Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

146K 11K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

44.

2.4K 157 76
By PassionKisser

Capítulo M.

Jackson y sus amigos lograron ganar el torneo al sorprender a los jueces con sus increíbles trucos sobre las tablas. 

El chico, completamente animado, abrazó a Jisoo con fuerza cuando ella se acercó para felicitarlo y le dio varias vueltas en el aire, todo el tiempo bajo la mirada de muerte que cierta castaña le dirigía.

—Felicidades, Jackie —le dije, sonriendo cuando me abrazó con fuerza.

—¡Muchas gracias, Chaeng!

—Felicidades, Jackson —Lisa codeó a Jennie para que dijera algo.

—Sí, felicidades —musitó a regañadientes.

Él sonrió.

—Gracias, chicas. ¿Listas para la fiesta? —preguntó con el mismo entusiasmo, pasando un brazo por los hombros de Jisoo.

Jennie hizo otra mueca.

—Tan listas como se puede estar —contestó Lisa, siempre amable.

—Me alegra que sea así. Por cierto, al DJ le gusta poner canciones viejas, así que no se asombren si escuchan una que otra de hace algunos años.

—Anotado.

—Bueno, tengo que ir a cambiarme. Ya saben, debo verme hermoso para la fiesta —guiñando el ojo hacia nosotras, se alejó con sus amigos no sin antes despedirse correctamente—. Nos vemos después.

—Estúpido Jackson —susurró Jennie con enojo. Pero supongo que yo fui la única que la escuché ya que lo dijo muy bajo y estaba a mi lado.

—Vamos a buscar algunos asientos antes de que el lugar se llene otra vez —ofreció mi mejor amiga, tomando suavemente la mano de Jennie entre las suyas y sonriéndole.

La castaña se sonrojó y asintió.

Lisa estiró la mano hacia mí, sin que yo le dijera absolutamente nada, y empezamos a caminar cuando la tomé.

...

Nos acomodamos en las mismas mantas no tan cerca al escenario, pero lo suficiente como para disfrutar de una buena vista y escucharnos al mismo tiempo. Mientras Lisa chupaba un bombón que sacó de la mochila de Jennie —ya podía asegurar que ambas pelearían por eso más tarde—, envolvió un brazo alrededor de mis hombros y levantó los lentes de sol, de modo que quedaran sobre su cabello.

Cuando me pilló observándola, levantó una ceja y sacó el bombón de su boca para estirarlo hacia mí.

—¿Qué? ¿Quieres? 

Si fuera otra persona, probablemente pensaría que era completamente asqueroso y que jamás sería capaz de hacerlo, pero teniendo en cuenta que es mi novia y que la he besado una innumerable cantidad de veces, me daba igual. Además, Lisa usaba casi todo el tubo de pasta dental cada que se cepillaba los dientes. Según ella porque quería saber rico cuando la besara, cosa que me hizo reír.

Abrí mis labios para que ella posara el bombón en mi boca, y no tardó en complacerme.

Teniendo una de mis mejillas inflada gracias al bombón, la rubia la besó con ternura.

—¿No lo quieres de vuelta? —pregunté, sacando el bombón de mi boca.

—Está bien, termínalo tú —negó, colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja—. Me conformo con probarlo de tus labios después.

Me observó con esa ternura característica en ella y repentinamente el sonido particular de Play Hard empezó a escucharse por todas partes.

—Jackson tenía razón —murmuró—. Le gustan las canciones viejas, pero no por eso dejan de ser buenas.

Tuve que estar de acuerdo en eso.

Sin embargo, pese a que habían empezado a sonar canciones, el evento aún no empezaba y teníamos que esperar. Habrían algunas actuaciones y así.

Un poco aburrida, me volteé hacia mi novia, quien tarareaba la canción y movía su cabeza al ritmo de la melodía, y le llamé la atención.

—Lili.

Fue un murmullo algo bajo y dulce, por lo que no sabía si pudo escucharlo. No obstante, Lisa me sorprendió volteando hacia mí con una ceja levantada.

Estiré mi mano izquierda y bajé las gafas de sol de su cabello hasta sus ojos nuevamente, y me eché a reír cuando arrugó la nariz.

—¿Qué fue eso? —preguntó.

Levanté los hombros, jugueteando con el bombón en mi boca unos instantes, antes de sacarlo y sonreírle con picardía.

—Me gusta como te quedan. Te ves sexy.

Ella me lanzó una sonrisa parecida y rápidamente me envolvió entre sus brazos.

—Yo creo que tú te ves muy sexy con ese vestido —susurró bajo y ronco en mi oído.

Aquel susurro me hizo jadear.

Volteé para quedar cara a cara otra vez, encontrándome con aquella sonrisa que podía asegurar, infartaba a todas las personas, sean hombres o mujeres. No podía observar sus ojos gracias a los lentes oscuros, pero sí podía asegurar que me observaban de esa forma en la que sólo me observaba a mí.

Plantó un beso en mi hombro al mismo tiempo que me abrazaba con más fuerza, y, acto seguido, me susurró al oído dos palabras que hicieron que me derritiera en mi posición.

—Te amo.

Suspirando, me dispuse a contestarle.

—Te amo más.

Ella tarareó y se quitó los lentes, poniéndomelos a mí esta vez.

—Eso no es posible, pero lo dejaré pasar porque eres tú.

Me eché a reír cuando tomó mi mano y la llevó a sus labios, comiendo del bombón que permanecía en ella.

—Manoban, ¿de dónde sacaste ese bombón? —preguntó Jennie cuando se volteó a observarnos unos instantes.

Ambas intercambiamos miradas, sabiendo muy bien de dónde lo sacó, pero sin decir nada.

—Es... ¡¿Es mío?!

—Ah... No —se atrevió a negarlo. 

Cuando Jennie se levantó, Lisa sonrió mostrando todos sus dientes y empezó a correr.

—¡Siempre tomas mis cosas sin permiso! ¡Voy a matarte! —gritó la castaña, persiguiéndola bajo la incesante mirada de las personas a nuestro alrededor.

Jisoo se echó a reír mientras yo negaba con la cabeza, pensando que con ellas tres cerca nunca iba a parar de reír.

...

Tiempo después, cuando la noche cubrió por completo la playa y la luna estuvo en lo alto, la mayoría de actos habían pasado y ahora, en una especie de intermedio, se había formado una pista de baile en el medio de todo.

Lisa y yo reíamos cerca de la mesa con comida, cuando un chico se acercó a ella.

—Disculpa, linda, ¿quieres bailar?

Mi novia levantó una ceja hacia mí y yo me limité a observar al chico con recelo. 

Ella, siempre amigable, le sonrió como disculpa cuando habló.

—Lo siento, pero estoy algo ocupada con mi novia ahora —remarcó el "novia" para que no le quedaran dudas.

Yo entrelacé nuestras manos cuando noté cómo él intentaba hablar nuevamente. 

Intercaló la mirada entre ambas, antes de asentir un poco extrañado.

—Ah... Claro —y sin más, se alejó. 

—¿Estás bien, Rosie Pooh? —me preguntó la rubia.

Me limité a asentir, sin apartar la vista de aquel chico que ahora hablaba con sus amigos. 

—No es suficiente con chicas, también tengo que preocuparme por los chicos —farfullé, frunciendo el ceño pero sin observarla todavía.

—¿De qué hablas, amor? 

Negué con un suspiro e hice un puchero.

—Olvídalo.

—Si es por ese chico, no tienes que preocuparte. Por él ni por nadie —acercándose a mí, Lisa acarició mi mejilla con su nariz tiernamente y plantó un beso en ella—. Yo soy sólo tuya, ¿está bien?

Asentí con una sonrisa mientras bebía de mi coctel de frutas y pasaba una mano por mi cabello, en un intento por ordenarlo.

—De acuerdo —pasé la lengua por mis labios resecos y tomé otro sorbo.

Ella mordisqueó su labio inferior unos instantes, observando a todas partes para, acto seguido, guiarme hacia una palmera un poco alejada de las personas.

—Lisa, ¿qué estás-

Pero antes de que pudiera completar la oración, ella me detuvo abruptamente al chocar sus labios contra los míos. Culpaba al alcohol por aquella falta de control que obviamente poseía mi novia, pero no me importó sinceramente. Ella sabía a alcohol y frutas con una pizca de menta, y sus labios estaban ligeramente humectados y suaves. Sus manos, siempre traviesas, buscaban hacer contacto directo con mi piel —en realidad, era como si ella siempre quisiera tocarme y más tarde descubrí que lo hacía porque quería asegurarse de que todo fuera real y no un sueño—, pero debido a mi vestido no podían, así que al cansarse de buscar mi piel, se asentaron en mi cintura con delicadeza.

Mis manos, por su parte, viajaron desde su clavícula y su cuello hasta la parte posterior de su cabeza, donde enterraron los dedos en su cuero cabelludo con fuerza, sintiendo la suavidad que poseían los mechones rubios.

Cuando sus labios se separaban de los míos, en pocos intervalos de tiempo, su aliento chocaba contra mí, haciéndome estremecer, y volvía a pegarse a mí.

En ese punto ya me tenía completamente acorralada contra la palmera, pero no me quejaba.

Cuando mis uñas pasearon lentamente por su nuca y rasguñaron allí ligeramente, ella se separó de mí jadeante en busca de aire. Me observó el rostro unos instantes, con los ojos oscurecidos por el deseo.

—¿Quieres salir de aquí? —inquirió con esa voz ronca que tanto amaba.

Sin poder hablar, asentí.

Ella se separó de mí y, tomando mi mano, me llevó directamente hacia donde estaban nuestras mejores amigas. Probablemente para avisarles que nos iríamos.

Para nuestra sorpresa, no estaban una encima de la otra como habíamos pensado, y tampoco hacían nada sexual. Simplemente estaban ahí, tomadas de la mano disfrutando de una charla con algunas personas mientras bebían de sus cócteles de frutas.

Fue una sorpresa, pero no era momento para preguntar nada.

—Chicas, Rosie y yo ya nos vamos —Lisa llamó su atención abruptamente.

Ambas se voltearon hacia nosotras y rápidamente nos lanzaron sonrisas divertidas.

—Los papeles se invierten, ¿eh? —preguntó Jennie con cierta burla en su tono.

Lisa bufó, haciéndolas reír.

—Está bien, adelántense. Nosotras iremos más tarde —dijo esta vez Jisoo, pasándome las llaves de la casa.

Yo asentí mientras les regalaba una sonrisa, mi novia, por otra parte, parecía más emocionada y sólo murmuró un "adiós" antes de llevarme consigo.

...

Al llegar a casa usamos las llaves que Jisoo nos dio —porque Minji y la tía Dara también estaban fuera— y nos apresuramos a abrir para subir a mi habitación.

Nos despojamos rápidamente de la camiseta de Lisa y nos tiramos sobre la cama; con movimientos torpes me dispuse a parar a mi novia cuando ella se subió sobre mí aún con su sujetador puesto y jadeó.

—¿Qué pasó? ¿Hay algo mal? ¿Tú...? ¿No quieres-

Puse una mano sobre su boca para evitar que hablara y en un fuerte jadeo, los músculos de su abdomen se tensaron.

Los miré unos instantes mordisqueando mi labio inferior, y rápidamente compuse mi postura negando con la cabeza.

—Esta noche me toca a mí, Lalisa —murmuré con la voz más seductora que pude encontrar en mi interior—. Así que vas a hacer lo que yo diga, ¿entendido?

Ella tragó saliva aún con mi mano en sus labios y asintió obedientemente.

Sonreí satisfecha y retiré mi mano de sus belfos.

—Acuéstate boca arriba —señalé la cama con mi cabeza y en un instante la tuve a mi lado en la posición que quería.

En un rápido movimiento, me posé sobre ella con las piernas a ambos lados de sus caderas y tomé asiento sobre su pelvis, haciéndola jadear. Me estiré hasta que pude posar ambos antebrazos a los lados de su rostro y mi nariz colisionó suavemente contra la suya.

—Siempre eres tú, Lisa —susurré suavemente—. Me di cuenta de que no me has permitido tocarte como se debe, y aunque es tierno que te preocupes por mí, no es lindo que tengas que aguantar tanto... Me tienes a mí aquí y haré que valga la pena.

Posé una de mis manos sobre su mejilla derecha y observé sus labios, pero no me moví.

—Rosie-

Adoptando una actitud sensual que sólo parecía aparecer cuando se trataba de Lisa, saqué la lengua y la pasé suave y tentativamente por su labio inferior, antes de tomarlo entre mis dientes y estirarlo, soltándolo con un jadeo.

Me acomodé sobre su pelvis y retiré de forma veloz mi vestido, quedando sólo en ropa interior sobre ella.

—Tómalo como un agradecimiento por todo lo que has hecho por mí —le dije antes de deslizarme entre sus piernas y retirar rápidamente su ropa interior.

Me atraganté con la saliva al instante en el que la vi. Húmeda e hinchada por mí... Dios, cómo iba a disfrutar aquello.

Cuando acerqué mi rostro a la latiente humedad entre sus piernas, el olor almizclado llenó mis fosas nasales y extrañamente no lo tomé como algo asqueroso. Pasé la lengua por mis labios y me dediqué a probarla.

—Rosie Pooh- 

Las palabras quedaron atoradas en su garganta al momento en el que mi lengua colisionó rápidamente con su humedad. Mis papilas gustativas se deleitaron con el sabor y al instante supe que quería más. 

Sin mostrar ni una pizca de esa timidez usual en mí, empecé con constantes lamidas en su centro, que palpitaba contra mi lengua deliciosamente.

Tras unos instantes, Lisa gimió y llevó una mano a mi rostro para apartarme sólo unos milímetros.

—¡Ro-Rosie! Despacio. Vas a hacer que termine muy pronto —murmuró en tono ronco, haciéndome sonrojar.

—Lo siento —musité, al parecer me había dejado llevar.

Ella tomó aire cuando me volví a acercar.

—Está bien, sólo... No vayas tan rápido.

Asintiendo, retomé mi tarea y empecé con suaves lamidas a lo largo de su humedad, escuchando como gemía roncamente. 

Oh, Dios, cuánto adoraba ese sonido... La humedad entre mis piernas también empezó a extenderse, así que me limité a apretarlas fuertemente para concentrarme en mi labor. Desafortunadamente eso no sirvió y el latido se volvió cada vez más insistente, obligándome a alejarme de mi novia.

Al parecer Lisa también lo notó, porque se elevó con los codos apoyados sobre el colchón y sonrió pesadamente.

—Rosie, también quiero probarte —murmuró en un puchero—. Siéntate sobre mí.

—Pero... Pero todavía no he terminado.

—Puedes hacerlo al mismo tiempo. Sólo... Déjame, por favor.

Iba a decirle que no, ya que yo tenía el control esta noche, pero el latido insistente entre mis piernas me decía que no debía hacerlo, así que le hice caso y me despojé de mis prendas rápidamente. 

Lisa entendió perfectamente y guió mis caderas sobre ella, aquello me lo esperaba, lo que no esperé fue que me hiciera dar la vuelta hasta quedar boca abajo, con mi pelvis pegada a su pecho y la suya a mi rostro.

—Listo —anunció con felicidad—. Así puedes continuar y yo también.

Asentí un poco insegura y, cuando estiré mi cuello para continuar, ella me hizo gemir al enroscar su lengua en mi clítoris punzante.

—¡Lisa! —me quejé. Si ella continuaba haciendo eso no podría concentrarme.

Su risa ronca vibró contra mí, pero no dijo nada y continuó con su trabajo. Jadeando, yo me dispuse a retomar el mío también.

Siendo sincera copié la mayoría de sus movimientos, porque yo era nueva en eso de aplicar el sexo oral, pero debía hacerlo muy bien porque los gemidos que salían de la boca de Lisa cada cierto tiempo me lo decían.

Cuando introdujo la lengua dentro de mis apretadas paredes internas, hice el mismo movimiento, notando como se apretaban alrededor, casi asfixiándola. La sensación fue simplemente deliciosa.

Al agregar dos de mis dedos, experimentando por primera vez cómo se sentía, y moverlos rápidamente en su interior, Lisa explotó en un fuerte y bajo gemido, pero no se apartó de mí mientras movía las caderas acercándolas a mi boca. En su lugar, llevó su lengua más adentro de mí y empezó a bombear con fuerza dentro y fuera.

Aquello fue suficiente para que yo también me dejara llevar.

Maratón 3/???

Continue Reading

You'll Also Like

342K 46K 64
Jimin es el coronel encargado de los nuevos soldados que acaban de iniciar su servicio militar de dos años, aunque debe mantener en secreto que es un...
170K 27.5K 53
Checo trabaja como asistente editorial en Vogue. Ama todo sobre su trabajo, menos a su jefe, Max Verstappen. Max es el peor y Checo lo odia. Pero cu...
66.4K 6.7K 21
━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
505K 51.7K 129
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...