Tres horas y media.
Tres horas y media de grabación que yo no sé podrán recuperar.
Tres horas y media caminando a pie.
Tres horas y media en que tardó en recorrer toda la ciudad hasta el lugar de grabación.
Esta nunca la olvidará Wang Yibo.
Con la cabeza agachada, goteando sudor, los pies doloridos y muerto de cansancio, soportando el sermón de la directora Li y de su "muy preocupado" mánager.
El mismo hijo de puta que lo a puesto en esta en esta situación, actuando como si estuviera preocupado hasta la muerte y que no sabía qué hacer, qué había pensado en llamar la policía o algo.
No me jodas, pensó Yibo con los puños apretados.
Fue una mierda llegar hasta ahí, sin móvil ni cartera, e incluso se llevó el teléfono fijo. No tenía cómo contactarse con nadie. Lo único que le quedaba era ir sobre su propio pie y no ser descubierto en el intento.
Yibo nunca había hecho algo así, estuvo dando vueltas por la misma manzana como un imbécil. Preguntado por a los pocos transeúntes para que le mostrarán la dirección o al menos algún pista, acabó perdiéndose cuatro veces.
Hoy fue el peor día de su vida.
Y que hayan suspendido la grabación empeoró más su ánimo, aunque no estaba en condiciones de gravar, esto se incluirá en su expediente y su manager tal vez ya haya añadido más leña al fuego, con solo ver cómo interactuaba con la directos Li, Yibo ya tenía claro que están vez perdió ante este maldito gerk.
"Tardaste menos de lo que pensé" se burló Xiao Zhan una vez los dos entraron en el coche "Así se hacían las cosas antes de que exigieran los GPS y esas cosas, me haces sentir orgulloso al ver que no eres un completo inútil".
Yibo solo cerró los ojos recostandose en su asiento, no tenía ni ganas ni las fuerzas para discutir con su manager. Estaba seguro que tendría unas horribles agujetas con todo lo que a caminado sin casi descanso.
La sonrisa de Xiao Zhan se hizo más brillante al ver el deplorable estado en que se encontraba Yibo, su estado de ánimo era maravilloso. Aunque tuvo que hablar por él ante la empresa y la directora Li, valió la pena.
Y como ya había zanjado todo, hoy tendría un día de descanso (por la suspensión de la grabación), muy merecido en opinión de Xiao Zhan. Aunque hace menos de una semana que habla comenzado a trabajar como mánager, lo sintió como un mes o peor aún, un año.
Ya extrañaba su verdadero trabajo y tenía que hablar con Yu Bin, a pesar de que tenía una confianza absoluta en su segundo al mando, Xiao Zhan tenían una espina en el corazón que no se podría quitar hasta ver con sus ojos que todo va según sus planes.
Y también está el tema de Zhuo Cheng.
¿Que estaba pasando con él?
Aunque le haya dicho a Xiao Zhan que estaba ocupado con tareas y exámenes, no puede evitar un extraño presentimiento florezca en su corazón.
Algo no va bien.
Después de dejar a Yibo en su edificio, y devolverle sus cosas, Xiao Zhan se fue a su hogar con muchas cosas en la cabeza.
Solo en su sala de estar, Yibo encendió su móvil y con una extraña tranquilidad marcó un número que hace mucho que llamaba.
Un pitido.
Dos pitidos.
Y al tercero la otra persona al otro otro lado de la línea tomó la llamada.
"Te necesito para algo"
Xiao Zhan estaba frente a la puerta del apartamento de Zhuo Cheng, con el ceño muy fruncido y una mirada llena de preocupación, volvió a tocar el timbre por cincuentesima vez en un intervalo de tiempo de menos de tres minutos.
"Maldita sea Zhuo Cheng, abre la maldita puerta".
Ya había llamado a la universidad y a sus amigos, tuvo la misma respuesta de todos: Zhuo Cheng no apareció en la universidad estos días.
Xiao Zhan estaba por morir de preocupación al colgar el teléfono, intento llamar al móvil de Zhuo Cheng pero este no contestaba. Lo único a que podía recurrir era ir a su apartamento, pero este se negaba a abrir la puerta o mostrar señales de vida.
Si seguía así solo tenía una sola solución, ir por la llave en la planta de abajo, la contraseña ya había sido cambiada. Parece que Zhuo Cheng ya pensó en que Xiao Zhan acabarían viniendo.
Por suerte conocía a la recepcionista y ella los conocía a tanto a él como a Zhuo.
"Muchas gracias, hermana Kim" dijo con una sonrisa forzada al tomar las llaves de la recepcionista.
"No es nada" dijo la joven con una suave sonrisa sin ser consciente de la preocupación y pánico que se reflejaban en los ojos de Xiao Zhan.
Salió corriendo hacia el ascensor, nunca en su vida había deseado que este cacharro mecánico subiera con más rapidez. Xiao Zhan tenía las llaves apretadas en un puño, sus nudillos estaban blancos por la fuerza que ejercía, sin sentir el dolor del metal clavarse en su palma.
Lo único que quería era ver qué su Chen-Cheng estaba bien y que su raro presentimiento no fuera nada más que una tontería.
Con el timbre de llegada del ascensor, Xiao Zhan salió corriendo hacia la puerta y con las manos temblando abrió la puerta.
Un fuerte olor a alcohol golpeó a Xiao Zhan cuando entró en el oscuro apartamento, provocándole arcadas y solo pudo resistir tapándose la boca y nariz con la mano. No se preocupó mucho por el desorden de latas y botellas de alcohol, solo quería encontrar a Zhuo Cheng del que no veía rastro y la ansiedad crecía más y más.
Mirando en las diferentes habitaciones, finalmente lo encontró en el cuarto de baño, durmiendo en la bañera rodeado de latas de cerveza. Su aspecto era deplorable, nada con la imagen habitual de su pequeño Didi, como si tuviera hubiera envejecido unos años.
"Zhuo Cheng..." la voz de Xiao tembló, su garganta tenía un nudo que le impedía hablar, sus ojos se volvieron borrosos por las lágrimas. Por suerte no se derrumbó en el suelo al sentarse junto la bañera y comprobar la respiración de Zhuo Cheng, y al ver que seguía buen pudo soltar un suspiro "¿Q-Que ha pasado?"
Xiao Zhan no sabía que llevó a Zhuo Cheng a beber así, siendo alguien que no toca el alcohol casi nunca y mucho meno para sacar así.
Su mano temblaba cuando llamo a la ambulancia, su pequeño hermano puede que esté sufriendo algo serio por todo el alcohol que a ingerido por tantos días y Xiao Zhan no estaba perderlo por no haber estado con él cuando más lo necesitaba.
"Resiste, la ayuda está por llegar".
Las lágrimas descendían por sus mejillas, tenía la garganta llena de sollozos contenidos mientras retiraba más latas sobre cuerpo de Zhuo Cheng, sin saber mucho que hacer hasta que venga la ayuda.
Por favor, no me dejes solos.
[ ¡Hola!
¡Juro que este capítulo ya estaba planeado desde antes! Nada que ver por qué haya dicho que amo hacer sufrir a Chen-Cheng, para nada :D
Ni que Xiao Zhan también.
Ni por qué dije que está historia no es color rosa.
Para nada :)
En fin, la hipotenusa.
Espero que les haya gustado el capítulo y dejen su estrella y comentario, lo pareció mucho ♡︎
¡Nos leemos pronto! ♡︎]