⚠Lean la nota final, es IMPORTANTE⚠
Abby
¿Cómo es que llegué aquí?
Un día estaba contenta por el rumbo que mi vida estaba dando y al otro me encuentro fuera de la casa del chico que me abandonó hace cuatro años y se fue como el maldito cobarde que es.
Tengo que ser sincera, me aterra verlo y mucho más me aterra hablarle, pero quiero que las cosas queden claras y no meterme en más problemas, esa necesidad de decirle todo lo que me guardé por años me llena el alma.
Ayer Darla fue a mi casa para invitarme a acompañarla al ginecólogo la próxima semana, por fin le dirán el sexo de su bebé y quiere que sea sorpresa para los demás. Acepté y aproveché para contarle lo que sucedió en la casa de la familia Harper.
Mencionaría todas las horribles cosas que Darla dijo acerca de Thomas, pero jamás terminaría.
Sin embargo, ella se ofreció a cuidar a Chloe mientras mis padres no se encontraban en casa, ahora lo único que espero es que esa pequeña pitufina no le cause muchos problemas.
—Es un gusto volverlos a ver —la misma sirvienta que nos habló amablemente la vez pasada nos abre la puerta de la mansión.
Ambos sonreímos, ella nos abre paso. Benjamín se asoma por el pasillo y al observarnos alza sus cejas incrédulo, se ve más extraño de lo normal, parece derrotado o algo por el estilo. Le hace falta una afeitada, su barba comienza a crecer más de lo normal, tiene unas ojeras enormes colgando debajo de sus ojos y ni hablar del perfecto peinado que solía usar.
—No creí volverlos a ver por aquí —dice extrañado al vernos.
—¿Se encuentra bien? —pregunto de inmediato.
—Sí —sonríe por lo bajo intentando ocultar su mirada.
—No pareces estar bien —acota Eitan. Benjamín suspira y sin quedarle otra opción, opta por hablar.
—Tuve una horrible discusión con Scarlett —afirma con la cabeza baja.
Antes de que podamos responder, el vuelve a alzar su mirada decidido a cambiar de tema —Pero eso no importa ahora. ¿A qué se debe su visita?
—Vine a hablar con Thomas.
A el no parece sorprenderle mucho —Claro, está en el segundo piso, en la sala de billar.
Asiento y me dirijo a las escaleras, pero Eitan me toma del brazo, sus lindos ojos pueden hablar por sí solos, está preocupado —Estaré bien —lo convenzo.
Él asiente sin estar tan seguro y es cuando subo las escaleras. Mis manos comienzan a sudar de una manera exagerada, encuentro la sala de billar y me seco las manos con mis jeans, acto seguido tomo la perilla de la puerta temerosamente, lamo mis labios y doy un suspiro.
Aquí voy...
Abro la puerta y lo primero que observo es su silueta, está de espaldas golpeando la bola de billar con el taco. Sé que ya ha notado mi presencia, sin embargo usa su 'concentración' como excusa.
Aclaro mi garganta y es cuando él voltea, una sonrisa arrogante se forma en su rostro al verme —Creí que no te volvería a ver por aquí.
—Creíste mal.
—¿Qué es lo que quieres? —va directo al grano.
—¿Qué no es obvio?
Muerde su lengua y lanza una sonrisa —Sigues evadiéndome con otras preguntas, al igual que hace años, no has cambiado mucho.
—He cambiado más de lo que crees.
—Claro —el sarcasmo es evidente —Entonces ahora sales con mi... ¿hermanastro?
—S-sí —afirmo —Pero ambos sabemos que no vine a hablar contigo acerca de eso.
El nerviosismo es evidente en su rostro, pasa su mano por su cabello y toma asiento en un sofá, yo me siento junto a él esperando que alguna palabra salga de su boca —Escucha. Era un chico de diecisiete años al igual que tú, ninguno de los dos teníamos idea de lo que hacíamos, así que olvidemos todo y sigamos con nuestras vidas —se encoge de hombros. Es un idiota si cree que será así de fácil.
—¿Estás bien de tu cabeza? —alzo mi voz —¿Encuentro al padre de mi hija después de años y lo único que me dice es que le importa un bledo?
—Entonces es una niña ¿eh? —una sonrisa de felicidad sale de su rostro —¿Cómo está ella? —evade mi intento de discusión y su rostro se torna algo serio.
—Bien, perfectamente bien sin ti.
—Me alegro.
—No te entiendo.
—¿De qué hablas?
—¿Por qué intentas evadir todo? Tú fuiste parte de todo esto y saliste huyendo mientras que yo me las arreglaba sola.
—Y me siento culpable —admite —Pero sinceramente no me afectó mucho.
Me guardo mis insultos y trato de tranquilizarme —Claro, a ti no te afectó porque después de eso saliste de la ciudad y me evitaste a toda costa.
—¿Crees que después de eso alguna otra chica querría salir conmigo? ¿O qué crees que hubieran pensado de mi en el instituto? Mi reputación acabaría.
—Entonces de eso se trata. De ti.
—Puedes decirme todo lo que quieras con todo derecho, no hay nada que no haya escuchado antes.
—Eres un maldito egoísta —murmullo entre dientes. Antes de que el pueda hablar, lo paso de lado y salgo de la habitación con la ira corriendo mis venas, creí que después de hablar con él entendería sus razones, soy tan ingenua...
Bajo las escaleras intentando disimular mis ojos llorosos, a quien primero me encuentro es a Layla, la sirvienta que nos ha atendido y hablado amablemente —Linda ¿Estás bien? ¿Quieres algo de té?
—No, gracias —sonrío, creo que no puedo disimular tan fácil.
—El señor Benjamín ordenó que hiciéramos una comida, si tu novio te ve así te aseguro que irá por Thomas y lo golpeará horriblemente.
Río torpemente y acepto el té —Por cierto ¿Dónde está Eitan?
Ella no evita sonreír al escuchar mi pregunta —Si te lo digo, no me lo creerás.
—He pasado por cosas inesperadas en estos días, seguro lo creo.
—Bien... —menciona mientras prepara el té —Eitan está en el jardín jugando a las cartas con su padre.
Una enorme sonrisa se forma en mis labios ante su comentario, me alegra que haya un avance entre su relación padre e hijo.
—Eso es asombroso —exclamo.
—¿Qué es asombroso? —Eitan se aproxima a la cocina junto a nosotras.
—Creí que estabas en el jardín —evado su pregunta.
Él sonríe de lado —Lo estaba, hasta que una sirvienta llegó diciendo que la comida estaba lista.
—Oh, cierto —menciona Layla —Tomen asiento en el comedor.
Eitan
Me siento en el comedor y aprovechando que soy el único que se encuentra sentado, decido ver mi celular, Abby se quedó hablando unos minutos más con Layla, parece estar bien después de su plática con Thomas.
Me percato de que tengo una llamada perdida de Dereck y unos cuantos mensajes.
<<Thea está molesta>>
<<Cree que le fui infiel ¿Puedes creerlo?>>
<<Y ahora sale con otro chico>>
Estoy a punto de devolverle la llamada, pero Scarlett llega al comedor y toma asiento provocando que guarde el móvil de inmediato —¿Celulares en la mesa, Eitan? —cuestiona mientras toma un sorbo de su copa de vino.
—Disculpe.
—No te preocupes, estoy segura de que debes estar muy ocupado respondiendo muchos mensajes.
Arrugo mis cejas —¿Mensajes?
—De las chicas —dice con tranquilidad tomando otro sorbo de su copa —Dudo mucho que tengas tiempo libre con tantas chicas detrás tuyo.
—No hay ninguna otra excepto Abby.
Ella alza sus cejas sorprendida y luego lanza una sonrisa —Eso mismo me decía Thomas cuando creía estar enamorado.
Antes de que pudiera responder, Abby entra al comedor y se sienta a mi lado, mi padre también entra junto a Thomas y ambos toman asiento.
-
Hasta ahora, todo ha estado en silencio, un silencio incómodo. Nunca me imaginé una comida elegante con mi padre, su esposa, mi novia y el padre de la hija de mi novia.
—Y... ¿Cómo se llama mi nieta? —Scarlett intenta romper el silencio, aunque parece que su intención es causar problemas.
Abby deja el tenedor en el plato y voltea a ver a Scarlett, también está nerviosa —Su nombre es Chloe —responde con una sonrisa.
—¿De origen griego? —se cuestiona para sí misma mientras piensa por dentro —Me agrada.
—¿Crees que podamos conocerla? —mi padre cuestiona amablemente intentando alejar la tensión.
Scarlett lanza una risita —Oh porfavor, Benjamín —dice entre risas —Obviamente podemos conocerla, tenemos todo el derecho. ¿No es cierto, Thomas?
—Así es, también es mi hija —dice de repente con orgullo.
—Hace cuatro años no parecías estar tan dispuesto a decir que es tu hija —acota Abby en su defensa.
Siempre pensé que no podría odiar más a alguien que a Drake o a mi padre.
Thomas supera a ambos.
—Chloe es su hija y aunque no lo creas la ama —dice Scarlett alzando su voz —Lo dice por ella, no por ti.
Abby parece estar intimidada y el nudo dentro de su garganta es tan evidente —Si en verdad la amara, recibiría apoyo de su parte —respondo por ella —¿Pero qué hizo el idiota durante estos cuatro años? Nada.
Scarlett se levanta de su silla bruscamente y alza su voz nuevamente —¡No te atrevas a hablar así de mi hijo!
—Tuve mis razones —acota Thomas.
—¿Qué razones? —Abby se une a la discusión —Decir que tu reputación es más importante que cuidar a tú hija no es una maldita razón.
—Tú no lo entiendes. Soy hijo de un empresario y una famosa modelo, no podría dejar la vida que me queda por delante sólo porque tú no te cuidaste.
Abby se acerca hacia él y azota su mano en su mejilla con sus ojos envueltos por lágrimas. Acto seguido sale del comedor intentando secar las lágrimas derramadas en sus mejillas.
Tan sólo ella se aleja de él y en un momento inesperado y sin siquiera pensarlo, plazmo mi puño en su cara varias veces seguidas. Su labio inferior comienza a sangrar rápidamente, mientras que el alrededor de su ojo se inflama poco a poco, mi padre se acerca e intenta alejarme de él, quiero obedecerlo pero no puedo, la ira me consume y me hace golpearlo cada vez más fuerte.
Él intenta defenderse y alejarse de mí con fuerza, lo único que logra es darme varios golpes en mi pómulo, estoy tan aferrado a seguir golpeando su maldito rostro, que es difícil para él hacer algo contra mí.
—¡Eitan! ¡Basta! —ordena mi padre, sin embargo sigo golpeando, dirijo un brusco golpe a su estómago provocando que más sangre salga de sus labios. Es cuando mi padre me toma ambos brazos y me separa poco a poco de Thomas.
Intento zafarme del agarre de mi padre, pero no lo logro. Él me lleva fuera del comedor y mientras salgo, la voz de Scarlett se hace presente —¡Maldito infeliz! —me grita mientras corre a ayudar a Thomas.
Mi padre me suelta y se ve preparado para reclamarme —Sé que Thomas ha hecho cosas incorrectas y ha respondido de manera grosera, pero...
—¿Lo vas a defender?
—No. Thomas se merecía todos esos golpes, pero es suficiente.
Ruedo mis ojos y salgo en busca de Abby, se encuentra en el jardín lanzando unas pequeñas rocas a un charco, en cuanto me ve corre hacia mí —¿Estás bien? —cuestiona al ver mi pómulo inflamado y rojizo.
—¿A comparación de Thomas? Sí, estoy bien.
—A ti te encanta provocar peleas ¿no es así?
—Probablemente... ¿Cómo estas tú?
—No tan débil como la vez pasada.
—¿Quieres que nos vayamos?
—Vine a buscar explicaciones, le di una oportunidad a Thomas y la desperdició —dice en tono molesto —Creo que ya no tengo más que hacer aquí.
-
Fue más fácil salir de la mansión de mi padre que la vez anterior, quizá seguiré visitando a mi padre de vez en cuando, pero no en estos momentos.
No sé si todo lo que ha dicho sea verdad, pero me arriesgaré a creerle, creo que después de todo, merece una segunda oportunidad.
Llegamos a la casa de los Miller, cuando abrimos la puerta nos encontramos a Darla y a Chloe dormidas en el sofá, al notar el ruido ambas despiertan de inmediato.
—¿Día agotador? —cuestiona Abby al ver el estado de Darla.
—Como no te lo imaginas... —balbucea —Tu hija es un demonio andante.
—Igual que la madre —bromeo.
Abby rueda sus ojos con una sonrisa —Gracias por cuidar a Chloe.
—Cuando quieras —acota Darla —Pero a la próxima denme consejos de cómo hacer que deje de saltar por los muebles de la casa.
—Por supuesto —responde Abby con una sonrisa.
—Bueno... me voy. Nathan necesitará ayuda para arreglar el cuarto de ésta criatura —menciona Darla señalando su vientre.
—¿Ya saben el sexo del bebé? —cuestiono.
—No aún —una sonrisa aparece en su rostro y chilla emocionada —Pero la próxima semana lo sabremos —dice antes de salir de la casa.
Caigo en el sofá agotado por todo lo que está sucediendo, Abby se sienta sobre mí y me besa tiernamente al notar mi cansancio.
—¡Giu! —exclama Chloe al vernos —Hay niñas pequeñas presentes.
Ambos reímos ante su atrevido comentario —¿Por qué no estuvieron en estos días? —cuestiona la pequeña inocentemente.
Si supieras, pitufina...
—Hubieron algunos problemas —responde Abby penosamente, luego alza su cabeza y sonríe —Pero mami ya los arregló junto con Eitan.
—Oh —dudo mucho que Chloe pueda entender todo lo que está pasando ahora —Entonces ¿Ya no hay más ploblemas?
Abby niega con seguridad.
—¡Genial! Polque eso significa que ahola tenemos tiempo para jugal los tles.
—Creo que eso deberá ser mañana —dice Abby mientras carga a Chloe en sus brazos —Ya es tarde y debes dormir.
Chloe hace una cara triste —No tengo sueño.
—Pero es necesario que duermas —alienta Abby —Despídete de Eitan.
La pequeña baja de los brazos de su madre y me da un beso en la mejilla —Adiós papá.
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⚠IMPORTANTE LEER⚠
Yo suelo actualizar desde la tablet y a veces desde mi laptop, en la laptop debo iniciar sesión y toda la cosa, y en una de esas, la aplicación no me dejaba entrar.
Me aparecía que mi contraseña estaba incorrecta (cosa IMPOSIBLE, porque me la sé perfectamente) entonces andaba triste y no sabía qué hacer. Pero por suerte tengo instalada la app en mi tablet con la sesión abierta.
Entonces me vengo enterando de lo que pasó con la plataforma, y pues me comencé a preocupar mas, intento cambiar mi contraseña pero no me deja y no sé cómo hacerle. Si saben algo y me lo pueden decir, sería de mucha ayuda.
Estoy pensando en hacerme una cuenta secundaria por si sucede algo o una cuenta de instagram donde les avisaría si sucede algo inesperado, denme consejos porfas!!
Espero les haya gustado el capítulo, intentaré resolver el problema para que ya no sucedan más inconvenientes.
Lxs amo :( ♡