—No... desde hace más de un año, cuando te vi por primera vez—
Tae giró su rostro nuevamente poniendo toda su atención en el mayor y Jin levantó la mirada de sus manos para luego sonreírle. Sus ojos conectaron unos segundos, antes de que Tae pudiera volver a hablar
—¿Qué estas tratando de decir? ¿Qué te intereso desde hace mas de un año? —
Jin no contestó, solo mantuvo esa sonrisa serena y sus ojos clavados en el fotógrafo
—Aquella vez estabas sentado en tu terraza leyendo distraído y acariciando a Tannie sobre tu regazo—su gesto se volvió pensativo mientras su mente viajaba en el tiempo —Era de tarde y el sol ya no era fuerte. La brisa corría era fresca y tu cabello obscuro en aquel entonces, se movía sobre tus ojos. Lo recuerdo porque constantemente apartabas los flequillos, que estorbaban tu lectura. La luz del sol acentuaba tu perfil, dándote un aire tan etéreo, que por un momento creí que estaba imaginándote. Reconozco que en ese mismo instante deseé conocerte, y ni siquiera darme cuenta de la presencia de tu novio, pudo desanimarme de ello — Tae lo miraba fijamente y Jin hizo una pausa para continuar— Por YoonGi supe quién eras, y entendí que siendo una persona tan influyente, tu mundo y él mío jamás se cruzarían por casualidad. Pero yo no soy un hombre que se rinda fácilmente, creo que te has dado cuenta de eso... entonces comprendí, que solo aquella casa podría acercarnos. Ese fue el motivo principal por el les sugerí a los Min remodelar su casa... solo a cambio de que me permitieran, alojarme un verano en ella—
Tae escuchó todo lo que su vecino le dijo, y por un momento no supo que responder, nada le parecía coherente, pero él tipo lo miraba con tanta sinceridad que lo confundía. La prueba era que su propio corazón empezó a martillar en su pecho, sin una razón lógica.
Porque eso no había sonado para nada a una declaración y aunque así lo fuera, no tenía por qué afectarle. Jin no era nadie realmente importante. Jin solo un tipo caliente como el infierno al que le tenía ganas y que le tenía ganas él — ¿Pero, tanto así como para remodelar una casa solo por conocerlo? ¿incluso si Tae tenía novio en aquel entonces? —Parecían solo argumentos para que lo dejara follarlo.
—Estas diciendo que tu pago, fue que los Min te prestaran su casa, solo para estar cerca de mí... ¿esperas que te crea eso? —le preguntó el muchacho con una ceja alzada, aunque nada su ansiedad no disminuía
—No fue solo para estar cerca de ti... no te mentí en cuanto mis aspiraciones personales o en cuanto a YoonGi pero, conocerte fue el punto de partida—
—¿ Y qué era lo que pretendías hacer, si Hobi y yo aun estuviéramos juntos? ... ¿hubieras querido acostarte conmigo igual? —
—No Tae—suspiró el castaño— te conocí con él, imaginaba que estaría contigo. Mis intenciones nunca fueron ir más allá que solo conocerte, no consideré nada de esto—
Tae lo observaba y —maldita sea— el no podía dejar de pensar que el hombre le decía la verdad, y eso le agobiaba de sí mismo. Porque él no era alguien de confiar en personas fácilmente, menos conociéndolas desde hace tan poco—¿porque Jin le parecía confiable? —
El muchacho le quitó la mirada nuevamente, y es que si era cierto que le gustaba a Jin, su argumento hipócrita de —solo me quieres follar— se venía abajo. Y era bien hipócrita en realidad, porque todas las veces que pensó en Jin en los últimos días, solo lo imaginaban en una cama desnudo. Sin embargo, seguía pensando lo mismo
—Eso no cambia nada, yo no estoy interesado por los motivos que ya te expliqué—le dijo serio
—Pues si tu mente no está interesada, ve diciéndole que le mande el mensaje a tus ojos, tus labios y tu cuerpo, porque no están obedeciéndote y mandan la información contraria —
Tae respiró profundo para encararlo otra vez con el ceño fruncido, porque ese golpe ya lo esperaba, no había podido disimular jamás, menos con el causante cerca.
—Eso es solo lo que tú quieres ver, porque te gusto mucho, pero.... —
—¡Mientes! y lo sabes—interrumpió Jin firme y Tae sin saber porque se quedó sin aire, el hombre nunca había tenido ese tono dominante con él— tan es así que puedo demostrártelo sin siquiera tocarte—
Fue lo último que dijo el mayor y sin dar tiempo de reacción, acortó el mínimo espacio existente entre ambos
—¡¿Qué crees que estas hacien...— Los pensamientos y las frases que Tae pensaba utilizar, quedaron literalmente bloqueadas cuando Jin lo invadió completamente—... do —
Todo su ser se alteró al sentir el cuerpo fuerte de su vecino y su esencia apresarlo contra aquel sofá. Al tiempo que su perfil se hacía camino desde su mejilla hasta su oído, dejando a su paso un rastro de humedad y provocandole un escalofrío por el contacto. Se tragó un jadeo e involuntariamente retiró su rostro. Y ese fue un error, porque le dió todo el acceso que necesitaba su vecino. Pronto el calor de su aliento le impactó de lleno en aquel lugar, dejándolo sin fuerzas para poder alejarlo.
—Sino explícame Tae porque tiemblas si me acerco... por que tu respiración se acelera si te hablo así— la voz roca del hombre golpeaba en su oído y Tae cerraba los ojos sintiendo su piel erizarse solo por ella— si te digo que viéndote bailar, imagino tus caderas moverse delicioso sobre mí, con tu cuerpo bañado en sudor y conmigo muy clavado dentro de ti, bebiéndome uno a uno tus gemidos —la respiración de Tae se volvió errática—... si te digo Tae que tienes razón y no hay nadie en este puto lugar que me la ponga más dura que tú, con imaginar lo bien que debe sentirse el calor y la fuerza de cada centímetro de tu interior, pero que estoy seguro de que no soy el único con ese problema aquí, porque tú debes estar tan duro como yo—
—Ee-so... no... es asi—
—Mierda ¿Qué fue eso? —Tae se arrepintió inmediatamente de haber dicho aquello, porque su voz estrangulada decía lo contrario. No pudo seguir reclamándose porque la respiración de Jin empezó a viajar por su cuello, sintiendo su vaho atormentarlo dulcemente y obligándolo a clavar las uñas en los cojines del sofá.
—Si Tae tan duro... como debiste haber salido aquel día de mi terraza. Porque no creas que no noté como cerrabas las piernas desesperado y te mordías fuerte lo labios—Jin volvió a su oído rozando su piel y el muchacho ya no podía manejar su turbación— niégame que desde ese día no me imaginas sobre ti, marcando un ritmo constante en tu cuerpo, hasta deshacerte en el mas increíble de los orgasmos—este hijo de puta... —miénteme y dime no es así Tae, dime que tu erección no duele al solo pensarlo, así como lo hace la mía ahora—
El hombre sacó su rostro del cuello de Tae, para dejarlo solo a unas centímetros de su rostro y el muchacho sonrojado y agitado, abrió sus ojos para encararlo.
—No voy a mentirte...—soltó serio — tienes razón...sí he llegado a imaginar que cogemos duro y parejo hasta quedar sin aliento... ¿eso querías oír Jin? ... pues ¡SÍ MALDITA SEA! —aceptó irritado— Me calientas un montón desde aquella desgraciada tarde—tomó aire viendo con enojo el fuego en los ojos del mayor— pero eso sigue sin cambiar las cosas, porque para mí no es más que una PUTA fantasía que ¡TU! provocas intencionalmente ... pero que no va suceder, porque simplemente no es lo YO QUIERO... ¿lo entendiste o te lo dibujo con muñequitos? —
La contundencia en el tono del chico y su semblante, le dijeron a Jin, que no esperara más que su sinceridad.
—Con eso me basta—respondió Jin tranquilo— solo quería escucharlo de tu boca, no pretendo acosarte, te dije que no rogaba por sexo y es así—aclaró encogiéndose de hombros, pero Tae aun lo miraba con su ceño fruncido.
—¿Se supone que debo creerte? ya lo dijiste varias veces y míranos—
—No te preocupes Tae... porque, aunque nadie me la pone más dura que tú, no eres el único que puede hacerlo—dijo mientras le acariciaba una mejilla y luego depositaba un suave roce de sus labios en aquel lugar, haciendo que el menor contuviera la respiración—será la ultima vez que te incomoden mis avances, lo prometo bonito—
Jin se alejó completamente, levantándose en toda su altura, para volver a sonreírle apacible desde ella, estirando sus brazos. Aquella acción provocó que Tae observara su cuerpo marcado y el suyo se agitó en respuesta, ahora sin siquiera tenerlo cerca—¡mierda!— Desvió su mirada, abrumado al ser mas consciente que nunca de sus propias necesidades, pues sentía que la boca se le secaba y el calor lo consumía.
Para su suerte las chicas regresaron con las bebidas y Tae producto de su estado, vagamente notó cuando Jin rechazó amable la cerveza que le ofrecía, para luego rodear la mesa y mezclarse entre la gente. El chico supuso que en dirección al baño de caballeros o algún lugar que bajara la tensión. Y lo pensaba, porque él requería lo mismo.
Las muchachas se sentaron y conversaban entre ellas, pero Tae no prestaba atención a nada de lo que decían. Se sentía a punto de explotar, entre una mezcla de emociones que no podía controlar. Irritación, frustración, calor, pero sobre todo mucha excitación, todo provocado por un mismo hombre. Miró la mesa y aún sentado tomó la botella de agua, y es que las ganas y alcohol, no eran una buena combinación para él en este momento.
Se bebió la botella de un solo, buscando una forma de volver a recuperar el control, pero su mente no colaboraba. Recordando que apenas y se había contenido de comerle la boca al hombre —¡Maldito seas Jin! ¿Por qué no te podías quedar quieto? —Todo lo que le había dicho había conseguido avivar su deseo, sin posibilidades de drenarlo de otra forma que no sea física. Tendría que ir al baño también, pero esperaría a que el tipo regresara, porque así como estaba, probablemente mandaría todo a la mierda y terminarían follando en allí mismo.
Pero tan pronto como levantó la vista, no lo necesito más. El deseo se fue disipando siendo reemplazado por el desencanto y una gran molestia. Al ver a un costado como su vecino, rodeaba la cintura de la chica del escote en la espalda, susurrándole, para luego tomarla delicadamente de las manos y llevarla a la pista. Una vez allí los brazos de ella rodearon el largo cuello de su vecino, reduciendo a nada el espacio entre ellos, mientras las manos de él sondeaban el límite de sus caderas "aunque nadie me la pone más dura que tú, no eres el único que puede hacerlo" La voz de Jin resonó en su mente e involuntariamente su mano se empuño, apretando con fuerza la botella de agua vacía aun en sus manos—Es obvio que no—
—No tiene por qué molestarte Tae... ¿qué te importa donde meta la polla solo por desahogo?— Se repetía una y otra vez, pero nada calmaba esa esas ganas enormes de golpear al imbécil de Jin. Todas sus técnicas de distracción y relajación, para sentirse conforme con su determinación y evitar darle importancia al hombre se habían ido al carajo, después de aquel ultimo intercambio. Y lo que más le molestaba era que el tipo por fin había logrado lo que quería, dejarlo como un idiota necesitado, para luego largarse.
Para Tae ya no era posible disimular su enojo. Se sentía hervir viéndolo tan tranquilo, pero sabía que no eran por celos—Claro que no—para eso se necesitaban sentimientos más fuertes, que ganas de follar como animal. Más bien era por la irritación de ver a su vecino tener de dónde escoger con facilidad, mientras él lidiaba con los daños.
—¿Qué pasó? —
La voz de Lisa llamó su atención dándose cuenta de que ambas chicas estaban una cada lado suyo del sofá. Las miró con incomodidad y aclaró su voz
—¿Que paso de qué? —su tono salió más serio de lo que deseaba
—Vamos Tae ... ¿porque Jin decidió darle cancha a la arrastradita del super escote? —
—Sabes que ella no es como nosotras ¿cierto?... ella si va con todo, sobre él—agregó Rosé
—¿Y eso que tiene que ver conmigo?... ya les dije que Jin es libre de hacer lo quiera, me pondré unos audífonos y ya está—
El tono supuestamente indiferente del fotógrafo, no convenció ni un poco a las chicas, sobre todo a Lisa
—¿Es enserio Tae? —
—¿Se lo vas regalar a ella, así como así? —
—¿Perdón?... ¿que están pensando ustedes? —preguntó con fastidio a Rosé, fingiendo ignorancia, pero Lisa volvió a atacar
—Hay por favor Tae, no nos quieras ver la cara de estúpidas, entre ustedes hay tanta tensión sexual, que me da calor verlos juntos—
—Confirmo—
—No sé de qué están hablando—
—Puedes fingir demencia si quieres ... pero si lo sabes... tú y Jin están más calientes que un volcán, y acabas de drenar la lava en otra dirección querido—
—¿Porque lo haces Tae? —volvió a preguntar con interés la castaña, Tae le quitó el rostro y respiró profundo porque ya no servía de nada negar lo evidente.
— Porque no es lo que quiero y punto... él lo entendió y fue a buscar alguien que le baje la calentura—
—Pues si no es lo que quieres lo disimulas pésimo... hasta acá huelo tu excitación por ese hombre—comentó Lisa y su amiga asintió. Tae las miró ceñudo— ni siquiera trates de negarlo —
—No voy a discutir ese tipo de temas con ustedes. Me perdonan, pero yo apenas y las conozco—
—No hace falta que lo discutas, lo hemos visto toda la noche, prácticamente se quieren arrancar la ropa aquí—volvió a comentar la Rosé—y eso es molesto ¿sabes? —
Tae suspiró con cansancio, sabiendo que ellas tenían razón. No era agradable verse en situaciones de este tipo y él recientemente las había experimentado justo con el mismo causante.
—Tienen razón, disculpen... Todo esto fue una pésima idea, nunca debí venir—
—Pero estas aquí... probablemente porque lo necesitabas. Sobrellevar una ruptura nunca es fácil—dijo la rubia llamando la atención de Tae—Jin nos dijo—
El fotógrafo volvió a suspirar
—Yo... yo estoy tan confundido, las cosas no son claras para mí y Jin... ese maldito hombre me altera, no me deja ni pensar, todos los días tengo ganas de matarlo, no lo sop—
—Y follarlo—interrumpió Rosé espontanea, ocasionando que Tae callara un momento y luego riera con Lisa acompañándolos
—Si... de eso también—
—¿Me permites un consejo? —preguntó Lisa y el muchacho asintió— mira Tae, no puedo juzgar tus sentimientos, ni lo que está pasando en tu vida, pero puedo decirte que la frustración no va mejorar tu situación, la va poner peor. Y eso es todo lo que te va quedar de esta noche, si dejas las cosas así. Mírate incluso estas molesto—la chica lo señaló— Porque ignorarlo hoy no va borrar lo que te esta afectando y tampoco va matar el fuego que ese hombre te despierta. Mañana cuando lo veas seguirá allí, generando más tensión y más peleas entre ustedes, ¿no crees que eso es desgastante? ¿Porque no lo apagas hoy y ya? Si es obvio que lo deseas —
Tae analizó lo que la rubia le decía y tenía mucha razón. Había querido hacerse de la vista gorda y el pudoroso, para odiarlo, cuando en realidad Jin siempre le había atraído. Y eso solo desencadenó situaciones cada vez más incomodas y sofocantes, que no lo dejaban tener un minuto de paz, tentando su lívido constantemente. Tal como estaba ahora, en donde se sentía preso de sus propios deseos. Probablemente solo tenía que matar esa necesidad que el hombre le despertaba, pero tenía temor de equivocarse.
—Yo ... no lo sé, ¿y si con eso solo complico más las cosas? —
—Dices como sentimientos y esas cosas...—Lisa sugirió y el chico le asintió otra vez— no lo creo, tu no estas listo y Jin lo sabe, no te va presionar por más, tomará lo que le des —
Tae no estaba seguro de eso, el hombre no parecía de los que se conformaba con poco, suponía que menos si alguien le gustaba.
—Pero él dice que le gusto—
— Le gustas sí, eso parece... pero en vista de tu rechazo yo no lo veo pasándola mal, porque ya tiene alternativas—respondió Rosé mirando a Jin con la escotada bailando— no creo que el sentimiento lo vaya a matar—
—Eso es cierto —confirmó el muchacho mirando en la misma dirección, con semblante serio
—Lo que no quiere decir que sea malo... siendo francos ustedes no tienen nada. Le gustas, pero lo rechazaste... fin del comunicado —
La castaña encogió de hombros y el chico le dedicó una mirada pensativa, porque eso también era verdad.
—En otras palabras, Tae...—intervino Lisa— si temes que Jin se enamore por una follada lo dudo... él no parece ese tipo de hombre, convengamos que lo sentimental no es lo suyo... pero si puedo decirte, que si esta noche se encama con esa chica estando tu aquí... probablemente no intente nada más contigo. Porque si le gustas sinceramente, después de lo hecho, no tendría cara para acercarse nuevamente—
Esas palabras volvieron a hacer click en el fotógrafo, ya que eso justificaría porque su vecino no había recibido más visitas de sus amantes, desde que ellos empezaron a frecuentarse y él empezó a insinuársele—porque le gustaba—el hombre tenía un objetivo, acostarse con alguien más, le hubiera restado puntos y evidentemente Tae no se hubiera dejado afectar como lo estaba ahora. Eso había sido una estrategia muy hábil de su parte.
Si Jin se acostaba con alguien más en su cara esa noche, significaba que definitivamente descartaba cualquier interés en él, incluso si solo era físico, cerrando cualquier posibilidad de absolutamente nada—¡Qué carajos Tae! ¿estas considerándolo? —
Aun con sus pensamientos en caos, miró al frente buscando a Jin. Pero ya no estaba, ni él ni su acompañante.
—De todas maneras, no creo que eso importe ya... Jin debe estar muy ocupado—soltó frío, sintiéndose un idiota por haberlo considerado siquiera.
—¿Qué? —preguntaron ambas chicas y Tae señaló la pista guiando la mirada de ellas por el lugar.
—No creo que se haya ido, Jinnie no lo hubiera hecho sin decirnos—
—Jin no necesita irse para hacer lo que quiere hacer—
—Pero sí necesita tiempo, según dijiste el tipo es cancha larga o ¿no? —Rosé miró insinuante a Tae y el muchacho recordó todo lo que les había dicho al inicio de la noche, cuando recién se conocían—aquí no podría hacerlo—
—¿Quién me mandó a abrir la boca? —
Sin embargo, era cierto Jin no era de polvos rápidos, el chico podía dar fé de eso. Rápidamente un rubor tiño sus mejillas al percatarse de que conocía demasiados detalles de la vida sexual de su vecino, como si fueran algo más. No notó la mirada maliciosa y las risas divertidas que le dedicaron las muchachas, mientras volvían su atención a su alrededor.
—Allí esta—señaló Lisa cuando dio con su objetivo
Enfocaron bien su visión y del otro lado de la pista, un rayo de luz multicolor, los iluminó a ambos. Estaban sentados en un banco, con la chica sobre las piernas del castaño, hablando con sus rostros muy cerca el uno del otro.
— Voy por él—dijo Rosé levantándose, pero lo mano de Tae la detuvo
—No... no lo hagas no creo que este bien... además Jin puede enojarse—
—Nadie se enoja conmigo —respondió la castaña guiñándole un ojo y soltándose el agarre.
—¡No! ... ¡No Rosé! —
Tae intentó nuevamente que ya era tarde, Rosé cruzaba el lugar en dirección a aquellos dos.
—Déjala—
—Pero puede meterse en problemas—
—No querido, Rosé es el problema—soltó la rubia con una sonrisa de lado
Oky primer capítulo de la doble actualización, del cariñosamente apodado "El vecino"
Dije que era mas rápido que DO para llegar a lo ricolino... pero también lleva un proceso. Tae como cualquiera no va aflojar el tesoro por un par de palabritas... entiendan al bubu, no me juzguen🥺
Graxias por querer al vecino y darle amor aunque yo, sea tan lenta para actualizar... los amo Chummys. Continuamos...
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