para mí. Le cuento cómo sucedieron las cosas y el calor aumenta a mil grados en mi cuerpo. Lo hicimos tres veces durante la noche y en la ducha de la mañana, Zac estaba particularmente insaciable y si soy franca, yo estaba peor. Hace tan solo dos días que decidimos acabar con el famoso castigo que quise imponerle y no lo he visto mucho debido a que ha estado entrenando duro para su pelea de mañana. Solo espero que gane, porque no quiero llevarlo de malas al fin de semana familiar si pierde la maldita pelea. Está ansioso por mostrarme como acaba con sus oponentes y solo me queda sonreír y apoyarlo por más que odie el deporte. Zac es muy bueno en lo que hace y me llena de orgullo, haré lo necesario para que sienta que estoy a su lado en cada paso profesional que toma.

—Demonios, espero que Jeremy me tenga así algún día —dice Garrett con un guiño pícaro.

—Supongo que le estaba dando muchas vueltas al asunto del sexo, yo lo amo y él a mí, entonces, ¿para qué esperar?

—Es un buen punto, pero creo que en el fondo querías sentirte cómoda contigo misma, ¿me equivoco? —Asiento y él prosigue—. Tuviste muchos problemas para volver a confiar en él y yo también, por eso de verdad me alegra que se hayan entendido en ese punto también.

—Sabes que no soy una cualquiera, Garrett, pero tenemos necesidades y somos adultos. No iba a castigarlo mucho tiempo, ambos lo estamos intentando y de verdad me siento muy cómoda a su lado, es incluso mejor que antes.

—Y ya era hora, debiste ver como se puso cuando le dije que Trent iba a tu casa. Yo estaba en la puerta de tu edificio cuando vi salir a tu herido pretendiente y supuse que querrías hablar a solas con Zac.

—Sí todo fue muy extraño, lo de Trent en mi casa, sé que siente algo por mí y he sido clara con él desde un principio. No pensé que todo eso se desarrollaría en una tarde tan normal —suspiro al recordar la mirada triste de Trent.

—Yo sí. —Lo miro sorprendida hasta que se explica—. No me veas así, supuse que tú y Zac se revolcarían hasta perder la razón.

—¡Garrett! —chillo, avergonzada y su risa atrae varias miradas curiosas.

—Lo siento, pero es verdad, la tensión sexual se podía sentir a kilómetros.

—¿Podemos dejar de hablar de sexo?

Mi amigo asiente aun muerto de risa y cambiamos de tema. Todo fluyó con bastante normalidad luego del desayuno y en el trabajo, el turno se pasó volando. Louane se fue antes por sus estudios así que hoy me tocó cerrar la guardería.

Me encuentro guardando los juguetes en el armario de los niños y no puedo evitar sonreír al ver las pequeñas manos de colores estampadas en los estantes. Fue uno de los mejores proyectos que pude haber pensado, los niños querían pertenecer y sus huellas les dieron eso. Paso mis dedos por la madera y las palabras de la Dra. Cold vienen a mi cabeza "...hay muchas formas de ser madre y no te imagino como una persona cerrada a otras opciones para el momento en que decidas dar ese paso..." ¿Por qué sigo pensando en tener familia cuando no he cumplido veintitrés años? No quiero ni festejar mi cumpleaños ya que el año pasado estuve internada a punto de morir cuando coincidieron las fechas. Es pesimista de mi parte pensar así e intentaré darle una oportunidad porque mi familia lo merece. Quiero que vean lo bien que me siento y deseo sentirme normal. Me va a costar y cada piedra en mi camino me mostrará lo difícil que será todo, pero valdrá la pena caerme unas cuantas veces sí sé que no volveré a sufrir al final. Aún quedan un par de semanas, pero Garrett quiere organizar una fiesta simple con los más allegados a mí y hacerme sentir bien en todo momento. Incluso se puso en contacto con Tara para que le ayude con todos los detalles y mi amiga, por más embarazada que esté, en donde hay fiesta, ella se prende.

—¿Terminó tu turno?

La caja de juguetes se me cae al suelo cuando la voz de Zac interrumpe mis pensamientos, lo miro y una enorme sonrisa pinta su rostro. Se acerca y levanta los objetos para ponerlos de nuevo en su lugar.

—¿Qué haces aquí? —pregunto, con la respiración más tranquila. Casi me mata de un susto.

—Decidí darte una sorpresa, bonita. —Se acerca lo suficiente para hacer fallar mi concentración—. ¿No te alegra verme?

—Sabes que sí, siempre quiero verte. —Beso cortamente sus labios y lo rodeo dispuesta a salir del pequeño armario. Me detiene.

—Es un lugar acogedor... —Su tono cambia y mi cuerpo no tarda en reaccionar—. Te eché de menos, amor.

Su boca cubre la mía sin darme tiempo de contestar cuanto lo había extrañado yo a él. Nos vemos casi todos los días, pero es como si no tuviéramos suficiente el uno del otro y siempre ansiamos más. Mi sentido común comienza a golpearme cuando sus manos suben mi vestido y sus labios succionan mi cuello.

—Zac, aquí no...

Él gruñe y continúa con su asalto porque sabe bien que mis jadeos no ayudan en mi plan. Sé que está mal y que es mi lugar de trabajo, pero también sé que no queda nadie en la guardería y poca gente en la empresa en general. Lo deseo mucho ahora mismo y sus caricias son fuertes y decididas.

—Seremos rápidos —promete, mirándome a los ojos.

—¿Es una fantasía?

—Tenerte semi desnuda en tu trabajo... —Su lengua juega con el punto sensible detrás de mi oreja—. Gritando mi nombre encima de tu escritorio. Es todo lo que quiero... Aunque me conformo con hacerte el amor contra estos estantes.

Sus palabras me arrancan un gemido y el calor aumenta varios grados dentro del pequeño lugar. Todo pasa muy rápido y cuando apenas lo puedo procesar, se introduce en mi interior y calla mis gritos con sus labios. Se ve tan jodidamente sexy con el cabello cayendo en su frente y su labio inferior atrapado con brusquedad entre sus dientes. Mis uñas se clavan sobre sus hombros cuando aumenta la velocidad de sus embestidas y en un intento de tenerme más cerca, estampa mi espalda contra los estantes. Muerdo la palma de mi mano para evitar los sonidos agudos que quieren abandonar mi boca, Zac gruñe y aprieta mi trasero para hundirse con más profundidad. Nunca sentí tanto placer recorrer mis venas y el sudor se acumula en mi frente. Zac es rudo y rápido cuando quiere, lo que me hace enloquecer sin saber que eso me encanta. Las palabras sucias saliendo de su boca y los besos dulces en mi piel. Cada arrebato me hace sentir amada y sexy, es lo mejor que me puede pasar.

—Estoy muy cerca, amor...

—No pares —pido sin reconocer mi propia voz.

Mi súplica es más que suficiente y con un gruñido se aferra a mí, y se deja ir. Pocos segundos después, mi cuerpo explota de placer y mis dedos se aferran en su cabello. Sin duda agrego esta experiencia como una de las mejores que he tenido y la sonrisa de Zac, me dice que tiene mucho más que mostrarme, estoy más que dispuesta a ver eso.

Hola, mi desaparición fue un poco inesperada para mi también y no tengo mucho que decir porque nunca me había pasado algo así. Llevo tres años escribiendo y nunca me había bloqueado, es la primera vez que lo experimento y rezo para que sea la última. Estoy empezando de nuevo y de a poco, no quiero exigir lo que escribo porque puede salir mal y no es justo para ustedes. Espero contar con su apoyo (si siguen por acá jaja) y contar con su paciencia para esta historia como para Protegiendo al testigo. Voy a ir con calma y a actualizar cada vez que sienta que el capítulo está escrito correctamente y no a las corridas. Les agradezco muchísimo por leer y por todo su apoyo. Espero que les guste este capítulo y como siempre... Los leo

Continue Reading

You'll Also Like

48.6K 3.4K 18
Para Gwen Blackwell su vida tenía un significado. Ser la mejor. Su meta. Entrar a Harvard. Ser la mejor en su clase, ser la mejor en su residencia y...
4.5M 261K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
339K 18.4K 69
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...