How many walkers have you kil...

By zombielandia999

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Ya estaba acostumbrada a sentir la sangre seca en su rostro, cada vez que derribaba a un caminante con sus ma... More

Ellie Grimes.
Familia grimes.
La palabra "Aprecio".
Asperas caricias.
CDC.
Lo prometo.
Jamas me alejare de tu lado.
Hay que encontrarla.
Comienza la busqueda.
Tu lugar es aquí.
Quédate.
Rosa Cherokee.
Porque la amo.
Embarazada.
Shopia.
Nebraska.
Repite esas palabras.
Caricias que te matan.
Lo siento, hermano.
Mala espina.
Esto ya no es una democracia.
La prisión.
No es una flor delicada.
Los amo.
Tu mirada no es la misma.
Pudrete.
Adios, mapache.
Eres la persona que más ama.
Voy a quitarle el otro ojo.
Iremos a la guerra.
Perdón.
Ahora, comienza algo nuevo.
Somos fuertes.
Enfermedad mortal.
La atormentaba aveces.
Mentiras.
Te encontraré.
Dominic.
Adiós, chica problematica.
Te encontré.
Él amaba a está chica.
Éste idiota cazador jamás podrá abandonarte.
Mi rubia preferida.
Jamas podrían separarse.
Alexandria.
Trajimos la cena.
Te emborrachaste por tu cuenta.
Noah.
Podemos encontrar una manera.
Ahora el mundo es una locura.
¡Nos persigue una puta horda!
Globos verdes.
Algo nuevo comenzara.
Pero mis amigos suelen llamarme Jesús.
Hilltop.
Miedo de seguir asesinando personas.
Será mejor que corras.
Por favor, despierta.
Soy Negan.
Maggie, te encontraré.
¿Quién eres?
Necesito un favor.
Daryl.
Era momento de luchar.
Rey Ezekiel.
Todos están bien.
Hay alguien aquí.
Alexandria no caerá, no este día.
Próximamente.
No se trata de mi.
Morales.
Su nombre es Gracie.
Esa toma del cuello es ilegal, imbécil.
Necesito ver el Santuario.
Bienvenida de vuelta.
Así es como ha pasado.
Lo siento, Carl.
Es una esperanza.
Una llave al futuro.
No sabemos que ocurrirá aún.
No lo dejes solo.
Adiós, Negan.
Mi piedad prevalece sobre mi ira.
Justin.
Debes seguir luchando por mi.

Eliette.

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By zombielandia999

Bienvenidos a Alexandria.

Aquel cartel se mantenía en pie, colgado en las cercas que estaba ahora en la entrada del lugar.
El gran portón que tenía aquella comunidad ya no se encontraba en pie, ahora había unos grandes troncos con madera puntiaguda que formando dos puertas que abrían y cerraban.

Eso te avisa que aquello era la entrada de la ahora comunidad Alexandria.
Bastantes cosas eran distintas, luego de bastante tiempo que había transcurrido tras la última pelea contra los salvadores.

Habían ganado, los salvadores se habían rendido hace ya mucho tiempo, y se acordó trabajar juntos ante todo el pasado duro que tuvieron.
Como lo quiso siempre Carl.
Como lo quiso en último momento Ellie.

Negan ya no reinaba, sus reglas, sus manías ya no estaban ya hace bastante tiempo entre las personas.
Al hombre no lo mataron, como Rick ordenó en aquel momento de guerra, fue salvado antes de morir desangrado por su garganta.

A causa de eso, se le condenó por todo lo que hizo, siendo encerrado de por vida en la cárcel que Alexandria tuvo desde siempre, siendo un lugar oscuro y subterráneo, y con una celda.

Pero las cosas habían cambiado, las muertes eran recordadas día a día, pero ahora sin dolor alguno.
Muchas personas quedaron con rencor en su corazón, al no recibir la preciada muerte de Negan, pero seguieron avanzando bajo el liderazgo de Rick.

Los niños estaban creciendo, judith estaba creciendo al igual que los demás.

En aquella comunidad que fue consumida por fuego, bombas y caminantes alguna vez.
En aquel lugar, ahora crecía naturaleza, se sentía la paz.

Habían casas y estructuras siendo reconstruidas poco a poco. Paneles solares y huertas de vegetales.

Y ahí estaba, cepillando su cabello. Estaba muy largo, probablemente a la altura de su cadera y más abajo.
Lo tenía claro, muy claro y bien cuidado.

Se levantó con cuidado de aquel asiento que tenía un espejo cerca, y puso una blusa de botones blanca sobre su piel.

Y en aquel espejo vio su reflejo una vez más, sintiendo una pizca de dolor interno al ver aquella cicatriz.

Ellie, desvío su mirada como si no quisiera mirar eso de nuevo, recuerdos dolorosos venían. Una cicatriz enorme adornaba su vientre y cada vez que la veía, solo recordaba sangre y lágrimas.

La blusa de botones la puso dentro del pantalón negro y ajustado que decidió usar, puesto que la prenda blanca le quedaba algo holgada.
Y por último, sus bototos negros y altos que siempre usaba.

Miró por la ventana, entre las cortinas blancas del lugar, era un día hermoso, lleno de sol cálido y un leve viento.
Las cosas comenzaban de nuevo, todo comenzaba de nuevo.

Sonrió ingenua al escuchar levemente como la puerta se movía un poco, quedando entre abierta. Se hizo la que no escucho, pues su espalda daba hacia la entrada del cuarto.

—Eliette Dixon.— habló en voz alta sabiendo que era escuchada.— ¿acaso me estás espiando?

En el cuarto se escucho una risa, una risa de una niña pequeña. Y unos rápidos pasos cortos pero veloces, corrieron a la mujer de cabello largo y claro.

Ella le tomó en sus brazos, escuchando la ruidosa risa que su hija pequeña hacía al recibir los besos y abrazos.

—Oh demonios, me puedes explicar que significa esa pintura en tu cara y manos.— soltó una carcajada al ver restos de pintura azul y roja.— el abuelo Rick se enojara al verte sucia de nuevo.

—El abuelo Rick, y la abuela Michonne estaban pintando conmigo.— tartamudeo un poco al hablar, pero lo hacía bastante fluido, dándole ternura a la castaña.— Judith también me enseñó, nos divertimos mucho.

Comprendió la situación enseguida sonriendo, probablemente la niña pequeña se puso a jugar con su ahora tía Judith, y Michonne con Rick debían estar con ellas.

Agradecía internamente al ver cómo esos dos se encargaban de su niña sin siquiera pedírselo aveces, Eliette como era su nombre o Elie como le decían en modo de cariño, por el nombre su madre, tenía bastante energía para ser una niña pequeña.

Era más hiperactiva y loca que Judith, aveces le volvía loca. Con tan corta edad ya había crecido bastante alcanzando a Judith, incluso siendo menor que ella, hablando fluido y siendo atenta a muchas cosas.

Sorprendiendo a la mayoría.
Pero era de esperarse que se desarrollara rápido, pues era hija de Ellie y Daryl después de todo.

Ellie miró al espejo frente a ella y miró a su pequeña con ternura, quien ya había crecido bastante desde que había nacido. Una niña saludable, de cabello corto hasta los hombros.

El cabello de la criatura era claro como el su madre, pero castaño. Una piel blanquesina como Ellie, y ojos cristalinos como sus padres.

—¿Te divertiste con los abuelos y Judith, elie?— le dijo con cariño ordenando el cabello de la niña pues al tenerlo corto de todas formas lo traía alocado.

—Hicimos al tío Carl.— dijo la niña sonriendo y tomando la cara de su madre.— A la tía maggie, al rey y a todos nuestros amigos.

—Ya veo.— sonrió Ellie, sintiendo como su hija le abrazaba aferrándose a su cuello, empezando a mecerla como siempre lo hizo desde que nació.

—Extraño a papá.— susurró Eliette algo triste, recordando que no estaba ahí para verla pintar.

La castaña de cabello largo quedó en silencio, haciendo caricias en la espalda de Eliette.
Miró por la ventana pensando en su esposo, en que debía estar ocupado haciendo muchas cosas y por aquel motivo no estaba mucho con ellas dos.

Algunas personas debían estar en el santuario, el lugar seguirá de pie pero prometieron restaurar todo y ayudar a esas personas que decidieron permanecer en ese lugar.

Era un trabajo largo, y sabía que Daryl no le agraba la idea de estar sin ella, y su pequeña.

—También le hicimos una gran barriga gorda al abuelo.— agregó Eliette riendo.— con una cara gruñona.

La mujer explotó de risa al escuchar eso, no se puso aguantar pues las niñas eran un equipo bastante cruel cuando estaban juntas. Y debió imaginar como Rick con Michonne debieron reír de la misma forma.

[.......]

El caballo en el que iba corría levemente pasando por al lago de uno o dos caminantes, sin darle importancia pues estaban alejados.

Sentía como su trenza larga se movía por el viento, sus mechones que se salían de ella hacia sus orejas y frente haciendo que tuviera un lindo peinado sin esforzarse.

Miraba atenta el lugar nuevo, la cabalgata de su caballo negro resonaba por el lugar ya que era azfalto y concreto.
Detrás de ella venían Michonne y Rick también en caballos, era la manera que tenían de transportarse ahora, y la más rápida.

Decidieron ir a un lugar bastante alejado de sus comunidades, pues iban más personas con ellos.
Gente del reino, gente de Hilltop y gente de Oceanía.
En el lugar habían edificios no tan altos pero haciendo entender que estaban en territorio donde alguna vez hubo masa poblacional. Ahora todo estaba cubierto levemente con narutaleza y era lo normal después de tantos años.

Llevaba sus machetes como siempre, y su arma. Miró levemente hacia atrás mirando como los demás seguian su paso, estaba la mayoría.

Era nostálgico ver como su padre tenía barba no larga pero si blanquecina al igual que su cabello corto. Los demás igual habían cambiado, y ella igual teniendo razgos más fuertes e hermosos de toda una mujer.

Aceleró la cabalgata de su negro cabello para descuartizar a uno de los caminantes desde ese punto, con sus machetes y siendo ayudada por Michonne.

—Debes cuidar tu cuerpo.— le dijo Rick igualando la caminata de su caballo.— Enid me dijo que aún tenías secuelas de tu última herida.

—Fue hace bastante tiempo ya, estoy bien.— se quejo levantando sus hombros, haciéndose la fuerte.— Puedo luchar igual a antes, no estoy tan vieja.

—Solo ten cuidado, Elie se pondría triste si te pasa algo.— le molesto.— además ya esta aprendiendo a ser impulsiva como tú.

—Y gruñona como tu, barriga gorda.— susurro recordando las veces que su hija lloraba y golpeaba.

Se quejo recibiendo el palmado que Rick le dio en su cabeza en modo de ofensa, mientras se adelantaba en su caballo.

Miró rápidamente hacía atrás, escuchando un sonido bastante familiar para ella. Era increíble que aún con casi veintiocho años la chica se emocionara como el primer día que lo conoció.

Y ella sabía, sabía que Daryl había manejado bastante rápido su motocicleta al saber que su esposa y madre de su hija, estaba en ese momento. Era algo triste, pero les costaba verse ahora, por el tema presente de los salvadores y trabajar juntos.

Ambos se miraron, y sabía que el cazador había sonreido al verla incluso teniendo su pañoleta en la cara que siempre usaba.
Paro inmediato de sonreír al sentir un fuerte agarron en su trasero proveniente de su mismo espeso que había pasado por al lado de su caballo en su moto.

Enojada y avergonzada vio como Daryl se adelantaba después de hacer aquello, pues ya estaban llegando al lugar donde debían parar.

Un Rick cansado y enojado le miraba desde adelante, pensando cuando sería el momento que se comportarian como padres.

—¿Qué?— preguntó ofendida al ver la mirada de desaprobación de su padre, y detrás una Michonne riendo.— es una forma de saludar a tu pareja, deberías hacerlo con Michonne.

Se bajó de su caballo al igual que todos, se dirigió a la gran estructura donde debían entrar y encontrar cosas que ellos mismos anotaron en una lista.
Era un tipo de museo, Anne la mujer que era líder de las personas del basurero, dijo que podían encontrar semillas y cosas necesarias para un cultivo. La mujer anteriormente era profesora y había visitado el lugar cuando el mundo no era una porquería.

Pues en el santuario estaba siendo bastante difícil hacer crecer cultivos para la gente, ese lugar siempre fue una fábrica alejada de la naturaleza y un lugar muy seco.

—Hey.— le saludo Daryl a Ellie, con un lindo beso en la cabeza de ésta.— ¿Como va todo?

—Bien, no ha pasado nada grave.— sonrió al tener el hombre frente suyo, mirándole levemente hacia arriba.

—¿Y la enana?— preguntó intrigado, refiriéndose a Eliette, su hija.

—Se quedó dormida en cuanto me fui, preguntando por su papá.— se burló la castaña subiendo las escaleras que daban a la entrada principal del museo.

Daryl bufo sonriendo, sabía que su hija le tenía mucho cariño y fue siempre demasiado mimada con el. Recordando como siempre se le colgaba de la pierna cuando debía irse de Alexandria.

Miraron como Michonne derribada un caminante que se había asomado rápidamente cuando rick abrió las viejas puertas de madera. El cabeza del caminante cayó al piso, al ser cortado por la espada de Michonne.

—Estamos bien por ahora.— susurro la morena mirando a todos, quienes esperaban la señal para entrar completamente al lugar.— al entrar, seguimos la rutina de seguridad.

—No te separes de mi.— le susurró el cazador a Ellie, como los viejos tiempos.

El lugar estaba totalmente abandonado, incluso telarañas adornaban algunas estructuras blancas de ese museo.

Era un museo escolar, por las pancartas ya desgastas de historia. Y era bastante grande, sobre todo la altura que tenía desde el piso al techo.

Habían cuadros gigantes y letreros que indicaban a que lugar ir para aprender de lo que querías en historia, incluso aves habitaban el lugar.

—Cada uno tiene su lista, cuando terminen regresen aquí.— indicó Rick a todos.— cuídense.

Lo último lo dijo mirando a su hija, y ella comprendía siempre que su padre se preocupaba mucho por ella desde el último incidente.

Avanzaron más adentro de lo que era el museo, hasta llegar al lugar principal que daba con unas gigantes escaleras blancas para subir e ir a donde querías. Ellie empezó a caminar escuchando como Ezekiel que estaba con ellos en ese momento mataba unos caminantes en el piso, al igual que Michonne.

—Esto va a funcionar.— dijo Maggie a su lado sonriendo, la mujer tenía su cabello un poco más largo y con ondas hermosas.

Carol también se acercó a ella poniendo su mano en el hombro de Ellie, haciendo que sonriera. La mujer de cabellos blancos tenía su corte pelo ahora mucho más corto que antes y se veía bien.

—Mierda, que miedo.— al seguir caminando se dio cuenta de que en el piso de ese museo habia una gran cuadrado con vidrio, y debajo muchos caminantes.

Camino con cuidado encima del vidrio al igual que los demás, mirando con curiosidad como habían muchos caminantes bajo ese vidrio que era una parte del piso de aquel museo, si eso se rompia y alguien caía, sería un grave problema.

—Cuidado.— advirtió cyndie, quien era ahora la líder de  la comunidad Oceanía.

Un caminante había caído desde la segunda planta del lugar, enterrando su cuerpo con una estructura de metal que estaba y trizando lentamente el piso de vidrio.

Daryl sin dudar, disparo una flecha a la cabeza de este, quien seguía vivo para ya dejarlo sin vida.

—Sigamos, ya lo resolveremos.— añadió Ezekiel.

[.......]

Habían recorrido un poco ya de ese museo, en algunos lugares estaba totalmente oscuro y en otro la luz del día hacia lo suyo.

Para la mala suerte de Ellie, acompañaba a su padre y los demás hacia un lugar oscuro para encontrar semillas que Anne mencionó.

—No me gusta esto.— susurró asustada tomando el brazo de Enid pues todo estaba oscuro, y sólo tenían sus linternas.— está muy oscuro.

—Por dios Ellie.— suspiro Enid enojada al ver el comportamiento de la mujer.— Hasta eliette es más valiente que tu.

—Ese lado lo sacó de Daryl, no de mi.— se excuso enojada aún tomando el brazo de Enid.

Todo estaba lleno de polvo, los muebles o objetos cubiertos por mantas blancas y las telarañas a montones. La castaña de cabello largo no le daba buena espina la oscuridad, su esposo estaba con otro grupo buscando cosas más pesadas para ayudar las siembras en el santuario.

Grito asustada al ver como un caminante salía de la nada por debajo de una de esas mantas que estaban en el lugar, avalanzando su podrido cuerpo encima de Sidiqq.

El hombre grito asustado al ver como dentro del caminante salían arañas que probablemente se juntaron dentro del cuerpo débido al tiempo de abandono.

Ellie rápidamente levanta al Moreno, luego de que este pudiera enterrar un cuchicho en la cabeza de caminante.

—¿Estás bien?— le preguntó Rick aún alarmado por ese ataque sorpresa.

—Sí, gracias.— respondió jadeando aún asustado y sacudiendo su ropa.— habían arañas, no me gustan las arañas.

—Que susto.— suspiro Ellie mirando que todo se había calmado.

—Ellie, será mejor que vuelvas con Daryl.— ordenó Rick a su hija, sorprendiendola un poco.— no es buena idea ir de tantos, en un lugar oscuro y estrecho.

—Pero...— se quedó callada al ver como su padre le miró serio, entendía que se preocupaba por ella.— de acuerdo, nos vamos en la entrada.

Camino con cuidado hasta salir de la oscuridad, no había nadie cerca, nadie del resto del grupo, así que decidió buscar a Daryl para ayudarle a cargar las cosas más pesadas.

Prefería eso a estar en un lugar tan oscuro.

Escucho voces, y simplemente se dirigió al lugar sin dudar. Pero sorpresivamente se encondio detrás de la pares una vez que se había asomado para ver de quien se trataba.

¿Porque lo hizo?

Daryl estaba charlando con Cyndie, al parecer la chica estaba mal y le pidió consejos al hombre.
Ellie ofendida y haciendo gestos de celos sólo espero a que terminarán de hablar, se sentía así ya que ahora no estaba al lado de Daryl casi nunca y eso le traía celos innecesarios.

Empezó a mover su pie algo curiosa, quería escuchar de que hablaban.

—Es curioso cómo algunos objetos traen recuerdos al azar.— escuchó decir a Cyndie.—¿A ti te sucede?

—Casi todos mis recuerdos con mi hermano son peleas pero tuve amigos que lucharon conmigo, ellos querían estar aquí y no lo lograron.— contestó Daryl.— Ellie me hizo tener objetos para recordar, como nuestra hija, así que si, me sucede.

Ellie solo se apoyo en la pared del pasillo ocultándose y suspirando, al escuchar esas palabras. Era tonto que se pusiera de esa forma solo porque su esposo ayudaba a una niña, probablemente la distancia la tenía un poco tonta.

—¡Mierda!— susurro en modo de grito al ver cómo habia pasado a chocar con un mueble del lugar, e hizo que se cayeran cosas al piso.

—¿Mapache?— escucho como Daryl le llamaba acercándose, entrando en pánico pues no sabía cómo disimular que no estaba espiando.

Entrando rápidamente en pánico, porque no quería que la viera en ese lugar, sabiendo que el cazador iba a sospechar enseguida de que ella estaba espiandole.

Tomo una hoja arrugada y llena de polvo que estaba el piso, soplandola para que este se saliera del papel. Puso su codo en la pared para disimular, y fingió estar leyendo.

—¿Que haces?— pregunto Daryl al estar ahora frente a ella.

—Oh, Daryl.— fingió sorpresa.— nada, solo leyendo de la buena historia de nuestro planeta.

—La hoja está llena de suciedad, ni siquiera se le ven las letras...— se sintió estúpida al escuchar las palabras de su esposo, pues era cierto.— ¿no deberías estar con Rick?

—Me exiliaron de allá, por gritar asustada al ver arañas.— explicó arrojando el papel y limpiando sus manos.— cómo sea, ¿no estabas ayudando a bajar algunas cosas?

Daryl miró hacia atrás, pero no le dio importancia al ver que Cyndie ya había recibido ayuda para bajar esa canoa de madera.

Volvió a mirar a su mujer, y está ya estaba caminando lejos de él, la conocía tan bien, que ya sabía lo que pasaba.

—Entonces estabas espiando como coqueteaba con una mocosa.— comentó sarcástico siguiéndole.

—¡Cómo te atreves!— Ellie le pegó un manotazo en el brazo, haciendose la ofendida.

Caminaron en silencio hacia la entrada, donde se ubicaban las escaleras y el piso de vidrio lleno de caminantes por debajo, debían esperar al resto para bajar las cosas más pesadas.

—¿Celosa?— preguntó Daryl cómo si nada, haciendo enojar a Ellie.

—¡No!— grito ofendida, siendo mirada por varios.— bueno, si, pero solo un poco.

El cazador le miró desde atrás, Ellie no era de las que se ponían celosa por cualquier cosa.
Así que obviamente comprendió el hecho, ellos no estaban juntos hace ya bastantes días, solo era un saludo, un rato juntos y ya está.

Y pues la chica se sentía rara en aquellos momentos, aquí el celopata y gruñón era Daryl, no ella.

—Deberíamos apurarnos, ya deben estar cargando las....—

No alcanzo a terminar su oración, ya que sintió como fuertemente tiraban de su brazo, escucho un estruendo cerca suyo.

Y miró algo asustada como casi le cae una gran escultura de mármol encima. El pasillo donde estaban caminando estaba demasiado oscuro y no pudo divizar que esa escultura le iba a caer encima.

Sin darse cuenta estaba aferrada a Daryl, mientras el hombre la había protegido contra la pared para recibir el daño de cualquier cosa.

—Gracias, de verdad no vi venir eso, esta muy oscuro aquí.— susurró mirando el desastre al lado de ellos.

Sus labios fueron sellados por un beso, un beso bastante afectuoso que hace tiempo no tenía.
Daryl le tenía la cara tomada con ambas manos, y presionando su cuerpo levemente contra la pared, dándole un beso que de verdad significaba para ellos.

—Eso tampoco me lo venía venir.— comentó avergonzada, esquivando la mirada que Daryl le tenía encima.

Y ahí estaba, el abrazo que tanto extrañaba, los brazos que tantas veces le tomaron con fuerza. Significaba tanto para Daryl no poder estar cerca de ella y de Eliette.

—Tu cabello a crecido mucho.— susurró el cazador, pues sus brazos tocaban su cabello al abrazarla.— Estás hermosa.

Ellie no dijo nada, incluso después de tanto tiempo, ella sentía nervios de esas palabras, de esos abrazos y de esos brazos.

—Te he extrañado tanto.— dijo la chica.

—¡Oye! ¿están bien?— Ellie se separó avergonzada del hombre al ver como las tres mujeres del grupo llegaban preocupadas.

—Sí, este lugar se cae a pedazos.— contestó Daryl, ya acostumbrado a esas reacciones de Ellie.— vamos, hay que bajar las cosas pesadas.

La castaña asintió y miró como el cazador se adelantaba, no sin antes sentir como le dejaba un pequeño beso en su cabeza.

—¿Te sigues avergonzado?— se burló Maggie al ver cómo Ellie no reaccionaba aún.

—Ellie siempre fue media reservada con las caricias de Daryl.— agregó Michonne, dándole unas palmadas en el hombro a la mencionada.

—Es ridículo, tienes a eliette, eso ya es prueba suficiente de que ambos llegaron lejos.— cómo siempre, Carol dando su opinión cruda.

—¡Cállate!— gruñó haciendo reír a las mujeres.— Yo no soy la vivo con un reí cursi.

[.....]

Ellie tiraba con mucho cuidado de esa carreta gigante que encontraron en el museo, sería de mucha ayuda a la hora de transportar cosas. El problema era sacarla del lugar, su gran tamaño y peso le estaban dificultando las cosas a todos.

Ya que anteriormente todos pudieron darse cuenta de que el museo tenía un sector donde el piso era de vidrio, y abajo habían caminantes.

Debían hacer con mucho cuidado ese trabajo, un movimiento en falso y el vidrio se rompería, tirando a alguno dentro de esa fosa con caminantes.

Habían amarrado la carreta con largas cuerdas, que estaban en algunas estructuras dentro del museo y todo ayudaban a bajarla cuidadosamente desde escaleras abajo.

—Por ahora va bien.— dijo Rick caminando levatemante hacia el vidrio y tirando desde la parte delantera del objeto.

Algunos sostenían el paseo desde arriba, desde las escaleras con las cuerdas.
Y poco a poco fueron logrando bajar la carreta hasta el piso de madera, se debía usar mucha fuerza para que el objeto no se fuera de un impacto hacia el sector.

—¿Soy la única que escucha ese maldito sonido?— se quejo Ellie, empujando la carreta por el piso de vidrio, pues esta estaba trizandose poco a poco.

Lograron empujar completamente el objeto hacia el lugar seguro, pero la mayoría amarró bien las sogas al rededor de sus cintura por si algún accidente ocurría en el momento.

Faltaban solo unas pocas cosas, para poder seguir con el plan de cultivar cosas en el santuario. Pero que eran un poco menos pesadas, como herramientas para harar tierra.

Rick y Daryl fueron moviendo poco a poco la canoa de madera que habían sacado del lugar, pisando con cuidado.

—No hagan movimientos bruscos, sigan despacio.— aviso Rick mientras levantaba la canoa siendo ayudado por Daryl.

Ellie era la última en bajar, pero antes de poder llegar al lugar donde no había vidrio ya medio trizado, decidió ayudar a Ezekiel y carol, ya que era el último objeto que quedaba por sacar.

Lo levantaron con cuidado, sintiendo como la cuerda de su cintura era tirada levemente por los demás, para seguridad propia.
Se movía con cuidado, pero se puso algo nerviosa al escuchar como el vidrio del piso crugia más cuando pisaba.

—¡Salgan!— grito Rick al ver como una gran grieta iba tras ello para romper todo.

Ellie alerta de todo, empujó a Carol hacia adelante, y Ezequiel lanzó lo que más pudo el objeto pesado que llevaban en ese instante.

—¡Mapache!— Daryl miró impactado como el piso de vidrio que estaba debajo de su esposa se rompía, haciéndola caer.

Ezequiel cayó con ella, y el hombre de rastas grises la tomó con fuera para que quedaran colgando juntos a base de sus cuerdas.

—¡Mierda!— Ellie miró como los caminantes estaban a centímetros de ambos, mientras se balanceban colgando.

—¡Ezekiel!— Carol se acercó gateando, mirando preocupada por el agujero que había quedado, donde colgaban los dos personajes.— ¡resistan!

Mientras Carol ponía rápidamente una funda para que Ellie y el rey pudieran subir por el vidrio, los demás tomaban las cuerdas de ambos y tiraban desesperadamente con fuerza.

Ezekiel se quejaba desesperando, intentando tener a la castaña en sus brazos y al mismo tiempo quitando a los caminantes que estaban a punto de tomar sus brazos y piernas.

Ellie fue la primera que logró afirmarse para subir, mientras Daryl tomaba su brazo con mucha fuerza. Una vez arriba, se giro rápidamente para ayudar a subir a Ezequiel, junto con carol.

—¡Vamos!— grito la castaña tirando del brazo del rey, siendo ayudada también por su esposo.

Una vez que Ezekiel pudo subir, agitado por el susto y el cansancio. Sintió como sus pies colgaban levemente al ser abrazada por Daryl.

Incluso la voz de su esposo estaba más agitada que la de ella misma, sabiendo que fue un susto horrible para todos. Le abrazo con fuerza, para calmarle y sonrió al verle como la bajaba para verificar si tenía alguna herida.

—¿Estás bien?— preguntó su padre acercándose rápidamente dónde ella, para luego abrazarla con un brazo.

Está asintió, perdonando haber echo preocupar a sus dos amados seres. Y sintiendo dolor al pensar que un segundo casi deja a también sola a Eliette.

Luego de todo el drama, y de ver que nadie había salido herido, comenzaron a cargar lo necesario. Hicieron que la carreta nueva pudiera andar con caballos, y partieron nuevamente todos.

La mayoría en caballos, y Daryl en su motocicleta, llevando esta vez a Ellie detrás.
Poco a poco se fueron alejando de ese sector, de los pequeños edicifios, y lugares donde parecía que había vida.

Debían tener un largo viaje de vuelta a casa, y Ellie sólo pensaba en su pequeña hija que le esperaba en Alexandria.

Tomaron la ruta B como tenían escritos ahora en carteles, que conectaban con las comunidades. Muchos caminos que eran rodeados de fauna ya no tenían concreto, ahora sólo era tierra.

Abrazo a su esposo que manejaba la motocicleta, y miró hacía levemente para ver cómo iban todos. Las dos carretas estaban bien, y los demás que viajaban en caballo también.

Daryl siempre se adelantaba, para mirar si más adelante hay problemas o caminantes deambulando para aniquilarlos rápidamente.
Y la trenza de Ellie se movía con el viento que causaba la velocidad de la moto.

—¿Rosita?— se preguntó extrañada al mirar como una motocicleta de cuatro ruedas se acercaba rápidamente.

—Problemas.— agregó Daryl girando su moto y dirigiéndose con los demás que venían más atrás que ellos.

[.....]

—Otras dos hordas se unieron a la de silva, es más grande.— explicaba Rosita caminando frente al problema que comunicó unos minutos antes a todo el grupo.— una cruzó por aquí atrás e hizo caer el puente.

Efectivamente la estructura nombrada estaba hecha pedazos frente a los ojos de todos. Las hordas cada vez se hacían más grandes y muchas cosas desaparecían gracias a eso.

Aquel puente era una fuente de conexión que tenían contra la mayoría de las comunidades y ahora se veían en un aprieto al no poder llegar correctamente al destino de cada uno.

—¿Qué hay de la ruta A? ¿Ya la despejaron?— preguntó Daryl.

—Todavía está muy cerca de la horda.—

Luego de escuchar la respuesta de Rosita, la castaña de cabello largo se acercó a mirar levemente el tema. Ni siquiera podían cruzar el río, la corriente se notaba demasiado fuerte.

—Podemos llegar a Alexandría por este lado.— sugiere Michonne mirando a la demás gente de Hilltop y el reino.— esperar ahí hasta que pase.

—No.– negó enseguida Maggie.– antes la ruta A demoró días en despejarse, necesito llegar a casa con Hershel.

Ellie miró levemente a su amiga, sabiendo que se refería a su hijo que tuvo con Glenn. Y sintió como su esposo le miraba preocupado sabiendo que también Eliette probablemente le tocaría estar una noche sola en Alexandría.

—Podríamos tomar la ruta D, aún es temprano.— añadió Carol

—Sigan por la ruta comercial por si alguien intenta pasar.— ordenó Rick dejando en silencio a todos.— Gabriel, ustedes pueden volver a Alexandría.

—Los demás podemos ir al Santuario o a Hilltop.— agregó.— pasamos la noche allí y seguimos camino, cuídense y lleguen a salvo.

Ya se había decidido, todos tomaron sus caminos respectivos para poder irse con cuidado. Rosita escribió rápidamente con una lata de Sprite "puente caído" al lado del cartel que este tenía.

Ellie por su parte quiso en esta oportunidad acompañar a su padre en lo que era el arduo trabajo de transportar las cosas a sus debidos lugar. Y estar junto a su esposo aunque sea una noche, después de mucho tiempo.

—¿Estás segura?— escucho decir a Daryl.— La enana podría extrañarte mucho.

La castaña hizo un bufido al ver cómo escuchaba aquello, esa niña extraña a su padre todos los Santos días, era obvio que ya estaba algo acostumbrada.

—Eliette es fuerte.— dijo la chica bajando de la motocicleta del cazador.— sacó ese lado de tu parte.

Se habían detenido unos segundos luego de una ardua caminata en caballo por ese camino de tierra. Al parecer los animales estaban cansados y necesitaban de un respiro para luego de seguir.

—Y lo testaruda lo sacó de ti.— se burló Daryl recibiendo un manotazo por parte de Ellie.

Se acercaron para ver que sucedía con los caballos, la carreta que llevaban de había estancado en el lodo y los animales ya no tenían fuerza para sacarla.

Existía la opción de dejar las provisiones que traían escondidas por el camino, aquello lo sugerio Maggie pero fue descartada al saber que hordas andaban cerca.

Lo único que podían hacer era tirar de la carreta todos juntos y cambiar los caballos para poder llevarlos a salvo. Tomaron las cuerdas que llevaban, amarrando fuertemente de la carreta para tirar de ella y sacarla de ese estancamiento que les empedia seguir a su destino.

—Uno, dos, ¡Tres!— contó Ellie tirando de la cuerda fuertemente junto a su padre.

Algunos empujaban desde atrás y otros tiraban de los lados con fuerza, para poder sacar el objeto los más rápido que podían.

—¡Rick!— aviso Michonne mirando como desde lejos se acercaban un par de caminantes, avisando que venía una pequeña horda.

—Una vez más.— animo Ellie para salir rápido del lodo y encargarse de los caminantes que rápidamente podían ser un peligro para todos.

Con mucha fuerza tiraron una vez más, gritando con más fuerza y sacando finalmente la carreta del lodo.
Ellie se preparó tomando sus machetes sabiendo que debían encargarse rápido de esos caminantes para poder irse sin tener heridos.

—¡Mapache!— le grito Daryl al ver como la castaña iba sola para matar a los caminantes.

Se apresuró para ayudarla, enterrando su cuchillo en cabezas de caminantes que se acercaban poco a poco. Michonne sacó su espada para rápidamente también ayudar, estando los tres reteniendo a los zombies.

Los demás subían las cosas a la carreta lo más rápido que podían, y liberaban los caballos al ver que los caminantes aumentaban en número. Las cosas se salieron de las manos al ver como los caminantes ya estaban cerca de la carreta, asustando a los caballos y haciendo que algunas cosas cayeran.

—Debemos irnos.— Ellie sintió como Daryl tomaba rápidamente su brazo para empezar a correr.

—¡Dejen la carreta!— ordenó la castaña al ver que ya los caminantes estaban muy encima de todo.

No había otra opción más que dejar las cosas, liberar a los caballos que podían y correr.

—¡Tengo que liberarla!— un chico de Hilltop, corrió de vuelta sacando su cuchillo para liberar al caballo que había quedado amarrado en la carreta gritando asustado.

—Ken ¡espera!— Ellie quiso ir detrás del muchacho mencionado, pero su esposo le retuvo rápidamente tomando sus brazos.

El chico corto como pudo las amarras que tenía el caballo, pero fue inevitable que un caminante cerca de la carreta mordiera fuertemente su brazo, haciendo que en este corriera sangre sin parar.

El cabello en un momento desesperado y asustado, alzó sus patas traseras dando una fuerte patada en el pecho de Ken.

—¡Hay que salvarlo!—

Todos corrieron para socorrer al muchacho, pues aún tenía una salvación, que era amputar su brazo antes de que muriera desangrado y por el golpe en su pecho.

—Mírame, Ken.— le hablaba Maggie al muchacho, tomando su cara y estando junto al cuerpo que yacía tirado en el piso.

—Te curarán, vas a estar bien.— Ellie algo desesperada hacia presión en la herida del chico, había demasiada sangre que estaba perdiendo.

Siddiq y Enid hacían lo imposible para ayudar al chico, lo único que tenían en su mente ahora mismo era salvar la vida de este.
Rick y los demás, corrieron para alejar a los caminantes que se acercaban, pues era importante que Siddiq hiciera la amputación sin apuros.

—Díganle a mi papá que le dé mi lugar a Marco, ¿si?— pedía el chico con lágrimas en sus ojos, tomando la mano de Maggie y con su respiración algo entrecortada.

—Se lo dirás tu mismo.— le ánimo Maggie sonriendo apenada.

—Pero no te duermas.— le pidió Ellie, haciendo un torniquete rápido con las vendas que Enid le dio.

—Díganle a mi mamá y mi papá, que ahí voy.—

Esas fueron las últimas palabras entrecortadas del chico, antes de dejar de respirar completamente y cerrar sus ojos para nunca más abrirlos.

Todos miraron con dolor aquello, sabiendo que no pudieron salvarlo antes cortar su brazo. Maggie lloró en silencio apenada, pues era alguien de Hilltop, alguien de su gente.

Era un chico demasiado joven, no había tenido una vida completa y era doloroso cuando alguien con tan poca edad le tocaba morir de aquella manera.

Ellie cerró sus ojos, tratando de evadir el dolor de la escena, al ver como Maggie ladeabala cabeza del joven para enterrar su cuchillo antes de que se convirtiera en esas cosas.

[.......]

Era raro para ella estar en ese lugar luego de bastante tiempo, le sorprendía ver que aún le daba escalofríos pasar y mirar todo.
Rick y Michonne le acompañan para entrar, ver como estaba toda la gente del santuario y saber como iban las cosas en ese lugar.

Daryl entraba como si nada, ya que el hombre hace un buen tiempo estaba encargado del lugar y su proceso, como siempre el santuario fue algo oscuro y alumbrado con unas pocas velas.

—Vino Rick Grimes.—

Aviso una mujer dentro del santuario, cuando los cuatro entraron mirando a todos. La gente trabaja en sus cosas y contaban las provisiones. Incluso cuando el liderazgo de Negan había acabado, se seguía sintiendo la maldad dentro de todo.

—Ese es el hombre que puso fin a la guerra.— mencionó un sujeto que estaba entre la gente, mirando a Rick.— ¿Negan está sufriendo? Espero que si demonios.

Aquello llamó la atención de Ellie, pensar que había gente que tenía un rencor gigantesco contra ese hombre, y otros que lo seguían hasta la misma muerte.

—Hola, Ellie.— brinco levemente al ver como Eugene se acercaba a ella, para luego sonreír.— cómo se encuentra Eliette.

—Bien, extraña que le enseñes cosas.— contestó la castaña tomando su hombro.

Hizo sonreír al hombre de cabello medio largo, y siguieron caminando adentrándose al lugar donde todos se encontraban, quedaban bastantes salvadores como solían llamarse.

—Todo estuvo bien en tu ausencia, salvo por cierta masa de salvadores que me miran mal, pero redacte una lista de temas que requieren tu atención inmediata.— como siempre Eugene hablando con largas oraciones que aveces estresaban a cualquiera.

—Ahora no.— dijo Daryl avanzando entre la gente, todos los del lugar le seguían, como si el fuera el lider de ahí.

—Revise las provisiones es una buena cantidad, deberías anunciarselos a todos.— Ellie ya ni siquiera recordaba el nombre de algunas personas que eran pertenecientes dentro del santuario, pensó luego de ver como una mujer rubia de una corta trenza le hablaba.

—No me subiré a un escenario para dar un maldito discurso, como hacía él.— gruñó Daryl siguiendo con su camino.

—Es un mal momento, acabamos de perder a alguien.— explicó Ellie a la mujer, viendo como Daryl seguía caminando.

La castaña de cabello largo se acercó a su esposo, para tomar su mano y calmar el mal ambiente que tenían todos por la pérdida de Ken.

—Daryl.— escucho como Michonne le llamaba algo seria, haciendo que ambos fueran a mirar que sucedía.— ¿Esto es frecuente?

Preguntó la morena apuntando hacía una pared del lugar. "Salvadores, ¡Salvennos!" aquello estaba escrito en ese lugar, preocupando al saber que había gente que aún quería revelarse.

—Desde que se pudren los cultivos, cada vez aparecen más.— respondió Daryl sin estar sorprendido.— Eugene, Jerry, ¿saben quién hizo eso?

–No sé.— respondió Jerry mirando lo escrito.

—Negativo.— añadió Eugene.

Era preocupante el hecho de saber que la gente dentro del santuario guardaba rencor a lo que había sucedido con Negan, y era lo mismo de siempre, no podían seguir con sus vidas sin pensar en venganza.

—Justin.— la castaña dirigió su mirada hacia el nombrado por Daryl, un Salvador que estaba sentado un poco más lejos.— borra eso.

—¿Cómo?— preguntó sin importancia, era un hombre de barba y cabello medio largo.

—¿A qué te refieres con "cómo"? Con pintura.— respondió enojado el cazador mirando al hombre.

—Se uso toda.— Respondió de vuelta.

—Pues resuelvelo.—

La última orden fue de Daryl, ya enojado al ver que aveces esa gente ni siquiera le importaba. Ellie algo curiosa miro como el hombre se levantaba, mandando una sonrisa demasiado asquerosa a ella.

Sin darle mucha importancia a esa escena, el líder de Alexandria comenzó a saludar a todos los del lugar, a todos por igual.
Dándoles las mano en forma de paz, y para poder comunicarse con la gente para que sepan las nuevas noticias.

—¿Viste nuestros cultivos, Rick?— el mismo hombre de antes que hablo sobre la guerra, se acercó al mencionado, dentro del círculo de personas que rodeaban a Ellie y su padre.

—Los vimos.— respondió el hombre de barba ya blanca.

—En unas semanas llegarán las tormentas de primavera.— explicó el hombre la situación.— pero, mientras tanto, necesitamos una mano.

—Y la tendrán.— se adelantó a decir la castaña de cabello largo al ver cómo la gente dependía mayor parte de ellos.— trajimos herramientas de la labranza y semillas autóctonas.

—Estamos recurriendo al pasado para sobrevivir el presente.— explicó también Rick, mirando cómo la gente sonreía por aquella noticia.— todos vamos a colaborar para que el santuario tenga lo que necesita y pueda ponerse de pie.

—Dios los bendiga, familias Grimes.— el hombre con mayor sinceridad se acerco a Rick para darle la mano agradecido.

Pero Ellie no sonrió por aquello, aún seguía siendo raro ayudar a esta gente que tanto daño causó en un momento. Ella sabía que no todos fueron así, pero mayor parte de ellos seguían ahí, mirando de una forma feroz.

Se escucharon los aplausos de todos, y Ellie miró hacía atrás sintiendo la mirada de su esposo en una esquina, no parecía feliz.

—Vamos.— susurró la chica a su padre, para acercarse a Daryl.

Ella y Rick siguieron al cazador, lejos de la gente para poder hablar. Subieron las escaleras donde claramente ella recordaba como Negan daba sus discursos desde ese lugar alto.

—¿Qué ocurre?— pregunta Rick un tanto serio.

—No quiero seguir al frente de esta gente.— respondió enseguida el cazador con su voz gruesa de siempre.

—Está bien, ¿por qué?— suspiró el padre de Ellie, ella solo se dedicó a mirar pues sentía que en ese momento no debía meter su lengua.

—No sé. Aquí otra vez, detrás de estos muros no me siento cómodo.— Ellie al escuchar eso miro con atención a su esposo, pensando que solo ella se sentía de esa forma dentro de ese lugar.— Me siento inquieto teniendo a Ellie aquí, con todo lo que le hicieron.

—Funciono mejor afuera, siempre fue así.—

—Tu evistaste que esto se desmoronara.— le hizo razonar Rick.— Tú mantuviste a todos a raya, no podemos dejar que el santuario fracase, después de todo lo que pasó.

—Va a fracasar de todos modos, nada crece aquí.— respondió ya un tanto enojado.— por estar en este maldito lugar ni siquiera puedo estar con Ellie y nuestra hija.

La castaña bajo su mirada algo tocada, de alguna forma sentía que eso sí era cierto. Desde que todo comenzó su padre de alguna forma no tomó en cuenta de que Daryl iba a estar sin Eliette un buen tiempo, y así fue.

Sin decir ninguna palabra, se alejo de esa conversación con sabor amargo. Y bajo las escaleras para irse a un lugar más calmado, sin gente.

De alguna forma pensaba una y otra vez que cuando Negan estaba las cosas en ese lugar funcionaban porque el se encargaba del trabajo sucio, quitando cosas a la gente, matando gente.

Extrañaba que Daryl estuviera para su hija, pero debían cumplir con el trabajo, con la esperanza de esa gente. Pero, ¿cuánto tiempo iba a durar todo esto?

Se sentía como si todos estuvieran separados.

Llegó al sector donde arreglaban motos, habían restos de aquello por todos los lados y la noche estaba siendo iluminada por la luna. Se sentó poco a poco en ese peldaño, dejando sus pies colgando.

Pensaba en su hija, en cómo debía estar cada cinco minutos preguntando por ella y por Daryl. Sonrió recordando los momentos que los tres dormían juntos, en los que ella jugaba con Daryl a las espadas con palos.

O como le pedía a su padre que le enseñará a usar la ballesta.

—Es la última toda del estío que florece en soledad...— comenzó a cantar mirando la noche.— todas sus adorables compañeras marchitadas, se han ido.

—Ninguna flor de su linaje, ningún capullo cercano.— siguió cantando.— que refleje su rubor o que con ella suspiré.

Detrás suyo había alguien mirando, apoyado en la pared, y encendiendo un cigarro. Esperando y escuchando la suave melodia para no interrumpir a la chica de trenza larga.

—Y pronto te he de seguir cuando las amistades se pierdan del brillante círculo de amor.— cerró sus ojos moviendo sus pies que colgaban, para seguir cantando.— los corazones sinceros perezcan y los amados desaparezcan.

—¿Quién desearía habitar solo este mundo sombrío?— terminó abriendo sus ojos, sin dejar de mirar las estrellas.— buenas noches, Eliette.

Escucho pasos, pero ni siquiera se giro en modo de alerta pues sabía de quien se trataba.
El hombre se sentó a su lado, y miró como le ofrecía el cigarro encendido de su boca.

Ella lo recibió con gusto, para luego tirar aquello lejos con fuerza.

—Esas cosas te van a matar algún día.— dijo ofendida mirando a Daryl quien solo suspiro por esa acción de su esposa.

—La canción.— mencionó el hombre por el canto que escucho.— se la cantabas a la enana.

—Lo sigo haciendo, le calma bastante y se queda dormida enseguida.— sonrió.

Sintió como su mano era tomada por la de Daryl, y era relajante pensar que en un momento podrías estar esa noche juntos después de tanto.
En un punto solo querían estar de vuelta a Alexandria y poder compartir con su hija.

—La extraño.— Daryl bajo la mirada algo apenado, sintiendo como era mirada por la chica.— las extraño a ambas.

—Lo sé, ha sido difícil criarla sin ti.— susurró apoyando su cabeza en el hombro de su esposo.— pronto podremos estar los tres juntos.

Daryl asintió, y sólo acarició la espalda de su mujer. Era algo duro estar sin su pequeña, luego de haber esperado tanto por su nacimiento y haber sufrido tanto por la herida que Negan le hizo en el último instante de la guerra.

Cerró sus ojos y se mantuvo en ese momento sin querer que se fuera de su lado nunca más, solo quería que todo volviera a ser como antes.

[......]

Miró espectante como algunas personas de hilltop estaban reunidos, era de noche y el lugar era levemente alumbrado por antorchas en las paredes.

Ella y Daryl habían viajado rápidamente al lugar luego de recibir una noticia preocupante, Maggie había sido atacada y lastimada.

Los padre de Ken fueron afectados por la muerte de su hijo, Maggie como líder del lugar aceptó toda responsabilidad de haberlo llevado consigo. Solo recibió graves mandatos, de como la gente moría por los salvadores y ellos quedaban sin comida al ayudar a esa gente.

Gregory jugó en contra de ella, haciendo que el padre de Ken atacara a Maggie para luego votar a el coche de su bebé. Al final de todo el hombre que siempre jugó en contra de Alexandria, quiso asesinar a Maggie.

Y ahora todos estaban frente a la consecuencia, en un tipo de horca que estaba hecha. Gregory estaría siendo ejecutado por orden de la líder de Hilltop.

Rick y Michonne también fueron al lugar, sin saber que pasaba, sólo iban a pedir ayuda a Maggie para que Hilltop pudiera cooperar con provisiones al santuario, cosa que a Maggie no le agrado para nada.

Enid también recibió daño, miraba atenta y algo afectada como Maggie pasaba al frente para dar unas palabras a todos.

—No quiero hacer eso.— mencionó mirando con fuerza a todos.— pero debe quedar claro que, en la cumbre, el castigo es acorde al delito.

—¿Algunas palabras finales?—

Gregory atado de manos, y con una soga en el cuello miró asustado a todos. El hombre estaba encima de un caballo, el animal era lo único que lo sostenía antes de correr y hacer que pueda morir ahorcado.

—No está bien lo que haces.— la voz del hombre se volvió temblorosa, teniendo pánico de su situación.— que alguien la detenga, por favor.

Incluso la gente de Oceanía miraba sin pudor, como si fuera una situación muy normal.
Ellie evitaba la mirada del acto, pues para ella era algo fuerte tener que ver a lo que llegaban.

—Me matas en medio de la noche porque te avergüenzas.— agregó gritándole a Maggie.

—Te equivocas, no me avergüenzo.— respondió Maggie sin alguna pizca de pena en sus ojos.

—¡Detengan esto! ¡Por favor!— se escucharon los gritos de Gregory al ver como Daryl se acercaba al caballo para que el animal corriera.— ¡No, por el amor de Dios, alto!

Ellie algo dolida miró como su esposo decidió hacer el trabajo sucio una vez más, espantando al caballo para que Gregory colgara en esa cuerda.

—Maggie, ¡alto!— grito Michonne al darse cuenta que sin querer unos niños se presentaron al lugar, siendo rápidamente detenida por Rick.

El caballo corrió, haciendo que Gregory hiciera altos sonidos de sofocamiento y desesperación. El cuerpo colgaba en la cuerda, y se movía con un alto grado de desesperación.

Ellie miró unos segundos la escena para luego simplemente mirar al suelo algo dolida, no podía creer que incluso unos niños por accidente vieron esa macabra escena.

—Vuelvan a acostar a los niños.— ordenó Maggie enojada.

—Yo tomé esta decisió, pero no se hará costumbre.— agregó la mujer mirando a su gente.— no quiero volver a pasar por esto.

Y la castaña miro dolida como su esposo bajaba el cuerpo ya muerto de Gregory, pensando una vez más hasta donde iba a llegar todo esto.

🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼

Como había prometido, nueva actualización.
Si tiene faltas de ortografía pido perdón, pero lo hice como medio rápido y tiene muchas palabras.

Muchas gracias a la gente que sigue leyendo, comentando y dándole me gusta ❤️

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