Peter y Remus deciden llevar latas de gaseosa al tren en el tercer año después de darse cuenta de que Sirius y James son ignorantes en el tema de cosas muggle.
Los convencen de sacudir sus latas antes de abrirlas, con simples palabras como: "Tienes que hacerlo, de lo contrario los sabores no se mezclan"
La consecuencia es clara, dos merodeadores bañados en gaseosa.