El amor es el amor (Albocío)

By breakofgay

2K 208 2.1K

Una de las componentes de Sweet California se encuentra un poco... indispuesta. Y, si todo va bien, parece se... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Epílogo

Capítulo 8

152 19 165
By breakofgay

Ha pasado algo más de un mes desde la entrevista en Vodafone. Al contrario que en esa versión acústica improvisada de Lunes, donde era evidente el nerviosismo y la inseguridad por no haber ensayado apenas, ahora se nota el trabajo del poco tiempo que ha pasado. Nos hemos reunido con frecuencia, a veces para cantar, a veces para ensayar coreografías y otras pocas veces para hacer las dos cosas a la vez; a veces nos reunimos con los demás músicos en el estudio y otras veces por nuestra cuenta, en la casa de alguna de las tres.

Con respecto a mi relación con Rocío, ha cambiado menos de lo que cabría esperar. Sigue pareciéndome demasiado pronto para tomar decisiones importantes, y ninguna de las dos ha vuelto a mencionar fichas ni sentimientos explícitos, pero es evidente que no lo hemos olvidado. Se hace evidente, por ejemplo, en el contacto físico que tanto nos costaba establecer hasta hace nada. El tiempo y la costumbre han actuado por sí solos y ahora es mucho más fácil ponerle la mano en la espalda como quien no quiere la cosa cuando llego a donde está ella o apoyar la barbilla en su hombro en silencio cuando nos están explicando algo. Alguna vez, incluso me ha cogido de la mano, y estoy segura de que sabe lo rápido que me late el corazón cuando lo hace.

Además, ya se ha mudado a Madrid, al antiguo piso de Tamy. Esto también ha conseguido que pasemos más tiempo juntas, que yo use menos el coche por volver con ella en metro y que, alguna que otra vez, quedemos las dos sin que el trabajo tenga nada que ver. Por otra parte, estoy segura de que ella también queda y habla con Tamy como llevan haciendo todos estos años. Tamy debe de saber mucho más de lo que me cuenta, pero no se me ocurre preguntarle. A mí no me gustaría que ella le contara a Rocío todos los sentimientos de los que le he hablado desde que supo que había estado enamorada de ella.

Volviendo a lo que es el trabajo, agosto parece presentarse como un mes en el que vuelven a ser seguros algunos eventos musicales. En efecto, vamos a participar en uno: nos han llamado para un festival aquí en Madrid en el que participan muchos artistas y grupos, así que solo cantaremos los dos singles. Me vale: han pasado tantos meses desde la última vez que me subí a un escenario que tengo tantas ganas como nervios.

Esta vez sí que cojo el coche para ir al lugar donde se celebrará el evento. A Rocío la lleva Tamy, igual que cuando fuimos a la casa rural a principios de verano. Laura y el resto del equipo también van por su cuenta y se reúnen con nosotras ahí. Nuestros músicos y bailarines, sin embargo, no van. Al ser solo dos canciones, se ha decidido que no valía la pena hacerles venir, que nosotras podemos llenar el escenario. Tendremos la pista de cada canción de fondo, pero sin nuestras voces: mientras Rocío esté en el grupo ocupando el lugar de Sonia, nos podemos olvidar de hacer playback.

Hacemos la prueba de sonido con la misma ropa con la que salimos de casa y, en parte, agradezco que las medidas de seguridad mantengan a la gente tan lejos. Aunque, cuando veo a Laura grabándonos e intuyo que va a subir el vídeo a la historia de Instagram de la cuenta grupal, comprendo con un suspiro que las fans van a ver mis pintas igualmente.

A mitad de la tarde, Laura nos da a cada una la ropa que la estilista ha decidido. A Tamy le corresponde un body negro lencero y bastante escotado, cubierto por una falda plateada de flecos. Además, hace unos días se hizo las trenzas africanas y le están recogiendo parte de ellas en un moño alto. Está despampanante. Rocío llevará un top plateado sin mangas, de corte sencillo; unas medias de rejilla y una parte de abajo negra que le cubre más barriga que piernas.

Mi top es negro y mi prenda plateada es un mono prácticamente igual al que llevé en el videoclip de Me gusta: de manga corta y con cremallera que debo llevar abierta para que se vea el top. Bueno, también para no asarme de calor más de lo que ya me voy a asar. Por muy bien que me quede, no puedo evitar pensar que me ha tocado ser la pringada que se va a achicharrar con el sol de Madrid en agosto.

Cuando terminan de peinar a Tamy, es mi turno. Igual que a ella, me recogen solo la mitad del pelo, pero en dos moños en lo alto de la cabeza. Mientras subo una foto contra el espejo a mi historia de Instagram aprovechando para comentar las ganas que tengo de cantar de nuevo, escucho a mis compañeras discutir a mis espaldas en voz queda. Frunzo el ceño y voy a ver de qué se trata.

-Pero si es que ni siquiera pueden hacerme nada. Mira cómo estás tú, mira Alba, y yo...

-Pero ¿tú te has visto?

-¡Sí! ¡Ese es el problema!

-Chicas, ¿qué pasa? -Me acerco a ellas, aún con el ceño fruncido. Tamy me mira y suspira, señalando a Rocío con un gesto.

-Se ha puesto nerviosa.

-No, no me he puesto nerviosa -reprocha Rocío, contrariada-. Simplemente no estoy a la altura.

-¿Qué dices? -frunzo aún más el ceño.

-La verdad, Alba.

-No. No es verdad, Rocío -replica Tamy.

-Pero ¿por qué lo dices? -vuelvo a dirigirme a Rocío-. ¿Por las canciones?

-Eso es lo peor, que no es por las canciones -contesta Tamy-. Es por el pelo.

-No lo hagas parecer ridículo -se queja Rocío.

-Rocío, entiendo que estés insegura porque, cuando estabas en el grupo, las melenas de las tres prácticamente solo se diferenciaban en el color. Pero, desde el momento en que entré yo, ya se hizo imposible que las tres lleváramos el mismo estilo. Es algo a lo que la gente ya está acostumbrada, tía.

-No es eso -suspira ella-. Ya sé que no lo tenemos que llevar igual, y a mí me gusta mucho lo cómoda que me siento con mi pelo. Pero no puedo salir a un escenario... así.

-¿Por qué? -ladeo la cabeza y levanto una ceja-. ¿Porque es corto?

-Básicamente -asiente ella-. Esto no es la imagen que quiere Sweet California.

-Rocío, ya hablamos de esto. -Alzo ahora las dos cejas-. Sweet California te quiere a ti. Por eso te llamamos.

-Sí, y no fue una ni dos las veces que se me dijo que me tiñera, por lo menos. No puedo vender esta imagen, nadie la compraría.

-¿Por qué ibas a gustar menos por tener el pelo corto?

-Porque ya ha pasado antes. -Mira a Tamy, casi desafiante-. ¿O es que no te acuerdas de que la cantidad de comentarios feos que me llegaron fue uno de los motivos por los que me quise desligar del fandom?

Tamy vuelve a suspirar, pero avergonzada. Yo alterno la mirada entre las dos con dolor. ¿Es eso cierto?

-Rocío -digo intentando suavizar mi tono-, ninguna mujer necesita tener el pelo largo para estar más guapa. Lo sabes perfectamente.

-Claro que lo sé, igual que sé que ninguna mujer necesita parecerle guapa al resto para ser válida. Pero la inseguridad la tengo igualmente, y más ahora que he vuelto a este mundo. No estoy preparada, chicas. A mí esto me queda muy grande.

-Hablas como si fueras la primera artista de pelo corto. ¿No has visto a Halsey? ¿A quién no le gusta Halsey?

-Ya, pero es que yo no soy Halsey -dice forzando una risa, como si fuera obvio.

-No, pero puedes empezar a fijarte en ella para mirar peinados con los que te sientas más segura -vuelve a intervenir Tamy.

-Hoy ya no da tiempo...

-No, pero con tanto drama estamos pasando por alto algo para lo que sí ha dado tiempo hoy -dice la madrileña-. Siempre has estado guapa, pero ahora que te han quitado los aparatos lo estás aún más, Ro.

Tiene razón. Lo primero que vi esta mañana en Instagram fue una historia suya, sonriendo de oreja a oreja, ya sin aparatos. Su sonrisa es tan bonita que me da pena verla tan disgustada ahora con su físico.

-Además -vuelvo a hablar-, esto no se te queda grande, Ro. Eres una artista, da igual cuántos años lleves lejos de los escenarios porque estuviste muchos más subiéndote a ellos, con más o con menos público. Siempre has sabido llenarlos, era tu sitio. ¿No tienes ganas de volver?

Antes de que ninguna responda, Laura nos llama:

-¡Chicas, vamos empezando a maquillarnos!

Las tres cruzamos una mirada y Tamy se va a uno de los espejos. Yo todavía me quedo buscando la mirada de Rocío, pero es difícil, ya que ella no parece despegarla del suelo. Con cuidado, le cojo la barbilla y se la levanto para que me mire. Ella exhala un suspiro triste.

-Tamy tiene razón, estoy nerviosa.

-Eso es normal. Pero no te enfades con ella...

Rocío niega con la cabeza.

-Estoy enfadada conmigo misma.

-Te machacas mucho, Ro. Claro que eres suficiente y estás a la altura. Y estás guapísima.

Me sonrojo un poco al decir eso último. Lo he dicho como amiga, como se lo podría decir a Tamy o a Sonia si ellas se estuvieran sintiendo tan inseguras. Pero a ellas no las miraría con los ojos con los que la estoy mirando a ella. No miento, está guapísima.

-Gracias... -musita ella, volviendo a bajar la mirada.

-¿Quieres que te maquille? -sugiero-. A lo mejor tardamos más, pero no te veo con el ánimo de hacerlo tú ahora mismo.

Me da igual el tiempo, en realidad. Probablemente hasta ella lo intuya. Solo quiero no tener que separarme de ella y poder estar aquí si vuelve a darle algún bajón. Ella accede:

-Vale.

Vamos al espejo contiguo al de Tamy para poder compartir el material de maquillaje. Rocío se sienta de cara a mí y cierra los ojos. Mientras le pongo la base, pienso en lo que me gustaría poder besarla y tranquilizarla. Me muerdo el labio y niego mientras la sigo maquillando.

También aprovechando que tiene los ojos cerrados, me vuelvo para mirar a Tamy cada vez que voy a cambiar de instrumento. Ella me devuelve miradas dolidas. Se me encoge el corazón. Espero que se reconcilien antes de actuar.

Al haber empezado antes, mi compañera termina la primera y se aleja para resolver otros asuntos. Una vez termino de pintarle los ojos a Rocío y empiezo con los labios, esta abre los ojos y yo trago saliva. De repente estamos demasiado cerca y demasiado aisladas. Intento no mirarla a los ojos sino solo a los labios, pero no sé qué es peor.

Cuando levanto la barra de su boca, me atrevo a mirarla a los ojos y la descubro mirándome de igual forma. Contengo el aliento.

-Espera, que te pongo brillo -murmuro.

Termino de maquillarla intentando controlar el temblor de mi mano y me separo un poco. Ella se mira al espejo.

-Definitivamente, con los ojos destapados maquillas mucho mejor.

Suelto una carcajada y ella también sonríe.

-Serás capulla... -Nos miramos a través del espejo-. Echaba de menos tu sonrisa.

-Solo ha sido un momento de bajona.

-No, me refiero... Estos últimos meses te he estado viendo sonreír con los aparatos, pero echaba de menos verlo de forma tan directa.

-Ah. -Se sonroja un poco y baja la mirada con una pequeña sonrisa.

-Me encanta que tus paletas sean tan grandes en comparación al resto de dientes. Y también la forma es graciosa, como en pico. -Le levanto el flequillo y señalo el pico de viuda desde donde le nace el pelo-. Como ese.

Ella me aparta la mano y se vuelve a peinar el flequillo, levantándose.

-Parece que te la tienes bien estudiada.

-Sí, eso parece. -Le hago un gesto de la cabeza señalando a nuestra compañera-. Ve a hablar con ella, anda.

Me aseguro con la mirada de que va a buscar a Tamy antes de volverme al espejo para maquillarme yo. Desde que me quedo sola, exhalo un suspiro. No puedo haber sido yo la única que ha notado la tensión del momento.

Termino de maquillarme más rápido de lo que he maquillado a Rocío y voy a buscar a mis dos compañeras. El ambiente parece haber mejorado.

-¿Ya está todo bien? -pregunto cuando llego a su encuentro, tocándoles los brazos. Ellas me sonríen y asienten-. Menos mal, coño.

-La gente gilipollas quiere vernos peleadas desde el primer cambio de integrantes, no les vamos a dar ese gusto.

-Ah, ¿sí?

-Sí, decían que si yo viviera en Benissa votaría a la competencia del partido de Rocío y mierdas así.

Rocío sonríe con diversión, mirándola.

-Si nos peleamos es por tener una amistad cercana, cosa que ellos ni se imaginaban. Además, que votaras a nuestra competencia significaría darle un voto a la derecha.

-Pero ¿tú no eras de VOX?

Rocío borra su sonrisa y me dedica una mirada exasperada por la broma. Yo estallo en una carcajada, agradecida de que la confusión fuera y siga siendo motivo de ofensa para ella. Tamy también me ríe la gracia y nos junta en un abrazo grupal al que no nos negamos.

-¿Vamos calentando voces?

Nos preparamos y, poco tiempo después, nos avisan de que salimos las siguientes. Nos llevan al escenario y cada una se coloca desde donde va a salir: Rocío y yo en los dos extremos, Tamy en el centro.

El grupo anterior a nosotras se despide y nosotras empezamos a que la ovación se calme y nos presenten para salir a actuar. Desde que el silbido del inicio de la canción termina, Rocío empieza a caminar a pasos lentos hacia el centro y a cantar:

-Cuando llegaste y cruzamos la mirada -le guiño un ojo aprovechando que me mira; ella sonríe automáticamente, al igual que yo, y oigo varios murmullos desde el público-, sonreí y no dije nada, fingí que hablaba y disimulé.

Yo también camino hacia el centro del escenario mientras canto mi parte. En la de Tamy, ella se abre paso hacia delante mientras Rocío y yo retrocedemos un poco, todavía lentamente. Lo siguiente es el estribillo y la coreografía que ensayamos con Lola Indigo, donde ya no queda nada de lentitud.

Conseguimos que el público se venga arriba con nosotras y yo vuelvo a sentir la adrenalina que tanto había echado de menos, la de estar sobre un escenario cantándole a un público las canciones en las que tanto hemos trabajado. No puedo esperar a nuestra gira, donde toda la multitud habrá venido a vernos solo a nosotras. Es una pena que tuviéramos tan poco tiempo para hacerle promoción a este disco y es una suerte que podamos retomar el proyecto dentro de poco.

Cuando terminamos la canción, recibimos el aplauso del público y nos abrazamos por la espalda entre las tres con grandes sonrisas. Aprovechando que se ha quedado en el medio, Tamy se adelanta y se lleva el micrófono a la boca de nuevo:

-¡Buenas tardes, Madrid! ¿Cómo lo estamos pasando? ¿Bien? Nosotras estamos súper, súper contentas de estar aquí, cantando de nuevo, gracias a la oportunidad que nos han dado de compartir escenario con tantos artistazos. La siguiente canción es de amor y se la vamos a dedicar a una persona que queremos mucho, que ha estado con nosotras desde el principio y que ahora mismo no puede estar aquí porque tiene que cuidar de sí misma primero, pero que sabemos que estaría encantada de vernos. Esta canción se llama Lunes. Sonia, un besazo enorme.

Rocío y yo miramos a Tamy con cariño mientras la gente aplaude. No nos avisó de ese discurso, pero no nos parece mal. Me ajusto el inear para no perderme el principio de la canción, pues no está tan claro como el de Me gusta y, además, soy yo la que tiene que empezar.

Lunes supone un momento de calma y sensibilidad en medio del festival. Seguramente no sea lo que hayan venido a buscar, pero la reacción no es mala. Algunas personas se saben la canción y cantan con nosotras el estribillo, intuyo que la mayoría de ellas son de nuestro fandom y habrán venido por nosotras. Me vuelvo a sentir feliz. No sabía que necesitaba tanto algo así hasta hoy.

Nos despedimos entre más aplausos y nos vamos por el mismo camino al backstage. Una vez fuera de la vista del público, nos abrazamos dando grititos de emoción, todavía sonriendo.

-¡Pues ya está!

-¡Por fin!

-¿Qué tal la experiencia? -le pregunta Tamy a Rocío.

-Bueno, no ha estado mal, ¿no?

-Has estado maravillosa. -Le sonrío con sinceridad y ella hace lo mismo, mirándome directamente a los ojos.

-Hombre, pues claro -coincide Tamy-. Si es que ya te lo dijimos, que esto es lo tuyo.

Regresamos a la carpa donde nos instalamos para cambiarnos. Tamy se entretiene hablando con Laura nada más entrar, pero yo voy directa hacia dentro. Necesito, al menos, bajarme este mono del demonio que me lleva haciendo efecto invernadero durante toda la actuación. Dejo la parte superior colgando sin llegar a bajármelo de la cintura y me apoyo en el tocador para recuperar aire del subidón de adrenalina que ha supuesto actuar. Por el espejo, veo a Rocío acercándose a mí y me doy la vuelta.

-¿Qué pasa? -la invito a hablar con una sonrisa suave-. Te habrás quedado a gusto, ¿no?

Ella no contesta. Sigue acercándose a mí, mirándome a los ojos con la misma intensidad que al bajar del escenario. Empiezo a ponerme nerviosa.

Se para cuando estamos frente a frente. Inconscientemente, me separo un poco y me quedo medio sentada sobre el tocador. Para mi sorpresa, ella apoya las manos sobre el mismo, a ambos lados de mi cuerpo. Por fin, habla:

-Tú también estuviste maravillosa.

Soy incapaz de contestar, siento la boca seca. Estamos demasiado cerca, hay demasiado silencio y ella está demasiado guapa, a diferencia de lo que pensaba cuando nos estábamos preparando. Subo las manos a su cuello y las apoyo en la parte baja de su cara con suavidad, casi con miedo.

Se acerca un poco más y no me cabe duda de que me está mirando los labios. Yo hago lo mismo. Siento su respiración contra mi cara y huelo el sudor de las dos. No me puede importar menos.

Casi a la vez que veo sus labios abrirse un poco, las voces de Tamy y Laura irrumpen en la estancia y Rocío se separa con brusquedad. Yo tardo aún unos segundos en bajar las manos. Me cuesta salir de la burbuja en la que acabamos de estar y asimilar las palabras de nuestra mánager:

-Sí, están por aquí también, míralas.

Me planta el teléfono en la cara y solo termino de entender lo que pasa cuando veo la cara de mi mejor amiga. Sonrío con sorpresa.

-¡Sonia!

-Hola -saluda ella alegremente. Rocío y Tamy se ponen a ambos lados de mí para unirse a la conversación.

-¿Nos has visto? -pregunta la primera de ellas.

-Sí, bueno, he visto píxeles -ríe la sevillana. El hecho de que su acento se intensifique tanto es una prueba de que está descansando y le ha venido bien alejarse del trabajo y de Madrid-. Pero sí, Laura estaba haciendo videollamada conmigo ya desde ahí. No me iba a perder la primera actuación de mis niñas.

-Cómo eres -sonrío. Señalo a mi compañera-. ¿Escuchaste el discursito de la Tamy?

-¡Sí! Mi Tamy, que la quiero yo. Y qué bonitas las actuaciones, chicas. Me han encantado.

-Bueno, eso es porque hoy ha estado facilito... -vacila Rocío-. A ver si la gira está a la altura.

-¡Ay, niña, calla! ¡Claro que va a estar a la altura!

Tamy se ríe.

-Siempre está así, ¿eh? Le dices que hace algo bien y te sale con explicaciones y con que cuando le subas el nivel va a ser un desastre.

Miro a Rocío con una sonrisa tierna. Ella desvía la mirada también con una sonrisa en la boca, como de quien sabe que la han pillado.

-Pues déjate de tonterías, Ro, que lo estás haciendo perfecto. Tú y todas; ha sido increíble, de verdad.

-Gracias. -Sonrío-. ¿Cómo estás tú?

-Cuidando de mí misma -bromea haciendo referencia a las palabras de Tamy en el escenario-. Bien, hija, sobrellevándolo. Si lo llego a saber, me embarazo para invierno, pero en fin.

-¿Mucho calor?

-No lo sabes tú bien.

-Uy que no. Ponte este mono para cantar ahí con todo el sol en la cara, a ver.

-Quédate preñada tú en Sevilla, no te jode.

Reímos y Laura vuelve a darle la vuelta al móvil para hablar con Sonia.

-Te tenemos que ir dejando, que tenemos que recoger y se me acaba la batería del móvil.

-Vale -asiente ella. Laura nos vuelve a mostrar la pantalla y nos despedimos con la mano.

-¡Adiós, Sonia!

-¡Adiós!

La mánager acaba la llamada y se guarda el móvil.

-Bueno, ¿qué tal?

-Contentísimas. -Sonrío y rodeo las cinturas de mis compañeras con los brazos. Ellas también se apoyan en mí.

-Me alegro mucho, chicas. Ha estado genial. Además, así vamos rompiendo el hielo.

-Sí, porque lo siguiente ya... -Tamy sacude la mano y Laura asiente.

-Hay que prepararlo todo muy bien. Tenemos que ensayar mucho, cuadrar coreografías con los bailarines, con los músicos...

-Y solucionar el drama de Fruta dulce. -Pongo los ojos en blanco. Rocío, entonces, se separa y me da un golpe en el brazo-. ¡Au!

La miro y me encuentro sus ojos verdes abiertos de par en par. Me sorprendo: me esperaba una cara de cansancio por traer de vuelta algo que a ella le parece una estupidez.

-Ya sé.

-¡¿Ya sabes?! -Tamy se inclina para verla mejor y la mira con la misma atención que yo.

-Mi color favorito. Blanco. Mezcle afro, blanco y rosa. O, bueno -me señala-, lo que te dije: Blanco, afro, azul y rosa.

Tamy y yo nos miramos.

-Oye, pues no queda mal.

-Es lo que mejor queda de todo lo que hemos planteado, desde luego.

-No sé de qué estamos hablando -se hace oír Laura, de cuya presencia nos habíamos olvidado-, pero si no es urgente, ya lo resolveremos en otro momento. Venga, chicas, recogemos y nos vamos.

Obedezco y voy a por la bolsa donde guardé mi ropa. Mientras me cambio y le doy vueltas a la idea de Rocío, sigo escuchando a mis compañeras hablar del tema:

-Pero, entonces, ¿te vas a teñir de blanco?

-¡Sí, hombre! ¿Quién soy ahora? ¿Jack Frost?

🌈

Holi! 🥰

Lo primero, como siempre: muchas gracias por haber llegado hasta aquí, a pesar de lo largos que son los capítulos. Espero que lo estén disfrutando tanto como yo disfruté escribirlo y que no les den los mismos breakdowns que me daban a mí por querer que esto fuera real.

Lo segundo: la fic tiene 10 capítulos en total, lo que significa que el siguiente capítulo será el penúltimo. Y también el más largo. En serio, demasiado. Tanto que esta nota debería estar en ese capítulo, pero la pongo en este para no alargarlo más. Me van a matar.

Les hago un pequeño spoiler: el siguiente capítulo es un concierto del Reloaded Tour que nunca tuvimos. El hecho de que la gira se cancelara supone dos cosas para mí: total libertad para organizar la dinámica de los conciertos a mi gusto y querer que lo lean como si ustedes fueran parte del público. Ya ha llovido bastante desde que acabó la gira de Origen, así que tómense el capítulo 9 como si realmente fueran a verlas en concierto, por fin.

Lo último que quiero hacer es disculparme de antemano. Como algunas de ustedes sabrán, me uní al fandom en 2015 y no empecé a enterarme de las cosas e ir a conciertos hasta 2017, así que me perdí mucho, sobre todo, de los inicios del grupo. Puede haber en el capítulo 9 errores tipo "nunca hemos cantado x canción en directo!!!!" y que en realidad sí que la hubieran cantado. Yo todo lo intenté comprobar, pero no me fío mucho de mis búsquedas, así que... bueno, mejor simplemente disfruten.

Gracias por leerme y dobles gracias a quienes se han quedado a leer la nota. Mucho amor, cuídense mucho y no se quiten la mascarilla a no ser que le tengan que dar un besito a Alba, como la Roci <3

irene🐰

Continue Reading

You'll Also Like

146K 3.9K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
491K 50.4K 126
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
537K 62.6K 15
Harry había pasado por varias injusticias a lo largo de su vida. Había perdido y amado; preguntado y respondido. Pero aquella vez, cuando sabiendo qu...
133M 8.7M 65
Recién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo...