— Me siento mal de que esté enojado conmigo, pero no quiero correr de vuelta hacia él, sería como un perro. — me acomodo sobre el colchón de mi cama.
— ¿Es en serio, Mila?
— ¿Y si no me habla nunca más? — Me levanto de golpe y me dirijo hacia la ventana, él tiene la cortina cerrada.
— ¿En serio te preocupa eso, cartera? El idiota te gritó por nada.
— Es decir, no sé si este enojado o qué, no sé si debería tener miedo porque no sé si este enojado. ¿Soy cobarde?
— No puedo contigo.
— ¡Ya sé! Seré fría con él, así como él lo es conmigo. Gracias, Alessia.
Cuelgo la llamada y me preparo mentalmente para el día de mañana.
Al día siguiente, el profesor hablando sobre un tema sin importancia para la mayoría de la clase, sale con la excusa del baño aunque todos sabemos que es para no volver.
De reojo veo a Shawn mirarme y Alessia voltea a susurrar, — Cumple tu palabra, cartera.
— Por supuesto — susurro y ella levanta su pulgar.
— ¿Alguien me presta corrector? — pregunta el castaño y por costumbre yo levanto la mano junto a un "Yo tengo".
Alessia voltea hacia mi y levanta una ceja, — Pero.. No te lo daré.
La prefecta entra y llama a Luke, me sorprendo cuando me llama a mí también así que me levanto y nos indican ir a dirección.
— ¿En qué te metiste? — pregunta Luke.
— En nada, ¿en qué te metiste tú?
— En nada.
Luke entra antes que yo a dirección y noto como su cuerpo se tensa, su entrenador está aquí. ¿Qué hace él aquí?
— Karla, el padre de Luke. — dice la profesora — Señor Hemmings, ella es Karla.
— ¿No es su entrenador? — Luke se queda callado a mí lado.
— También soy su padre.
— ¿Se llevará a Luke?
— Pues claro, esta gastando energía en cosas sin importancia. Por ejemplo: Tú — me apunta — que sólo lo estás haciendo faltar a sus prácticas.
— Señor, Luke entrena todos los días, cada que lo veo o vuelve del gimnasio o va camino al gimnasio, — suspiro y Luke esta con la mirada en el suelo.
— Él sólo debe nadar — exclama.
— Luke es asombroso, es la persona más increíble y hermosa que jamás haya conocido, todos estamos orgullosos de él, parecerá despreocupado y andará como si nada le importase pero es porque tanta natación le impide estar con sus compañeros. — intenta hablar pero no lo dejo puesto que sigo — De hecho, hicimos un juego de escribir secretos y él escribió que quería una hamburguesa, dijo que un atleta no puede comer cualquier cosa.
Tomó la mano del rubio, — Quizás piense que así debe ser la vida de un atleta, pero ¿nunca pensó que él necesita amigos? También quiere jugar con nosotros. Es un estudiante como cualquiera.
El hombre se sienta y la profesora imita su acción, — Sinceramente, como profesora, pienso que la natación no debería ser lo único en su vida.
— Exacto, no es un pez. — la mujer me echa una mala mirada y decido callar.
— Camila, es todo, regresa a tu clase — asiento y lentamente suelto la mano de Luke.
De regreso a el salón comienzo a arrepentirme de lo que dije, puede que con ello haya metido en problemas a Luke.
Me siento en mi lugar y el profesor no está, bien.
— ¿Qué paso, cartera? — dice Alessia.
— Creo que he metido a Luke en problemas.
Acaricia mi cabeza, — Tranquila, Mila. Es Luke, si está en problemas podrá salir de ellos ¿Okay?
Asiento y quedo con la mirada fija en la nada.
— Shawn — Escucho la voz de Agatha haciéndome voltear hacia allí y Alessia hace lo mismo, — Tengo una pregunta, ¿me ayudas?.
— Dime — él la invita a sentarse en el lugar de enfrente y ella lo hace, le da su libreta — Hice esto ayer, — toma su lápiz y comienza a escribir sobre él, supongo marcando algo — está mal.
— ¿Ah? Con razón no puedo hacerlo — ella lleva el lápiz a su boca.
— Esto ya lo hemos visto, mira, — señala — aquí no multiplicaste y el signo está mal — yo miro mi hoja a pesar de no entender ni un poco de lo que hablan.
Alessia hace lo mismo y murmura, — ¿Qué? Eso es fácil.
— ¿Es fácil? — ella asiente — No entiendo de lo que hablan.
Veo a Luke atravesar la puerta y rápidamente dejo de mirar a Shawn y Agatha para voltear hacia el lugar del rubio, — Esa fue una charla larga.
Una vez sentado, suspira — Lo sé, gracias. El titulo de angelito te queda perfecto — él sonríe, veo de reojo a Shawn voltear hacia nosotros.
— Cam, Alessia no me habla ¿me ayudas? — hace un puchero.
— No.
— ¡Por favor, angelito! — susurra y eso me hace reír.
— A ti no te funciona, Calum.
— Angelito, — llama Luke, — Salgamos mañana.
— ¿Mañana..? — estoy apunto de aceptar cuando me interrumpen.
— Camila, — me sorprende escuchar a Shawn llamarme y a mis amigos también puesto que Calum deja de leer su novela y lo mira también, se queda unos segundos en silencio, — ¿Tienes corrector? Pre-préstamelo.
¿Él acaba de tartamudear?
— Espera, lo buscaré. — detengo mi búsqueda al ver que no necesita nada, Agatha tiene uno en su mano, ella me sonríe.
Supongo que Alessia tenía razón. Recordando sus palabras: "Karla, sueñas muy alto ¿y sabes qué? Cuando caigas no creo poderte atrapar" Esta caída esta doliendo mucho.
Al llegar a casa lo único que puedo hacer es llorar, había puesto todos mis esfuerzos en al menos crear un poco de afecto de Shawn hacía mi. Y ni siquiera sé por qué sea enojado conmigo, puede que acabe con toda la paciencia que tiene pero jamás se había enojado por eso.
El sonido del despertador me hace brincar, en diez minutos cierran las puertas del instituto. Mierda y más mierda. Esta no ha sido mi semana.
Corriendo voy y por suerte aún no cierra el portón, corro aún más rápido hacia mi aula.
— Lo lamento, profesora ¿puedo pasar? — digo con asomándome por la puerta.
— Karla Cabello, — suspira — vamos a mi oficina. — con la cabeza cabizbaja me dirijo allí.
Al llegar se sienta en la silla del otro lado del escritorio y me indica sentarme en la que esta frente a este.
— Karla, ¿quieres ir a la universidad o no? Sólo, mira la tarea que me entregaste ayer — me muestra el cuaderno y yo sólo me limito a escucharla y asentir — ¿Qué es esto? Está todo mal. Hablare con tus padres sobre tu rendimiento, ya puedes retirarte.
Cuando llego al salón no hay nadie, al acercarme a mi pupitre noto que hay un papel pegado.
"Nos vemos en la biblioteca" Es la letra de Calum y sin otra opción ahora me encuentro caminando hacia una mesa de la biblioteca. Paro cuando mi mirada se cruza con la de Shawn. Mi teléfono suena.
Calum
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Habrá grupos de estudio, me ha
tocado con Shawn y a ti con Ale
pero te cambiaré lugar, necesito
arreglar las cosas con ella. Besitos
querida amiga. 😘😘😘😘😘
Ruedo los ojos al leer el mensaje, ¿Calum siempre esta probando cuanto puedo odiarlo o qué? Nat, que no había notado que estaba junto a Shawn se levanta, es una chica muy amable pero la situación está queriendo sacar mi peor lado y gritarle a Mendes.
Me esfuerzo por no hacerlo y sólo me siento en el lugar en el que antes estaba ella, saco mi cuaderno de mala gana y empiezo a contestar.
— La línea auxiliar está mal — dice Shawn e intenta tomar mi cuaderno.
— Ya veré como hago, déjame.
— ¿Estas bien, Cami? ¿La profesora fue muy dura contigo? — cuestiona la rubia y yo sólo asiento.
Esto no va a funcionar. Tener a Shawn frente a mí y sentir esa sensación de preguntar el porqué de su gritos y aún más importante: ¿Por qué Agatha y no yo?. Lloraré en cualquier momento y no me humillaré frente a él de nuevo.
Cierro mi libro y comienzo a guardar, — ¿No quieres estudiar?
Me siento mal por no responderle a Nat pero necesito salir de la biblioteca. Necesito ver a Luke, él es la persona que necesito siempre pero no tengo idea de su paradero. Mi teléfono vuelve a vibrar y lo saco,
cómo si supiese que estoy pensando en él.
Lukey❤️
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Un pajarito me dijo que te han
regañado, ¿estás bien?
Si, nada de que preocuparse.
¿Dónde estás?
Papá y yo vinimos a ver a la
abuela. Perdón por faltar hoy.
¿Segura qué estás bien?
No te preocupes, estoy bien.
Dime si tienes algún problema,
sin importar cuan pequeño sea.
Esta bien, cuídate mucho.
Cierro la conversación y espero hasta que acabe este día para volver a casa.
⊱________ ︙ _______ ⊰
Papá y mamá entran a mi habitación y pienso lo peor, seguro la profesora ya hablo con ellos y mis sospechas son confirmadas al oir a papá decir:
— Tu profesora me llamo esta tarde, queremos hablarte de algo. — mamá entra y ambos se sientan en el borde de la cama.
— Hija, creemos que tal vez este instituto no sea el idea para ti. Sería mejor si fuera a una escuela más estricta.
— Pero.. No quiero cambiar de escuela.
Papá se levanta y saca un examen, el más reciente que tuve, — Camila, mira tus notas, 48 de 150 puntos.
— Alejandro, calma — mamá se levanta para intentar calmarlo — Camila, hay un internado cerca de aquí y creemos que estarás mejor ahí, puedes mejorar pero te falta disciplina y ahí la habrá. Piénsalo, ¿si?
Asiento, — No te obligaremos a nada.
Ambos salen y es ahí cuando me replanteo esta opción, dejaré de ver a mi Luke, a Alessia y Calum pero puede que sea lo mejor.
¿Debería cambiarme?