Lazos de Sangre |Completo|En Edición|

Capitulo XXIV

"No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.– Albert Einstein"

Dos meses y medio después...

Con cuidado analizaba su reflejo en el espejo.

Las blancas túnicas del clan Gusu Lan son las que ahora se ciñen sobre su cuerpo y no el característico amarillo con el que había crecido. Decir que extrañaba portar sus colores natales era poco, ya que constantemente soñaba con aquellos momentos en los que lo respetaban por ser el hijo de Jin Zuxian y su amada esposa Jiang Yanli, y recorría los pasillos de su clan con la frente en alto mientras su túnica combinaba con el color del mismo.

Haber vivido dos meses y medio en Gusu Lan no cambiaba ese sentimiento, aun cuando los demás trataban de ser corteses y tratarlo lo mejor posible, el recuerdo de su vida como Jin Rulan, el líder del clan Jin, seguía marcado en su memoria.

No negaba que el clan Lan era justo, noble y muy refinado. Nunca escucho un mal comentario por parte de los demás al contrario, lo respetaban más de lo que hubiese esperado a su llegada pero, él no era de ese lugar y dudaba algún día acostumbrarse.

– Desearía estar en casa – susurro sin apartar su vista del reflejo – ¿Por qué tuvo que pasarme esto?

Dos suaves golpes en la puerta le interrumpieron, haciendo que se apartara del espejo.

– ¿Quién es? – pregunto sin un ápice de ánimo en su voz.

– Soy yo... Sizhui.

Aquella voz hizo que su corazón latiera un poco más rápido de lo normal, regresando a verse al espejo una vez más para arreglar cualquier desperfecto antes de indicarle que podía pasar.

La puerta corrediza se abrió y la figura de Sizhui se hizo presente, saludándole con una reverencia, acompañada por su usual sonrisa.

– Buenos días – dijo Sizhui sin dejar de sonreír.

– Buenos días – respondió Jin Ling con algo de timidez.

– Veo que finalmente terminaron las túnicas – recorriendo rápidamente la figura de Jin Ling con los ojos – te quedan muy bien.

Jin Ling se sonrojo ligeramente por el comentario.

Aun cuando había dicho que no era necesario que le hicieran túnicas nuevas – ya que no pensaba quedarse toda su vida en el clan Lan – Zewu–Jun insistido, que si bien no era discípulo del clan Lan, debía portar las túnicas del mismo, ya que era el hijo de su hermano Wangji – aunque esto último lo había interpretado como hijastro por matrimonio – y usarlas le daba el estatus que como tal merecía, independientemente si decidía regresar a Torre Koi.

Al principio dudaba en si se veía bien con ellas, ya que siempre pensó que el blanco no era un color que todos podían usar y verse bien con el mismo pero, que Sizhui lo elogiara... Le hacía pensar que tal vez había errado respecto a ese pensamiento.

– Mmm... Gracias – dice regresándole a ver – ¿Necesitas algo? – Pregunto cambiando el tema para ocultar su vergüenza – No es muy usual que vengas a verme y menos a una hora tan temprana.

Sizhui hizo un gesto que demostraba que recordó lo que realmente lo había traído en primer lugar.

– Zewu–Jun solicita tu presencia en su despacho.

– ¿Ahora? – Pregunto con algo de intriga – Mis clases están por comenzar – recordando todas las clases que le habían hecho tomar por ser el hijastro de Hanguang–Jun.

– Los maestros ya están al tanto, por lo que las clases están aplazadas por la próxima hora.

Jin Ling frunció el ceño y se cruzó de brazos.

No era común que el líder del clan Lan lo llamara a su despacho y, usualmente cuando algo así sucedía, era porque el discípulo en cuestión había hecho algo grave que requería la intervención del mismo por ello, no recordaba haber hecho algo como para que Zewu–Jun lo llamara.

Trato de recordar alguna falta hecha en los últimos dos meses y medio pero, nada aparecía en su cabeza por lo que, solo suspiro y contesto.

– Mmm... Iré tan pronto termine de arreglarme.

– De acuerdo, entonces me despido – dedicándole una sonrisa antes de girarse sobre sus talones y caminar hacia la puerta.

Jin Ling lo observo unos segundos antes de regresar a verse al espejo pero, al notar que la presencia de Sizhui seguía en la habitación, tuvo que girarse nuevamente y preguntar el motivo por el que aún seguía en la misma.

– ¿Sucede algo? – Pregunto con curiosidad – ¿olvidaste decirme algo?

Sizhui quien tenía su mano sobre la puerta corrediza se mantuvo en silencio unos segundos, soltando un largo suspiro y tomando valor para preguntar lo que estaba rondando su cabeza.

– Jin Ling – girándose un poco para enfocar la figura del omega – tu... ¿Aun sigues enojado con...?

– ...

– ¿No has intentado hablar con madre y arreglar las cosas? – finalmente pregunto, sabiendo de ante mano que estaba metiéndose en un tema que no le concernía.

Jin Ling frunció el ceño y apretó con fuerza sus manos, tratando de contener el evidente enojo que estaba naciendo en su pecho por la mención de aquel omega.

– No vuelvas a mencionarlo – dijo entre dientes.

– Jin Ling... Han pasado casi tres meses desde que llegaste a Gusu y sigues ignorándole.

– Eso no es asunto tuyo, así que no te metas – dijo sin regresar a verle.

Sizhui comenzó a percibir en el aroma del omega, la evidente molestia que le estaba causando, así como la frustración que el simple hecho de nombrar a Wei Wuxian generaba en el mismo.

Respiro profundamente y trato de hablar con calma para no seguir alterando a Jin Ling.

– Es cierto, no es su asunto mío pero, no me gusta verle sufrir de esa manera, cada desplante que le haces lo lastima y mucho.

El aroma del omega cambio rápidamente, sus feromonas se sentían pesadas y picosas por el enojo que evidentemente estaba alcanzando niveles no muy agradables. Algo que quedó demostrado cuando Jin Ling lo regreso a ver, con el ceño fruncido y los dientes apretados.

– ¡Con que derecho me dices eso! – Exclamo alzando la voz – ¿que lo lastimo por ignorarle? ¿Y qué hay de mí? ¿Por qué debo pensar en su dolor cuando lo que hizo me destrozo la vida que conocía? ¿Acaso olvidaste que él me abandono? ¿Que por su culpa fui humillado por todo el clan Jin? ¿En serio crees que puedo ir y hacer como si nada hubiese ocurrido?

– Yo no dije eso y comprendo tu enojo Jin Ling – tratando de calmar al omega – pero, madre tuvo sus razones y si tan solo le dieras la oportunidad de explicarte...

– No trates de convencerme – le respondió acercándose al alfa – escúchame bien, nunca escuchare a ese omega... Ni en esta vida ni en las que siguen.. Ninguna explicación es suficiente para cambiar el hecho de que me abandono.

– Jin Ling...

– Déjame solo – girándose para darle la espalda – buscare más tarde a Zewu–Jun.

Sizhui soltó un largo suspiro al ver terquedad del omega y asintió con un breve movimiento de su cabeza.

– Quizás solo deberías intentarlo, puede que comprendas muchas cosas que actualmente desconoces.

El joven alfa hizo una reverencia a modo de despedida, abrió la puerta corrediza y abandono la habitación un segundo después.

Una vez estuvo nuevamente solo, Jin Ling se dejó caer sobre la cama, intentando calmar todos aquellos malos sentimientos que estaba teniendo hacia aquel omega pero, cada que recordaba lo sucedido meses atrás, la furia que estaba oculta en su corazón, volvía a brotar sin poder evitarlo... Un sentimiento que solo le había dejado miseria y soledad.

"¿Mejorar las cosas? ¿Escucharle?" pensó con melancolía "entre él y yo... Las cosas han quedado muy claras"

Dejando que su mente rememorara ciertos hechos que lo habían marcado desde que había llegado a Gusu.

Cuando arribaron a Gusu Lan, el joven omega pensó que de forma inmediata le sería dada una habitación, lugar donde se escondería durante todo lo que quedaba del día ya que, no tenía animo alguno de ver a nadie mucho menos de toparse nuevamente con Wei Wuxian mas, no contaba con que Zewu–Jun le pediría esperaran al segundo jade y quienes venían con él en la entrada de la montaña.

No tuvo más remedio que tragarse su enojo y acompañar al líder del clan Lan, no podía permitirse hacerle un desaire menos cuando dicho alfa había sido demasiado amable con él, aun con todo lo que habían descubierto recientemente.

Para su buena suerte, no tuvieron que esperar mucho ya que una hora más tarde, el segundo jade arribo a la entrada de la montaña, siendo seguido por su omega, uno con el cual no tenía ganas de hablar.

– Hermano – dijo el segundo jade, haciendo una pequeña reverencia al llegar a lado del mismo.

– Zewu–Jun – imito Wei Wuxian.

– Wangji, Joven Wei – los saludo al verlos con una sonrisa – espero el viaje de regreso no tuviera contratiempos.

– No los hubo – respondió Wuxian – la mayor parte del tiempo estuve dormido.

Lan Xichen sonrió suavemente al escucharlo, ya que significaba que todo había salido bien durante su retorno.

– Entonces deberíamos entrar, estoy seguro que el joven Wei debe estar algo hambriento.

– ¡En eso tiene razón! – Exclamo el omega – ahora que como por dos, mi hambre ha crecido.

– Wei Ying – lo llamo su alfa – acabas de comer algo.

– Eso solo fue un antojo.

Xichen solo rio por lo infantil que se estaba comportando su cuñado pero, lo atribuyo a su actual estado.

– ¿Entramos? – dijo a modo de pregunta pero sin esperar respuesta como tal y se giró para comenzar a subir la escalera.

La pareja solo se regresó a ver antes de seguir a Lan Xichen pero, cuando el omega del segundo jade levanto la vista y se encontró con la figura de Jin Ling, se detuvo de golpe.

Por un instante, pensó en quedarse ahí hasta que tanto él como su cuñado se hubiesen perdido de su vista pero, el deseo de poder hablar con él, decirle lo que realmente paso y lo que creía sobre la actual situación pudo más dentro de él que, sin darle tiempo a su alfa de detenerlo, comenzó a subir los escalones con algo de prisa.

Algo que preocupo al segundo jade ya que en su estado, caer por los escalones tendría consecuencias muy graves en la salud del cachorro que crecía en su vientre por lo que, se apresuró a seguirlo cuesta arriba.

Por su parte, Jin Ling al notar como el otro omega se dirigía hacia donde estaba, decidió darse la vuelta para irse pero, la insistente forma en como este lo llamaba termino irritándolo.

– ¡Deja de decir mi nombre! – exclamo con molestia, girándose para encarar al otro omega, quien se detuvo a pocos pasos de alcanzarlo.

– Lo siento... Yo solo... – respirando profundamente para tratar de recuperar el aliento.

– Wei Ying – lo llamo su alfa, pasando su mano por la cintura de su pareja, preocupado por la falta de aliento de este.

– Estoy bien – le susurro, regresando a verle – olvide que el embarazo me tiene algo cansado y, perdí el aliento con solo subir esos pocos escalones ...– girando su cabeza nuevamente para encarar al joven omega – yo... Jin Ling... Entiendo tu enojo pero... si me dejas explicarte...

– ¿Explicarme? – le pregunto con ironía – ¿explicarme por qué me abandonaste?, ¿El por qué decidiste quedarte callado hasta que todo exploto?, ¿el cómo pretendes engañarme otra vez para que te perdone?

– Yo no te... Así no son las cosas – trato de explicarse, intentando que el omega más joven comprendiera – lo que sucedió... La razón de mi decisión no fue tomada para lastimarte...

– Claro – respondió con algo de burla – como todas las decisiones que has hecho en tu vida, ¿no?

Wei Ying respiro profundamente para no dejarse llevar por el mal humor del otro omega.

– Reconozco que he cometido errores pero, lo que hice hace dieciocho años no fue con la intención de lastimar a nadie además, lo que dijo esa mujer... No estamos seguros de que tu...

– ¡Ya cállate! – Exclamo Jin Ling – ¡no quiero tus excusas! ¡Siempre buscas la manera de excusar tus errores y estoy harto! ¡No quiero verte ni escucharte, nunca voy a perdonarte que me abandonaras! ¡¿Es tan difícil que eso se te meta en la cabeza?!

El nigromante abrió la boca pero ningún sonido salió de la misma, ya que se veía incapaz de contestarle al omega más joven, sobre todo porque sabía que si continuaban, las cosas terminarían pero.

– Jin Ling – la voz de Xichen se escuchó tras el mismo, haciendo que todos regresaran a verlo.

– Zewu–Jun – susurro Jin Ling, sonrojándose por la vergüenza que sentía, ya que había olvidado que el líder del clan Lan seguía con ellos y, quien seguramente había regresado sobre sus pasos al escucharlos discutir.

– Te recuerdo que una de las reglas de nuestro clan Prohíbe los gritos y el ruido excesivo – hablo con calma sin apartar la vista del omega.

– Lo... Lo siento.

– Sé que seguir nuestras reglas al pie de la letra puede volverse un tanto complicado ya que en el clan Jin no son tan exigentes con sus discípulos y es por ello, que te apoyare en lo que esté a mi alcance para que puedas sobrellevar mejor las costumbres y reglas de nuestro hogar.

– ...

– Pero así como estoy dispuesto a apoyarte, también debo recordarte que en nuestro clan, respetamos a nuestros mayores así como a los maestros que forman parte del mismo – bajando los pocos escalones que faltaban para colocarse a lado de Jin Ling – y el joven Wei es uno de ellos así como integrante de la familia principal – recalcando esto último – sé que tienen asuntos que resolver y es posible que se dejen llevar por la naturaleza de su temperamento pero, no por ello dejare pasar una falta como esa. Si reincides en faltar al respeto a alguien del modo en como lo hiciste, me temo que tendré que imponerte un castigo, ¿he sido claro?

Jin Ling no respondió pero su aroma evidenciaba el enojo provocado por la llamada de atención del alfa.

– En vista que todo ha quedado claro, creo que lo mejor es que descanses en tus aposentos – dijo Xichen al no recibir respuesta de parte del omega – más tarde un discípulo te llevara la comida.

No obtuvo nuevamente respuesta.

Lan Xichen suspiro suavemente y con un ademan, llamo a uno de los discípulos que los habían recibido una hora antes.

– Acompañen al joven Jin Ling a sus aposentos.

– Como ordene Zewu– jun – respondió el discípulo.

Jin Ling al ver la oportunidad de irse simplemente hizo una reverencia y siguió al discípulo sin emitir palabra alguna.

– Al parecer las cosas con el joven Jin Ling no serán fáciles en los próximos días.

Wuxian suspiro y respondió.

– No, tiene razón en lo que dijo, muchos de nuestros problemas son a causa de mis decisiones.

– Las cuales tomaste pensando que eran lo mejor.

– Y no lo fueron – dijo, sintiendo como su esposo lo abrazaba con suavidad, transmitiéndole su apoyo con ese simple acto.

– Por ahora solo podemos tener paciencia con él y esperar a que estos días los utilice para reflexionar, quizás con ello logre calmarse.

Wei Ying asintió con algo de pesar mientras se apoyaba en su esposo.

Mientras tanto, ninguno de los tres se percato, como Jin Ling había escuchado la conversación antes de dirigirse a los aposentos que le fueron asignados.

Recordaba aquel día de muy mala manera, no solo había sido reprendido por Zewu–Jun a menos de una hora de llegar a Gusu sino, que debía aprender a lidiar con eso, ya que la mayoría de las veces se reprimió para no gritarle pero, el solo verle, aunque sea de lejos, le recordaba lo sucedido, un sentimiento que lo obligaba a darse la vuelta e ignorar al omega, todo con tal de no montar una escena como el día que llego.

Para su buena suerte eso solo sucedía en escasas ocasiones y no todo había sido malo durante su estancia en Gusu. Su recibimiento al clan, cuando Lan Xichen lo presento fue... Cordial. Aunque lo más difícil no fue presentarse como el hijo de aquel omega ante todos los discípulos o el actual consejo sino, fue visitar a Lan Qiren junto con el líder de su clan.

Recuerdo que seguía plasmado firmemente en su cabeza.

La fría e intimidante mirada del viejo maestro de Gusu, se posó sobre la figura de Jin Ling, quien trago con algo de fuerza por la misma y desviando la mirada al no poder seguir sosteniéndola por más tiempo.

El ambiente era algo tenso y las feromonas de ambos alfas no ayudaban, por un lado estaba Lan Qiren cuyo aroma indicaba su desconfianza, por el otro estaba el aroma de Zewu–Jun, el cual intentaba apaciguar el aroma contrario... Logrando que el ambiente resultara demasiado pesado para un omega como Jin Ling.

– ¿Confirmaron la información que esa mujer les dio? – pregunto Lan Qiren.

– El pergamino que mostro como prueba fue escrito por la difunta Tang Kumiko y el consejo como el propio Jin Ling, confirmaron que era su letra así como la firma del mismo era autentica por lo que... Puede darse por sentada la confirmación.

El viejo maestro jugo con su barba mientras analizaba las palabras de su sobrino. Sobre todo en el pequeño titubeo que este tuvo casi al final de la oración. Lo cual por alguna razón le indicaba que no estaba completamente seguro de dicha situacion.

Qiren busco la mirada de su sobrino mayor, quien le indico sin palabras que no era el momento de hablar de algo más mientras Jin Ling estuviera con ellos.

El viejo alfa soltó un suave suspiro y regreso a ver al omega.

– Jin Rulan – haciendo que este se sobresaltara por el llamado – en vista de lo descubierto, ¿entiendes la responsabilidad que tendrás como discípulo del clan Lan?

– Lo entiendo – respondió Jin Ling – pero me temo que debo aclararle que mi estancia en Gusu Lan no es permanente por lo que, aun cuando estudie aquí para conocer todas las costumbres y reglas que los rigen, sigo siendo discípulo del clan Jin y...

– Entonces... ¿Cuál es el objetivo de tu llegada a Gusu Lan sino es formar parte del clan?

– Yo...

– Tío – intervino Xichen al ver la problemática en la que estaba el joven omega – la estancia del joven Jin Ling en nuestro clan, es con el único fin de que pueda reconciliarse con los actuales problemas que le inquietan... Ha pasado por mucho.

– Xichen... Este chico es el hijo de Wangji.

"Hijastro... Más bien" pensó Jin Ling al escuchar al viejo alfa referirse a él de ese modo.

– Por extensión pertenece a nuestro clan – regresando a ver al omega, intentando sonar lo más calmado posible, sobre todo por la difícil situación en la que este último se encontraba.

– Lo sé pero, la situación actual amerita un tiempo de paz y reconciliación personal quizás, más adelante cuando todo mejore y Jin Ling se acostumbre a nuestro entorno, pueda decidir en qué clan quedarse... Después de todo es su vida de la que estamos hablando.

El viejo maestro suspiro.

– Muy bien, en ese caso, deberá a comenzar la formación que todo integrante de la familia principal debe tener así mismo, creo conveniente que le confeccionen túnicas apropiadas así será más fácil que se acostumbre y decida más adelante.

– Eso sería lo más apropiado – apoyo Xichen.

– Disculpen – hablo Jin Ling algo inquieto por las palabras dichas, sobre todo porque al parecer no lo estaban tomando en cuenta – pero quiero conservar mis túnicas, no tengo problema en aprender sobre cualquier tema en particular pero... eso ultimo... Yo...

El primer jade noto la aflicción del omega y sonrió suavemente.

– Comprendo tu inquietud, sé que es difícil dejar a un lado las túnicas representativas del clan que te crio pero, creo que mi tío tiene razón, para ir acostumbrándote no solo debes aprender todas nuestras reglas y costumbres, también debes ir familiarizándote con la túnica así como los colores que portamos.

Jin Ling se mantuvo en silencio, meditando las palabras del líder del clan Lan, asintiendo un asegundo después al darse cuenta que no tendría más opciones.

– En ese caso, pediré que el sastre venga tan pronto sea posible para que tome tus medidas y haga túnicas adecuadas.

Tras decir eso, la conversación cambio nuevamente, donde el tema principal fueron las clases, horarios y otros aspectos que tendría que manejar así mismo, tomaron la decisión de que, aun cuando Lan Qiren estaba en reclusión, al ser el maestro más antiguo y con más conocimiento dentro del clan Lan, Jin Ling lo vería una vez a la semana, solo para comprobar sus progresos.

Mientras Jin Ling, solo deseaba salir de ese lugar.

Recordar ese día le provocaba escalofríos, la reputación de Lan Qiren como un alfa imponente y un maestro estricto era conocida por todo el mundo de la cultivación pero, cuando llego finalmente el día que iniciaría su formación, impartida especialmente por él –algo que le causo curiosidad por que todos sabían que estaba en reclusión, aunque supuso que por ser el hijastro de su sobrino, habían hecho una excepción– lo que encontró fue un maestro muy claro y preciso, que lo corregía claramente cuando se equivocaba y lo elogiaba cuando lo hacía bien.

Por lo que no entendía por qué decían que era un maestro muy inflexible o, quizás, la reclusión impuesta por Xichen –un tema que solo descubrió cuando un día le pregunto a Sizhui y este le contesto con dificultad– había cambiado algo en él, pasando a ser un maestro un poco más flexible, algo que agradecía en sobre manera.

Eran esos momentos y otros tantos que habían sido remotamente agradables pero, definitivamente no eran motivo suficiente como para que su enojo hacia aquel omega disminuyeran, algo que había quedado claro en su última discusión.

Los ojos de Wei Wuxian se ampliaron cuando lo vio entrar al Jinshi con la caja de la comida.

Llevarle la comida no era una de las cosas que deseara hacer, ya que verlo hacia que el rencor que le guardaba regresara por ello, cuando el encargado de las cocinas le pidió de favor llevarle sus alimentos –por que por alguna extraña razón ni un discípulo estaba disponible en ese momento– decidió que solo entraría, no le hablaría, dejaría el encargo y saldría tan rápido como llegara al lugar.

Pero olvidaba que Wei Wuxian era bastante rápido y, antes de que pudiera siquiera poner un pie fuera del Jinshi, el omega ya lo tenía agarrado fuertemente del brazo, pidiéndole hablar.

– Jin Ling – lo llamo Wuxian – por favor, necesitamos hablar.

– Ya lo hicimos y todo quedó claro – respondió Jin Ling tratando de zafarse del agarre del mayor.

– Sabes que no es así – replico Wei Ying – hay cosas que no sabes, por eso quiero explicarte... Que yo no creo...

– Decirme ¿qué?, todo está claro, me abandonaste porque no me querías, me dejaste a mi suerte como si fuera un simple objeto... Te deshiciste de mí porque era una piedra en tu zapato... Es simple de entender – jalando su brazo y zafándose del agarre.

– ¡Eso no fue lo que sucedió! – Exclamo Wuxian – Yo... Yo no hice eso por esos motivos... Yo...

– ¡No quiero seguir escuchándote! ¡No quiero saber nada de ti? ¡¿Que no lo entiendes?! – Apretando con fuerza sus manos – ¡Nada que provenga de ti me interesa!

Metiendo su mano dentro de su túnica y jalando el dije que pendía de su cuello.

– Esto es tuyo... Por lo cual no lo quiero...

Wei Ying observo el dije que el omega más joven le extendía y trago con fuerza por la presión que estaba sintiendo en su pecho.

– Te lo regale, no tienes por qué devolverlo.

– ¡Pero yo no lo quiero! – dijo con la mano extendida pero al ver que el omega mayor no lo tomaría, lo apretó con fuerza antes de lanzarlo al suelo.

– ...

Wei Ying no emitió palabra alguna ante la acción hecha por el omega más joven, simplemente bajo la mirada con un dejo de tristeza en la misma., reprimiendo las lágrimas que amenazaban por escapar de sus ojos.

"No llores" pensó, culpando a su estado por la necesidad de hacerlo.

Jin Ling por su parte solo lo contemplo unos instantes, pensando solo por un segundo que quizás se había pasado de la raya al hacer aquello pero, era la única forma en hacerle entender que no quería verlo ni hablar con él.

Estaba por hablar y decirle que ya no le buscara cuando, un fuerte aroma a sándalo inundo sus fosas nasales, la presión era tal que le cortaba la respiración, los ojos comenzaban a picarle y su cuerpo no le estaba respondiendo como quería.

Con dificultad dirigió su vista hacia el lugar de donde emanaba aquel aroma y amplio sus ojos al encontrarse con el dueño del mismo.

– Hanguang–Jun – susurro.

El segundo jade estaba parado en la entrada del Jinshi, tenía el ceño levemente fruncido y su mirada estaba fija en la figura de Jin Ling. Quien finalmente se dio cuenta que el segundo maestro de Gusu había escuchado todo y por ello, la presión a la que su fuerte aroma a sándalo lo estaba sometiendo.

– Lan Zhan – lo llamo su omega, quien se apresuró a llegar junto a él y tratar de calmar la ira del alfa – está bien, en serio... No te enojes con Jin Ling...

– ...

– Por favor – le susurro.

Lan Wangji contemplo a su omega unos instantes antes de soltar un largo suspiro y retraer su aroma, consintiendo de esa forma la petición de su esposo aun cuando no estaba del todo de acuerdo con la misma.

Jin Ling comenzó a respirar profundamente cuando sintió que la presión en el lugar poco a poco desaparecía, sintiéndose mejor cuando su cuerpo se relajó y estuvo libre del fuerte aroma del alfa.

"Es mejor que me vaya" pensó para sus adentros, ya que no quería volver a hacer enojar al segundo jade y verse preso por aquella imponente presión.

El omega estaba por dar un paso con la firme intención de irse cuando, la voz grave del segundo jade lo detuvo, haciendo que un escalofrío atravesara su columna.

– Jin Rulan.

– ...

– Faltarle el respeto a alguien está prohibido – indico Lan Wangji – copiaras cien veces las reglas del clan Lan hasta que las recuerdes correctamente.

– Sí, Hanguang–Jun – le respondió Jin Ling evitando que sus ojos se encontraran con los del alfa.

– Espero que no vuelvas a reincidir – le dijo sin un ápice de emoción en su voz – la próxima vez no seré indulgente con ese tipo de comportamiento.

"Mejor dicho, no serás indulgente conmigo si vuelvo a gritarle" pensó Jin Ling, asintiendo un segundo después ante la clara advertencia del alfa ya que, aun cuando el segundo jade impuso el castigo por romper una regla, podía leer entre líneas y, todo ello había sido a causa de lo que le hizo a su omega.

– Puedes retirarte – dijo Lan Wangji.

Jin Ling hizo una reverencia y salió del Jinshi sin emitir palabra alguna, solo pudo regresar a ver de reojo cuando estaba unos metros lejos del lugar, observando como el segundo jade se agachaba para tomar el dije que había tirado y se lo entregaba a su omega, quien un segundo después se apoyó sobre su pecho, mientras él lo rodeaba con sus brazos.

Jin Ling recuerda ese día con mucha frustración ya que no solo había terminado copiando las reglas sino, que se veía impedido de decirle algo al omega del segundo jade, aunque sabía que quizás algunas veces se pasó de la raya con sus palabras pero, ¿no tenía derecho alguno? ¿Solo debía aceptar lo que le hizo nada más nacer?

Soltó un largo suspiro.

Es por ello que lo ignoraba constantemente, prefería que le reclamaran por no hablarle a que le riñeran y le castigaran por su culpa. Solo debía soportar el tiempo que viviese en Gusu, una vez regresara Lanling todo terminaría, continuaría con su vida y nunca volvería a ver a Wei Wuxian si de él dependía.

– Lo mejor es no hacer esperar a Zewu–Jun.

Verifico una última vez que su apariencia estuviese presentable y salió del lugar, con dirección al despacho del líder del clan Lan.

– Zewu–Jun – saludo haciendo una reverencia.

– Jin Ling – asintiendo al saludo desde su lugar tras el escritorio – toma asiento por favor.

El omega agradeció y camino hacia el lugar frente al líder del clan Lan, sentándose un segundo después.

– Sizhui me informo que desea verme, ¿ocurrió algo?

– No, nada ha ocurrido, solo deseaba hablar contigo respecto a tu desempeño en estos últimos meses.

– Oh...

– ¿Cómo te has sentido? ¿Ya te has acostumbrado correctamente a la vida en Gusu Lan?

– Bueno...

– ...

Con calma Jin Ling comenzó a hablar sobre su sentir respecto a la forma de vida en Gusu Lan, el como los demás discípulos y maestro lo habían tratado de forma cortes, las tareas que le han impuesto a la largo de esos dos meses y que, ha intentado no meterse en problemas – algo difícil considerando su situación con Wei Wuxian–.

Lan Xichen lo escuchaba atentamente sin borrar la sonrisa que siempre adornaba su rostro, analizando cada palabra que el omega le dedicaba y notando como la última oración era dicha con algo de duda, dándole a entender que hablaba de su cuñado y la situación que actualmente Vivian.

Siendo esto último de lo que realmente deseaba hablar con él.

– Supe que Wangji te pidió copiar las reglas nuevamente, ¿discutiste nuevamente con el joven Wei?

Jin Ling se sorprendió por la repentina pregunta ya que muy pocos se habían enterado de su ultimo altercado por lo que, asumió que el segundo jade le había informado de lo sucedido.

Intentando calmar su molestia respecto a la divulgación de dicho hecho, respondió.

– Con todo respeto Zewu–Jun, eso es algo en lo que no deberían interferir, después de todo, lo sucedido solo les concierne a Wei Wuxian y a mí.

– Estoy consciente de ello pero, han pasado casi tres meses desde que llegaste a Gusu, donde has conocido la mayoría de las reglas y me alegra que las lleves a cabo con diligencia pero, en muchas ocasiones has olvidado respetar las más importantes.

Jin Ling enarco una ceja, ya que no recordaba haber roto reglas que fueran de gran peso dentro del clan Lan y, si lo decía por Wei Wuxian, siempre trataba de no acercarse ni estar en el mismo lugar donde aquel omega estuviera, justamente para evitar alguna discusión cuyo resultado fuera con el castigado.

El primer jade al notar la confusión en el omega, decidió que debía aclarar sus palabras.

– No guardar rencor.

– ...

– Respetar a nuestros mayores – comenzó a recitar dichas reglas – no juzgar sin tener pruebas y, la más importante de todas.

– ...

– Respetar a nuestros padres.

Esta última regla hizo que algo dentro de Jin Ling se removiera ya que, de alguna forma sentía que Lan Xichen le estaba reclamando de forma sutil, el cómo trataba a Wei Wuxian desde que todo ocurrió.

Al ver que Jin Ling no respondía, Xichen suspiro y trato nuevamente de hablar con él.

– Entiendo tu sentir, la impotencia y el dolor son sentimientos que nos carcomen, impidiendo que podamos avanzar pero... Sé que sigues enojado por todo lo sucedido y que crees que nunca podrás continuar pero, sin escuchar toda la historia que hay detrás solo estarás juzgando y emitiendo tu juicio con la poca información que los demás te han dado – dijo sin apartar la vista del omega –Wei Wuxian no es perfecto, ha cometido pecados que el mismo cielo ya le perdono, ¿no crees que merece una oportunidad para enmendarlos en esta nueva vida que le fue concedida?

Jin Ling no responde de inmediato ya que las palabras del alfa calaron un poco en su interior, haciendo que se preguntara si podría perdonarlo, si no estaba cometiendo un error al juzgar de la forma en como lo hacía.

Cuando finalmente encontró las palabras para responderle, la llegada de un discípulo interrumpió su conversación.

– Me disculpo por la interrupción – dijo el discípulo recién llegado.

– ¿Que sucede? – pregunto Xichen.

– El líder del clan Jiang acaba de llegar y solicita verle.

– ¿Mi tío? – pregunto Jin Ling, un tanto confundido ya que no tenía conocimiento que Jiang Cheng arribaría a Gusu.

– Jiang Cheng envió una misiva el día de ayer, anunciando su llegada por ello no pude informarte de ello.

– Oh, entiendo.

– Hazlo pasar – ordeno Xichen.

El discípulo asintió y salido de la habitación.

Unos minutos después el mismo discípulo regreso al lugar, escoltando al líder del clan Jiang quien, se sorprendió al ver a su sobrino en el despacho del alfa.

– ¿Qué haces aquí? – le pregunto con el ceño fruncido – ¿rompiste alguna regla y ahora estas recibiendo tu castigo?

– ¡Claro que no! – Exclamo Jin Ling – ¡Yo no he roto ninguna regla! – Desviándole la mirada y cruzando sede brazos – al menos ninguna importante – dijo esto último en un susurro inaudible.

Jiang Cheng enarco una ceja completamente confundido por la situación, regresando a ver a Xichen, buscando una explicación.

– Estábamos teniendo una breve conversación antes de que vaya a sus clases diarias – respondió Xichen.

– Ya veo – sentándose a lado de Xichen – ¿Y puedo saber de qué trataba dicha conversación? – Pregunto sin rodeos – espero que se haya comportado desde mi última visita.

Jin Ling infla sus mejillas en un evidente puchero por la falta de confianza de su tío mientras que, por su parte Lan Xichen soltaba una suave risa.

– Jin Ling es un joven muy dedicado – aseguro – aunque las pocas ocasiones en las que se le ha llamado la atención es por levantarle la voz a... – regresando a ver de reojo a Jiang Cheng.

– Dilo – insistió Jiang Cheng – levantarle la voz a Wei Wuxian.

El primer jade guarda silencio lo cual confirma lo dicho por el líder del clan Jiang.

– Jin Ling no tiene por qué fingir – dijo con evidente molestia – mucho menos tolerar a ese omega si no es lo que desea. Tampoco tiene que convivir con él si se siente incómodo ante su presencia.

– Lo sé – respondió Xichen – comprendo eso pero, actualmente Jin Ling vive en Gusu Lan – aclaro con cuidado de no irritar más a su pareja – hay reglas que debe seguir y, aunque su relación con el joven Wei sea tensa e incómoda, ante los ojos del clan y todos los discípulos, sigue siendo un maestro – observando como la irritación comenzaba a ser palpable en el rostro del omega – a quien debe respetar por la posición que tiene, sobre todo por su actual estado.

El líder del clan Jiang no emitió respuesta pero su aroma – el cual comenzó a percibirse más y más conforme pasaban los minutos – demostraba cuan enojado estaba gracias al tema que estaban tratando.

– A–Ling – hablo Jiang Cheng – déjanos solos, tengo que hablar con el líder del clan Lan – indico, cambiando bruscamente el tema de conversación.

– ¿Ha?, ¿quieres que me vaya? – Pregunto frunciendo el ceño – aún no he terminado de hablar con Zewu–Jun.

– Lo que tengo que tratar es más importante que tu comportamiento diario – dedicándole una mirada llena de frialdad que hizo que el omega más joven se estremeciera por la intensidad de la misma.

– Pero...

– Jin Ling – intervino Xichen – más tarde retomaremos nuestra conversación por el momento, lo mejor es que retomes tus clases.

El joven omega solo soltó un largo suspiro y asintió a las palabras del líder del clan Lan. Se levantó de su lugar, hizo una reverencia a modo de despedida y salido del despacho.

Una vez se quedaron solos, Jiang Cheng retomo la palabra.

– ¿Leíste la nota que adjunte?

– Lo hice – aseguro Xichen – ¿aún no encuentran la causa de los disturbios?

– No y eso me preocupa, ya que ni bien han pasado dos meses desde que Jin Ling dejo de ser el líder del clan Jin y ya se encuentran en problemas – aseguro sin ánimos – lo que me hace dudar si ese chico... Li Wang, es realmente apto como aseguraban – indico con evidente molestia.

Aunque aquello era un caso que solo los líderes conocían –para no alarmar a nadie – desde que Jin Ling había dejado Lanling tras perder el liderazgo, una serie de ataques comenzaron a suceder en las tierras del clan Jin. Muchos cultivadores eran atacados durante las cacerías nocturnas sin encontrar al responsable, muchos trataron de atribuírselo a los espíritus resentidos, criaturas ancestrales despertadas por error, etc...

Pero hasta el momento no habían podido dar explicación a los mismo por ello, Li Wang había pedido ayuda al clan Jiang pero, al no poder aportar ninguna pista, Jiang Cheng había enviado una misiva a Xichen, esperando que el pudiera arrojar un poco de luz a tales acontecimientos.

– La capacidad de un líder no solo se mide en la resolución de problemas también, en las conexiones con los demás clanes, el apoyo de sus discípulos – menciono Xichen.

– ¿Estas justificando su ineptitud?

– No justifico nada, simplemente hago hincapié que el joven Li aún es muy nuevo en dirigir todo un clan, él nunca fue entrenado para ello.

– Tampoco Jin Ling – refuto el omega.

– Pero Jin Ling tuvo cinco años para aprender, Li Wang solo ha estado en esa posición dos meses... ¿Que tanta experiencia puede adquirirse en ese tiempo? – le pregunto con algo de tristeza en su voz – incluso nosotros tuvimos problemas para adaptarnos al liderazgo una vez culmino la guerra.

– ...

– Creo que está haciendo todo lo que puede, incluso pidió ayuda cuando la creyó necesaria. Un líder sabe cuándo pedir ayuda y él lo hizo... ¿No lo crees?

Jiang Cheng desvió la mirada y chasqueo la lengua.

– Supongo, aun así sigue sin gustarme.

– Lo sé – dijo sonriendo suavemente.

– De cualquier modo, ¿crees que sea un espíritu o criatura mística la razón de los ataques?

– Es difícil saberlo, por lo que entendí, solo ocurre durante las cacerías nocturnas, ¿se han reportado ataques en los poblados?

– Ninguno hasta donde sé.

– Eso es incluso extraño... ¿Qué hay de Li Wang? ¿Menciono algo al respecto? ¿Alguna teoría que este manejando?

– La misma que todos, lo último que supe es que está investigando en los archivos antiguos del clan Jin más allá de eso... No tenemos nada.

– Supongo que será un tema a tratar en la próxima conferencia.

– Posiblemente, pero si algo se, es que se debe resolver – aclaro Jiang Cheng – si esto continua es posible que se extienda a las tierras de los demás clanes y eso, si sería un serio problema para nosotros.

El primer jade solo asintió a las palabras de su pareja.

Ambos continuaron su conversación sin percatarse que Jin Ling se había quedado fuera del despacho, con la firme intención de escucharlos aunque eso significara romper las reglas del clan Lan.

"¿Ataques?" pensó Jin Ling con detenimiento "¿Por qué Li no menciono nada en la última carta que me envió?" cruzándose de brazos y frunciendo el ceño "Definitivamente la próxima vez que venga a Gusu Lan, le sacare toda la verdad respecto a ese tema"

Tras ese último pensamiento salido de su escondite y, cerciorándose que nadie estaba cerca, retomo su camino hacia el salón donde los maestros lo esperaban.

Cientos y cientos de documentos se encontraban apilados sobre el escritorio mientras leía con detenimiento el que tenía entre sus manos, tratando de encontrar una forma de dar explicación a los ataques que estaban teniendo durante las cacerías desde hace casi dos meses.

Al inicio pensaba que solo era coincidencia, que se trataban de casos aislados pero, cuando los días pasaban y los ataques continuaron, fue en ese momento que decidió realizar una investigación que hasta el momento no había rendido frutos.

– No hay nada en el registro de cacerías pasadas – susurro Li mientras pasaba la página – espíritu, criatura, bandidos... ¿Que puede estar causándolos?

La misma pregunta se repetía una y otra vez dentro de su cabeza, aun cuando había pedido ayuda al clan Jiang por ser uno de los más cercanos –gracias a Jin Ling – la respuesta seguía escapándosele y, si a eso le sumaba los asuntos pendientes como el secuestro de Jin Ling durante la prueba, el estrés acumulado le estaba pasando factura al no dejarle dormir adecuadamente, teniendo ligeras bolsas oscuras bajo sus ojos –ocultadas hábilmente con maquillaje, habilidad que aprendió con su madre al ser su conejillo de indias cuando niño–.

Necesitaba una solución y entre más pronto pudiese encontrarla, más rápido podría solucionar todo lo demás.

Dos golpes en la puerta captaron su atención, dando permiso a quien estuviera fuera para entrar, siendo un joven discípulo quien ingreso al lugar e hizo una reverencia a modo de saludo.

– Líder del clan.

– ¿Sucede algo?

– Reportando lo acontecido en la investigación que nos fue comandada.

– Adelante.

– Se investigó minuciosamente la última área donde se realizó la cacería nocturna más reciente pero, me temo que al igual que en las otras ocasiones, no hay nada en el lugar. No se encontró rastro de espíritu o criatura que haya sido la causante de los ataques.

– ¿No hay nada?

– Todo está completamente limpio.

Li Wang deja el libro y analiza lo informado, sintiéndose un tanto impotente al no obtener nuevamente ninguna pista al respecto de los ataques.

– De acuerdo, puedes retirarte.

– Como ordene – haciendo una reverencia y dando media vuelta para irse.

Justo en el momento en el cual el discípulo abandonaba el despacho, Dong Hua y Heng Yu ingresaron al mismo, notando el semblante serio y algo desanimado de su amigo.

– Hey... ¿Todo bien? – pregunto Heng Yu acercándose junto a Dong Hua.

– No – respondió Li – aun no encuentro nada, respecto a los ataques.

La pareja observó a su amigo quien mostraba una postura recta pero tensa, tratando de mostrarse como alguien fuerte y determinado, siguiendo toda regla de etiqueta como el líder que actualmente era.

– Li... Ya no hay nadie así que... Ya puedes dejar de fingir – aseguro Heng Yu con una sonrisa.

Li Wang lo regreso a ver y lo contemplo unos segundos, antes de apoyar todo su peso sobre el escritorio y soltando un largo suspiro de cansancio.

– Sinceramente, estoy sorprendido con tu conducta – indico Dong Hua – estos casi tres meses han sido el mayor tiempo en el que Li ha pasado sin romper reglas – riendo ligeramente.

– Sí, meses en donde se ha mostrado como el perfecto caballero y ejemplo a seguir por los demás – apoyo Heng Yu comenzando a reír.

– No se burlen – dijo Li, levantando su cabeza para enfocarlos – no saben lo difícil que ha sido para mí tener que comportarme así frente a todo el mundo, tener a todo un clan sobre mis hombros no ha sido sencillo.

– ¿Quién te manda a ser el líder del clan Jin? – pregunto Heng Yu – sino mal recuerdo, solo venias a conocer a tu familia paterna pero terminaste siendo el líder aun cuando siempre juraste que nunca aceptarías un cargo tan pesado... Ya que no era para ti.

Dong Hua suelta una breve risa por el comentario.

– ¿En que estaba pensando cuando les pide vinieran y me ayudaran? – pregunto Li en un susurro, sintiendo como sus mejillas enrojecían por la vergüenza.

Dong Hua compadeciéndose de su amigo se aclaró la garganta y tomo la palabra.

– ¿Y qué piensas hacer ahora? – pregunto cambiando el tema de conversación.

Li le dedica una mirada que demostraba que no comprendía su pregunta.

–Me refiero a los ataques durante las cacerías, el secuestro de Jin Ling... La promesa que le hiciste – explico.

El joven alfa soltó un largo suspiro y cerro el libro, levantándose para acercarse a ambos betas.

– He estado buscando alguna respuesta a los recientes ataques y al secuestro de Jin Ling pero hasta ahora no he conseguido nada, respecto a lo del liderazgo creo que ya tengo una solución pero... No diré nada hasta que este seguro de que es viable – aseguro sin ánimos – pero olvidando eso, ¿cómo va todo en el orfanato? ¿Alguna novedad?

– Todo está en orden – respondió Heng Yu – aun cuando Jin Rulan ya no está para hacerse cargo, las personas encargadas siguen al pie de la letra las ordenes que les dejo.

– Mmm... Los niños están siendo bien cuidados aunque, extrañan mucho al joven Rulan – agrego Dong Hua.

– Jin Rulan es muy amado por esos niños – finalizo Heng Yu.

– ¿Quién no amaría a Jin Ling? – pregunto Li, sonrojándose furiosamente al percatarse que lo había hecho en voz alta.

La pareja de betas se regresaron a ver y rieron entre ellos, haciendo que la vergüenza del joven alfa aumentara.

Dong Hua se aclaró la garganta, compadeciéndose una vez más de su compañero y hablo.

– ¿Enviaras un mensaje a Gusu Lan? – Le pregunto – mencionaste que quizás Lan Xichen podría ayudarte con la situación actual.

– Lo he estado pensando – respondió sin regresar a verlo – el clan Lan es conocido por archivas grandes sucesos dentro de las paredes de su biblioteca, quizás haya algo ahí que pueda ayudarnos así que, quizás la próxima vez que visite Gusu Lan hable con su líder respecto a ese tema.

Heng Yu soltó una suave risa ante el comentario, haciendo que el alfa enarcara una ceja.

– ¿Qué?

– Cómo que esas visitas se han hecho muy habituales ¿no? – Pregunto Heng Yu regresando a ver de reojo a su pareja – ¿Por qué será?

– Eso... Han sido visitas por temas de gran importancia – replico Li con el rostro completamente rojo.

– Claro y seguro no tienen nada que ver con Jin Rulan – sonriendo de medio lado.

– Jin Ling es parte del clan Jin y... Debo asegurarme que su estancia en Gusu Lan este siendo lo más apropiada posible – dijo tartamudeando un poco al contestar.

Ambos betas se le quedaron viendo, una mirada que Li supo de inmediato que decía "ni tú te crees eso"

– Claro... Y eso incluye llevarle regalos...– menciono Heng Yu.

– De cortejo ¿quizás? – apoyo Dong Hua.

– ¡No son de cortejo! – exclamo Li todo rojo por la vergüenza.

La pareja solo comenzó a reír mientras Li solo quería salir corriendo de ahí por la vergüenza.

Wei Ying observaba atentamente como las manos de la sanadora tocaban su pronunciada barriga de seis meses y medio, sintiendo como su cachorro se removía en su interior al percibir la energía espiritual de la misma. Una vez la sanadora termino su revisión, alejo sus manos del omega y sonrió suavemente.

– Todo está en orden – dijo girándose para caminar hacia la mesita y tomar su libro, donde comenzó a escribir – el cachorro está en perfecto estado, me alegra saber que has seguido al pie de la letra mis instrucciones.

– Lan Zhan se ha encargado de coma correctamente y no me ha dejado moverme más de lo necesario – índico acariciando su pronunciada barriga – lo cual ha hecho que me aburra constantemente – agrego a modo de queja.

– El segundo maestro ha hecho bien – apoyando la actitud del alfa – su condición no debe ser tomada a la ligera, falta poco para que dé a luz y debe ir preparándose para lo que eso significa.

El omega asintió y bajo la cabeza.

Sí algo mantenía nervioso o quizás algo ansioso al omega del segundo jade era precisamente eso, el momento en que tenga que dar a luz. No era la primera vez que tenía un bebe, la experiencia era difícil de olvidar –sobre todo cuando dicho suceso había sacudido su vida a día de hoy – eso no lo tenía preparado para volver a vivir ese momento. Sobre todo cuando su actual cuerpo era muy débil comparado con el original y tenia que el dolor del parto le fuera difícil de lidiar.

Dichos pensamientos lo mantuvo algo absorto que no se percató que su aroma estaba inundando el lugar, haciéndole saber a la sanadora lo nervioso que estaba.

– Tranquilo – dijo la sanadora tomando su mano.

– ...

– Comprendo tus temores, tener un hijo nunca es fácil mucho menos cuidarlo, sobre todo para omegas primerizos – dijo recalcando la última palabra – tu cuerpo actual nunca tuvo un bebe por ende, es difícil saber que pueda suceder pero, yo estaré ahí, haciendo todo lo que este en mis manos para que todo salga bien – sonriéndole suavemente mientras trataba de calmarlo – además, también está el hecho de la llegada del cachorro que tuviste en tu vida anterior por lo que, es comprensible todo el estrés y nerviosismo que vives pero... Solo recuerda, debes estar calmado.

Con pesar asintió a las palabras de la sanadora, intentando calmar sus actuales nervios aun cuando sabía que le resultaría muy difícil. Sobre todo por el último punto que ella había tocado, la llegada de Jin Ling a Gusu había incrementado considerablemente su estrés, algo que trataba de mantener bajo control pero, fallaba miserablemente.

Actualmente, tras lo sucedido en Torre Koi, ya no era un secreto que Wei Wuxian había tenido un hijo antes de morir en el asedio –aunque nadie sabía quién era el padre alfa salvo algunas personas cercanas – por lo que, el anuncio de que Jin Ling era dicho cachorro era bastante conocido en el mundo de la cultivación y el cual, lo había mantenido en un torbellino de emociones que prefería no externar para evitar preocupar a su esposo.

Además de agregarle a eso las inquietudes respecto a ello, tanto el cómo su alfa tenían muchas dudas sobre Jin Ling siendo su hijo, las mismas que solo Lan Xichen conocía y quien, les había sugerido mantenerse discretos respecto a esa incertidumbre, no podían permitirse otro escándalo por lo que, tanto ambos jades investigarían por su cuenta mientras él, se encargaba de descansar... Lo cual lo frustraba.

– Tratare de relajarme – indico con una triste sonrisa.

– Sé que no debería entrometerme – hablo la sanadora sentándose a su lado – pero, he notado que han tenido ciertas... Diferencias con su hijo, su primer hijo quiero decir.

– Sí, algo así.

– Como sabes, no solo ejerzo como la líder de los sanadores del clan Lan sino, que también ayudo a las personas con sus estados de ánimo, episodios de estrés, miedos e inseguridades.

– Algo he escuchado.

– Bien, Zewu–Jun recomendó que Jin Ling tomara semanalmente una sesión conmigo, para comenzar a trabajar con sus episodios de enojo así como ir sacando esos sentimientos que comúnmente reprime desde que todo comenzó... He tratado de ayudarle y, que pueda abrirse un poco hacia la posibilidad de hablar con ustedes, para mejorar su relación pero...

– ¿Es un chico terco, testarudo y con fuerte temperamento casi imposible de doblegar? – pregunto Wei Ying con algo de diversión en su voz.

– Sí, exactamente – respondió la sanadora.

Wei Ying rio bajito.

– Agradezco su ayuda pero, estoy al tanto de sus sentimientos hacia mi así que... No se sienta decepcionada sino funciona.

– Aun así, seguiré intentándolo.

Ambos soltaron una suave risa.

Dos pequeños golpes en la puerta hicieron que interrumpieran la conversación, regresando a ver a la entrada del lugar.

– ¡Jingyi! – exclamo con algo de alegría.

– Buenos días – saludo el joven omega.

La sanadora solo asintió con un movimiento de su cabeza.

– He venido por el maestro Wei – indico con una suave sonrisa.

Wei Ying sonrió suavemente.

Muchas cosas habían cambiado desde lo ocurrido con Lan Qiren y el consejo anterior. Actualmente, aun cuando habían escogido nuevos integrantes, debían analizar cambiar algunas leyes y reglas para evitar otro episodio como el sucedido con su persona por lo que, tanto su alfa, cuñado e hijo, debían involucrases en largas reuniones además de las cacerías nocturnas que debían ser dirigidas.

Agregándole a eso la tensa relación que vivía con Jin Ling, no tenían mucho tiempo para convivir, mucho menos para ayudarlo con su embarazo por lo que, al no tener a nadie más, Lan Wangji había escogido a Lan Jingyi para ese trabajo. Sobre todo por ser un omega que ya tenía cierta familiaridad con su pareja y con quien compartía ciertos gustos por lo que, no tendrían problema alguno para convivir diariamente.

Por ello, todos los días Lan Jingyi lo acompañaba a todas partes, le llevaba la comida, le ayudaba a preparar el baño, etc... Solo lo dejaba solo cuando tomaba las siestas de la tarde y regresaba para entregar la cena, acompañándolo hasta que Lan Wangji regresaba al Jinshi.

En cierta forma era algo bueno para el joven Omega, no tenía más responsabilidades que ayudarle diariamente... Aunque Jingyi en alguna que otra ocasión había mencionado que prefería lo castigaran por romper las reglas que cuidarlo, esto último por lo pesado y dramático que era... Pero, detalles...

– Justo a tiempo – respondió la sanadora – he terminado con la revisión, más tarde se los notificare Hanguang–Jūn – levantándose de la cama – solo evita el estrés – le sugirió a Wuxian.

– Lo intentare.

– Muy bien, pueden irse.

Ambos omegas asintieron y tras una reverencia, ambos salieron de la sala de sanadores.

Una vez la reunión del día culmino.

El primer jade había acudido a sus aposentos donde su pareja lo esperaba.

En Gusu Lan ya no era un secreto que ambos mantenían una especie de relación más allá de la amistad, aunque aún no se había formalizado más allá de la palabra, se respetaba como tal por ello, a nadie le parecía extraño que de vez en cuando el líder del clan Jiang permaneciera un día o dos en el lugar, hospedándose en el Hanshi o lo esperara en el mismo si solo estaba de paso.

Y aun cuando en Gusu el chisme estaba prohibido, dicha situación se había extendido fuera de las montañas, hasta llegar a los demás clanes quienes, sin pudor habían estado hablando a sus espaldas... Algo que realmente no les importaba mientras ambos estuvieran bien con ello.

– Me alegra encontrarte aun aquí – dijo Lan Xichen, entrando al Hanshi con una suave sonrisa en su rostro.

– Te dije que no me iría hasta que volvieras de tu reunión con el consejo –regresando a verlo mientras dejaba su taza de té vacía sobre la pequeña mesa – ¿no fue lo que prometí?

Xichen solo sonrió y se acercó a su pareja, envolviéndolo entre sus brazos mientras el omega se sonrojaba por la cercanía.

– ¿Qué pasa?

– Nada, solo te extrañe – le susurro el alfa.

– Me viste antes de irte a la reunión – le contesto con algo de vergüenza.

– Aun así, te extraño cuando no estas a mi lado.

Jiang Cheng no respondió por la vergüenza que las palabras del alfa por lo que, intentando salir de esa atmósfera algo bochornosa, intento cambiar el tema de conversación.

– ¿Cómo te fue en la reunión?

El alfa sonrió ligeramente al notar el cambio de tema.

– Muy bien – aseguro sentándose a lado de su pareja – los nuevos integrantes del consejo aún tienen mucho trabajo por delante para ser una unidad completa pero, hemos comenzado con buenos términos.

Jiang Cheng asintió.

– Me alegro escuchar eso, sería un problema si terminan siendo iguales a los anteriores viejos.

– Intentamos escoger maestros muy capacitados, con una mente abierta y visión a futuro, quienes piensen en el bienestar del clan sin olvidarse de sus integrantes.

– Ya veo.

El silencio se posó sobre ellos durante unos instantes, antes de que el alfa retomara la palabra y colocara sobre la mesa un tema, que si bien no se había tocado para no generar una disputa entre ambos, decidió tocarlo para conocer el actual estado del mismo.

– A–Cheng.

– ¿Mmm?

– Durante estos meses, ¿has reflexionado acerca de ese tema?

– ...

El primer jade espero a que su pareja respondiera, obteniendo un claro disgusto y una mueca por parte de este.

– ¿Tenemos que hablar de eso?

– Creo que sería conveniente después de todo, se trata de la familia.

– Él no es...

– ¿Estás seguro?

– ...

– A–Cheng – lo llamo el alfa tomando su mano – conozco perfectamente el sentimiento, lo difícil que es aceptar nuestros propios sentimientos, el rencor y el orgullo a veces nublan nuestros verdaderos deseos, porque el dolor es más fuerte que nosotros.

El omega no lo regresa a ver, ya que su pareja tenía razón en sus palabras pero, su propio orgullo le impedía aceptarlo.

– Sé que es difícil pero, en el fondo deseas reconciliarte con él ¿no es así?

– Yo... Yo no dije eso.

Lan Xichen sonríe suavemente, dedicándole una mirada comprensiva.

– Deberías intentar hablar con él, ambos lo necesitan, ya casi cumple los siete meses de embarazo y ahora más que nunca necesita a su familia, sentir el aroma de sus seres queridos para sentirse seguro.

Jiang Cheng soltó un largo suspiro.

– Yo... He pensado en ello, hablar con él es algo que... Me ha ocultado muchas cosas y no sé si pueda perdonarle.

– Lo sé pero, el rencor no es un sentimiento agradable, tampoco el orgullo... Ambos lo aprendimos tras muchos tropiezos – apretando con fuerza la mano del omega entre las suyas.

– Quizás tengas razón – recordando brevemente los miles de problemas que han vivido.

– Todo saldrá bien solo... Piensa en ello.

– No prometo nada.

Ambos se regresan a ver antes de que sus labios se encontraran y se fundieran en un cálido beso.

Con calma ambos omegas caminan de regreso al Jinshi.

El ambiente es algo frio pero agradable, perfecto para poder salir a pasear por las calles de Caiyi o, al menos eso pensaba el omega del segundo jade, quien en su mente se quejaba de lo aburrido que estaba y lo agradable que sería poder salir de Gusu nuevamente.

Recodaba el olor a vino y el picante de sus alimentos, algo que poco a poco comenzaba a abrirle el apetito, lo cual fue confirmado por un gruñido de su estómago.

– Tengo hambre – dijo Wuxian.

– ¿Otra vez? – Pregunto Jingyi con sorpresa – maestro Wei, hace menos de una hora que comió.

– Estoy comiendo por dos, es obvio que tenga hambre.

– Eso es una falacia y solo está excusando su glotonería – Replico el omega más joven – sí sigue así, se pondrá muy gordo y rodara por todo Gusu.

Wei Ying se detuvo de golpe, acto que imito Jingyi.

El primero se le quedo viendo y un segundo después una lagrima callo por su mejilla, a la cual siguieron otras más hasta que el omega embarazado comenzó a llorar dramáticamente.

Jingyi se tensó por lo sucedido, tratando de encontrar el motivo del llanto del mayor.

– ¿Maestro Wei?

No obtuvo respuesta y el omega embarazado siguió llorando.

– Vale, vale... Conseguiré algo de comer en las cocinas – dijo al comprender la razón del llanto.

Wuxian detiene su llanto y se le queda viendo.

– ¿Me traerás un postre dulce?

– Si, si, traeré un postre dulce.

El omega embarazado sonrió, feliz por lograr su cometido.

Acto que hizo que Jingyi suspirara.

Ambos continuaron su camino, disfrutando del cómodo silencio entre ambos, uno que finalmente cayo cuando la voz de Wei Ying lo interrumpió.

– Jingyi...

– ¿Mmm?

– ¿Cómo ha estado Jin Ling?

– Pues... Bien, supongo. No he tenido mucho tiempo para hablar con él pero, puedo decirle que sigue siendo el mismo que conocemos, sigue siendo igual de caprichoso pero ha respetado las reglas del clan, el maestro Qiren aun en su reclusión, le ha ayudado con asesorías semanales para verificar su desempeño, no suele relacionarse mucho con los demás discípulos, ya sabe cómo es, pero si alguien necesita ayuda la brinda sin quejarse.

Wei Ying sonríe, alegrándose internamente que aun con los problemas que ambos tienen, Jin Ling siga siendo un chico amable aunque le cueste admitirlo.

– Aun no han arreglado las cosas, ¿verdad?

Wuxian negó con su cabeza y respondió.

– Es comprensible su actitud y aunque me duele su rechazo, no puedo molestarme con él por ello.

– La joven amante está haciendo una tormenta en un vaso de agua – menciono Jingyi con una mueca – su terquedad es el verdadero problema aquí.

– Jin Ling solo hace lo que cree correcto para él, que tus padres te abandonen... No es algo fácil de digerir – respondió con una triste sonrisa mientras la sombra de la incertidumbre nuevamente se cernía sobre su persona.

– Cualquiera en su lugar sería feliz – dijo en un murmullo casi imperceptible.

– ¿Qué?

– Decía que para un huérfano siempre será difícil aceptar que sus padres le abandonen. También enterarte después de muchos años que no eres hijo de quien se supone te criaron pero, antes de juzgar se debe saber toda la verdad detrás de sus actos... Un padre que entrega a su hijo esperando tenga un mejor futuro, aun cuando eso lo lastime, es la mejor prueba de amor que existe... Y la joven amante está siendo muy obstinado al no dejar que le explique por qué lo dejo... Está haciendo berrinche del cual se arrepentirá después.

Wei Ying se quedó mudo ante la madura respuesta que el omega más joven le brindo. En esos momentos se recordó así mismo que, aunque Jingyi suele romper las reglas y portarse una que otra vez de forma rebelde, seguía siendo un miembro del clan Lan y comúnmente sus discípulos eran el modelo ideal de belleza, justicia y caballerosidad.

Con una suave sonrisa floreciendo en su rostro, el omega embarazado llevo su mano hacia la cabeza de Jingyi, acariciándola suavemente.

– Gracias – le susurro.

Jingyi se le queda viendo por unos segundos, sonrojándose suavemente y bajando la mirada.

"Por alguna razón... El toque de su mano es... Muy cálido..." disfrutando de la caricia y el suave aroma que el omega embarazado comenzaba a desprender.

Unos pasos acercándose los sobresalto, ambos giraron hacia el lugar de donde provenían, encontrándose con Zewu–Jun y el líder del clan Jiang acercándose lentamente.

– Jingyi, joven Wei – saludo Lan Xichen con su habitual sonrisa.

– Zewu–Jun, Líder Jiang – respondió Jingyi con una reverencia.

Por su parte, Wei Wuxian asintió con una sonrisa al saludo de su cuñado antes de bajar la mirada al encontrarse con el rostro de su hermano.

El ambiente se tornó pesado por los aromas de ambos omegas.

Siendo Zewu–Jun quien oportunamente retomo la palabra, rompiendo el incómodo momento.

– Joven Wei – lo llamo su cuñado – tengo entendido que el día de hoy tuvo consulta con la sanadora – pregunto sin borrar su sonrisa – ¿alguna novedad?

– Pues... No, ninguna, la sanadora dijo que todo estaba en orden y espera que el parto no sea complicado.

Tras esa respuesta el silencio nuevamente se cernió entre los presentes.

Lentamente los ojos de Wei Ying buscaron los de su hermano, sintiendo esa necesidad de hablar con él pero, las palabras no aparecían y se quedaban estancadas en su garganta todo gracias al temor de que una vez recuperaras la voz, volvieran a discutir como hace dos meses.

Por su parte, Jiang Cheng solo le contuvo la mirada a quien consideraba su hermano meses atrás –o eso intentaba hacerse creer–, recordando de forma fugaz las palabras de su pareja.

"El rencor y el orgullo a veces nublan nuestros verdaderos deseos, porque el dolor es más fuerte que nosotros."

Esas palabras retumbaban en la cabeza del líder del clan Jiang mientras sus ojos observaban el rostro del otro omega.

"Odio cuando Xichen tiene razón" se recrimino internamente.

Aun con aquello en su mente, el dolor en su corazón domino sus movimientos y aparto la vista.

– Debo irme – dijo regresando a ver al primer jade – nos vemos en la próxima reunión – le aseguro.

– Te veo ahí.

Jiang Cheng le regalo una sutil sonrisa antes de caminar de frente sin regresar a ver nadie. Pasó por el lado de la figura de su hermano sin prestarle atención y siguió su camino, hasta perderse de la vista de todos.

Wei Ying soltó el aire que estuvo conteniendo por los nervios, sintiéndose un poco aliviado ya que, aun cuando no intercambiaron palabras, el aroma de su hermano no intentaba alejarlo como hace dos meses y medio.

– Eso fue muy grosero – menciono Jingyi – mínimo podía despedirse.

Lan Xichen regresa a verlo con una mirada que demostraba que desaprobaba el comentario.

– Lo siento – dijo encogiéndose un poco.

– La actitud del líder del clan Jiang no es algo que podamos juzgar – alzo un poco la voz, como respondiendo al comentario del omega – pero, me atrevo a decir que finalmente está asimilando las cosas y aceptándolas, estoy seguro que pronto podrán reunirse y conversar los asuntos pendientes – dirigiendo esto último a su cuñado.

– Realmente dudo que eso ocurra – respondió Wuxian.

– No debería perder la fe – le aseguro – a veces el destino puede sorprendernos.

Wei Ying asintió.

– Debo retirarme, aún hay mucho trabajo que hacer – menciono con una sonrisa.

Lan Xichen se despidió de ambos y regreso por el camino por donde había venido, dejando a ambos omegas solos nuevamente.

– Ahora entiendo de quien lo saco – murmuro Jingyi.

– ¿Quién? – pregunto Wei Ying al no comprender lo dicho.

– ¿Quién más?, hablo de la joven amante, él y el líder Jiang comparten ese rasgo, son igual de tercos y temperamentales.

Wei Ying soltó una pequeña risa y respondió.

– Jiang Cheng ayudo en la crianza de Jin Ling – aclarando la situación – es comprensible que algunos hábitos fueran tomados por él aunque, ahora que lo pienso... Creo que esa forma de ser, era propio de Madame Yu - indico - Jiang Cheng lo adopto y Jin Ling solo lo imito.

Jingyi no conocía del todo la historia, ya que se trataba de un clan ajeno al suyo pero, por lo poco que había escuchado del clan Jiang y la importancia de quien fuera la esposa de su anterior líder, es que esta última fue una mujer de gran belleza, con gran carácter y estricta en el entrenamiento de sus discípulos, sobre todo con Wei Wuxian, a quien acogió durante su infancia.

Por lo que, si lo que decía Wei Wuxian era cierto, tenía cierto sentido el por qué tanto el líder Jiang y Jin Ling tenían esa forma de ser.

– Deberían ser más sinceros y decir lo que sienten o, nunca arreglaran los problemas que tienen – fue su respuesta mientras se cruzaba de brazos.

– Ellos hablaran cuando crean que es el momento – aseguro Wei Ying – lo mejor es volver al Jinshi, tengo hambre.

Jingyi niega con su cabeza pero, sin poner pero alguno a sus palabras, ambos retoman su camino de regreso a los aposentos del segundo jade.

– ¿Qué?

Su padre simplemente continúo observándole sin repetir la pregunta que había hecho un segundo atrás. Dejando a Sizhui un tanto sorprendido por la misma.

Ambos habían entrado al lugar a calificar reportes y responder la correspondencia. Ya que al no contar con más apoyo desde que el viejo consejo fue destituido y el nuevo se acoplaban a las nuevas normas impuestas por su líder, el trabajo que tenían se había triplicado lo cual los mantenía en sus labores más tiempo de lo habitual.

Sizhui esperaba terminar la correspondencia, salir del despacho y continuar con otras actividades, jamás espero que su padre aprovechara la oportunidad que tenía para preguntarle su actual situación con Jin Ling y Jingyi, sobre todo cuando la llegada del clan Ouyang estaba próxima.

– Bueno... – bajando la pluma y tragado con algo de fuerza.

– ¿Aun no has decidido nada? – volvió a preguntar el segundo jade.

– Sí, lo he hecho pero... ¿Puedo saber, el motivo del interés? – Respondió un tanto apenado – no es usual...

– Wei Ying – fue su única respuesta.

– Oh... – comprendiendo el porqué del repentino interés de su padre sobre su vida privada – ¿madre te pidió preguntaras?

– Está preocupado... No quiere que ninguno de los tres sufra más de lo debido – retomando su labor de calificar los reportes – es por ello que me pidió que preguntara.

"Típico de madre" pensó Sizhui con una suave sonrisa.

Al ver que su hijo no respondió el segundo jade continúo.

– Sí no deseas responder estás en tu derecho, no intervendré en ello sino lo deseas.

Sizhui bajo la cabeza y contemplo la correspondencia, sin ponerle atención realmente. Por un minuto pensó en negarse y callar su decisión pero, se trataba de su padre alfa, alguien que lo había apoyado en los momentos difíciles, que nunca lo había abandonado cuando más lo necesitaba. Por ello, levanto la cabeza y tomo una decisión.

– No, deseo que conozcas mi decisión – hablo sin apartar la vista de la figura de su padre alfa quien, al escuchar detuvo lo que hacía para regresar a verle – yo... He decido cortejar Jingyi.

– ¿Has aclarado las cosas con Jin Ling? – Pregunto directamente – ¿ya concluyeron el tema que a ambos concierne?

Sizhui negó con su cabeza.

Lan Wangji suspiro suavemente.

– Durante estos meses que Jin Ling ha vivido en Gusu he intentado hablar con el – comenzó a relatar – durante las cacerías, cuando ambos estamos en la biblioteca, cuando hay un momento libre pero... Jin Ling siempre encuentra una excusa para evadirme – aseguro con algo de cansancio – en una ocasión, cuando por fin pude lograr hablar con él, dijo que antes de que hablara pensara las cosas porque él no era cualquier omega sino, alguien a quien tomar en cuenta y estaba seguro que el líder del clan Lan lo sabía...

– ...

– Después de eso me dejo con la palabra en la boca y se fue.

Lan Wangji mantuvo su mirada fija en el rostro de su hijo, escuchando cada palabra dicha por este. Analizando la situación que este le estaba externando, si su hijo estaba en lo correcto Jin Ling de alguna forma quería usar su estatus actual para que Sizhui se replanteara el rechazarlo a futuro... Algo en lo que definitivamente no estaba de acuerdo.

"Más tarde hablare con Wei Ying" pensó, quizás su omega podría darle una nueva perspectiva respecto a ese tema.

– ¿Padre?

Al escuchar la voz de su hijo hablarle, el segundo jade negó con su cabeza.

–Sí ya tomaste tu decisión, solo puedes mantenerte firme – le sugirió – a menos que tengas dudas.

– No – dijo de forma contundente – tengo pensado hablar primero con Jingyi, si el acepta que lo corteje entonces... Pediré la autorización de Zewu–Jun para hacerlo.

– ¿Aun no lo has hecho? – pregunto ya que lo dicho por su hijo daba entender que hasta ahora no había tenido la oportunidad.

Sizhui suelta un suspiro.

– Lo he intentado pero... Jin Ling... Siempre que lo intento el interviene, por ello me ha sido imposible hablar con alguno de los dos.

– ¿Deseas que Wei Ying y yo hablemos con Jin Ling? – pregunto al ver la problemática en la que se encontraba su hijo.

– En serio... ¿Harías eso? – pregunto un tanto sorprendido por la invitación.

Lan Wangji suspiro, lo cual le daba su respuesta sin palabras.

– Más bien mi madre lo haría – riendo suavemente al percatarse que su padre alfa solo había preguntado por la intención de hacerlo pero, realmente no era partidario de entrometerse en la vida de nadie, ya que si alguien haría eso, ese sin duda seria su padre omega.

– Agradezco la oferta pero... Prefiero solucionarlo por mi cuenta.

Lan Wangji asintió con su cabeza.

– Pero, si mi madre no se entera de lo que sucede... Me ayudaría mucho.

Su padre volvió a asentir.

– ¿Qué harás?

– No estoy seguro, mientras Jin Ling siga interviniendo cada que puedo me será un tanto difícil lograr hablar con Jingyi.

Lan Wangji solo se le queda viendo antes de responder.

– El clan Ouyang llegara dentro de unos días – dijo sin más, notando como su hijo se tensaba por lo dicho – quieren formalizar el cortejo.

Sizhui apretó con fuerza sus manos.

No era un secreto el pedido de cortejo que el clan Ouyang había extendido al clan Lan. Aunque por respeto a la situación, nadie hablaba del tema hasta que hubiese una resolución del mismo. No estaba al tanto de lo que Jingyi pensaba ya que este siempre cambiaba de tema cuando se tocaba el mismo por lo que, prefería no hablar de ello para no incomodarlo.

Pero, la situación era bastante complicada ya que, no solo se trataba del omega del cual estaba enamorado sino, también de uno sus más queridos amigos como lo era Ouyang Zizhen... Y aunque sabía que su decisión podría poner en peligro su amistad, prefería ser honesto a vivir lamentándose toda su vida.

Por ello entendía por qué su padre había sacado el tema a relucir, sino se daba prisa podría perder la oportunidad con Jingyi para siempre.

– Sea cual sea la decisión que tomes – continuo Lan Wangji al ver el mutismo de su hijo – sabes que cuentas con mi apoyo, pero si harás algo, debe ser antes de que mi hermano tome una decisión.

Sizhui regresa a verle y asiente suavemente.

– Hablare con ambos antes de que el clan Ouyang llegue.

Su padre alfa asiente a sus palabras y ambos retomaron su trabajo.

– Iré por la comida – dijo Jingyi desde la puerta del Jinshi – compórtese mientras no estoy, maestro Wei.

– ¿Lo dices como si no me comportara?

El omega más joven solo entrecerró sus ojos y no emitió palabra alguna, como si le recriminara y le dijera "¿en serio preguntas?"

– ¡Bien! – Exclamo Wuxian – estaré aquí, sentado, esperando la comida, muriéndome de aburrimiento.

Jingyi rodo los ojos y negó con su cabeza.

– Regresare en unos minutos.

Aseguro antes de salir por la puerta y dejar solo al omega del segundo jade.

Wei Wuxian soltó un largo suspiro y acaricio su prominente barriga mientras caminaba por el Jinshi, sentándose con cuidado sobre la superficie de la cama.

– Pequeño bollo, no entiendo por qué dicen que no me comporto – le susurro a su cachorro – me he estado portando adecuadamente en los últimos meses, simplemente que me aburro...

Alargando su mano para abrir el cajón del mueble a lado de la cama y sacar del mismo el viejo diario de su difunto cuñado.

– Durante estos meses solo he estado descansando y releyendo el diario del pavo real – aseguro abriéndolo con calma – así que no pueden decir que no me comporto.

Con calma comenzó a leer nuevamente aquel viejo diario que tenía entre las manos, perdiendo la cuenta de las miles de veces que lo había releído, con la esperanza de encontrar algo que no hubiese notado o se escapaba de su vista.

El diario de su cuñado era la única pista que tenían sobre lo sucedido hacía más de dieciocho años y, si realmente querían confirmar o negar lo que dijo aquella mujer en Torre Koi, debía encontrar algo en esas viejas páginas que pudieran ayudarle.

Aunque hasta el día de hoy, no hubiese encontrada nada nuevo.

– Jin Ling se parece demasiado a mi Shijie y al pavo real – aseguro sin apartar la vista del diario – aun con el aroma de ambos rodeándolo, es muy difícil que un bebe iguale las facciones de sus padres tras asimilar sus aromas... Aunque no es imposible – dijo recordando uno que otro caso parecido a ello – debe haber algo que no leí o pase por alto... Además, lo que encontró Zewu–Jun podría explicar muchas cosas.

Tras la llegada de Jin Ling a Gusu y que este terminara de instalarse lo mejor posible.

La pareja se había reunido con el primer jade para hablar de las inquietudes que aún tenían. Aun cuando aquella mujer afirmaba que Jin Rulan era él bebe que Wei Wuxian había tenía tiempo atrás, algo les decía que no era de esa forma y debían encontrar las pruebas, ya sea para negarlo o confirmarlo.

El omega accedió a entregarle a su cuñado el diario del difunto Jin Zuxian, con la esperanza de que él encontrara algo que a él se le hubiese pasado por alto en sus múltiples lecturas del mismo pero, para su mala fortuna, ese no fue el caso.

Tal era su mala suerte que incluso el primer jade había encontrado algo inusual en el diario que nunca noto.

– ¿Le faltan hojas? – pregunto Wuxian al tomar el diario entre sus manos.

El primer jade asintió.

– Al terminar de leerlo, pude notar que le faltan algunas páginas, más específicamente en la parte donde habla que Jin Ling nació muy enfermo y de ahí se salta a cuando ya está mejorando.

Wei Ying frunció el ceño y abrió el diario hasta la última página para verificar lo que su cuñado estaba afirmando.

– ¿Lo puedes ver? – Señalando el empastado – si lo abre un poco más puedes ver el rastro de las hojas que faltan, es algo sutil pero, solo abriéndolo completamente notas ese detalle.

Los ojos del omega se mantuvieron fijos en el empastado del diario, aun con la sorpresa marcada en su rostro, jamás se le paso por la mente que al mismo le faltaron hojas y, posiblemente, esa era la razón del por qué había ese extraño salto en las fechas.

– Al principio creí que Jin Zuxian simplemente dejo de escribir y lo retomo cuando Jin Ling mejoro pero... Si hacen faltan páginas... Probablemente...

– Es posible que la información que buscan estén en esas páginas faltantes o, podría ser que ocurrió un accidente mientras escribía y tuviera que arrancarlas...

– Eso también pudo ocurrir – cerrando el libro y soltando un suspiro.

– Wei Ying – su alfa tomo su mano, intentando reconfortar la angustia que estaba viviendo.

– Lo sé, Lan Zhan... Sé que no debo angustiarme pero...

– Encontraremos un modo de buscar esa información – le aseguro el segundo jade.

– Mmm...

– Hermano – lo llamo Wangji – acerca de Jin Ling...

– En vista de que no tenemos más información y el diario de Jin Zuxian no es de utilidad a menos que se encuentren esas páginas faltantes, lo mejor es seguir el curso de las cosas.

– ¿Presentaran a Jin Ling como nuestro hijo? – Pregunto Wuxian – ¿ante todo el clan?

– Dadas las circunstancias, me temo que es lo más viable – respondió con algo de pesar al percibir la angustia en la pareja – ante el mundo de la cultivación, el joven Jin Ling es el cachorro que perdieron hace años y, al no contar con pruebas que demuestren lo contrario... No reconocerlo como tal es negarle su derecho a pertenecer a nuestro clan.

– ¿Tío fue informado? – pregunto Lan Wangji.

– Así es, dentro de unos días llevare al joven Jin Ling para presentárselo formalmente, aunque... – dudando un poco en continuar – al igual que ustedes, esta algo escéptico sobre la situación.

– ¿El viejo Qiren no cree que Jin Ling sea su sobrino nieto? – Pregunto el omega – considerando la posición de A–Ling y sus logros pasados, pensé que se alegraría de cierto modo.

El primer jade sonrió.

– Puede parecer imposible de creer pero, la reclusión ha servido para que mi tío reflexione y, he notado algunos cambios en el.

Wei Ying enarco una ceja y regreso a ver a su alfa.

– ¿Eso es cierto?

– Mmm... No he hablado mucho con el tío pero, he notado algunos cambios.

– Ya veo, al menos de algo sirvió lo sucedido si ese viejo cara de chivo está cambiando.

– Wei Ying – su alfa lo llamo con un tono de advertencia en su voz.

Lan Xichen por su parte solo pudo soltar una suave risa por el comentario.

– Estoy seguro que se sorprenderá cuando se vuelvan a ver – comento Xichen – en cuanto a lo que nos compete – cambiando el tema de conversación nuevamente – seguiremos el curso de los eventos e investigaremos de forma discreta para no levantar sospechas y en cuanto a usted maestro Wei.

– ...

– Usted se dedicara a descansar y velar por la salud del cachorro, Wangji y yo nos encargaremos del resto.

– Pero...

Una mirada por parte de ambos jades le cortó toda intención de replicar, por lo que simplemente asintió mientras mentalmente maldecía por no poder investigar junto a su esposo y cuñado.

Cuando el recuerdo finalmente se esfumo, Wei Wuxian soltó un suspiro de cansancio.

Después de aquella única platica con su cuñado, nunca volvieron a tocar el tema al menos no directamente. Aun cuando ambos jades se dedicaron a investigar por su cuenta e incluso pidieron permiso a Li Wang para revisar las pertenencias del difunto Jin Zuxian, no encontraron nada que les fuera de utilidad en su búsqueda de confirmar si Jin Ling era realmente su hijo.

Lentamente la determinación que tenía se veía minada por sus propias inseguridades. ¿Y si Jin Ling si era su hijo? ¿Si solo estaba negándose a creerlo porque de hacerlo, el único vínculo con su Shijie desaparecería?

Se sentía tan frustrado por todo lo ocurrido que, tomo el diario entre sus manos y lo tiro lejos, molesto por no poder encontrar más pistas acerca de lo que realmente sucedió hace más de dieciocho años. Culpando de cierta forma a aquel objeto de todos sus problemas.

– Sí no lo hubiese encontrado quizás nada de esto estuviera pasando – susurro, desanimado por la situación.

Soltó un suspiro y se levantó lentamente de la cama, caminando hacia donde cayó aquel viejo diario para levantarlo.

Cuando estaba por hacerlo, noto algo extraño en el mismo, un pequeño objeto sobresalía de la tela que forraba el diario, la cual se había descocido tras la caída.

Levanto el diario y tomo el objeto con una de sus manos, colocando un gesto de sorpresa al observarlo de cerca.

– ¿Una llave?

La observo con detenimiento.

La llave era pequeña y algo vieja, aunque estaba hecha de oro puro con incrustaciones de rubíes y topacios, el diseño se asemejaba a una pequeña flor de loto con flores más pequeñas que si no estaba mal, se trataban de diminutas peonias.

– ¿Por qué había una llave en el diario? – Pregunto – ¿Por qué el pavo real escondería algo así?

Aunque trato de pensar en alguna razón especifica del por qué su difunto cuñado ocultaría algo así, no llego a ninguna conclusión por lo que, sin nada más que hacer con aquella pequeña llave.

Volvió a meterla dentro del forrado del diario, utilizando una vieja cinta de color rojo para recubrirla nuevamente y evitar que la llave volviera a salirse, esperando que a futuro, encontrara la razón de aquella diminuta pero extraña llave.

つづく / Continuara...

¡Hola amados lectores!

¿Me extrañaron?

Seguramente llegaron a pensar "ya abandono el fic"

Pero no, aquí sigo y he vuelto jajaja

Sé que quizás no es el mejor inicio pero, quería ir lento y poner sobre la mesa los problemas que tenemos actualmente. Recordemos que no todo quedo muy bien tras lo sucedido en Torre Koi y las consecuencias de ellos serán el motor de esta nueva y última parte del fic.

Pero, no le demos vueltas y ahora las preguntas:

¿Sintieron muy largo el fic?

Trate de darles más por la larga espera xd

¿Jin Ling lograra dejar de lado sus protestas y escuchara a Wei Ying?

¿Zewu–Jun lograra que tío y sobrino comprendan lo sucedido y decidan hablar?

¿Por qué hay ataques en Lanling? ¿Que los está causando?

¿Que sintieron al saber que Li Wang visita a Jin Ling y que le lleva regalitos?

Wei Ying ya tiene casi siete meses y teme que legue el parto, ¿Cómo creen que eso resulte?

¿Sizhui lograr su cometido? No se ensañen >:c

¿Jiang Cheng hablara con Wei Ying?

¿Por qué había una llave oculta en el diario?

Muchas preguntas que prometo resolver a futuro :v

Antes que nada debo agradecerles el que hayan esperado tan pacientemente, no fue fácil escribir el guion de cada capítulo, estaba frustrada, mi mente en blanco, tenía el clímax en mi cabeza pero no lograba llegar a él, hasta que, a pura fuerza de voluntad pude hacerlo por lo que, no se preocupen, iré actualizando poco a poco, que la historia ya está hecha Xd

Aclarado eso, me despido.

Nos vemos en el próximo capítulo.

¡Los quiero!

PD: Si llego a hacer algún cambio en este capitulo les avisare, ya que puede que algo se me pasara por alto y no lo recuerde ahora xD