Estaba en mi turno de patrullaje como ya era costumbre, aquel bosque tan sombrío que lograba brindarme paz, aquella soledad que me otorgaba calor. En medio del bosque escuché los llantos de un niño; saqué mi hacha y me dispuse a buscar a aquel individuo. No tardé demasiado, entre un par de árboles vi a una pequeña niña, esta misma lloraba desconsoladamente. Levanté el arma sin titubear un poco, más cuando ella se dio cuenta me sonrió muy ampliamente mientras cerraba sus ojos esperando a que acabara con su vida y me detuve inconscientemente ¿Por qué estaba dudando? Es solo una niña más, he matado a varios ya, ¿por qué con ella es diferente? Ella abrió sus ojos con asombro, quizás porque no le toque ni un solo cabello.
—¿Tienes pesar en matarme? —Me preguntó la chica, más yo me quedé en silencio. —No importa, quizás este sea un castigo por estar en este mundo. — Cada palabra que soltaba ella me dejaba una extraña sensación.
—Te mentiría si dijera que no vengo a acabar con tu vida.
—Está bien, esperaré mientras. —Me respondió mientras jugaba con su ropa.
—Antes que nada, me gustaría saber cómo llegaste hasta este lugar. —Pregunté algo intrigado, ya que usualmente la gente no logra llegar tan adentrado del bosque sin que algún proxy ya lo haya asesinado a sangre fría.
—Pues no es mera coincidencia, mi familia me vino a dejar aquí.
—¿Me podrías explicar?
—Claro, porque no. Yo nací con un don "extraordinario"; el mismo me permite leer los pensamientos de otras personas. No hay una razón sobrenatural del porque lo tengo, quizás sea alguna bendición o cosa similar, aunque yo lo tomaría más como una maldición. —La explicación de esta chica no me es tan... Creíble, pero si tomamos en cuenta que mi jefe es alguien capaz de sacar tentáculos no parece una locura. —¿Tu jefe es capaz de qué? No entendí lo que acabas de pensar.
—Te estaba probando. Si decías la verdad esto iba a pasar.
—Oh, ya veo.
—Lo que no me queda claro es por qué eso provocó que te abandonaran en este lugar.
—Ponte a pensar. La privacidad de cada uno es importante, hay cosas que desean que no salgan a la luz por muchas razones, infidelidades, extorsiones, entre otras cosas. Mis padres no eran una excepción, los secretos que tenían eran tantos que se pusieron de acuerdo por primera vez. Aquí me tienes, soy la decisión que los unió en años. Lamentablemente la felicidad no les duró mucho, puesto que estos mismos volvieron a pelear, costándoles la vida esta vez. Padre no vio el camino y terminó chocando contra otro vehículo. Mamá, papá y hermano terminaron muriendo, yo quedé con un par de rasguños y uno que otro moretón de alguna forma. El único lugar que logré divisar fue el bosque. Si te preguntas el por qué no quise ir con alguna otra persona, simplemente es porque no deseaba estar con nadie más, estos mismo me terminarán lastimando al saber de lo que soy capaz. En fin, eso es todo lo relevante ¿alguna pregunta más?
—Ninguna.
—Entonces ¿Qué harás ahora que sabes esta información?
—Te dejaré con vida. —Aquella niña quedó sorprendida ante mis respuestas. —No me mal entiendas, tu historia solo me hace sentir lástima.
—No puedo comprenderlo, señor ¿Cuál es la razón para dejarme con vida? Hasta usted mismo no comprende lo que dice, está titubeando en su mente. —Tiene razón, ni siquiera yo me comprendo en estos momentos. —¿Lo ve? Inclusive si me dejara con vida ¿Qué haría yo después? De todos modos no tendría ningún lugar en donde estar y menos podría cuidarme sola.
—Es increíble que una pequeña como tú me esté dando consejos sobre qué debería hacer. —Solté una risa al terminar la frase. —Podría decir que tengo un poco de estima hacia ti. Bien, te llevaré a mi hogar.
—Yo... No sabría qué decir. No puedo confiar en ti... ¡AH! Me dejaste un dilema.
—Piensa en lo que te favorece ahora. Deduce que deberías hacer.
—Mh... Si veo los pro y contra... La mejor opción es ir contigo. No duraría mucho tiempo sola y cualquier otra persona podría aprovecharse de mí o matarme, así que voy contigo.
Asentí y le tomé su mano. Comenzamos a caminar. Solo había silencio. Casi cuando llegamos me di cuenta ¿Le había preguntado su nombre? Traté de recordarlo, pero al parecer no lo había hecho. Giré mi cabeza y aquella chica se estaba riendo muy bajito. Yo no pude evitar sonrojarme un poco por esta situación.
—Mi nombre es Katherine, ¿Cuál es el tuyo?
—Ticci Toby.
—Pues, es un gusto ¿Vives solo allí? —Esa pregunta me dejó pensando un poco en qué decirle de ellos. —Oh ¿Vives con amigos?
—A veces se me olvida que puedes leerme de forma tan fácil. Si, vivo con unos "amigos", serían más unos compañeros de trabajo, además mi jefe está ahí.
—Perdón por eso. Creo que terminé por acostumbrarme a decir lo que pienso a través de los pensamientos de las personas, tengo que mejorar en eso, sino una vez más estaré en problemas por malos entendidos.
—Bueno, puedes estar tranquila ahora. Admito que estoy un poco ¿asustado? No es la palabra que quiero usar, pero no se me ocurre nada ahora.
—¿Quizá algo temeroso?
—Podría ser. Es más por mi jefe, tengo dudas de qué pasará puesto que acabo de romper dos reglas de mi trabajo.
—¿Entonces tu trabajo es asesinar gente?
—Lo dices como si fuera lo más normal del mundo. Sí, es lo que hago, aunque en sí no se le considera un trabajo o yo no lo llamaría así.
—Creo que no es necesario seguir hablando de eso. Tomaste tu decisión y yo solo puedo aceptarla
Llegamos frente a una gran casa de un color rosa apagado. Entré y dejé a Katherine en el sillón del lugar. Busqué con la mirada si había alguien cerca, al no notar a nadie volví mi vista al frente, topándome con mi jefe. Tragué saliva profundamente y me armé de valor
—Traje una humana a la casa y ella se va a quedar con nosotros por un tiempo indefinido.
—Sabes que diré, no me molestaré en seguir aquí.—Slenderman se dio la vuelta y se ganó en una esquina esperando a que tomara una decisión.
—Sabía que esto podía ser una mala idea. Descuida, me las arreglaré sola para dejar de causar más problemas.
—No lo harás.—Me quité los goggles y mi máscara, mostrando mi rostro ante ella sin pudor alguno por mis cicatrices volviendo a mirar a Slenderman.—Como dije, no me echaré atrás con mi decisión.
—¿Solamente dirás eso? No justifica el por qué debo dejar a una humana aquí. Dame una razón para no acabar con ella en este momento.
—Disculpen, pero en si no soy una humana al cien por ciento. Si bien me veo como una, no lo soy necesariamente.
—¿Y qué eres? ¿Un híbrido?
—No soy tan cliché. Tengo la medianamente genial habilidad para leer mentes, al menos es como lo principal de mi, y no, no soy un pony con poderes increíblemente sacados de un manga, sólo soy capaz de superar a la demás gente en fuerza, inteligencia y elasticidad.
—(¿Y qué tiene de especial eso?) Yo no me tragó todo eso.
—Acabas de dudar de mi palabra, literalmente pensaste "¿Y qué tiene de especial eso?". Pues no soy especial ¿Es un requisito serlo?
—Ya veo... Igualmente no te acepto, no por no ser "especial" ni nada parecido, al menos no del todo, pero mientras pruebes de que no harás nada idiota podría considerarlo.
—¿Dejarás que se quede esta noche?
—Sólo por esta noche, ya veremos si logra quedarse aquí.
Slenderman se fue y yo solté un gran suspiro. La miré y ella estaba sentada en el sillón, le dije que iba a dormir en mi cuarto, por cualquier cosa. La llevé y le entregué una polera mía, sabía que le iba a quedar grande por lo que le servirá de pijama por el momento hasta que le pida a Sally alguna prenda. Le dejé sobre la cama y esperé a que se durmiera.
—No debes preocuparte, no sé si logré conciliar el sueño tan rápido.
—Igualmente estaré preocupado de que te pase algo, además de que no tengo sueño, así que me quedaré despierto por un rato más. De todas formas, intenta dormir aunque sea un poco, inclusive si no tienes sueño con cerrar tus ojos descansará un poco.
—Está bien Ticci, que tengas buenas noches y de igual manera intenta descansar un poco.
—Buenas noches Katherine.
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Bien, aquí esta el primer capitulo editado. Traté de que tenga la misma vibra que el anterior, solo lo redacté mejor y arregle un par de cosas. Espero que les guste, no se cuando traiga los demás, aunque solo me falta revisarlos
No tengo nada más que decir. Bye, bye~