Es gracioso ver cómo apareces para sólo ver mis muros caer de nuevo ante ti.
NARRADOR
Manhattan/7:55 PM
La noción del tiempo se le había escapado a María José,aquéllo era algo tan insignificante cuándo te encuentras hablando con la persona indicada. María José caminaba de la mano de Daniela mientras le hablaba de su día en el hospital,algo simple pero significativo cómo el simple hecho de que la castaña escuche a la morena.
La castaña la veía con suma atención,no se perdía detalle de la morena y no quería hacerlo. La veía y podía decir que en tan poco tiempo ya conocía cada uno de sus gestos.
Cuándo reía radiante y sus ojos se achinaban un poco.
Cuándo su tono de voz cambiaba a uno emocionado o triste.
Cuándo movía su mano libre explicando algo que le emocionaba.
Cuándo se sonrojaba y bajaba la mirada con una pequeña sonrisa.
Aquéllo para Daniela era algo fascinante de ver,algo nuevo más todo lo que estaba sintiendo con tan simples acciones en una pequeña mortal.
— Me gusta esto. ¿A ti no?— Daniela salía de su trance con la morena al oír esa pregunta.
— Me gusta que sea contigo.— Respondió la castaña viéndo a María José.
— Una vez alguien me dijo que, cuándo sintiera esto con alguien es porqué sería mi alma gemela.— Mencionó María José aún caminando de la mano de Daniela.
— Lo gracioso es que no lo siento así,nunca he creído en eso de las medias naranjas y amores de otra vida,— Agregó con una pequeña.
— No lo sé,creo que contigo es algo diferente,tú llegaste cómo un rayo y hasta ahora ese rayo está haciéndo muchos cambios en mi.— Culminó viéndo unos segundos a la castaña antes de apartar la vista. Daniela detuvo el paso.
— Todos somos instantes,no podemos prometer algo al menos de tener la seguridad que lo vamos a hacer.— Mencionó Daniela cerrando los ojos unos segundos.
— Las personas prometen y prometen cosas que jamás cumplen. Yo no soy así,podría decirte que te bajaría la luna pero no puedo hacerlo,te diría que te daría todas las flores del mundo pero no puedo,sólo puedo darte una cada día en el instante que pueda llegar a estar en tú vida.— Agregó la castaña alzando su mano para acariciar la mejilla de la morena.
— Ay Daniela Calle. Mejor vamos adentro.— Comentó María José soltando una pequeña sonrisa al saber que esa chica que tenía enfrente no era real.
(...)
— Buenas noches familia.— Saludo alegremente María José a todos en la sala.
— Hija te esperábamos para cenar. ¿Llegaste con Daniela?— Preguntó Juan Carlos con el ceño fruncido,María José sonrió.
— Síp. Vinimos caminando hasta acá.— Respondió la morena soltando una risita.
— Interesante hermanita.— Habló Valentina con cierto tono juguetón,María José rodó los ojos.
— Vaya hasta que apareces,María José.— Hubo una quinta voz en la sala y era la de Johan.
—¿Hay algún problema?— Indago María José alzando una ceja.
— Se te está haciéndo la costumbre de llegar tarde ¿no?— Escupió Johan con recelo.
— No tengo tiempo para tus reclamos,Johan. Llegó a la hora que quiera y con quién sea. ¿Cenamos?— Habló María José sin más haciéndo que Johan tensara la mandíbula.
(...)
Todos se encontraban sentados en la mesa y se sentía aquélla tensión en el aire,no era para nada una cena agradable. Valentina sacaba temas de conversación con su padre pero los otros tres sólo se observaban. Un sirviente llegó con la cena y le sirvió a todos,cuándo llegó dónde Daniela está lo detuvo.
—¿Hay nutella?— Le pregunto al sirviente.
— En la cocina señorita. ¿Desea ahora?— Habló dudoso el hombre por tan extraña petición a la hora de la cena.
— Sí,por favor.— Respondió la castaña sin más,el sirviente de retiro y todos estaban comiendo su cena.
— Te gusta mucho la nutella ¿no?— Preguntó una María José sonriente a Daniela,la castaña asintió rápidamente.
— Me gustan las personas que aprecian las pequeñas cosas.— Agregó llevando un trozo de comida a su boca,Johan miraba la escena expectante.
— Soy una de ellas,es cómo sí esas pequeñas cosas fueran indispensables en nuestra vida,lo que nos hace a todos ser diferentes.— Acotó Daniela con una pequeña sonrisa hacia María José.
— Tienes razón.— Contestó María José,en aquélla mesa sólo se escuchaba la conversación de aquéllas dos.
Parecía un juego de tenis,Daniela y María José eran las jugadoras mientras Juan Carlos,Valentina y Johan eran los espectadores viéndo cómo se pasaban la bola aquéllas dos de lo más tranquilas.
— Por cierto... ¿Cómo está la señora del hospital? Quede un poco preocupada por ella.— Preguntó Daniela a María José sobre la señora que vio en el hospital ese día.
— Bueno está internada,no sabemos aún lo que tiene y de eso depende su vida prácticamente.— Explicó la morena algo triste. Johan miraba a Juan Carlos pidiendo una explicación pero ni el mayor lo sabía.
— Espero pronto la ayuden.— Habló la castaña viéndo su nutella llegar a su plato.
— También espero lo mismo.— Respondió María José en un suspiro.
—¿De qué hablan?— Interfirio Johan ya cansado de la comunicación de ambas chicas.
— De una paciente que llegó al hospital hoy.— Respondió María José encogiendose de hombros.
—¿Y tú cómo sabes de esa paciente?— Preguntó ahora a Daniela dejando el cubierto en la mesa.
— Fui a visitar a María José.— Respondió Daniela con rostro serio.
— Vaya,para la otra deberías llevarnos y hacernos un tour,Daniela. Así sabré de que hablar enfrente de mi novia.— Mencionó Johan con una sonrisa hipócrita a la castaña.
— Johan,detente.— Habló María José entredientes.
— No me importaría,pero creo que a María José no le gustaría.— Habló Daniela con absoluta serenidad,serenidad que no le gustaba a Johan.
— Me estás cansando. ¿Crees qué no sé lo traes entre manos?— Espetó Johan parandose de su asiento.
— No sé de qué hablas.— Contestó Daniela comiendo un poco de su nutella.
—¡Suficiente!— Alzó la voz Juan Carlos cansado de la escenita en la mesa.
— Johan te controlas o te largas.— Agregó el mayor ofendiendo más al castaño por preferir a Daniela.
— Bien,ahora comeremos en paz.— Finalizó Juan Carlos llevando un trozo de comida a su boca.
(...)
— Es increíble que montaras ese show en la mesa. ¿Qué te pasa?— Hablaba María José en reclamo al castaño,ambos estaban perdiendo la paciencia.
Después de la cena todo fue ameno,María José estaba molesta y Johan lo sabía. Valentina se fue después de unas cuántas anécdotas contadas por Juan Carlos. Ahora María José hablaba con Johan y se estaba cansando de fingir algo que no sentía.
— Lo mismo te digo a ti. Eres otra desde que llegó Daniela a está casa.— Mencionó Johan soltando el nudo de su corbata.
— No estamos hablando de eso,estamos hablando de tú actitud tan desagradable estos días. Me exasperas,Johan.— Espetó la morena caminando rumbo a la sala.
—¿Yo te exaspero? Pero sí eres tú la que tiene amante.— Johan sólo sintió un fuerte impacto en su mejilla,María José le había dado una bofetada.
— Estás imbécil sí crees que vamos a seguir. Terminamos,Johan.— Escupió la morena y se fue de ahí destilando rabia,Johan se fue con una mejilla punzante.
— Hey,¿estás bien?— Escucho la morena la voz de Daniela pero ni aún así detuvo su paso para subir las escaleras.
— Tú y yo tenemos que hablar.— Mencionó Juan Carlos a Daniela serio,ella asintió sintiendo esa preocupación por la morena en su pecho.
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