"Hemos avanzado mucho, y la verdad un celular es bastante difícil de fabricar, más si estás en un mundo donde la tecnología no existe. La mano izquierda de Hyoga recibió un algodón de azúcar de mi parte, para así...¿distraerla? o incluso de poder hacerla una secuaz del imperio científico, o simplemente quise ser amable.
En fin, creo que Tsukasa atacará después del invierno, por lo cual tendré tiempo para prepararme, y por lo cual había decidido hacer el celular, así podré espíar más de cerca a Tsukasa, y también con ayuda de Taiju y Yuzuriha tengo muchísima ventaja, y sin dejar mis amigos y compañeros de mi aldea. Vaya viejo tonto, si que tenías razón...gracias por ese regalo espacial...¡Lo siento lo siento! Odio ponerme sentimental, pero de verdad estoy feliz de que pueda tener a estas personas a mi alrededor, ¡crearé la cámara y me tomaré muchas fotos con ellos! Y claro contigo también querida, jamás te dejaría a un lado, eres una prioridad ahora mismo, pero la verdad me ahorrarías el trabajo y la angustia si aparecieras frente a mi en este momento."
21 de agosto del 5739
Suspiró mirando su pequeño cuaderno, lo abrió desde el principio mirando cada página, todas estaban llenas de sus palabras y sentimientos, notas que esperaban algún día ser vistas por una persona en específico, que con paciencia podría esperarla, pero que aunque actuara con normalidad sus nervios no lo dejaban tranquilo, así que si era más rápido tenerla a su lado, muchísimo mejor.
Al rey le gustaría no esperar tanto, aunque sabe que es la única manera de que eso suceda.