Ángel 234(I&II)

By Mariansosaaa

174K 24K 3.9K

Un caos apocalíptico, podría ser su definición. Eso era él. Cómo quizá podría ser un torbellino lleno de colo... More

Nota.
Antes de comenzar a leer.
Protagonistas.
Sipnosis.
Capítulo 1: El principio de todo.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24: Ángel 234.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29: El final de un nuevo comienzo
Epílogo
/Segunda parte/ Ángel 234: Tiempos Oscuros.
Prefacio.
Capítulo 1.
Capítulo 2: Chica batido.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5: "Eres un problema"
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8: Rompo todo lo que toco.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11: Píntame.
Capítulo 12: ¿Quién era Hult Sullivan?
Capítulo 13.
Capítulo 14
Capítulo 15: Soy completamente de ti.
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18: Todo mi amor para ti, Gwen
Capítulo 19
Capítulo 20: Alma por otra alma
Capítulo 21
Capítulo 22: Quizás
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26: Capítulo Final
Epílogo
¡ATOM!
EXTRA

Capítulo 16.

2.9K 446 46
By Mariansosaaa

                               

Gwen Trainor


Deseaba que Hult no me viera llorar. Pero también deseaba hablar con él como personas normales discutiendo un tema, y él por fin se sinceraba. Nos encontrábamos frente a frente, como dos almas deambulantes. Él no apartaba su mirada de mí ni yo la mía de él.

—Tú me haces sentir en desbalance y eso me aterra —expresé entre palabras quebradas. Pero ya no lloraba, a pesar de que no me sentía del todo bien. Las lágrimas lograron cesar.

—No me gusta verte de esta manera — murmuró con un tono más suave en contraste con el mío tenso—Lo siento— de alguna manera me dio la sensación de que él estaba pidiendo disculpas por algo que estaba a punto de hacer—No tenía en claro que íbamos a cruzar el límite entre los dos en tan poco tiempo.

—Ni siquiera yo lo tenía en claro — declaré.

—Imagino que los amigos pasan por esos altibajos. ¿Verdad? —indagó a través de una sonrisa débil. Correspondí con la misma y asentí.

—Imagino— repetí.

—Yo... solo quiero que estés bien. Y regar lo que sientes por mí solo hará de las cosas más difíciles— dio otro paso hacia mí. Cogió mis manos con las suyas y las entrelazó—Y sé que te estás proyectando miles de preguntas, las cuales quisiera darte una explicación para cada una.

Me quitó todas las ideas de la mente al acertar sobre mis preguntas —¿A qué vienes con todo esto? —me parecía saberlo. Ya sabía a qué se refería, pero necesitaba oírlo, porque las referencias de Hult nunca eran seguras. Me dejó casi absorta cuando tiró de mí y sin previo aviso, llevó sus labios hasta los míos, plantando un beso en ellos. Estiró mis brazos por detrás de su espalda, insinuando que los dejara ahí. Y con sus manos libres sostuvo mi cara. El beso no se profundizó. Nuestros labios solo se tocaban, pero era fuerte. Como si Hult tratara de disfrutarlo por última vez, y traté de disfrutarlo también. El sonido de nuestros labios al separarse, dejó un hoyo en mi estómago. Los ojos de Hult comenzaron abrirse gradualmente. Podía apreciar el brillo del esmeralda muy cerca de mi otra vez. Prácticamente me quitó las palabras de la boca.

—Quiero ser tu amigo Gwen, las cosas irían mejor de ese modo. ¿Podemos empezar de nuevo? —debía recapacitar cada segundo que transcurrió en estos momentos. Sabía por dónde venía, pero me dejó perpleja el que me haya besado y luego de besarme me pedía comenzar otra vez siendo amigos. Esto me deja en una posición diferente. Era Hult quien me gustaba, ¿pero yo le gustaba a él? Y si era así, ¿qué tiene de difícil? Ni siquiera podía, oponerme a su idea. Puesto que, como fuera quería a Hult en mi vida. No quería odiarlo, y seguir jugando al gato y al ratón. Pero por qué me besa y me pide esto. Él me ocultaba muchas cosas, desde esto hasta lo que sucedió realmente en mi casa, de igual forma mis preguntas siempre quedan inconclusas.

—¿Te llamas Jeremy? —repetí lo mismo de la primera vez que hablamos. Mis brazos que seguían alrededor de Hult, aflojaron poco a poco hasta separarme de él. Aunque mi corazón indicara el suyo, no podía hacer nada. Tal vez debía conformarme con su amistad.

Delineó una sonrisa traviesa en sus labios— ¿Tengo cara de Jeremy?

—Creo que no— enarqué una ceja con gestos dudosos —Adivina tú, cuál es el mío.

—Gwen —murmuró sin deshacer su sonrisa.

—Así que.... ¿Me veías en clases?

El chico rodó los ojos con fastidio —Cómo no hacerlo si eras muy rara.

—¿Era?

—Eres—afirmó y yo reí. Olvidé toda la escena de drama que había dejado atrás, incluso el vaso que le dejé caer al mesero.

—Me da mucha vergüenza salir y mirar los chicos a la cara — confesé. ¿Qué habrán pensado?

—Se fueron al momento en que vine a buscarte.

—¿Y Graham? —fruncí el ceño.

—También se fue— se encogió de hombros—Les dije que era mejor que se fueran, sabía que sería incómodo para ti —con estrés pasé mis manos alrededor de mi cara.

—¿Qué le diré? Creo que fue muy obvio que estaba molesta contigo.

—No lo sé. Dile que nos besamos y que lo engañaste conmigo —alardeó con picardía. No dude en darle un pequeño golpe en el brazo.

—¡Suena horrible cuando lo dices así!— chillé y el chico lanzó una carcajada desde lo más profundo de su ser. Sus mejillas marcaban sus típicos hoyuelos muy profundos. Se sostenía el estómago con sus dos manos. Él continuó riéndose por un rato —Eso me hace sentir mal.

Frunció el ceño y negó en desacuerdo —Es Graham, no le des tanta importancia. A penas han salido un par de veces.

—Tú eres muy cruel, a diferencia de mi—me crucé de brazos con diversión

—Tal vez.

—¿Y Camille? —recordé. Puesto que la chica debería estar esperándolo.

—Le pedí a tu amigo que la llevara a casa — declaró. Sentí alivio porque Hult no se iría con ella.

—¿Qué amigo? ¿Wells? — pregunté y asintió. Ya podría imaginarme a Wells y a Thomas atosigándola.

—Debería llevarte a ti, a tu casa — sugirió. Seguíamos en el baño, y era asqueroso y algo extraño.

—Me parece una buena idea—afirmé. Hult me dio la espalda para abrir la puerta del baño. Pero antes de que lo hiciera recordé que quería preguntarle algo más —¡Espera!—detuve y este se giró para mirarme—Quiero que me respondas solo una cosa.

—¿Qué?

—¿Yo te gusto?

Ladeó una sonrisa con ojos entrecerrados— Eres muy curiosa Gwen —murmuró muy despacio mi nombre —Te dije que podías deducir las cosas por la manera en que te miro —volvió a darme la espalda. Pensé que había concluido su respuesta y ya derrotada tendría que quedarme con otra de sus respuestas a medias. Sin embargo, volvió hablar —Pero si deseas una respuesta directa... Me gustas.


(...)


Hult me dejó hace un par de horas en mi casa. Se detuvo unos veinte minutos porque mi papá salió para recordarle que irían al juego de boxeo este sábado. Estaba muy impresionada por eso, a mi papá le agradaba realmente. Invitar a alguien a un juego de boxeo, es lo más sagrado para él.

Aproveché el tiempo para explicarle a Graham lo que sucedió, él ya me había dejado un par de mensajes preguntando si me encontraba bien. Solo le dije que Hult y yo habíamos tenido una pelea pero que ya no importaba. Así que Graham no hizo más preguntas respecto a eso y lo dejó hasta ahí, continuando con otro tema. Debería de darle otra oportunidad, y hacer que me guste como antes. Seguro, ahora que sé que Hult solo quiere una amistad, podría concentrarme y volver a enamorarme de Graham y así barrer mis sentimientos por Hult.

Lo que me detenía, es que pude afirmar que le gustaba.

"Pero si deseas una respuesta directa... Me gustas"

"Me gustas"

"Me gustas"

"Me gustas"

Las palabras suavemente dichas con su voz aterciopelada volaban como un eco por mi cabeza.

Me encontraba al borde de mi cama, viendo alrededor de mi habitación. Hoy fue un día estresante, como ahora era de costumbre. Tal vez leer un poco me ayude. He perdido el hábito de la lectura, antes podía leer de dos hasta tres libros semanales... Los libros son algo mágico. Un libro bueno tiene el poder de absorberte y llevarte a un mundo distinto, te transporta y te hace vivir en los pies de quien lo cuenta. Fui hasta mi pequeña biblioteca de madera blanca donde estaban todos mis libros favoritos. Desde El Caballero de la Armadura Oxidada hasta Orgullo y Prejuicio, todos en orden de género y tamaño. Lo único en mi vida que siempre está ordenado, son mis libros. En medio de la sección de suspenso y drama, me llamó uno la atención. Lo deslicé por la punta hasta sacarlo, era un poco viejo. Fue mi primer libro. El primero que leí que no fuese para niños, me lo había regalado mi abuela cuando cumplí los doce años. Su nombre era "La Niña de las Tinieblas" Quedé fascinada con tan solo las primeras páginas, lo comía con los ojos como un ratón a un queso. Recuerdo que lo leí en menos de tres días, ni siquiera salía de mi habitación.

No lo he vuelto a leer en mucho tiempo, el olor a libro viejo es fascinante. Me pareció buena opción, así que me lo llevé hasta mi cama. Donde cómodamente me senté para comenzar mi lectura.

Al abrirlo una hoja doblada a la mitad se deslizó por este cayendo hasta mis piernas. Extrañada la tomé y al ojearla percibí instantáneamente el nombre de mi abuela. Y la fecha, la fecha marcaba exactamente dos meses antes de que se fuera.

"Para mi querida nieta, espero que lo leas antes de tus 18 años y no sea tarde"

—Jenna Hawks

03 enero 2016

Me extrañó, no recordaba que hubiera una carta ahí dentro. Y menos que fuese de mi abuela. No la había visto antes. Dejé salir un suspiro y con mis dedos desdoblé la hoja, revelando un párrafo extenso. Efectivamente la letra era de ella, y un nudo se formó en la boca de mi estómago. Cuánto tiempo habrá estado esa carta ahí y no lo supe hasta hoy. Junté valentía, porque sabía que al leer las primeras líneas podría escuchar su dulce voz a mi lado hablándome. E iba a derramarme en lágrimas por segunda vez en este día.

"Mi niña, mi pequeña niña. Ya no creo que seas tan pequeña como antes, pero eso si. Siempre serás mi niña.

Gwen, existen momentos de nuestra vida en la que parecemos estar confundidos con respecto al mundo que nos rodea. Lo que parecíamos saber, ahora se desconoce en un abrir y cerrar de ojos. Pero no tengas miedo si llegó ese momento. Enfréntalo, y si aún no ha llegado, prepárate para hacerlo. Te escribo esta carta con fines de que puedas soportar las cosas que poco a poco tendrás que enfrentar al crecer.

Si retrocedes tu memoria hacia tu niñez, te darás cuenta que hay cosas que no concuerdan con tus recuerdos felices. O simples espacios en blanco donde no hay nada más. Es tu momento de averiguar el por qué esas extrañas pesadillas que apuesto que hasta el día de hoy en el que lees esta carta, las tienes. No son pesadillas Gwen, son recuerdos.

Si él está cerca, hay cosas que saldrán de lo más oscuro desde sus sombras. No hay que temer. Puedo acertar de que cuando vuelva a llegar a tu vida, serás muy feliz. A pesar de las dificultades y las imposibilidades.

Un viejo amigo me dijo una vez, que la posibilidad es sólo un porcentaje que diferencia a los que se quedan en el imposible, los que llegan sólo al improbable y los que hacen realidad su sueño.

No te quedes en lo imposible ni te estanques en lo improbable. La verdad está ante tus ojos, tienes que abrirlos muy bien para darte cuenta.

No olvides mi pequeña niña.

No olvides.

Te ama por siempre, tu abuela"

Tragué toda la saliva que contuve en el momento que leía hasta terminar. Mi boca ahora quedaba seca. Seguía mirando la carta entre mis manos sin entender lo que tenía escrito. De pronto un dolor de cabeza me inundó. Solté la hoja y con las dos manos sostuve mi frente, el dolor comenzaba a ser gradual extendiéndose por cada parte de mi cabeza.

¿Recuerdos? ¿Recuerdos olvidados? ¿Qué he olvidado? ¿Qué no recuerdo? Mi niñez, recuerdo toda mi niñez, cada momento, cada día ¿O no? ¿Puedo recordar algo feliz de mi niñez? Puedo hacerlo, solo tengo que esforzarme. Sin embargo, parecen estar incompletos. Me empujé con mis piernas hacia delante cayendo de frente hacia mi cama, solo quería disminuir el dolor que viajaba hasta mis ojos. No podía ver nada, todo se encontraba en total oscuridad ¿A quién se refería mi abuela? ¿Él? ¿Quién sería? ¿Quién es exactamente "él"?

Oh dios mío, el dolor en insoportable, ni siquiera podía soltar un grito de auxilio para que mis padres me vinieran ayudar. Mi cabeza era como una rueda detenida por cuerdas tratando de seguir rodando sin poder hacerlo, sentía que en algún momento estallaría.

Necesito recordar, recordar algo. Pero no sé qué es lo que tengo que recordar, como puedo recordar algo de lo que no recuerdo.

"Lo siento Gwen"

"Lo siento"

"Lo siento"

"Todo estará bien"

"Lo siento"

Dios mío, esa maldita voz comenzaba hacer eco por todas partes mientras me taladraba el cerebro ¿De qué se lamentaba? Ni siquiera detallaba de donde provenía o de quién era ¿Esto sería una pesadilla? Esta voz era la de mis pesadillas, pero no era una voz mala. Era la voz que me hizo despertar cuando sentía que me asfixiaba la otra vez.

—¡Para! ¡Mierda! ¡Para!— gruñí con mis manos hundidas entre mi cabello.

Luego la oscuridad cesó y hubo un destello de luz cambiando el color a uno más transparente. Ahora veía algo... No. No lo veía. Mis ojos seguían cerrados concentrándome en disipar el dolor. Era una visión. Una visión de mí misma. Me encontraba en un lugar, traté de mirar a mi alrededor para ver si podía reconocer algo, pero no pude. No tenía el control. En frente de mi se posó una persona de repente, apareció de la nada. La imagen era borrosa, no podía percibir quién era. Comencé a correr hacia la persona, me sentía muy feliz. Pero antes de que pudiera tocarlo desapareció.

Y de pronto, de pronto todo se esfumó de un solo golpe. La visión junto con la voz y el dolor de cabeza. No quedó nada.

Bajé lentamente mis manos al mismo tiempo que abría los ojos. Volviendo a mi postura anterior. Inhalaba y exhalaba bruscamente por mis labios, diría que fue algo escalofriante. Más no fue así. Mis sueños. ¿Mis sueños eran recuerdos? La visión que acabo de tener, ¿era un recuerdo? ¿De esto hablaba mi abuela en la carta?

Intentaba sobre analizar de dónde venía todo esto, recordar. Tomé la carta para releerla.

"La verdad está ante tus ojos, tienes que abrirlos muy bien para darte cuenta"

Por más que lo intente, recordar es un callejón sin salida que no me permite seguir indagando.

Cerré los ojos y dejé que mi cuerpo se relajara. Armando mentalmente un mapa. Mi abuela escribió que llegaría un momento en el que estaría confundida. El por qué, no lo sé. ¿Me siento confundida? Eso creo, sin embargo, dudo que esto tenga que ver sobre mis problemas de amor. Prácticamente afirmó que mis recuerdos en blancos eran por pérdida de memoria, y que mis sueños eran los fragmentos perdidos de recuerdos. Mencionó en género "Él" ¿Un hombre? ¿Exactamente qué debía recordar de esta persona? Aparte de las dificultades y las imposibilidades.

—Dificultades e imposibilidades — repetí en voz baja.

También dijo que cuando esta persona llegara, pasarían cosas malas. Y en eso, esa idea a mi cabeza de las que tanto quise respuestas, apareció.

El auto que casi me mata.

Las ventanas que oí romperse, pero seguían intactas.

¿Imposibilidades y dificultades? Qué respuesta le podría dar a esto. ¿Qué era una imposibilidad para mí en estos momentos?

Sus ojos atravesaron mis pensamientos.

Hult. 

Continue Reading

You'll Also Like

771 136 22
"El amor es el anhelo de preservar el objeto querido" Z.B. Resulta complicado entender las motivaciones que hacen que amemos a ciertas personas, y a...
84.2K 8.4K 42
«Luces, cámara, acción». Repite en su mente Coraline Nowell cada fin de semana frente a una cámara, mientras se toma fotos en poses provocativas y...
278K 24K 42
꧁Segunda parte de la bilogía "Perfectamente Imperfectos"꧂ |BORRADOR| La historia de un deportista y ¿una nerd? Noup, en realidad, ambos terminaron si...
2.7M 52.5K 27
"PARA VENCER A EL ENEMIGO, PRIMERO GANATE SU CONFIANZA" Cat Smith tenía una vida generalmente aburrida, hasta que su mamá decide enviarla a ella y...