El domingo por la noche Tsukishima Kei entro a su casa, dejo las llaves sobre una mesa y se encamino hacia su habitación, se recostó en su cama y miro al cielo, ese cielo lleno de estrellas, pequeñas estrellas brillando, tan brillantes como las lágrimas de Carita de fresa, Tsukishima estaba por tomar la peor decisión de su vida, su mente lo sabía, pero sus sentimientos no, cerro los ojos y sintió aun un poco de humedad en parte de su camisa… “Yo quiero…” suspiro, recordó…
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Ese domingo por la mañana, el timbre de su casa sonó, escucho pasos fuera de su habitación y su madre toco – Kei, Yamaguchi te espera.
- ¿Por qué no subió?
-Le dije, pero dijo que no sabia si lo recibirías… ¿pelearon?
Tsukishima lo medito -No – agarro su mochila y se dirigió a la salida – Nos vemos más tarde.
-Cuídate Kei.
Un simple asentimiento fue la respuesta hacia su madre, Kei se dirigió a la puerta, se aseguró de que ni su madre, ni su hermano (que había llegado de nuevo) estén cerca y abrió.
-Buenos días Yamma – Carita de fresa abrió sorprendido sus ojos y suspiro aliviado.
-Buenos días Tsukki ¿nos vamos? - El rubio asintió.
Cerro la puerta tras él y se encaminaron a la casa del pecoso, este seria el tercer domingo de películas, desde que Yamaguchi fue a su puerta la primera semana, habían acostumbrado reunirse todos los domingos, primero con la escusa de revisar y corroborar las tareas del pecoso, aun sabido por ambos que el verdadero motivo era por la comodidad que les causaba la compañía del otro.
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Llegaron a la casa de carita de fresa, después de saludar a su madre, subieron a la habitación de Yamaguchi, una enorme cama recibió a su dueño, ya que carita de fresa se dejo caer, Tsukishima dejo su mochila sobre el escritorio de estudio de carita de fresa y se encamino hacia la cama, ligeramente pateo la pierna del pecoso que no alcanzo a estar cómodamente en su cama.
-Hey Yamma.
-Mmmm – la voz de carita de fresa era amortiguada por las mullidas sabanas.
- ¿Por qué no entraste a mi casa? – Dijo jalando ligeramente algunos cabellos.
-Pensé que hoy no vendrías – Carita de fresa volvió boca arriba y lo miro con tristeza – Lo siento Tsukki.
- ¿Por lo de tus libretas? – El rubio desvió la mirada y abandono la atención que le daba al tallo de fresa que tenia por cabello el chico.
Carita de fresa sonrió – obviamente lo sabias.
-La segunda vez fuiste más obvio.
-ujum… Yo, realmente quería…
-Pero yo no quiero- sentencio Kei y decidió que lo mejor es dejar el tema – ¿Hoy será una trilogía?
Carita de fresa sonrió – Aun mejor – fue junto a su televisor tomando el control – Un maratón de Harry Potter.
-No Yamma, Harry potter, no – El rubio se dejo caer en la cama.
-Es lo justo, dijiste que esta vez elegiría yo – carita de fresa hizo una triste expresión.
- “Esta no es la expresión que ¿yo quiero? ...” suspiro – bieeeeeen -mascullo entre dientes.
-Yeeeeeeeeeah –
Y ese domingo de películas inició, carita de fresa atendió a su invitado con las típicas palomitas y juego de naranja… las críticas constructivas de Tsukishima como en cada película no pudieron faltar, la emoción de Yamaguchi, el análisis de Kei, las observaciones y datos curiosos que carita de fresa aportaba en cada escena, todas esas emociones que recién llevaba un mes conociendo y expedientando inundaron el ambiente de Tsukishima Kei.
Luego del almuerzo, dos películas más, un relajante baño y de que Kei le exigiera/suplicara suspender el maratón por el exceso de hechizos mágicos que ha escuchado… carita de fresa se atrevió a pedirla algo muchísimo peor a Kei, ayudarlo a entrenar los bloqueos ya que seria el reemplazo en lo que Narita Kazuhito se recuperaba.
-Por favoooooooor
-Definitivamente no – se cruzó de brazos.
-Tsukkiiiiiii, ¡anda!!
-No – frunció el ceño.
-Solo tienes que aventar el balón.
-No – Estaba por explotar.
-Pero necesito entrenaaaaar.
-¡¡Entonces lárgate con el rey!!! – grito, mientas tomaba su mochila con brusquedad y pretendía salir de la habitación.
-No no no no – carita de fresa lo tomo del brazo, suspiro para no perder la calma también- Espera lo siento Tsukki.
-Tsk…Mira Yamaguchi.
-¡¡No!!, no me digas Yamaguchi– jalo del brazo al rubio y lo guio hacia su cama, le quito la mochila y tomándolo por los hombros, lo obligó a sentarse… Carita de fresa continuo de pie frente a él.
-Yamma no hagas esto – Tsukishima bajo la mirada, temiendo alterarse de nuevo – Extrañamente, tú me agradas, así que…no hagas esto.
-Tú también me agradas Tsukki – Carita de fresa suspiro aliviado, Tsukishima parecía calmarse.
-No tu no entiendes – Lo mira a los ojos – eres la primera persona… “¿Qué me agrada? O ¿querer?”
- ¿La primera? ¿en que Tsukki?
Tsukishima eleva una mano y la posa sobre la del pecoso que aún continuaba en su hombro-La primera persona que soporto… y me soporta.
Carita de fresa LE sonrió tiernamente – ¿Soy tu primer amigo?
-No lo hagas sonar tan patético- con un movimiento brusco, libera sus hombros del agarre del pecoso y nuevamente desvía la mirada.
-Lo siento Tsukki- Carita de fresa toma lugar junto a él – No lo dije en forma de burla… y lo sabes.
-Aun no me largo… porque lo sé. Es extraño Yamma… ¿Por qué lo sé? – lo mira a los ojos queriendo buscar una respuesta escondida en la claridad de esos ojos oliva.
Carita de fresa rio – No lo sé… yo también tengo esa sensación ¿sabes? – Carita de fresa poso su mano sobre su pecho, allí donde se allá su corazón - Esas veces que dices cosas fuertes, o me llamas despistado, tonto o que me calle… me haces sentir que no eres serio, que de verdad no te molesto… como los otros.
-Yamaguchi…
-No, es Yamma… estamos solos, llámame así– Yamaguchi jugo al ofendido haciendo un puchero – oye, volviendo a lo anterior…
Tsukishima lo mira “¿eres diferente? Me agradas… ¿yo quiero? ¿qué quiero? ...”
-No, no quiero.
-No, no eso… bueno en parte, a lo que voy es que… Tsukki, tú dices que lo odias… y no sé porque, pero yo sé… bueno ¿Yo siento? Que no es así.
-Es así… Yo odio el voleibol.
-Si lo odias ¿por qué aún está el balón en tu recamara?, ¿por qué tienes revistas? ¿Cómo sabias que a Tobio le dijeron Rey?
-Tks… trasmiten las finales en TV abierta… allí lo escuche… ¿satisfecho?
- ¿Entonces también vez los partidos? Podrías venir a ver mi juego – carita de fresa exclamo alegre - y cuando termine podríamos ir…
-No, no Yamaguchi-El rubio corto el mini-monologo - no me gusta esos sitios.
- ¿Tan malo fue?, oye Tsukki, ¿Me vas a decir?
-Mira es algo estúpido y sin importancia – Tsukishima se dejo caer en la cama, cubrió sus ojos con su antebrazo y dejo que el aroma del pecoso que despendían las sabanas lo relajaran.
-Si es tan estúpido, cuéntame el chiste – Carita de fresa hablo quedamente.
-No te callaras, ¿cierto?
-Sólo si me cuentas.
Tsukishima soltó un largo suspiro y hablo – Es tan patético, que ni vale la pena- Carita de fresa no hablo y lo miro en espera de que continúe, Tsukishima suspiro respiro hondo, llenándose del calmante aroma y aun con la vista bloqueada… habló– Mira, es por mi hermano, lo viste en una ocasión, el imbécil practicaba o practica voleibol, no me interesa… como cualquier mocoso estúpido yo admiraba a mi hermano, cuando él estaba en la secundaria era el AS, mis padres y yo siempre íbamos a animarlo – Silencio por un momento. Tsukishima lo meditó, no sabía que extrañaba esos momentos.
-En… entonces – la voz baja de Yamaguchi lo llamo - ¿Qué pasó? – dijo apoyado una mano sobre la de Kei para animarlo a continuar.
-Tsk… el imbécil me engaño, a mi… aun tonto niño ilusionado – el rubio sintió sus ojos arder, nunca ha hablo de cómo se sintió…habló con cierto odio y frustración – yo le creía todo como un idiota Yamma… en tercer grado de primaria ingresé al club, un año después, mi hermano ingreso a Karasuno, me la pasaba alardeando de mi hermano con los otros mocosos, por las tardes mi hermano me entrenaba… pero estando en el club de Karasuno, él ya no quería que fuéramos a sus partidos, mis padres lo tomaron como ‘cambios de un adolescente’, yo como idiota que idolatraba a su hermano, seguía presumiendo las jugadas de mi hermano el AS, jugadas que solo escuchaba de su boca ya que no iba a los partido – quito el brazo de su rostro y guio sus ojos hacia los de Yamaguchi – Que chico tan patético fui ¿no?
-Claro que no Tsukki…– La preocupación marcaba el rostro de Yamaguchi, ahora sostenía con ambas manos la del rubio… carita de fresa podía sentirlo, venia lo peor.
-Pues mira, ese chico patético llego a sexto año y mi hermano estaba en su último año de preparatoria – Tallo su sien con su mano libre – Seria el partido de la final y mi hermano estando en tercer año seria el ultimo año en que podría verlo jugar… en una ocasión los mocosos de mi salón hablaron del ultimo partido y como el hermano de uno de ellos, no podría jugar ya que no era titular… yo obviamente presumí las habilidades de mi hermano… - miro a los ojos a Yamaguchi- me llamaron mentiroso… mi hermano me mintió, el nunca estuvo en el equipo de Karazuno Yamma, ni siquiera de refuerzo – Tsukki revivió el momento en su mente perdiéndose en el tapiz de estrellas de la pared – No me deje intimidar y junto con los otros niños, decidimos ir al partido, mi hermano, el famoso AS de Karazuno…estaba en las gradas.
-Tsukki – Carita de fresa sintió la pesadez invadir su alma.
-Escuchar los victoreos que antes eran para mi hermano, escuchar la propia voz de mi hermano dando ánimos a otro sujeto… Te podrá parecer estúpido… ahora que lo digo en voz alta es una situación insignificante, una tonta niñería que mi infantil mundo se derrumbara por eso.
-Tsukki – escucho la voz de carita de fresa temblar, él sabia que no se burlaría, pero aun así no se animaba a mirarlo a los ojos.
-Mientras estaba perdido en el colapso de mi mundo, porque si, he de admitir que mi hermano era mi todo, era inteligente, capaz, buen atleta, sociable… yo, lo admiraba tanto Yamma… - El rubio seguía sin mirar a carita de fresa, sintió sus ojos picar – Mis compañeros de salón empezaron con sus burlas, yo lamentablemente reaccione con violencia, era más alto que ellos, así que les hice mucho daño, mi hermano corrió a detenerme pero él no se libró de mi frustración y también recibió algunos golpes, descargue mis frustraciones… yo, fui tan incompetente, tan patético- Carita de fresa sintió perder el aire al escuchar con cuanto odio Tsukishima hablaba de sí mismo - ¿Quién me creía presumiendo algo inexistente – El rubio pudo sentir su rostro rojo por contener la frustración, entre molesto y decepcionado.
-Tsukki, Tsukki, Tsukki – Carita de fresa no soporto más, soltó su mano y se recostó junto a él, abrazándolo protectoramente, queriendo borrar el pasado de su amigo, tembló ya no pudiendo contener el llanto, ya que con las palabras del rubio, pudo ver a un joven Tsukishima solo… totalmente solo.
El rubio lo sostuvo por el hombro – Déjalo ya Yamma, está en el pasado.
-No Tsukki, no lo está – se aferró aún más a él – eras sólo un niño, sin nadie brindándote apoyo en ese lugar, rodeado de enemigos.
-Enemigos – el rubio lo medito un momento, cerro lo ojos – si Yamma, justo así me sentí; ese rebote del balón, lo niños gritando, los chirridos de los tenis, la voz de mi hermano, el silbato, sus escusas, el grito de la porras: todo era mi enemigo– Tsukishima apretó los ojos dejando algunas lágrimas salir.
Carita de fresa lo abrazo fuertemente, con la cabeza metida entre su hombro y cuello – Me hubiera gustado estar junto a ti Tsukki -expreso entre sollozos.
- ¿Tú? ¿Que podría haber sido diferente? – envolvió con ambas manos el cuerpo tembloroso de carita de fresa – Ya no llores Yamma – “yo quiero, quiero verte feliz… ¿por qué? ¿Es porque me agradas?”
-No- negó rápidamente carita de fresa- yo no hubiera permitido que abandonaras algo que amas.
-Yo … no me gusta el voleibol...- dejando las ultimas lagrimas salir, el rubio desvió la mirada.
- Lo haces Tsukki – Se separo del abrazo dejando caer libremente sus lágrimas – por eso aun sabes de los equipos, aun estas al pendiente de los partidos y de los jugadores, lo haces Tsukki, aun lo amas, aun conservas ese valón en tu habitación.
-No…
-Por favor Tsukki – Se volvió a refugiar en sus brazos – Ven conmigo al club – hundió su rostro ahora en el pecho del rubio.
-No… Yo te conté para que entiendas porque no quiero entrar… No puedo entrar – soltó un triste susurro.
-Perdón Tsukki – El pecoso volvió a llorar – Lo siento Tsukki, me gustaría haber estado contigo.
Tsukishima devolvió el cálido abrazo, le palmeo la espalda para tranquilizarlo – tonto, él hubiera no existe.
-Perdón Tsukki, lo sospeche el jueves y lo confirme el viernes, tú de verdad no puedes entrar – lloró, carita de fresa lloró, Tsukishima Kei, su preciado amigo… tenía un trauma.
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Tsukishima Kei abrió los ojos… toco su hombro, aun ligeramente húmedo por las lágrimas del pecoso, lo había decidido, ver a Carita de fresa llorar por él, movió algo que el rubio luchaba por ocultar, carita de fresa debía sonreír “me agrada verlo feliz porque… ¿yo quiero…? ¿a él?”
Sonrió a la nada “También me hubiera gustado que hubieras estado allí” con ese dulce pensamiento y sintiendo como sus frustraciones del pasado se iban aligerando, el joven Tsukishima Kei; durmió.
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El día lunes se había levantado temprano, muy temprano.
Su odio por el rey ha crecido cada día más en las últimas tres semanas, como es posible que un chico como Yamaguchi estuviera con ese rey y soportara ser amigo de él. “¿Yamaguchi eres un sádico?” así que llego a la conclusión de analizar al rey, “hay que tener cerca a los amigos, pero mucho más a los enemigos” … dependiendo del comportamiento del estúpido rey vera si vale la pena decirle a Yamaguchi las extrañas sensaciones que tiene ahora. Si, Yamaguchi era su amigo, su primer y valioso amigo, por lo que él … ¿lo quería? No le gustaba verlo llorar, apreciaba su sonrisa y la alegría en su risa ¿eso significa que lo quería? Si, tal vez si.
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Tsukishima vio salir a Tobio del club junto a Yamaguchi, el rey tenía el cabello y parte de la cara húmeda y carita de fresa sostenía una toalla para él, cuando Yamaguchi lo detuvo y le alcanzo la toalla, el rey se secó como un salvaje, Carita de fresa sonrió y le detuvo para secar sutilmente su cara y su cabello, Tsukishima se sorprendió al ver esa sonrisa en el rey… una muuuy pequeña y gentil sonrisa “No puedo negar que tal vez el rey te quiera, pero…” una bola de pelos naranja llega al par, luego de un intercambio de tonterías entre el chico pelinaranja y el rey, la bola de pelos naranja hecho a correr y el pelinegro lo siguió entre furia y diversión, Yamaguchi bajo la mirada triste, suspiro y miro al frente, encontrándose con Tsukishima parado cerca de la puerta del gimnasio… eso lo sorprendió y aligero el paso para llegar junto a él “pero… tú vienes a mí, cual él imbécil te hace sentir mal”
- ¿Todo bien?
-Todo perfecto, porque Tsukki está aquí.
-Estúpido – Desvió la mirada algo avergonzado, evaluación si alguien lo escucho.
-jejeje gomen Tsukishima – Si, “esa sonrisa te queda bien” Tsukishima lo miro fijamente, Yamaguchi lo noto, tal vez recordó la situación de la noche anterior y se sonrojo “y esa carita de fresa roja es un mejor… te quiero, y quiero ser el que te haga feliz… rayos acaso ¿me gustas?”
Nota:
1.- Muchas gracias por leer y por votar, esperen el próximo capitulo por favor. (Siiii termino el capítulo 5 TT_____TT… )
2.- faltan 3 capítulos y un epilogo para el final ó.o
3.- Se actualiza a la semana, así que la próxima actualización será un domingo.
4.- No se si se notó, pero en la parte 1, sólo se dicen Tsukki y Yamma cuando están solitos xD