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Kim Cleo June
Los gritos felices de EunRin y HoSeok me tenían harta, estoy sufriendo y ellos ríen a carcajadas de sus malos chistes. Bueno, no es como que yo pueda decirles «JungKook se besó con HaNeul y me siento triste». NO. En definitiva, una humillación.
Ni siquiera miré la hora y dije que ya debía volver para ducharme, cosa que no haría porque no me da la gana y me siento herida emocionalmente, pero no por JungKook, sino porque...
No tengo una excusa, pero si quiero me puedo sentir herida porque es mi mente y yo decido por ella.
Luego de largarme de la hiperactividad de esos dos, volví a donde deseaba que ya HaNeul y JungKook no estuvieran.
No es que me importe, ya lo dije, Jeon no me gusta. Pero no quiero ver nada feo o fuera de lugar sería... ¡Iugh! Sería asqueroso. Si ya verlos besarse me hizo casi querer vomitar...
¡No pienses en eso, Cleo June!
Por dentro la cortina estaba cerrada, por lo cual no podría saber si hay alguien, pero una abertura en ella me daba la posibilidad de corroborarlo. Y sí, aún estaban ahí. Podía ver claramente como estaban ambos en la cama abrazados.
Mordí mi labio inferior al ver el brazo de HaNeul encima de él y... tan cerca...
Si no fuera por esa estúpida, yo estaría ahí.
Aunque... HaNeul lo abrazaba, pero él a ella no. Fijándome bien me doy cuenta de que el brazo de JungKook está extendido a un costado, pero ni siquiera la toca con su mano. Sonrío al recordar que en las mañanas siempre despierto sintiendo a JungKook envolverme en sus brazos.
Probablemente sea un detalle sin importancia y pura casualidad. Pero a mí me reconforta un poco.
¡No, claro que no! ¡No importa y no quiero estar ahí! No me importa en lo más mínimo nada de eso, sólo que ambos me dan mucho asco y están en mi habitación.
Esto es molesto. Daba incesantes vueltas en un debate mental de lo que debía hacer.
No quiero entrar, ni verlos. Si lo hago ahora podría despertarlos y no dudo de que HaNeul lo besaría en mi cara.
Pataleé en el piso de madera, molesta por no poder entrar y golpearlos a los dos con la rama más peligrosamente punteguda que pudiese encontrar. Era mucho mejor retractarme y volver donde EunRin para dormir otro rato más, no me importa si tengamos que hacer algo el día de hoy. Eso estaba por hacer, dar media vuelta para irme a la mierda de aquí, hasta que el ruido de la puerta donde duerme el chico molesto llamó mi atención.
KiHyun; si no me equivoco.
El mismo chico insoportable de anoche salía tranquilamente, pero al verme su expresión cambió a una combinación de asco y molestia.
—¿Ahora me acosas, niña insoportable? —preguntó cruzándose de brazos.
Resoplé molesta por su muy evidentemente estúpida pregunta. Este chico cada vez me cae peor. Lo peor es que me cae tan mal, pero tiene unos aires a mí.
—Como si me interesara hacerlo, niño feo. —escupí en su cara, pero sin intenciones de irme del lugar. Es un insoportable, pero, dentro de todo, discutir con él me distrae de pensar que JungKook está en la cama, en la que hace no mucho, yo me encontraba durmiendo, y ahora la comparte con HaNeul.
¿¡Por qué piensas en eso otra vez!?
¡Shu, pensamientos feos! ¡Shuu!
—Hace rato te estoy escuchando dar vueltas de un lado a otro, ¿por qué no entras de una vez? —preguntó con fastidio señalando a mi puerta correspondiente.
JungKook...
¡Te dije que no!
—Yo... ¡No es tu problema! —grité, activando así mi modo de defensa, pues lo menos que quería era que alguien se enterase de lo que pasa con JungKook.
Estaba preparada ideando el siguiente insulto que le gritaría en la cara luego de que él me gritara a mí, ya que parece ser un chico muy histérico. Pero en lugar de eso, lo siguiente que dijó me descolocó.
—¿A esta hora no deberías estar baboseandote con Jeon? —torció una sonrisa.
¿Baboseandome...? ¿¡Acaso él sabe lo que...!? ¡Dios! ¿¡Por qué!?
—¿Qué...? —balbuceé confundida sin saber qué decir.
—Niña, a diferencia de WonHo, yo siempre estoy en la habitación. —explica— He oído la mayoría de sus conversaciones.
¡Ay, que vergüenza! Un momento, ¿he dicho algo vergonzoso con Jeon?
—«Duerme conmigo, JungKook». «Me tocaste estando dormida, JungKook». «Eres un pervertido, JungKook». «Oh, por favor, bésame, JungKook». —imitó, con una voz exageradamente aguda, muy mal mis frases. ¡Y eso último había sido una broma! ¿¡Qué acaso no prestó atención!?— Se escucha todo.
Que poca privacidad.
—¡No es...! —iba a replicar, pero nuevamente me interrumpió.
—Además, en el museo los vi. —dijo mostrando una sonrisa ladina— Ambos muy cerca del otro. ¿Qué se traen?
¡Maldito metiche!
—¡Nada! Todo es una confusión.
Ignoró mis palabras para centrar su atención en lo poco, pero bastante, que dejaba ver la ventana.
—Oh, ya veo. —pareció hacerse una idea en la cabeza— En otras palabras; te gusta JungKook, pero él no dejará a HaNeul.
¡Mierda! Esa fea sensación en mi pecho y estómago, otra vez. Pareciera que vomitaría en cualquier momento.
—¡Claro que no! ¡J-Jeon es un idiota para mí, y punto! —no sé si se lo estaba diciendo a él o intentando convencerme a mí misma.
—¡No, no, no. Ya sé! JungKook jugó contigo y te ilusionaste. —rió divertido a lo que recibió una mirada confusa de mi parte. Estoy 100% segura de que no me ilusioné con nada— Ya sabes, te hizo sentir importante, pero al final te botó. —era como si alguien apretara mi corazón lentamente. No me gusta y no me ilusioné, no me deben afectar estas palabras— De seguro así amanecías con él todos los días.
Okey, eso último sí dolió.
»Aunque me resulta raro que JungKook se fije o siquiera intente algo así con otra chica.
No se fijó en mí, solo buscaba burlarse de mí, que fue exactamente lo que hizo justo ayer. De seguro él y HaNeul planearon toda esta mierda. Pero no, no le daré el placer, ni el gusto.
—Pff. —bufé— Jeon ni en media vida se fijaría en mí. Así como yo ni en nueve vidas me interesaría en él.
Mierda. Sentí ese cosquilleo de saber que lo que decía era un gran mentira.
—Sí, como no. Yo te veo muy desesperada.
—¿Qué? ¡Ja! Nunca estaría desesperada por Jeon. Él no me interesa. No me gusta, porque nunca estaría enamorada de un tonto como él.
—Yo nunca dije que estuvieses desesperada por él. —sonrió victorioso.
Avergonzada bufé tratando de ocultar mi sonrojo. Me había delatado yo misma. Así que tosí tratando de dejar pasar eso.
—Y, como te decía, a él yo tampoco lo intereso.
—¿Y por qué no lo confirmas? —lo miré curiosa. Sí es algo que quiero confirmar, pero también me da miedo— Usa a uno de tus amigos para ponerlo verdaderamente celoso.
No me parece correcto. Bueno, reconozco que he usado a JiMin para eso, y al principio creía que sí lo ponía celoso, pero ahora resulta que simplemente detesta mucho a JiMin por cosas que yo no sé.
Reconozco mi error y me arrepiento de mi pecado. Lo siento, JiMin.
—No jodas. No usaré a mis amigos para algo tan bajo.
—Bien, entonces unsa a un desconocido. —propuso.
Lo pensé unos segundios y... ¿Cómo le explicas a alguien desconocido que quieres poner celoso, o al menos intentarlo, a Jeon JungKook? Simplemente no puedo hacer algo como eso. En menos de cinco minutos más de medio instituto iría con el chisme de que me gusta JungKook.
—¿Y de dónde quieres que consiga a alguien para hacer algo como eso? —él me miró en silencio y sin decir nada, como si la respuesta fuera demasiado lógica.
—De acuerdo, no insistas más, te ayudaré. —dijo con soberbia y peinando su cabello hacia atrás.
—No te pedí ayuda.
—De nada. —echó un vistazo a la pequeña abertura en la ventana y volvió a verme con una sonrisa— Tengo una idea, pero voy a necesitar que me sigas la corriente.
—¿Qué pla...? —me callé en cuanto él me tomó de la cintura y estampó contra la pared. Auchis, me dolió— ¿¡Qué te...!?
—Shh. —acercó su rostro al mío, pero sin siquiera llegar a rozar nuestros labios— Voy a ayudarte. Sólo espera un poco.
—¿Esperar qué?
Puso su dedo índice frente a mí y señaló mi puerta. Con atención escuché y noté el movimiento que había en la que se supone es mí habitación.
Mi corazón se aceleró igual que si estuviese corriendo una carrera, porque sé que JungKook se despertó y... y está ahí con ella. Los escucho caminar.
—¿En serio te pones tan nerviosa por él? —susurró KiHyun, como si fuese lo más patético que haya visto.
—¿Puedes cerrar la boca, idio...? —allé al ver tal acercamiento de su parte.
KiHyun tenía su cara casi que arriba de la mía, era un roce entre mis labios y los suyos.
—No digas nada y quédate quieta.
En realidad estaba a punto de golpearlo para que se me saliera de encima. Pero fue ahí que la puerta de mi habitación se abrió, dejando ver a JungKook y HaNeul. Esta última parecía estar a punto de irse, pero ambos se centraron en mí y el idiota que tengo frente.
Por fin KiHyun se estaba separando de mí. Observó al par que nos estaba mirando y nuevamente a mí.
—Lo dejamos para luego. —dijo mirando de reojo a los otros dos y secó exageradamente sus labios, que ni siquiera estaban húmedos— Cuando tengamos más privacidad, hermosa.
¿Hermosa? ¿Me dijo «hermosa»?
Waw, no me imaginé a este tipo tan galán.
Inmediatamente entendí que quiso hacer pasar todo esto como un beso. KiHyun dio un pequeño toquecito en mi mentón de forma «coqueta» y se fue sin más. Viendo a la dirección en la que él se iba, sentí un escalofrío subir por toda mi espalda.
¿Por qué me da tanto miedo mirar a JungKook ahora?
—Así que ahora andas detrás de otro. —habló HaNeul. Ya recordé que estaba enojada con Jeon— ¿Te cansaste de correr detrás de mi novio?
Ya cansada puse mis ojos en blanco y le sonreí falsamente.
—Se te cayó. —señalé al piso y ella no dudó en mirar— Sí caíste.
No pude evitar reírme con ver que había caído de nuevo en la misma estupidez. Ella parecía fastidiada de estas malas bromas.
Serán malas, pero su cara lo vale.
»Y por cierto, en ningún momento necesité correr detrás de él. —iba en dirección a la puerta, pero de paso, tan rápido como pude, planté un beso en la mejilla de JungKook— ¿Ves? Él solito se deja.
Alarmado JungKook pasó su mano por su mejilla como si tratara de limpiarse mi beso. Pero no dijo absolutamente nada.
—¿¡Quién te crees para besarlo así!? —enfurecida vino hacia mí.
HaNeul estuvo a punto de tirarseme encima si no fuera porque JungKook la detuvo. Yo me reí en su cara.
—Ya, cariño. Sólo ignorala.
«cariño». ¡Iugh! Que asco.
Asquerosamente perro y rastrero.
—Claro, cariño. —imité y con una sonrisa me burlé de ella— Es una broma, no te esponjes. A Jeon ya le dejaste la plaga. —aprovechando que JungKook la sostenía me acerqué y le di una palmadita en su mejilla.
Uy, creo eso la enojó.
Rápidamente me fuí casi corriendo al baño y me encerré ahí.
Uff, estuvo cerca.
Que intenso, pero vas bien, Cleo. Sólo no te desvíes, ni te dejes intimidar otra vez por Jeon, no importa qué haga o cómo te mire, actúa indiferente.
Miré mi imagen en el espejo, si no fuera por los moretones de seguro estaría ojerosa. Ver estos golpes una vez más en mi cara me recordó lo ocurrido ese día.
¿También lo planeó JungKook?
Realmente no le importó lo que pasó, él ya lo sabía y por eso fue a buscarme, así yo me armaba todo esta... cosa en la cabeza. Todo lo ocurrido desde ese día. No. Todo lo ocurrido desde hace mucho, todo fue planeado.
¿Desde hace cuánto estaba jugando? Sea como sea, actuaste bien, JungKook. Te juro que sí me la creí.
Reí frente al espejo, haciendo de esto un «ríe para no llorar».
Mierda. Me siento patética por estar tentada a hacerlo. Te voy a odiar para toda la vida si lo haces, Cleo June.
No lo hagas. No llores.
Fregué rápidamente mis dedos en mis ojos para remover toda esa acumulación de lágrimas antes de que se les ocurriera caer. No debería dolerme algo tan estúpido.
Intentaba alentarme a mí misma, darme ánimos, pero simplemente no podía escuchar a mi propia mente. Esto ni siquiera es algo que pueda decírselo a alguien más, ni desahogarme. Nadie más podría consolarme, sólo yo.
Vamos, Cleo, al final es Jeon el que pierde por elegir estar con algo de tan bajo nivel. Tanto él como HaNeul son unos idiotas, son tal para cual.
¿¡Por qué dices eso si ni siquiera te gusta!? ¡Agh!
En cuanto mis ojos apagaron ese color rojizo, remojé mi cara y con una sonrisa autosuficiente salí de ahí. Toda seguridad que me obligaba a tener se esfumó en cuanto vi a JungKook recostado contra la pared, ahora posaba su mirada en mí y lucía molesto.
Seguridad. JungKook no te importa, por eso los pasarás de largo y te irás de aquí sin siquiera dirigirle la mirada. Sí, eso haré.
Sí, eso harás...
Bueno, Cleo June, ¿por qué no mejor empezamos quitándole la mirada de encima? Pareces una estúpida ahí parada que espera algo de él.
¿Por qué parece que quien hizo algo malo soy yo?
—¿Qué te traes, Kim? —serio. Estaba extremadamente serio. Parecía no querer demostrar emoción alguna.
Indiferente, Cleo, indiferente.
—No sé a que te refieres, Jeon. —me crucé de brazos y le mentí en la cara.
Era demasiado obvio que se refería a lo que vió recientemente afuera, pero si soy sincera, yo tampoco entendí mucho. Ahora lo que me pregunto es, ¿Jeon me está reclamando?
Él soltó una risa falsa al ver como me hacía la tonta.
Si tanto le molesta, quiero que me lo diga él mismo.
—Sabes de qué hablo, ¿qué hacías con ese tipo?
Mi corazón volvió a latir desenfrenado cuando por mi mente pasó la idea de que sí estaba celoso. Esa pequeña luz de esperanza estaba ahí.
—¿Te molesta? —pregunté directamente.
Si está molesto, sólo necesito que me lo confirme él.
Dios... Por un momento pasó en mi mente una extraña escena en la que JungKook me responde «Sí, Cleo June. Te amo», me toma en brazos y salta por la ventana cayendo sentado en un caballo blanco.
Tuve que reprimir una risa por pensar en eso.
—En realidad, me divierte. —corrigió con una sonrisa a la cual contesté con una mirada confusa— Es divertido ver a dónde eres capaz de llegar por celos, Kim.
¿Celos? No. ¿Molesta por traer y dormir con la responsable de la deformidad que es ahora mi cara? Sí. Son cosas muy distintas.
Y que no se haga. Esto no se trata de si soy yo celosa o no. Se trata de él.
—¿Yo? ¿Celosa? ¡Ja! —solté una falsa carcajada— No me hagas reír. ¿Por qué celaría a alguien que me es tan relevante como un tubérculo? Incluso menos.
—¿Por qué no admites de una vez que te gusto y te dejas de montar este show?
Oh, no dijo eso.
—¡Esa sí fue muy buena! —reí descontrolada ante su seguridad y soberbia para afirmar algo como eso.
—Ríete, pero sabés que es verdad. —apacigüé mi risa en cuanto noté como se acercaba hasta estar a solo 10cm frente a mí— Te mueres de celos porque dormí con HaNeul, y no contigo.
—Santo cielo, de verdad, adoro lo vanidoso y egocéntrico que eres, es uno de tus mejores encantos. —dije guiñandole un ojo divertida— Pero no, Jeon. Yo también tengo amor propio, y creeme que por respeto a él, jamás estaría con las sobras de un basurero. Tú, JungKook, eres malas sobras.
—Yo soy malas sobras, pero todas esas noches en las que me abrazaste dicen otra cosa. Admítelo, Kim.
Si él no decía lo que yo quería oír, yo no diría lo que él quiere oír.
—¿Por qué no lo admites tú, JungKook? ¿Por qué no admites que te molesta verme con JiMin o cualquier otro chico? —levanté aún más mi mentón para verlo cara a cara, ya que este era más alto.
—Lo que menos me importa es con quien o con quienes andas. —su respuesta fue tan firme y segura que me hizo dudar de la idea que se venía formando en mi mente— Pero ya te lo dije, es gracioso, ¿te sientes despechada?
—Asqueada por tener que verlos compartir su baba.
—Sí, apuesto que prefieres la saliva de ese idiota o de Park. Después de todo, yo no le llego ni a los tobillos. —sonrió falsamente.
¿Me está reclamando algo que le dije el primer día en este lugar? ¿Todo esto es porque lo rebajé en comparación a JiMin? Y creí que yo era la resentida. Pero no descifro si le molesta que yo prefiera a JiMin o el hecho de que él lo odia.
—Y aún lo sostengo. ¿Y sabes qué, Jeon? No me importa, tú no me importas. Puedes hacer con HaNeul o cualquier otra chica lo que se te de la gana. Yo, en cambio, prefiero a alguien como Park JiMin, e incluso KiHyun lo veo más atractivo que tú. —sonreí al ver que su mejilla era golpeada internamente por su lengua, como una clara muestra de que se está enojando— Tú mismo lo comprobaste hace un rato.
Su mirada se hizo más oscura, juraría que estaba a nada de literalmente quemarme la cara con ella.
¡Dios! ¡Cleo June, no es momento de ponerte nerviosa! Me maldecía a mí misma, y lo hacía aún más cuando sentí mis piernas flaquear.
¡No! ¡Se supone que estás molesta! ¡Indiferente, Cleo, indiferente!
Jeon está molesto. Me intimidó la forma tan imponente con la que se acercó a mí y me empujó con fuerza hasta golpear la puerta del baño que estaba a mis espaldas.
Santa fuerza de los dioses griegos que tiene este hombre, me reventó la espalda.
Había cerrado los ojos por el impacto y apenas volví a abrirlos, ya tenía a Jeon avanzandose sobre mis labios.
¿Qué mier...? Ya no era capaz de entender nada. JungKook me estaba... No puedo ni decirlo de lo increíble que es.
Mi cara ardía en potencia y mis piernas temblaron levemente mientras sentía sus labios se movían sobre los míos inmóviles.
Mi cerebro necesitaba procesar lo que estaba pasando. Me sentía en una parálisis total. Pero en cuanto esa sensación en mi pecho explotó y se manifestó en todo mis cuerpo, comenzaron a moverse a la par de los suyos. Mis manos subieron a sus hombros y las de él a mis muñecas lentamente.
Disfruté unos gloriosos y aproximados cinco segundos hasta que JungKook se separó bruscamente de mí con una sonrisa y apartó mis manos de él.
—Dilo ahora. —rió burlón para alejarse de mí e irse del lugar, dejándome con la palabra en la boca.
Ahí me di cuenta de que en el momento en el que le correspondí, perdí.
Pero perder o no, realmente ahora eso no me importaba. Yo quedé ahí, impactada y sorprendida por lo que acababa de pasar, pero sobretodo; asustada. Las yemas de mis dedos tocaban mis labios hormigueantes con todo el miedo recorriendo mi ser y haciéndolo temblar porque... me gustó.
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