✧*El temible demonio.
Viendo las almas que eran llevadas una a una a la habitación, Lilith sonreía ampliamente, satisfecha con la cosecha de sus hijos. Volteando, observo a estos uno al lado del otro en una fila, Se acercó a pasos lentos arrastrando la tela de su vestido y los tacones resonaran en la amplitud del salón; deteniéndose frente a ellos.
Todos los vampiros le veían con una sonrisa, a diferencia de uno, que tenía una expresión indiferente. Con unos hermosos y brillantes ojos azules como el cielo diurno, decorados con una mirada gélida como un tempano de hielo. Pero esa poca expresión y nulos rastros de emociones solo le hicieron sonreír más. Su mayor satisfacción es verlo tan vacío... Como un muñequito.
—Su productividad en la recolección de almas ha sido excelente, pero saben que ese no es su trabajo principal —Sonrió dando media vuelta yendo a su trono, donde se sentó, observándolos ladeo un poco su cabeza —¿Cómo está la actividad de las puertas? —Pregunta, pero todos guardaron silencio, comenzando a ponerse notoriamente nerviosos.
Borrando su sonrisa, la demonio los observó con seriedad, el salón se inundó de aquella pesada y sofocante sensación, pero nadie se atrevió a hablar por miedo a la demonio.
—¡JungKook! —Dijo la demonio con molestia haciendo que las llamas de las antorchas incrementaran de repente. pero aquel vampiro seguía sin inmutarse en lo más mínimo por el enojo de su reina.
Suspirando, el pelinegro hizo una mueca de desagrado —Se murieron DoKwa y JiEun por razones que aún no conozco, así que la puerta 6 y 3 quedaron desatendidas. Me tuve que hacer cargo yo. Mark no pudo con su puerta y YoonGi tuvo que retenerlos hasta que pude ir. Beak perdió a más de la mitad de sus "Hijos" y todos los demás tuvieron un rendimiento mediocre, pero resistieron las 3 olas —Informó con un rostro de desagrado, mostrando al fin algo de emociones.
Suspirando, la mujer se levantó y acercarse a JungKook. quien era uno de los primeros vampiros que convirtió y el ultimo que le quedaba de su primera generación. Así que es que es el quien se encarga de supervisar las puertas del inframundo, a pesar de tener su propia puerta, es la segunda línea de las demás, cuando la primera línea no resiste el las protege, así que tiene mucho peso sobre sus hombros, para que los demonios no pasen al plano terrenal y devoren a todos los humanos —Debió ser un tiempo muy difícil para ti, puedes pedirme cualquier cosa como premio —Le sonrió con dulzura.
—Mátame —Respondió el vampiro de inmediato.
—No —Respondió —Ya deja de desear morirte —JungKook solo vio en otra dirección —Pide otra cosa.
—No quiero nada, si no es eso.
—A veces me preocupas —Rio la demonio —Agradezco que no puedas suicidarte. Aprecia más la vida.
—¿Cómo apreciar algo que odio? —Respondió con frialdad, viendo con esos ojos vacíos a la mujer —Además ¿Olvida que solo tengo emociones negativas?
—Lo sé, pero puedes fingir alegría —Dijo y JungKook sonriera falsamente complaciéndola —Eso es —Le acaricio las mejillas —Los demás —Se alejó del pelinegro mientras volteaba a ver a los demás vampiros —Se que no están al nivel de JungKook. Pero no aceptare errores. Si una puerta se desatiende, todos nos iremos a la mierda.
Dijo la mujer marchándose a la habitación de almas para comer, mientras más devorara, aumenta su salud y poder. Escuchando la puerta cerrarse, los vampiros quedaron en ese pesado silencio, viendo a JungKook
EL pelinegro borro su sonrisa retomando su inexpresivo rostro, suspirando. JungKook se alejó haciendo que los demás al fin se movieran. JungKook es el jefe en jerarquía al ser el vampiro más viejo, así que nadie podía retirarse si él no lo hacía primero.
—Maldita sea, aún es de día —Se quejo un vampiro, por debajo de JungKook en edad, solo tiene un par de siglos —Quiero irme a casa para comer —Dijo suspirando con decepción —Por cierto ¿Por qué murió DoKwa? —Pregunta sentándose en un sofá del salón.
—Fueron a la manada, que está al lado del templo del dios de la muerte, y el ser horrible que vive ahí los mató.
—¿El del rumor? —Pregunta la chica y este asintiera rápido.
— ¡Dicen que es el mismo diablo!
JungKook resopló audiblemente ante la queja que demostraba la voz de Mark, el aburrido pelinegro estaba alejado, permaneciendo de pie frente a la ventana, esperando a que se ocultara el sol, con todos los vampiros reunidos en aquella habitación, unos metros tras de él. Era una queja que había escuchado más veces de las que podía contar.
Y estaba harto de hacerlo. A parte de tener que soportar a la perra de Lilith, tiene que tolerar a sus "Hermanos menores" también. Preferiría mil veces que le atraviesen los oídos con dos estacas que tener que escuchar otra queja más. Y no podía irse de ahí hasta que terminará de anochecer. Es una tortura para sus tímpanos, está considerando el tener que arrancárselos, pero de todos modos se le regenerarían, es un mierda.
Odia tanto a esos bastardos malnacidos, más de lo que se odia a sí mismo y eso ya es mucho decir.
—Engendrado en el infierno y criado por la misma muerte. Debemos acribillarlo.
—Qué tal si vas a hacerlo tú y te callas de una buena vez, tus chillidos me están jodiendo los oídos— se quejó otro vampiro, la risa de SuJi resonó en el salón. Los demás solo guardaron silencio por el enfado de JungKook.
—Exageras Mark, solo es un tonto lobo que aprendió a usar magia— dijo la chica.
—Ese hombre destruye todo lo que toca, DoKwa y JiEun fueron a atacar esa manada cerca del templo y el los atacó, matándolos solo con un toque de sus manos. Sus cuerpos se volvieron como cuerpo ya en avanzado estado de putrefacción, si esos sarnosos tienen un arma como esa estamos muertos todos.
—Saben que no deben acercarse a tierras sagradas, por más que sea la muerte, es un dios primario. no debes jugar en sus tierras —Dijo JungKook mirando por sobre su hombro y Mark negara.
—Nadie se metió a sus tierras, el sale a defender a los pulgosos —Suspiro SuJi.
—Dicen que es un Dios que la muerte les envío, ni siquiera, JungKook podría contra él, JungKook solo es inmune a la magia, no al poder divino— JungKook se separó de la ventana y se estiró un poco.
—Por favor no le metas cosas en la cabeza, no quiero que por tu culpa maten al padre de mis hijos, ya sabes como son los Bellator.— se quejó SuJi. —Aunque JungKook sea un sirviente de Lilith, en su vida de mortal provenía de una raza de guerreros, así posea un fuerte deseo por luchar con personas fuertes.
—Ni siquiera puedes tener hijos— dijo Baek y está entornara los ojos mientras Jungkook se acercaba a la puerta ignorándoles por completo.
—¿Crees que no lo sé imbécil? Solo era una broma— dijo molesta ya que era un poco sensible al respecto, siempre había querido ser madre.
JungKook solo salió de la habitación. Los vampiros de menor nivel solo se alejaban de su camino bajando la cabeza. Saliendo al fin de la guarida de Lilith, JungKook suspiro viendo el cielo, apenas se veían colores naranjas en el horizonte, los rayos de sol apenas arañando el cielo. Es lo único que puede ver del cielo diurno.
Comenzando a marcharse, anduvo por el bosque caminando hasta su castillo, mientras el silencio y oscuridad de la noche lo rodeaban, a un par de kilómetros, cerca de la primera puerta, la más grande de todas, es él quien se encarga de cuidarla y monitorearla. Anteriormente ese castillo era de un duque, pero JungKook se lo ceno a él y a toda su familia durante un frenesí hace un par de siglos.
Encontrándolo práctico en su ubicación, JungKook se mudó a él, esta sucio y parece abandonado, ya que JungKook solo usa 2 habitación, una donde él duerme en el día, otra para sus armas. Vive solo en esa inmensidad desde hace tantos años.
Entrando al castillo, JungKook se encerró en su habitación y sentarse sobre el sofá viendo el fuego de la chimenea arder, detesta las estúpidas reuniones "importantes" a las que está obligado asistir para informar cómo estaban sus sectores. Eran solo reuniones para que los demás vampiros tuvieran un cotilleo de cosas que a él ni siquiera le importaban, la mayoría tenían más de 100 años, era aburrimiento quizás. Cosa que a él lo atacaba constantemente. Siendo el más antiguo de ellos.
Pocos años después de convertirse, A JungKook le quitaron muchas de sus emociones, ya que lo volvían un poco inestable, solo conocía el aburrimiento, ira y decepción. O está enojado o aburrido, con una sensación de vacío en su pecho, así es su vida.
La fortuna era una puta cruel y desde el día que nació está se reía a carcajadas de él. Ya había olvidado la última vez que tuvo alegría, además de la molestia, había olvidado si alguna vez fue feliz al estar vivo cuando era niño, aunque probablemente no... su vida fue una mierda desde que tiene memoria.
¿De qué sirve la vida eterna? Si preferirías estar muerto por completo.
No recordaba nada bueno que le haya pasado más que conocer a la señora Min, la madre de su único amigo. La mujer era un ángel en la tierra y como toda cosa buena que se acercaba a él... terminaba marchitándose.
"Dicen que es él diablo mismo" "Mató a DoKwa y JiEun" recordó las palabras de Mark, tocándose el mentón suspiro, Es imposible matar a un vampiro original lo sabía muy bien, muchas veces trató de suicidarse antes de que lilith se lo prohibiera, pero nunca funciono.
Ese lobo podría ser quien lo ayude a alcanzar el fin que tanto anhela. Aun así, Lilith le tiene prohibido acercarse a los templos.
Podrá dar solo una vuelta por ahí y ver si lo encuentra. Por instinto jamás podría dejarse morir en un combate, la raza a la que pertenecía, estaba hecha para la guerra, cosa que al convertirse en vampiro nunca cambio. Sería un poco complicado contenerse.
Levantándose del sofá salió por la ventana de la habitación, probaría si es que aquel pulgoso del que tanto hablaba Mark era digno de tanto alarde.
Andando por el bosque, JungKook se detuvo con las manos en la cadera viendo a su alrededor —Bien... No sé dónde es —Suspiro con molestia, y a Mark no podía preguntarle sin que Lilith se enterara.
Andando por el camino que va al pueblo, se encontró unos hombres que venían en una carreta, algo tarde tras terminar de vender sus cosas en el pueblo.
—¡Oye! —Los llamo, pero estos solo haciendo que los caballos corrieran alejándose del vampiro.
—Te dije que nos quedáramos en el pueblo —Se quejo uno de los hombres, sintiendo sus corazones acelerados.
—Mi esposa me espera en casa, no puedo dejarla sola con el niño.
—¿Y por eso es mejor dejarla viuda? —Se quejo peleando.
—¿Saben dónde está el templo de la muerte? —Pregunta JungKook tras de ellos haciendo que gritaran. Ni siquiera se dieron cuenta que el pelinegro estaba en la carreta.
Trataron de huir lanzándose de la carreta, pero JungKook los detuvo de la camisa.
—¡Por favor no nos mate! —Rogó el hombre casi al verde de las lágrimas.
—Tengo un hijo recién nacido en casa y una esposa enferma, ten piedad —Rogó el otro llorando, pensando en su mujer con su hijo, si moría ahora, ellos quedarían solos y tan vulnerables.
—Solo quiero una dirección —Dijo JungKook con molestia de escuchar sus berridos.
—¿Un-una dirección?
—Si... ¿Saben dónde está el templo de la muerte? —Ambos hombres se vieron entre sí, sin comprender la situación.
—No sé... —Negó uno.
—¿Y tú? —JungKook volteo a ver al otro, que había llorado por su familia.
—No-no-no estoy seguro, pero creo que esta en el bosque oscuro. Donde esta una manada de licántropos, no lo sé con exactitud.
—¿Dónde queda ese bosque? —Cuestiona el vampiro un poco impaciente y molesto.
—En- en el pueblo, siga un par de kilómetros a la derecha, llegara a una montaña, esta al otro lado de ella—Dijo y JungKook los soltara. Sin decir nada solo se marchó.
—Pensé que iba a matarnos... —Murmuro el hombre, el otro solo asintió en silencio viendo al vampiro alejarse.
—¿Volvemos al pueblo?
—Si... No creo que tengamos tanta suerte otra vez —Murmuro.
—¿Qué hará un vampiro buscando el templo de la muerte?
—No sé, quizás es religioso.
—Nadie le reza a ese dios... Pero supongo que tiene sentido, ellos son asesinos.
—Supongo...
Buscando ese maldito bosque, JungKook lo encontró al poco tiempo, aprovechando esa enorme velocidad que tiene no se tardó mucho en transportarse de un lado a otro. Siguiendo el aroma a perro dio con la manada, así que solo merodeo en los alrededores hasta encontrar las tierras sagradas.
—¿Es aquí? —Se pregunto a si mismo viendo la entrada de aquel bosque, cerca de la manada de licántropos. Parece un templo, viejo y muy dañado, parece que nadie lo visita, los demás templos están muy cuidados con feligreses dándoles cuidados... Ese se ve vacío y olvidado.
Haciendo una mueca con sus labios, JungKook vio tras de él y luego la entrada, se supone que no debería poder entrar por el control de Lilith sobre él, pero se siente un poco desesperado por encontrar una salida a su vida.
Caminando hacia la entrada, la atravesó decidido a morir, pero una sensación fría le atravesó el cuerpo de repente, haciendo que se detuviera extrañado, sintiendo como se expandía por su cuerpo. Pero nada le impidió acercarse. La restricción de Lilith no tiene efecto. cosa que le dio un poco de alivio.
Andando un par de minutos, llego al templo, a comparación de la entrada, ese lugar está lleno de vida, con flores, frutas y verduras por montones. Pero no había nadie.
Un dulce aroma a rosas y manzanas reinaba por todo el lugar, era agradable, tan dulce y gentil...
Agradable... eso lo extraño aún más.
JungKook tiene sus emociones bloqueadas, le es imposible sentir algo... agradable. Ese lugar no es normal.
Sintiendo una mirada sobre él, JungKook volteo. Pero no había nada. Pero no le daba una sensación de alerta.
Buscando al dueño de aquella esencia, merodeo un poco por el bosque de la propiedad, llegando a un río. Encontrando a un chico de cabellera grisácea que cantaba alegremente moviendo la cadera mientras bailaba creyendo que estaba solo mientras se acercaba a una enorme roca al lado del río, lastimosamente el chico tropezó con sus propios pies logrando que cayera en la arena.
JungKook arqueo una de sus cejas viéndolo con burla ¿Ese era el temible demonio del que tanto había escuchado hablar? Era apenas un mocoso de unos veinte o diecinueve años quizás.
EL peligris maldijo en voz alta al levantarse del suelo. Pateó con molestia una piedra y dejar su ropa sobre la roca, le echaba la culpa a está de hacerlo tropezar cuando estaba en lo mejor de la canción.
Un ligero aroma a vino añejo llegó a su nariz haciendo que ladeara su cabeza olfateando, viendo a su alrededor busco al dueño de aquella fragancia, podía sentir la presencia de alguien entre la oscuridad de la noche. Cosa que extraño demasiado al licántropo, nadie podía entrar a su propiedad. Literalmente nadie.
—¿Quién está ahí? —Pregunta el peligris con molestia y una figura oscura saliera de entre las sombras hasta ser bañado por la luz de la luna.
Un vampiro de cabellera azabache le veía fijamente, con un toque de burla en su mirada, unos hermosos ojos con un intenso color celeste le miraban curiosos, TaeHyung nunca había visto ojos de ese color "Parecen un pedazo de cielo" Pensó. Los ojos de los vampiros son rojos, pero esos, son extraños.
Las mejillas se le sonrojaron instantáneamente al Omega ya que esté era muy apuesto, es un vampiro así que no le da desconfianza, pero nadie que tenga malas intenciones hacia él puede estar en ese lugar, o ya estaría muerto.
—¿Quién eres? —Pregunta a la defensiva y JungKook metiera las manos a los bolsillos de su pantalón. Contemplando al omega menear su cola.
—Déjame presentarme— dijo con su expresión seria de siempre —Mi nombre es Jeon JungKook
—TaeHyung —Respondió el peligris dando su nombre —¿A que ha venido? —Cuestiona un poco confundido.
—Vengo a cumplir mi deseo.
—¿Qué? —Dijo sin comprender viendo al extraño pero atractivo sujeto, ¿Por qué un vampiro estaría buscando cumplir un deseo? ¿Y, de todos modos, por qué se lo decía a él? Qué le importaba al Omega si este tenia un deseo, no era su problema.
Pero antes de que pudiera decir algo, el pelinegro le atacó, todo fue tan rápido que apenas pudo reaccionar para poder bloquear su ataque.
Aunque al principio, JungKook creía que tendría la situación controlada. Como un gato jugando con un ratón. Grande fue su sorpresa cuando aquel pulgoso le siguió el ritmo de su juego, dándole una sensación de euforia en sus sentidos. Es excitante sentir la adrenalina en su cuerpo al tener un rival que podría jugar con el sin morir al poco tiempo de empezar. Inconscientemente, sus colmillos crecieron un poco.
Retrocediendo, JungKook esquivo una patada que iba directo a su cabeza, sintiendo la pequeña brisa que movió su cabello, pero, aunque esquivo la primera, el omega se giró en el aire dándole otra que logro empujarlo. Tropezando con aquella molesta piedra, el vampiro cayo hacia atrás, pero el omega se le fue encima, impidiendo que se reincorporara.
—Te tengo— dijo el peligris deteniendo los brazos de JungKook a cada lado de su cabeza, después de una larga pelea por nada en realidad, era la primera vez que el joven lobo veía a aquel vampiro que lo atacó de la nada después de presentarse, tentando la paciencia del omega.
JungKook le observo fijamente a los ojos extrañado, en todos los años que tiene de vida, nunca había visto unos ojos de color morado como una amatista, es un color muy curioso, y ni hablar de esos abanicos frondosos que son sus pestañas, largas y onduladas, con un pequeño lunar escondido entre ellos... Muy curioso.
TaeHyung le mantuvo el contacto visual, pero sus mejillas se sonrojaron al darse cuenta que estaba sentado a horcajadas sobre el azabache.
"Sus ojos son tan brillantes como el sol y tan azules como el cielo"
Pensó el omega, nervioso de que esté le viera tan fijamente, él por otra parte no podía apartar la mirada de esos preciosos ojos azules que le mantienen el contacto visual con intensidad.
"Yo solo quería bañarme ¿Cómo termine en esto?"
Se cuestionó relamiendo sus labios, TaeHyung no estaba acostumbrado a tener tan cerca a las personas, ni siquiera en un combate. Perdido en la hipnotizante mirada del pelinegro, aflojó un poco su agarre y la fuerza ejercida. Sin esperar nada JungKook los hizo girar quedando él arriba ahora.
—¿Qué decías? —Pregunta burlón con una media sonrisa provocando que el sonrojo de TaeHyung empeorará.
"Lo tengo entre mis piernas... nunca había estado tan cerca de un chico lindo antes"
Pensó con pánico, aunque su expresión no lo demostrará. Más que un intento de matarle, el pelinegro solo parecía querer jugar.
—Tu corazón no para de acelerarse...—Dijo JungKook borrando su sonrisa y ver mejor al peligris —A casó perder te asusta o ¿Eres un virgen reprimido que se emociona por esta posición? —Se burló y un tic apareciera en el ojo derecho de TaeHyung.
"Cambio lo de chico lindo, es un imbécil"
Pensó molesto y darle un fuerte cabezazo haciendo que JungKook se alejara cubriendo su cara.
—Me rompiste la nariz —Dijo, el hecho de que su cuerpo sanará exageradamente rápido no lo abstenía de sentir dolor. Por suerte tenía una fuerte resistencia al dolor.
—Que bien— se quejó dándole un golpe en la entrepierna y esté cayera a un lado por el dolor. Ese punto si es muy sensible, el peligris se levantó y trató de levantarse, pero JungKook lo agarro de su pie izquierdo y tiró de él haciendo que cayera al suelo.
—Ven aquí— dijo JungKook levantándolo y cargarlo en su hombro, aunque esté tratará de resistirse. No podía soltarse del agarre.
—¡Suéltame, idiota!
—Como ordenes— dijo y tirarlo desde lo alto de la roca al agua.
—¡Eres un maldito bastardo! —Se quejó TaeHyung golpeando el agua con sus manos y JungKook riera sentándose en la roca.
Pero se calló de repente al darse cuenta que se está riendo. Una risa que brotó natural y sin fingir. Frunciendo el ceño vio al omega... No se había dado cuenta que desde hace rato sonreía al burlarse del peligris.
—Eso fue divertido —Dijo JungKook tronando su cuello y ver al peligris tratando de salir del río —¿A dónde vas?
—Me largo de aquí —Dijo molesto acercándose a su ropa y agarrarla, pero cuando se voltio dispuesto a irse, JungKook estaba tras de él haciendo que retrocediera dos pasos —¿Quieres otra patada ahí abajo? —Gruñó y JungKook sonriera de medio, no recordaba cuando fue la última vez que algo le divierte. O disfrutaba un combate.
—Juegas sucio.
—Tu comenzaste— dijo evitándole y pasar por su lado, pero JungKook lo siguió —deja de seguirme— dijo molesto y JungKook frunciera el ceño al ver un pequeño destello morado en los ojos del omega.
—¿Te rindes? Ni siquiera comenzaba a calentar —Dijo haciendo una mueca, en realidad no quería dejar de sentir esa agradable sensación. TaeHyung entorno los ojos y marcharse dejando al vampiro atrás —Te veo mañana entonces y más vale que lo hagas en serio niño virgen— dijo y las mejillas de TaeHyung se sonrojaran, molesto agarro una piedra y lanzársela, pero JungKook la esquivó.
—¡Mejor muérete!
—Ya estoy muerto.
—¡Pues muérete otra vez! —Gruñó antes de marcharse y JungKook riera metiéndose las manos en los bolsillos de su pantalón.
Quedándose en silencio, JungKook se quedó viendo el suelo, el verdadero propósito de estar ahí era, su suicidio y lo olvido por completo.
—Eso sería fantástico si pasara...— dijo volteando hacia el cielo estrellado, la fría brisa de la noche golpeaba contra él.
Tocó su pecho sintiendo el tenue golpeteo de su corazón, este solo lo hacía cuando se alimentaba latiendo al mismo ritmo que el de su víctima, una sensación placentera invadía su cuerpo como en esos momentos.
Volviendo su mirada al camino por donde el peligris pasó, noto las plantas marchitas al rededor.
Definitivamente volvería, de eso no hay duda, el mocoso era interesante. Pero es extraño ese lugar. Le da curiosidad.
Una hermosa y lúgubre presencia observaba a JungKook a unos metros de distancia de él, sin que este lo notara. Con una expresión triste en su rostro, viendo como JungKook se marchaba.
Suspirando, dio media vuelta siguiendo a TaeHyung.
(...)
—Tranquilo TaeHyung, respira, no te alteres —Se dijo a sí mismo y tratar de sacar toda la tensión de él —Eso es bonito, sonríe— sonrió al darse ánimos, pero eso no duró mucho cuando estornudó. Matando todas las plantas a su alrededor, por lo menos a 2 metros de distancia —¡¡Mierda!! —Se quejo, su precioso jardín se arruinó otra vez.
Pasó las manos por su rostro, pero los guantes solo le mojaron la cara, suspirando entró al templo cuando estuvo más calmado, comenzó a desvestirse y quedando completamente desnudo, solo con sus guantes húmedos.
Fue a su habitación por otro par de guantes y colocárselos antes de vestirse —Estúpido JungKook, si me enfermo será tu culpa —Se quejó recordando el nombre de aquel vampiro y se enrollo en las sábanas de su cama.
Mañana sería un gran día... sólo tenía que esperar a que amaneciera y con el sol calentito podría trabajar en su hermoso jardín... Si, sería un día feliz. Sin vampiros molestando.
Cuando el omega estuvo dormido, aquella presencia volvió, sentándose en la cama , Sonrió viendo al peligris y apartarle el cabello del rostro.
—Buenas noche —Sonrió la muerte viendo al omega con ternura, acercándose le dio un beso en la frente. Dejando otro par de guantes nuevos sobre la mesa se marchó. Los guantes que TaeHyung tenía ese día se arruinaron un poco mientras jugaba con el vampiro.
—¿Papá? —Murmuro TaeHyung viendo al ángel, quien volvió a verle.
—Hola, hijo —Sonrió acariciándole el cabello —Solo vine a dejarte un regalo, ya me voy.
—Está bien... ¿Pero porque dejaste entrar a ese vampiro? —Cuestiona confundido al respecto. Su padre es muy sobre protector, no tiene sentido que deje entrar un chupa sangre.
—Solo creí que se llevarían bien —Sonrió desapareciendo.
—Si, claro —Bufo arropándose más en la sabana. Ni él se lo cree.
(...)
Alejando su boca del cuello de aquel hombre, JungKook relamió sus labios viendo el cuerpo que sostenía, blanco y sin nada de sangre, tirándolo con los otros cuerpos suspiro tocando su pecho, el latido no es el mismo. el otro era más tranquilo y nada caótico como el de sus víctimas.
Molesto regreso a casa, con esa duda aun taladrado su cabeza ¿Por qué el latido es diferente? No es como el miedo. Lleva más tiempo como vampiro que como humano, así que ya olvidó como se siente.
¿Y porque se sentía feliz? No lo comprendía, no entiende sus emociones ni cómo afrontarlas, pero tan pronto salió de aquel lugar, esas volvieron a desaparecer ¿Acaso fue solo una momentánea ilusión?
—Si no puedo morir... Al menos quiero volver a sentir...—Murmuro con un rostro inexpresivo, pero tristeza en sus ojos.