Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

147K 11.2K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

40.

3.3K 198 89
By PassionKisser

Me desperté sintiendo unos brazos sujetar mi cintura y, por alguna razón en particular, el contacto directo me hizo estremecer. Supuse que quizá era porque Lisa había puesto sus manos dentro de mi camiseta, lo cual hacía con regularidad cada vez que dormíamos juntas, y me acomodé enterrando la cara en la almohada y sonriendo tontamente al sentir unos suaves labios besar mi hombro derecho.

—Buen día, princesa —susurró una voz ronca en mi oído.

Me tomó algo de tiempo antes de voltearme y pasar mis brazos flojamente por su cuello.

—Buen día, Lili.

Sin embargo, Lisa se hallaba ocupada mirando distraídamente hacia abajo.

—¿Estás bien, Lisa? —le pregunté, un poco extrañada.

—Mejor que nunca —contestó observándome con una sonrisa, lo que me hizo sonreír también.

Rápidamente se colocó entre mis piernas y plantó un beso en mis labios. Este beso adormilado era uno de los mejores besos que habíamos tenido. Su lengua jugaba lentamente con la mía, casi con pereza, mientras sus labios se encargaban de chupar mi labio inferior —que por cierto, estaba bastante sensible— entre ellos de la misma forma. Cuando sus caderas se sacudieron contra las mías, sentí como una corriente eléctrica me atravesó al sentir la fina tela de su pantalón contra mi centro e inevitablemente descubrí que me hallaba desnuda.

Sin darle tiempo a reaccionar, la empujé lejos y me apresuré a tapar mi cuerpo con la sábana.

Lisa, desde el suelo, hizo un puchero.

—¿Qué te pasa, Rosie?

—¡¿Cómo que qué me pasa?! ¡Estoy desnuda! —grité en un susurro.

Ella se echó a reír.

—Bueno, sí. Pero no te veía quejándote al respecto ayer.

Ante sus palabras, me quedé pensando algunos segundos, procesando la información y tratando de cargar algún recuerdo de la noche anterior. Tardé así algunos instantes, cuando escuché la voz temblorosa de Lisa llamarme.

—¿Rosie? —susurró—. ¿Tú no...? Oh Dios, no... ¿Qué hice? ¡Eres una estúpida, Lisa! —se golpeó la frente repetidamente y me observó con los ojos cristalizados mientras su labio inferior temblaba ligeramente—. Lo siento, Rosie. Lo siento tanto... Sabía que no debía hacerlo, fui una estúpida. 

—Lisa... Lisa, ¿de qué hablas? —le pregunté, un tanto preocupada por su comportamiento.

—Dijiste... Dijiste que estabas lista, que estaba bien porque lo querías y... ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¡Lo siento tanto, Rosie! ¡Por favor no me odies!

Al verla sollozar, rápidamente me extendí en la cama y llevé mis manos hacia su rostro, intentando secar sus lágrimas, olvidándome completamente de que me hallaba desnuda.

—Estuvo tan mal... Soy una imbécil. Lo siento....

—Hey, hey. ¿Qué pasa? ¿De qué hablas? ¿Qué está mal? —pregunté con dulzura, intentando tranquilizarla.

—Anoche... Tú dijiste... —sorbió su nariz y me observó a los ojos, un tanto apenada—. Me dijiste que estaba bien, pero debí saber que estabas ebria y sólo... ¡No me aproveché de ti, lo juro! Parecía que lo querías tanto... S-sólo quería complacerte, lo siento. No me odies, por favor.

De inmediato los recuerdos de la noche anterior llegaron a mí de forma rápida, haciéndome sonrojar.

Yo había... Lisa yo habíamos tenido... Ella me había hecho... 

«Ya no soy virgen...»

Mientras mordisqueaba mi labio inferior, el sollozo de Lisa me trajo de vuelta a la realidad, y fue ahí cuando me di cuenta de por qué se encontraba en ese estado.

Ella lloraba porque pensaba que no me había agradado lo que hizo y que se había aprovechado de mí.

—Oh, mi Lili —llevando nuevamente mis manos hacia su rostro, le sonreí con dulzura—. Eres tan dulce al preocuparte así, pero está bien. No te aprovechaste de mí.

Ella sorbió su nariz y me observó un tanto sorprendida.

—Pero... Pero tú no recuerdas nada.

—Claro que recuerdo absolutamente todo. No estaba tan ebria —murmuré con un sonrojo—. Es sólo que me quedé pensando un rato. Es normal, siempre me pasa. Mi cerebro siempre necesita cargar en las mañanas.

Sorbiendo nuevamente su nariz, la mirada de Lisa se volvió un poco más dulce, pero todavía desconfiada hasta cierto punto.

—Entonces... ¿No me odias por robar tu virginidad?

Me eché a reír y pasé mi mano suavemente por su mejilla.

—Claro que no, Lisa. ¿Por qué habría de odiarte cuando yo misma te la ofrecí? 

—¿De verdad?

—Lili, lo único que tú robaste fue mi corazón. Y no me importa que lo hayas hecho, sé que lo cuidarás.

Un poco más calmada, y parando su llanto, Lisa se apoyó en la mano que acariciaba su mejilla y suspiró.

—Por un momento pensé que no recordarías nada. Dios, me sentía tan culpable cuando vi tu expresión de confusión.

Solté una risa.

—Lo siento.

Ella negó con su cabeza y sonrió.

—Está bien. Ahora sé que no es así y estoy feliz por eso.

Durante unos instantes ninguna dijo nada, sólo permanecimos ahí en silencio observándonos a los ojos y sonriendo.

Eso hasta que Lisa decidió romper ese cómodo silencio.

—¿Rosie Pooh?

—¿Sí? —inquirí con suavidad.

—¿Puedes...? Uhm... ¿Me dejas...? ¿Me dejas besarte?

Solté una risa nasal y me estiré un poco más en el borde de la cama, de modo que mi cabeza y cuello quedaban fuera de ella. 

—¿Es necesario preguntar, Lisa? Mis labios son tuyos.

—Creí que habías dicho que lo único que robé fue tu corazón.

Tarareé.

—Correcto. Lo único que robaste fue mi corazón. A mis labios y a mi cuerpo te los ganaste.

—¿Eres un premio ahora? —preguntó con diversión, mientras acercaba su rostro al mío.

—Un premio para ti.

—¿Sólo para mí?

—Sólo para ti.

Intercambiando sonrisas, Lisa finalmente se inclinó y me besó suavemente, sin prisas y sin miedos. Movió sus labios dulcemente sobre los míos, incitándolos a bailar con ellos. Sin embargo, cuando entreabrí mis labios esperando que su lengua pasara por ellos, ella simplemente se separó.

—Lisa —me quejé—. ¿Por qué te detienes?

Ella se echó a reír.

—Vas a romperte el cuello así —estiró su mano y acarició mi cuello con los dedos.

Haciendo un puchero, bufé.

—Pero el beso se estaba poniendo bueno.

Esta vez, Lisa tarareó y llevó su mano un poco más abajo, acariciando mi espalda con delicadeza.

—Podemos besarnos todo lo que quieras después. Tenemos que salir a la playa, ¿recuerdas? 

Gruñí cuando recordé el trato que habíamos hecho con Minji y la tía Dara, pero me rendí cuando Lisa se acercó y plantó una y otra vez suaves besos sobre mi mejilla.

—Está bien —dije de mala gana, estirándome libremente sobre la cama. 

Jamás en mi vida había despertado desnuda, pero siempre hay una primera vez para todo. Y debo admitir que me encantó esta primera vez.

—Vamos antes de que aparezcan Jisoo y Jennie buscándonos para desayunar —comentó mientras se levantaba del suelo y se estiraba.

—¿Sabes? Es un poco injusto que sólo yo esté desnuda —me quejé, observándola.

—Más tarde puedes ver todo lo que tú quieras de mí. Por ahora, es tiempo de irnos.

Suspiré, pero sonriente, asentí mientras me levantaba también.

¿Era extraño que me sintiera cómoda estando desnuda delante de ella? Hasta el momento, me consideraba alguien tímida e introvertida.

...

Después de desayunar avena con fruta y miel —porque según mi tía debíamos empezar a comer más sano—, nos fuimos a la playa e iniciamos un par de actividades que Minji había preparado para hoy. 

Nos hizo subir a un bote, que por cierto nos llevó un poco lejos, y nos dio la oportunidad de bucear. Convivimos con algunos peces, vimos corales y terminé enamorándome aún más de la vida marina. Quizá me compre un pez después... 

Lisa llevó su cámara a prueba de agua y tomó bastantes fotos, que por supuesto, me pasará después. 

Tardamos un poco en el lugar, cuando Minji nos dejó rentar motos acuáticas y hacer carreras. Aunque fue una experiencia algo aterradora al principio, cuando me sujeté contra Lisa mientras Jennie y Jisoo nos perseguían, debo admitir que también fue muy divertido. De hecho, en una de esas carreras me sujeté a Jisoo al competir contra Jennie y Lisa, y mientras las rebasamos el agua las golpeó en la cara y ambas terminaron cayéndose al mar... Aunque después nos tiraron a Jisoo y a mí como venganza, pero fue divertido de todas formas.

Luego de las carreras acuáticas fuimos a almorzar todas juntas y las mayores —es decir, la tía Dara y Minji— nos dijeron que al día siguiente haríamos una especie de expedición por Jeju, donde iríamos a museos y a parques naturales. Porque claro, a pesar de que habíamos llegado aquí por el mar, también debíamos reconocer que habían más actividades interesantes. Así que nos dejaron el resto del día libre mientras ellas se iban a descansar en casa.

Ahora, siendo de tarde y después de que todas nos ducháramos y vistiéramos, nos encontrábamos en una cafetería degustando postres y, obviamente, café.

—Hoy fue un día muy productivo —comentó Jennie, llevando el tenedor con un trozo de waffle a su boca.

—Y va a seguir así. Mamá está muy entusiasmada con este nuevo itinerario —murmuró Jisoo, comiendo de su tartaleta de manzana.

Google dice que lloverá mañana —Lisa movió su teléfono mientras mordía sus brownies.

—¿En serio? —inquirí.

La rubia observó mis labios unos instantes y entreabrió los suyos, por lo que deduje que quería que le diera de mi comida. 

Sacando la cuchara de mis labios la introduje en mi trifle de fresas y le di un poco. 

—En serio —murmuró.

—Eso dañaría los planes de mamá —bufó Jisoo, robándole un pedazo de waffle a Jennie—. Pero por otro lado, nos daría un día de descanso.

—¿Y qué haremos si llueve? —preguntó Jennie. Al parecer no le había importado que Jisoo tomara de su comida.

—Probablemente nada. Como siempre —opinó la pelinegra.

—¿Jugar juegos de mesa, quizá? No lo sé. Ya veremos, supongo —Lisa levantó ambos hombros y llevó su mano derecha debajo de la mesa para acariciar mi muslo izquierdo, cosa que por supuesto, no me molestó—. ¿Qué haremos ahora? 

Jennie levantó ambos hombros y le dio un sorbo a su café.

—¿Ir al cine?

Jisoo, quien estaba a su lado terminándose el waffle —que por cierto no le pertenecía—, hizo un puchero.

—No tengo puesta una falda.

Lisa empezó a toser con fuerza y Jennie se echó a reír mientras yo le daba palmadas en la espalda preocupada.

—¿Estás bien, Lili?

—Sí, estoy... Uhm... Estoy bien.

—Está bien, Jichu. No necesitamos una falda si vamos al baño unos minutos —ronroneó Jennie, inclinándose cerca a ella y sonriendo pícaramente.

—Uhm, me gusta como suena eso.

—¿Es lo único en lo que piensan ustedes dos? —gruñó Lisa, frunciendo el ceño hacia ella por hacerla atragantarse otra vez.

Jisoo bufó y se recostó en la silla, bebiendo de su café.

—Lo que sea. Pero Jen, no te salvarás esta noche. Tú y yo tenemos unos orgasmos pendientes.

—¡Jisoo! —chillé, enrojeciendo levemente.

—¿Qué quieres que haga? Me gusta el whisky sin soda y el sexo sin boda —sonriente, le guiñó un ojo a Jennie, quien le devolvió el gesto.

—Jisoo, por favor. Si quieren vayan a hacer sus cosas en casa, nosotras nos quedamos aquí.

—Desearía, pero no podemos. Minji y Sandara aún están en casa —bufó Jennie.

—Bueno... Siempre podemos intentar —Jisoo jugó con su café.

—¿Crees ser lo suficientemente silenciosa?

—No lo sé, ¿y tú?

—Vale la pena intentarlo. 

Jennie se levantó de la mesa y le tendió la mano, que Jisoo aceptó gustosa.

—Las dejaremos en paz para que tengan su cita. Nos vemos después.

—Cuídala, Lisa —le advirtió Jisoo, justo antes de que ella y Jennie salieran del lugar.

Finalmente ambas pudimos respirar con normalidad.

—¿Quieres ir a caminar? —preguntó Lisa, segundos después mientras se levantaba.

Tendió una mano hacia mí y sonrió tiernamente.

—Me encantaría.

Tomando su mano, le devolví la sonrisa mientras me perdía en sus ojos.

...

Lisa y yo caminamos por el centro del lugar, visitando tiendas, viendo aparadores y probando ciertos bocadillos hasta que anocheció. Todo el tiempo tomadas de la mano y sonriendo como si nunca en la vida lo hubiésemos hecho. 

Aunque estaba segura de que mi sonrisa era mayor. Les explico por qué.

Mientras caminábamos, Lisa insistió en entrar a una joyería. Yo pensé que quería comprarle algo a su mamá o su abuela, o algo así, cuando me sorprendió entrando directamente hacia el mostrador, donde un hombre con sonrisa amable nos recibió. Lisa le pidió que le diera un collar... Pero ella ni siquiera había visto el aparador...

El hombre asintió y se fue por una puerta, para después regresar con una caja en las manos. Al abrirla, mis ojos y mi boca se abrieron más de lo normal. Eran dos collares unidos, uno de ellos era la clave de sol, mientras el otro era un círculo que lo complementaba, donde tenía grabado una nota músical. Ambos tenían grabados la frase "i love you".

Lisa me hizo dar la vuelta y colocó con cuidado el collar con la clave de sol en mi cuello. Yo le ayudé con el suyo y, luego de pagar, salimos del lugar. Yo le había agradecido con besos en todo su rostro, porque siendo sincera nunca esperé aquello...

Cuando íbamos caminando por la playa tomadas de las manos —después de cenar juntas—, a Lisa se le dio por quitarse los zapatos y bailar sobre la arena. Me hizo unirme a ella y, actualmente, me hacía dar vueltas sin parar mientras yo reía.

Nos movíamos al ritmo de música imaginaria, pero era muy divertido. 

—Hoy me divertí mucho, Lili —dije, una vez ella se detuvo—. Muchas gracias por todo.

—No es nada, mi Rosie Pooh. Sabes que haría lo que sea por ti —llevando un mechón de cabello detrás de mi oreja, Lisa se inclinó y me besó tiernamente la frente.

—Lo sé —susurré con los ojos cerrados mientras disfrutaba el toque de sus labios sobre mi piel.

Al abrirlos, lo primero que pude divisar fueron los ojos grandes y hermosos de Lisa. Brillaban bajo la luz de la luna y esa sonrisa tan suave y apacible que era dirigida únicamente para mí... La forma en la que ella me miraba, haciéndome sentir única, especial y amada...

—Me vuelves loca —suspiró tras unos instantes y apoyó suavemente su frente contra la mía—. No sé qué hacer...

—¿Por qué?

—Porque te amo y quiero demostrártelo todo el tiempo, pero tú... Rosie, yo... —carraspeando y cerrando los ojos con fuerza, pero sin apartarse de mí ni un centímetro, Lisa volvió a suspirar—. Yo sé que sólo hemos tenido tres citas, y una de ellas ni siquiera fue oficial... —se separó un poco de mí y mordisqueó su labio con nerviosismo—. Pero... ¿Estaría mal si yo...? ¿Si te pido que...? ¿que seas mi novia?

Me sorprendí totalmente y sentí que mi corazón se detenía.

—¿Qué? —parpadeé, ligeramente confundida.

—Olvídalo. Fue muy apresurado —carraspeó y, aún con las mejillas rojas, apartó la mirada.

—No —negué con mi cabeza rápidamente y tomé sus mejillas, obligándola a mirarme nuevamente.

Ella me observó con confusión.

—¿No qué?

—No es apresurado, yo sólo... Creo que no. E-es decir, hemos pasado muchas cosas...

Me sonrojé fuertemente y observé su rostro lleno de sorpresa.

—¿Quieres decir que...? ¿Quieres ser mi novia?

Asentí, incapaz de decir algo más, pero sé que no fue necesario. El brillo de sus ojos y la forma en la que su sonrisa se extendió me hizo ver que había interpretado bien mi asentimiento.

Lisa soltó un chillido de emoción y abrazó mi cintura con fuerza, levantándome del suelo para dar vueltas en el aire, haciéndome reír.

—¡Sí, sí, sí! —dijo con alegría saliendo por cada poro de su piel—. ¡Gracias por la oportunidad, Rosie! Prometo que no voy a defraudarte. Y haré todo lo posible por ser la mejor novia del mundo. Voy a ser más dulce, siempre intentaré hacerte feliz, te trataré como una princesa y voy a-

La detuve posando mi mano derecha sobre su boca y riendo levemente cuando me bajó la suelo.

—Lili, tú ya haces todo eso. No dudo que serás la mejor novia del mundo.

Ella me observó y parpadeó unos instantes, negando con la cabeza.

—Te equivocas.

—¿Eh? ¿Por qué? —inquirí.

—Porque ese puesto te lo llevarás tú seguramente —empujó su nariz hacia mi cuello y permaneció allí mientras yo envolvía mis brazos a su alrededor y reía.

—Estoy segura de que el puesto será tuyo.

—Bueno, eso lo veremos —concluyó, ronroneando cuando mi mano acarició su mejilla.

Ella empezó a balancearnos de un lado al otro suavemente.

—¿Les diremos a Jennie y Jisoo? —pregunté.

—Supongo que podríamos hacerlo, si tú quieres.

—Está bien —asentí.

Ella levantó la cabeza y sonrió dulcemente.

—¿Puedo besarte, novia? —inquirió.

Yo sonreí.

—Puedes, novia.

Ella se inclinó hacia mí y atrapó mis labios en un dulce beso, que fue correspondido instantáneamente. Lisa me besó con suavidad, haciéndome jadear y sentí que algo estallaba en mi pecho mientras un extraño hormigueo recorría todo mi cuerpo. Sus labios acariciaron los míos con ternura, y cuando se separó, me sentí tan débil que tuve que apoyarme en ella para no caer al sentir como mis piernas empezaban a temblar.

—¿Por qué se sintió diferente esta vez? —pregunté en un susurro.

Lisa se echó a reír.

—No tengo idea —acarició mi cabello cuando, esta vez, fui yo quien me apoyé en la curvatura de su cuello—. Pero me gustó.

—A mí también.

Escuché como suspiraba y, acto seguido, sentí sus brazos envolverme, mantiéndome cálida y protegida. Su mentón se apoyó en mi cabeza y retomó el balanceo.

—Por cierto —murmuré sobre su cuello—, como tu novia oficial, no quiero ver a Eunha otra vez a tu alrededor.

—¿Qué? Pero-

—Y tampoco quiero que busques a esa tal Shuhua. Sé que ambas tenían otras intenciones contigo.

Lisa suspiró.

—Está bien, mi pequeña ardillita celosa. 

Sonreí ante el apodo, y planté un beso en su cuello —sintiéndola estremecer—, antes de separarme para tomar su mano.

—¿Vamos a casa ya? Tengo sueño.

—Lo que mi princesa quiera.

Y lanzándome una sonrisa, Lisa y yo empezamos a caminar.

Continue Reading

You'll Also Like

520K 12.2K 40
﹝🐍﹞ ── Traducciones de historias sobre los Slytherin Boys
370K 35.4K 61
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...
203K 13.5K 50
"No te vayas, hay muchas pero no hay de tú talla"
131K 21.1K 49
Yoongi un alfa que nació en una familia de dinero, en la cual tenían esclavos. Esta historia se basa en el siglo XV donde la venta y compra de esclav...