—Jung-Jungkook... e-espera... ¡hmmg~! —gime fuerte y ronco.
Sentía que sus piernas y brazos ya no iban a soportar estar en esa misma posición, por eso le pedía que se detuviera para cambiar, pero tal parece el chico estaba tan necesitado como él, que no escuchaba en ese momento.
Así que TaeHyung sólo se dejó caer con su culo al aire, sin estar reteniendo el impacto de su pelvis con la madera, sólo se dejó hacer, esperando su propia liberación.
Estaba inclinado sobre la encimera de la cocina, con sus piernas separadas y Jungkook en medio de éstas, dando fuertes estocadas a su culo que lo recibía gustoso, mientras lo sostenía de su cadera con mucha posesión.
Jungkook golpeaba con fuerza su próstata, estaba enloqueciendo por el placer que eso provocaba, el ruido de sus pieles al chocar, ya no tenía fuerzas para siquiera sostenerse sobre la superficie, por lo que se había tendido sobre ésta, mientras sus pies apenas tocaban el suelo, ya que por los movimientos fuertes de las estocadas del chico, hacían que se elevará un poco.
TaeHyung recuerda lo nervioso que estaba porque el chico no aceptara, cuán equivocado estuvo. Jungkook ni lo había pensado mucho cuando subió al auto en camino a su residencia, recuerda que cuando entró, fueron minutos los que estuvieron incómodos, donde le decía que si quería cenar primero, pero de un momento a otro, cuando llegaron a la cocina, la comida quedó de lado y sólo fue consciente cuando su cuerpo estaba inclinado sobre la superficie y sin pantalones, cuando sus piernas fueron abiertas, escuchó y sintió el aliento del chico justo en su entrada, cuando este soltó una pequeña risita, diciendo un "era de esperarse" cuando sacó un dilatador anal de su entrada.
Luego de eso, sólo sintió el líquido del lubricante caer en su entrada y posteriormente la punta del pene del chico esparcirlo por la zona, para luego entrar de una estocada.
Y ahora estaba en ese punto, cuando su lindo culito no aguantaba las fuertes estocadas, luego de días sin ser profanada.
—Jung- ¡AH! ¡AH! ¡AHH!! —volteó un poco su rostro, para ver al chico sobre su hombro, el cual sólo le sonrió y volvió a golpear ese punto que lo hizo gritar.
—Su rostro es una maravilla ahorita, Señor Kim. Sí pudiera ver lo hermoso que se ve gimiendo para mí, gritando mi nombre. Estaría en descontrol como lo estoy ahorita. —su voz era ronca y profunda.
TaeHyung había enrojecido por sus palabras y podía tener una idea de cómo se miraba, incluso había un poco de saliva que había derramado por tanto placer. Pero algo que Jungkook no sabía era que, ante los ojos de su mayor, él también se miraba tan malditamente sensual, con su pelo largo pegado un poco a su frente, por el sudor que podía verse resbalar de éste, su cuerpo sudoroso, brillante por el contraste de la luz, sus músculos contraídos y esos gestos, esos que hacía por el cansancio y ejercicio realizado, su carita contraída por el acto, los pequeños jadeos y gemidos que soltaba, todo era malditamente placentero de ver.
—T-Tu... también te ves geni- ¡hmmg! —gime cuando Jungkook empieza a repartir besos húmedos en su espalda, mientras que eleva una de sus piernas a la superficie de la encimera, eso hace que se entierren más profundo en su culo y el placer sea más arrasador.
Como puede, Jungkook lo separa un poco de la superficie, para tomar la polla del mayor y acariciarla al ritmo de sus estocadas. Para éste punto, TaeHyung tenía más que enterrada su cara en la superficie y su pierna que aún estaba extendida temblaba ante el placer que sentía de ser estimulado por ambos lados, no aguantaría mucho más.
Jungkook sintió como lo apretaba, así que pasó su dedo pulgar por el pequeño orificio de la glande del mayor varias veces, hasta que TaeHyung eyaculó en su mano, para luego volver a dejarse caer sobre la superficie.
Jungkook sólo sonrió mientras siguió entrando y saliendo del pequeño agujero, una vez sintió su orgasmo formarse, salió de la entrada del mayor y empezó a masturbarse, segundos después gimió con fuerza cuando se vino, dejando toda su esencia caer en la espalda y glúteos del mayor. Pasó la cabeza de su pene por las nalgas de TaeHyung, donde su esencia había caído, esparciendo un poco ésta. Luego, sólo pasó su dedo por donde el resto había caído y lo llevó a los labios del mayor, quien a duras penas abrió la boca para chupar.
Jungkook sonrió satisfecho.
—Se ve justo como lo imaginé, Señor Kim. Exhausto y bañado con mi semen. Una verdadera obra de arte.
🐰🐯
No sintió en que momento Jungkook lo levantó en brazos y lo bañó, porque está seguro que hubo agua sobre su cuerpo, lo secó y vistió en un pijama cómodo y sencillo. Ahora se encontraba sobre su suave y cómoda cama, exhausto y sin querer abrir sus ojos. Sólo quería dormir y dormir...
—Descanse un rato. —escuchó el susurro del menor, luego unos dedos acariciar sus cabellos.
—Duerme... conmigo... —logra decir, con su voz apenas audible y soñolienta.
Jungkook sonríe y sólo asiente, aunque sabe que es probable que no lo vea. Se mete entre las sábanas del colchón que previamente había ocupado para arropar al mayor. Una vez acomodado, TaeHyung buscó su calor y lo abrazó, aferrándose al torso del azabache, sus piernas se enredaron y el rostro del señor Kim quedó escondido en el cuello del chico, Jungkook podía sentir su aliento golpear en esa zona, haciendo su piel erizar. Lo abrazó apegandolo más hacia su torso y aspiró el olor del shampoo que usaba el mayor, un aroma aceptable para su sensible nariz, ni escandaloso, ni débil, justo como debería ser.
Durmieron por un buen tiempo así, hasta que Jungkook despertó y se dio cuenta que era ya muy tarde y debía regresar a casa, por lo que como pudo, se removió tratando de no despertar al mayor y salió de su agarre.
Estaba de nuevo en bóxer, se había hecho costumbre el pasearse así por el hogar del mayor y ya no le avergonzaba como antes. Buscó su bolso y sacó el móvil, marcó a sus padres, haciéndoles saber que llegaría tarde para que no lo esperaran como siempre, aunque sabe que su madre lo hará de igual forma. Les dio una mentira piadosa, diciendo que salió del trabajo con unos amigos y por eso se retrasará. La llamada terminó con un "ten cuidado, hijo" por parte de su madre.
Vio la hora y eran las diez de la noche. Hace cuatro horas aproximadamente había salido del trabajo, así que a lo mucho debía llegar a su casa a la media noche, para no tener por tanto tiempo en vela a su madre. Tenía tiempo de cenar con el mayor, eso era lo que importaba en estos momentos. Fue a la cocina y vio como la comida que el mayor tenía preparada hace horas, estaba fría, así que se dedicó a recalentar.
Los minutos pasaban, mientras tarareaba una melodía terminaba de preparar ramen. Pegó un pequeño brinco cuando sintió unos brazos rodear su cintura y una barbilla reposar en su hombro.
—Huele bien. —susurra el señor Kim, aún un poco somnoliento.
—Ya despertó... esperaba ir a traerlo yo.
—Me faltaba algo para dormir tranquilo, así que lo busqué y mira, lo tengo de nuevo en mis brazos. —Jungkook suelta una pequeña risita que contagia al mayor y ambos terminan sonriendo.
Jungkook se voltea y besa castamente los labios de TaeHyung. —Debería sentarse, ya le sirvo—. TaeHyung sólo asiente, le devuelve el beso y satisfecho se sienta, a la espera de la comida.
Una vez servida la comida, ambos empiezan a degustar, TaeHyung haciendo soniditos felices y Jungkook sonriendo por el actuar del mayor. En un punto de la comida el hermano del mayor salió a resurgir.
—S-Su hermano... da un poco de miedo. —TaeHyung se sorprende un poco por el comentario, pero sonríe y asiente en acuerdo.
—Disculpa por cómo te trató. Es un maldito a veces. —ambos ríen—. Sólo te pido que tengas cuidado de lo que hablas con él, en sí, de toda su presencia ten cuidado, él..., a veces no se sabe con él ¿sí?
El azabache sólo asiente y vuelven al silencio que se tornaba incómodo, escuchó el fuerte suspiro de TaeHyung y luego su profunda voz.
—Gracias por venir esta noche, sin el contrato de por medio. Confío en ti y sé que esto se quedará entre nosotros... —Jungkook suelta un "por supuesto" que hace a TaeHyung sonreír—. Eres el primer hombre que traigo a mi casa que no sea por un contrato. ¿No es loco?
—No lo es. —asegura—. Gracias por la confianza, pero sin importar qué, debería de tratar de confiar y ser quien es libremente. —se atreve a decir, es algo que ha querido decir desde hace un tiempo atrás.
—No es tan fácil.
—Eso depende de qué tan difícil usted desea que se haga, muchas veces hay que ser un poco egoístas y no pensar en los demás, sino en uno mismo. Si vivimos siempre pensando en el qué dirán, créame que nunca estaremos en paz y viviremos una vida para los demás, no nuestra propia vida. A veces sólo hay que arriesgarse.
TaeHyung lo ve sorprendido y luego tímidamente baja la su cabeza, las palabras del chico estaban calando fuertemente en él.
¿Debería salir del closet?
¿Debería empezar a vivir su vida y no cómo los demás desean?
Quizás sí, pero vivía en una sociedad cerrada y él aún no estaba listo, quizás nunca lo esté.
—No le estoy diciendo esto para que lo haga de inmediato. —vuelve a hablar el chico—. Es sólo para que reflexione y en algún momento decida lo mejor para usted, y si eso es seguir como hasta ahorita, está bien, es su decisión. Eso es lo que quiero que vea, Señor Kim. Que, si desea seguir así, es su decisión y si desea cambiarlo, que sea por usted. ¿Entiende el punto? —TaeHyung sólo asiente, un poco avergonzado por las palabras del menor—. Todo debe ser su decisión, no porque terceros le digan. Todo debe ser porque usted así lo desea y espero que logre saber qué es lo que en verdad anhela.
Con esas palabras la conversación finaliza, nadie dice nada más y terminan de comer en silencio, TaeHyung dándole vueltas en su mente a las palabras de Jungkook.
¿Si decide salir del closet, cómo sé lo tomarán sus padres?
BM~