Senku
- Te dije que seguramente estaría dormido cuando llegarás
- Lo sé, pero aún así quería verlo
Apenas si le hice caso al doctor Satō mientras observaba a mi _______, sentado en una silla al lado de su cama.
Tenía el cuello vendado con algunas gasas sostenidas contra él, y por lo poco que me dejaba ver la bata parecía que en el pecho también tenía vendajes similares.
- ¿No sé supone que sólo le iban a operar del pecho?
- Sí, pero tuvimos que abrir un poco en la zona cercana de su garganta para sacar algunos restos que pasaron, supongo que ni hace falta preguntarte si quieres verlos
Negué con la cabeza, ¿Por qué querría ver aquello que casi lo mata?
Aunque no negaré que tengo mucha curiosidad, y probablemente sería un buen aporte a la pequeña investigación que hice de la enfermedad...
______ se movió un poco mientras apretaba los ojos, sacándome de mis pensamientos. Tomé su mano y lo voltee a ver ansiosamente, esperando a que abriera los ojos, pero se limitó a mover un poco su cabeza de lugar y continuar durmiendo.
- Probablemente duerma hasta mañana, así que seguro que sólo está soñando. Te dejaré a solas con él
El doctor se despidió de mí con un gesto de su mano y salió del cuarto.
Estuve un buen rato con _____, tan sólo mirándolo dormir y acariciando su mano cuando se comenzaba a inquietar en sueños, finalmente un mensaje de mi padre me hizo notar la hora que era.
- Volveré mañana. Descansa, lindo
Me incliné para depositar un beso en su frente antes de ponerme de pie y dirigirme hacía la puerta.
Le eché un último vistazo a mi novio antes de salir del cuarto.
......
- Que bueno que hoy si nos dejaran entrar contigo, aunque dices que ayer ______ se la pasó dormido ¿No?
Asentí. Taiju, Yuzuriha y yo estábamos en la salsa de espera aguardando a qué nos indicaran que ya podíamos entrar a ver a _____, ya que al parecer teníamos que esperar a que le cambiaran algunos vendajes.
- Listo, ya pueden pasar
El doctor Satō parecía supervisar todos los movimientos relacionados con _______, ya que fue quien salió de su cuarto a indicarnos que podíamos pasar.
- Hola _____, ¿Cómo te sientes?
- Vaya, parece que mi bello durmiente nos honra con estar despierto para nuestra visita
______ dejó de prestar atención al libro que sostenía en sus manos y sonrió al vernos entrar a los tres por la puerta.
Estiró sus brazos hacía mí urgentemente, como si fuera un niño pequeño, me quedé extrañado con ese gesto pero aún así fui a abrazarlo de inmediato.
En cuánto me acerqué a su lado _____ me rodeó por la cintura sin ponerse de pie de la cama. Acaricié su cabello mientras lo miraba sonriendo.
- ¿Por qué no hablas, ______?
- Su garganta aún está algo sentida por la intervención, así que le cuesta hablar
El doctor Satō llegó a mi lado mientras respondía la pregunta de Taiju y le indicó a una enfermera en la habitación que le pasara unas sábanas limpias que estaban sobre un mueble cercano. Cuando las tuvo en sus manos las dejó sobre la cama de _____, quien de momento pareció ignorarlas.
- Ya veo...¿te duele?
Voltee hacía abajo para poder ver a mi novio a los ojos, el negó con la cabeza, aunque después me hizo una seña con la mano que traduje como "más o menos".
Casi de inmediato se separó de mí para cubrir su boca mientras tosía un poco, en cuanto terminó se llevó la mano al pecho con un gesto de dolor.
- Te dije que no te agarraras ahí, sólo harás que te duela más. ¿Te sigue doliendo la cabeza?
_____ asintió levemente con la cabeza mientras se recostaba de nuevo en la cama, con expresión cansada.
Taiju y yo intercambiamos una mirada entre confundidos y preocupados, al vernos el doctor Satō se apresuró a explicarnos qué sucedía.
- Al parecer algo de la lluvia de la madrugada se coló por las ventanas mal cerradas, sumando al frío que hizo parece que ______ contrajo un resfriado, aunque no me preocuparía mucho si fuera ustedes, lleva varias horas sin estornudar y la temperatura ya está cediendo.
Miré a ______, si bien a primera vista no lucía ni remotamente enfermo se notaba que estaba cansado. Tal vez ni siquiera pudo dormir bien anoche por el frío, y supongo que la tos y estornudos lo dejarán dormir aún menos.
Acerqué una silla al lado de su cama y tomé asiento, _______ de inmediato se puso a mostrarme el libro que estaba leyendo cuando llegamos, más en específico unas palabras en el libro. Me dispuse a leerlas, cada vez que lo hacía el movía el dedo a otra parte de la página.
- Veamos...."te... extrañé...mucho"
Le acaricié el cabello a ______, quien me sonrió dulcemente.
- También te extrañé, y Hibe también, papá y yo lo llevamos a casa para cuidar de él mientras estabas acá y no dejó de maullar toda la noche.
_____ suspiró levemente, supongo que extraña a su gato. Por suerte Taiju me salvó de tener que buscar un tema al cual cambiar cuando se acercó y le comenzó a contar a ______ que nos habían retrasado la entrada a clase casi un mes por el clima, que parecía empeorar un poco en lugar de mejorar.
.........
Hanabira
La visita de Senku, Taiju y Yuzuriha me hizo olvidarme momentáneamente del molesto dolor de cabeza que tenía.
Fue fastidioso no poder hablar con ellos, pero al menos el doctor me consiguió una libreta y un lapicero, ya que no me dejaban usar mi celular.
Finalmente los tres tuvieron que irse cuando comenzaron las primeras horas de la tarde.
- No vayas a forzarte mucho, céntrate en descansar, ¿De acuerdo?
Asentí, Senku de inclinó para darme un cortísimo beso en los labios.
Hice un puchero cuando se alejó, en verdad me gustaría besarlo bien pero no sería muy recomendable ya que me está costando un poco respirar, probablemente por algún efecto secundario de la operación.
- Espero poder venir a verte antes de que anochezca, y si llegas a necesitar un baño de esponja... con gusto vendré si no hay nadie disponible
- Nosotros intentaremos volver más al rato, cuídate_____
Taiju y Yuzuriha de despidieron de mí con gesto de la mano, les devolví la seña mientras Senku los alcanzaba en la puerta del cuarto. Me volteo a ver una última vez sonriendo antes de marcharse.
- Bien _____, voy a tomarte la temperatura y después te pondremos algo para la temperatura
Asentí ante las palabras que me dijo el doctor, mientras que una enfermera traía un recipiente de plástico con agua, junto con un par de toallas pequeñas bajo el brazo.
.....
Ni Senku ni Taiju ni ninguno de ellos vino en lo que quedó de día, lo cuál en cierta parte es un alivio ya que mi ligero resfriado empeoró repentinamente.
Las piernas me dolían bastante por el frío, era muy molesto pero el tener toallas húmedas en mi cabeza y muñecas cuando lo que sentía era frío se me hacía un poco más molesto.
- No te podemos dar mucho para la fiebre por el estado de tu cuerpo, así que deja las toallas dónde están, ¿De acuerdo?
Asentí ligeramente con los ojos cerrados mientras un ligero temblor me recorría el cuerpo. Realmente creo que aunque quisiera no podría quitarme las toallas, estoy cansado y también me duelen los brazos.
Sentí como un trapo ligeramente húmedo me secaba el sudor del rostro, tragué saliva con difícil antes de sufrir un corto pero doloroso ataque de tos.
........
Pasé un día más con ese horrible resfriado, y claro, después de un día "me liberé de él" aunque no de la manera que yo esperaba, ya que el doctor me vino con la noticia de que había desarrollado una neumonía a partir de ese simple resfriado.
Normalmente para alguien de mi edad eso no debería ser un gran problema pero, como ya había comprobado con el resfriado, mi cuerpo no parecía responder muy bien contra la infección a pesar de la medicina que me dieran.
Lo cuál era muy malo, ya que mis pulmones y garganta no estaban en el mejor estado del mundo como para aguantar tantos estornudos y ataques de tos.
Me hubiera gustado mucho que Senku y los demás no se dieran cuenta de lo mal que me sentía, pero muchas veces cuando me visitaban podía ver de inmediato la horrible preocupación en sus ojos.
Y sin importar cuánto me esforzara por que desapareciera siempre volvía a verla cuando se despedían de mí.
- ¿Estás seguro de que estarás bien? Ya te dije que no me molestaría pasar la noche contigo, incluso el doctor Satō dijo que está bien, sólo es cuestión de que tú cedad
Abrí los ojos para mirar a Senku, el acariciaba mi cabello con suavidad mientras me abrazaba, casi arrullandome.
Me estiré un poco y negué con la cabeza mientras me separaba de él.
Podía ver unas tenues ojeras bajo los ojos de Senku, a pesar que desde pequeño se desvelaba con sus experimentos o demás cosas nunca lo había visto con esa marcas oscuros bajo sus preciosos ojos rojos.
Me duele saber que probablemente son por mi culpa, y no quiero que él duerma aún menos o peor de lo que ya duerme por quedarse conmigo.
- Por favor, sólo por hoy...no puedo dormir tranquilo sabiendo que tu no puedes hacerlo
No me esperaba que Senku me pidiera tan insistentemente algo así, mucho menos que me mirara de esa manera... suplicándome...
Sonreí ligeramente y tomé la libreta de la mesita para escribir algo rapidamente, se lo mostré a Senku.
"Está bien, pero no deberías desaprovechar ahora que tienes toda una cama para ti. Cuando nos casemos ni de broma me alejaré de ti para dormir"
Me alegré de ver que mi nota le sacó una sonrisa a mi novio.
Llamó a Byakuya rápidamente para informarle que hoy pasaría la noche en el hospital, conmigo.
No tardó mucho en la llamada por lo que supuse que le debió haber ido bien.
- Dice que no hay problema, y te desea que te recuperes pronto
Le acaricié la mejilla a Senku, el tardó un poco en sonreírme mientras tomaba mi mano y la mantenía en su mejilla.
- T-te a...m...
Por más que esforcé para intentar decírselo no pude, y terminé sufriendo de otro terrible ataque de tos.
Le hice señas a Senku de que me pasará el vaso con agua sobre una mesita cercana, mientras lo hacía me cubrí con mi antebrazo, sintiendo unas tremendas punzadas en el pecho y garganta cada vez que tosía.
-______, ¿ya terminaste tu cena?
Mientras me apresuraba a beber el agua del vaso le hice una seña afirmativa a la enfermera que me cuidaba (cuando no estaba disponible el doctor Satō), la cual iba entrando a la habitación.
En lo que ella recogía el tazón y la bandeja en el que me habían traído una especie de papilla con trozos suaves de fruta (bastante rica por cierto) Senku le dijo que se iba a quedar a pasar la noche conmigo.
La chica le dijo que hablaría con Satō a ver qué le podían dar para que no estuviera tan incómodo durante la noche. Después de despedirse alegremente salió por la puerta y nos dejó solos a ambos de nuevo.
Abrir la boca para intentar decirle de nuevo a Senku lo que había intentando hace un momento, pero él se apresuró a interrumpirme.
- Ni se te ocurra intentar hablar, no debes sobreesforzar aún más tu garganta...
Iba a intentar escribirlo en la libreta, pero me detuve al escuchar las siguientes palabras de Senku.
-...y, bueno, también te amo, y no necesito que me lo digas para entenderlo
Dejé el lapicero suavemente sobre la cama y miré a mi novio, me sonreía cariñosamente mientras me observaba.
Le sonreí e hice la libreta a un lado.
Me alegra que lo entienda, pero aún así me gustaría poder decírselo.
........
Terminaron llevando un sillón de la sala de espera a mi habitación para que Senku durmiera en él, no debía ser la cosa más cómoda del mundo pero él parecía bien sólo con el hecho de hacerme compañía está noche.
- Será mejor que descanses ya, te ves agotado. ¿Ya tomaste tu medicina?
Puse los ojos en blanco, algo divertido por la preocupación de Senku, y asentí.
El doctor Satō me había conseguido una especie de jarabe para ayudarme con el dolor de garganta, me ayudaba a dormir mejor pero tenía un sabor desagradable.
Ya habían apagado la gran mayoría de luces del hospital, por lo que Senku y yo nos recostamos, cada quien en su respectivo lugar, para dormir.
Estiré mi mano hasta el borde mi cama, tardó un poco pero finalmente Senku también estiró una de sus manos para tomar la mía.
Ese simple tacto me hizo sonreír y sentir una validez muy agradable en el pecho.
- Descansa, ______
Le acaricié el dorso de la mano, deseando poder transmitirle de alguna manera que le deseaba "dulces sueños", y lo mucho que le agradecía que se quedara aquí conmigo.
..........
Senku
______ cayó dormido rápidamente, probablemente por algún afecto secundario de su medicina. Yo tardé un poco más de tiempo en poder conciliar el sueño, y cuando al fin lo estaba logrando una repentina corriente de aire a mis espaldas me hizo temblar de frío, despertándome por completo.
Dejé un momento a mi novio para ir a asegurarme de que la ventana estuviera bien cerrada, apenas había terminado de asegurarla correctamente cuando un violento ataque de tos proveniente de la cama de _____ me hizo girarme y regresar con él de inmediato.
Tomé su mano con la mía y entrelacé sus dedos mientras lo ayudaba a incorporarse un poco para que pudiera sacarlo mejor.
- Tranquilo....tranquilo.... sólo respira
Le murmuré varias cosas intentando calmarlo, al cabo de pocos segundos dejó de toser y con un suspiró de cansancio se acostó de nuevo, volviendo a dormir como si nada.
Me quedé observándolo un buen rato, viendo cómo su pecho subía y bajaba a un ritmo suave y calmado.
Cuando me pareció que ya no tendría otro ataque, de momento, acerqué un poco más el sillón a su cama y después de sentarme recargue mis brazos en la orilla de la cama, reposando mi cabeza sobre ellos.
Tomé una de sus manos con las mías y acaricié suavemente su dorso, tal y cómo el me lo había hecho antes de dormir.
- Duerme tranquilo, aquí estaré cuando despiertes
.........
No sé muy bien si lo que me despertó fue la tenue luz del sol colándose entre las cortinas y dándome en la cara, o si fue el sonido del inicio de la actividad en el hospital fuera de la habitación.
Sea lo que sea, el punto es que me desperté.
Y de lo primero que me di cuenta (aunque mi cerebro sorpendentemente tardó en procesarlo) fue de que _____ no lo había hecho.
Incluso después de abrir los ojos parpadee varias veces con pesadez para poder asimilar bien lo que veía.
_______ reposaba tranquilamente sobre su cama, tal y como estaba anoche que me dormí recargado en su cama, mi mano aún sostenía la suya, su mano inerte aún no estaba muy fría así que supongo que fue reciente.
Lo miré lentamente.
En verdad había perdido peso los últimos días, su clavícula se marca más por debajo de la bata. Ahora que lo veo tan de cerca, en verdad su marca de nacimiento se ha recorrido desde que éramos niños, antes llegaba a la base de su cuello.
Levanté mi vista para poder observar su lindo rostro enmarcado por su cabello que caía sobre la almohada.
Sus pestañas son algo largas, se le nota mucho más cuando tiene los párpados cerrados de da manera tan suave.
Tiene una expresión tan calmada y tranquila en el rostro que a menos que notes que su pecho ya no se mueve al compás de su inexistente respiración juraría que está dormido...teniendo un sueño hermoso...
El dulce aturdimiento propio de alguien que acaba de levantarse me permitió disfrutar de esos breves detalles mientras duró, pero en cuanto terminó fue reemplazado bruscamente por un dolor asfixiante en el pecho que apenas si me dejó notar cuando comencé a llamar a mi novio, primero tímidamente y muy pronto de manera desesperada, mientras las lágrimas me corrían sin control por las mejillas, suplicando que esos ojos que nunca volvería a ver brillar de nuevo se abrieran y me miraran aunque sea una última vez más.
Una disculpa enorme si quedó medio cutre, pero Wattpad me hizo reescribir medio capítulo tres veces y en verdad ya necesito dormir (y llorar alv), si puedo haré correcciones de ortografía y demás cosillas en unas horas y subiré el epílogo y él (o los) finales alternativos