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Kim Cleo June
—Entonces, falto un día ¿y tú ya causas una pelea en medio instituto con el tipo que te advertí que no deberías seguir metiendo? —preguntó JiMin mientras estábamos en la cafetería.
Quería evitarlo, pero JiMin se terminó enterando de la pelea con JungKook cuando ALGUIEN a quien le dije específicamente que no dijera ni una palabra de ello para ahorrarme otro sermón, le acaba de decir a JiMin lo que pasó.
No diré nombres, pero empieza por Eun y termina con Rin.
Hizo exactamente todo lo opuesto a lo que le dije que haga.
...
—Oye, EunRin. —esta me miró dándome a entender que prosiga— No le digas a JiMin lo de Jeon, ya sabes, para evitar fastidios.
—Tranquila, CJ. —elevó su pulgar— Mis labios están sellados con pegamento.
...
Also EunRin hace unos segundos.
—¡Hey! ¡Jimin! ¿Sabías que CJ peleó con JungKook ayer?
Traidora.
—Pff, fue solo unos empujones de colegas, JiMin. —lo empujé con mi codo— ¿Lo ves? También lo hago contigo. —este me dio una mirada incrédula— ¿Para qué abriste la boca? —susurré a Rin y esta pareció recordar lo que le había pedido, por lo que cubrió su boca con la mano— Sí, tapa tu boca ahora.
—Me imagino que ahora tampoco almuerzas.
—No. Mis padres no se enteraron porque convencí al director que no los llame. —crucé mis brazos detrás de mi cabeza— ¿Qué te digo? Soy toda una mujer de negocios.
—La mandaron a limpiar dos salones con JungKook después de clases.
—¡No le cuentes mi humillación, HoSeok! —grité indignada— Maldita sea. Aquí ninguno sabe mantener la boca cerrada.
Decidí ignorarlos y seguir con la elaboración de mi tarea, pronto tendríamos matemáticas y no quiero que la profesora me siga odiando. Bueno, más que hacer mi tarea, la estaba copiando directamente de HoSeok, ya que él es bastante bueno. No me puede reprobar la tarea si HoSeok tiene lo mismo.
Jeon JungKook
—Desde tu castigo de ayer andas más gruñon de lo normal. —se quejó Jin.
—Pff, como para no estarlo. —dije de mala gana.
Ya de por sí, el estrés que cargo todos los días me mata, para que ahora tenga que lidiar con la insoportable de Kim... Esto es otra patada de la vida. El instituto era el único lugar donde podía disfrutar de la paz y tranquilidad de que nadie me jodiera, pero aquí esta esa mocosa fastidiando.
—Parece que esa perdedora no sabe hacer otra cosa más que molestar. —dijo seria mientras la miraba fijamente.
Sin dudas Han detesta a la fracasada, y cuando se enteró de la pelea juro que casi escupe fuego. Decir que está furiosa es poco, en cualquier momento se le tirará encima.
—¿Por qué no la fastidias un rato tú a ella? —dejó ver su típica sonrisa ladina— Toma. —me dio la bebida de fresa que estaba bebiendo hace unos segundos— Está distraída, tirasela encima.
Vi a los demás y estos alentaban la idea de tirarle esta cosa a Kim, simplemente me encogí de hombros y me levanté.
¿Por qué no?
HaNeul tenía razón, no solo estaba distraída, sino que también estaba de espaldas.
Presa fácil.
Cuando me acerqué noté que la razón de su guardia baja era la tarea que estaba haciendo, o más bien, copiando.
Sus amigos notaron mi presencia, entre ellos estaba incluido Park. Él sabía que venía por problemas, y con su mirada trató de amenazarme para que no hiciera nada. Pero, ¿Qué puede hacer él? Puedo partirle la cara cuando quiera.
Antes de que alguno pudiera hacerle saber a Kim que estaba detrás de ella, tiré la bebida sobre todo su cuaderno.
Kim Cleo June
Mi tarea iba de maravilla, incluso me estaba tomando la molestia de usar resaltadores para que quedase lindo y prolijo. Pero pegué un salto cuando un liquido rosado cae encima de ella. Rápidamente volteo para ver al responsable de tal atrocidad y lo veo a él.
La sucia rata de Jeon.
—Lo siento, Kim, se me fue. —sonrió, dando a entender todo lo contrario a sus palabras— Deja te ayudo.
Lo siguiente que hizo fue tirarme encima de mi ropa la poca bebida que le quedaba. Afortunadamente no traía el saco. Pero, desgraciadamente, cayó todo sobre la camisa, la camisa blanca.
—Combina con tu tarea. —me tiró el vaso en la cara.
Ooh... OOOOHHH
LO VOY A MATAR.
—¿¡Qué mierda te pasa, Jeon!? —grité enojada.
Era mirar a mi alrededor y ver a varios reírse, en la mesa de Jeon no había excepción, todos se burlaban, aunque su novia daba más una sonrisa altanera.
Mi respiración era irregular, cualquiera pensaría que corrí un kilómetro, pero no, era solo la descontrolada ira que Jeon me hacía sentir. Es el chico guapo más idiota que he conocido en toda mi vida. Su sonrisa terminó de sacarme de mis casillas, pero justo antes de que me acercara, JiMin se interpuso.
—¡Basta! —me tomó de los hombros— JungKook, —llamó su atención— largo.
—¿Crees que me das órdenes, Park? —ladeó la cabeza y, notando yo algo de molestia, se acercó— No eres un superhéroe.
—Lo que tú sí eres es un idiota. Vete con tus amigos y déjala en paz.
Nunca había oído a JiMin utilizar un todo de voz tan... ¿Cómo describirlo? ¿Intimidante? ¿Gruesa? Sea lo que sea, me gustó.
JungKook se burló de él con una sonrisa y lentamente se acercó. JiMin me puso detrás de él, y cuando ya estaba frente a frente con Jeon, este último alternó su vista entre él y yo.
—Te gusta hacerte el valiente para impresionarla, ¿eh? No eres mejor que nadie, Park, ten eso en claro. —aquello me causó intriga, por lo que miré a JiMin y este apretaba su mandíbula— Me voy porque ya terminé con esta. Quédatela.
¿Cómo que «esta»?
Aquello me había molestado. ¿Quién se cree él para tratarme de «esta»?
Estaba a punto de irse, pero yo no lo dejaría marchar como si nada después de arruinar mi tarea y encima menospreciarme.
A mis espaldas estaba YoonGi, quien veía el espectáculo entretenido, es más, estaba grabando mientras bebía de un batido de chocolate. Le arrebaté su bebida, recibiendo de paso una queja por parte de este, aparté a JiMin, volteé a JungKook y se lo lancé a sus pantalones.
Oh sí, otro ataque directo a sus pantalones.
Miraba estático el desastre en su ropa, mientras las personas a nuestro al rededor debían tapar sus bocas para contener la risa. No se veía a Jeon JungKook todos los días en una situación así.
Jaja, parece que orinó chocolate.
Pensar en eso es divertido y asqueroso a la vez.
—Iba a decir una frase ingeniosa que hiciera referencia a la que tú dijiste. —dije con una sonrisa— Pero no se me ocurrió nada. Así que... No lo sé, en tu cara o más bien en tus pantalones.
—Hija de... —intentaba mantener la calma.
—No vuelvas a ponerle un dedo encima mestiza asquerosa. —la otra rabiosa venía desde su mesa con todas las ganas de golpearme.
Em definitiva, estaba enojada. Se me iba a tirar encima y yo estaba lista para recibirla con un golpe. Ya tenía ganas de partirle la cara a ella. Habría resultado como planeé en mi mente, si no fuera porque JiMin la detuvo empujándola bruscamente lejos de mí.
—¡Ambos se tiraron una bebida encima! ¡Ya están a mano!
Claro que no. Él la tiró sobre mi tarea.
Iba a protestar, pero me callé al ver la mirada que JiMin me dedicaba por el rabillo de su ojo. Era idéntica a la que él me daba cuando me metía en problemas. No hablaba, pero sé que me estaba regañando, no podía evitar ceder ante esa mirada. JungKook solo se retiró enojado del lugar, obviamente no se iba a quedar más tiempo con esa mancha tan llamativa.
—Me debes la bebida. —SunKo codeó a YoonGi para que se calle.
—¿Tienes ropa de cambio? —negué lentamente haciendo un puchero. JiMin suspiró pesadamente.
— ¡Uh! Yo tengo en mi casillero. —propuso Rin con una sonrisa, hasta que YoonGi se la quitó cuando habló.
—Pero tu eres talla plana y CJ es talla con busto. —recibió otro codazo más fuerte en la costilla por parte de su novia— Ningunos se comparan a los tuyos, cariño. —esta vez fue una patada.
—¿Por qué no vas al baño? —dejó de lado a su novio para dirigirse a mí— Rin y yo buscaremos algo que no sea talla bebé.
—¡No soy talla bebé! —se quejó.
—Sí, sí, lo que digas. Vamos.
...
Estuve unos minutos en el estúpido baño para al menos intentar limpiar un poco la maldita mancha provocada por el imbécil de Jeon. Cassidy dijo que me mataría si ensuciaba el uniforme. Lo primero que debo hacer cuando llegue es meter esta porquería en agua.
Escucho a alguien entrar y cerrar la puerta, no me inmute porque pensé «serán las chicas o una persona con necesidad de expulsar algo de su cuerpo. No es algo que me incumbe», hasta que vi por el reflejo del espejo a HaNeul mirándome fijamente y con una mala cara a través del mismo.
Cerré los ojos y levanté mi cabeza para largar un suspiro agotador. No quería lidiar con ella ahora.
—¿Se te ofrece algo? —pregunté tranquila.
Ella cerró los ojos unos momentos, parecía estar meditando, y cuando los abrió su expresión enojada se relajó, convirtiéndose en una seria mientras se cruzaba de brazos y se recargaba en el lavamanos.
—Oí que golpeaste a mi novio.
Rodé los ojos ya fastidiada. Solo dijo cuatro palabras y ya no la quería escuchar más.
En serio, se volvía molesto, ¿no puede dejar que se defienda solo?
—¿Cuántos años tiene? ¿Tres? —obviamente me iba a burlar de la forma en que lo trata, parece más su hijo— Nuestros problemas son entre nosotros ¿entiendes? Dos. —le mostré con mis dedos— Tres son multitud.
Parecía tranquila, pero la forma en la que su mano apretaba su brazo me decía que retenía sus ganas de golpearme.
—Te lo dejaré claro. —cambió el tono de su voz por uno más fuerte y demandante— No te soporto y quiero que te largues de aquí.
—Dime algo que no sepa.
—Y creeme que no te dejaré las cosas fáciles. —continuó.
—Ouu, que mal. —fingí tristeza— Que mal por ti, porque seguiré aquí, fastidiando. De hecho mi apellido también es fastidiar, soy Kim Fastidiar Cleo June ¿sabes por qué? Porque fastidio mucho, los pantalones de Jeon te lo dirán.
—Te juro que te vas a lamentar por molestarlo. —dió media vuelta para irse, pero antes de ello, hablé.
—Oye, —ella volteó su cabeza— Se te desataron los cordones. —cuando vi que revisó sus pies no puede evitar reírme como idiota. No creí que fuese a caer en una broma tan mala— Sí miraste.
—Estúpida. —dijo ella molesta para largarse de una vez.
Chica loca.
Gracias a dios, las chicas encontraron una camisa que... Era algo grande. Bueno, le dijeron que al final solo HoSeok tenía una camisa de repuesto, por lo que él me prestó la suya. Parecía una bolsa, pero eso es mejor que nada.
Cuando ya estábamos en clases esperando al profesor, yo solo pensaba que tal vez debería empezar a ignorar a JungKook y así me ahorraría problemas. Ya tienes 18 años, Juni, no puedes seguir metiendote en juegos de niños.
Sí, eso haré. Dejaré de meterme con JungKook de una buena vez y solo me enfocaré en tareas y exámenes para tener un próspero futuro. Es hora de que empieces a madurar Cleo June.
—Buenos días. —se abrió paso por la puerta la profesora de matemáticas— ¿Hicieron la terea?
La sonrisa de JungKook apareció tan rápido como mis ganas de golpearlo.
Madurar está sobrevalorado.
...
Me levanté enojada, como siempre. Algunos gritos de Cassidy, otros gritos míos, ronquidos de Heon y sin ningún ladrido de mi difunto perro. Lo típico.
Este día pareció ser más tranquilo, ni Jeon ni sus amigos arrimaron su cara a clases y eso era bueno. Punto para mí.
—¿A qué club entrarás tú? —me preguntó Rin, pero solo la miré confundida ya que no le estaba prestando atención— Ya sabes, los clubs. Hobi y yo entraremos al de danza.
—¿Ustedes bailan?
—Y somos el mejor dúo. —chocó las palmas con Rin.
No sabía eso. Lo archivaré en la estantería de «datos curiosos».
—¿Y ustedes a cual pertenecen? —me dirigí a los otros tres.
—Música. El año pasado Yoongi y yo dimos una excelente presentación en piano. —abrazó el brazo de su novio.
—¿Hacen presentaciones? ¿YoonGi toca el piano?
—Y mucho mejor que SunKo. —se ganó una mala mirada de su novia y esta se separó de él— Vamos, Sun. Era una broma, es decir, si soy mejor que tú, pero no debes enojarte por eso. —ella solo le dio la espalda y lo ignoró.
Alguien hoy no coge.
—¿Y tú? —miré a Jimin.
—Danza.
¿Jimin baila?
—Waw, JiMin, no sabía de tus talentos corporales.
—Suena raro que lo digas así. —no se equivocaba, sí sonó bastante raro.
—¿Puedo verte bailar alguna vez? —junté ambas manos y le hice ojitos.
—Depende de si solo quieres verme para burlarte.
—¡Oye! ¿Por quién me tomas?
—¿Y a cuál entraras tú? ¿Te vienes con Hobi, mochi y yo?
—Olvídalo. Me voy al de Música. —dije sin interés y encogiéndome de hombros.
—Aunque pensadolo bien, tal vez entre al de música este año. —me sorprendió lo rápido que JiMin habló.
—¿No ibas a danza? —pregunté confundida por su cambio tan repentino.
—Quiero probar cosas nuevas. —corrió su cara a un costado, pero aún así pude notar como se tornaba de tono rojizo a lo que YoonGi soltó una pequeña risa mientras negaba lentamente. Parecía ya saber que pasaba.
Algo sucede aquí, algo de lo que no me estoy enterando.
...
Las clases habían acabado y tuve que correr. JiMin salió por minutos antes que yo, por lo que tuve que apresurarme para alcanzarlo.
—¡Hey! ¡Jimineo! —grité antes de que él saliera del instituto. JiMin volteó a verme y no le di oportunidad para hablar cuando lo interrumpí— ¿A dónde crees que vas, lagartija?
—¿A mi casa? —respondió con una pregunta confundido— ¿Por qué?
—Porque yo debo ver a bebé Cereales.
—¿Qué? ¿Que quieres ir conmigo porque soy tu amigo y me aprecias mucho? Waw... Gracias, CJ.
—Oye, no te pongas tonto. Por supuesto que Cereales te opaca, pero no quita que te quiera tantito. —reí mientras rodeaban sus hombros con mi brazo, provocando que él se tuviese que encorvar un poco.
Fue solo cuestión de segundos para que ambos comenzaramos a reír y a caminar entre empujones y bromas sobreactuadas.
Jeon JungKook
Debido a nuestras faltas de ganas para entrar al instituto, todos decidimos faltar a clases y pasar el día en el patio trasero de este para joder un rato, después de todo, nadie nunca viene aquí, ya que se podría decir que es nuestro territorio. Cuando sonó el timbre de la salida Tae y yo nos adelantamos un rato y abandonamos el lugar.
Al llegar al estacionamiento veíamos a todos marcharse a sus casas, y entres todos esos idiotas estaban Park y Kim.
—Parece que el traidor de JiMin anda detrás de la mestiza. —soltó Tae con odio y repudio mirando a la dirección por donde se iban esos dos— Tss, imbécil.
Ver a JiMin era algo que TaeHyung detestaba ¿y cómo no hacerlo? Eran mejores amigos hasta que el idiota decidió irse junto con YoonGi. Aunque en realidad, eso era lo de menos, lo Park había hecho, para mí y TaeHyung, era imperdonables.
—Eso ya será problema de Kim. Trata de hacerse el héroe, pero es incluso peor que nosotros.
—Estoy a nada de partirle la cara. ¿Iras a la puta carrera? —preguntó mientras se subía a su moto.
—Por supuesto que sí. No puedo perder el dinero. —imité su acción— Por cierto, ¿puedo quedarme hoy en tu casa?
—¿Problemas con tu madre? —asentí. TaeHyung era el único al que le contaba sobre mis problemas, o al menos partes de ellos— Claro, hermano. Cuando quieras.
—¿Nos vamos, idiotas? —NamJoon llegaba con los demás.
Todos nos montamos en las motos y abandonamos el instituto.
...
Kim Cleo June
—Como sea, yo le dije que es estúpido, pero que lo respeto como persona y por eso no lo golpearía, pero el me dijo «te partiré la cara, a ti y a tu gato» ¿Entiendes? Yo no dejaría que amenace a Cereales. —dije mientras abrazaba al gato. JiMin solo se limitaba a verme sentado desde la punta de su cama con los ojos entrecerrados.
—¿Y cómo es que JungKook sabía de tu gato? —dijo incrédulo.
Siento que no me cree.
—Amm... Bueno... —excusa, excusa— Porque escuchó cuando se lo dije a Rin.
Bien hecho, CJ.
—Creí que dijiste que tanto Rin como HoSeok aún no habían llegado.
Maldición, CJ.
—Sí... Es... —no se me ocurría nada— Algo confuso. —desvié la mirada— Y para tu información, es nuestro gato y JungKook lo quería golpear ¿Por qué no defiendes a tu hijo?
—¿Por qué siento que me estas mintiendo?
Mierda. Aún no se tragaba el cuento.
—¿Por qué siento que desconfías de mí? —intenté invertir los papeles para ser yo la víctima y ofendida me levanté de la silla para ir hacia la puerta— Comparto un hijo contigo, Park, nuestro hijo. ¿Cómo pretendes que le podamos dar una buena vida si ni siquiera podemos entendernos como sus padres? Necesita amor, atención, cuidado y cariño. JungKook lo quería golpear y a ti no parece importarte. ¿Sabes qué? Me iré a un lugar donde si me aprecien.
—De acuerdo, lo siento. —sonreí victoriosa— No tienes que montar todo este teatro. —rodó los ojos.
—Me quedaré, —dije volviéndome a sentar en su silla— solo porque mi hijo me necesita, no porque tú me lo pides.
Eso, CJ. Esos dos días en el clases de teatro sí sirvieron.
—Por cierto. —cambié de tema para que no volviera a preguntar nada— ¿Qué pasará con la fiesta?
—Ah, sí. Será el sábado a las seis, los pasaremos a buscar en el auto de YoonGi. —se recostó en la cama cruzando los brazos detrás de su nuca.
Sexy.
No es momento, CJ.
—Oh, así que ya tenías la información y todo, y no me dijiste. —esta vez si estaba ofendida ¿cómo se olvida de mí?— Entiendo cuando no me quieren y sé que conspiras contra mí.
JiMin soltó un largo suspiro y cerró los ojos. Así es, soy hartante, ya dije que mi segundo apellido es fastidiar.
—¿Segura que no estas en tus días? —ahí va una patada— ¡Oye!
—Idiota, no le dices esas cosas a una mujer.
Él abrió uno de sus ojos y me sonrió de lado, algo que me pareció un gesto coqueto de él. Le devolví la sonrisa en un intento de corresponder lo que, imagino yo, es coqueteo de su parte. JiMin era un chico tan encantador que lograba que alguien como yo, que no suele fijarse mucho en hombres para ligar, caiga a sus pies.
Park JiMin
— ¿A dónde vas? —pregunté cuando la vi levantarse.
—Al baño. —dijo como si fuera lo más obvia del mundo— ¿Por qué? ¿Quieres ver?
Sentí mi cara arder al momento en el que hizo esa insinuación, y debido a su reacción puedo asumir que me veo ridículamente rojo.
—Era una broma, hombre. —se rió apoyada en el marco de la puerta— Aún no llegamos a ese grado de confianza, guiño, guiño. —me guiñó el ojo exageradamente y desapareció por el pasillo.
¿Aún no llegamos a...? ¡Aah!
Sacudí mi cabeza y volví a acostarme tapando mi cara roja con mi brazo.
—¿Por qué siempre me atraen las problemáticas? —me pregunté a mí mismo en un susurro.
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