Ye Wan Wan vio la mirada de sorpresa de Xu Yi.
Ella abrió la boca para hablar, pero Xu Yi rápidamente se llevó un dedo a los labios para silenciartla. Luego puso las palmas juntas para suplicarla y dijo: "¡El noveno maestro no ha dormido durante 3 días!"
¿No había dormido durante 3 días?
¿Podría ser por haberse escapado?
En los últimos 2 años, ella no había renunciado a huir. Esta vez había sido la más cercana a la libertad, solo un poco más y hubiera podido tomar ese crucero al extranjero ...
Pero había un alto precio para pagar.
Antes, aunque Si Ye Han la obligaba a quedarse a su lado, él nunca la había tocado. La primera vez que lo hizo fue hace tres días.
Por eso había creído que su disfraz era efectivo desde el principio.
Justo cuando Xu Yi dio un suspiro de alivio, un atronador sonido del teléfono resonó por toda la sala de estar, perturbando el silencio.
Xu Yi estaba asustado y casi tiró el teléfono. Él rápidamente lo apagó.
Pero fue demasiado tarde.
El diablo había sido despertado.
Lentamente abrió sus ojos, sin mostrar un rastro de humanidad. Miró hacia él con ojos que dispararon dagas y el color en el cuerpo de Xu Yi agotado.
¡Ye Wan Wan también estaba en estado de shock!
Si Ye Han tenía un temperamento horrendo cada vez que se despertaba.
Si fue perturbado durante su sueño, eso fue similar al fin del mundo.
Presa del pánico, Ye Wan Wan extendió sus manos. Cubrió los ojos de Si Ye Han con una mano y tiró de su cabeza contra sus hombros con la otra, mientras acariciaba su suave cabello con los dedos, "Está bien ... Ve a dormir ..."
Un segundo pasó ...
Pasaron dos segundos ...
Tres segundos pasaron ...
Si Ye Han no se movió.
Un rato después, Ye Wan Wan retiró cuidadosamente la mano que cubría los ojos de Si Ye Han. El hombre había cerrado los ojos en silencio y había caído en un sueño profundo de nuevo.
La sangre de Xu Yi finalmente comenzó a fluir; casi había colapsado en este momento. Miró a Ye Wan Wan con ojos de gratitud.
Ye Wan Wan se quedó en la misma posición toda la noche.
No estaba segura de cuándo se quedó dormida, cuando despertó, ya era de día. Estaba acostada en la cama grande en el dormitorio principal, sin ningún signo de Si Ye Han en la casa.
Ye Wan Wan se frotó los ojos y se sentó. La mano con la que se frotó los ojos estaba manchada con delineador de ojos, pestañas postizas y sombras de ojos brillantes.
Todas las chicas quieren verse hermosas y sabrían que durmiendo con maquillaje daña la piel. Pero durante los últimos 2 años, ella nunca se atrevió a quitarse el maquillaje, incluso antes de acostarse.
Por el contrario, ahora que sabía que su disfraz no funcionaba, se sintió un poco más libre.
Ella finalmente podría ser ella misma otra vez ...
Desde que tenía 18 años, una edad floreciente para las niñas, nunca había conocido a nadie sin su disfraz. Ella casi había olvidado cómo se veía sin eso.
En primer lugar, serían los tatuajes grandes, sangrientos y horribles en su cuerpo.
Afortunadamente, tenía miedo al dolor, por lo que no escuchó los consejos de Shen Meng Qi para hacerse tatuajes permanentes; los que estaban en su cuerpo podían lavarse con jabón.
Ye Wan Wan buscó alto y bajo y finalmente encontró el jabón en una caja llena de otras cosas. Ella trajo el detergente, removedor de maquillaje, almohadillas de algodón y un paquete de máscaras faciales que Si Ye Han le había dado previamente en el baño.
Primero quitó los numerosos clavos de oreja y los pesados aretes de oro, y luego la cadena del perro alrededor de su cuello. Luego, ella se quitó el maquillaje. Finalmente, vertió el jabón en la bañera y empapó todo su cuerpo en él.