RAMÉ ✔️

By mondhanna

320K 33.1K 27.4K

Erase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de... More

PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
¡IMPORTANTE!
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
CAPÍTULO 60
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 54

4K 422 759
By mondhanna

Asher Faith:

— ¡Jade! — grité mientras corría detrás de la niña de cabellera rizada y vestido azul claro que estaba a un par de metros de mí caminando a toda prisa con los ojos inundados de lágrimas — ¡Jade!

¿Qué le había pasado?

Habíamos estado jugando en la casita de juguete que había en el salón de eventos donde se llevaba a cabo la ceremonia de alguna de las organizaciones que su abuela, todo iba bien hasta que yo decidí darle un dulce rosa a Celia, la amiga de Jade que lucía como una pequeña hada y ella me había besado la mejilla.

Incluso había hecho una mueca de asco demasiado convincente para que Jade no creyera que me gustaba.

— Jade — jadeé cuando estuve detrás de ella, pero no me hacía caso.

Se limitó a tapar sus oídos con sus manos mientras seguía caminando sin dirigirme la palabra.

— Te estoy hablando. — gruñí antes de tomar su larga trenza y tirar de ella hasta que se paró por completo.

— ¡Asher! — chilló mientras giraba sobre sus talones para encararme, tirando de su trenza para liberarla de mi agarre — ¡No me jales el cabello! — gruñó antes de tomar el mío entre sus dedos y tirar de él — Me duele.

— ¡Auch! — exclamé mientras sobaba mi cabeza — A mi también me duele, tonta.

— ¡Que no me digas tonta!

— Pues entonces deja de actuar como una. — respondí cruzándome de brazos mientras la miraba con el ceño fruncido — ¿Por qué demonios te alejaste de mí? Sabes que no me gusta que te vayas por ahí sola, te tengo que cuidar.

— Puedo cuidarme sola, la abuela dice que las Johnson no necesitamos de ningún hombre.

— Pues no yo soy un hombre Jade, soy un niño así que si me necesitas. — respondí rodando los ojos mientras tomaba una pequeña hoja que se había enredado en su cabello — ¿Por qué te fuiste?

— No quería interrumpir tu platica con Celia. — dijo apartando la mirada de mis ojos — Son muy lindos, tal vez debería de ser tu novia y casarte con ella.

— ¡¿Qué?! — exclame asustado — Jade aún duermo con luz de noche y mi delfín, no puedo casarme.

— Pues que tonto yo si duermo sin luz de noche y sin ningún peluche .— dijo cruzándose de brazos con una pequeña sonrisa maliciosa.

— Pero aún así tienes pesadillas y no sabes bañarte sola, yo sí.

— ¡Es porque tengo el cabello muy largo! — bramó, arrugando la nariz mientras su mejillas se teñían de rojo — Tu no sabes abrocharte las agujetas.

— A ti todavía te viste tu nana.

— A ti te viste la sirvienta — atacó.

— Sí, pero no es la nana. — asentí encogiéndome de hombros.

— Pues tal vez deberías de ir con Celia y pedirle que te abroche tus tontas agujetas porque te vas a caer, — dijo señalando mis zapatos — y darle todos los tontos dulces rosas que quieres.

— ¿Estás enojada por eso? — pregunté.

Papá siempre me había dicho que las mujeres eran difíciles pero creo que había olvidado mencionar lo mucho que lo eran, uno no sabía por dónde iniciar con tanto lloriqueo.

— ¡Sabes que a mi me gustan los dulces rosas! — chilló — ¿Por qué no me lo diste a mi?

— ¡Porque tu estabas comiendo uno verde! — respondí intentando no perder la paciencia con Jade.

— ¿Y por eso no puedo comer uno rosa? — preguntó frunciendo el ceño.

— Jade estás siendo muy dramática. — dije molesto, no pensaba pedirle perdón porque ella no era capaz de comer los dulces tan rápido como Celia.

— ¡Ni siquiera sé qué significa eso! — chilló enojada antes de mirarme a los ojos — Ya no quiero ser tu amiga si prefieres a Celia.

— Y yo no quiero ser tu amigo si te vas a volver loca por un dulce .

Estaba bastante molesto por su comportamiento y no podía controlarme.

— Entonces ya no somos amigos, me divorcio de ti. — dijo antes de darse la vuelta y correr hacía el interior del salón de eventos.

*

— Papá — dije mientras me sentaba a su lado para que abrochara mis agujetas — ¿Qué es un divorcio?

— Cuando una pareja se separa — respondió con una pequeña sonrisa — ¿Por qué me preguntas eso Asher?

— Es que Jade dijo que se estaba divorciando de mi. — le conté con tristeza mientras recordaba sus palabras.

Pensé que solo estaba molesta conmigo pero cuando fui por ella para probar un poco de los postres ni siquiera me volteo a ver, se limitó a irse al baño junto con su Nana.

Mi papá soltó una pequeña risa mientras me tomaba entre sus brazos, cargándome, sin importar que mamá le había dicho que tenía que cuidar su traje porque era nuevo y muy elegante. Aunque así era él, jamás hacía caso; solo cuando mamá le decía que tenían que ir a dormir temprano porque estaban muy cansados aunque la luz en su cuarto jamás se apagaba.

Era uno de sus días buenos donde no le daban ganas de gritarme y darme nalgadas.

— ¿Qué le hiciste?

— Le di un dulce rosa a Celia, pero es porque ella estaba comiendo uno verde y sé que es su favorito pero no lo pensé bien. — respondí preocupado — No quiero que se divorcie de mi.

— Solo tienes que darle un lindo detalle y decirle que lo sientes, que jamás volverás a hacer algo así y todo quedará solucionado. — dijo mi padre con una sonrisa mientras tomaba una rosa que había sobre las mesas y después un paquete de dulces — Mira, dale esta rosa y los dulces seguro que pensará dos veces en divorciarse.

Asentí sonriente antes de correr en dirección a su mesa donde estaba sentada a lado de su nana quien la peina nuevamente.

— Jade, sé que estás enojada conmigo porque le di el dulce rosa a Celia, pero te juro que si me perdonas voy a guardarte todos los dulces rosa por el resto de mi vida. — dije cuando la tenía frente a mí, apenas noto mi presencia cerró los ojos con fuerza — Pero por favor no te divorcies de mí.

— Tampoco quiero que dejes que te bese la mejilla. — dijo sin mirarme.

— Trato hecho. — asentí enseguida — Te traje unos regalos.

Y como por arte de magia Jade abrió los ojos para enfocarse en mi regalo el cual tomó enseguida antes de lanzarse a mis brazos.

— ¡Yo tampoco quería divorciarse! — chilló alegre antes de plantar un beso en mis labios, paralizándome por completo — Ahora ven, vamos a comer postres.

Estaba seguro que nunca en mi vida me había sentido así, como si caminara sobre nubes con las mariposas en mi estómago revoloteando alegres y mi corazón latiendo con tanta fuerza que si todo mundo se quedará callado por un segundo podría escucharlo.


— Prepara lo que quieras, yo iré a lavarme los dientes. — masculló Jade cuando entramos al departamento.

Había conducido como loco por la ciudad mientras que ella intentaba contener sus náuseas hasta llegar a casa y por suerte lo habíamos logrado. Aunque no estaba seguro si su coche habrá adquirido un par de multas.

Camine hasta la cocina para preparar un poco de jugo y dos platos de fruta, hasta el momento era lo único que no la hacía vomitar y que le gustaba comer. Eso y los macarrones con queso los cuales había tenido que ir a comprar días atrás cuando ella había tenido un antojo en la madrugada.

— Sobreviví — anunció Jade cuando regresó a la cocina con una sonrisa, sin maquillaje y con pijama — ¿Qué? Planeo quedarme en casa todo el día, ya acabe todas las juntas que tenía que hacer. — dijo cuando la miré divertido por sus pantalones con ositos.

— Perfecto, si no sales no me tengo que preocupar porque te vayas a sentir mal en medio de la nada. — respondí en un tono burlón mientras le señalaba el plato de fruta — Lindos pantalones.

— Son mis pantalones de maternidad.

Era un milagro que estuviera de buenas después de su mañana llena de náuseas, usualmente solía enojarse y decirme que iría a descansar. Entonces yo pasaría mi mañana extrañando a Nathy mientras veía caricaturas en mi televisión y veía la fotografía del ultrasonido esperando con ansias que la próxima revisión llegara pronto.

— Muy sensuales. — asentí riendo mientras llevaba un pedazo de sandía a mi boca — Por cierto quería preguntarte, ¿te molestaría que le dijera a mi familia sobre la noticia?

No era que pensara que Jade quisiera ocultar su embarazo, pero había notado que se reservaba la noticia con las demás personas. Aunque no creo que ella fuera el tipo de mujer que lo gritaba a los cuatro vientos porque le molestaba tener a tanta gente sobre de ella al mismo tiempo.

— Yo preferiría que esperaras hasta que cumpla las doce semanas, es cuando el riesgo de embarazo se vuelve menor— respondió apartando sus ojos en mí para enfocarse en su plato de frutas y su vaso de jugo, porque odiaba el té —, es por eso que no se lo he dicho a Nathaniel.

— Jade todo está bien con el bebé, está sano y el doctor dijo que hasta el momento todo iba en orden. — respondí, rodeando el mesón para llegar a su lado. Quería mantener mi distancia, pero cada vez que la veía así se me hacía más difícil, solo quería que ella estuviera tan feliz como yo y no se preocupara demasiado; aunque yo me volvía loco a cada segundo— Yo los voy a cuidar a los tres y vas a ver que nada malo va a suceder.

— Puede pasar cualquier cosa, ¿qué tal si el bebé empeora, Asher? — preguntó, comenzando a entrar en pánico — Yo no me cuide en todo este tiempo y eran las semanas más vitales para su desarrollo, tal vez lo eche a perder y todavía nadie se a dado cuenta o caiga en un ataque de pánico que termine por...

— Jade, tranquila te juro que no dejaría que pasaras por un ataque de pánico de nuevo y nada les va a suceder. — respondí, tomando su rostro entre mis manos apreciando como las lágrimas se amontonaban en sus ojos y sus manos temblorosas tomaban las mías — Vas a estar bien y el bebé también, lo juro.

— No puedes jurar esas cosas Asher, porque yo también juraba que iba a estar bien hace un año y ya vez como término. — respondió negando con la cabeza con tanta energía que un par de lágrimas comenzaron a rodar sobre sus mejillas — ¿Qué tal si mueres? Entonces yo estaría igual que hace un año, ¿y si tengo un accidente?

— Annita, ¿cuántas veces tengo que decirte que ver la vida como un tragedia jamás resulta bien? — pregunté con una pequeña sonrisa mientras la abrazaba con fuerza, intentando devolverle el alivio — El doctor dijo que es un bebé saludable y vamos a creerle, ¿me escuchas?

Solo podía desear que todo fuera como antes, cuando podíamos quedarnos horas así mientras que yo me convencía de que podría hacer de sus miedos los míos y liberarla de ella. Aceptar su dolor para que ella pudiera seguir con aquella sonrisa que era capaz de enamorar hasta el corazón más roto.

Pero no podía recuperar todos aquellos miedos que alguien más había robado, o que había hecho tan suyos que ni siquiera lograba distinguirlos.

— En este punto de mi vida ya deberías de saber que si vivo en una tragedia. — sollozó, escondiendo su rostro en mi pecho.

Estaba en busca de las palabras correctas para tranquilizarla, algo que le asegurará que todo iba a salir bien a partir de ahora, pero ella me apartó antes de que siquiera pudiera abrir la boca.

— Perdón. — masculló, limpiando sus lágrimas rápidamente — Tienes razón, en lo que dijiste — respondió con una pequeña sonrisa sarcástica —; tengo que dejar de correr hacía otros para buscar que me salven de todos mis problemas porque no es justo.

— ¿Qué? — pregunté confundido mientras volvía a acercarme a su lado — ¿De qué carajos hablas Jade? Claro que puedes correr a mí cuando tengas problemas y yo con gusto los solucionare, para eso estoy.

— ¿Entonces por qué me dijiste eso? — preguntó mientras me miraba con el ceño fruncido, su tono era una mezcla de confusión y enojo que hacía que perdiera el hilo de la conversación — Tú dijiste eso la noche que hablamos en el pasillo, me dijiste que no podía correr hacia ti esperando que solucionara todos mis problemas solo porque tenía miedo.

— No, yo jamás quise decir eso,

Mierda, debía de aprender a controlar la mierda verbal que salía de mi boca cuando decidía que era buen momento. A veces cuando tenía demasiado cosas guardadas comenzaba a soltar todo, sin orden, porque mi estúpido cerebro creía que era bueno hacer un desastre de todas mis notas mentales y escupirlas.

Seguramente había dicho tanta mierda que le había hecho creer a Jade que no quería que corriera a mi para sanar su dolor, cuando en realidad lo único que quería era que no sintiera que me amara cuando estaba vulnerable.

Mierda, Asher.

— Jade perdón, yo sabes que soy un desmadre con mis emocione,s pero jamás quise decir que no podías correr a mi cuando necesitas algo... ¡Ay, carajo! — dije rápidamente antes de que el timbre del departamento resonara entre las paredes llevándose mis ideas — ¿Quién es?

— Seguramente Jordan y Gina. — respondió Jade mientras limpiaba sus lágrimas antes de ponerse de pie.

— Jade. — la llame — ¿Podemos hablar después? Lo necesitamos, por favor.

— Sí — asintió, apartando la mirada de mis ojos antes de pasar a mi lado —, y perdón por todo el lloriqueo es que de verdad las hormonas me están matando.

— Puedes llorar todo lo que quieras, — respondí con una sonrisa ligera, no quería perder ese aire bromista que habíamos tenido toda la mañana; no era mi intención que las cosas se pusieran incómodas entre nosotros. De hecho quería todo lo contrario — pero primero acaba tu fruta, porque no has desayunado.

— Sí, señor- — asintió antes de perderse.

Un par de voces se escucharon antes de que un par de halos color miel me miraran desde el umbral de la puerta.

— ¡Buenos días! — saludó Gina con una sonrisa amable, como solía hacer todas las veces que nos encontrábamos. Incluso creía que me caía bien — ¿Cómo estás? Jade me contó que hoy fue tu primer día castigando a Nathy.

— Buenos días, — respondí — creo que si hay algo que haga mal en la vida será eso.

Jordan entró a lado de Jade, con un brazo sobre sus hombros mientras sonreía antes de saludarme con un movimiento de cabeza el cual respondí enseguida.

— Bueno, ¿les importaría dejarnos a Jade y a mi aquí? — preguntó Gina — Es que tiene que comer y yo necesito hablar con ella sobre una cosa.

— Van a hablar sobre Ethan y Cara, el drama romántico del año. — dijo Jordan al notar mi confusión ante el comentario de su esposa.

¿El drama del año?

¿A caso no podían ver al par de personas que venían persiguiendo sus corazones desde que tenían uso de razón?

— Ah bueno, entonces me voy. — asentí con indiferencia antes de salir a la sala, junto a mi plato de frutas.

En realidad quería huir del departamento, correr al mío y encerrarme ahí a ver películas esperando a que Sebastian o Nathaniel llegarán para dejar de aburrirme mientras molestaba a Moshe con mensajes.

No era que Jordan me desagradara, pero el hecho de que él fuera el padre del hombre perfecto que había tenido Jade como esposo y yo el estúpido padre de sus hijos que hizo que huyera hace cinco años me incomodaba un poco.

Antes de irme aproveche para revisar un par de correos sobre el trabajo desde mi celular mientras comía de vez en cuando un pedazo de fruta. El Internet en mi departamento aún no estaba instalado porque los estúpidos del servicio habían dicho que debido a toda la nieve era imposible conectarlo.

— Asher, — su voz tronó en mis oídos como una alerta — ¿puedo hablar contigo?

— Claro. — asentí mientras miraba a la puerta, preguntándome si a pesar de su edad aún guardaría su buena actividad física como para taclear mi cuerpo cuando corriera.

No, yo era un Faith no un cobarde.

Tomé asiento en uno de los extremos del sofá gris que había en la sala mientras fingía comer un poco más de fruta.

— ¿Cómo estás? — preguntó con una sonrisa amable mientras se sentaba al otro extremo — Me refiero a todo el tema del bebé y Jade, sé que no has podido hablar con tu familia acerca de ello porque ella quiere esperar a cumplir las doce semanas.

— No pienso huir, si es lo que quiere averiguar con las preguntas. — respondí con seriedad mientras me concentraba en el pedazo de uva que había en mi boca.

— Cuando me enteré de que sería padre de gemelos me volví loco, a pesar de que en realidad Gina y yo estábamos buscando embarazarnos. — respondió con una pequeña sonrisa — Solo quiero platicar contigo, no quiero que malinterpretes mis intenciones-

— ¿Solo quiere hablar? — pregunté con el ceño fruncido.

Necesitaba recordarme que no estaba en casa, que aquí las personas eran buenas — o al menos las pocas que había conocido — estaba acostumbrado a tener que proteger cada palabra de información que saliera de mi boca porque podía ser usada en mi contra o iniciar un insoportable rumor.

— Si, eres nuevo en esto seguro que necesitas hablar con alguien. — asintió — Así que, ¿cómo te sientes?

— Estoy feliz por lo del bebé. — respondí cruzándome de brazos, era extraño hablar con alguien que no fuera Jade sobre mis sentimientos.

— ¿Qué quieres que sea? — preguntó — Yo siempre quise una niña, pero después de que los gemelos nacieron ni loco volvía a tener un bebé esos niños se llevaron toda mi paciencia y energía.

— No lo sé, solo temo que sea niña por todo eso del karma — dije un poco tensó, ¿se tomaría a bien mis comentarios? — Creo que sería un desastre como el padre de una niña, pero por otra parte en mi familia no hay niñas, los Faith suelen ser siempre hombres y en la de Jade también, aunque ella fue la excepción.

— Sí, creo que si hubiera sido padre de una niña sería el hombre más sobre protector del mundo por lo mismo. — rió — Antes de Gina mi vida era un desastre, hasta que la conocí a ella y entonces me dijo que si la engañaba o terminaba con ella me iba a cortar las bolas.

— Suena muy romántico.

Este sujeto parecía agradable, al menos parecía esforzarse por platicar conmigo y eso quería decir que en verdad le interesaba.

Tal vez no era tan mala idea, necesitaba hablar con alguien sobre todas estas dudas que rondan mi mente en las noches hasta ahogarme. Y ya que el abuelo no estaba por aquí y Sebastian seguramente estaba de rodillas en algún cuarto vacío del hospital, no me quedaba de otra que el bombero jubilado y el detective que parecía tener su propio drama con la pelirroja.

— Le pedí matrimonio fingiendo que me acostaba con otra, casi le da un infarto cuando llegó al cuarto de hotel y en vez de encontrarse con una mujer se encontró con un anillo de compromiso. — dijo divertido — Jamás pensé que la mujer del bar que me llamó imbécil terminaría siendo mi esposa y venos, llevamos treinta años casados.

— Eso es mucho tiempo. — admití sorprendido.

— Lo es, pero no se siente como tal. — respondió con una pequeña sonrisa mientras sus ojos brillaban de felicidad — ¿Tú jamás te has visualizado así?

— ¿En un matrimonio tan largo? — pregunté con el ceño fruncido mientras la imagen de Jade invadía mi mente — No, creo que no estoy hecho para esas cosas.

— ¿Por qué?

Así que de eso quería hablar, ¿de Jade?

Quería decirle que no era su puto problema, que no debía de meterse donde nadie le llamaba, pero a la vez estaba desesperado por saber qué mierda debía hacer con todo este desmadre en el que me había metido.

Estaba en una lucha interna entre acorralar a Jade para preguntarle que si ella me amaba de la forma en la que lo hacía o mantener mi distancia; era una batalla entre mi corazón y mi sentido común. No había nada que deseaba más que correr a su lado olvidando nuestro pasado y fingir que los problemas que nos rodeaban eran solo pequeñeces. Que el amor podía vencer todos los obstáculos, pero esto no era un cuento de hadas y yo no era un príncipe encantador.

— La única mujer con la que me casaría sería con Jade, pero creo que las cosas están demasiado complicadas como para ponerme a pensar en un futuro lejano. — respondí, sin pensar demasiado.

Estúpida diarrea verbal con estúpidos sentimientos.

Solo esperaba poder tener un poco de fuerza para no soltarme a llorar enfrente de este hombre porque acabaría siendo una burla. Esa parte de mí siempre sería un pequeño secreto que compartiría con Jade y Nathy, nadie más.

— Sí, Gina me contó un poco de eso espero que no te moleste. — dijo, clavando la mirada en una de las fotografías que descansaba sobre la mesa cafetera en donde Jade aparecía a lado de Ezra y Nathy mientras parecían jugar con un par de hojas secas de otoño en algún parque frente al lago — Solo esta un poco asustada, ¿alguna vez has perdido a alguien?

Aún recordaba a Nathy llevándome por toda la casa mientras me enseñaba las fotografías en donde él aparecía y me contaba lo que habían hecho aquel día.

Siempre creí que si alguien era capaz de quitarme a mi Jade moriría de celos y de ser posible condenaría a esa persona en vida, pero supongo que después de todo esto ya debería de saber que las peores de mis batallas las había pedido y podía aceptar la derrota. Más allá de odiarlo, creo que estaba agradecido, por haberle dado la vida a Jade que jamás pude. Por hacerle creer que los cuentos de hadas y amor que ella amaba eran historias reales y por lograr sacarla de aquella pequeña jaula de oro donde la aprisiono la ciudad, su familia y yo.

— ¿En el tema de muerte? — pregunté, apartando mi plato de frutas — No, jamás.

Era cierto, nunca nadie importante en mi vida había fallecido, todos seguían vivos y sabía que eso era todo un milagro. No me imaginaba cómo podría lidiar con ello.

— Tienes mucha suerte, — asintió con una pequeña triste — todo se va al carajo cuando te enteras de la noticia y durante años estas en medio de un duelo horrible en donde sientes que cada cosa que hagas le estas fallando o algo así. — dijo con la voz entrecortada — Sigo sin ir al estadio de béisbol o al de fútbol porque solía ir con mis dos niños, desde que tenía que ir preparado con una esposa llena de leche o biberones, hasta que eran unos hombres que podían beber más cerveza que yo sin caer en un coma. Siento que estaría fallando a esa tradición porque uno de mis bebés ya no está conmigo ahí.

» Perdón, son cosas de padre que ya comprenderás; pueden pasar mil años y tu seguirás viendo a tus bebés. — respondió con una pequeña risa antes de parpadear con rapidez — Lo que quiero decir es que a todos nos costó aceptar que Ezra se había ido y eso es lo que sucede con Jade, se siente culpable porque está sintiendo cosas que juro que solo sentiría por él. Es algo muy tonto porque Jade es el tipo de chica que tiene un corazón enorme.

« Sintiendo cosas que juro que solo sentiría por él » las palabras resonaron dentro de mi cabeza antes de clavarse en mi corazón.

¿Qué significaba eso?

— Creo que tiene que ver más con el hecho de nuestro pasado. — negué, ¿por qué quería que sus palabras no fueran ciertas?

Había estado rezando todo este tiempo por ello, para que Jade solo sintiera miedo porque estaba enamorándose de mí después de haber estado casada y ahora resultaba que no quería que eso fuera así, que quería darle la culpa a nuestra historia la cual resultaba ser un desastre.

« Porque sabes que de no ser así tienes una oportunidad para estar con ella y con ello otra para romper su corazón y arruinarlo todo como sueles hacer » respondió en mi cabeza.

— Ella ya te perdono Asher. — respondió, callando las voces en mi cabeza — Lo hizo hace mucho tiempo y creo que la situación actual es muestra de ello; un bebé no se hace de la nada.

— Es claro, pero no es porque ella sienta algo por mí es solo que volvimos a nuestro círculo vicioso y tuvimos un par de fallas nuevas... Bueno, no tan nuevas porque Nathy ya está aquí. — dije, un poco más para mí que para él.

Ya no me estaba gustando esta plática.

— ¿Círculo vicioso? — preguntó frunciendo el ceño mientras su ojos volvían a posarse sobre mí.

— Estamos acostumbrados a esto porque así fue como crecimos. — asentí — Alguno de los dos está mal, corre hacía el otro en busca de que se lleve el dolor, éste lo hace, creemos que estamos bien por un tiempo y luego yo la cago.

— ¿No crees que sea diferente? — preguntó — Digo, puedo entender que esto fuera así cuando estaban jóvenes pero ahora, después de sobrevivir cinco años sin el otro y vivir toda una vida diferente... ¿No crees que ambos maduraron?

— Pues claro que lo hicimos, — respondí a la defensiva, se estaba metiendo demasiado ahora y necesitaba controlar el ritmo de esto — pero está en nuestros genes ser así.

— ¿Que no ustedes se conocieron cuando tenían seis años? — preguntó confundido — Entonces también sobrevivieron a esos años.

— ¿A qué piensa llegar con esto? — pregunté molesto mientras tomaba una postura erguida y la voz en mi cabeza comenzaba a decirme que era un estúpido por creer que podía hablar con él.

— A entender por qué después de todo lo que pasó y que ambos admitieron que tienen sentimientos por el otro parece que son dos extraños que se embarazaron y tuvieron un hijo por accidente. — respondió con seriedad.

— De hecho ambos si fueron accidentes, — señale — pero son los mejores accidentes que pude tener en la vida.

— ¿Vas a responderme o solo te limitaras a intentar cambiarme la conversación? — preguntó encarnando una ceja, abandonando cualquier amabilidad es su tono — Conozco a Jade y sus trucos hace cinco años, así que puedes dejar a lado todo tu papel de niño rudo conmigo. — me advirtió — Vamos al grano.

— ¿Por qué le importa eso? — pregunté a la defensiva.

Tuve que haber huido cuando pude.

— Porque Jade es como mi hija, es la madre de mis nietos y parte de mi familia, como la niña que nunca tuve y odio verla así. — respondió, suavizando un poco su tono — Y ahora tu eres parte de su familia así que también lo eres de la mía. Estoy tratando de tenerte fe muchacho,  de verdad, y me la estas poniendo difícil.

¿Quién se creía que era este tipo para obligarme a ser parte de su familia?

Ni siquiera me lo había preguntado.

— Yo ya tengo mi familia, gracias. — respondí mientras me ponía de pie.

— No era una elección, ya está y te aguantas.— dijo encogiéndose de hombros mientras me seguía — No vas a salir de aquí hasta darme una buena respuesta. — me advirtió parándose frente a mí — Soy viejo pero estuve muchos años siendo bombero y créeme que si puedo mover una viga te puedo lanzar al suelo.

— Soy jugador de fútbol desde los trece años. — respondí con indiferencia mientras me disponía a pasar a su lado.

— ¿Y lanzabas vigas en medio de los incendios?

— Jamás voy a ser suficiente para ella. — solté sin querer, ese hombre sabía cómo acabar con la paciencia de alguien y que ni siquiera lo notara. Era don, tomando en cuenta que era yo a quien manipulo — ¡Mierda! — mascullé — ¿Eso es lo que quería escuchar?

—¿ Por qué crees eso? — preguntó sin apartarse de mi camino, manteniendo su postura listo para atacarme si lo desafiaba.

— Mire, sé que su hijo era lo más cercano a la perfección, pero no todos lo somos; aunque quisiera serlo.— respondí — Algunos estamos muy jodidos y eso me hace insuficiente para ella.

— Mi hijo amaba a Jade y a Nathaniel como jamás amó a nadie en su vida, — asintió lentamente — pero no era perfecto Asher y mucho menos suficiente para ella.

— Sí, claro. — asentí, ahora quería conmoverme con su patética historia que no le compraba.

— Ezra era una excelente persona, pero era demasiado egoísta con sus sueños y las cosas que lo hacía feliz. — respondió — Cuando mis hijos iniciaron con esto de la policía y los bomberos temía por el riesgo, pero trataba de manejarlo porque ya eran adultos; hasta que uno de ellos se enamoró y formo su familia. Jade le ofreció muchas veces ser parte de su empresa, de abrir un nuevo negocio o que estudiara algo más, pero Ezra era muy terco y él se enamoro de la adrenalina más que de su esposa y sus hijos.

» ¿Crees que yo amó vender arreglos florales? — preguntó divertido — Yo amaba la acción, sentir como mi corazón latía fuerte contra mi pecho mientras atravesaba llamas y situaciones de riesgo; ser alabado por la gente y la sonrisa de las personas a las que rescataba pero tuve que dejarlo. — dijo, un poco más serio — Porque tenía una mujer la cual lloraba todas las noches porque no sabía si iba a volver y dos niños que me esperaban entusiasmados para jugar, y eso fue algo que Ezra jamás supo hacer.

— ¿A qué quiere llegar con esto? — pregunté confundido.

¿Trataba de acorralarme para que volviera con Jade?

— El amor no se trata de ser perfecto o ser suficiente, eso es una mentira que te cuentan los libros- — respondió — El amor se trata de luchar por serlo, todos los días.

» Yo amo a mi Gina y por eso dejé de ser bombero, así como ella odiaba el rock y ahora me acompaña a cada concierto que hay en la ciudad. — respondió con una sonrisa de oreja a oreja — Ve tu historia, te consideras un desastre, pero amas a Nathy y aquí estas intentando ser la mejor persona para él. Sé que eres un buen padre, lo veo en la forma en que lo cuidas, y también sé que amabas a Jade porque la razón del descanso ni siquiera es completamente por ti es por ella; para no lastimarla.

Sus ojos verdes se posaron sobre mí, haciendo que mi corazón se parará por un segundo mientras las piezas del rompecabezas comenzaban a hacer sentido en mi cabeza.

¿Había hecho bien en decirle a Jade toda esa mierda? ¿De verdad alejarse era lo correcto?

— Así que mi pregunta es: ¿Estás dispuesto a luchar por ser perfecto y suficiente?

— Sí — respondí sin pensar.

— Bien, entonces espero que lo hagas muchacho  y deja atrás todo ese miedo por el amor. — asintió con lentitud — No sé que tipo de cosas les metieron en su escuela de burgueses, pero es algo grandioso y no debería de temer; el amor no lastima. El miedo a él sí.

— ¿Y cómo se supone que lo haga? — pregunté confundido, era patético; como un pequeño niño que no entendía cómo pedirle perdón a su mejor amiga de la cual estaba locamente enamorado sin saberlo — ¿Cómo lucho por ella?

— Primero que nada necesitan hablar, no les digo que olviden todo lo que los hizo acabar en donde están ahora porque eso solo acabaría en tragedia, pero intenten solucionarlo. — respondió con una pequeña sonrisa — Sé que los niños son importantes pero ustedes también lo son, ellos sienten la tensión entre ustedes.

— ¿Y si ella no quiere hablar?

— Créeme que querrá. — asintió antes de guiñarme un ojo — ¡Gina, amor tenemos que ir por Nathaniel!

— ¡Voy! — respondió su esposa antes de salir de la cocina con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Por qué tan rápido? — pregunté confundido.

— Es el primer día, las maestras creen que es bueno que los niños inicien de poco en poco para recuperar el ritmo, cosas de escales privadas. — respondió Gina tomando la mano de su esposo — Iremos por él para que puedan... Para que Jade pueda descansar se siente muy mareada; está en la cocina.

— Pero yo le prometí que iría por él. — negué enseguida.

— ¿Recuerdas que te acabo de decir que los niños sienten las cosas? — preguntó Jordan — Nathy sabe que hay algo mal entre ustedes, así que créeme que entenderá cuando le digamos que sus padres se quedaron a charlar y que lo están esperando con helado.

— Pero está castigado, no puede comer helado. — respondí con un poco de dolor, mientras me recordaba que no podría comer tampoco.

— Bienvenido a la nueva faceta: "Nosotros somos los abuelos, los malcriamos y ustedes son los serios." — negó Gina riendo.

— Bien, solo díganle que cuando llegue jugaré con él y veremos caricaturas. — asentí un poco confundido — Y Jordan. — añadí, un poco indeciso — Gracias, por todo eso.

— No hay de que. — asintió con una sonrisa antes de desaparecer por la puerta junto a su esposa.

— ¡Mierda! — suspiré mientras miraba en dirección a la cocina donde estaba Jade.

Caminé hasta ésta, sintiendo como a cada paso mi corazón se estrujaba entre los nervios y la emoción. Era como todas mis primeras veces con Jade, estaba nervioso hasta la madre y listo para colapsar en la primera oportunidad.

— Jade, — la llamé cuando atravesé el umbral — nece...

Pero apenas levanté la mirada para buscarla me quedé paralizado, con el corazón en la mano y los pulmones vacíos ardiendo en llamas por la falta de oxígeno.

*************************************************************************************

KHATAPASANDO?

¡Ay, no tienen idea de lo mucho que amo este capítulo en especial y lo enamorada que estoy de Asher! ¿Les gustó? ¿Qué creen que fue lo que se encontró Asher?

Díganme que el recuerdo es de los más tierno, ¿a que si?

Bueno, aquí estamos con un pasito más en el final y todo esto sigue más perdido que mi estabilidad emocional así que prepárense para los siguientes capítulos porque lloraremos, reiremos y luego ... Bueno, muchas cosas.

Perdón por la hora, pero ya saben que con el trabajo y el calor yo llego a mi casa como saco de papas listo para ser tirado en un lugar tibio y quedarse ahí.

¡YA SOMO CADA VEZ MÁS! GRACIAS POR VOTAR, COMENTAR Y COMPARTIR LA HISTORIA CON SUS AMIGOS/AS.

Este capítulo va dedicado a @noquis26622,muchas gracias por leer mi historia y estar aquí. Amo tus comentarios y tqm mucho por aguantar mi drama. Jamás me hagas falta.

RECUERDEN QUE SI QUIEREN IR LLORANDO A ALGO MÁS, PUEDEN IR A LEER MI HISTORIA "BUSCANDO A ALEM" QUE ES OTRO NIVEL.

Nos vemos el próximo sábado.

¡Ya les extraño!

Continue Reading

You'll Also Like

97.6K 5.3K 31
El tiempo pasará, ¿lo harán ellos?
5.3M 322K 60
Libro 1 de la Saga La Donante. En unas semanas iniciare a publicar los capítulos. ¡Atentos! Un mundo donde la sociedad esta formada por humanos y...
2.6K 432 14
Es la galaxia misma, aunque ella nos hizo el favor de enviárnosla en un cuerpo humano. Irradia belleza, alegría, seguridad y esplendor. Pareciera un...
1.3K 380 27
Mía es una mujer que a sus veintiséis años de edad descubre que tiene una enfermedad, posiblemente incurable, así que decide hacer un alto en el cami...