bad boy โ”โ” [#1] jeon jungkook

By thebidoom

391K 35.5K 27.4K

โ”โ”๐—•๐—”๐—— ๐—•๐—ข๐—ฌ โel chico malo no era tan maloโž Jeon JungKook quiere esconder sus problemas detrรกs de su fa... More

ใ€Œ BAD BOY ใ€
ใ€Ž OO1 ใ€
ใ€Ž OO2 ใ€
ใ€Ž OO3 ใ€
ใ€Ž OO4 ใ€
ใ€Ž OO5 ใ€
ใ€Ž OO6 ใ€
ใ€Ž OO7 ใ€
ใ€Ž OO8 ใ€
ใ€Ž OO9 ใ€
ใ€Ž O1O ใ€
ใ€Ž O11 ใ€
ใ€Ž O12 ใ€
ใ€Ž O13 ใ€
ใ€Ž O14 ใ€
ใ€Ž O15 ใ€
ใ€Ž O16 ใ€
ใ€Ž O17 ใ€
ใ€Ž O18 ใ€
ใ€Ž O19 ใ€
ใ€Ž O2O ใ€
ใ€Ž O21 ใ€
ใ€Ž O22 ใ€
ใ€Ž O23 ใ€
ใ€Ž O24 ใ€
ใ€Ž O25 ใ€
ใ€Ž O26 ใ€
ใ€Ž O27 ใ€
ใ€Ž O28 ใ€
ใ€Ž O29 ใ€
ใ€Ž O3O ใ€
ใ€Ž O31 ใ€
ใ€Ž O32 ใ€
ใ€Ž O33 ใ€
ใ€Ž O34 ใ€
ใ€Ž O35 ใ€
ใ€Ž O37 ใ€
ใ€Ž O38 ใ€
ใ€Ž O39 ใ€
ใ€Ž O4O ใ€
ใ€Ž O41 ใ€
ใ€Ž O42 ใ€
ใ€Ž O43 ใ€
ใ€Ž O44 ใ€
ใ€Ž O45 ใ€
ใ€Ž O46 ใ€
ใ€Ž O47 ใ€
ใ€Ž O48 ใ€
ใ€Ž O49 ใ€
ใ€Ž O5O ใ€
ใ€Ž O51 ใ€
ใ€Ž O52ใ€
ใ€Ž O53 ใ€
ใ€Ž O54 ใ€
ใ€Ž O55 ใ€
ใ€Ž O56 ใ€
ใ€Ž O57 ใ€
ใ€Ž O58 ใ€
ใ€Ž O59 ใ€
ใ€Ž O6O ใ€
ใ€Ž O61 ใ€
ใ€Ž O62 ใ€
ใ€Ž O63 ใ€
ใ€Ž O64 ใ€
ใ€Ž O65 ใ€
ใ€Ž O66 ใ€
ใ€Ž O67 ใ€
ใ€Ž O68 ใ€
ใ€Ž O69 ใ€
ใ€Ž O7O ใ€
ใ€Ž O71 ใ€
ใ€Ž O72 ใ€
ใ€Ž O73 ใ€
ใ€Ž O74 ใ€
ใ€Ž O75 ใ€
ใ€Ž O76 ใ€
ใ€Ž O77 ใ€
ใ€Ž O78 ใ€
ใ€Ž O79 ใ€
ใ€Ž O8O ใ€
ใ€Ž O81 ใ€
ใ€Ž O82 ใ€
ใ€Ž O83 ใ€
ใ€Ž O84 ใ€
ใ€Ž O85 ใ€
ใ€Ž O86 ใ€
ใ€Ž O87 ใ€
ใ€Ž O88 ใ€
ใ€Ž O89 ใ€
ใ€Ž O9O ใ€
ใ€Ž O91 ใ€
ใ€Ž O92 ใ€
ใ€Ž O93 ใ€
ใ€Ž O94 ใ€
ใ€Ž O95 ใ€
ใ€Ž O96 ใ€
ใ€Ž O97 ใ€
ใ€Ž O98 ใ€
ใ€Ž O99 ใ€
ใ€Ž 1OO ใ€
ใ€Ž 1O1 ใ€
ใ€Ž 1O2 ใ€
ใ€Ž 1O3 ใ€
ใ€Ž 1O4 ใ€
ใ€Ž 1O5 ใ€
ใ€Œ SEGUNDA PARTE ใ€

ใ€Ž O36 ใ€

3.4K 400 194
By thebidoom

꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱
••••

Kim Cleo June

Por fin habíamos terminado la maldita cena. Todo este fastidio para preparar una... ¿Sopa? ¿Estofado? No lo sé. Solo sé que tiene kimchi, porque lo adoro, y cebolla, porque Cassidy me obligó a cortarla.

¿Les cuento un secreto?

Odio la cebolla.

No sé como lo hace Cassidy que puede cortarla sin el mayor problema y a una velocidad más alta que mis ganas de ponerle a JungKook una peluca de mujer. Pero en cambio, yo no puedo parar de llorar como una desquiciada, sin mencionar a la velocidad de caracol con la que las corto, lo que hace la tortura más eterna.

Esto me confirma que Cassidy no tiene alma, por eso no llora.

Ahora mismo tengo mis malditos dedos llenos de malditas benditas porque no paraba de cortarme. Es que cuando yo corto cebolla lo hago con los ojos cerrados para evitar llorar. Tal vez sea peligroso, pero la vida se vive una vez.

Lo peor es que Cassidy sólo me decía que no infecte la comida. Ni siquiera un «pobre de mi hija hermosa. Descuida, yo me encargo».

Gracias por preocuparte por mí.

Pasando a otro tema. No puedo creer que otra vez tengo a JungKook comiendo de lo mío. Y no solo eso, yo tuve que cocinar para él. Pese a mi incompetencia, Cassidy dijo que hice un buen trabajo, y es que me obligó a hacer gran parte de las cosas.

Estaba ansiosa por saber qué tan mal me quedó. Pero en un momento desvié mi vista a JungKook, quien estaba dando el primer bocado.

Por alguna razón me ponía nerviosa y me hacía sentir insegura el pensar que a él le podría no gustar. Sería otra cosa en la que JungKook puede decir que soy inútil.

—¿Qué tal la comida, JungKook? ¿Te gustó? —preguntó Cassidy para luego dedicarme una mirada a mí.

¿Acaso quiere...?

—Me encanta, todo está expectacular. Cocina muy bien, señora Kim.

Lo hice yo. —dije en mi mente mientras lo miraba de reojo.

—Gracias, Jeon. Realmente me costó trabajo con esa inútil. —me señaló.

¡Maldita vieja, te quedaste con el crédito!

Mantuve mi boca cerrada ya que estaba bajo una seria amenaza de dormir dentro de la piscina, pero de intentar matarla con la mirada, lo intenté. Jeon me miró de reojo con burla y yo disimuladamente lo pateé.

No puedo creer que mi propia madre me haga esto, es decir, está del lado del enemigo. Cassidy es la peor persona que JungKook podría haber conocido, ahora entre ambos fastidiaran mi existencia. Estl será un complot en mi contra.

Aún así, se haya llevado el crédito ella o no, la comida la hice yo y... a JungKook le gustó. Tanto mi mala mirada como la mueca en mis labios se suavizaron y terminé formando una sonrisa al pensar en aquello. No es que eso me haga feliz, pero... me hace creer que no soy tan inútil en la cocina. Es como... sí... eso.

Después de haber terminado de comer, tanto Cassidy como Heon llevaron todo a la cocina.

—Ya debería irme. —dijo JungKook observando la hora en su móvil.

—No trajiste tu moto, ¿estás bien yendo solo? —pregunté. No me parecía seguro que saliera a esta hora.

—Jeon, si quieres puedes quedarte a dormir. —propuso mi padre antes de que JungKook contestara.

—No es necesario...

—Hay habitaciones para invitados, puedes sentirte cómodo.

Genial, la plaga dormirá en mi casa.

—De hecho el cobertizo de afuera tiene el tamaño perfecto para que Jeon duer... —un golpé de Cassidy me hizo callar.

—Tú ve a limpiar la cocina. —jaló mi oreja en dirección a aquél lugar— Buenas noches, Jeon.

Perdóname pero disculpame. Yo cociné, ¿y ahora debo lavar?

Esto no fue para lo que me contrataron.

Lavaba la cocina y maldecía tanto a mi madre como a Jeon, ya que este último estaba detrás de mí sentado frente a la isla de la cocina comiendo tranquilamente una manzana. Sé que se está burlando de mí, su sonrisa lo dice todo.

—Te faltan esos platos. —señaló.

—¡Ya lo sé! —grité molesta. Un momento, este es otro momento perfecto para fastidiarlo— Ojalá Jiminie estuviera aquí para ayudarme, como siempre. —dije de forma agotadora y dolida, dramatizando mi sufrimiento.

El mordisco de Jeon en su manzana se detuvo al escucharme y no era necesario voltear para ver su cara, ya sé perfectamente cual es la expresión de ella. Esos oscuros ojos penetrantes estaban encima de mi, penetraban mi nuca.

Trás un pequeño silencio de algunos segundos, Jeon habló.

—Pues dile a Park que te ayude. —se levantó de su asiento y caminó a la puerta de la cocina.

—¿Qué pasa, Jeon? —lo detuve con mi pregunta— ¿Qué te molesta?

Él volteó a verme de reojo y yo le sonreí con inocencia. Gruñó un «púdrete» y abandonó la habitación mientras yo reía por su comportamiento.

Es efímero, pero el movimiento interno que hace con su lengua estando enojado simplemente me encanta. Sin mencionar que cuando eso ocurre, sus ojos, siempre relajados e inexpresivos, se hacen más grandes, dándole un toque más profundo a su mirada.

Todo eso lo he analizado en medio de nuestras peleas, y llegué a la conclusión de que Jeon JungKook es demasiado atractivo.

Terminé de limpiar todo y entré a la sala buscando a Jeon con la mirada, pero no estaba aquí.

¿Habrá ido a dormir?

Subí las escaleras y entré a mi cuarto encontrándome con un JungKook acostado sobre mi cama mensajeando en su celular con quien sabe quién.

—¿Y ese atrevimiento? —me acerqué a él cruzándome de brazos por haberse metido a mi cuarto y acostado en mí cama como si fuera suya.

Jaja, soy tan hipócrita.

—No empieces. Tú más que nadie sabes que no tienes derecho de reclamarme nada.

Tiene razón, yo había hecho lo mismo en su casa. Pero aquí la diferencia es que no me importa.

—Creí que estarías durmiendo.

—Ni siquiera sé dónde está esa habitación de invitados, y a diferencia de ti, yo no ando revisando lo que no me incumbe.

Lo seguía notando molesto, y eso me dió gracia.

Sé que yo soy infantil, todo el tiempo lo estoy demostrando. Pero que JungKook me estuviera haciendo una rabieta con los labios únicamente por el comentario de JiMin era extraño. No pensé que fuese el tipo de persona que cuando se enoja te hace ese gesto con el labio como niño pequeño. Parece que me dice «estoy enojado y quiero llamar tu atención».

—Hey, eso es un insulto para mí. —rodó los ojos y volvió su vista a su celular— ¿Al menos tienes sueño? —alzó sus hombros sin mirarme— Okey, esto es molesto.

Si quiere ser un niño pequeño, como un mocoso lo voy a tratar.

Me acerqué a él y quité su celular de su mano colocandolo detrás de mi espalda para que no lo alcance, como el mocoso castigado que es.

—Dame mi celular, Kim. —se levantó molesto de la cama.

—Prestame atención cuando te hablo, Jeon. —lo aparté empujándolo con mi dedo índice.

Jeon tomó mi muñeca y me atrajo a él intentando quitarme el artefacto mientras yo estiraba mi brazo hacia atrás para evitar eso.

—Jeon, invítame un café primero. —le coqueteé con cierta burla al ver lo cerca que estaban nuestras caras.

—¿Eso es una bola ocho? —señaló con su vista a mis espaldas.

¿¡Bola ocho!?

—¿¡Dónde!? —exaltada me volteé, momento aprovechado por Jeon para tomar su celular— Desgraciado... ¿¡Cómo sabías de la bola ocho!? —grité jalonendo el cuello de su ropa.

—Tu padre me lo dijo. —habló simple.

Traidor. Deshonra. Doble cara.

—¡Tú! ¡Rata inmunda! —lo tiré de un fuerte empujón cayendo él sentado sobre mi cama y comencé a lazar arañazos al aire— ¡Ahg! ¡Esto es el colmo! ¡Te robas a mi madre, robas a mi padre! ¿¡Quieres quedarte con mi gato también!?

Bajé la mirada cuando note que Cereales salía de debajo de mi cama y se restregaba en la piernas de JungKook.

—¡Nunca eres oportuno, Cereales!

—¿Soy mejor que tú hasta dentro de tu propia familia? Genial.

—¡Te lo juro, Jeon! —volví a jalar de su ropa de forma violenta dejando su cara frente a la mía. Comenzaba a fastidiarme y su estúpida sonrisa sólo me hacía enojar aún más— Golpearé tu bonita cara y dejaré tus lindos ojos neg...

Me vi interrumpida cuando Jeon me jaló a él. En desequilibrio caí sobre sus piernas, casi resbalandome sobre ellas, por lo que en un intento desesperado me aferré a su ropa y traté de acomodar las mías, una a cada costado de las de él.

Fue cuando solté aire por el alivio que me di cuenta que JungKook me estaba sosteniendo, con uno sólo de sus brazos abrazaba mi cintura.

—¿Dijiste que mi cara es bonita? —en un tono más bajo y ronco habló en mi oído. Juraría que temblé con el cosquilleo en mi espina dorsal— ¿Y mis ojos lindos?

—¡Yo no dije eso! —alterada alejé mi cara de él y al instante me avergoncé otra vez.

Mi intento de amenaza cayó a un fracaso total al sonrojarme y desviarle la mirada por el cara a cara. Me maldije porque ese efecto en mí es debilidad.

—Sueltame. —exigí tratando de levantarme. Inútil intento por parte mía, porque él me sujetaba con fuerza.

—¿Ya no gruñes, Kim? —acercaba lentamente su rostro y dejé de intentar forcejear cuando noté su mirada centrada en mis labios.

¿Lo iba a hacer?

Jeon no es tan repulsivo y estoy segura que besarlo es algo que sólo podría pasar una vez en la vida. ¿Debería aprovecharlo? No... De seguro es otra broma.

Pero... me hacía dudar.

—Jun...

Volví a ser callada por un brusco movimiento de él, pero no fue el movimiento que yo esperaba o creía que sería. Jeon me había lanzado a un costado con fuerza, tanto que por un momento sentí que había volado, y ahora mi cuerpo se sacudió cuando entró en contacto con el colchón de mi cama.

—¡Idiota! —grité.

—¿Por qué? ¿Qué creíste que pasaría? —preguntó inocente, haciéndose el tonto del asunto.

—¡Ataca, Cereales! —ordené como si fuese un Pokemon cuando este se subió sobre el regaso de JungKook. Pero si será buen hijo mío, desacató mi orden y se restregó en el abdomen de Jeon buscando caricias, cosa que este correspondió y comenzó a juguetear con él.

Estoy pensando seriamente en devolvérselo a Park.

Bueno, se ve lindo jugando con un gato.

—¿Ya se te fue la rabieta? —preguntó luego de unos segundos de silencio.

—¿Yo? ¡Tú eres el que se comporta como mocoso!

—Esa eres tú.

—¡Mentira! —pataleé violentamente contra el piso.

—¿Lo ves?

Idiota. Idiota. Idiota. Idiota. Idiota. Idiota.

Algún día le voy a cerrar la boca.

Volví a hacer silencio y mirar cualquier otro lado de mi habitación, sin ganas de decir algo que me vaya en contra, porque es lo que hago siempre.

—Ooh. —me levanté de mi cama y bajo la mirada de JungKook fui al estante de mis peluches y donde organizo parte de mis cosas, de ahí tomé una caja de madera que llevé a mi cama— Esta será una noche larga para ti.

Él no entendía a qué me refería y yo le sonreí.

...

—¿En serio haces esto para divertirte? —preguntó Jeon como si esto fuese una mala broma.

—Es más divertido de lo que parece. —respondí— HoSeok me enseñó a hacer estás pulseras durante los tiempos libres en las clases. —expliqué.

Recuerdo que me burlaba de HoSeok por hacer algo como «pulseras de la amistad», y ahora yo vivo de entretenerme con esto. Sí es divertido y estas cositas son muy lindas. Aunque a diferencia de las de Hobi, las mías son más feas, él sí sabe combinar los colores.

Te subestime, HoSeok, lo admito.

—Mira, ¿que tal? —le mostré el colorido brazalete que estaba en proceso.

—¿JK...? —pronunció sus iniciales y dudoso se señaló.

—Así es. Es para ti, amiguito. —pellizqué su mejilla viéndolo desprevenido, cosa que lo molestó.

—Odio los colores. —dijo mirando con repulsión— Ni siquiera tienen un patrón.

—Con esa mente crítica no llegarás muy lejos en la vida. —contesté ofendida.

Maldito mal agradecido. Come y dormirá en mi casa y no es capaz de agradecer un lindo gesto de mi parte.

Esto es lo que pasa cuando Cleo June es buena; le dan una patada.

—Vamos, maldita plaga, intenta hacer una. —lo intenté convencer— No te vas a arrepentir.

Jeon JungKook

Puedo asumir muchas cosas de Kim, pero, ¿pulseras de la amistad? Eso sí no lo vi venir. Ni siquiera somos amigos como tal, más bien somos personas que no se toleran y por motivos de la vida debemos tolerarnos.

A veces siento que soy parte de una mala historia.

No tenía nada que hacer y Kim no parecía dispuesta a dejarme ir de su cuarto hasta hacer al menos veinte de estas cosas, así que comencé con la producción de estas porquerías.

Realmente la que Kim hizo para mí era horrible, ese verde manzana no combinaba para nada con el resto de colores que ni siquiera tenían un orden. Supongo que al menos valoraré el esfuerzo. Después de todo, no puedo pedir mucho de ella.

La miré detenidamente unos momentos. Desde este ángulo podía ver casi de perfil su rostro concentrado en hacer pasar esa bolita por el cordón amarillo. Porque sí, está colocando todos esos colores horribles en un cordón que encima es amarillo.

Se me hacían graciosos algunos gestos que hacía con su cara, pues esta es tan expresiva que sin necesidad de palabras te dice lo que está pensando. Lo que más me gustaba era el pequeño tic que se produce únicamente del lado derecho de su cara, en las partes de su nariz y ojo. Tiemblan levemente cuando no está logrando lo que quiere, y en este caso es hacer pasar la bolita por el cordón.

Entrecierra sus ojos y mueve la nariz a un costado cuando cree que la bolita va a pasar, y arruga esta última con una sonrisa cerrada cuando lo logra.

De un momento a otro me doy cuenta que estoy sonriendo mientras la observo, por lo que me rasco la nariz y deshago mi sonrisa mientras desvío mi mirada hacia el otro lado, esperando no haber sido notado por ella.

Un rato bastante largo había pasado y la bendita pulsera de «la amistad» que Kim me había obligado a hacerle estaba terminanda, igual que la que se supone es mía.

—Que asco. —dijo al ver lo que había hecho— No me gusta el rosa.

—Ni a mí los colores de payaso, pero mira lo que hiciste. —frunció el ceño ofendida nuevamente— Al menos yo hice un lindo degradado, tú ni maldito patrón.

—¡Así tiene más personalidad! —se justificó— Al menos le pusiste un gatito. —sonrió viendo el pequeño dije plateado de dicho animal que colgaba de esa porquería.

Así es, también me obligó a poner un dije y elegí el que quise.

—¿Eso es un gato? Creí que era un pedazo de mierda. —mentí, obviamente, con todas las ganas de molestarla.

—¡Sabes perfectamente que es un gato, Jeon! —levantó la voz ofendida y yo sonreí— ¡Deja de burlarte!

—¿Tú por qué me pusiste un maldito conejo?

—No había de rata. —rió. Su comentario también me había cabreado a mí, pero sabía que era por devolverme el ataque— Y quieras o no lo usarás.

—Entonces tú usarás esta, quieras o no. Con tu pedazo de mierda.

—¡Es un gato!

Entre murmullos arrastró sus rodillas hasta estar frente a mí y de mala manera tomó mi muñeca izquierda con fuerza. La miré a los ojos detenidamente mientras ella estaba centrada en atar aquella pulsera y, debo admitir, se veía linda. No puedo negar que hoy la veía más atractiva, no sé por qué. Pareciera que se había hecho algún cambio en su imágen como para que estuviese comenzando a gustarme, pero no sé qué. Todo en ella se veía exactamente igual desde que la conocí aquél primer día en el que casi nos agarramos a golpes, pero lo percibía de una manera distinta.

Su cabello oscuro y su forma algo alborotada por ese corte lo notaba más brillante, lo que me tentaba a acariciarlo. Sus labios, el inferior en específico, se veía reseco por esas mordidas que ella le da aparentemente sin siquiera darse cuenta, pero aún así tenía la necesidad de pasar mis dedos sobre él. El bicolor de sus gatunos, pero a la vez grandes ojos me resultaba atrayente. Y ver sus párpados pesados por el sueño me hacían encontrarla algo tierna.

Todo en un pequeño momento.

Pero, inexplicablemente, notaba tantos detalles que, hasta los imperfectos como sus agrietados labios, me resultaban... no tan feos.

Mi mirada se enterneció cuando la suya se elevó para encontrarse con la mía. Ladeó la cabeza mientras parpadeaba con pesadez, estaba cansada y era obvio. Yo también deseaba tirarme, no importa aunque sea en esta cama, y dormir de una vez.

—¿Qué esperas? —dijo molesta.

Reaccioné y salí de mis pensamientos notando que ella elevaba su muñeca derecha a mí. Claro, ahora yo debía ponerle su cosa de la amistad.

Hice lo que me ordenaba con su mirada y cuando en su muñeca ya estaba aquél adorno, permanecí con su mano entre las mías. No quiero soltarla, me gusta lo cálida que es, muy diferente a las frías palmas de mis manos. Sentía perfectamente su calor derretir mi frío.

Su sonrisa me desconcertó, pero inmediatamente la sentí contagiarme de ella y correspondí con el mismo gesto.

—Ahora somos mejores amigos. —entrelazó su mano derecha con mi izquierda uniendo ambas pulseras.

—Sigue soñando, Kim. —mis palabras no transmitían lo mismo que el dulce tono de mi voz. Supongo que ella lo notó, porque su pequeña sonrisa se hizo más grande, permitiéndome ver sus dientes.

Tiene una sonrisa muy bonita.

El brillo de sus ojos ya no tenía aquél fuego abrasador con el que me quería prender en llamas al momento de nuestras peleas. No ardían en odio. Brillaban con la misma intensidad, pero con una tierna calidez en ellos.

Colocó en el suelo su caja con distintas perlas de colores y se levantó para apagar la luz de su habitación, cosa que también me confundió porque se supone que yo aún debo ir a esa habitación de invitados. Ella volvió junto a mí, volví a sentir el calor de su mano buscando la mía, y cuando la encontró jaló de ella hasta dejarme recostado a su lado en la cama.

—Oye, se supone que... —me callé sintiendo su brazo pasar por encima de mi abdomen, presionandme suavemente.

Ya qué.

Acepté su abrazo colocando mi mano en su espalda, oyendo su ronroneo cuando la acaricié sutilmente. Así es como con lentitud, me dejé caer en aquél agradable sueño.

Este fue uno de los mejores días de mi vida.

••••
꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱

Continue Reading

You'll Also Like

19.2K 1.8K 19
Algunos OneShots, de diferentes historias Destiel, (incluyendo algunas Sabriel), con toda clase de escenarios, momentos y situaciones que este autor...
209K 11.7K 19
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suce...
2.4K 178 9
Seolhyun y Jungkook no tenรญan la mejor relaciรณn, si es que insultarse, hacerse mala cara o no querer compartir el mismo espacio pudiese definir como...
16.1K 662 47
antes de todo no encontrรฉ la imagen completa haci q sorry y segundo -omegaverse -los hombres pueden embarazarse -habran otros dos ships mรกs (titรกn s...