—¡Jungkook abre la puerta!
—¡No!
El menor forcejeaba mientras intentaba cerrar la puerta, aunque el pie del mayor se lo impedía. No puso resistencia al sentir como sus brazos comenzaban a acalambrarse, a veces se olvidaba que TaeHyung ejercitaba su cuerpo constantemente. Finalmente, el mayor abrió la puerta y entró, aunque Jungkook corrió escaleras arriba con la idea de encerrarse, TaeHyung notó esto y de igual manera corrió, alcanzándolo y tomándolo de los brazos para luego estamparlo contra la pared del pasillo.
—Escúchame, por favor–suplicó.
Jungkook se resistió, pero finalmente dejo de luchar para mirar hacía el suelo, ignorando la penetrante mirada del de piercings.
—Jungkook, mírame–le tomó de la mandíbula—. Por favor, cariño–acercó sus rostros—. Jungkook, no le hagas caso a Jimin–éste seguía ignorando su mirada avergonzado—. Amor... ¿sabes que fue lo primero que me hizo enamorarme de ti?
—¿Q-qué?
TaeHyung acarició el cabello de Jungkook.
—Tu hermosa sonrisa, aquella que amo ver todos los días, era tan hermosa el día que nos conocimos, ¿lo recuerdas?–sonrió con nostalgia—. Cuando chocaste conmigo porque venías riendo junto a Jin–ahora acarició su mejilla, mientras el menor le veía fijamente—. Esto no te lo dije pero... iba a gritarte, pero al ver tu hermosa sonrisa no pude hacerlo, me quede congelado, y cuando escuche tu hermosa voz sabía que mi voz me iba a fallar, por eso simplemente te ignoré.
TaeHyung acercó sus rostros.
—No le creas a Jimin, eres lo mejor que me pudo haber pasado, Jungkook–beso su frente—. Eres tan hermoso y perfecto que temo que te aburras de mi y me dejes por alguien más—apoyó su mejilla en su cien y cerró los ojos.
Jungkook abrió los ojos con sorpresa.
—¡No haría tal cosa, TaeHyungie!–se apresuró a decir—. Te amo demasiado y yo también temo que te aburras de mi y me dejes–admitió un poco sonrojado.
Ambos conectaron miradas, llena de amor y cariño. No aguantaron más y fundieron sus labios en un beso. TaeHyung se separó y le tomó de las mejillas.
—Te amo muchísimo, Jeon Jungkook, y si es necesario para que me creas y te sientas confiado te lo diré todas las mañanas, todas las tardes y todas las noches.
Los ojos de Jungkook comenzaron a picar y su corazón pronto saldría de su pecho. Abrazo con fuerza a su novio, escondiendo su rostro y comenzando a llorar de felicidad, mientras TaeHyung le correspondía.
—Eres hermoso, pequeño, nunca lo dudes–habló en su oído, para luego abrazarlo con fuerza.