De persecuciones y hermanos c...

Galing kay MariaRose95

697K 97.3K 52.5K

⌈YoonGi sólo quiere acercarse al lindo omega que acaba de llegar al instituto sin morir en el intento a manos... Higit pa

¡Bienvenidos!
¡Intro!
¡Uno!: distracciones bonitas y entrenamientos fallidos.
¡Dos!: vergüenzas constantes y clubes escolares.
¡Tres!: chicos no tan emos y castigos injustos.
¡Cuatro!: padres no tan cariñosos y encuentros que revolotean corazones.
¡Cinco!: omegas presionados y alfas encantadores.
¡Seis!: posibles parejas predestinadas y alfas no tan empalagosos.
¡Siete!: pequeñas señales y personas inseguras.
¡Ocho!: omegas escurridizos y pequeños momentos de sonrisas y sonrojos.
¡Nueve!: amigos preocupados y típicos fines de semana.
¡Diez!: pequeños escondites y malhumores repentinos.
¡Once!: vistazo a una vida conflictiva y más preocupaciones a la lista.
¡Doce!: situaciones incómodas y omegas sacados de quicio
¡Trece!: brownies de chocolate y números telefónicos.
¡Catorce!: pensamientos de enamorados y traumas de hermanos.
¡Quince!: padres molestos y malentendidos dolorosos
¡Dieciséis!: alfas lastimados y sentimientos de tristeza.
¡Diecisiete!: celos repentinos y alfas enloquecidos.
¡Dieciocho!: alfas enojados y madres comprensivas
¡Diecinueve!: peleas insensatas y nuevas amistades.
¡Veinte!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.1)
¡Veintiuno!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.2)
¡Veintidós!: citas fallidas y madres salvavidas.
¡Veintitrés!: emociones conflictivas y fiestas de adolescentes.
¡Veinticuatro!: amigos desaparecidos y omegas enfermos.
¡Veintiséis!: omegas incómodos y besos amorosos.
¡Veintisiete!: partidos de basket y problemas familiares.
¡Veintiocho!: aventones a casa y alfas misteriosos.
¡Veintinueve!: cenas familiares y lobos heridos.
¡Treinta!: regalos sorpresivos y alfas consolados.
¡Treinta y uno!: conversaciones vergonzosas y omegas con olor a rosas.
¡Treinta y dos!: visiones diferentes y mariposas en el estómago.
¡Treinta y tres!: hermanos desesperados y amistades casi románticas.
¡Treinta y cuatro!: betas algo egoístas y alfas competitivos.
¡Treinta y cinco!: "alfas" hipócritas y exámenes finales.
¡Treinta y seis!: confesiones a medias y disculpas necesarias.
¡Treinta y siete!: un omega resignado y un omega enamorado.
¡Treinta y ocho!: vidas aparentemente secretas y finales culminados.
¡Treinta y nueve!: hermanos "egoístas" y citas "complicadas".
¡Cuarenta!: más padres insensibles y preparativos para eventos importantes.
¡Cuarenta y uno!: adolescentes celosos y charlas desagradables.
¡Cuarenta y dos!: desahogos emocionales y hermanos enojados.
¡Cuarenta y tres!: reconciliaciones torpes y conflictos amorosos secretos.
¡Cuarenta y cuatro!: competencias de karate y betas rebeldes.
¡Cuarenta y cinco!: eventos de verano y confesiones traumáticas
¡Cuarenta y seis!: concursos de belleza y alfas atrapados en el baño

¡Veinticinco!: peleas entre amigos y sospechas entre alfas.

11.5K 1.7K 1K
Galing kay MariaRose95

—Oh, YoonGi Hyung me envió un mensaje.

Ambos alfas miraron al rubio con curiosidad, los tres habían terminado sus clases pero se les hizo extraño no encontrarse con los demás en la salida como había sido acordado.

—¿Todo bien? —preguntó Tae al ver la expresión preocupada que se formó en el rostro del omega después de leer el mensaje.

—NamJoon Hyung está en el hospital —dijo casi como un murmullo, escribiendo una respuesta para YoonGi.

Ambos alfas se quedaron en silencio un segundo, procesando lo dicho. 

—Mierda —soltó el pelinegro.

—¿Creen que haya sido por lo que bebió ayer? —TaeHyung preguntó, intercalando su mirada entre ambos—. Quizás debí ser más persistente con que no bebiera, me siento un poco culpable —hizo una mueca con los labios, sus cejas fruncidas hacia abajo.

—YoonGi Hyung dice que después me hablará con calma, por ahora creo que solo quedará esperar para saber algo más —sus labios formaron un pequeño puchero, volviendo a guardar su celular.

JiMin no iba a negar que se sentía un poco decepcionado, claro, la preocupación por NamJoon estaba ahí y entendía completamente las acciones del alfa porque él haría exactamente lo mismo, sólo esperaba que la oportunidad de hablar y estar juntos no se esfumara.

—Supongo que tendremos que irnos casa, quizás debamos hacer un grupo en kakaotalk para poder hablar mejor entre todos —dijo JungKook, cruzándose de brazos—. Mientras a NamJoon Hyung no le moleste... —el sonido de su celular lo interrumpió—. Uh, esperen —se alejó un par de pasos, contestando la llamada.

TaeHyung regresó su atención a JiMin, notando la expresión desanimada del contrario y se acercó sin dudarlo, dedicándole una sonrisa suave.

—Tranquilo, creo que no es nada —lo empujó un poco, usando su hombro y JiMin salió automáticamente de sus pensamientos—. Quizás la resaca fue enorme y sus padres quizás son exageradamente preocupados, debe estar bien —tranquilizó—. Hasta donde he visto, NamJoon Hyung es lo suficientemente fuerte por si solo, ¿sabes? —rió.  

—Sí, yo también lo he notado —sonrió con un ligero sonrojo provocado por la timidez formándose en sus mejillas—. Seguro estará bien —asintió, apoyando el pensamiento positivo de TaeHyung.

—Bueno —ambos miraron a JungKook—, ¿quieren que les demos un aventón? —señaló la salida, ambos mayores lo miraron con duda—. Mis madres no tienen problema, incluso se ofrecieron cuando les dije que estaban aquí.

—Oh, no sé qué piense mi padre si me ve llegar con dos alfas... —se rascó la mejillas un poco avergonzado y desviando la mirada—. Creo que tomó decentemente el hecho de que llegara a casa con YoonGi ayer, pero realmente no quiero tentar mi suerte...

—Tranquilo, podemos dejarlo unas cuadras antes —sonrió—, ellas saben cómo son sus padres —cuando JiMin enarcó una ceja, él se tuvo que explicar mejor un poco apenado ahora—. Uh, suelo contarles muchas cosas, lo siento si le incomoda.

El omega sonrió adorablemente, haciendo un ademán con su mano para que no se preocupara por eso. De hecho, JiMin no recordaba la última vez que alguien se ofreció a darle un aventón, mucho menos que fuera por algo más que coqueteo.

—No pasa nada —ahora miró a Tae, quien parecía estar teniendo una profunda lucha mental en ese momento—, ¿quieres acompañarnos?

—¿Yo? Uh... —desvió la mirada, volviendo a su repentina lucha mental.

—Mis madres no comen gente, si eso es lo que te preocupa —comentó Jeon con un tono irónico y con una sonrisa burlona, Tae negó con la cabeza.

—No, no sucede nada, sólo estoy tratando de recordar si hice... una cosa...

—Seguro —JiMin rió suavemente, usando un tono irónico.

Ambos comenzaron a caminar hacia la salida, ignorando que el alfa mordía ansiosamente su labio inferior. TaeHyung ciertamente lo consideró con seriedad, suspirando finalmente.

—Bien, bien, no tienen que rogarme —soltó finalmente.

—Te puedo dejar aquí —respondió Jeon al comentario y JiMin rió, Tae sólo le sacó la lengua.

Los tres salieron, encontrándose con los demás estudiantes que conversaban y esperaban sus respectivos transportes. JungKook miró hacia todas direcciones hasta que levantó el brazo hacia un automóvil color negro. La ventana del copiloto bajó, dejando ver a su mami saludarlo con euforia mientras que su madre sólo estaba tranquilamente sentada con lentes de sol, sus ojos fijos en la carretera.

—Pasen, pasen —abrió la puerta trasera.

Luego de un par de miradas incómodas y tímidas, JiMin fue el primero en subir mientras saludaba a las mujeres, luego Tae y finalmente JungKook. Los invitados miraron con curiosidad a la pareja, la más pequeña poseía un aire brillante y dulce mientras vestía prendas de ropa rosas y blancas. La más alta, sin embargo, vestía completamente de negro, tenía quizás más de cuatro piercings en cada oreja y los lentes de sol la hacían lucir un poco más intimidante de lo que ya era. No demoraron en deducir de dónde había salido la personalidad de JungKook y su estilo de ropa.

—Hola —saludó Jeon alargando la primera sílaba y su sonriente mami se giró con curiosidad en su asiento para mirarlos a todos mientras el auto se alejaba del instituto—. Chicos ellas son mis madres, YoungMi y Suni, mamás, ellos son JiMin Hyung y Tae —presentó.

—¿Eh? ¿Por qué no me dices Hyung también? —se quejó suavemente y Jeon hizo un ademán con su mano.

—Es un gusto —saludó su mami, su esposa hizo el signo de amor y paz sin desviar sus ojos de la carretera—. Espero que hayan tenido un lindo d...

De repente, JiMin estornudó.

—Lo siento —se disculpó rápidamente, sus mejillas rojas. Sin embargo, volvió a estornudar—. ¡Lo siento, de nuevo! —cubrió su rostro con sus manos. 

—Oh, no te preocupes cariño —ella sonrió y volvió a sentarse como correspondía—. Quizás sea el polvo.

—Ah, estás diciendo que este auto está sucio —intervino la alfa con un tono irónico, su esposa la miró con una ceja alzada—. Bien —la contraria entrecerró sus ojos, mirándola con enojo fingido.

—No seas exagerada, YoungMi —se quejó con el mismo tono—. Quizás sea alérgico a alfas tontas —la mencionada se rió y colocó su mano en la cara de su esposa antes de despeinarla bruscamente. La mujer sólo se quejó y chilló—. ¡Hey!

—Tú comenzaste, no llores —se excusó, sacándole la lengua mientras su esposa la miraba con los ojos entrecerrados y un puchero.

Jeon viró los ojos con una sonrisa mientras su mami le daba golpecitos a su esposa y miró a los invitados, quienes no estaban seguros de si lo que estaban presenciando era una pelea seria o no, aunque las risas de ambas apuntaban a lo aparentemente obvio.

—Supongo que todavía creen que son adolescentes —les dijo en voz baja, JiMin rió pero Tae sonrió con los labios apretados—. Eh, tranquilo, no están peleando en serio —el alfa lo miró con confusión y luego negó con la cabeza.

—No, no pasa nada, sólo uh... me siento un poco mareado —explicó rápido y bajó la mirada cuando sintió los ojos de la alfa adulta mirarlo por el retrovisor, a pesar de tener los lentes de sol, sabía que ella lo estaba viendo.

—Conduciré más lento si lo necesitas —dijo ella pero Tae negó rápidamente.

—No, no se preocupe, no quiero alargar más el viaje —volvió a sonreír, esperando que dejaran de prestarle atención.

JungKook lo miró con sospecha unos segundos pero finalmente decidió dejarlo tranquilo y se acercó un poco al espacio entre los asientos de ambas.

—Ma, recuerda que tenemos que detenernos un par de cuadras antes cuando dejemos a JiMin —le recordó y ella asintió mientras conducía, su mami hizo una mueca de entendimiento y miró a JiMin con comprensión.

—Sé lo que es tener padres estrictos —comenzó, el omega la miró con atención—, eventualmente entienden que no eres un bebé, sólo debes darles buenas razones para que se den cuenta.

El pequeño omega sonrió, asintiendo.

—Creo que voy bien con eso —comentó con una mueca pensativa ella hizo una señal de apoyo, levantando su puño suavemente, JiMin lo imitó de inmediato, sonriendo—. Mi madre es más empática que mi padre, en ese sentido.

—Oh, conmigo sucedía al revés —continuó.

—No podíamos salir sin que su madre la llamara cada cinco minutos —agregó su esposa, sonriendo ladino por el recuerdo.

—Se escapaban siempre, claro que si a mi se me ocurre hacerlo seguro me matan —esta vez opinó JungKook y ambas mujeres estuvieron de acuerdo, asintiendo. JiMin rió cuando vio la expresión ofendida del alfa—. Eso es injusto, ¿lo saben?

—Completamente, pero así es la vida —se rió su mami.

—Sobornar a tu mamá con dulces también cuenta como escapar, por cierto —agregó la alfa, doblando en una esquina mientras Jeon se defendía y JiMin se reía—. No creas que no recuerdo esa vez.

—No tienes que contar la historia —JungKook soltó un quejido.

—¡Cuente la historia! —JiMin apoyó, sonriendo.

—¡Hyung! —se quejó y ambos escucharon la risa de Tae.

—Realmente necesito escuchar la historia yo también —esta vez fue Tae, parecía más relajado pero no completamente.

—Bueno —comenzó—, JungKook quería ir a una fiesta de cumpleaños de un niño pero ese mocoso lo molestaba mucho y yo no lo soportaba, claro que Suni no lo había notado pero yo sí, y no le dejé ir. Sin embargo, él tenía dulces guardados porque recientemente había sido Halloween y cuando me fui a trabajar le dijo a Suni que todos los dulces serían de ella si le dejaba ir a la fiesta pero si no, no le daría ninguno —JiMin comenzó a carcajearse.

—¿Cuántos años tenía? —preguntó TaeHyung interesado, el JungKook viró los ojos con una sonrisa.

—Diez años, y ya era todo un sobornador —soltó con un fingido suspiro de decepción, JungKook se quejó por lo exagerada que era—. Llegué a casa preguntando por mi hijo y lo primero que encuentro es a mi esposa con la boca llena de chocolate —los muchachos comenzaron a reírse y la mencionada se sonrojó.

—¡No era necesario decir eso! —se quejó la más pequeña dándole un leve golpe en el hombro a su esposa y miró a los demás—. No le hagan caso, yo no soy así.

—Eres peor —JungKook se rió mientras ella trataba de golpearlo igualmente.

—Pequeño mocoso —se quejó, puchereando al no poder alcanzarlo.

—No se preocupe Noona, yo también soy así con los dulces —JiMin la apoyó, disfrutando con una sonrisa de toda la escena que montaba la pequeña familia—. Mi madre es excelente haciendo postres así que no puedo no adorarlos, seguro cuando tenga mis hijos también seré sobornado.

—Al menos alguien aquí me apoya —miró a su hijo con suficiencia—. Lo triste es que a mi se me quema todo lo que cocino.

—No se preocupe, hay muchos postres que pueden hacerse sin necesidad de usar el fuego —explicó y los ojos de la mujer brillaron.

—Creo que ya le caíste bien —le dijo JungKook, sonriendo.

El camino a casa de JiMin fue ameno y tranquilo, las conversaciones eran mantenidas por JungKook y por JiMin, sus madres opinaban de vez en cuando y TaeHyung parecía haber perdido la lengua. Esto último lo notaron quizás todos los que estaban en el vehículo, pero no dijeron nada al respecto ya que se notaba que el alfa no estaba en absoluto cómodo por algún razón.

Eventualmente JiMin bajó del vehículo y se despidió de todos con una sonrisa, agradeciéndoles a las madres de Jeon por ser tan amables y prometiéndole a Suni que algún día le enseñaría los brownies que hace su madre; ellos definitivamente se habían agradado por su amor hacía los postres.

TaeHyung bajó del auto poco después, sus manos fuertemente agarradas de las correas de su mochila y una sonrisa extraña en su rostro que hicieron a JungKook mirarlo con confusión.

—No tenemos ningún problema en dejarte más cerca de tu casa —YoungMi lo miró con una ceja ligeramente levantada que sobresalía de sus lentes de sol.

—No, en serio, aquí estoy bien —explicó rápidamente—, además, mi casa es en una calle cerrada y no quiero que después tengan que batallar para salir de ahí —hizo un ademán con su mano, viéndose un poco avergonzado mientras sonreía.

—¿Seguro que te encuentras bien? —preguntó JungKook esta vez, mirándolo desde la ventana del auto.

El alfa peli-gris sólo asintió, repitiendo que lo estaba, lanzando un par de miradas hacia el vecindario en donde había sido dejado.

—Bien, si tú lo dices... —Jeon dijo en tono irónico, Tae sólo le sacó la lengua—. Nos vemos mañana.

—Nos vemos, gracias por traerme —se inclinó hacia las mujeres y comenzó a caminar hacia el interior del vecindario, agitando su mano un poco antes de que la madre de Jeon arrancara nuevamente el vehículo.

El silencio reinó dentro del auto mientras se alejaban del lugar, el rumbo puesto en la casa de la pequeña familia y mientras JungKook lanzaba su mochila hacia la cajuela del vehículo, su madre decidió finalmente decir lo que había estado bailando en la punta de su lengua desde que ambos amigos entraron al auto.

—Ese chico tiene un aroma raro —dijo como observación, Jeon se recostó en los asientos traseros mientras suspiraba.

—¿Sí? —Suni preguntó completamente extrañada, recibiendo una mirada comprensiva de su esposa.

—¿También lo notaste?  —esta vez preguntó JungKook, la mujer asintió—. Honestamente pensé que eran cosas mías.

—Tú más que nadie deberías saber cómo diferenciar olores, mocoso —le dijo con un tono de gracia y él soltó un quejido bajo.

—Ya lo sabía —se defendió—, sólo necesitaba que un alfa adulto me lo confirmara, después de todo tu nariz es mejor que la mía —explicó mientras colocaba sus brazos detrás de su cabeza.

—¿De qué están hablando? —Suni se quejó como una niña.

—TaeHyung usa aerosoles —explicó su hijo, ella abrió su boca con sorpresa mientras volteaba a ver a su esposa, quien rió suave por la expresión—. Al menos hasta ahora, todo indica a que es así, necesito una prueba firme de ello.

—¿Y qué planeas hacer con esa información? —preguntó con cautela, girándose para mirarlo con los ojos entrecerrados—. Nosotras no criamos a un bully...

—No haré eso —le sacó la lengua, ella le respondió con el mismo gesto—. Sólo tengo curiosidad —se encogió de hombros.

—Debe haber una razón importante, no cualquier beta u omega lo hace —continuó la alfa con su mirada fija en la carretera, JungKook asintió.

—Lo más curioso es que hoy lucía tan... extraño... —hizo una mueca con sus labios—. Como si quisiera ocultar algo, y no estoy seguro que sea necesariamente por su aroma.

—Bueno, caras vemos, corazones no sabemos —anunció su mami, su esposa sonriendo.

—Sí, cielo.

JungKook miraba el techo pensativo, preguntándose por qué alguien como TaeHyung querría ocultar algo, o bien en dado caso de que fuese alfa, ¿por qué ocultar su verdadero aroma? De igual manera, sabía que aquel sería un tema complicado de tratar con el contrario porque se notaba a leguas que no quería ni sospechaba que alguien dudara de él. Si bien su aroma se acercaba a ser lo suficientemente convincente, cualquiera con una nariz entrenada se daría cuenta.

—Bueno, cambiando de tema, ¿cómo te fue hoy? —preguntó Suni con curiosidad—. Dime que tenemos una buena excusa para comer helado —la alfa viró los ojos.

—Uh, sólo tuve clases, presenté un par de exámenes y... —repentinamente recordó lo ocurrido hacía unas horas en la terraza y trató de ocultar la inminente sonrisa que bailaba en sus labios, al igual que su sonrojo—. Más nada...

Sin embargo, no pudo ocultar algo importante.

—¿Se puede saber por qué de repente apesta a tiramisú? —su madre preguntó con un tono casi burlesco y su mami no tardó en reaccionar.

—¡Jeon JungKook, dime qué pasó! —exigió saber, una expresión sorprendida en todo su rostro.

Después de eso, el camino de regreso a casa se basó en quejas del alfa porque no tenía nada que decir al respecto, su mami molestándolo para que le diera información y su madre riéndose de él. 

El omega se encontraba sentado en una camilla, una intravenosa colocada en su brazo por la excesiva cantidad de líquido que perdió entre cada sesión de vómito y su madre lo miraba con preocupación desde el sofá que estaba en la habitación, llevaba su uniforme encima y NamJoon su pijama, ninguno había logrado salir de casa antes de que los síntomas aterraran a la mujer y esta tuviera que conducir rápidamente hasta el hospital más cercano.

—Por favor, necesito que me digas lo que estuviste tomando últimamente —el alfa insistió en no saber mientras se cruzaba de brazos, su rostro ameno y su voz calmada daban una sensación de ligera seguridad, pero aún así NamJoon estaba con los pelos de punta.

—Pero ya me dieron un tratamiento... —ignoró la pregunta.

—Sí, pero necesitamos saber cómo avanzar de acuerdo a lo que hayas tomado —explicó ya que si bien ellos podían un estómago quemado, de nada iba a servir si el omega seguía ingiriendo lo mismo—. Me imagino que usted no tiene idea —miró a la madre del contrario, esta no cambiaba su expresión y simplemente negó con la cabeza.

—Honestamente pensaba que mi hijo estaba en perfectas condiciones... yo no... no suelo estar en casa y su padre...

—Bueno, no he estado tomando nada —interrumpió a su madre—, ya le dije que ayer bebí mucho alcohol entonces... quizás tiene que ver con eso —se excusó nuevamente sin mirar a ninguno de los dos, sus dedos jugando entre ellos. El médico endureció un poco su expresión—. Mi estómago se revolvió, los mareos de hoy sólo son por la resaca —se encogió de hombros.

—Soy médico NamJoon, sé lo que es una resaca y esto no es una resaca, tú mismo viste las imágenes, estás quemado por dentro —le dijo con toda la seriedad que requería su trabajo, había sido testigo de cientos de pacientes que creían que sus explicaciones eran suficientes, pero el cuerpo y los síntomas no mentían—. Por favor, dime lo que ocurre, no necesitamos que tus padres invadan tu habitación, ¿qué pastillas has estado tomando?

—No he tomado pastillas —refutó a la defensiva.

—NamJoon, di la verdad, no me voy a enojar —su madre le rogó, la sola idea de que su hijo estuviera pasando algo como eso la destrozaba y se sentía demasiado culpable, sin embargo, el omega no la miró.

—No he tomado nada... —insistió y el hombre suspiró.

Repentinamente, un par de adolescentes abrieron la puerta con una enfermera que venía detrás de ellos. El médico los miró con extrañeza y NamJoon apretó los labios, el beta rápidamente corrió hasta donde estaba su amigo, casi abrazándolo, y el alfa suspiró en alivio al verlo consciente y bastante vivo.

—Son los amigos de NamJoon —explicó su madre y el médico asintió mientras le hacía un ademán a la enfermera para que pasara.

—Estos son los resultados de sangre —dijo ella entregando una hoja, el hombre rápidamente la miró mientras el trío se saludaba—. Vea esto —señaló un espacio en la hoja.

—No tenían que venir, es sólo una resaca —explicó NamJoon, casi apretando los dientes.

—Una resaca no te quema el estómago —dijo YoonGi rápidamente, sus cejas frunciéndose con un poco de enojo—. ¿Sabes lo que sí lo hace? Los supresores —NamJoon abrió los ojos con terror.

—¡Yoon...!

—Bien, eso lo explica —interrumpió el médico, levantando su mirada del papel. El omega pareció congelarse en su puesto—. Los niveles de inhibidores en tu sangre son anormales, estuviste a un par de puntos de tener una sobredosis, podría atreverme a decir que estuviste a punto de perder a tu lobo.

La madre del omega jadeó en sorpresa, cubriendo su boca. NamJoon ni siquiera pudo mirarla.

—Yo tomo la cantidad requerida para mis celos —explicó trabándose con las palabras, YoonGi bufó.

—Mientes —le reprochó sin dudar—, te he escuchado decir que los tomas cada tres días —el omega lo miró con una expresión de consternación, queriendo que se callara pero el médico ya había tenido suficiente.

—Bien, te di tiempo de responder por tu cuenta pero ya vemos que definitivamente tienes un problema —dijo tranquilamente y le hizo una seña a la enfermera quien no demoró en salir de la habitación para buscar algo—. Los supresores no generan adicción, la única manera de que esto suceda es que quieras lograr algo con ello. ¿Qué quieres lograr? ¿Morir de sobredosis?

—¡No! —dijo de inmediato, su madre ahora estaba sollozando—. No puede decir algo como eso, yo no quiero morir, simplemente... quizás solo... solo tomé más de la cuenta una vez...

—Esto no es algo de una vez —cortó—. Tu esófago y estómago son pruebas de ello, y tu sangre igual —continuó—. Además, los supresores para omegas producen sobredosis cuando son más de tres capsulas ingeridas, ¿entiendes lo fuertes que son? Tu estómago pudo haber sufrido algo más grave y en el peor de los casos, perforarse.

—Nam... —ahora la mujer lo miraba con una expresión entre el miedo y la tristeza profunda, el omega la tomó como decepción.

—Les juro que no es lo que ustedes creen —trató de explicarse, a pesar de que sabía lo mal que estaba.

—¿Entonces? —siguió preguntando a pesar de que estaba seguro de que el omega no respondería por su propia cuenta—. ¿Quieres sentirte dormido? ¿Agotado? ¿Quieres desaparecer a tu lobo? —NamJoon esta vez, pasó saliva y el hombre entrecerró los ojos—. ¿Por qué quieres desaparecer a tu omega?

NamJoon apretó la mandíbula y la enfermera reapareció con una inyectadora en sus manos. YoonGi miraba lo que sucedía con una expresión de preocupación en su rostro mezclada con el enojo mientras que el beta no estaba seguro de cómo reaccionar, él y HoSeok se habían alejado un poco de la escena para estar al lado de la madre del peli-rosa quien trataba de detener sus sollozos.

—No quiero hacer eso...

—Entonces tienes suerte de que no haya desaparecido —comenzó, completamente consciente de que lo que había dicho el omega era una mentira—, muchas personas pueden decir que desaparecer a su lobo te da una sensación de libertad, pero la muerte es inevitable en el noventa por ciento de los casos —explicó.

—Muchas personas sobreviven —parecía querer retarlo con la mirada y el hombre asintió lentamente a ese dato.

—El otro diez por ciento terminan con secuelas irreparables —continuó, observando la expresión seria del omega—, muchos se suicidan, pero supongo que eso ya lo investigaste.

—Oh por... —la omega no podía creer lo que estaba sucediendo, simplemente cubrió su rostro mientras YoonGi la consolaba.

—También habrás encontrado que muy pocas, realmente pocas personas tienen la suerte de tener una vida relativamente tranquila como betas, pero déjame decirte algo, tú no tienes esa suerte y esas historias no son más que mentiras —concluyó.

—Pues no sé a qué querrá llegar —se encogió de hombros a pesar del temblar en su voz—, porque no quiero desaparecer a mi omega —repitió con una seguridad muy poco convincente.

—Entonces no te molestará que lo despertemos —miró rápidamente a la enfermera y esta se acercó al omega, provocando que la expresión de fingida calma de NamJoon se descolocara.

—¿Q-Qué es eso? —se veía casi en pánico, mirando con sus ojos aterrados como la mujer tomaba su mano.

—Es un medicamento para revertir el efecto de los inhibidores —NamJoon frunció sus cejas en miedo mientras la mujer insertaba la aguja en la intravenosa—, acelera el celo por lo que tus hormonas deberían producirse nuevamente y por consecuencia, despertar a tu omega —explicó con calma.

Repentinamente, NamJoon quitó su mano, provocando que la aguja saliera y el líquido cayera sobre la camilla. El hombre sin dudarlo se acercó para detenerlo cuando este intentó levantarse, sujetándolo con fuerza. NamJoon jadeó y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras trataba de moverse para ser inyectado, la enfermera rellenó la aguja nuevamente mientras el médico no se veía realmente sorprendido por la reacción.

YoonGi jadeó, mirando con preocupación lo que sucedía. No podía creer que todo el asunto hubiera llegado hasta ese punto.

—Por favor, quédate quieto —le pidió el médico, NamJoon forcejeaba.

—¡No! ¡No me...! ¡No! ¡P-Por favor! —gritaba, moviendo su cuerpo lo más que podía para soltarse.

Su madre entre asustada y enojada le pidió que se calmara pero él no hacía caso, sólo quería alejarse de esa inyectadora y cuando la enfermera volvió a acercarse él intentó aún más fuerte, sus piernas pateando y su cuerpo retorciéndose.

Quieto omega —pronunció lentamente el médico, provocando que el cuerpo de NamJoon se tensara, pero no detuvo el movimiento—. Quieto omega, por favor, quieto omega —repitió hasta que, entre sollozos, NamJoon se detuvo.

La enfermera inyectó tan rápido como pudo el líquido dentro de la vena, quitando la aguja en el momento que se acabó y ambos se alejaron del omega. NamJoon se sostuvo el brazo, sus sollozos se transformaron en un llanto bajo y pasaba sus manos sobre su rostro en un vago intento de apartar las lágrimas.

—Lo siento —le dijo pero este no lo miró, se notaba que NamJoon reaccionaba con repulsión a la voz de mando, pero él no tenía más opciones.

—NamJoon... ¿por qué? —preguntó su madre pero el omega tampoco le contestó, él estaba más concentrado en ver su brazo y lamentarse por el líquido que recorría sus venas que en cualquier momento haría efecto.

—Señora Kim —ella lo miró, sus ojos cargados de dolor—, necesito hablar con usted en privado —asintió, mirando por última vez a su hijo antes de seguir al alfa hacia la salida de la habitación.

Una vez la puerta fue cerrada, el omega miró a sus amigos, sus ojos cargados de lágrimas de frustración y dolor. Ambos le devolvieron la mirada, pero antes de que YoonGi pudiera formular palabra alguna, NamJoon se adelantó.

—Bien, sí, tengo un problema —rió sin ganas, un sollozo interrumpiendo sus palabras.

Ambos intercambiaron miradas y HoSeok se acercó un poco a su amigo pero este se alejó de su tacto, provocando que el beta bajara ambas manos hasta su regazo.

—Escucha —YoonGi comenzó, tratando de sonar lo más comprensivo posible—, no pasa nada, ¿sí?, podrás con esto y... 

—Cállate —interrumpió a YoonGi, tomando por sorpresa a ambos—. Todo esto es tu culpa —anunció con rabia.

YoonGi frunció el ceño con consternación y HoSeok se quedó estupefacto.

—NamJoon...

—¿Mi culpa? —preguntó con sorpresa, casi riéndose porque le parecía una absoluta locura—. ¿Por qué mierda tendría que ser mi culpa? —HoSeok se acercó a él y lo tomó del brazo, intentando tranquilizarlo.

—YoonGi, no...

—¡Claro que es tu culpa! —continuó, enojado—. ¡No me habrían hecho esto si no hubieras dicho nada, imbécil!

Esta vez el enojo invadió el cuerpo del peli-azul.

—¿Acaso crees que no lo habrían descubierto luego? —esta vez el tono de su voz subió, HoSeok apretó los labios e intercaló su mirada entre ambos sin saber qué decir—. ¡Estás en un maldito hospital, NamJoon! ¡Te hicieron exámenes de sangre!

—¡Vete a la mierda! —le gritó, sus mejillas cargadas de lágrimas y su vientre comenzando a doler—. ¡Eres un imbécil, ojalá no hubieras venido! —sollozó, su respiración acelerándose lentamente.

—Chicos, cálmen...

—¡Vine porque estamos preocupados por ti, grandísimo idiota! —le reclamó, dando un paso hacia delante que el beta trató de retener sujetando con más firmeza su brazo—. ¡Pudiste haber muerto por esto! ¡¿Acaso no lo entiendes?!

NamJoon se sostuvo el vientre, sentía todo su interior retorcerse con dolor y jadeó. Sin embargo, esto no mermó su enojo.

—¡Ojalá me hubiera muerto!

—¡NamJoon! —su madre lo miró con terror, sus propios ojos llenándose de lágrimas de nuevo. Ella había abierto la puerta justo en el grito de su hijo y aquello no hizo más que romper su corazón.

El médico endureció su expresión, mirando a los dos jóvenes que aún estaban dentro de la habitación.

—El horario de visitas terminó —les dijo.

YoonGi apretó su mandíbula y tomó la muñeca de HoSeok quien, con sus asustadizos ojos miró a NamJoon, pero el alfa lo jaloneó un poco más hacia la salida.

—No nos vamos a quedar a que nos traten como la mierda —le dijo cortamente y el beta arqueó sus cejas en dolor mientras seguía al alfa, la puerta cerrándose detrás de ellos.

HoSeok suspiró mientras abría la puerta de su casa, sus ojos estaban ligeramente rojos y sus mejillas estaban cargadas de lágrimas secas. Una vez ambos salieron del hospital, YoonGi lo acompañó a casa y él no pudo evitar soltar toda su preocupación durante el camino, alegando que se sentía realmente mal por lo que había sucedido y YoonGi simplemente lo consoló diciéndole que NamJoon sólo estaba siendo un idiota. Claramente, HoSeok no veía al omega de esta manera, sin embargo al tratar de entender las acciones del omega, sentía que había piezas faltantes.

—¿Dónde estabas? —escuchó la voz de su padre y después de saltar por el susto, giró su mirada hacia él.

Su madre estaba detrás del hombre, sentada en el sofá. Ellos habían llegado temprano y él no estaba seguro de si aquello era algo bueno o malo teniendo en cuenta las circunstancias.

—Me asustaste —confesó, su mano colocada en su corazón.

—Aún no nos dices dónde estabas —esta vez habló su madre, mirándolo con seriedad.

HoSeok pasó saliva, un poco nervioso ahora, ¿acaso le iban a gritar por llegar un par de horas tarde a casa? Ellos llegaban después de la hora de la cena.

—Estaba en el hospital... NamJoon está internado ahí —explicó lentamente, desviando su mirada hacia las escaleras que llevaban a su habitación—. Es grave, así que YoonGi y yo fuimos a verlo a penas sonó la campana.

Cuando regresó su atención a ellos, notó una ligera expresión de preocupación en los ojos de su madre y su padre se cruzó de brazos. Sin embargo, no le iba a sorprender en absoluto que a ellos no les importara en lo más mínimo la salud de NamJoon, después de todo no se habían dado la oportunidad de conocer decentemente a sus amigos, y hasta donde HoSeok le concierne, ellos los veían como un par de "busca-problemas".

—Bien, estábamos preocupados por tí, no respondías el celular —explicó la omega.

—¿En serio? —no pudo evitar preguntar, la mujer se mostró extrañada.

—Obviamente, hijo.

Ahora el beta apretó sus labios, sus ojos no eran capaces de mantenerse fijos en sus padres.

—No tenía batería, lo siento —les sonrió con algo de pena—, pero estoy bien, YoonGi me acompañó de regreso a casa así que... 

—Los alfas solo cuidan a omegas —esta vez su padre habló sin una pizca de suavidad en sus palabras, seguro de lo que decía—. Tu eres perfectamente capaz de regresar solo, ¿cierto? Cuidado con ese YoonGi, quizás sea un alfa extraño.

HoSeok frunció sus labios, cambiando su pie de apoyo y mirando nuevamente las escaleras.

—Supongo —rió sin ganas, bajando la mirada.

—Bueno, pensábamos pedir algo para cenar, ¿qué se te antoja? —su madre nuevamente pareció querer comenzar una conversación.

—¿Quizás unas hamburguesas? —se encogió de hombros—. Realmente estoy bien con lo que escojan, mientras no sea algo con jengibre.

—¿No te gusta el jengibre? —preguntó el alfa, sentándose en su sofá individual.

HoSeok recordó las miles de veces en las que ellos le habían hecho la misma pregunta y suspiró antes de contestar con la misma respuesta de siempre.

—No, no me gusta —se rascó la nuca.

—Bueno, lo recordaré —dijo su madre, tomando su celular para ordenar algo.

HoSeok se dio cuenta de que era uno de esos días donde ellos parecían tener un momento libre y recordó todas las veces anteriores en las que había pensado que aquello significaba que podrían tratar de comportarse como una familia normal al menos una vez. Sin embargo, a pesar de saber cómo resultaba siempre, dentro de él había algo que esperaba que la siguiente vez fuese diferente.

—¿Cómo estuvo el trabajo hoy? —dio un paso hacia la sala de estar en donde estaba la pareja, tratando de darse ánimos para poder comenzar una conversación decente donde el tema principal no sea el trabajo.

—Bien, las ventas han ido muy bien —su madre dijo orgullosa.

—Hoy tuvimos una reunión con un cliente importante que nos dará más reconocimiento en china, es un gran paso y por eso regresamos antes para celebrarlo —HoSeok abrió un poco la boca, sorprendido.

—Eso es bueno, me alegro por ustedes —dijo sincero, sonriendo un poco.

—Por nosotros, todo eso será tuyo así que necesitas aprender a llevarte con este ambiente —comenzó el hombre, HoSeok apretó sus labios después de escuchar esa frase.

—Claro, ven, hablemos sobre el negocio familiar —su madre dio un par de palmaditas en el lugar al lado de ella.

El beta dio un paso hacia atrás automáticamente.

—Yo... uh... acabo de... —pasó saliva—... acabo de recordar que tengo un examen realmente difícil mañana y...

—Oh, está bien, anda a estudiar —su padre accedió—, pero no te librarás de esta conversación, este fin de semana nos acompañarás de nuevo a la empresa —le dedicó una sonrisa, no una amigable y amable, más bien una sonrisa por compromiso, aquella que HoSeok sentía que le daba a sus empleados.

—Claro... —su tono de voz bajó mucho más.

—Estudia mucho, esas becas para alguna de las SKY no se conseguirán solas —su madre anunció como un recordatorio, haciendo un ademán con su mano y con aquella sonrisa suave que no llegó a sus ojos.

HoSeok asintió rápidamente, alejándose y subiendo las escaleras.

Una vez en su habitación dejó caer su mochila sobre el suelo y se lanzó sobre su cama, suspirando temblorosamente mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas. No podía creer que en serio había esperado que fuese diferente esta vez y se lamentó porque ellos no estaban en absoluto interesados en saber cómo se sentía, sólo pensaban en enviarlo a alguna de las universidades más prestigiosas de corea y que fuera el perfecto hijo que dirigiría su empresa próximamente, pero él no era capaz de llevar toda esa carga, sus notas ni siquiera eran lo suficientemente buenas y él solo... era un inútil beta. 

Sollozó y escondió su rostro en la almohada, esperando callar lo suficientemente su llanto porque no tenía ganas de explicarle a sus padres por qué estaba llorando, ni siquiera estaba seguro de por qué lo hacía, sólo se sentía como un idiota. Pensó en todas las personas en el mundo, pensó en todos los problemas que ellos estarían pasando y consideró que los suyos no eran nada a comparación, sólo era un chico tonto llorando por... Definitivamente por todo, pero, ¿qué era todo? ¿Quizás por NamJoon? ¿Quizás porque se sentía tan solo? ¿Por sus notas? ¿Por sus padres? ¿Por sus expectativas? Se sentía tan agobiado.

Fue en ese momento que pensó en el único momento donde todas aquellas emociones negativas desaparecieron y casi sonrió. Quizás era algo tonto, hasta podría considerarse como demasiado soñador, pero no iba a negar que le gustó sentirse en paz gracias a JungKook, el alfa claramente no era la cura para todas sus emociones negativas pero había hecho un increíble trabajo dándole un momento de paz. Casi podía recordar la sensación sobre sus labios.

Con su corazón un poco más tranquilo, tomó su celular y buscó un chat en específico sin saber qué escribir realmente. Tampoco estaba seguro de si sería una buena idea pero aún así admitía estar un poco desesperado por distraer su cabeza de nuevo.



Chat con:

JungKook

última conexión 17:35 p.m.

"Hola"

"Hola, ¿qué haces?"

"Hey!"

"Odio a mis padres, qué tal va tu día?"

"Lo de h..."

"JungKook, lo de hoy fue..."


HoSeok suspiró con cansancio y dejó su celular a un lado, no podía creer lo condenadamente complicado que era escribir un mensaje. Sus pensamientos lo atormentaron en el segundo que tocó la primera tecla y simplemente no pudo avanzar más, ¿realmente debería hablar con JungKook? ¿Qué demonios se supone que le diría?

Sin embargo antes de que pudiera pensar algo más y como si el universo decidiera darle una señal de que sabía lo mucho que estaba sufriendo, él escuchó el sonido de una notificación. Sujetó rápidamente su celular, viendo el nombre de JungKook brillar en la pantalla. Tomó aire, y después de prepararse mentalmente tanto como creyó necesario, abrió el chat nuevamente.


Chat con:

JungKook

«Hola Hyyyyuuuung»

«Que tal va su tarde?»

"Hey"

"Hola Kookie"

"jkasd"

«Hola~»

«Va bien, eso creo»

«Cómo está NamJoon Hyung?»

«JiMin hyung nos dijo que estaba en el hospital:(»

"él y yoon pelearon"

"mal"

"honestamente, tengo miedo"

"tan bien como podría estar alguien con el est..."

«Pues, tiene el estómago quemado por haber tomado muchos supresores»

«Y peleó con YoonGi»

«Lo único que me alegra es que esté respirando jsjsjs»

«D:»

«Ah Hyung, lo siento mucho:(»

«Espero que se mejore pronto»

«Podría acompañarlos si van a visitarlo?»

«No estoy seguro de que le emocione la idea»

«Ha estado un poco... malhumorado»

«Tampoco estoy seguro de si lo querrá cuando le den de alta»

«Own:(»

«YoonGi hyung y él pelearon muy fuerte?»

«No pasa nada, siempre pelean»

«Creo que esta vez solo fue el enojo del momento»

«No tenemos que hablar de eso ahora jsjsjs, qué haces?»

«Buenooo, iba a tomar una siesta»

«Pero quería hablar con usted»

"ah ya veo"

"oh, eso es lindo"

"creo que me sonro..."

«Bueno, aquí estoy jeje»

«Aunque no tengo mucho que contar»

«Soy un poco aburrido»

":("

«No lo creo Hyung»

«Juguemos un poco»

«Podríamos intentar el juego de las veinte preguntas»

«Espero subirle el humor:D»

«Suena divertido, está bien jeje»

«Bien, piense en algo»

«Listo»

«Bien humm»

«Primera pregunta»

«Hyung, ¿por qué usted es tan bonito?»


HoSeok entonces casi lanzó su celular lejos y ocultó su rostro en su almohada, sintiendo la sangre subir a su cara tan rápido que el calor era casi sofocante. ¿Ahora qué demonios debía responder? Miró quizás más de dos minutos el mensaje en la pantalla y cuando sintió que había sido demasiado tiempo, bufó e insultó a JungKook llamándolo tonto, reclamandándole con nervios que así no era el juego y el alfa se excusó diciendo que se había confundido de juego entonces, por lo que una sonrisa rebelde se coló entre los labios del beta, transformándose en una risa.

El corazón de HoSeok ahora latía feliz.

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

24.2K 1K 65
No sexualiso a Lukas todo es contenido Está historia contiene partes de sexo
71.9K 6.5K 17
Satoru gojo el hechicero más fuerte en el mundo de la hechicería, mismo quién era conocido por ser un poco egocéntrico y auto alabarse, en este preci...
7.9K 678 23
Basado en el capítulo "Hazel wells and the multiverse of jenkins " Sin embargo con pequeño giro de trama,a jenkins SI le gusta Hazel,el pobre Dev le...
21.2K 141 40
esta será mi primera vez escribiendo algo en Wattpad espero les guste y todos los derechos a sus respectivos creadores