CAPITULO 6
Tip 3. Has contacto visual.
Era viernes, al parecer un día demasiado caluroso, el sol iluminaba toda mi habitación. La cama era el epicentro, pero incluso el calor infernal no podía con mi buen ánimo. Me encontraba frente al espejo, recogí mi cabello rizado en una coleta alta, apreciando la forma en que caían mis mechones a los lados de mi rostro. Siempre me ha encantado mi cabello.
Estaba demasiado feliz, esta semana había sido increíble. Acepté que mis sentimientos por Jean aún existen. Él me quería, y yo a él, de eso no tenia ninguna duda, lo había dejado claro... Sino... nunca hubiéramos estado a punto de besarnos...
Ahora sabía que tenia una posibilidad de enamorarlo y tenia que ser cuidadosa, había mucho en juego, no quería apresurarme y cometer los mismos errores de la ultima vez. Ahora, teniendo en cuenta que Jean tiene "novia".
Egoísta.
Estoy de buen humor. Nada lo va a arruinar, ni siquiera mis pensamientos intrusivos.
Al terminar de peinarme, me miré a través del espejo y sonreí. Llevaba solo un top y un short, aún no había terminado de ponerme el uniforme. Pensaba en que camisa llevar, la de manga corta me haría sentir el gélido aire acondicionado del salón de clases, o la de manga larga que me sometería al intenso calor. Sí, una decisión muy complicada.
Con una sonrisa en el rostro, salí de mi habitación. Mi intención era dirigirme a la terraza para recoger mi uniforme, que estaba terminándose de secar, pero no logre llegar a mi destino por qué al salir al pasillo, me encontré con Alejandro. Aún no me acostumbraba completamente a su presencia intrusiva en mi hogar.
— Por favor, sé más cuidadosa, no vives sola... — comentó en tono brusco, desconcertándome. Fruncí las cejas preparándome para responder de mala gana, pero noté que su mirada se desviaba hacia otro lado y que sus orejas se tornaron rojas al igual que sus mejillas.
Vaya. Que interesante.
¿Esta avergonzado?
Mucho. He visto a donde a mirado.
No entien...
Corre.
Corrí de vuelta a mi habitación, sintiendo que mi corazón latía a mil por hora. Cerré la puerta tras de mí y me apoyé en ella para tomar un respiro. Me sentía completamente avergonzada por la situación. ¿Cómo había sido tan descuidada? ¡No vivía sola! No podía simplemente salir con un top por la casa.
— ¡Lo siento! —grité desde mi habitación hacia el pasillo, esperando Alejandro me escuchara.
(...)
Después de la incómoda situación, decidí usar mi camisa de manga corta, en clases no me siento cerca del aire acondicionado y, además, era la única que tenía disponible en mi habitación y al parecer ya no podía salir en ropa interior en mi propia casa.
Terminé de arreglarme y bajé las escaleras. Necesitaba comer algo antes de irme a la escuela.
En ese momento, mi hermano menor hizo acto de presencia.
Me sorprendí al verlo. Él estudia en la mañana y yo en la tarde, por ende nuestros horarios son opuestos. Debido a esto, casi no nos vemos durante la semana. Además, él entrena en un equipo de fútbol, lo que hace que sea màs complicado encontrarnos con frecuencia.
— ¡Hey! Enano —dije cariñosamente mientras me acercaba a él para abrazarlo— Hasta que te dejas ver.
— ¡Lind! ¿Puedo jugar con tu conejo cuando no estés? —exclamó emocionado mientras saltaba para corresponder a mi abrazo. Mi hermanito tiene 9 años, pero es demasiado inocente, tierno y lindo, es un torbellino de energía y siempre muestra su encanto— ¡Hoy no tuve clases! ¡Duermes mucho! Te estuve esperando toda la mañana ¿Iremos a jugar? ¿Verdad? Mamá dijo que nos llevará a comer —habló sin pausa, lleno de entusiasmo.
Su alegría era contagiosa, y no pude evitar sonreír ante su emoción.
— ¡Por supuesto, enano! Podemos jugar y pasar un buen rato juntos —respondí acariciando su cabello— Y sí, vamos a comer, pero primero debo ir a la escuela, ¿Vale? —respondí de la misma manera animada y me senté en la mesa.
No estaba muy convencida de lo que Guillermo decía. No estaba enterada de que íbamos a salir a comer. En mi familia, solo se sale a comer en ocasiones especiales o importantes, o cuando papá regresa a casa. Miré a mi madre, y su única respuesta fue una sonrisa. A pesar de mi sorpresa, la idea me emocionaba. Respecto a Jeansey, tener una mascota le haría bien a mi hermano, solo le pediría que lo cuidara bien en mi ausencia. Bajé la mirada para buscar a mi conejo, y allí estaba, en una esquina de la casa, disfrutando de su heno.
— ¡Alejandro también irá! —mencionó emocionado mientras servía su cereal— ¡Es mi nuevo mejor amigo!
El nombre de Alejandro me hizo recordar la situación incómoda de antes, y mi rostro se tiñó de un leve rubor. Que vergüenza...
Alcé la cabeza buscando a mi madre, pero ella estaba en la cocina.
— Claro que si pequeño —Hablo una voz varonil con cariño.
Volteé a mi izquierda.
Era él, acababa de bajar y estaba tomando asiento a mi lado. Su voz sonó diferente en comparación a como cuando me responde a mí. No era seca ni fría... Fue más amable y dulce.
Que se llevara bien con Guillermo me tranquilizaba, gracias a él mi hermano ya no estaba solo por las tardes, lo cual me alegraba por él, pero a mí aún no me agradaba del todo...
Celos.
Lo escanee con la mirada, observando lo que traía puesto. Pantalón negro de vestir, camisa manga larga blanca acompañada de una corbata roja, y un chaleco negro que complementaba el uniforme.... ¿Uniforme?
¿Qué?
Mis ojos se abrieron cuando noté que llevaba puesto el uniforme escolar.
No, no es posible...
No puede ser...
¡No puede ser!
Tragué saliva y traté de mantener la calma, pero por dentro sentía que mi corazón se aceleraba y mi mente daba vueltas, tratando de entender lo que veía.
No puedo creerlo.
Intenté ocultar mi sorpresa y volví a mirar a mi madre en busca de una explicación, pero no había nada, ella se acercó con una sonrisa y sirvió nuestros desayunos amablemente.
— Espero les guste
Agradecí con un gesto de cabeza y comencé a comer en silencio. Mi hermano continuaba hablando animadamente con Alejandro mientras devoraba su comida.
(...)
Mi madre nos llevo a la escuela, sí, nos llevo, a ambos. Durante todo el camino, estuve callada y pensativa. Desde que el intruso apareció en mi casa, no lo había visto con el uniforme. Además hacía casi un mes que había comenzado el semestre, y no habíamos ido juntos a clases. ¿Cómo podía ser posible? A parte, nunca lo he visto en la escuela ¿Es alumno nuevo?
¿Qué está sucediendo? Por que no entiendo nada
Dímelo a mi.
— ¡Dime que no es cierto! —exclamó emocionada mi amiga, en cuanto llegue a la entrada. Ella como siempre esperaba allí— ¡Tienes que contarme! —insistió curiosa.
— Ya te conté todo, estuvimos por besarnos. No paso, luego de eso todo fue incomodo —respondí, empujándola suavemente para que entrara.
— No puedo creer que por eso me dejaras sola ayer, ni para besar sirve ese hombre. ¿Qué no tiene novia?
— Me hice la misma pregunta, eso significa que no le gusta tanto ¿No?
— Jean es algo complicado a veces, pero la aparición de su novia no me convence de todo, no creo que le guste, pero tampoco lo entiendo.
— ¿De que ha.... —No pude terminar mi pregunta ya que un chico de cabello negro, de aproximadamente 1.85 mts. me empujo. —¡Que no vez por donde caminas! —le grite molesta.
— Entonces quítate del camino, estorbas. La entrada no es para andar platicando. —Respondió dándonos la espalda, sin molestarse en voltear y caminando por los pasillos.
Maldito, desgraciado. ¡Hijo del fruto!
Llévenlo con dios o lo hare yo.
Se me ocurren algunas maneras de llevarlo al paraíso.
— Oh, Por dios. ¿Qué hace aquí? ¿Desde cuando? ¿Porqué no me dijiste nada? ¡Como pudiste!
— Margaret, no sé qué hace aquí —me quejé—. Jamás lo había visto. Al parecer no le basta con vivir en la misma casa —Gire los ojos con molestia.
— Investigaré. —se encogió de hombros con un poco de emoción—. Cambiando de tema, hoy es la primera reunión para los nuevos en el club. Debemos ir.
Se me había olvidado por completo.
Los clubes siempre comienza sus actividades un mes después del inicio de las clases, y en esa semana los horarios se recorrían para que la primera hora de clases se impartieran las primeras reuniones, una práctica común para asegurarse de que todos los estudiantes tuvieran la oportunidad de asistir a los clubes que más les interesaran sin chocar con los horarios académicos, después se da un horario fijo. Lose por que intente ingresar a varios y en verano lleve Arte y música.
Cambiamos nuestra dirección para dirigirnos al club de Literatura, no estaba lejos.
— Nunca creí que fuera de los chicos detallistas —mencionó, volviendo al tema de Jean.
— Yo menos, pero es atento y detallista, aunque le da verguenza mostrarlo, su verdadera forma de ser pocos la conocen —respondí, y giré para entrar al salón del club de literatura.
Llegamos a tiempo, aún no había muchas personas.
— Eso es verdad, aún recuerdo cómo se odiaban —Mery puso su mochila en una de las sillas que se encontraba en el medio de la última fila—. Sentémonos aquí.
Puse mi mochila en el suelo y me senté a su lado mirando el pizarrón. Había una frase en el escrita con gis.
"Me rompiste, destrozaste las piezas que tanto tardé en formar y luego las esparciste por distintos lugares. Ahora debo buscarlas y encontrar la manera de amarme por mi cuenta"
Sentí que había leído eso, bajé mi mirada al escritorio y efectivamente lo había leído. Ahí estaba el libro "La chica de la bufanda rosa".
Duh, es un club de literatura.
Volteé a mi derecha para comentarle a mi amiga, pero ella ya no estaba, se había ido a hablar con unas chicas del club a unos metros.
— Ella es Lindsey —me señaló. Me limité a sonreír y a saludar con una mano, pero las chicas se acercaron.
— Soy Cristina —dijo una de ellas—. Me encanta tu cabello —mencionó mientras miraba mi coleta.
Me sentí apenada, no sabía cómo reaccionar a ese tipo de comentarios.
— ¿Gracias? —respondí con timidez.
Y eso fue todo, ya no volví a decir nada. La otra chica se llamaba Karina. No parecía ser una chica que se interesara mucho en la lectura; estaba hablando con Mery y Cristal sobre cosas de maquillaje y chicos.
Me recargué sobre mis manos y las escuché sin mucho interés.
— Va a haber mucha gente hoy —mencionó Cris mirando a la puerta y era cierto, persona tras persona entraba, en su mayoría mujeres.
— ¿Por qué? —preguntó mi amiga, siguiendo la mirada de la chica.
— ¿No sabes? —chilló con emoción Karina—. ¡El fundador del Club vendrá hoy!
¿Fundador?
— ¿Fundador? —preguntó Mery.
— Sii, el presidente, creo el Club fue hace 5 años, cuando estaba en segundo de secundaria —le contesto Cristina.
Ella si daba la impresión de que lee demasiado.
Por su forma de hablar...
— Sí, el presidente. Creo que el Club fue fundado hace 5 años, cuando estaba en segundo de secundaria —le contestó Cris.
Ella sí daba la impresión de que lee demasiado. Por su forma de hablar...
Así que es un "él". No sabía que el club se había fundado hace 5 años, es sorprendente.
Tiene sentido, las escuelas Esperanza y Paz son populares por su plan de estudios. El Kínder y la Primaria se encuentran a dos calles, es la primaria a la que asistí. Guillermo estudia ahí.
Secundaria y Preparatoria están juntas también.
La administración académica es la mejor en la ciudad. Se llama Esperanza y Paz, porque eso era lo que quería demostrar el hombre que construyó estas escuelas. Sin embargo, luego murió y sus hijos las convirtieron en privadas para ganar más dinero, aunque siguen siendo de las mejores escuelas.
Las chicas seguían hablando sobre el Club y su fundador, sacando cuentas... El grupo fue fundado cuando yo estaba en sexto de primaria.
— Wow, qué sorprendente —dijo Mery.
— ¡Sí! —siguió hablando Cristal, su amiga ya se había ido a hablar con otras chicas— Además, es muy guapo —mencionó—. La mayoría de los miembros del club son del turno de la mañana, ya que él estudia en la mañana y solo vienen por él, sobre todo cuando él viene.
— No siempre encuentras ese tipo de oro en los chicos —le comentó mi amiga mientras reía.
— Escuché que, como es su último año en la escuela, estará en cada clase a partir de hoy —mencionó.
— ¿Cómo se llama? Yo hablé con un tal Marcos para inscri...
— Hola —me hablaron.
Dejé de escuchar la plática de Margaret con Cris y puse atención a la linda voz que me había hablado.... y a su acompañante.
— Hola —les sonreí a ambos.
Tiana me devolvió la sonrisa.A decir verdad, ella me cae bien. Es una linda chica. Es la tercera vez que convivo con ella y no se ha portado grosera conmigo, a pesar de que sabe que me gusta Jean...Siempre es amable.
Estaba por hacerles conversación, en eso la voz de un chico con lentes llamo la atención de todos, todos en la mayoría mujeres se quedaron calladas.
— Bien —dijo, empujando sus lentes. Tenía una tablet en la mano. ¿Él es el fundador? Parece un coreano sacado de alguna serie— Me temo decirles que Grant, no se va a presentar hoy po... —comentó, pero no pudo terminar de hablar antes de que la mayoría de las chicas, incluida Tiana, expresaran un "ahh" de desánimo. El chico esperó a que se quedaran calladas para continuar—. Porque como fundador, el director lo citó para hablar sobre el futuro del club, así que los que están aquí solo p... —Nuevamente fue interrumpido, esta vez porque algunas personas ya se habían ido.
De las aproximadamente 35 personas que estaban, solo quedaron once. Me reí en bajo. Ver al chico ser interrumpido fue divertido. Además, ¿Por qué venir solo para ver a un chico? ¿Quién es? Ya estoy interesada.
— Bien —nos miró—. Mi nombre es Marco y soy el vicepresidente de este club. A los nuevos les damos la bienvenida, así como algunos de nosotros extrañaremos a los que ya se han ido. Este club fue creado para que las personas aquí puedan expresar y compartir opiniones en un tema común. Así como también hay dinámicas y lecturas —decía, estaba dando la bienvenida... creo, solo observaba cómo habla
¿Ese era el vicepresidente? Porque si él es así, ahora me pregunto ¿Cómo va a ser el presidente?
Parecía un maestro... Se movía de una manera profesional y siento que si no fuera por el uniforme llevaría un traje...
Portaba su pantalón negro bien planchado, sin ninguna arruga y brillaba como si fuera nuevo. También tenía puesta la camisa de manga larga bien abotonada, hasta en las mangas, tampoco mostraba arrugas. El logo de la escuela se veía perfecto en la parte baja de su hombro derecho.
Siento que es un tipo de modelo... Tenía la corbata del uniforme, los hombres casi no la utilizan porque según no la saben poner, pero la de él no mostraba ningún error, hasta el rojo de esta resaltaba.
Siento que tengo un nuevo Crush...
La forma en que una persona se viste siempre me llama la atención, aunque a veces me siento avergonzada por no saber arreglarme bien.
— Marco —interrumpió una chica, alzando la mano.
— Dime, Mía —contestó, mirándola fijamente.
Su cabello era negro y largo, se movía conforme a los movimientos que hacía, parecía que saltaba. Realmente me estaba entreteniendo con este chico, sonreí para mí.
— ¿Los horarios serán estos? —preguntó la chica de cabello negro, ni siquiera presté atención a su nombre.
Pero yo también quiero saber eso.
— En eso está Grant —le respondió—. Bueno, si esas son sus preguntas, pasaré a una dinámica sencilla para el día de hoy —Señaló el pizarrón—. ¿Qué me pueden decir de esta frase? —preguntó.
Rápidamente alcé la mano. Había estado viendo la frase desde que llegué y cuando leí el libro, me pareció interesante.
— Él entregó su corazón y ella lo rompió, lo dejó destrozado y ahora quiere amarse a sí mismo de nuevo y no depender del amor que le daba. En conclusión, habla de amor propio —contesté.
El chico sonrió de lado, como si estuviera dándome su aprobación. Sentí algo de alegría. Tal vez pueda ser mi amigo.
— Yo diría que es una representación clara de la dependencia emocional que se puede tener con otra persona si no se quiere a si mismo antes que a otra persona, "destrozaste las piezas que tanto tardé en reformar", él estaba en el camino del bienestar consigo mismo, pero luego esas pequeñas piezas que poco a poco lo sanaban se vieron interrumpidas con ella, es decir, priorizó lo que sentía por ella, también se puede notar en "ahora debo buscarla y encontrar la manera de armarme por mí mismo" ahora busca una manera de estar bien consigo mismo nuevamente, recuperar esas emociones que le entregó. Esa frase comprende totalmente lo que le entregó de él, ya que se cegó la salida para encontrar la felicidad. Solo trata de expresar que si uno no está bien consigo mismo, no debe dejar que alguien más irrumpa ese camino. Porque si dejas que alguien entre a tu vida y tus emociones comienzan a depender de esa persona y no de ti, si esa persona llega a marcharse se va con tu dependencia y nublarás la salida. Sí te quieres a ti mismo, verás ese potencial en ti y no dejarás que nadie te haga sentir desvalorizado —un hombre había hablado a nuestras espaldas, lo que dijo llamo la atención de todos, esta persona seguía hablando mientras avanzaba hasta el escritorio.
Era una buena reflexión; estaba impresionada.
Volteé a ver con curiosidad y en el momento en que mis ojos vieron al fundador del club, mi corazón comenzó a latir con intensidad. Me sentía molesta con la suerte o el destino y perpleja al verlo.
Margaret solo volteó a verme con una sonrisa.
El presidente del club y fundador había llegado.
Haciendo su mejor entrada. ¿Cómo sabía que era el fundador?Bueno, el coreano lo dijo.¿Tengo mala suerte? ¿Acaso hice algo mal? ¿Acaso en otra vida fui yo quien traiciono a Jesus?
¡Por qué apareces en todos lados!
—Jamás podría cambiarlo, mi mejor amigo es único.
EDITADO
26-03-24
Bel Montiel