—¿Han visto a Adriá? –pregunté.
Estaba bajando las escaleras de mi casa. No encontraba a Adriá, le había mandado una carta a Draco y ahora quería responderles a Logan y a Dylan que están pasando las vacaciones juntos en Brasil, ya me los imagino a estos dos, el par de weones disfrutando de sus mejores vacaciones.
—Debe de estar por llegar, tu papá envió una carta hace un rato -responde mi mamá.
—¡Acacia!
Mi papá entra por una puerta trasera que da hacia nuestro jardín que realmente es precioso gracias a mamá, lleno de muchas flores de todos los colores y tipos; tulipanes, girasoles, rosas blancas, rojas y azules, dalias, lirios, entre otras. Además que está adornando con estatuas de criaturas mágicas que se mueven para cambiar de postura, en definitivamente es una mezcla entre mis padres y me encanta.
—Necesito si me puedes ayudar con el Nundu -dice papá.
—Damen, iré donde Ani. Recuerda que la iré a visitar por el tema del divorcio mágico.
—¿Cómo está? –pregunta.
—Horrible. No come, ni se ducha...
—Wow, se parece a tí papá –respondo.
—Ja ja.
—Nos vemos cariño, Aileen puede ayudarte. ¿Estás ocupada? –pregunta.
—Mientras espero a Adriá no hay drama, me encantaría ver tus criaturas papá –lo miro emocionada.
Osea. ¿Cuántas veces tienes la oportunidad de ver a cientos de criaturas mágicas en un mundo desconocido? Bueno, ahora diría que siempre, pero bueno, se los pregunto a ustedes.
Mamá salió de casa rumbo donde la tía Ani, llevándole nuestros saludos. Tomé dirección hacia donde mi papá se dirigiría mientras se arremangaba los puños de su camisa color caqui. Pude notar unos pequeños rasguños en sus antebrazos, debe de ser por sus criaturas. Cruzamos el patio trasero de nuestra casa, llegando hasta la oficina de papá, que bueno es más que nada una cabina con varios estantes, libros y uno que otro mueble. Papá es un increíble Magizoologista, ha ganado varios reconocimientos hacia sus habilidades y descubrimientos acerca de las criaturas mágicas, pero lo más increíble es tener una academia de alto nivel para el cuidado, estudio y el trato hacia las criaturas mágicas de todo él mundo mágico. Sip, mi papá es brillante.
—¿Papá y dónde es que tienes tus criaturas?
—¿Creías que tendría a mis bebés a la vista de cualquier mago? –ríe- eso es muy vintage.
Elevo la ceja. ¿Enserio? Miro a mi alrededor y me fijo en un ropero color café oscuro, del porte de mi dedo índice, pareciera si fuera un llavero. Me llamó mucho la atención y lo tomo despacio, mi papá me lo arrebata con cuidado de las manos mientras lo mira con admiración.
—Supuse que te darías cuenta.
—¿Huh?
Saca su varita y deja el llavero en el piso y en un lugar alejado de la habitación. Con un movimiento de mano hace que aquel diminuto ropero café se haga inmenso y esas dos puertas pequeñas, ahora midan más de 1,90. Un ropero precioso, con una letra L tallada en medio, con adornos y detalles que nunca se podrían ver cuando era un ropero pequeño. Tomo el pomo de una de las puertas, que suave.
—Quiero que aprendas este hechizo. No cualquier hechizo muestra la verdadera forma del ropero...
—¿Lo hiciste tú?
—Así es. Y espero que algún día, seas tú quien se adentre a este mundo del ropero.
—Papá, aún no sé que es lo que quiero...
—Sólo espera a ver lo que hay dentro. Conoce y llénate de todas las criaturas que hay, quiero que las veas bien, que las sientas... hasta te doy permiso que les converses de Draco. ¡No lo sé! Pero créeme que después de la primera visita, no habrá vuelta atrás. Te enamorarás de estas criaturas al igual que yo, Leen. –sonríe.
Suspiro y luego sonrió. Mi padre es feliz con esto.
—¡Adentrémonos a ese ropero!
Por dentro se ve como si fuera un ropero normal. Me ubico al lado de mi padre mirándolo un poco ansiosa, él saca su varita y susurra unas palabras.
—Ostende mihi faciem arcanum meum
Una luz color turquesa brillante, iluminó nuestras espaldas y en un abrir y cerrar de ojos sentí como mis pies estaban sobre césped y una brisa tranquilizante movió mi cabello.
—Vamos a ver a Nundu, tuvo una pequeña pelea con uno de su especie.
—¿Un qué?
—Es mejor que lo veas –sonríe.
Casi corrí cuando papá empezó a caminar hacia unos árboles y un sol falso entremedio de ellos. No pude moverme después de eso. ¡SON DEMASIADAS CRIATURAS!. Pude observar como unos pequeños insectos color azul zafiro aleteaban al rededor de papá, pareciera que le bailan.
—Estos son Billywigs, la mayoría de las personas no los ven al volar ya que son muy veloces.
—Tienen un color muy lindo.
—Que no te engañe su apariencia, si alguna vez te pica, podrías estar flotando por unas buenas horas.
—Uy, quiero uno para que pique a Parkinson –trate de tomar uno.
—Aileen...
—Es broma, es broma...
Papá dejo un pequeño tarro con unas semillas y frutos para que se alimentaran sobre las ramas de estos árboles. Me quedé observando una grieta en aquel árbol, veía como se asomaban dos pequeñas hojas con unos ojos un poco curiosos.
—Hola pequeño –susurro– ¿Tú que eres? ¿Eres de este árbol?
Veo como la pequeña criatura asoma su cabeza y me mira con atención, es una cosita muy linda, la quiero adoptar.
—Papá, ¿Cuál es el nombre de esta?
—Es un Bowtruckle, este debe de ser su árbol, viven en ellos y son los guardianes de su árbol. Son compañías muy leales, sabía que te encantarían.
Veo como papá estira su mano con la palma hacia arriba, el bowtruckle salta sin miedo hacia su mano y sube por su brazo hasta llegar a su hombro. Veo como este empieza a subir hacia su cabeza y jugar con el pelo de papá.
—Tómalo, Leen –dice papá.
—Papá siento que si lo tomo, lo quebraré. Es como una ramita
—No se quebrará
—Me da miedo
—Aileen...
—No
—¡Ahí va!
—¡Papá!
Siento como el Bowtruckle me mira desde mi hombro, bueno tal vez no era tan terrible. Acerco mi mano tal cual como papá hizo y este sube de un salto, es increíble tener una vida tan pequeña y frágil en mis manos.
—No era tan terrible, ¿o si? –se burla.
—No molestes
—Vamos.
Seguimos avanzando y el pequeño Bowtruckle no quería bajarse de mi mano, asi que lo puse en mi hombro y se quedó ahí sentado y agarrado de mi blusa, es una linda compañía. Después de caminar unos minutos y pasar por lugares llenas de madrigueras en las que vivían criaturas como Niffler, también en lugares con mucha humedad y mucha vegetación habían unos Diricawl que son iguales a unos dodos. Unos gatos llamados Matagot, los cuales realmente me causaron un poco de miedo. En el aire había un Occamy, el cual su precioso color turquesa y morado se hacían notar demasiado en el cielo, quedé enamorada. Al llegar a unas rocas y cuevas gigantes, papá hace un Lumus con su varita y nos adentramos hacia una. Avanzamos unos pocos y nos encontramos con una criatura de más o menos 4 metros, el Nundu, santa cachucha que regale unos centímetros.
Esta criatura nos mira y hace un pequeño rugido. Lo cual obvio, grito.
—¡No grites que asustas a las criaturas!
—¡Tú también estás gritando!
—¡Si es verdad!
—¡Deja de gritar!
—¡Tú primero!
Un mini rugido se escucha entremedio de las piernas de papá, creo que es el hijo del Nundu, bueno no se ve tan malvado. Papá hace que el gran Nundu tome una posición boca arriba, para así ver su herida que está parchada.
—Quiero que tomes estas pinzas y le saques el parche que está cerca de su pecho, con mucho cuidado.
—Si papá, no soy Parkinson –dije– já, ¿entiendes? Par-kin-son, por lo tonta y por mi mano.
—Sólo, hazlo Leen –dice papá.
—Sí.
Con cuidado tiro del parche sin hacer un movimiento brusco, el Nundu está tranquilo y sólo mira a papá, creo que sabe que papá está aquí para cuidarlo, esa mirada tan tranquila y serena lo dice todo.
—Vaya, su herida está sanando muy rápido –dice.
—¿Y qué es lo que le ocurrió?
—Otro Nundu lo atacó. Estas líneas de su pecho son las garras, fueron tan profundas que casi le llegan al corazón. Es un milagro que lo pude salvar.
Miro al Nundu y este lame la mano de papá, le está agradeciendo.
—Échale este ungüento, es para que acelere el proceso de curación
—Ok. Y papá, ¿Qué piensas hacer con todas estas criaturas más adelante?
—Bueno, la academia tiene varios convenios con escuelas de magias e institutos del rubro de la magizoología, en los que la academia presta los servicios prácticos para poder estudiarlos, ver el trato y comportamiento de estos mismos para su correcto estudio, pero nada de eso me convence para entregar mi academia. Cuando ya sea viejo y no pueda seguir más con ellos, mi única opción es traspasarte la academia y todo lo que conlleva a ti, Leen...
Dejo de ponerle la crema al Nundu y lo miro. ¿La academia de papá? ¿A mi nombre?
—Papá, yo...
—Sólo quiero que quede en la familia, que sea una Llobett quien tenga uno de mis tesoros más preciados... no que seas una Magizoologista si no es lo que quieres, aunque eso me encantaría...
Suspiro.
—Hija, estaría tranquilo y muy contento de que cuides del ropero, sé que estaría en buenas manos.
—Oh vamos, aún ni te salen canas y ya te estás matando.
Se ríe.
—No te preocupes papá, que aquel ropero se quedará en la familia Llobett.
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NUNDU
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YA VOLVIIIIII!!
Me extrañaron?
Aaa, buenooo quería decirles que terminé mi año y pasé TODAS MIS ASIGNATURAS😍 estoy muy feliz ctmmm y es por eso que estaré actualizando :)
Cuéntenme, esperaron mucho?
Qué es lo que les gustaría saber más de la historia?
Las leooo❤️