Second chance | Geraskier

By AlexBluesoul

25.6K 2.9K 1.7K

Geralt busca a Jaskier para disculparse, pero la suerte nunca ha estado de su lado. Tampoco el destino, al pa... More

1
2
4
5
6
7
8
9
10

3

2.4K 284 148
By AlexBluesoul


Geralt puso varios ducados sobre la barra, sin esperar una respuesta cuando ya estaba subiendo las escaleras. Planeaba seguir ocupando la habitación, y no iba a quedarse mirando cómo el par de tórtolos se sonreían.

Se recostó a descansar, pero no pasó mucho para que Jaskier entrara como un tornado, tomando su laúd y su capa.

"¡Geralt! Iré al mercado por algunas cosas, ¿vienes?" preguntó emocionado desde los pies de la cama. El brujo abrió un ojo para mirarlo.

"¿Irá tu amigo?".

"¿Ronald? No, no. Su padre se tomó libre hoy así que está a cargo de la taberna, ¿por qué?".

Se paró de un salto, tomó sus espadas y se encogió de hombros: "Curiosidad".

Caminando en medio del comercio, temprano por la mañana y con la nieve adornando todo, Geralt disfrutó lo bien que el bardo se veía a su lado, luciendo su capa azul. Se preguntó si sería adecuado intentar que recordara algo, pero cada vez que la idea se le venía a la cabeza, se sentía egoísta. Aunque, ¿no lo era también aprovechar esto para no disculparse?

Suspiró y abrió la boca para hablar, pero se dio cuenta de que el bardo había desaparecido de su lado. Se giró en todas direcciones, aliviándose cuando lo encontró comprando algunos panes calientes. El bardo se volvió a acercar y le ofreció la bolsa de género. Geralt lo miró confundido.

"Come, te ves decaído" alzó una ceja, sonriendo.

El brujo la aceptó, recordando todas las veces que Jaskier le compró algún dulce porque sí, porque podía.

"Gracias" murmuró. "Jaskier, ¿no has recordado nada últimamente?".

El bardo lo miró, frunciendo los labios en una mueca sonriente. "No, ¿es necesario que lo haga? Podríamos intentar hacer algunas cosas que haya hecho antes, ¿alguna idea?".

"Viajar juntos" dijo con la boca llena, mirando hacia otro lado.

"Buen intento, y sabes que me gustaría, pero debo quedarme, Geralt" hizo una mueca. "¿Qué tal después del invierno?".

Guardó silencio, eso era mucho tiempo, pero podía esperar. Después de todo, quizás el bardo se alejara de él cuando recordara lo que había sido su amistad, mejor no apresurar las cosas.

De pronto pestañeó sorprendido, pues Jaskier se había enganchado a su brazo y lo miraba fijamente a los ojos. Al ver que no dijo nada, el bardo sonrió, contento.

"¿Qué haces?" preguntó el brujo, volviendo a caminar sin separarse de él.

"Probaba cuán cercanos éramos antes de que te olvidara. Al parecer me dejas tocarte, eso no pega con la reputación que llevas, ¿sabes?" rió despreocupadamente y luego lo soltó para comprar naranjas.

El brazo de Geralt quedó más cálido. Jaskier nunca había hecho eso antes, y probablemente no se lo hubiera permitido, pero no había nada malo en dejarle pensar que eso era normal entre ellos, ¿no?

Exhaló con fuerza, al parecer se había perdido de mucho con su agria actitud.

◈◈◈

Jaskier se sentía intrigado respecto a Geralt. Era frío y reservado, como esperaba de cualquier brujo, pero había sido amable desde el principio. Tal vez demasiado.

Era agradable, y por algún motivo se sentía seguro a su lado, pero no dejaba de pensar que había algo extraño con él. No es que la reputación de Carnicero le molestara, él había aprendido a no juzgar a las personas por lo que decían los demás, los hechos siempre se transformaban al pasar de boca en boca y la mayoría de las veces los rumores se alejaban de la realidad.

No sentía miedo de él, pero algo dentro le decía que no sacaría nada bueno permaneciendo a su lado. Como si quisiera encariñarse con todo su ser, y al mismo tiempo no pudiera.

"¿Jaskier?" el brujo lo miraba atentamente, al parecer no era la primera vez que lo llamaba.

"Perdona, ¿qué sucede?".

Geralt lo observó otro par de segundos pero, como si se arrepintiera de decir algo, preguntó con normalidad: "¿Qué nos falta?".

"Oh, uh..." miró las canastas que ambos llevaban, repasando la lista en su mente. "Clavos de olor" señaló, buscando a su alrededor algún vendedor de especias. Siguieron avanzando, alzando la vista mientras buscaban.

"¿Para qué es todo esto?" preguntó el brujo, frunciendo el ceño ante la canasta en su mano.

"Ronald dice que la clientela disminuye durante el invierno, así que le sugerí hacer algunos tragos calientes" explicó sonriendo. Por alguna razón, al reencontrarse con Ronald se dio cuenta de que el chico lo atraía más que antes, y estaba comenzando a considerar quedarse con él, incluso establecer una relación formal. Sonaba precipitado, pero quería tomar el riesgo. 

Algo lo molestaba, sin embargo, y es que luego del asalto, no recordaba muy bien cómo quedó inconsciente, ni mucho menos cómo regresó a la taberna. Cuando se lo mencionó al moreno, este había intentado ocultar sus nervios, pero el bardo lo notó, era bueno leyendo a la gente. Ronald comenzó a decir que no se preocupara, y que mejor no intentara recordar. Sin duda, había algo que le estaba ocultando, pero el chico era tan gentil que de seguro no era nada grave.

Aun así, tenía curiosidad.

Cerró y abrió su mano libre. Geralt dijo que había perdido la memoria, pero él no encontraba ningún vacío, no aparte de las heridas que creía haber recibido, y que sólo recordarlas le daba escalofríos. Pero no tenía sentido, ¿dónde estaban los agujeros en sus manos?, ¿y el de su estómago?, ¿y los cortes alrededor de su cuerpo? ¿Qué tenía que ver Ronald con todo esto, como para no querer que recordase, mientras Geralt insistía en que lo hiciese?

Suspiró, todo en su cabeza estaba mal. Los hechos le decían que se acercase al brujo y se alejara de Ronald, mientras que su corazón le pedía lo contrario. Era agobiante, no sabía si debía confiar en alguno de los dos y, sin embargo, confiaba en ambos. Se sentía ingenuo.

◈◈◈

Geralt dejó caer la canasta con tan poca delicadeza, que un par de naranjas saltaron y terminaron rodando por el suelo.

Jaskier no pareció darse cuenta, pero Ronald desvió su mirada hacia él por un milisegundo que, por supuesto, el brujo notó. Además, era difícil permanecer indiferente ante el olor a desconfianza que expedía el moreno. A Ronald no le agradaba Geralt, y al brujo no podía importarle menos.

Cuando Jaskier le dijo para quién eran las compras, se le hizo bastante difícil seguir como si nada, sin embargo, le preocupaba más lo distraído que parecía el bardo, como si hubiera algo que lo estuviera molestando. Por un lado esperaba que algunos recuerdos estuvieran viniendo a él y, por el otro, le preocupaba que Yennefer no lo hubiera revivido del todo bien, y es que la hechicera había insistido demasiado en cuál difícil era el asunto, debía estar atento a cualquier síntoma de que algo anduviera mal.

"Jaskier, iré a ver cómo está Roach" murmuró al bardo tocando su hombro, interrumpiendo la conversación que este tenía con el moreno.

"¿Roach?" preguntó el ojiazul, confundido. Geralt cerró los ojos y suspiró.

"Mi yegua, ya la conoces... Está en el establo".

"Ah..." el bardo hizo una mueca, como si sintiera mal por no saberlo, pero rápidamente sonrió y le pasó dos manzanas de la canasta. "A los caballos le gustan las manzanas, ¿no?" preguntó ofreciéndole la fruta.

Geralt las tomó, dudoso: "¿Por qué no se las das tú?" sugirió, no obstante, Ronald por fin decidió intervenir, tirando el brazo de Jaskier para acercarlo.

"En realidad..." sonrió con expresión de disculpa. "Jaskier me iba a enseñar a hacer esos tragos calientes".

El bardo miró al moreno, sorprendido, y luego se dirigió a Geralt: "Lo siento".

El brujo asintió con la mandíbula tensa, se dio la vuelta y caminó fuera de la taberna.

◈◈◈

Geralt pasó horas en el establo, cepillando a Roach hasta que ella se cansó y lo empujó lejos con su morro, pero no sabía qué más hacer, había decidido quedarse con Jaskier porque se lo debía, porque el bardo siempre estuvo para él compartiendo sus miserias y soportando todo lo que le arrojaba, y eso es lo que tuvo que repetirse durante los dos días siguientes, mientras se acostumbraba al olor del estiércol y aprendía a lidiar con un Jaskier que lo trataba con amable cortesía.

El tercer día, sin embargo, cuando volvió a la taberna un poco antes de lo acostumbrado, Geralt supo que era hora de admitirse a sí mismo lo que llevaba tanto tiempo fingiendo no darse cuenta.

Y es que fue sencillo ignorarlo durante los primeros años, pero luego comenzó a convertirse en una molestia en el pecho, como algo atascándose en sus órganos vitales, algo externo, algo que no debía estar ahí.

Geralt debía admitir que Yennefer tenía razón, porque ver al bardo acostarse con decenas de mujeres dolía, dolía ver su ropa desacomodada y tener que salvarlo de los esposos furiosos.

Amar nunca resultó bien para Geralt, así que no quería admitir sus sentimientos ni su dolor, y que el bardo tuviera sexo con otras personas nunca había dolido como ahora, porque el sexo siempre fue casual y exento de cariño.

Pero ahora, viendo a Jaskier tocar su laúd con una rodilla en el suelo, cantando con ojos que brillaban de cariño hacia Ronald, que lo escuchaba de pie a sólo unos pasos frente a él... Geralt por fin debía terminar por admitir que, lo que sentía por Jaskier, era amor, porque sólo el amor podía causarle un dolor tan grande como el que estaba sufriendo con esa imagen frente a él.

Así que sí, Geralt estaba más consciente de sus sentimientos que nunca, pero aun así tuvo la cortesía de retroceder silenciosamente y dejarlos solos, porque Jaskier se merecía tener eso, alguien a quien amar y que lo amara de vuelta, sin etapas de negación, sin dudar tanto como él lo hizo.

Una vez más se preguntó si debía irse, si sólo se estaba engañando a sí mismo y sufriendo por nada, además de seguir estorbando en la vida del bardo. Pero sin importar cuánto doliera, el temor de dejarlo solo y que algo volviera a pasarle era mayor.

Jaskier fue su amigo incondicional, ahora era su turno de serlo.

Suspirando profundamente, se dio la vuelta y fue a ver si alguien le encomendaba una cacería.

◈◈◈

El sol estaba cayendo cuando Ronald y Jaskier subieron las escaleras a trompiscones, besándose y acariciándose con lujuria el uno al otro, sin importar que alguien los viera. Entraron a una habitación vacía y, sonriéndose con complicidad y diversión, comenzaron a desvestirse camino a la cama.

Lo hicieron dos veces antes de acurrucarse juntos y conversar por medio de susurros, mirando el techo y trazando líneas con el dedo en el cuerpo del otro.

Jaskier estaba feliz, no recordaba la última vez que se había quedado a charlar después de tener sexo. Tal vez, no estaba mal confiar en Ronald. Tal vez, por primera vez podía ser amado de vuelta.

◈◈◈

Estaba amaneciendo cuando Geralt volvió de la cacería. Se bañó antes de subir a la habitación, pero cuando abrió la puerta no halló a Jaskier allí. Intuyendo la razón de su ausencia, entró sin preocuparse y dejó su capa en la cama, al mismo tiempo que el bardo aparecía en la entrada.

"Oh, Geralt" Jaskier rió, nervioso. "Te levantaste temprano...".

"No pasé la noche aquí" dijo simplemente, mirándolo con neutralidad. El bardo tenía el pelo desordenado y la ropa arrugada. La capa colgaba estirada en su mano.

"Bueno, somos dos" sonrió alegre, terminando de entrar y yendo a acostarse en seguida. "Voy a dormir un poco, ¿qué harás tú?".

"Desayunaré" murmuró saliendo sin esperar una respuesta. El día anterior se había ido sin comer, y su mente había estado demasiado ocupada como para comprar algo en el camino, por lo que sus tripas se estaban quejando. Eso, y que en realidad no quería estar cerca de Jaskier en este momento. Suficiente tenía con saber qué había estado haciendo como para también tener que sentir el olor a sexo que expedía.

Bajó las escaleras esperando encontrarse con el moreno, sin embargo, su padre lo recibió en su lugar. Era el mismo hombre que lo había mirado con desconfianza y le mintió respecto a la dirección en la que el bardo viajaba, y aunque ahora sabía que él y Jaskier sí eran amigos, no había cambiado demasiado su actitud con él, así que sólo le asintió a modo de saludo y salió de la taberna, esperando comer en otra parte.

Afuera, sin embargo, encontró a Ronald sentado en la tierra de espalda contra la pared, llorando con la cara enterrada en sus manos.

Alzó una ceja, intrigado. El hombre apestaba a tristeza.

Geralt quiso pasar de largo. Estaba a punto de pasar de largo, pero simplemente no pudo. Tal vez no confiara en él, pero Jaskier sí, y de ese imbécil dependía ahora la felicidad del bardo, así que no le quedaba de otra que comenzar a aceptar al tipo.

Rodó los ojos y se acercó a Ronald para sentarse junto a él, sin mirarlo aún cuando este se sobresaltó y lo observó confundido.

"Hey... Geralt, ¿no? Lo siento, ¿qué se te ofrece?" preguntó avergonzado, secándose las lágrimas.

"Por qué estás llorando" murmuró el brujo tratando de ser amable, aunque ni siquiera pudo entonar la pregunta.

El moreno pestañeó aturdido, luego sonrió con incomodidad y se rascó la nuca.

"No creo que el dinero sea importante para ti, así que es un poco vergonzoso decirlo, pero para mí que tengo cuatro hermanos pequeños, es realmente agobiante" hizo una mueca, mirando hacia el pueblo.

"Hm" el brujo lo pensó, muchas veces Jaskier y él pasaron hambre por falta de dinero, y escuchar el estómago rugiendo del bardo siempre lo hizo sentir incómodo por no poder darle más.

"¿Hace cuánto conoces a Julian?".

El brujo contuvo la respiración ante el nombre, se le revolvió el estómago de sólo pensar que Ronald sí sabía algo así y no él. Era vergonzoso.

"Veintidós años".

"Oh... bueno, eres realmente afortunado, es la mejor persona que he conocido en mi vida" confesó sonriendo, pero Geralt no olía más que tristeza.

"Hm" contestó otra vez, estando de acuerdo. Jaskier fue una luz desde la primera vez que se encontraron, pero siempre fue demasiado estúpido para agradecerlo.

"¿Sabes? Él... nunca debió volver a este pueblo" murmuró con la voz al borde de quebrarse. "Debería haber seguido su camino hasta las costas, pero es tan bueno que ahora está aquí, sintiéndose obligado a ayudarme porque no puedo hacerme cargo de mi propia familia" tragó saliva, el brujo podía ver el esfuerzo que hacía por no volver a llorar.

Geralt carraspeó, y le dolieron sus propias palabras: "No creo que Jaskier se esté quedando por lástima, sino porque te ama".

Ronald se giró abruptamente hacia él, y pronto lo atacaron de nuevo los sollozos. Rió entre lágrimas y negó con la cabeza repetidamente.

"No lo merezco. ¿Viste el laúd que ha estado tocando? Era mío, se lo dio mi padre porque perdió el suyo cuando nos asaltaron, pero es una cosa vieja y fea, desearía darle algo mucho mejor... Sé cuánto ama tocar, y esa cosa jamás sonará con la decencia que se merece. Aún así no ha dicho una palabra al respecto".

Geralt se removió en su lugar, el moreno cada vez sufría más espasmos y el olor a tristeza que expulsaba lo estaba agobiando. Carraspeó incómodo, recordando el dinero que había hecho la noche anterior y diciéndose que hacía esto por Jaskier.

"Puedo darte el dinero para el laúd" ofreció frunciendo el ceño. La idea lo molestaba, pero seguramente a Jaskier le encantaría tener uno nuevo, de buena calidad.

El moreno lo miró, sorprendido: "¿De verdad?".

El brujo contuvo un suspiro: "Hm".

Al final, Ronald aceptó eufórico, agradeciéndole cientos de veces antes de darle las indicaciones de dónde había visto un hermoso laúd a la venta. Al parecer quedaba al otro lado del pueblo, por lo que le tomaría alrededor de una hora ir y volver, y él tenía que ayudar a su padre con los clientes, así que Geralt tendría que ir a comprarlo.

«Jaskier lo merece» repitió en su cabeza una y otra vez para no arrepentirse, hasta que él y Roach ya estuvieron lo suficientemente lejos de la taberna.

◈◈◈

Jaskier sólo llevaba unos minutos durmiendo cuando la puerta abriéndose lo despertó. Con la vista borrosa reconoció a Ronald, parado en la entrada.

"Hey" saludó adormilado. "¿Qué pasa?".

"Perdona blueyes, sé que estás cansado pero necesito tu ayuda" pidió con voz suave.

"Claro, no te preocupes" sonrió el bardo con sinceridad, levantándose en seguida y poniéndose sus botas. "¿Qué necesitas?" preguntó mientras se arreglaba la ropa y ponía su capa.

"Bueno, mi padre estará atendiendo y yo iré a promocionar los tragos calientes, pero necesito que vayas a la entrada del pueblo a atrapar viajeros" bromeó con una sonrisa nerviosa.

"Por supuesto, voy en seguida" aceptó tomando su laúd. Rápidamente dejó un beso cariñoso en los labios del moreno e intentó irse, pero Ronald lo detuvo.

"Espera, al menos toma esto antes de irte" le ofreció el vaso con jugo que había estado teniendo en su mano desde el principio.

Jaskier le sonrió, enternecido. Aceptó y lo bebió en pocos segundos, devolviéndole el vaso luego.

"Gracias... ya me voy" se despidió otra vez, guiñándole antes de irse corriendo.

Al bajar las escaleras el bardo se sorprendió de no ver al brujo, y al parecer el dueño de la taberna se dio cuenta de que lo buscaba, pues le gritó desde la barra: "Ronald dijo que tu amigo está comprando".

Jaskier se giró hacia el hombre mayor, alzando una ceja. «¿Comprando?» repitió en su mente. Bueno, tal vez había algo que le faltaba. Se encogió de hombros y le restó importancia.

"¡Gracias señor Falconieri! ¡Nos vemos más tarde!" se despidió alzando la mano y siendo correspondido de inmediato. El padre de Ronald era un hombre amable, lo había tratado bien desde el principio y, cuando supo que los habían asaltado en el camino, se apresuró a llenarlo de comida y algunas cosas que le pudiesen faltar. Por supuesto, el hombre le preguntó cómo estaba su hijo, pero Jaskier no recordaba cómo se habían separado o qué había pasado con él, así que el mayor estuvo esperando afligido hasta que Ronald volvió. El pobre estaba tan distraído, que Jaskier prefirió quedarse hasta que su amigo volviera para asegurarse de que todo estuviera bien. Por supuesto, luego se había encontrado con Geralt y las cosas se fueron desencadenando por sí solas.

Ahora, parado a las afueras del pueblo, sólo tuvo que esperar unos minutos cuando toda una familia pasó en una carreta. Sintiéndose con suerte, Jaskier se apresuró a acercarse, usando todas sus habilidades de persuasión para convencer al matrimonio de pasar a servirse algo caliente a la taberna. Cuando estos aceptaron, les dio las indicaciones con lujo de detalles y suspiró feliz por ser de ayuda. Sin embargo, poco después comenzó a sentirse mareado y tuvo que sentarse a tocar su laúd para mantenerse distraído. No quería fallarle a Ronald, no cuando todo parecía ir tan bien entre ellos.

Anoche se habían acostado por primera vez, y Jaskier esperaba que significara más que sólo sexo para Ronald. Estaba nervioso, quería hacer las cosas bien. Por eso, se esforzó en ignorar los temblores que comenzaba a sentir en las extremidades, obligándose a prestar atención a las cuerdas del laúd.

◈◈◈

Galopando sobre Roach, Geralt demoró menos tiempo del previsto, por lo que pronto volvió con el nuevo laúd en su espalda y, demasiado cansado como para llevar a Roach al establo, decidió dejarla atada pastando en la entrada. Luego comenzó a buscar a Ronald.

"¡Geralt! Volviste antes..." dijo el moreno apenas lo vio. Estaba llevando algunos platos a los clientes y el brujo notó cómo le temblaron los brazos al verlo. Alzó una ceja, intrigado, sin embargo, estiró el laúd sin decir una palabra. "Oh, en serio no sabes cuánto te lo agradezco, estoy seguro de que le encantará" sonrió, dejando la comida en las mesas correspondientes antes de recibirlo.

"Hm" Geralt asintió con la cabeza antes de darse la vuelta y subir a la habitación. Quería descansar un poco, no obstante, le extrañó no encontrar al bardo durmiendo, cuando hace poco lo había visto meterse a la cama. Suspirando, tomó la capa que había dejado antes de irse y salió para hablar con Ronald otra vez. "¿Dónde está Jaskier?" preguntó apenas llegó a su lado.

El nerviosismo que llegó a sus fosas nasales no le agradó.

"Le pedí ayuda para promocionar la taberna. Deberías descansar, estará aquí para el almuerzo" explicó sin mirarlo, demasiado concentrado en limpiar las mesas desocupadas.

"¿Dónde está?" repitió con más seriedad, le molestaba cuando no respondían sus preguntas.

Ronald tragó saliva, y de pronto Geralt se dio cuenta del sudor frío que caía por su frente, así como el leve temblor en sus manos. Respiró profundamente y, con los músculos tensos, se acercó al cuerpo contrario para gruñir bajo y ronco en su oído, repitiendo una vez más: "¿Dónde está Jaskier?".

Con los ojos vidriosos y los labios apretados en una línea, Ronald por fin se giró hacia él, susurrando: "Lo siento".




















Nota de autora: hace tiempo no escribo un fic de varios capítulos, así que si tienes alguna sugerencia o crees que debería cambiar algo, apreciaría que me lo dijeras ^^. Por ejemplo, si estoy yendo demasiado rápido o muy lento, o te gustaría una narrativa diferente.
La historia está en mi cabeza, pero si quieres que la cuente de otra forma, no tengo problema❤

Continue Reading

You'll Also Like

96.8K 10.7K 5
Había aguantado demasiado, se dijo entonces, tratando de no romperse, lo había intentado con fuerza, tratando de no rendirse, de no dejarse hundir, p...
160K 9.2K 16
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
21.6K 1.1K 11
Danny ve un dia para el otro como su vída da un giro de ciento ochenta grados. ¿Podra con los cambios?
10.4K 414 14
jackson se entera del beso entre stiles y lydia y como venganza le propone a la manada hacer una broma a stiles, ellos acetan despues de que el diji...