En las siguientes semanas Chanyeol al menos fue dos o tres veces por semana a la casa de Baekhyun para ver a su hijo. Yoonhyun aunque al principio lucía demasiado precavido como para tener la iniciativa de saludarlo primero, en realidad una vez que entro en confianza podía ser muy expresivo y actuar sin ningún grado de timidez a su alrededor. Chanyeol había notado que pequeños hábitos de Baekhyun habían sido adoptados por Yoonhyun pero todos buenos, en realidad su hijo era un niño muy educado y mayormente obediente. Chanyeol estaba sumamente convencido del gran trabajo que había hecho Baekhyun criandolo esos años. Yoonhyun era un buen niño porque Byun Baekhyun es su padre.
Ya que Chanyeol estaba tomándose su paternidad muy en serio, tan pronto como pudo se coordinó con Baekhyun para llevarlo de la casa a la escuela y viceversa al menos un día a la semana. Y luego de que el mayor de los padres avisó a las maestras sobre Chanyeol como el ahora otro tutor de Yoonhyun, no hubo problemas con que el más alto de los padres recogiera a su hijo. También, por supuesto, luego de hablarlo detenidamente con el mayor, llegaron a un acuerdo de manutención que Chanyeol estaría aportando a Baekhyun para Yoonhyun y además no se midió en sus propios gastos para con su hijo aunque Baekhyun le mostró cuán en desacuerdo estaba con algunas de sus compras porque “esas no son cosas necesarias para un niño como Yoonhyun”, sin embargo, era satisfactorio ver la inocente felicidad del menor en sus bonitos ojos igual a los de su padre Baekhyun por sus regalos.
Igualmente y aunque quisiera evitarlo porque las cosas entre Baekhyun y él no estaban resueltas, Chanyeol había tenido el tiempo suficiente para mirar de cerca al más bajo. En todos esos días sin poder detenerse había estado observando detenidamente a Baekhyun; cada gesto que le dedicaba a Yoonhyun, su forma tan resuelta de comunicarse con su hijo, la dedicación que se tomaba en cada cosa y acción que llevaba a cabo, incluso el tono de voz que normalmente usaba para hablar, cada detalle de él capturaba la atención de Chanyeol y era casi difícil para él ignorarlo cuando estaba alrededor o al menos no mirarlo por más de medio minuto seguido sin ser descubierto por el otro.
Joder, ni siquiera tenían mucho tiempo de haberse reencontrado pero definitivamente Chanyeol se arrepentía profundamente de cada una de las palabras despectivas que le dedicó al hombre tiempo atrás. Poco a poco, así como estaba conociendo cada parte de su hijo, también lo hacía de Baekhyun, pues aunque él hombre insistía en mantenerse indiferente a la presencia de Chanyeol, siempre era sincero cuando se trataba de estar al lado de Yoonhyun.
● ● ●
Luhan tenía razón y Baekhyun por el bien de su hijo había decidido mantener una buena relación con Chanyeol o bueno, mantener una relación neutra con el alto aunque todavía lo odiaba, trataba de decírselo a Chanyeol cada que podía con sus despectivas miradas aunque lejos de Yoonhyun. No quería que su hijo creciera en un mal ambiente en donde sus dos padres discutieran todo el tiempo, pese a que Baekhyun siempre quería discutir con el hombre, por lo que Baekhyun estaba haciendo un sobreesfuerza para estar en buenos términos con el alto.
Baekhyun estaba buscando como loco su corbata gris en su habitación a medio vestir a la par que trataba de tener completamente listo a Yoonhyun para la escuela. Afortunadamente ese día era el turno de Chanyeol de llevarlo, así que tenía solo un poco más de tiempo para sí mismo, sin embargo, el alto llegaría en cualquier momento y no los quería retrasar de ninguna manera.
Al terminar de peinar a su hijo, caminó fuera de la habitación del menor tratando de cruzar el pasillo para llegar a su habitación pero a medio camino pisó con su descalzo pie una pieza Lego y terminó aullando de dolor mientras saltaba en un pie.
— ¡Apá-Baek, cuidado con mis juguetes! —se quejó el menor corriendo para revisar que su Lego siguiera en perfectas condiciones.
— ¡Te pedí que los recogiera, Yoonhyun! —El menor hizo un puchero recogiendo sus juguetes para dejarlos en su lugar.
—Todavía estaba jugando. ¡Además Chanyeol prometió jugar conmigo! —se excusó con seguridad y Baekhyun volvió a su tarea de salir de la habitación.
—Jugara contigo pero no esta mañana. Él-... —el timbre sonó y Yoonhyun tan pronto como lo escuchó salió corriendo de la habitación. — ¡Yah! Deja que papá Baek abra la puerta. —Sin embargo la emoción abordo de Yoonhyun provocó que hiciera caso omiso y se apresuraba él a abrir la puerta.
Sabía quién era y no se equivocó.
— ¡Chanyeol! —El alto recargando una mano en el marco de la puerta sonrió tan pronto como vio al menor saltar para abrazar su pierna.
— ¡Hey! ¿Qué haces abriendo tú la puerta? —Chanyeol acarició su cabello y Yoonhyun rápidamente se soltó de su pierna para correr de vuelta al interior de su hogar esta vez con los brazos estirados horizontalmente mientras fingía planear como un avión. — ¿Y Baekhyun? —Chanyeol cerró la puerta luego de quitarse los zapatos en la entrada y vio un pequeño pero inusual desorden en la sala de estar para ser por la mañana.
— ¡Papá Baek, es Chanyeol! —gritó entusiasmado y Baekhyun los alcanzó tan pronto como terminó de abrocharse los botones de la camisa.
—Yoonhyun, sabes que no puedes abrir la puerta. —lo amonestó y Yoonhyun dio una vuelta planeando en el pasillo que los llevaba a las habitaciones y baño.
— ¡Pero es Chanyeol! —El alto se asomó al pasillo y no pudo evitar soltar una risita cuando vio al mayor.
— ¿Se te hizo tarde?
—Me quedé dormido esta mañana. —respondió en un tono naturalmente casual aunque lucía poco interesado en responderle. —Solo déjame poner su lunch y ya está.
—Baek-...
— ¿Podrías pasarme su lonchera? —pidió mientras se apresuraba a la cocina, pasando de Chanyeol. —Está sobre el sofá.
—Baek-...
— ¿Y de paso podrías asegurarte de que sus cuadernos estén en la mochila? Ya sabes cuáles son.
—Baekhyun, tu camisa está mal abotonada.
— ¿Qué? —enseguida bajó la mirada para ver y en efecto, un orificio sobraba. Chistó con la lengua. Chanyeol evitó reírse porque el otro podría molestarse —Ugh, rayos. Está bien, me ocuparé de ello luego del lunch. Chanyeol, por favor la lonchera. —El alto solo asintió y acató la ahora orden.
Luego de entrar a la diminuta cocina en donde apenas y los dos cabían, dejó la lonchera cerca del fregadero y escuchó la alarma de la lavadora indicando que la carga de ropa estaba lista en el pequeño cuarto de lavado que seguía luego de la cocina.
—Ah, ¡ya está! —se dijo a sí mismo el mayor murmurando por lo bajo.
Chanyeol veía tan atareado a Baekhyun que se sentía mal estando solo ahí parado.
— ¿Quieres que te ayude en algo?
Baekhyun dejó lo que hacía para apresurarse a ir al pequeño cuarto de lavado detrás de la puerta al final del corto pasillo de la cocina que se formaba por el refrigerador y una alacena en un extremo del reducido espacio y una cocina integral del otro lado y de frente.
—Los cartoncitos con jugo están en la alacena, toma uno y ponlo en la lonchera. —Dijo desde el cuarto de lavado y Chanyeol asintió buscando en las repisas hasta que los halló.
— ¿Algo más?
— ¡Fruta! Pon la manzana más pequeña que veas. Nunca se la termina completa.
Baekhyun terminó de sacar las pocas prendas de ropa que había metido en la lavadora y las echó a la secadora, tratando de meter ordenadamente su saco del traje que ese día usaba para no tener que plancharlo.
Chanyeol terminó con las indicaciones de Baekhyun rápidamente y se hubiera atrevido incluso a terminar de preparar el sándwich que Baekhyun dejó a la mitad pero entonces Yoonhyun entró la cocina con una hoja llena de dibujos coloridos y enormes letras que ciertamente no formaban palabras.
— ¡Mira Chanyeol! Lo dibujé ayer en la escuela para ti —lo levantó sobre su cabeza mientras miraba al alto y Chanyeol rápidamente lo aceptó, guardándose las lágrimas de alegría por recibir la segunda obra de arte que su hijo había hecho solo para él.
Estaba tan conmovido.
— ¡Mira que bien dibujas! ¡Siempre logras sorprenderme! —Yoonhyun sonrió levantando la barbilla orgulloso de su esfuerzo y entonces Baekhyun volvió a la cocina para detenerse un fugaz instante a mirar la escena.
Luego negó, tenía que apresurarse.
—Demasiadas personas en la cocina, no cabemos todos aquí. —Avisó. Yoonhyun fue el primero en salir, Chanyeol lo siguió y Baekhyun continuó preparando el sándwich.
Chanyeol revisó que los cuadernos de Yoonhyun estuvieran en su mochila y Baekhyun rápidamente terminó de poner el lunch de Yoonhyun así que fue hasta ellos en la sala de estar y le entregó la lonchera a su pequeño hijo para acuclillarse y tomarlo de los hombros.
—Pasaré por ti por la tarde. Sé un buen chico —Yoonhyun asintió y el mayor besó su mejilla.
Una vez que se despidió, los acompañó hasta la puerta en donde hijo y padre se colocaron los zapatos. Cuando salieron del departamento, con confianza Yoonhyun tomó la mano del alto y se dirigieron al elevador mientras el menor le platicaba a Chanyeol sobre un juego con su amigo en el jardín de infantes. Baekhyun los observó hasta que tomaron el elevador que daba de frente a su puerta y Yoonhyun lo despidió con un movimiento de mano mientras las puertas se cerraban. Chanyeol simplemente asintió con la cabeza en un ademán casi perceptible de despedida, conteniendo una sonrisa porque puede que no sea correspondida.
Siempre que veía a Baekhyun estaba sorprendiendose de él. Era un hombre tan hábil para encargarse de tantas cosas a la vez, tan dedicado y diligente en el cuidado de Yoonhyun y una persona sencillamente increíble.
¿Cómo pudo equivocarse tanto sobre él en el pasado?
Condujo hasta la escuela de Yoonhyun y una vez ahí caminaron tomados de la mano hasta la entrada y a mitad del corto camino, el amigo Haneul de Yoonhyun los alcanzó.
— ¡Hola señor Chanyeol! —Tomó la mano de Yoonhyun y le sonrió.
— ¡Haneul! ¿Has venido solo? —bromeó y él asintió.
— ¡Ya soy un niño grande! —con una mirada sobre su hombro, Chanyeol observó a la mamá de Haneul más atrás de ellos y asintió.
—Vaya, los niños de hoy en día tienen prisa por crecer.
— ¡Chanyeol, puedo ir solo con Haneul! —Chanyeol suspiró y se inclinó para acomodarle la mochila en sus pequeños hombros y darle también su lonchera.
—Se un buen niño. —Yoonhyun asintió con una sonrisa y soltó un instante la mano de su amigo para despedir a Chanyeol. Luego volvió a tomar su mano y ambos infantes corrieron hasta la entrada de la escuela bajo la vista de sus padres.
El mayor se paró correctamente y sonrió.
—Los niños crecen tan pronto. —Dijo la madre de Haneul cuando llegó a su lado mientras miraba a su hijo con su amigo.
—Me temo que sí.
—Es mejor que disfrutemos su infancia tanto como podamos. Más adelante, incluso nuestra protección los avergonzara. —Chanyeol río asintiendo y la madre de Haneul fue la primera en despedirse aunque nunca hubo un saludo previo luego de que la profesora que recibía a los niños en la entrada los saludara a distancia.
Chanyeol volvió a su auto sin preámbulos y condujo directo a la empresa. A decir verdad, la primera vez que Chanyeol dejó a Yoonhyun en la escuela, el alto se encontró siendo el centro de atención de las maestras y casi enseguida de los padres cuando se enteraron que el padre de Yoonhyun de pronto había aparecido. Chanyeol los ignoró, si cotilleaban o no de él no le interesaba siempre y cuando Yoonhyun no saliera perjudicado y hasta ahora todo había estado bien.
Su día fue como cualquier otro, atendió asuntos pendientes acerca de la publicidad del nuevo auto que saldría al mercado dentro de poco y atendió llamadas importantes de distribuidores. Cuando la tarde llegó, en lugar de ir a comer tuvo que atender una junta directiva y más tarde recibió la grata sorpresa de recibir una inusual llamada telefónica de Baekhyun.
— ¿Hola?
—Lamento molestarte, pero ¿hoy podrías recoger a Yoonhyun de la escuela por mí? —Fue directo al asunto saltándose un saludo inicial. Chanyeol miró la hora en su computador. —Me surgió trabajo extra y mi coche se descompuso esta mañana mientras iba al trabajo. —explicó mientras Chanyeol se ponía de pie y tomaba su saco del traje colgado en el respaldo de su silla.
— ¿Pudiste arreglarlo?
— ¿Ah? Ah, sí. La grúa lo recogió, pero todavía no estará listo hasta mañana, así que… me tomaría más tiempo en ir a recogerlo y-...
—Ya es tarde. —Terminó la oración mientras presionaba el teléfono contra su hombro y mejilla, y recogía algunas de sus cosas personales.
—Lamento que esto sea tan repentino.
—Está bien, ya voy para allá —avisó y salió de su oficina. Cerró su puerta y su secretaria al verlo apresurado se extrañó.
— ¿Señor?
—Me estoy yendo ahora. —Eso sorprendió negativamente a la mujer.
— ¿Qué? Pero todavía tiene una junta que atender.
—Está bien. Tienes que posponerla para mañana.
—Pero señor-...
—Lo lamento, algo urgente salió. —Y sin más explicaciones dejó a la pobre mujer estupefacta mientras avanzaba al elevador.
— ¿Estabas ocupado? Lo siento… puedo llamar a Luhan. Tal vez esté disponible —dijo Baekhyun al haber escuchado el intercambio de palabras.
—Descuida, puedo hacerlo. —abordó el elevador y Baekhyun guardó silencio un instante. Chanyeol incluso creyó que había colgado ya, así que miró la pantalla pero la llamada seguía transcurriendo. — ¿Baekhyun?
—Gracias. —el tono con el que se lo dijo era distinto a cualquier otra ocasión antes. Usualmente el tono que usaba con él era naturalmente plano y pocas veces cordial. En esta ocasión era inusualmente suave y… ¿amable? Chanyeol se quedó sin habla — ¿Sigues ahí?
— ¿Ah? Yo… ¡sí, aquí sigo!
—Lleva a casa a Yoonhyun. Yo… me apresuraré con el trabajo para llegar pronto… pero si todavía me tardo, tal vez sea mucho para él esperar afuera.. . —murmuró eso último para sí mismo pero Chanyeol todavía podía escucharlo. —Está bien si lo llevas a tu casa, puedes enviarme la dirección y pasaré a recogerlo.
—Está bien.
—Te veo luego. —Y sin más colgó.
Por la hora Chanyeol se apresuró en llegar al jardín de infantes todavía siendo precavido al conducir. Cuando llegó, la escuela ya lucía solitaria, sin rastros de los demás padres y otros carros estacionados alrededor para recoger a sus niños como era costumbre y antes de llegar a la entrada se preguntó si otras veces antes pudo ocurrir una situación similar pero entonces Baekhyun difícilmente encontró ayuda para resolver el problema.
—El sr. Baekhyun nos avisó que usted vendría hoy.
Una profesora distinta a la de esa mañana lo recibió y llamó a Yoonhyun quien estaba sentado solo, sosteniendo una pequeña figura de acción que le pertenecía y con su mochila cargada en sus hombros.
— ¡Tu papá está aquí! —En cuanto escuchó a su maestra Yoonhyun se puso de pie y se apresuró a la entrada. Pero entonces lució confundido cuando vio a Chanyeol en lugar de Baekhyun.
—Lamento la tardanza.
—No es la primera vez que nos sucede. A veces algunos padres están muy ocupados.
Yoonhyun estiró su mano para tomar la de Chanyeol todavía preguntándose porque Chanyeol estaba ahí en lugar de su papá Baekhyun.
—Entonces nos vemos mañana Yoonhyun. —El niño asintió y los adultos se despidieron con una corta venia. De camino al auto Chanyeol miró a Yoonhyun para notar su expresión.
— ¿Qué sucede? —el menor hizo un puchero, amenazando con llorar.
— ¿Dónde está mi papá Baek?
—Oh, él todavía está en el trabajo. Por eso yo estoy en su lugar.
—Pero… él dijo que vendría. —Chanyeol abrió la puerta trasera del auto y ayudó a que Yoonhyun entrara para luego abrocharle el cinturón de seguridad.
—Está bien. —abordó él también el auto y antes de encenderlo se giró a mirar al menor. —Vamos a recogerlo al trabajo. ¿Quieres? —Yoonhyun en seguida cambió su expresión por una más animada y asintió. —Entonces vamos justo ahí ahora. —Chanyeol encendió el auto y comenzó a conducir hacia Baekhyun.
Baekhyun por su parte estaba haciendo su trabajo tan pronto como podía. Detestaba el trabajo extra inesperado, él tenía un hijo y siempre era un problema que retrasarán su salida pero todavía tenía que hacerlo porque eran órdenes de sus seniors y no podía darse el lujo de negarse. Al menos ahora con Chanyeol… él tenía una preocupación menos. Los últimos días Chanyeol había estado haciendo un diligente papel como el segundo padre de Yoonhyun y una gran ayuda así que podía confiar en que tendría en orden este asunto. Además, ahora Yoonhyun lucía más cómodo con Chanyeol, por lo que podía estar tranquilo dejándolo con él. Era sorprendente como Yoonhyun se había familiarizado tan rápido con Chanyeol a comparación de otras personas que han entrado en sus vidas, como Luhan, por ejemplo. Baekhyun se preguntaba si a eso podía llamarle el vínculo de sangre. Aunque Yoonhyun todavía no le decía papá, su relación realmente podía verse como la de un padre-hijo.
Baekhyun tiene que admitir que esos días Chanyeol le había probado que estaba tomándose muy en serio esto. Sin embargo, todavía lo estaba observando de cerca sin poder terminar de confiar en él. Llamenlo exagerado o sobreprotector, pero se sentía mejor siendo tan precavido cuando se trataba de Yoonhyun.
—Baekhyun, en la recepción te están esperando. —Dijo una de sus compañeras de trabajo y Baekhyun se extrañó.
— ¿Disculpa? —la mujer sonrió.
—Es tu hijo y… ¿su papá? —Baekhyun se sorprendió por ello —Tu niño luce como él, así que lo es, ¿cierto?
¿Realmente estaban ahí? ¿Pero cómo…?
Detuvo sus pensamientos, Baekhyun se ahorró para sí mismo la pregunta de cómo Chanyeol sabía donde trabajaba luego de que el tipo encontrara su hogar y obtuviera su número telefónico sin habérselo preguntado. De todos modos, seguía siendo una sorpresa el que estuviera ahí.
— ¿Todavía te falta mucho? —Baekhyun miró el trabajo realizado en la computadora y negó.
—Solo necesito quince minutos más. Por favor dile que espere. —La mujer asintió y pasó a su cubículo para recoger sus cosas personales después de apagar su computadora.
—Entonces me estoy retirando primero. Ten una buena tarde con tu familia. —Baekhyun pudo atragantarse con su saliva si la hubiera acumulado en su boca con aquella expresión.
La mujer amablemente le sonrió sacudiendo su mano antes de marcharse.
Cuando Baekhyun terminó con su trabajo todavía habían unos cuantos en el departamento ocupando sus propios cubículos. Baekhyun se apresuró a guardar el trabajo en una memoria usb y llevarlo hasta su superior. Después de eso volvió a su cubículo y apagó la computadora mientras ordenaba sus cosas. Cuando estuvo listo, se apresuró a bajar hasta la recepción; ahí se encontraba Yoonhyun saltando al avioncito aunque en el piso no había ninguno mientras Chanyeol lo observa sentado en las sillas de espera. Baekhyun suspiró y se acercó a ellos.
—Te dije que podía recogerlo en tu casa.
— ¡Apá-Baek! —Yoonhyun se apresuró a abrazarlo y Baekhyun le acarició la cabeza dedicándole una sonrisa cuando lo miró. Chanyeol se puso de pie.
—Dijiste que tu auto se descompuso y teníamos tiempo de sobra, así que… creí que podría ayudarte recogiendote también. ¿Fue muy imprudente de mi parte?
Baekhyun resopló y también se encogió de hombros.
—En realidad no debiste. Una cosa es hacer algo por Yoonhyun… y otra por mí. —Yoonhyun levantó sus brazos en su dirección.
— ¡No me molesta! —se apresuró a aclarar. Baekhyun cargó a su hijo.
—Sigue siendo… innecesario. —Comenzó a caminar hacia la salida y Chanyeol lo siguió. Si habían miradas curiosas sobre ellos, Baekhyun no las notó.
Subieron al auto de Chanyeol, aunque Baekhyun subió en la parte trasera con Yoonhyun. Chanyeol hubiera preferido que lo acompañara en la parte de enfrente.
Mientras conducía, Baekhyun hablaba con Yoonhyun sobre su día en la escuela, casi ignorando la presencia de Chanyeol a no ser porque a veces Yoonhyun lo incluía en su plática.
—Papá Baek, ya tengo hambre. —Se quejó el menor sobandose la barriga. Chanyeol los observó un instante por el retrovisor.
— ¿Terminaste todo tu lunch? —cuestionó mirando alrededor del asiento trasero, buscando la lonchera pero solo veía la mochila.
—Lo hice.
—Mmmm… —miró el asiento delantero pero tampoco. —Yoonhyun ¿y tu lonchera? —El menor abrió de par en par sus ojos ante la pregunta, llevando sus manos a su cabeza.
— ¡La olvidé en la escuela! —Baekhyun resopló con una mirada que podría amonestar y Yoonhyun entonces señaló a Chanyeol. — ¡Chanyeol no lo recordó tampoco! —Baekhyun pasó su vista a Chanyeol y se recargó en el asiento delantero para verlo.
—Yo… —dijo nervioso. —Lo siento, no me di cuenta…
—Siempre tienes que prestar atención a que traiga consigo la lonchera, el suéter, la chamarra y su estuche. Es lo que normalmente olvida.
—Lo lamento. —Le miró de reojo y Baekhyun volvió a acomodarse en el asiento. —… ¿quieren cenar? Quiero invitarlos a-...
—No es necesario. Llegaré a casa y prepararé algo —respondió mirando por la ventana. Yoonhyun miró de su padre Baekhyun a Chanyeol.
—Yo sí quiero Chanyeol.
— Oh, ¿verdad que sí?
—Prepararé algo de sopa, así que-...
—Me gustaría llevarlos a cenar. —Insistió. Baekhyun se cruzó de brazos y levantó una ceja mirándolo por el retrovisor.
— ¿Llevarnos?
—Vienen los dos aquí. Así que… —miró alrededor y giró en un cruce. —Los llevaré a un buen lugar. —Yoonhyun aplaudió con emoción y Baekhyun lo miró, parecía que ya estaba decidido.
—De acuerdo. Sólo procura que pueda pagarlo también.
—Baekhyun, los estoy invitando.
—Pero…
—Está bien. Les gustará la comida de aquí. —Chanyeol comenzó a disminuir la velocidad y le sonrió.
Entró al estacionamiento y aparcó su auto tan cerca de la entrada del lugar como pudo. Luego Baekhyun ayudó a bajar del carro a Yoonhyun y una vez todos afuera, Chanyeol colocó el seguro de las puertas y los guió hasta la entrada.
—Bienvenidos —saludó una mujer en la entrada con una reverencia y Yoonhyun la imitó.
Baekhyun miró el interior de nueva cuenta sintiéndose ajeno al elegante ambiente, aunque no tanto como el anterior restaurante. Al menos en esa ocasión iba más presentable debido a su traje para el trabajo.
— Una mesa para tres personas. —Pidió Chanyeol y la mujer asintió para luego llevarlos hasta una mesa con vista a la calle.
Yoonhyun tomó la mano de su padre y miró todo con ojos curiosos hasta estar en sus lugares. Chanyeol ayudó a que Yoonhyun tomará asiento al lado de Baekhyun.
—Enseguida les atienden a usted y su familia. —Baekhyun quien le estaba retirando el suéter a Yoonhyun se detuvo un fugaz instante al escuchar a la mujer.
Era la segunda vez que le decían eso en ese día.
—Oh, nosotros no… —comenzó Chanyeol pero se detuvo. Miró a Baekhyun quien terminó de quitarle el suéter a su hijo sin decir nada y terminó sonriendo a la mujer cuando Baekhyun ignoró lo dicho. —Gracias.
Chanyeol terminó de acomodarse y miró a Yoonhyun con una sonrisa. El infante miraba las luces de colores que adornaban el ventanal que tenían al lado.
— ¿Te gusta?
— ¡Me gusta!
— ¿Y a ti? —miró a Baekhyun y él miró alrededor.
—Es un lugar bonito. —respondió sin mostrarle ninguna expresión.
Rápidamente les trajeron el menú y de nueva cuenta fue Chanyeol quien pidió por todos a petición de Baekhyun. El lugar tenía precios más moderados, pero todavía altos para lo que él estaba acostumbrado.
Cuando su cena llegó para Yoonhyun era una pequeña hamburguesa con papas. La hamburguesa tenía una banderita en la cima del pan y Yoonhyun le pidió tomarle una foto con su celular a Baekhyun cuando lo vio. En cambio para los adultos, Chanyeol ordenó cortes de carne distintos para freír en la parrilla en el centro de la mesa, arroz y condimentos para acompañar. Rápidamente quien los atendía preparó la parrilla para comenzar a freír la carne, sin embargo en cuanto comenzó a ponerlos sobre la parrilla, Chanyeol lo detuvo y le dijo que él personalmente lo haría.
Baekhyun lo observó.
— ¿Qué sucede?
—Nada, sólo me pregunto si realmente sabes lo que estás haciendo. —Chanyeol bufó sin llegarse a ofender.
—Por supuesto que sé hacerlo. —Le miró mientras le daba vuelta a la carne con las pinzas. —Veo que tienes prejuicios acerca de mí por mi posición, ¿cierto? —Baekhyun se encogió de hombros, recargó los codos sobre la mesa y su mejilla en una mano.
—Supongo que tienes razón, pero no puedes culparme. En la vida he visto a muchos de los de tu clase exigir que los demás les hagan lo que bien ellos por sí mismos podrían hacer.
—Bueno, en realidad siempre me ha gustado cocinar entre otras cosas hacer por mi mismo... —explicó mientras tomaba una cucharada de su plato de arroz. —Y ahora que tengo un hijo, realmente me alegro de haber aprendido todo esto.
—Me siento más confiado sabiendo que alimentaras a Yoonhyun con comida casera. —Chanyeol sonrió y le pasó un trozo de carne listo que puso sobre su arroz antes de que Baekhyun pudiera tomarlo por sí mismo.
Baekhyun observó la carne con una mueca. Aunque era algo simple, también era un gesto… amable. Hacía mucho que nadie hacia eso por él.
— ¿No te gusta la costilla? Puedo darte este otro. —se apresuró a decir y Baekhyun negó con la cabeza.
—No, todo me gusta. —Chanyeol asintió y se apresuró a tomar un trozo de carne distinto para también colocarlo sobre el plato de Baekhyun. —Por favor… come tú también —indicó con una mano antes de llevarse un bocado a la boca.
Yoonhyun llenó el silencio inicial de la cena continuando con sus anécdotas de ese día junto a su amigo Haneul. Más tarde Chanyeol se animó a preguntarle sobre el asunto de su auto a Baekhyun y hacia el final de la cena ellos por primera vez, probablemente desde la noche que concibieron a Yoonhyun, estaban teniendo una charla sobre ellos; cómo era su vida hoy en día y como esta giraba en torno al trabajo y ahora su hijo. Nada profundo, solo ponerse al día.
—No tengo un gran puesto en la empresa, pero todavía tengo que esforzarme el doble de duro para conseguir un ascenso. —Comentó Baekhyun casualmente bebiendo de su limonada.
—Sabes, Hyunday a veces abre vacantes para–…
— Olvidalo —Enseguida negó. —No necesito más favores. Estoy bien en donde estoy. Es decir, a veces tengo días como hoy en donde tengo trabajo extra, pero mi jefe de sección en realidad puede ser considerado conmigo. A veces cuando es necesario puedo salir temprano para ir a alguna junta de Yoonhyun o en todo caso llegar tarde si hay un evento. Así que… no es tan malo. Además tengo prestaciones y no podría irme simplemente así después de todo. Tengo un contrato que firmé.
— Papá Baek, ya no quiero. —llamó su atención jalando su manga. —Yoonhyun ya está lleno. —se frotó la barriga y Chanyeol sonrió enternecido.
¿Cómo podía ser tan adorable?
— ¿Podemos pedirlo para llevar? —cuestionó Baekhyun y Chanyeol asintió. — ¿Puedes terminar tu bebida, cariño? —Yoonhyun asintió y tomó su vaso con ambas manos para beber por la pajilla.
Chanyeol tomó una servilleta de papel para hacerla bolita.
— ¿Quieres que te muestre un truco de magia que aprendí hace tiempo? —preguntó a Yoonhyun y este asintió dejando su vaso sobre la mesa. —Está bien, entonces no pierdas de vista esto. —le pidió mostrándole en alto la bolita que hizo con su servilleta.
Yoonhyun expectante lo miró apenas parpadeando y Chanyeol en medio de movimientos de ambas manos desapareció la servilleta frente a sus ojos. Yoonhyun abrió los ojos de par en par y miró a Baekhyun quien fingió una exagerada sorpresa.
— Woow, ¡¿cómo hiciste eso?!
—Un mago nunca revela sus secretos. —Yoonhyun tomó su servilleta y la hizo bolita para dársela a Chanyeol.
— ¡Otra vez! —Pidió el menor y Chanyeol aceptó.
De nueva cuenta movió sus manos y frente a sus ojos lo despareció.
— ¡Woo! ¡¡Chanyeol realmente es increíble!! —le dijo a su otro padre y aplaudió. Baekhyun hizo lo mismo.
—Cuando seas más grande, te mostraré mi secreto.
— ¡Ahora!
—Ahora no puedo. Pero cuando Yoonhyun tenga la edad, le mostraré cómo hacerlo. —Yoonhyun en lugar de responder con palabras esta vez tomó la servilleta de su papá Baekhyun y se la dio a Chanyeol.
Chanyeol de nuevo hizo el truco y esta vez Yoonhyun saltó en su lugar riendo y de nueva cuenta aplaudiendo, demasiado sorprendido. Baekhyun lo observó y terminó sonriendo sinceramente por la adorable y feliz escena. Así que cuando Chanyeol lo miró sonreír tan ampliamente, sólo por un breve instante contuvo la respiración. Esos días había estado observando todo tipo de expresiones lindas en Baekhyun que no se podía sacar de la cabeza y estaba seguro que esta era su favorita. Aún si el hombre lucía más adulto, con algunas arruguitas marcadas en la comisura de sus ojos y el cansancio pasándole algo de factura a su rostro a comparación de hace cuatro años cuando lo vio por primera vez, seguía siendo sumamente atractivo. No había nada en él que a Chanyeol en ese entonces y ahora no le pareciera hermoso.
—Tienes una bonita sonrisa. —Dijo en voz alta sin pensarlo. Baekhyun instantáneamente dejó de sonreír. —Sabes… desde la primera noche en que te conocí, me ha gustado.
En lugar de sentirse halagado o algo por el estilo, Baekhyun sintió enfado. Que Chanyeol se atreviera a mencionar aquella noche en ese momento sólo le hacía enfadar. En el pasado, por mucho tiempo el mayor trató de olvidar el recuerdo de esa noche con Chanyeol, pues pese a que se sintió como mágica, Chanyeol se había encargado de malograr el recuerdo con su desprecio y dejar en claro que esa noche en realidad no significó nada, aún si habían concebido a su primer hijo.
Maldición, los recuerdos de ese momento parecían querer volver a abordarlo.
—Es hora de irnos. —Baekhyun dijo en cambio volviendo a su habitual seriedad con él.
—Pero-...
—Yoonhyun todavía tiene que bañarse y no sé si tiene tarea. Así que será mejor irnos ya. —Le colocó el suéter al menor y Chanyeol levantó la mano para llamar la atención de la persona quien los atendió y pedir la cuenta.
¿Había dicho algo que no debió? Solo fue sincero, lo había halagado.
Luego de pagar y volver al auto, de camino a casa Baekhyun se mantuvo callado y Yoonhyun comenzó a cabecear a su lado, así que Baekhyun se consoló así mismo abrazandolo contra su costado y acariciando su cabello. Chanyeol tampoco dijo nada, sabía que Baekhyun estaba enfadado y no quería iniciar una pelea o algo por el estilo.
Cuando llegaron al departamento de Baekhyun, Chanyeol intentó cargar fuera del auto al menor pero Baekhyun lo hizo antes, tomando sus cosas y las de Yoonhyun con una mano para ir directo al interior.
—Adiós. —Se despidió Baekhyun sin mirarlo.
—Nos vemos luego.
Yoonhyun con los ojos entrecerrados medio vio a Chanyeol parado al lado de su auto y sacudió su manita despidiéndose de él. El alto hizo lo mismo y le regaló una pequeña sonrisa.
Eso fue todo por ese día.
Chanyeol no comprendía la reacción de Baekhyun, sin embargo, por como terminaron las cosas, ahora sentía desagradable sentimiento molestando su interior.