Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

146K 11K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

37.

2.6K 189 39
By PassionKisser

Capítulo M.

Especial Jensoo.

Jisoo's POV.

Si Jennie creía que iba a hacerle caso, entonces estaba muy equivocada. 

Completamente enojada, me quité las botas y el vestido rápidamente, mientras ella hacía lo que sea que estuviese haciendo en su habitación, y me acosté en el centro de la cama. 

Oh, si ella quería un espectáculo lo conseguiría.

Hoy me había asegurado de colocarme ropa interior de encaje, no porque esperara algo, simplemente por si acaso. Lo crean o no, había tomado la decisión de traerla a mi habitación y besarla de la nada. Simplemente fue algo que se me ocurrió cuando salimos del restaurante, porque demonios, Lisa tenía razón, ese pantalón le hacían un muy buen trasero y ella se veía tan sexy hoy aunque lo que usara no fuese corto, que tuve que resistir mis ganas de saltarle encima todo el día —porque el bikini diminuto también contaba—.

Sonriendo, cerré mis ojos y la hermosa imagen mental de cierta castaña desnuda entre mis sábanas apareció. 

Mordisqueé mi labio inferior y deslicé una mano por todo mi cuerpo con lentitud, primero por mis pechos, dando suaves apretones, hasta llegar a mis bragas, donde empecé a tocar mi cúmulo de nervios aún por sobre la tela. Jadeé inmediatamente.

Dios, pensando en todo lo que iba a pasar, empecé a palpitar fuertemente y si Jennie no aparecía en ese momento estaba completamente segura de que mi orgasmo me alcanzaría. 

Entreabrí uno de mis ojos y por fortuna —o no—, Jennie decidió hacer acto de presencia. Lamentablemente solo como espectadora. Allí, parada de brazos cruzados en el marco de la puerta, Jennie Kim me observaba como un depredador a su presa. Mordisqueando su labio inferior y agitando su respiración, pero no dijo absolutamente nada.

Fue entonces que decidí aumentar el ritmo de mi osadía. 

Con mi ojo aún entreabierto, llevé una mano hacia mi sostén de encaje y empecé a masajear mi seno izquierdo con dureza y lentitud. Podía sentir mi pezón duro y necesitado rozar contra la tela pero preferí no hacer nada por el momento. Si alguien iba a encargarse de mí, era Jennie. En vez de eso, seguí con el show y entreabrí mis labios también para soltar una serie de gemidos y jadeos, entre ellos el nombre de la castaña.

Pero Jennie no se movió.

Moví mi mano dentro de las bragas, encontrándome con mi notoria humedad, mis dedos juguetearon un poco cuando finalmente me decidí a introducir dos dedos, moviéndolos lenta y apasionadamente.

Cuanto quería que su lengua o sus dedos reemplazaran los míos, sin embargo, no lo hizo. En su lugar solo continuó observándome. 

Su mirada era tan inflexible, tan cálida, tan fogosa, tan ardiente, que sólo se necesitó de eso para aumentar mis embestidas. Finalmente, al sentir esa corriente eléctrica atravesarme, arqueé mi espalda y jadeé, cuando ella decidió acercarse al fin.

Mi pecho subía y bajaba, tratando de tranquilizar mi respiración. Jennie, a mi lado, sonrió con satisfacción y sacó mi mano de mis bragas, haciéndome jadear, para luego llevarlas a sus labios y lamer mis dedos, que contenían mi esencia en ellos. Cuando empezó a chuparlos, uní mis muslos y gemí de forma baja.

Una vez terminó, volvió a sonreír.

—Sabes tan bien, Jisoo —ronroneó—. Pero fuiste tan mala al desobedecerme... ¿Te divertiste?

—Kim Jisoo nunca le hace caso a nadie —balbuceé como pude.

—Me di cuenta de eso... Y mereces un castigo.

Abrí mis cansados párpados y repentinamente me encontré con energía renovada. Jennie y yo nunca hablamos acerca del sadomasoquismo... Pero quizá ella tenga algún fetiche.

—Date la vuelta y pon las manos sobre la cabeza —murmuró con voz ronca.

Era tan autoritaria que simplemente no encontré palabras para desafiarla.

Me di la vuelta aún con mi poca energía y coloqué mis manos sobre mi cabeza.

Jennie se estiró sobre mí y amarró mis manos con una especie de pañuelo con cierta fuerza. Al finalizar, se separó de mí y casi lloriqueo ante la falta de contacto con su piel.

—Levanta el trasero —me ordenó.

No pude evitar burlarme.

—¿Qué? ¿Me vas a azotar? 

—¿Qué comes que adivinas?

Mientras me acomodaba en la cama, la sorpresa fue evidente en mi rostro.

—¿Qué? Jennie, sólo estaba bromeando.

—Pues yo no. Ahora levanta el trasero.

No tenía nada en contra del sadomasoquismo pero no era lo mío. Aunque debo admitir que me resultó un poco... Excitante. 

Levanté mi trasero lo suficiente, aún con la parte de arriba de mi cuerpo sobre la cama.

Jennie se posó entre mis piernas y acarició mis glúteos con sus manos, separándolos ligeramente. Enterró mis bragas lo más que pudo entre mis labios vaginales y plantó un beso en ambas mejillas de mi trasero antes de separarse.

—¿Lista, Jisoo? 

No tuve tiempo de responder cuando sentí el primer azote y gimoteé.

El segundo llegó rápidamente, haciéndome aferrar a la sábana con fuerza y mordí mi labio inferior cuando otros dos azotes llegaron. Si ella quería que le rogara para que se detuviera, entonces estaba muy equivocada.

Después de un par de azotes más, finalmente se detuvo y plantó besos suaves en mi trasero.

—Eres tan sucia. Mírate, estás empapada —paseó su pulgar por mi coño, aún sobre la delgada tela de mis bragas de encaje, y me hizo gemir débilmente—. Quién diría que te va el sadomasoquismo.

—No te emociones. Es sólo porque llevo demasiado tiempo sin sexo —le dije.

Ella se echó a reír.

—Lo que tú digas, bombón.

De repente, las risas cesaron. 

—Mantente así —dijo.

—¿Qué? ¿Qué vas a hacer, Jen- ¡Oh por Dios! —mi cuerpo reaccionó tan rápido que no tuve tiempo de controlarlo, por lo que terminé golpeándome contra la cabecera—. ¡Auch!

Jennie se rió entre dientes.

—Cálmate, bomboncito. Y guarda silencio si no quieres que nos interrumpan.

No quería hacerle caso, pero definitivamente no quería que nos interrumpieran otra vez, así que apreté mis labios con fuerza.

—Así me gusta —musitó Jennie y nuevamente volvió a pasar su lengua por mis labios vaginales.

Gimoteé, enterrando mi cara en las almohadas, y moví mis caderas hacia su lengua, intentando obtener más placer.

Jennie volvió a reír entre dientes cuando se separó de mí. 

Levanté la cara de las almohadas, dispuesta a gritarle por dejarme caliente, cuando posicionó dos dedos frente a mí.

—Chupa —indicó.

No fue necesario, pero aún así lo hice. No porque me gustara que me mandara, sino porque quería que me diera placer.

Ella sonrió con satisfacción cuando finalicé y volvió a su posición inicial detrás de mí.

Intenté prepararme pero fue en vano, cuando Jennie hundió sus dos dedos en mí perdí todo rastro de razón y me encontré gimiendo sobre la almohada con fuerza. Jennie jugaba con su lengua en mi clítoris punzante, mientras sus dedos daban embistes fuertes y rápidos girándolos y abriéndolos dentro de mí. 

—Jennie... Sí, ahí. Justo ahí —gemí, moviendo mis caderas contra sus dedos y lengua cuando ella encontró mi punto de placer.

Mis piernas flaquearon, e intenté soportar un poco más, sólo un poco más... Pero fue imposible, porque a parte de ello, yo tenía que tocarla para llegar al clímax.

—Déjame... Necesito... —balbuceé, rasguñando las sábanas. Aunque aquello no servía.

Jennie separó su lengua de mí.

—¿Qué cosa? No escuché.

—Jennie —lloriqueé cuando ella volvió a embestirme—. Necesito tocarte... Por favor.

No quería suplicarle, pero de verdad, de verdad necesitaba alcanzar mi orgasmo.

—Disculpa, no te escuché.

—Déjame tocarte, maldita sea —murmuré más alto.

—Quizá después, ahora quiero ver si puedo hacerte llegar en esta posición. Te ves tan malditamente caliente.

—Jennie, por favor... No puedo...

Pero ella no me escuchó, y en su lugar, continuó golpeando dentro de mí con sus dedos y moviendo la lengua en círculos por mi clítoris.

Me sentí palpitar fuertemente cuando sus dedos alcanzaron nuevamente ese punto de placer y chupó mi clítoris con fuerza.

Rasguñé con fuerza la sábana, a sabiendas de que probablemente las había arruinado, cuando el orgasmo me golpeó con una fuerza brutal.

Mis caderas se acercaron a su boca, mi espalda se arqueó y mis dedos se enredaron en la sábana como pude —aún con la pañoleta puesta—, y finalmente me desplomé sobre la cama.

Jennie se acercó a mí, con el mentón empapado y ojos oscurecidos, y sonrió con suficiencia.

—Sí pude.

Bufé.

—Cállate y desátame.

Ella se echó a reír. 

—Aún no hemos terminado, bomboncito.

—¿Qué?

—Yo no he terminado contigo.

—Desátame, por favor —lloriqueé, cuando la vi levantarse de la cama.

Pero volvió poco después, completamente desnuda y haciéndome agua la boca.

Sonrió con diversión.

—Creo que es hora de que yo reciba un poco de diversión también, ¿no?

Asentí y ambas compartimos una mirada traviesa, sabiendo bien lo que vendría.

Pasé la lengua por mis labios y me acosté correctamente sobre la cama cuando ella me desató y posó las rodillas a ambos lados de mi rostro.

—No es justo que yo esté desnuda y tú no, pero eso lo arreglaremos después —murmuró y asentí, guiándola apresuradamente hacia mi boca.

Hace tanto no la probaba, que me tomé mi tiempo, tanteando con la lengua y saboreándola debidamente.

Eso hasta que ella me llamó la atención.

—¡Jisoo! Basta de juegos —lloriqueó, enredando sus dedos en mi cabello y moviendo sus caderas.

Reí, pero me dispuse a complacerla.

Mientras movía mi lengua contra su clítoris, podía sentirla temblar. Cada movimiento la hacía gemir y me volvía completamente loca. Por lo que, sintiéndome más atrevida, guié mi lengua más profundamente, empujando a través de su empapada apertura mientras sus paredes se apretaban a mi alrededor.

—Dios, Jisoo... Más fuerte —musitó con voz ronca, aplastándose más fuerte sobre mí. 

Mi lengua empujó tan profundamente como pude mientras me aseguraba de presionar correctamente sus paredes. Fue difícil al principio, pero su humedad me ayudaba mucho. Dios, podía sentir como goteaba sobre mi lengua y rostro, pero no le di mucha importancia, después lo limpiaría. 

Mis manos, ahora libres, vagaron por su trasero y parte de su espalda baja, donde rasguñé suavemente, a sabiendas de que aquello le excitaba, para poder ayudarle con su orgasmo.

Continué empujando dentro de ella durante un tiempo, cuando sentí que su agarre en mi cabello se apretó y sus paredes empezaron a cerrarse en mi lengua, por lo que intuí que estaba cerca del borde.

—Jisoo... Oh Dios, casi... Ya casi, sólo un poco más —balbuceó con los ojos cerrados y empujó sus caderas contra mi rostro.

Y entonces, sucedió lo inevitable. Sus caderas golpearon con fuerza mi rostro, su agarre en mi cabello se tensó duramente y sus paredes revolotearon alrededor de mi lengua.

La ayudé a eliminar las pulsaciones restantes con suavidad, cuando ella se deslizó fuera de mí y terminó acostada a mi lado.

—¿Terminaste? —le pregunté, recibiendo un asentimiento cansado de su parte—. Qué bueno, porque yo no.

Ella se echó a reír.

—Eres insaciable.

—No me culpes. No he tenido sexo desde hace como dos meses. Es un nuevo récord para mí.

—Bueno, somos dos.

Me detuve en seco.

—Espera, ¿qué? ¿No estabas saliendo con Yewon?

—Nunca tuvimos nada —negó, pasando una mano por su cabello húmedo gracias al sudor y suspiró—. Ni siquiera sexo, Jisoo.

Me apoyé en los codos y dirigí mi vista hacia ella, observándola con incredulidad. 

—¿Estás bromeando, verdad?

—¿De verdad crees que si tuviera algo con ella estaría desnuda en tu cama ahora mismo? —preguntó con un toque de diversión—. Porque te aseguro, Jisoo, que no es así.

—Nunca tuviste nada con ella... ¿Ni siquiera una relación sexual?

Ella volvió a suspirar y enterró la parte posterior de su cabeza en la almohada, pasando nuevamente las manos por su cabello húmedo. Mordisqueó su labio inferior, probablemente pensando qué decir, cuando finalmente habló.

—Aunque lo intentara, no hubiese podido... Tú seguías en mi cabeza.

A ver, a ver. ¿Había escuchado bien? ¿Ella dijo que yo seguía en su cabeza?

—¿Qué? —fue lo único que pude decir.

Ella se volteó hacia mí, con su cuerpo desnudo aún y sus pechos rebotaron con el movimiento, llamando mi atención.

—Mis ojos están arriba, bombón —comentó con diversión, elevando mi mentón con un dedo.

¿Pueden culparme? Jennie Kim está completamente desnuda en mi habitación, en mi cama, frente a mí, ¿y me pide que mire solamente sus ojos? Una vista así no se puede desperdiciar.

Cuando volví mis ojos a sus pechos y abdomen, la escuché reír.

—Sé que soy irresistible, bomboncito. Pero necesitas concentrarte —jugó con las tiras de mi sujetador de encaje negro y llevó su dedo índice hacia el broche—. Y yo necesito verte.

—No es justo, ¿tú puedes verme pero yo a ti no? 

—Estás viéndome en este momento, Jisoo —con un toque de diversión siempre presente, ella desabrochó mi sostén y finalmente pude sentir mis pechos rozando con el aire frío de la noche—. ¿Te he dicho alguna vez que adoro tus pechos?

Sonriendo malvadamente, lanzó mi sostén lejos y jugó con su mano libre en mi pezón endurecido.

—Te excitas rápido —se burló.

—Vamos —bufé—. Estaba comiéndote hace un segundo, no esperes que me quede inmune a eso.

—Touché —llevó la mano un poco más abajo y tocó el elástico de mis bragas de encaje negro con suavidad—. ¿Qué dices si retiramos esto también?

—Por mí estaría más que bien.

Levanté las caderas, permitiéndole deslizar las bragas por mis muslos. Cuando las retiró y las lanzó lejos junto a mi sostén, recorrió mi cuerpo, ahora desnudo, con sus ojos y tarareó encantada.

—Así está mucho mejor.

Me posicioné de medio lado, apoyándome sobre mi brazo izquierdo y aquella posición le permitió a Jennie un vistazo más detallado de mi cuerpo. 

Ella estiró la mano y empezó a tantear mis pechos con suavidad otra vez. 

Tarareé encantada y estiré una mano para jugar con su cabello.

Tras unos instantes en completo silencio, simplemente recorriendo el cuerpo ajeno con las manos, Jennie se detuvo en mis clavículas y me observó con ojos nerviosos y serios.

Tragó saliva y, tomando un poco de aire, se decidió a murmurar.

—Jisoo, necesitamos hablar.

2/2

He aquí el especial Jensoo que les había prometido, y decidí hacer actualización doble porque no he actualizado hace días :'v

Espero que lo hayan disfrutado, y ya saben, los comentarios, opiniones y críticas constructivas son siempre bienvenidos♡

Muchas gracias por leer, votar y comentar♡♡

Continue Reading

You'll Also Like

380K 24.9K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
66.6K 6.7K 21
━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
170K 27.6K 53
Checo trabaja como asistente editorial en Vogue. Ama todo sobre su trabajo, menos a su jefe, Max Verstappen. Max es el peor y Checo lo odia. Pero cu...
808K 120K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...