Zayn
Me levanté con la visión más espectacular de la creación: Selena Gomez, desnuda, sobre mi pecho. Sus labios estaban cerrados y apoyados contra mi caja torácica, provocándome un calor bastante peculiar en el cuerpo. Me sentía tan jodidamente completo, que parecía mentiras. Ayer me había dormido rápidamente, pero hoy, estaba listo para más de un asalto, con mi princesa.
Los brazos decorados con tinta de Selena, se burlaban de mí, colgando peligrosamente cerca de mis dedos, a mis costados. Me rogaban para que los tocara, pero eso era algo que no iba a hacer. Me quedé observando su largo cabello negro y ondulado, acariciar su espalda. Eso me dio una idea. Levanté mis dedos, y comencé a acariciar su larga parte trasera, empezando por el cuello, y terminando en los hoyuelos: todo ella era una obra de arte exquisita, digna de ser expuesta en un museo.
Me fijé en un tatuaje de búho que tenía sobre el costado, diagonal de la parte inferior a su pecho. No era parte de su brazo, así que no pensé dos veces cuando mis dedos comenzaron a repasar las delicadas líneas de ese peculiar dibujo permanente.
Como si tuviera corriente eléctrica, Selena se despertó, alejándose de mí, cubriéndose con la sabana. Me miraba herida, con los ojos grandes y asustados, como un venado que ve las luces de un carro, que se acerca a toda velocidad.
-buenos días-
Dije, para tratar de aligerar un poco la tensión; no sirvió de nada. El rostro de Selena era critico, y daba terror, ya que lo que desprendía su rostro era demasiado fuerte.
-¿por qué me estabas tocando los tatuajes?-
Su pregunta fue fría, concisa.
-es bastante hermoso-
Ella me sonrió de manera irónica.
-las cosas más hermosas de la vida, son justamente hermosas, porque son pocas las que se pueden disfrutar con el tacto-
Su rostro era frío y controlador, sus ojos, dos rejillas.
-un búho...-
Le dije, tratando de cambiar un poco el rumbo sombrío que había adquirido la que debería ser la mañana más perfecta de mi vida.
-signo de la sabiduría-
Dijo, con rabia contenida, ¿qué le pasaba? Traté de volver a acercarme a ella, pero fue en vano, Selena no se acercó ni un milímetro. Metí mi rostro en su cuello, para comenzar a besarlo, con lentitud: me encantaba esa parte de ella.
Selena solo se quedaba quieta, sin mover ni un solo cabello, hasta que de un momento a otro, se rió.
-¿a Perrie también le muerdes el cuello así?-
Me separé de ella con una rapidez sobrehumana.
-yo no le beso el cuello a Perrie-
Los ojos de Selena se veían tristes, casi líquidos, sin embargo, sus palabras no parecían tener intención de flaquear ni siquiera un poco.
-quiero que tú y todas tus mentiras de mierda se vayan ya de mi casa...-
Me levanté un poco, asombrado por el grado de rechazo que ejercía Selena, sobre mí.
-pero...-
-pero nada, Malik...yo puedo ser muchas cosas, pero no una perra-
Su mirada fue la que me hizo levantarme, ponerme los pantalones, y salir de ahí.
Apenas hube cruzado la puerta, sentí un gran arrepentimiento.
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sé que es bastante corto el capitulo, pero epsero que les haya gustado.
apenas el capitulo tenga 5 comentarios, publico el siguiente capitulo :) muchas gracias por leer.
por cierto: ¿por que creen que selena se enojó tanto porque zayn le tocara los tatuajes?