Intocable ➳ DO'B©

Da Anna-Mahone

5.4M 336K 80.7K

Rebeca Mendes es una chica que esconde muchas cosas detrás de una sonrisa y un "estoy bien". Siempre se muest... Altro

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19 Parte 1
Capítulo 19 Parte 2
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23 Parte 1
Capítulo 23 Parte 2
Capítulo 23 Parte 3
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39 Parte 1
Capítulo 39 Parte 2
Capítulo 39 Parte 3
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42 Parte 1
Capítulo 42 Parte 2
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45 Parte 1
Capítulo 45 Parte 2
Capítulo 45 Parte 3
Capítulo 46
Capítulo 47 Parte 1
Capítulo 47 Parte 2
Capítulo 48
Capítulo 49 Parte 1
Capítulo 49 Parte 2
Capítulo 49 Parte 3
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 51 Parte 2
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60 Parte 1
Capítulo 60 Parte 2
Capítulo 61 Parte 1
Capítulo 61 Parte 2
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66

Capítulo 28

73K 4.5K 1.1K
Da Anna-Mahone

Rebeca

Dylan me miro con total tranquilidad, pero aun así pude detectar un dejo de sorpresa. Una sonrisa de lado se asomó por sus finos labios y sus ojos castaños demostraban un brillo especial, uno color miel.

— ¿Qué quieres que seamos? —me pregunto sereno.

Nunca separe mi mirada de la suya. Pero ahora era yo la que me cuestionaba, ¿qué es lo que en realidad quería ser yo de Dylan? Solamente sabía que quería ser más que una amiga, quería que la gente me viera a su lado y supieran que él era mío, pero no quería lastimarlo y no quería lastimarme, porque eso es lo que pasa con las parejas jóvenes.

Sonreí avergonzada, y aunque nadie más se percatara de ello: un nudo en mi garganta se hizo presente.

—No sé... —agache la cabeza para ocultar cualquier señal de angustia en mí—Es complicado ahora que lo veo de cerca, tener una relación no es un juego, y puede ser realmente cliché o cursi...pero quiero alguien con quien pueda pasar el resto de mi vida atada a él. Y si no, quiero que sea algo inolvidable.

Él suspiro y se sentó mirando para la cancha, me sentí bastante patética, ¿qué tal si ahora me cree tonta o se enojó conmigo?

Deje mi emparedado de lado, el cual no había probado casi nada,

—Lo siento—susurre demasiado suave, porque ni la voz me salía—pero no creo que estés dispuesto a hacer eso por alguien como yo.

Dylan despego su mirada del frente para mirarme a mí.

—¿Por qué? —preguntó frunciendo el ceño de una forma confusa. Lamí mis labios después de apretarlos juntos en un gesto de nerviosismo.

—Mírame... —coloque un mechón de cabello detrás de mi oído—no tengo una vida perfecta y tampoco lo soy: depresiva por dentro y doble cara ante los demás—sonreí en mi sitio de una forma sarcástica—No es que le mienta a los demás sobre quien soy, no del todo, pero es difícil fingir que estas bien por fuera cuando por dentro te sientes una basura. Suelo demostrar que estoy bien cuando todo se derrumba, y finjo que lo que pasa a mi alrededor no me lastima...Dylan, mis padres están a punto de divorciarse y esta vez es por definitiva, nunca he tenido un padre y no sé qué es lo que implica uno, y ahora que lo tuve de cerca no me dejo un buen sabor de boca. Mis expectativas para una pareja son diferentes. Puede que quiera estar contigo, pero tienes que prometerme que durara, y si terminamos, que no me lastimaras hasta el punto que quiera yo misma desecharme.

Dylan me sonrió de una forma suave, como si comprendiera mi dolor y estuviera de acuerdo conmigo. Me encantaba que me sonriera, porque solo lo hacía conmigo, de una forma me hacía sentir espacial.

—Creo que somos igual, pero opuestos. ¿Por qué me cuentas esto?

—¿Cómo?, ¿Por qué te lo cuento?, ¿acaso no debía?

Ahora él se sentó de nuevo como yo estaba, ambos nos mirábamos.

—No es eso, solo quiero saber por qué me lo contaste.

Pensé las cosas, probablemente él no lo decía porque no le interesaba para nada mi vida. Dijo que éramos parecidos, y lo que yo siento es que solo quiere confirmar que nos tenemos confianza.

—De alguna forma, me agrada tu compañía—conteste—y siento que tú me comprendes...aunque a veces eres un dolor en el trasero—le codee por aquello—Pero siendo maduros: veo que tú ya has pasado por algo así...tal vez algo donde te hayas sentido a ti mismo despreciado y por eso te comportas así.

—Cerca. Dime lo que vez de mí.

Solté un aire nervioso.

—¿De verdad quieres que te lo diga? —este asintió—Bien—dije para después concentrarme en sus ojos, aquellos castaños y miel que tanto me gustaban—Eres un chico que alguna vez fue alegre—mencione mientras recordaba la foto de la pequeña y él cuando fui a su casa—y que no era así de apartado con los demás, pero algo ocurrió, no se... ¿algo familiar?, en cambio a mí, tú quieres alejar a la gente para que no sepan tu secreto, y yo, yo solo quiero que la gente se acerque a mí para que no llegue a sospechar nada. Eres serio, pero por dentro quieres reír, pero te reprimiste a ti tanto que te acostumbraste a ello y ya no te incomoda...—sintiendo que algo dentro de mi cuerpo se llenaba de curiosidad e intriga, no pude evitar tratar de descifrar lo que Dylan tenia dentro de sus pensamientos, ni una pista, y es que además de que no demostraba alguna señal de aflicción, recordé que por eso mismo tenía el apodo de intocable—... ¿Dylan, que te paso?...

El castaño pareció darse cuenta de mi interés por la forma en que lo dije, y es que no aguantaba más, tenía que saberlo. Pero la campana sonó indicando que teníamos que entrar a clases.

—Nos vemos, mañana.

<<Carajo>>

Apreté los labios en una sonrisa y asentí con la cabeza diciéndome a mí misma que tal vez jamás sacaría ese secreto a luz de él, si él no estaba listo para decírmelo.

Me levante de aquellas gradas, guarde mi emparedado dentro de mi mochila y la colgué sobre mi cuello y hombro. Y cuando creí que todo había terminado baje las viejas escaleras para ir a clase.

—¿Al menos puedo mensajearte? —Su pregunta me hizo sonreír.

—Creí que después de esto no ibas a hablarme—le dije con sinceridad.

—¿Eso es un sí? —Pregunto en el momento que llego hasta donde yo. Y se acercó, demasiado, rozando su nariz con la mía y enviando un cosquilleo caliente a mi vientre, asentí con una risa que se me escapo.

—Sip...aunque parece que no escuchaste nada sobre mis expectativas de una relación. —hable, pero la sonrisa se me fue borrando cuando sentí su mano tocar por primera vez mi cintura. Un calor y cosquilleo creció dentro de mí pecho.

—Lo escuche—afirmo— y por cierto, vas a llegar tarde a clases—me advirtió con sus labios rozando los míos.

—Lo sé...tu igual—dije casi derritiéndome cuando su cálido aliento se mezcló con el mío.

—¿Quieres llegar tarde a clases? —murmuro suave con una voz que nunca había escuchado en él, al menos no que me hiciera sentir fallecer.

Pero lo que mis oídos escucharon fue como "¿Quieres besarme?"

—No creo que unos minutos hagan daño.

Apenas sonreí cuando Dylan choco sus labios con los míos, pegando su cuerpo al mío cuando sus manos me atrajeron. Ahí pude darme cuenta de cómo él y yo habíamos querido el contacto de nuestros labios juntos.




—¿Puedo...ah...pasar? —pregunte con una sonrisa al profesor, quien Dylan y a mí nos miró con algo de odio.

—Sí, pero ya he cambiado a todo el salón de compañeros, así que creo que usted señorita Mendes ira con la señorita Black y usted señor O'Brien ira con la señorita Mir—señalo a Ashley que se encontraba hasta el fondo.

Asentí y yo camine a mi nuevo asiento, y mi compañera parecía tener el apellido perfecto, pues vestía todo de negro. Trate de saludarla pero no contesto. La única ventaja era que me toco los asientos de atrás, claro hasta la esquina izquierda, Dylan estaba en la contraria.

—Solo quiero recordarles que son 15 minutos de retraso—nos dijo el profesor.

<<Maravillosos 15 minutos eh>>


—Sí, lo siento—le sonreí tímida al profesor. Después él miro a O'Brien.

—El orientador Mendes quiere verlo a usted al final de las clases.

Dylan asintió.

Diablos...ahora recuerdo que papá dijo que iría a hablar con Dylan hoy sobre lo que paso el otro día.

El profesor hablo sobre los iones y cationes toda la clase. Me estaba aburriendo todo esto, y señorita Black no hacía nada en lo absoluto. Mi aburrimiento siguió hasta que sentí mi teléfono vibrar. Fruncí el ceño y mire el mensaje que me acababa de llegar.

Dylan: ¿Divirtiéndote, Mendes?

Mordí mi labio para ocultar la sonrisa que se me escapaba cuando vi que era. Conteste.

Yo: No exactamente:(

Levante la mirada y pude ver como Dylan agachaba la vista para mirar su teléfono. La tonta de Ashley quería ver pero no le alcanzaba la vista de gata.

Dylan: Preferiría tener tu compañera que tener a la oxigenada que tengo a lado.

Yo: creo que me preferirías a mí.

Lo mire de nuevo y vi como una sonrisa a medias se asomaba en él. Su mirada se encontró con la mía y como si él fuera "El Niño bueno" me hizo señas de que pusiera atención. Yo simplemente saque la lengua.

Mire mi teléfono y el mensaje llego.

Dylan: ¿Y aguantar tus preguntas? Yo creo que no.

Escribí.

Yo: Pregunto por qué me causas lastima.

Recibí.

Dylan: ¿lastima?

Yo: Si, te ves todo un anti-social que he decidido que yo seré tu amiga ahaha broma:*

Dylan: Creo que en realidad lo que tratas de hacer es decirme que te gusto.


Reí.

Yo: No todo el mundo eres tú, mi vida

Dylan: ¿Mi vida?

Yo: Me estaba burlando.

Dylan: Como digas.

Yo: Sabes, creo que es la primera vez que me mensajeas. O solo es la conversación más larga que hemos logrado.

Dylan: Tal vez. Pero estoy seguro de que no.

Pero de inmediato me escribió.

Dylan: baja el teléfono.

Fruncí el ceño. Pero entonces entendí cuando un golpe impactó contra mi mesa. Fui una tonta porque solté un grito al mismo tiempo que brinque en mi lugar. Todos se empezaron a reír de mí.

—¿Hay algo que quiera compartir con la clase? —me dijo el profesor arqueando una de sus pobladas cejas haciéndome figurar que parecía un águila.


—No...

—Entonces vaya a orientación. Puede que allá si tenga algo que decir. No se permite usar el teléfono en clase, señorita Mendes.


Bufe, y apenas me iba a parar cuando...

—¡No! —gire mi vista y vi a la señorita Black—Ella, simplemente me paso mi teléfono—tomo el aparato que yo tenía en manos y lo guardo en su chaqueta—se me había caído y ella lo recogió, miraba la hora supongo...

—¿Para que saco usted el teléfono, señorita Mendes? —Se dirigió esta vez el profesor a mí, como si de alguna forma quisiera saber si estamos mintiendo, y aunque eran verdad sus sospechas, asentí.

—Quería ver la hora.

El hombre de ya avanzada edad echo una mirada haca mí y luego a la señorita Black. Juro sentir que penetraba mi alma.

—Siéntese.

Me senté y este se fue, suspire y mire a la chica, le sonreí y ella me regreso el teléfono por debajo de la mesa, algo discreta. Creí que tendría que enfrentarme a mi padre. Es lo malo de que sea el orientador.




Las clases terminaron y yo salí del salón con la mirada desaprobadora del profesor detrás de mí. Camine unos cuantos casilleros y justo encontré el mío para abrirlo, se escuchó como si una bolsa reventara, y fue así, después revento otra.

Tuve que cerrar los ojos al darme cuenta de que era pintura morada con confeti.

<<Algo siempre tiene que arruinarme el día>>

Escuche como unos chicos se reían a mis espaldas, entonces me di cuenta de que era Rick el que había hecho esto, pero estaba claro, todo esto me llevaba a la infancia y me traía de vuelta como un giro de 360 grados. Literalmente Richard no había cambiado para nada: su sonrisa picarona y hoyuelos ya hechos en sus mejillas, mientras me señalaba con un dedo y sus amigos seguían la burla, gritando como chimpancés. No tuve que preguntármelo dos veces, ¿quién mejor para hacer una broma así?, él.

Sentí como los colores se me subían por el enojo, claro que no se notaría porque estaba completamente cubierta de pintura. Aun así, mi piel estaba ardiendo.

—¡Beca!—se escuchó la voz de Pili quien empujó a todos para llegar a mi lado, brincando y abriéndose paso entre todos al igual que las chicas.

—¿Estas bien? —preguntó Brenda abrazándome aun que estaba más que pintada.

—Hijos de...—susurro Analice al verme por completo.

Ellas intentaron ayudarme en quitarme tal líquido, pero mis manos y pies fueron lo que reaccionaron primero. Ni siquiera les di tiempo de tocarme.

—¡Escucha! —Le grite a Richard mientras caminaba hacia él, resbalándome casi en mis propios pasos—¡Moléstame de nuevo y!.. —Me corto.

—¿Y qué? —empujo mis hombros haciéndome retroceder y este agito su mano como si al tocarme se hubiera contagiado de la misma roña. Todo mi cuerpo se tambaleo pero logre establecerme y este lo noto. Richard me sonrió malévolamente y ahora, se acercó para empujarme totalmente y dejarme caer al suelo—Te vez mejor ahí abajo, como buena perra.

No quería llorar, pero es lo que suelo hacer cuando me enojo lo suficiente.

Sentí como las lágrimas me invadían por la importancia de poder protegerme.


Todos empezaron soltar gritos cuando, Sean le clavo un puño en la cara a Richard en un cerrar y abrir de ojos apenas llego con Tyler y sus amigos. Ambos chicos se pusieron de frente y de nuevo Rick se cubrió la boca por su labio partido ante otro golpe por parte del chico con tatuajes.

—¿Vas a defender a la perra?, ¿eso quieres? —Le reto Richard, escupiendo a su lado la sangre que se acumuló en su boca. Vi como Sean apretaba el puño en el momento que Ana y Brenda me tomaron de los hombros para tirar de mí a un lugar seguro. Era como si ellas ya supieran lo que pasaría.

Una de las chicas salió corriendo para ir con nuestro amigo.

—Sean, no vale la pena—dijo Majo tomándolo del brazo a su novio, enviándole una mirada desaprobatoria a Rick.

Él se giró con ella, dispuesto a irse, pero las palabras que escucho después no le agradaron:

"—Eso es, Sean, vete con la gata."


Fue la gota que derramo el vaso. Ya que el moreno con tatuajes ahora tenía al rubio en el suelo.

—Dios mío—me tape la boca al no saber qué hacer y como mis manos temblando a mis lados. Patético. Pero no era una situación que ya haya vivido antes y eso me asustaba. Tampoco quería que alguien saliera lastimado por mi culpa.

—¡Basta! —gritó Majo cuando tres amigos de Rick fueron a ayudarlo, haciendo que todo se volviera en contra de Sean. Trato de apartarlos, pero era obvio que no pudo cuando la tiraron al suelo.

El infierno se desató, y Lucas, Tanner, Logan, incluso Tyler, daban tanto como recibían golpes para ayudar a su amigo.

<<Todo esto comenzó conmigo>> pensé, culpándome totalmente.

Cuando estuve a punto de ir directo a la gran bola, me detuve a pensar: ¿Qué demonios iba a hacer? no sé pero tenía que inventarme algo.

El sonido de un silbato nos hizo parar a todos, sonó tan fuerte que tapamos nuestros oídos en los huecos de nuestras palmas.

—¡TODOS USTEDES! —nos señaló mi padre que venía con Dylan a un costado. Me imagino que mi padre suspendió una plática con Dylan cuando escucho los gritos. —¡VENGAN CONMIGO! —gritó de nuevo. Se fue y se llevó con él a los chicos incluyéndome a mí junto a todos.

Vaya, va a ser una tarde agotadora.

—¿Quién lo hizo? —alguien susurro chocando su tibio aliento contra mi piel empapada de pintura, había sido Dylan, y por la tonada que uso no parecía alegre.



Me limite a cerrar la boca. 


Continua a leggere

Ti piacerà anche

56.3K 3.7K 22
𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗛𝗼𝗹𝗹𝘆 𝗝𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝘀...
90.1K 4.8K 35
A veces el amor no se ha de demostrar. El amor es el sentimiento más fácil de vivir, y a veces el más difícil de explicar, pero lo importante es que...
744K 81.9K 37
Taehyung intenta escapar de su horrible destino, casarse con el peor de los alfas, en su escape encuentra una cueva, el omega en celo es descubierto...
50.1K 1.3K 58
Kate tiene un pasado. Un pasado que le impide vivir el presente. Ella tomó una decisión, nada ni nadie la haría sufrir de nuevo. No más sentimientos...