Rebeca
¿Como iba a actuar hoy?
Rayos, que experiencia Beca, que experiencia.
Hoy es el comienzo de otra semana, Domingo, y recién me acaba de llamar Brenda para pedirme ayuda en algo de su iglesia que sus padres la obligaron a hacer. No sé por qué pero me imaginaba a mi vestida de monja.
Se supone que irían todos, bueno, me refiero a Ana y Logan, Majo y Sean, Brenda y Lucas, Pili y un chico llamado Tanner que Lucas llevaría...y por último, pues Tyler, Dylan y yo.
Estaba nerviosa, el corazón me latía y mi maña de entrelazar los dedos volvió. Una quinta vez suspire en frente del espejo que mi baño tenia. Me había dado una ducha y me puse ropa cómoda como dijo Bren. El caso es que estaba asustada, que tal si Dylan no me habla porque pues...soy yo.
El día que ocurrió el beso, Dylan durmió en mi sofá toda la noche y mi madre jamás se enteró de ello, y...literalmente fue un "Tenemos que ir a la escuela, vete ya". Lo corrí de la casa porque no podía ni siquiera mirarlo y no poder sentir miles de mariposas revoloteando en mi vientre, sonrojos y cosquilleos constantes era algo que me dispuse a llamar: enamoramiento. Sin embargo, no podía dejar de pensar en que Dylan me rechazara hoy. Soy una tonta, porque toda la semana lo trate como cualquier otro día, tal vez como si el beso nunca hubiera ocurrido. ¿Se enojó?, ni idea, ¿y por qué soy una tonta?
"Hola soy Rebeca Carolina Mendes, la chica que no ha dado su primer beso hasta ayer y que por alguna extraña razón no puede guiñar un ojo."
Solo no quiero que esto haya arruinado todo, Dylan me gusta y mucho, si hago algo mal...no quiero que él se aleje de mí...no de nuevo.
Sonreí al espejo como pude, tratando de hacer una mueca buena para convencerme a mí misma de que todo estaba bien, y me maquille muy poco para salir del baño lo antes posible. En cualquier momento Majo llegaría por mí. Así que salí y baje a la sala.
Ahí, en el primer piso, me encontré a mamá quien estaba haciendo el quehacer de la casa.
—Ma—la llame por el apodo que le digo desde que pude hablar—¿Puedo salir con mis amigos?... —pregunte no dando mucha información.
—Sí, ¿con quién vas?
—Todos. Brenda dijo que si la acompañamos a no sé qué sorpresa en su iglesia.
—Claro... ¿entonces le digo a tu padre que no saldrás con él hoy?, ¿Qué iras a la iglesia?
—Mm...si, ya no quiero pasar tanto tiempo con él como pensé...
—¿Te arrepentiste de tu plan paternal?
Sonriendo como tonta, me acerque a mamá para abrazarla, lo que la sorprendió un poco, y lo supe por como dejo la barredora a un lado de nosotras acompañada con una risita.
—Tal vez me di cuenta de que tú eres el paquete completo. —Confesé sincera, logrando que mamá enrollara más de lo que ya hacía, sus brazos alrededor de mi espalda. —Y, tal vez eso le ayude a Robert para que piense que estoy arrepentida de "mis pecados."
Mi madre rio dándome una pequeña nalgada, bese su mejilla, alejándome de ella y abrir la puerta para irme. Me despedí cuando salí, y tuve que llamar a Majo porque a pesar de que era tarde, ella todavía no llegaba. "Estoy cambiando de tinte"...al menos eso dijo.
Cuando termine de llamarla espere ahí como "buena niña". Pero no pasaron más de 20 minutos cuando llego en un beatle color amarillo.
—¡HOLAAAAA! —me grito desde adentro del coche sacando una mano por el quema cocos. Sonreí y le devolví el gesto desde la acera de mi casa antes de entrar al auto. Todos tienen auto y yo no.
—¿No te ha dicho Bren que vamos a hacer? —fue lo primero que salió de mi boca después de que acelerara el auto y yo colocara mi cinturón de seguridad sobre mí. —Por cierto, él color celeste te queda.
—Nope. Ni siquiera Lucas sabe lo de la sorpresa, así que si él no sabe, estamos fritos...y gracias. A ti te queda tu atuendo—devolvió el cumplido refiriéndose a mi sudadera blanca y mangas negras, con un mallon decorado con un fondo de galaxia.
Reí con ella.
—¿Y tú Sean? —lo empuje el hombro pícaramente, pero a ella no pareció molestarle.
—Mi Sean esta de camino hacia la iglesia—dijo sin despegar la vista de la autopista. Después ella me codeo a mí—¿Y tú Dylan?
—Dylan no es mío... —le conteste algo sonrojada.
—Claro que no, eh— hablo en un tono divertido y sarcástico.
Acerco su dedo a la estero y ahí apareció la canción "I Thinking out loud" de Ed Sheeran. Ambas nos miramos como si viéramos un conejito adorable y empezamos a cantar algo dramáticas. En realidad Majo ponía mucho más sentimiento de lo que yo pudiera dar, estaba loca.
—Adoro esa canción, es tan linda y también amo a Ed Sheeran—le dije a Majo mirando por la ventana, suspirando como una enamorada.
Ya habían pasado como unos 15 minutos, y a donde se adentraba Majo cada vez eran calles más terrosas. Daria mi sudadera favorita por seguro de que la Iglesia debe de estar por algunos campos, donde haya pocos edificios. Como tipo película.
Majo hizo el mismo suspiro enamoradizo que yo.
—Sí, Ed Sheeran es grande....— después inclino su cabeza mirándome solo por unos segundos y clavo la vista en frente de nuevo—¿De verdad no ha pasado nada entre Dylan y tú?
Gire a verla, contemplando su perfil y unas cuantas muecas al observar el tráfico que hacían los demás autos. Esa pregunta me hizo frotar ambas palmas contra mi mallon para secarlas.
—Pues...si voy a contarte, prefiero que sea con todas las chicas... —confesé sintiendo un hormigueo tibio contra mi cuerpo.
—Vaya, que no nos ocultemos nada está bien...pero, ¿es algo malo?
—Noup—me reí negando con la cabeza—Eso creo... —susurre para mí.
—Bueno, luego nos cuentas que paso. Pero por ahora, hemos llegado.
Y era verdad, la iglesia estaba en frente de nosotras. Había pocos autos estacionados en el amplio estacionamiento, por lo que creo que eran de mis amigos. Nos bajamos del beatle y fuimos hacia el interior de la iglesia, ahí estaban todos preguntándose que es lo que Brenda tenia para nosotros, quien todavía no llegaba. Mire a mi alrededor, observando que los largos bancos para sentarse en las ceremonias estaban afuera de la iglesia recargados contra esta, por lo que teníamos un gran espacio.
<<Hay muchas latas de pintura>> Pensé. Uh...creo que ya se que es...
—¡Lucas! —grito Majo caminando hacia él cuando lo localizo. Lucas giro a verla y rodo los ojos en irritación. Yo reí al ver que todos estaban alrededor del chico preguntándole cosas, me imagino que deben de ser sobre lo que hacemos aquí.
—Si es que vienes a interrogar—empezó él—No sé nada. Brenda no me conto.
Majo soltó un bufido y saludo a los demás al igual que yo.
—Holis—escuche como llegaba Pili con un chico que antes platicaba con ella. Este era de Tez blanca pero con un toque bronceado, su cabello era mie al igual que sus ojos, de estatura un poco más baja que la de los chicos presentes. Sus hoyuelos me gustaron, lo hacían ver una persona risueña, lo que me hizo pensar que nos llevaríamos bien.
—Hola—le regrese.
—Tanner London, un gusto—me sonrió aquel chico, tengo que admitir, bastante lindo.
—Hola, Beca—dijo Ana abrazadme para saludar, correspondí su abrazo y también salude a su novio.
—Mocosa—llego Tyler apodándome, quien me rodeo con un brazo los hombros—¿Cómo estás? —beso mi mejilla.
—Creo que bien—le sonreí y en eso llego Brenda con Dylan y un par de....Latas de pintura...¡¿Más?!...hay no.
Un pequeño aplauso de parte de la castaña miel, nos hizo a todos girar a verla. E incluso sentí la castaña mirada de Dylan sobre mí, pero estaba tan apenada que decidí ignorarlo.
—Antes de que me acusen de algo— dijo Brenda portando un gorro de lana en su cabeza y ropa blanca bastante floja. Su aspecto era cansado, como si la castaña hubiera estado trabajando en la iglesia toda la noche, lo cual no dudaba porque barias paredes estaban pintadas desde que llegamos—quiero decirles que, los amo y que sobre todo son mis mejores amigos, mi vida y sol, ustedes saben que los amigos se perdonan todo, ¿no? —Ana le corto antes de que siguiera con su discurso.
—¿Qué hiciste, William?
Brenda suspiro, dándose por vencida y decidió contarnos por lo que no estábamos tumbados en cama en un Domingo tan fresco.
—Los traje aquí para que me ayudaran a pintar y arreglar la iglesia...
—¿¡Que?! —Grito Tyler inmediatamente, todavía con su brazo alrededor de mi—Tenia una cita con una chica bien cachonda y tú me traes aquí para esto....vaya, te amo Bren—dijo con notorio sarcasmo.
—¿Bien cachonda? —le pregunte al moreno, riendo por su elección de palabras.
—Súper cachonda—me corrigió. Yo reí de nuevo.
En realidad no me importaba estar pintando el resto de la iglesia. Al menos es mejor que estar en mi casa y encerrada.
—Bueno—comenzó Pili—de todos modos....¿será divertido no? —le hayo el positivismo a la situación.
—No es tan malo—acompaño el chico nuevo, si mal no recuerdo Tanner.
Todos asentimos de acuerdo.
—¡Manos a la Obra! —Trato de animar Majo mientras hacia un baile raro en su sitio. Acto seguido, todos fuimos por una lata de pintura y brochas.
—¿Veeeeen?, no fue tan malo—dijo Bren quien nos daba a todos una palmada en la espalda.
—¡Cállate! —le gritaron casi todos, en especial Tyler.
—Groseros—se quejó Brenda haciendo una voz chillona y graciosa. Ana fue a abrazarla al igual que Pili haciendo como si ella fuera un bebé, solo que parecía que la apachurrarían tan fuerte como a esos muñequitos que les brincan los ojos cuando los aprietas.
Mientras Tyler abría la lata de pintura, haciendo sus muecas de esfuerzo y yo lo observaba. Fueron como unos 5 minutos en los que después mire sobre mi hombro, y lo que vi dio paso a un escalofrió que acaricio mi espalda. Era Dylan, y de verdad quería hablarle, pero...¿cómo debería actuar?...más cuando algo raro ahora había en él, como una mirada asesina y en recelo.
Por un momento pensé que estaba enojado conmigo.
—Hey, Linda—Tyler me extendió una brocheta con pintura blanca para poder empezar a pintar—¿Lista?
—Claro—sonreí un poco. Y empezamos el trabajo.
Pero esa mirada de antes, la de Dylan. Eran más como... ¿Celos?