-¡Eh dicho que no quiero a nadie!-protesto Abraxas Malfoy desde su recámara. ¡Marchensen todo!-grito otra vez.
-Tú sabes que yo jamás te hago caso, viejo gruñón-dijo Draco ingresando al dormitorio.
-Ah, eres tú. ¿a que has venido? ¿Ya me traes la notícia de que tendré un bisnieto?
-Siempre con las mismas frases, abuelo. Ya cambia tu repertorio-contesto Draco sentándose aún lado de la cama.
-No me llames abuelo. Ya no lo soy. Te has olvidado de esté pobre anciano hace mucho tiempo-dijo agachado la cabeza y tomándose las manos como un niño pequeño.
-No digas eso. Jamás me olvidó de ti. Siempre llamó para ver cómo estás y Mimi tu ama de llaves siempre me dice que estás de malas.
-Esa vieja metiche-murmuro levantado la cabeza más molestó.
-No entiendo tu mal humor, abuelo. Los negocios van bien. Nuestro apellido está en la lista de las familias más prestigiosas del mundo mágico. No veo por que deberías estar de malas.
-¿En serio sólo te importa eso, Draco? Sólo te importa los negocios, el dinero y prestigio-dijo levantándose de la cama.
-Abuelo.
-No, Draco. No quiero saber que eso te hace feliz.
-Ya hemos discutido eso, abuelo. No te daré un nieto.
-¿Cómo puedes ser así con tu abuelo?-le preguntó dándose la vuelta para mirar a su nieto que estaba sentado de piernas cruzadas observadolo sin quitarle la mirada. ¿Sabes cuanto me queda de vida? ¿Tienes idea?
Draco puso los ojos en blanco y se puso en pie. Abuelo. Los magos pueden vivir años, Merlín tenía doscientos años cuando murió, y tu apenas tienes ochenta.
-Y cinco-recalco Abraxas. Sólo soy un viejo, es mucho pedir que complacer a este vulnerable y frágil anciano.
-Pues, por lo que me ha contado Mimi has estado en los laboratorios haciendo experimentos. Yo te veo muy bien de salud.
-Esa metida, no creas nada de lo que ella te diga. Está en mi contra, me odia.
-Ella sólo te cuida. Lleva más de veinte años sirviendo a la familia otra ya hubiera huido de ti, abuelo-dijo apretando sus hombros. Ven viste te invito a almorzar, tengo tiempo hasta la tardé.
-No quiero-gruño.
-Oh, vamos abuelo. Te llevaré a tu restaurante favorito y te pediré tu...
-Señor Malfoy tiene una llamada urgente-los interrumpió Hermione entrando de golpe a la habitación.
-Granger ahora no.
-Es que es urgente. Si no fuera por eso no lo molestaría.
Abraxas desvió la mirada hacia Hermione y algo llamó su atención en ella.
-Bien, dame eso-dijo Draco tomando el teléfono y saliendo del dormitorio.
-¿Quién eres tu jovencita?-pregunto Abraxas sentándose en el borde de su cama.
-Soy Hermione Granger. Asistente del señor Malfoy, señor.
-¿Tú trabajas para mi nieto?
-Sí.
-¿Cómo lo haces? Él suele ser muy insoportable.
-Soló un poco-respondio Hermione.
+¿Siempre eres muy honesta, señorita Granger?
-Sí señor Malfoy. Aunque a veces debo reprimir o seré despedida.
-Hablas de mi nieto, ¿verdad?
-Uy, sí. A veces me dan ganas de darle un jalón de orejas, debieron darle unas buenas nalgadas de niño para que se le quitará ese mal carácter.
-Hice lo que pude, señorita Granger.
-Lo siento. No era mi intención ofenderlo. Yo a veces ni siquiera se lo que digo.
-No te preocupes. Tienes razón debí darle una buenas nalgadas a ese niño engreído. Pero ya no puedo cambiarlo.
-Bueno el se preocupa mucho por usted. He visto llamar a su casa todos los días a la misma hora sin falta para preguntar cómo se encuentra usted.
-Lo sé. Yo mismo he escuchado desde otro teléfono cuando preguntar por mí. Pero si tan sólo me complaciera en mi deseó de darme un bisnieto.
-Oh... eso es.
-Debo irme abuelo. Algo surgió y necesitan de mi presencia, ¿te molesta si lo dejamos para otro día el almuerzo?
-No te preocupes Draco. Vete con cuidado, la señorita Granger me acompañara en mi almuerzo.
-¿Quién yo?-pregunto Hermione sorprendída.
-Claro que tu, no te molesta, ¿verdad Draco?
Draco miró a Hermione y luego a su abuelo.
-Claro que no. Tómate la tardé libre y luego vendré por ti, y te llevaré a tu casa.
-No hace falta. Puedo tomar un taxi.
-Has lo que te ordenó, Granger. Vendré por ti. Si me disculpan debo arreglar esté asunto-dijo marchándose de la habitación.
-¿Asunto solucionado!-golpeo la mano Abraxas. Le diré a Mimi que preparé el almuerzo para dos, ¿qué te apetece comer?
-Yo... no lo sé.
-Oh, vamos. Pide lo que sea y lo tendrás. Además no es bueno que una mujer embarazada no se alimente bien.
-¿Cómo lo supo?-le preguntó muy sorprendida.
-No por nada fui uno de los mejores magos de mi época, señorita Granger.
-No sabía que los magos podían hacer eso.
-No todos los magos. Sólo los sagrados veintiocho sabes reconocer a su familia, ¿Y dime, cuando piensas decirle a mi nieto sobre su hijo?-la miró con una radiante y fría mirada.
-Oh, Merlín-susurro.
-Y no intentes negarlo, Hermione.
-¿Cómo lo supo?
-Esta casa es la mansión más antigua de la dinastía Malfoy. Ha reconocido a su nuevo integrante desde que has puesto un pie en el jardín de la mansión.
-No te preocupes. No voy a juzgarte de lo que sea que tengas con mi nieto.
-¡No!-lo interrumpió. No es lo que piensa. Yo y él no tenemos nada, absolutamente nada. Este bebé fue un error por parte médica.
-Aún así. No deja de ser un Malfoy. Y un Malfoy debe ser reconocido legítimamente.
-Yo no soy una bruja de sangre pura. Soy hija de Muggles, y esté bebé es un mestizo.
-¿Y eso qué? No cambia nada querida. Es un Malfoy, y cómo tal debe ser reconocido.
-Por favor. No le diga nada a su nieto. Sabe él no desea ser padre, y yo no quiero que me quiten a esté bebé. Es lo único que me ha dado un poco de felicidad en mi vida, señor Malfoy-le suplicó.
-¿Quitartelo? ¿Quién demonios le quitaría un hijo a su madre? no soy un monstruo señorita Granger. Pero no puede ocultarlo por siempre. He visto crecer con el pasó del tiempo a Draco sin su madre, he visto en lo que se ha convertido, en la coraza de piedra que se a vuelto por falta de sus padres. No puedes dejar que ese bebé le pasé lo mismo.
-Yo le daré el doble de cariño. A él jamás le faltará amor.
-Pero le faltará su padre. Hay cosas que por más que nos esforzemos jamás podremos suplantar. No diré nada, pero no puedes alejarme de mi bisnieto, Hermione. Es más te ayudaré en todo lo que haga falta para que ambos estén bien.
-Gracias, pero no necesito nada. Sólo quiero a mi bebé, es lo único que pido señor Malfoy. Le suplicó que guarde el secreto.
-Haremos un trató. Vendrás todas las tardes aquí y me contarás cómo va el bebé. Te enseñaré muchas cosas con respetó a Draco y luego de eso tú sola tomaras la decisión de decirle y si no quieres respetaré tu decisión, pero eso no quita que ese bebé no esté protegido por mí en un futuro.
Señor.
-Tomalo o déjalo. Es lo único que te puedo ofrecer. Con respeto a Draco yo me encargaré de él, ya le intentaré algo para que puedas venir en las tardes.
Por que presiento que me voy a arrepentir de esto más adelante.
-Bien. Ven vamos a almorzar, y ya no te sientas mal, ¿qué tal si me cuentas de cómo terminaste así? No puedo creerlo tendré un bisnieto-dijo tomandola de un brazo. Y dime Abraxas, señor Malfoy es muy formal y aburrido.
-¿Siempre son así de extraños?-le preguntó Hermione más confundida que nunca.
-¿Cómo?
-Sí. Pense que tal vez me iba maldecir por arruinar años de pureza de sangre y todo eso.
-Estas loca jovencita, ¿a caso mi nieto no te ha contado quién fue su abuela, Desne?
-No. No somos muy unidos que digamos para que me cuente la historia de su familia se... Abraxas.
-Mi amada, Desne era una bruja Muggle, Hermione y el único amor de mi vida. Lamentablemente ella ya no está con nosotros una enfermedad terminó arrancandola de mi lado. A veces me hubiera gustado que sea una bruja de sangre pura pura para que puediera haber vivido más años, luego no cambiaría nada más de ella.
-Es sorprendente lo que me cuenta.
-Eso no quiere decir que Malfoy no sea un sangre pura por que lo es, por sus venas correr magia pura. Y por la de tu hijo es lo mismo. Ese bebé será único, pero luego hablaremos de eso. Ven vamos a almorzar muero de hambre.
-Pero...
-Te contaré cosas de mi nieto que tal vez te sirvan para domarlo. Y otras cosillas vergonzosas.
-¿Vergonzosas?-pregunto Hermione muy interesada.
-Muy vergonzosas-rio el anciano palmeando su brazo. Ven vamos seguro el bebé tiene hambre.
-Creo que sí lo tiene-sonrio ella.