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- Tsukki~ hagámoslo por favor~ - le abraza por la espalda para acariciar suavemente los abdominales del alfa, suelta feromonas que lo seducen.
- No - dice fríamente cuando en realidad se muere por darle duro sobre la mesa.
- Por favor~ Ya estoy caliente~ - le dice al aumentar sus feromonas para que el alfa haga lo que él quiere.
Tsukishima no cree aguantar por mucho tiempo, pero realmente está asustado de hacerle daño si lo hacen muy brusco. Además de que Tadashi sólo está siendo caprichoso, no puede creer que incluso sin el celo del pecoso, éste sea muy lujurioso.
Tadashi cumplió cinco meses de embarazo y ha tenido muchos cambios de humor intensos, de un momento a otro está muy triste y al otro pone una excusa para hacerlo con el rubio. El alfa se nega cada vez que lo pide, pero no puede evitar tener pensamientos impuros. Incluso hay días en donde Tadashi lo provoca con ropas o posiciones durante el día, sin embargo, debe hacer el trabajo de Kei Junior manualmente en el baño.
- Estás más musculoso, Kei-kun~ - le dice al llevar sus manos a los brazos del mencionado, éste traga fuerte.
En las últimas semanas debe hacer ejercicio de más para controlar su testosterona e impulsos sexuales.
- Ya hablamos de ésto, no podemos hacerlo. - le dice al darse la vuelta y mirarle.
Prácticamente Tadashi estaba desnudo. La piel semi morena estaba brillando por un poco de sudor, los ojos dilatados e iluminados de placer, boca entreabierta que pedían a gritos que los besaran y mordieran, suspiros llenos de lujuria que invitaban al alfa a que hiciera un desastre en él. A Kei le excitó de sobremanera al ver a su omega tan necesitado, tanto que tan solo la imagen hizo que Kei Junior se levantará feliz.
La pequeña barriga de cinco meses se presentaba en el menor, algo que llenó de orgullo y ternura al alfa, y bueno, la lujuria también se apoderaba de él. En un movimiento rápido y seguro, levanta al omega de los glúteos, apreciando como estos estaban algo mojados, lo coloca sobre la mesa y quedar cara a cara; sintiendo la respiración agitada y pesada de Tadashi.
- Ennoshita-san me dijo que lo podemos hacer hasta que cumpla seis meses... Por favor... Hagámoslo antes de que se nos acabe el tiempo... - dice al liberar feromonas y restregar su cabeza en la pecho del alfa.
Con ese comentario, pudo asegurarse de que lo hará tan duro o suave como deseen, así que decide tomarlo allí mismo sin perder ningún segundo más.
Se baja los pantalones y hace que Yamaguchi se recueste en la mesa, abriendo sus piernas, encontrando su pene erecto y su entrada dilatada. Sonríe travieso y con mirada de deseo, le comenta:
- Estás tan listo para recibirme, omega. - se saca los lentes y los lanza sobre el sofá, así como luego se saca la camisa que él tenía puesta.
- a-ah es que no pude aguantar más... - se estremece al escuchar "omega" y ver la sensual imagen de su pareja.
- Hiciste bien, eres mi buen omega... - sabe que llamarlo así llenará de orgullo y calidez a Tadashi, así que se lo dice seguido.
- mmhm... Al-Alfa... Fóllame duro ¿Sí? - se muerde el labio y sus ojos contienen algunas lágrimas de deseo y desesperación.
"Mierda"
Él también se muerde el labio y de una sola estocada mete su miembro dentro de Yamaguchi, ambos sueltan un suspiro alto, una sensación de alivio y calidez los abrumó. El peliverde araña la mesa con sus uñas de lince que dejó ver por la sensación. Su boca se mantenía abierta, y el rubio se invitó para besarle profundamente al hacer un vaivén lento y placentero. Retenía gemidos con sus labios, y las uñas del omega se adueñaron y arañaron la espalda de Kei, el dolor en esa zona pasó a segundo plano cuando lo único importante era el placer que estaba recibiendo su Tadashi.
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Se acostaron en la cama totalmente cansados, estuvieron haciéndolo toda la tarde, ni siquiera pudieron comer bien. Así que ahora debía reanudar la cena, ya que la noche se acercaba. El omega se quedó completamente dormido entre las suaves sábanas de algodón, soltaba un aroma delicioso y embriagante. Era un olor que llamaba al alfa a compartir la cama para dormir, sin embargo, debía cumplir sus deberes y necesidades básicas. Debía hacer que Tadashi comiera bien para él y su bebé, y no dejaría que él se saltase ninguna comida.
Sólo tenía su bata encima, desde su vista de la cocina podía ver cómo el atardecer se colocaba en el horizonte. Dió vuelta el filete el cual estaba en el sartén y el sonido deleitó sus oídos.
Realmente estaba tan feliz, era todo lo que había deseado, se sentía tan privilegiado y agradecido, por todo lo que había sucedido hasta ahora. Aunque a veces es y será difícil, sabe que con Yamaguchi a su lado será invencible, podrán con todo a su paso.
- ¿T-Tsukki? - escuchó una voz temblorosa que venía del pasillo, acompañado de un olor un poco ácido - M-Me duele un poco el vientre... - dijo en susurro, no quería asustar al alfa pero tenía que decirle por si tenían algún problema mayor.
El rubio no dudó en ir a su lado y tomarle de la cintura.
- ¿Quieres que llame a Ennoshita-san? - preguntó con serenidad, aunque realmente se moría del miedo.
- N-No lo sé, es que es soportable... De seguro son las contracciones de entrenamiento que me explicó la otra vez... - dijo algo inseguro.
Aunque ese dolor iba y venía, era la primera vez que lo experimentaba, y se sentía muy vulnerable. Su jefe de tribu le dijo que solo debía mantener la calma y reposar, pero no se sentía seguro sin Kei a su lado, por eso fue hasta la cocina para sentirlo cerca.
- Bien... Vayamos a la cama, mientras tanto te haré de comer - le besó la frente y le acariciaba su vientre con suavidad.
- No... Me quedaré en el sofá recostado- dijo determinado - Quiero estar contigo... - mencionó al apretar su mano, quería hacerle saber que estaba bien y nada malo le sucedería.
Aunque ese cambio de humor lo notó hasta el propio omega, se sentía bien en esos instantes. Ahora que estaba cerca de Kei podía hacer lo que fuese, así que solo sonrió y besó los labios del mayor. A pesar de que Kei estaba preocupado, asintió porque confiaba en su lince, así que cualquier cosa él lo podrá entender y accionará ante cualquier situación.
Se sentó en el sofá, sin embargo, el dolor era persistente y a la vez soportable, debía mantener la calma como le dijo Ennoshita. Aunque escucharlo y experimentarlo eran algo totalmente diferente. Tsukishima le puso una frazada en sus piernas para que estuviera más cómodo y liberó algunas feromonas para que Tadashi se sintiera en compañía.
Se fue a la cocina para seguir con la cena nutritiva y al mismo tiempo vigilaba a su pareja por si tenía alguna dificultad. Cuando vió a Yamaguchi tan dolido en el pasillo se asustó mucho, pero debía mantener la calma para que él estuviera seguro y demás, aunque esa faceta suya de tranquilidad se romperá totalmente cuando sea la hora del parto.
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Luego de cenar, la contracciones de entrenamiento se acabaron y Yamaguchi estuvo más tranquilo. Ahora se sentía más feliz y despreocupado, además de que su esposo le preparó lo que sentía de antojo, entonces su omega no se podía sentir más agradecido.
Luego de eso, el peliverde se ofreció a lavar los platos y cubiertos sucios, ya que el mayor ya había hecho una deliciosa cena. Bueno, en realidad, Tadashi hizo una rabieta por no poder hacer muchas cosas en la casa, algo que antes podía hacer con normalidad y ahora su pareja no le deja hacer los deberes para que no se sintiera tan cansado.
Ahora estaba sonriendo mientras lavaba un vaso de vidrio, así que sentía más tranquilo. Pero, un dolor intenso hizo que cayera el vidrio de sus manos hasta el suelo, rompiéndose y haciendo gran escándalo por el silencio se la cabaña.
Yamaguchi sintió como el dolor se iba lentamente, pero miró con tristeza el vaso roto. Se sentía inútil y las inseguridades llegaron a su cabeza como soldados bien formados. Soltó feromonas amargas y deprimentes, acompañadas de lágrimas espesas y sollozos profundos.
Kei llegó corriendo a la cocina y pudo ver a su omega en un estado de crisis, evitó con agilidad los vidrios rotos para abrazar a Tadashi con toda su fuerza.
- ¿C-Cómo seré buena m-madre si r-rompo todo? - sollozó con dolor.
- Hey, tranquilo, es sólo un vaso - dijo el mayor.
- Já! ¿Entonces c-cuando se me c-caiga el bebé me dirás lo m-mismo? - dice con sarcasmo, aunque igualmente sigue con sus lágrimas en sus ojos.
- ... -
Kei no dice nada al respecto, pero lo mira con algo de ternura, su omega estaba pensando demasiado y era entendible, pronto serían padres y estaba asustado.
- El bebé estará bien y tú serás la mejor madre de toda la tribu - le besa la frente mientras le besa la frente - si alguien dice lo contrario, entonces participaré en un combate cuerpo a cuerpo para ver quién gana - le sonríe levemente y suelta feromonas para hacerle saber que está allí a su lado, aquí y siempre.
- Tsukki... ¿Y si me odia?... - se tocó levemente el vientre con su mano izquierda, realmente su autoestima estaba por los suelos, sentía que aquella vida que tiene en su interior no merecía a una madre omega primerizo y sin experiencia.
- No te odiará ¿Sabes por qué? - conecta sus miradas y el menor nega con su cabeza - Porque eres fuerte, determinado, positivo y único, y nuestro hijo amará todo eso de ti - hace un beso esquimal - Todo estará bien, te lo prometo...
Tadashi regula su respiración y se deja abrazar por su alfa, su ritmo cardíaco quedó normalizado por las feromonas que le otorgaron tranquilidad.
- T-Te amo, Tsukki - dijo en voz alta, ésta vez no tartamudeó por los sollozos, sino por la timidez que presentaba.
- Y yo más
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Tsukki limpió el piso tras la caída del vaso y envío al omega a buscar una película para que ambos vieran. Era una forma de distraerlo y hacerlo sentir mejor.
Así que se acurrucaron juntos, la noche estaba fría, pero la habitación estaba cálida y su abrazo lo era aún más. Yamaguchi volvió a sonreír y sus risas cargadas de alegría inundaban el corazón del mayor.
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yeih, dos días seguidos, tres historias actualizadas
mis dedos y mi cabeza duelen T - T
todo por ustedes uwu
ojalá lo hayan disfrutado, aún queda un capítulo
más de ellos, esperenlo y no lo abandonen xDDD
le quiero y cuídense <3