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Choi EunRin
—¡Hobii! —salté a abrazarlo por la espalda ya cuando las clases habían terminado. Estábamos en el mismo salón, pero aún así lo extrañé. En el momento en el que lo rodeé con mis brazos sentí la textura pegajosa de su piel— Jejeje, estás sudado.
—Tú también, boba. —me dio un golpe en la frente.
—¿Cómo te fue? —me paré en frente de él— Es la primera vez que no somos pareja.
—Estuvo bastante bien. JungYul aún tiene problemas para bailar, pero nada que en un par de clases no podamos resolver.
—Al menos tú lo disfrutaste.
—Vi que a ti no te estaba yendo muy bien.
—Estuve corriendo por toda el aula persiguiendo a SaeYeon para que me deje ayudarla. Pero no quiere. Cree que le quiero robar su solo. —dije desanimada mientras guardaba mis cosas junto a él.
—Eres la mejor bailarina, obviamente se siente intimidada.
—No es cierto.
—Ese solo no lo obtuviste tú sólo porque no quisiste.
—Ya tengo mucha participación en la presentación.
—Eso es humildad. —aquello me hizo reír sonrojada. No me consideraba la gran cosa, pero me hacía feliz que Hobi me estimara tanto— Además, es una menor, EunRin. Debe ser algo inmadura.
—Pero me atrasa a mí. Ni siquiera pudimos practicar nuestro dueto. —murmuré molesta.
—Tenemos mucho tiempo de sobra. Podemos practicar en mi casa también si quieres.
—¡Eso me gusta! Aunque es raro no estar juntos en las clases. Creo que ya me acostumbré a que siempre seamos tú y yo. —me rasqué la nuca nerviosa.
—No será mucho tiempo. Descuida, ¿sí? —posó su mano en mi cabeza y yo asentí con una sonrisa— ¿De salida quieres que pasemos a comer algo en algún lugar?
—¿No iríamos a ver a CJ?
Después de todo, sigue enferma y tal vez nos quiera ver.
—No, debe descansar y JiMin se hará cargo de ella.
—Pero...
—Déjaselo a JiMin, EunRin.
—Pues... Supongo que en ese caso estaría bien. —accedí con mis mejillas infladas y descontenta.
—No te pongas así. Comeremos donde tú quieras.
Miles de lugares se me vinieron a la mente, y en un destello de alegría asentí sonriente.
—¿A dónde ire...?
—Muchas gracias por prestarme tu teléfono, Hobi. —la chica nueva apareció justo al lado de HoSeok interrumpiendome. Le estaba entregando su celular.
—No hay problema, Yul.
¿Hobi?, ¿Yul?, ¿ya se tienen tanta confianza?
Sea como sea, si es amiga de Hobi, no hay razón para no llevarme bien con ella. Una chica nueva siempre es una nueva amiga.
—¡Hola! —la salude con una sonrisa— Soy Choi EunRin, mejor amiga de HoHo. —señalé a con ambos dedos índices a Hobi, pasando un brazo por arriba de mi cabeza— Pero tú llámame Rin. —le extendí una mano— ¡Un gusto!
Ella me miró por unos segundos, examinandome de arriba a abajo para terminar viendo fijamente mi mano y luego mirarme a los ojos. Ya sabía, por lo que me dijo HoSeok, que ella era tímida, por eso debía dudar tanto de mi amistoso saludo, así que le sonreí dejando ver mos dientes y moviendo mi mano para alentarla a tomarla. Tímida aceptó mi saludo y sonrió dejando ir una pequeña risa.
—EunRin, muy lindo nombre. —ahora sonreía más confiada— Eres graciosa. Un gusto, soy JungYul, aunque creo que ya lo sabes.
—¿Por qué no viene con nosotros? Así se puede integrar más. —me dirigí a Hobi.
—Suena bien. ¿Te interesaría venir con nosotros? Iremos a una cafetería.
—Me parece bien.
Es increíble lo cautivadora que es esta chica, con su voz tan suave y gentil. Y es tan bonita. Parece una muñeca de porcelana.
—¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamooos! —los enganché a ambos de los brazos resultando yo en el medio y los arrastre a la salida. Ya cuando estábamos a unos metros de la puerta los solté y salí corriendo para ser la primera en salir y saltar en el aire libre— ¡Libertad! —agité mis brazos como un pájaro.
—Es una chica muy hiperactiva. —oí comentar a JungYul.
—Es pequeña, pero no tienes idea de la cantidad de energía que acumula en el cuerpo. —dijo resultando la risa de ella.
—¡Una vida sin energía no es divertida! —grité mientras bajaba las escaleras saltando.
Jung HoSeok
Salimos y vimos a Rin correr y saltar por todos lados como la típica niña que es. En serio que me encanta verla así. Las clases le habían dejado un humor algo pesado. Pero ya parece que se me pasó.
En em camino al gran portón de salida vi a YoonGi y SunKo de espaldas hablando con alguien que parecía estar apoyado sobre una auto negro deportivo al cual pude identificar como un Bugatti. Un auto que llama bastante la atención y parecía que ese era el objetivo al traerlo a un lugar como este.
Nos acercamos a ellos y al momento de hacerlo me arrepentí, deseaba dar media vuelta y llevar a EunRin lejos. La razón de mi deseo de huida es la persona que parecía ser el dueño de tal auto; JooHeon. El imbécil de JooHeon estaba ahí, jodiendo el hermoso paisaje y ambiente con su cara de porquería.
¿Qué mierda hace ese imbécil aquí? Tal vez aún nos de tiempo de dar media vuelta y...
—¡YoonGi! ¡SunKo! —gritó para salir corriendo hacia ellos.
—¡Rin...! —intenté detenerla en vano.
Maldición.
Fui detrás de ella porque por nada en el mundo la dejaría cerca de ese tarado.
Ahora es cuando realmente necesitaba a Cleo June y maldecía su ausencia. Ella sin ningún problema se podría encargar del tipo con lo desvergonzada que es para hacer cualquier cosa. Estoy seguro de que no tendría problemas de romper «accidentalmente» un vidrio de su auto. Cuando necesito que esa chica haga una locura no la rengo presente. Genial.
—¡Chico simpático! —gritó cuando notó al estúpido.
Repito, ese color naranja le queda horrible.
—Hola, belleza. —saludó a Rin besando su mano— Que coincidencia encontrarte aquí.
¡Mentiroso!
—No es necesario ser tan formal. —lo empujó del hombro— Somos amigos, estamos en confianza de golpearnos.
—Jamas te pondría un dedo encima, linda. —le sonrió coqueto. ¡Que deje de hablarme así— Ya aprovechando que estás aquí, ¿te gustaría salir un rato conmigo? —señaló su auto.
Pero por supuesto, trajo esa cosa solo para alardear e impresionar a Rin.
—Lo siento, pero voy a comer con Hobi Y JungYul. —palmeó fuertemente la espalda del pelinaranja, quién la miró confundido. Supongo que no se esperaba que rechazara la oferta de tal auto.
Ooh, pobre iluso. Si supieras que el único vehículo que impresiona a Rin son los volkswagen escarabajos, solo por parecerse a los escarabajos.
—¿Estás segura? Puedo llevarte a donde quieras.
—Ya te dijo que no, deja de insistir. —hablé de una vez por todas ganandome una mala mirada del chico.
—No te estoy hablando a ti.
—¿Quién es Jungyul? —preguntó SunKo estando fuera de la discusión.
—Un gusto, soy Lee JungYul —sonrió y elevó su mano para saludar.
—Igualmente. Min Yoongi. —estrechó su mano.
—Kim Sunko. Un placer. —devolvió el saludo.
—Como sea. ¿Al menos me darás tu número, preciosa? —le guiñó un ojo.
Dile que no. Dile que no. Por lo que más quieras, Rin, dile que no.
—¡Claro! Por mí no hay problema.
¿¡POR QUÉ!?
JooHeon me sonrió victorioso. Era más que obvio que su intención de venir aquí era seguir cortejando a mi mejor amiga. Y aunque lo haya rechazado, su visita al instituto no fue del todo inútil ya que consiguió su número.
Desgraciado.
Le devolví la mirada para luego verlo montarse en su feo auto deportivo y marcharse sin más.
...
Kim Cleo June
Hoy era una feo y nuevo día. ¿Por qué feo?, por nada, pero por algo me tengo que quejar. A pesar de haberme recuperado bastante ayer, JiMin se quedó conmigo una noche más por si me pasaba algo, lo que me hace pensar ¿Quién estuvo cuidando a bebé Cereales? Más le vale que le haya dicho a su madre sobre alimentarlo o Cereales se va a alimentar de sus dedos por las siguientes semanas.
La cosa es que estuve pensando, porque yo de vez en cuando lo hago, y se me ocurrió la gran idea de traer a Cereales estos días que mis padres no estarán. Que se acostumbre a la casa y que cuando ellos lleguen decir «oh no, ¿qué hace ese gato aquí? ¿nos lo quedamos?» y pum, Cereales en casita.
CJ, ¿cómo haces para ser tan inteligente? —me pregunté a mí misma en mi mente.
Pues, nací con este don.
—Te lo dije mil veces, mamá sí alimentó al gato. —dijo por enésima vez a mí enésima queja.
—Por tu bien que así sea, porque sinó tus dedos serán carne picada.
Estábamos ya llegando al instituto, cuando vemos cerca de la entrada a nuestro querido Yoongo Bongo, que como siempre, estaba pegado a su novia. También estaba nuestro saco de boxeo HoSeok, el anime andante de EunRin y... ¿una chica? Bueno, y una chica cuya identidad desconozco.
—¿Qué onda, gente? —saludé a todos en general.
—¡CJ —saltó a mí para abrazarme— ¿Ya te sientes mejor?
—¿Por qué crees que estoy aquí, garrapata? —pregunté con obviedad— Yoongo Bongo, ¿cómo te ha ido?
—Para. —se quejó.
—Y tú ere... —señalé a la niña detrás de HoSeok.
—¡Oh! —Rin se acercó rápidamente a esa chica y la tomó de la mano para traerla en frente de mí— Ella es Lee JungYul, y es una alumna nueva.
—Un gusto. —se inclinó.
Pero que cosa más adorable. Era tan pequeña y sin mencionar sus regordetas mejillas, le hacen competencia a las de JiMin. Parece una muñequita apretujable. Me siento tentada a picarle la cara.
—Igualmente. Soy Kim Cleo June, pero puedes decirme CJ. —imité su acción— ¿Estás en nuestra clase?
—Tú puedes decirme Yul. —me sonrió— No, estoy en el 3A.
Es un pedacito de pan.
Jeon JungKook
Hoy me levanté un poco más tarde de lo normal, y raramente, de buen humor, cosa que no es común en mí. A pesar de que debía apresurarme para llegar a las clases, me quedé un rato mirando el techo sin pensar en absolutamente nada.
Estaba cansado y solo quería mandar a la mierda todo.
Después de un rato, tomé aire y me digne en cambiarme. Ya cuando tenía todo listo salí de mi habitación para ir a la sala y buscar mis llaves que tiré por ahí. Fui a la cocina a buscar algo para comer, pero cuando entré el hambre se desvaneció rápidamente, y claro, ahí estaba ella; la razón de mi odio constante al mundo. Mi madre al notar mi presencia se volteó y me dedicó su típica mirada de odio que solo transmite su deseo de que me largue de su vida.
No tengo ganas de lidiar contigo.
Me di media vuelta para marcharme al instituto, pero cuando estoy por salir escucho su horrible voz.
—¿Volverás muy tarde hoy? —preguntó saliendo de la cocina.
Como si le importara.
—¿Te importa? —soné lo más cortante posible. Aunque aún estaba esa pequeña luz de esperanza a que ella me dijera que sí. Constantemente está esa esperanza de que algún día cambien las cosas.
—Sabes perfectamente que no, por mí accidentate. —solo te falta desearme la muerte en la cara— Y si llegas muy tarde, asegurate de no hacer ruido. —dijo subiendo las escaleras— Estoy harta de escucharte.
En serio te odio.
Me quitó todo el buen humor.
Sinceramente, sus comentarios me siguen afectando. Puede que hayan pasado ya varios años, pero saber que tu propia madre te odia, saber que le arruinaste la vida y que te lo recuerde cada maldito día, eso es en serio frustrante.
Intenté ignorar lo dicho por ella y me dirigí a mi moto para largarme del lugar.
Lo peor de todo es que me siga importando. No puedo vivir en paz por el constante miedo de que haga algo. Necesito saber todo el tiempo que esté bien. Me preocupo exageradamente por ella, como si alguna vez ello lo hubiera hecho por mí. No es como que esté en el derecho de reclamarle amor. No le puedo pedir algo como eso cuando quien la ha hecho sufrir tanto soy yo.
Los sentimientos de amor y odio que se mezclan por mi madre terminan generando una confusión estresante y frustrante.
Cuando llegué al instituto las únicas personas que vi en donde nos estacionamos normalmente eran TaeHyung y HaNeul. No tenía idea de dónde estén los demás.
—¿Qué hay, bro? —me saludó con un choque de puños.
—Todo bien. —iba a saludar a Han con un beso como de costumbre, pero vi un pequeño moretón en su ojo derecho que parecía querer cubrir con su flequillo— ¿Otra pelea?
—Sí, ya sabes. —reacomodo su flequillo— Unos chicos jodiendo en la calle.
Era típico estas cosas, a veces Han aparecía con algunos moretones de, según ella, una pelea. Aunque a veces lo dudo y siento que no me quiere decir realmente que pasa. Hasta TaeHyung duda de ello.
Dejamos de lado el tema y al ver que los demás no llegaban entramos sin ellos. Cuando llegamos al salón, por instinto miré al asiento de Kim, donde la nombrada se encontraba hablando con los otros dos raros y sólo me dio una fugaz mirada para volver a lo suyo. Una mirada fea.
Ahí fue cuando recordé que ayer no vino. ¿Tan mal se sintió?
¿Y a ti que te importa, JungKook?.
—Ooh, JungKook, JungKook, JungKook. —dijo con una sonrisa Nam cuando entró después de un rato al salón junto con Jin— No te lo vas a creer. —se sentó en frente de mí.
—¿Ahora qué? —pregunté sin mucho interés.
—Deja de comportarte como un mocoso y presta atención cuando tu mayor te habla. —el regaño de Jin me hizo sentir un tanto avergonzado, ya que lo había dicho en alto. Levanté la mirada para que no me siguiera fastidiando y lo vi serio haciendo ese típico gesto de acomodar sus lentes— Te conseguimos una carrera, y una muy buena.
Eso había captado mi atención.
—Hablen.
—Será contra Jae Bum y hay 2000 dólares en juego.
Im Jae Bum, conocido por muchos como JB, pero para nosotros solo Jodida Basura.
—¿Qué dices? ¿Estás dentro? —preguntó NamJoon.
—Por supuesto que sí. —dije sin ninguna duda. No solo humillaré a JB, sino que también le quitaré unos 2000 dólares.
Esto no podría ser mejor.
Kim Cleo June
Dios... pensar es aburrido y estresante. El profesor de filosofía nos hablaba sobre no sé qué del ser y la vida. No presté atención, lo único que entendí a medias es que hay que buscar un libro en la biblioteca y realizar alguna de las tareas que hay ahí. Ni siquiera recuerdo como se llamaba el libro, creo que era la no sé qué del saber, o el ser, no lo sé.
¿De verdad debo ir a la biblioteca?
Suspiré con cansancio ante ese pensamiento.
No quiero pisar el lugar de los ñoños. No soy una ñoña. La biblioteca no es lo mío. Me voy a contagiar de nerds y cerebritos aburridos.
Como sea. Iré en otro momento, ahora solo quiero ir al baño. Hacia ahí fuí en la hora del almuerzo mientras los demás se iban a la cafetería.
Orinar es tan placentero.
Las cosas que piensas, CJ.
Saliendo del baño me paré un segundo a contestar un mensaje, y apenas lo hice unas manos cubrieron mis ojos.
—¿Quién soy? —me preguntó alguien a mis espaldas, pude identificarlo como un chico debido a su voz grave. Me sonaba familiar, pero no se me venía nadie a la mente.
—Ya tuve suficiente de filosofía, no quiero lidiar con tu problema existencial, chico.
—Eres malisima en esto. —destapó mis ojos y colocandose frente a mí.
Era mi buen amigo JB.
—¡Hey! —lo saludé— ¿Qué hay, otra J?
—¿Otra J? —preguntó alzando una ceja.
—Así es, yo soy CJ y tú JB. Eres mi otra J o compañero de J, como lo quieras llamar.
Eso pareció hacerlo reír. Aunque no sé de qué se ríe si no estaba haciendo ninguna broma. ¿Acaso soy un chiste para todos?
—Así que soy tu otra J. —sonrió— Me gusta. No te he visto desde hace tiempo. ¿Cómo has estado?
—Si no es dándole una golpiza a Jeon, estoy jugando con mi nuevo gatito, así que he estado bastante bien.
—Oh, lo recuerdo. —dijo mientras sonreía otra vez— Fue increíble cuando lo tiraste a la piscina. Y ni hablar de que volviste a golpear a Jeon. Es una lastima, siempre me lo pierdo.
Es increíble todo el odio que desprendemos a ese ser llamado Jeon JungKook. Bueno, no sé él, pero lo mío está justificado. Somos como dos serpientes venenosas hablando puro asco sobre él.
—Seh. Fue muy bueno. Lo disfruté. —admití con una sonrisa.
—Es un hecho que ambos disfrutamos de ver a Jeon humillado, y por eso te quiero hacer una invitación. —el tono de su voz sonaba a que planeaba algo perverso.
Oh, ya entiendo por donde va.
—Creo que sé de que hablas. —le sonreí a lo que él me miró confundido— Sacrificaremos un pollo para maldecir a JungKook. —mi compañero de J se volvió a reír.
—No, no me refería a eso. —bien, pero creo que sería una gran idea— Verás, mis amigos y yo participamos en carreras de motociclistas. Hoy correré contra el estúpido de Jeon, ¿quieres venir y ver como es humillado?
Por favor, ver humillado a Jeon es lo mejor de mi vida últimamente.
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