“Una mierda.
Una total mierda.
JaeBeom no ah venido a clases, dicen que es porque pescó un resfriado, lamentablemente eso también me afecto a mí.
Ya que no viene, no hay nadie que le grite a quienes me hacen daño, pero los post-it de «J» me siguen llegando, así que descarte totalmente que el es mi Ángel guardián, pero de alguna forma, si lo és.
Tengo miedo.
Tengo mucho miedo.
Necesito a JaeBeom.
Nunca creí que necesitaría tanto de él, nunca creí que él sería la forma de salvarme.
Ahora, mi diario, estas manchado con mi sangre y lágrimas, lo lamento tanto, no logre mantenerte intacto. Ahora, eres lo único que tengo.
Soy Park JinYoung, y... ”
Park no pudo terminar de escribir, ya que una patada abrió la puerta del cubículo del baño en el que se encontraba escondido, el chico de la broma del concreto estaba de vuelta, estaba con sus amigos, frente a JinYoung, buscando venganza de lo que le hizo JaeBeom, rápidamente oculto su diario detrás del inodoro, sería peor si lo veían.
JinYoung junto todas sus fuerzas para llegar a ese baño a esconderse, lo habían estado golpeando, y en un descuido del agresor el logro escapar.
Eran las 06:42 de la tarde, por lo que el Instituto ya estaba vacío, a excepción de él y los chicos que al parecer quieren matarlo.
Estaba temblando y sangraba por diferentes partes del cuerpo, el chico que descubrió que se apedillaba Shin lo tomó de su uniforme sacándolo del cubículo, lanzándolo al frío y asqueroso piso del baño.
–Ahora veremos que tanto te gustan los hombres. –Sonrió empezando a desabrochar su pantalón, mientras sus amigos reían y más de uno grababa.
–N-no, no, detente, por favor. –Suplicó JinYoung sin dejar de llorar.
–Callate maricón. –Dijo dándole una patada en el estómago, haciendo a JinYoung escupir sangre, después de todo, lo habían estado golpeando e insultando durante más de una hora, era razonable que ya no tuviera fuerzas si quiera para respirar.
Shin bajo sus propios pantalones junto a su ropa interior, se hinco junto a JinYoung para sacar los suyos y así proseguir con lo que quería.
JinYoung simplemente se quedó quieto, no tenía fuerzas para moverse ni para soportar otro golpe, creía que en cualquier momento podía dejar de respirar.
Shin no logró ni desabrochar el pantalón de JinYoung cuando la puerta del baño se abrió bruscamente, dejando ver a un JaeBeom jadeante junto a su amigo YuGyeom.
–¡¿QUE MIERDA CREES QUE HACES, SHIN HIJO DE PUTA?! –Grito JaeBeom, más que furioso, rápidamente se acercó a él, su furia se notaba a kilómetros.
–No hagas como que te importa esta putita, si quieres me ayudas a violarlo. Tranquilo, le gustará, después de todo es un maricón de mierda. –Rió para darle una cachetada a JinYoung, riendo más fuerte. –Debemos hacerlo rápido, ya que ya está medio muerto.
JaeBeom no podía estar más enojado, sus ganas de matar estaban a un mil porciento, y en eso no había vuelta atrás.
–ERES UN PUTO ENFERMO. –Grito para lanzarse contra Shin para comenzar a golpearlo fuertemente. –NO SÓLO PORQUE LE GUSTEN LOS HOMBRES QUERRÁ QUE UN MANIÁTICO COMO TU SE LA META, ¡¿O ACASO CREES QUE TODOS QUIEREN TU MINI PENE ADENTRO?! –Grito en su cara sin dejar de golpearlo, bajo una mano para tomar fuertemente el pene de Shin, apretando sin compasión, haciendo a este gritar, y no por placer.
–YA DEJAME EN PAZ LIM JAEBEOM.
–¡¿Y QUE SI NO?! –Habló sin dejar de apretar el miembro contrario, parecía que en cualquier momento este explotaría, JaeBeom soltó su asqueroso miembro limpiando su mano en la ropa ajena, siguiendo golpeando a este.
Ninguno de sus supuestos "amigos" Se dignaba a intentar detener a JaeBeom, sabían que terminarían igual que este.
–JaeBeom, ya está, detente. –Dijo YuGyeom. –Lo terminarás matando.
–¡¿Y QUE CREES QUE ES LO QUE QUIERO?! –Grito sin apartar la vista ni los puños de Shin.
–¡Si sigues así no habrá tiempo para llevar a JinYoung a algún hospital! –Grito YuGyeom haciendolo reaccionar, y JaeBeom rápidamente se levantó, tenía los nudillos destrozados, igual que la cara de Shin.
–Eso ni cirugía plástica te lo arregla. –Rió BamBam, uno de los "amigos" De Shin, mientras extendía su celular a JaeBeom.
–Gracias por grabar todo Bam, te debo una. –Dijo JaeBeom tomando el celular y guardandolo.
–No hay de que, Hyung. –Dijo BamBam para irse.
JaeBeom rápidamente tomó a JinYoung entre sus brazos, al estilo princesa, para salir rápido del lugar junto a YuGyeom, fue a su auto y condujo hasta el hospital más cercano.
El pobre y pequeño JinYoungie apenas respiraba.