━MOCOSOS━
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Genial. ─pensé con ironía al ver a unos kilómetros, un enorme hueco en la puerta de Trost.
──Tsk. ─lo escuche chasquear a mi lado, claramente esto era una mierda.
En cuestión de minutos observe a un titán siendo asesinado por alguien. Lo que me dejó sin palabras fue ver otro titán caminar con una enorme roca en su hombro llegando a tapar el hoyo.
──Oi, ¿dime que también viste eso? ─pregunté tomando mis cuchillas. ──. O definitivamente mi falta de sueño hace de las suyas.
──Entonces ya somos dos. ─imitó mi acción y ambos usamos el equipo acabando con unos pocos que intentaban entrar por donde colocaron aquella enorme roca. ──. Tsk. ¿Qué mierda sucede aquí?
──Hay que averiguarlo. ─dije mientras miraba una bengala verde proveniente del otro lado.
Enganche mis arpones en la muralla elevandome, desde la altura donde me encontraba observe lo que ocurría del otro lado con claridad. Había cuatro titanes dirigirse a tres chicos que se me hacían conocidos.
Dos de ellos estaban relativamente cerca mientras los otros dos estaban un poco más lejos.
Levi fue más veloz matando a los dos primeros cayendo encima de sus cuerpos observando sobre su hombro a los chicos. Cuando los otros dos titanes estaban por tomarlo, corte sus nuca de manera veloz provocando que la capucha me cubriera el rostro y mi cabello se soltará, caí de cuclillas a su lado derecho observando a esos tres mirarnos perplejos.
Uno era Mikasa, el otro que parecía cansado y posiblemente si mi mente sigue sana, salió de aquel titán mientras un chico rubio lo ayudaba a sostenerse.
Los tres nos miraban perplejos, como anteriormente lo había mencionado, observaban con un brillo nuestra tela verde justo donde se encuentran las alas de la libertad.
──Oi, mocosos. ─habló el azabache mirándolos sobre su hombro. ──. ¿Cuál es la situación aquí?
Ninguno respondió, estaban más con la boca abierta al ser salvados de haber sido la comida de los titanes.
──Demonios, Levi. ─murmuré poniéndome de pie. ──. ¿Por qué carajos salvamos mierda? ─me quité la capucha dejando ver mi rostro, los presentes se sorprendieron un poco.
──Liberty... ─murmuró Mikasa sorprendida de verme.
──¿Liberty? ¿Acaso ella es...? ─el rubio me miró sorprendido. ──. ¡La prima de Mikasa!
Me limité a mirarlos sin mostrar alguna expresión, Levi me miró de reojo al ver como ellos me conocían de cierta forma.
──Tsk. ─chasqueó con disgusto ante la mirada de aquellos en mi persona. ──. Tú cabello se soltó. Ahora procura no ser un estorbo, mocosa. ─cerré mis ojos al entender otra cosa.
Más vale que te lo ates. ─eso fue lo que mi mente proceso.
Miré a mi alrededor, todo era un caos total en la ciudad de Trost. Había titanes por todos lados, la tropa de guarnición comenzó a moverse para ahora acabar con los titanes que se colaron, pero para algunos los titanes no son fáciles de matar.
──Tenemos que movernos. Erwin y los demás no deben de tardar en llegar. ─hablé escuchando mis cuchillas romperse, me había excedido con los titanes. ──. Hasta entonces no podemos limitarnos a estar de niñeras.
──Sí. ─afirmó mirando como cambiaba mis cuchillas por nuevas.
──Ustedes tres. ─los miré sin desprender expresión. ──. Hagan algo más útil que estar ahí como estúpidos y suban a la muralla. Ya después vemos qué sucede contigo, basura. ─Mikasa hizo una cara de enojo ante mis palabras, simplemente la ignore.
Luego de eso, tanto las tropas de guarnición y las de exploración, una vez que habían llegado a Trost, comenzamos la eliminación de los titanes en el Muro Rose.
Tomó todo un día acabar con esas mierdas, algunos de las tropa de guarnición estuvieron disparando cañones a los titanes que estaban en la orilla del muros, nosotros nos encargamos del resto. Y claro que no puede faltar que la miope haya capturado a dos titanes, uno de 4 y otro de 7 metros.
Podría jurar que estuvo a punto de tener un orgasmo al verlos capturarlos con éxito.
Y aún así, con todo esto no voy mentir diciendo que no hubo bajas. Alrededor de 207 soldados murieron o desaparecieron en acción y 897 fueron heridos en combate.
Aunque haya sido la primera victoria de la humanidad frente a los titanes, según como dicen algunos, se pagaron demasiadas vidas a cambio.
O lo siento.
Se pagaron demasiados sacrificios. Según Erwin.
Dos días habían pasado desde que se bloqueó la puerta con aquella enorme roca. La policía militar había tomado la custodia de la escoria llevándolo a una mazmorra bajo tierra.
No sabíamos si era un peligro para la humanidad, lo poco que sabíamos era que él tenía amnesia, su padre estaba desaparecido y lamentablemente su madre fue comida por un titán. Siendo honesta no le tengo confianza, solo lo conozco un poco más allá de su nombre, pero es todo.
Si llega a ser un peligro para la humanidad, Levi no lo pensará dos veces antes de matarlo o simplemente lo haré yo.
Después de estar un día enterró erradicando a los titanes de mierda dejamos el área libre de ellos. Ahora se encontraban las personas encargadas de encontrar y posteriormente incinerar los cuerpos que fueron comidos, con esto evitamos una epidemia y una segunda catástrofe.
Hace poco el rubio había logrado obtener el permiso de la policía militar para bajar a ver a el bastardo, pero este estaba en sus dulces sueños.
Teníamos que esperar a que el príncipe azul despertara de su sueño dentro de la celda, tenía entendido que había dormido por un largo tiempo.
──¿Seguro que no es mejor matarlo? ─pregunté cruzando mis brazos a un lado de Levi. ──. Nos evitamos que destruya los muros.
──No. ─miré de reojo a Erwin sentado en una silla mirando aquella llave que traía el castaño consigo. ──. Él nos servirá y será la salvación de la humanidad.
Lo miré durante unos segundos para ver si cambiaba su mirada, pero parecía esperanzado mirando aquella llave.
──Qué estupidez. ─suspiré al saber que no cambiaría de opinión. ──. Estas consciente que no confío en él, ¿verdad?
──Apenas y confías en tu sombra. ─murmuró, pero lo escuché.
──Erwin, habló en serio. ─mi voz se volvió seria. ──. Si existen personas capaz de transformarse, ¿no crees que lo de hace cinco años fueron dos personas que actualmente anda por ahí como si nada? ─esté permaneció en silencio sabiendo que era lo más lógico. ──. Ni siquiera sabemos sus intenciones.
──O si miente cuando llegué a despertar ─agregó Levi, él tampoco confiaba.
──No creo que sean malas, Liberty. ─me miró. ──. Ten un poco de fe en él. Además, no creo que tenga razones para mentir.
──Tsk. ─esté miró a otro lado.
──Leí el reporte del escuadrón de guarnición. ─miré al frente observando a el castaño acostado. ──. Cuando se convirtió en titán perdió la cordura y atacó a Mikasa. ─entre cerré mis ojos ahora mirando a el rubio. ──. Y ella no era una desconocida, prácticamente son como hermanos, ¿qué crees que haga con los demás?
Un leve sonido nos hizo mirar al chico, este se había levantado sobresaltado. Nuestra plática quedaría pendiente por esta ocasión.
──El príncipe despertó. ─dije mirando sin expresión a el chico.
──¿Tienes alguna pregunta? ─preguntó Erwin observando al chico un poco desorientado.
Esté solo se quedó en silencio sorprendido de vernos, posiblemente porque no somos simples soldados.
──¿Dónde... estoy? ─preguntó al observar con detalle el lugar.
──Como puedes ver, estás en una mazmorra bajo tierra. ─respondió el rubio. ──. Estás bajo custodia de la policía militar, pero hace poco conseguimos el permiso para verte.
El castaño miró aquellas esposas que apresaban sus muñecas. Erwin levantó aquella llave sorprendido a el chico.
──¡Esa llave!
──Sí, es tuya. Te la devolveré luego. ─aclaró. ──. El sótano de tu casa, la casa del Dr. Jeager en Shiganshina, tiene el secreto de los titanes. ¿Estoy en lo correcto?
──Sí. Probablemente. ─lo miré de reojo. ──. Eso es lo que mi padre dijo.
──Tienes amnesia y tu padre ha desaparecido. ─esté miró a Levi al escucharlo hablar. ──. Horriblemente conveniente, ¿no lo crees?
──Levi. Ya concluimos que no tiene razón para mentir. ─Erwin le dio una mirada. ──. Hay mucho que no sabemos.
──Eso se sabe perfectamente, Erwin. ─hablé atrayendo su atención. ──. Pero no olvidemos lo importante, aún no sabemos cuales son tus intenciones, basura. ─lo miré inexpresiva, esté se sobresaltó un poco.
──¿Mis... intenciones? ─preguntó sin quitarme la mirada.
──Para volver a tu casa, debemos retomar el distrito shiganshina del Muro María. ─comentó el rubio. ──. Tomará medidas drásticas para sellar la puerta rota. Necesitamos tu fuerza de titán. Al parecer nuestro destino descansa en un titán. El titán colosal. El titán acorazado. Probablemente sean como tú. Tus intensiones son la llave aquí. La llave para librar a la humanidad de esta desesperación.
──Yo... ─entre cerré mis ojos al verlo cabizbajo sumido en sus recuerdos.
──Oi, contesta, basura. ─hablé. ──. ¿Qué quieres hacer? ─pregunté.
Respiraba pausadamente levantando su mirada apretando aquella tela que lo cubría. Aquella mirada de asustado cambio a una con determinación mezclada con locura.
──¡Quiero unirme a la Legión de Reconocimiento, y matar a todos los titanes que pueda, señora! ─exclamó con un brillo resplandor de sus ojos.
──Oh, nada mal. ─por el rabillo de mi ojo, pude ver un brillo en sus ojos ante esas palabras.
──Nada mal para ser una basura de mierda. ─murmuré cerrando mis ojos. ──. Qué estupidez. ─solté abriendo mi ojos azules opacos y solo por esta vez omitiré el hecho de que me llamara señora.
──Erwin. ─el rubio miró al azabache. ──. Liberty y yo, tomaremos responsabilidad de él. ─dijo acercándose a los barrotes. ──. Dícelo a los altos rangos. No me malinterpretes. No es como si alguno de los dos confiara en él. Si nos traiciona o se vuelve loco, lo mataremos sin dudarlo.
──Eso sí es interesante. ─un brillo surcó mis ojos. ──. Los de arriba no deben de tener problema con eso... nadie más que Levi y yo estamos capacitados para el trabajo. ─aclaré mirando a Eren. ──. O simplemente Levi puede solo.
──Aceptaré tu solicitud al escuadrón de reconocimiento. ─abrió sus ojos sorprendidos de las palabras del azabache.
──No cantes victoria, basura. ─hablé acercándome a los barrotes. ──. Que no te será nada fácil. Una vez dentro del infierno, te será imposible salir ileso.
──Solo ten un poco de paciencia. ─habló Erwin llegando a nuestro lado. ──. Intentaremos hablar con ellos.
Ahora teníamos que hacer algo para tener su custodia.
──¿No creen que lo mejor fuera haberle dicho que tendría que ir a un tribunal? ─pregunté saliendo de aquella mazmorra.
Le habíamos dicho que dentro de unos días regresamos para llevarlo. La cosa es que si íbamos a llevarlo, pero a un tribunal.
──Tenemos que hacer lo necesario para tomar su custodia. ─habló el rubio mirándonos.
──Pides demasiado, Erwin. ─me crucé de brazos una vez que entramos a la carroza para ir a la base. ──. No solo la policía militar hará lo imposible para declarar a la basura como una amenaza para la humanidad. Más personas estarán a favor de matarlo.
──Liberty tiene razón. ─habló el azabache a un lado mío. ──. No será fácil tomar su custodia.
──Confío en ustedes. ─ambos lo miramos al frente nuestro. ──. Se que algo se les ocurría para que Zackly nos dejará la custodia. También, tengo algo en mente para que nos sea más fácil. ─por su mirada sabía que se trataba de alguna expedición doble. Decir algo pero hacer algo totalmente distinta.
──Tengo algo en mente. ─la mirada de los dos cayó en mi. ──. Pero no será lindo. De hecho, será muy doloroso.
──Mientras viva, no me quejo. ─dijo el rubio. ──. ¿Qué es lo que tienes en mente, Liberty? ─mire de reojo a Levi.
──Ya veo. ─con solo mirar mis ojos logro entender. ──. Lo haré.
──Díganme que Eren saldrá vivo después de esa mirada. ─Erwin estaba preocupado.
──Sabe. ─dijimos a la vez. ──. No prometemos nada.
──Pero todo depende de cómo se comporte la basura. ─aclaré cruzando mi pierna encima de la del azabache. ──. Hasta entonces, no tengas tantas esperanzas.
El sol estaba por meterse, el cielo teñido de un color anaranjado delataba que ya estaba por oscurecer. Podía ver como se iba oscureciendo desde la ventana del despacho.
──Oi, mocosa. ─escuché al enano llamarme desde su silla.
──¿Humh? ─lo miré de reojo. ──. ¿Qué quieres, enano?
──Tsk. ─chasqueó con disgusto. ──. Ven y siéntate. Te dije que te atarás el cabello y no lo haz hecho.
──No había tenido tiempo. ─comenté mirándolo. ──. Por si no lo notaste estaba ocupada matando titanes y después Erwin nos pidió ir a la mazmorra. ─con mis brazos cruzados termine por caminar y sentarme en sus piernas, al parecer mi peso no le afectaba.
──Cállate, mocosa. ─sabía que decía la verdad.
Sentí sus manos tomar brusco mi cabello haciendo una cebolla, ya estaba acostumbrada a sus tirones de cabello por eso ya me daba igual que me doliera. Al terminar le dio un toque suyo haciendo una trenza cubriendo el sujetador mientras dejaba dos mechones caer por los lados de mi frente.
La primera vez que lo hice me dio tanta nostalgia, ya que mi padre era el único que me hacía ese peinado. Decía que el cabello largo y suelto puede ser un problema a la hora de exterminar a los titanes. Él siempre me dejo claro que no era una princesa como mi madre me trataba, era un soldado como él.
Solté un suspiró recargando mi espalda en su pecho con mi cabeza en su hombro, aunque esté sentado mi altura siempre resaltada, cruce mis piernas encima del escritorio para sentirme más cómoda mientras mis brazos permanecían cruzados.
Sentí su mano tomar uno de mis mechones jugando con él entre sus dedos.
El silencio reinaba en toda la habitación, no era incómodo ni cómodo, era más bien neutral y eso nos bastaba a los dos. No teníamos necesidad de hablar con solo estar juntos, sabíamos que estábamos bien.