El trabajo de cualquier idol era pesado, pero el trabajo de un grupo rookie lo era aún más. Las presentaciones en todo tipo de evento eran importantes para subir la popularidad del grupo, así que si bien habían finalizado sus showcase en el extranjero, la kcon y las premiaciones terminaron por agotarlos. Habían presentado problemas de salud, sobre todo YeonJun, quién no había asistido a la entrega de su primer ROTY, cuestión que afectó en gran manera al grupo.
De todos modos, poco a poco todo iba mejorando, YeonJun cada día se veía mejor y los chicos ya habían pasado los peores síntomas de la infección que los contagió. BeomGyu se vió obligado a tomar muchas medidas preventivas, pero parecía que la enfermedad no iba a atacarlo.
Era la razón por la ya estaban preparando su comeback, las canciones del segundo albúm claramente ya habían sido grabadas y sólo quedaba que los miembros estuvieran mejor para las grabaciones del MV y perfeccionar cada vez más las coreografías. Afortunadamente este tiempo de sanación para el resto fue un tiempo de mejora para BeomGyu, así que mientras al resto de los miembros les daban algunos descansos, él preparaba su baile y expresiones faciales. Quería mostrar cada vez más su presencia escénica, la cual esperaba que le asegurara más momentos como centro en las próximas coreografías.
Su aspecto físico parecía estar mejorando, también. Quizá era el esfuerzo físico, -BeomGyu había leído que llevar una vida activa ayuda a desarrollar y crecer tu cuerpo-, o quizá sólo era la adolescencia. No importaba qué fuera, para su sorpresa cada vez que se miraba al espejo ya no veía lo mismo que antes, y aunque sus inseguridades en muchos ámbitos seguían igual, estaba feliz de comenzar a sentirse bien con su apariencia.
Es que era guapo, se lo decía cada vez que se miraba al espejo. Y también los miembros y el staff de la empresa solía recordárselo. Estaba satisfecho con su visual.
Y el resto de los miembros no eran diferentes, todos se veían muy bien. Y YeonJun... Ese cabello azul le quedaba impresionante, hacía contraste con su bonita piel blanca y el corte enmarcaba bien su rostro. Pero a YeonJun todo le quedaba bien, no era una sorpresa.
Ellos no habían hablado sobre... Aquello. Incluso meses después, ambos lo habían tomado como un desliz, o al menos eso creía BeomGyu, porque ya no lo habían hecho de nuevo y no lo habían mencionado incluso cuando se quedaban solos. YeonJun actuaba como si no hubiera pasado, y lo hacía tan bien que BeomGyu había dudado si lo que hicieron fue parte de su degenerada imaginación.
Lo peor de todo era que BeomGyu no podía dejarlo atrás, no podía dejar pasar que su hyung y él se habían tocado, aquel hyung con el que, finalmente admitió, tenía un ligero crush. Pero sólo eso, algo normal en un chico de su edad y con su ejemplo a seguir, su ídolo, su hyung.
Era algo inocente, era admiración. Sí...
El problema era ese incidente que lo confundió. Aun así, defendía que no era ese otro tipo de crush, es sólo que por lógica cuando admiras a alguien también admiras su apariencia física.
A veces a puntos extremistas.
Era normal, ¿verdad?
Quizá lo era, quizá simplemente eran cosas diferentes y el Choi YeonJun que admiraba no era el mismo con el que hizo aquello, no los veía igual.
No importaba cómo fuera, después de todo tampoco se detenía a pensar mucho mientras se masturbaba pensando en él, en su toque. No analizaba aquello mientras se escondía en el cuarto de baño y movía su mano con la misma fuerza que YeonJun había utilizado con él, mientras acallaba sus gemidos mordiéndose el interior del labio.
Cuando estaba así, qué mierda importaba si eran compañeros de grupo, si era su mayor o si YeonJun había insistido anteriormente en su supuesta heterosexualidad.
BeomGyu quería a YeonJun, pero no del modo en que le dolería si YeonJun sólo lo hubiera "utilizado". No, BeomGyu lo haría de nuevo, aunque no hubiera algún sentimiento romántico de por medio. Después de todo, ya habían demostrado que éso no cambiaba su amistad.
Y eso fue lo que hizo a BeomGyu intentar hablar con YeonJun de ello.
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Habían grabado el vídeo musical y les dieron el fin de semana libre, normalmente grababan algunos días libres y lo llamaban Talk & Today, y también grababan su show To Do, pero en esa ocasión todo estaba terminado y ese par de días servían para desestresarse antes del comeback.
Esa fue la oportunidad de BeomGyu, la oportunidad en la que YeonJun y él estaban sentados en el sofá mientras dos de los miembros dormían y otro había salido a hacer compras, aquel Viernes por la tarde.
—Hyung.
YeonJun movió su cabeza sin apartar la mirada de la televisión por unos segundos, pero después sólo puso pausa para escuchar respetuosamente.
—Qué sucede.
BeomGyu sentía el nerviosismo en su pecho, cosa que hacía que acomodara su cabello bastante seguido y moviera un poco la pierna. Sin mirar al mayor, BeomGyu sólo jugó con sus manos mientras tomaba valor para hablar.
—Sobre éso que hicimos... —habló bajito, con la mirada gacha, sin saber exactamente qué decir. Se quedó callado, esperando que YeonJun hablara.
—¿Quieres hablarlo? —finalmente preguntó luego de unos segundos, su voz seria pero en el mismo tono amable de siempre.
BeomGyu asintió, moviendo sus dedos nerviosamente en su regazo.
—No tienes qué explicarme por qué lo hiciste, sólo...
—¿Quieres saber si volverá a pasar?
—No —respondió de inmediato con voz temblorosa —, qui-quiero decir que... No éso, pero
Bufó mientras cubría su rostro avergonzado. Ni siquiera sabía a qué quería llegar, esperaba que YeonJun lo hiciera por él.
Y él pareció entenderlo, porque sonrió ligeramente mientras veía a BeomGyu ruborizarse hasta las orejas.
—No sé por qué lo hice —admitió —. Simple líbido, atracción hacia tí, no lo sé. Pero no quisiera que creas que quería confundirte.
—No lo haces —habló apresuradamente, alzando la cabeza para mirar al mayor —. No me gustas de esa manera —aclaró, negando con la cabeza.
YeonJun lo miró con una expresión difícil de leer, sus bonitos y pequeños ojos con una mirada que no había visto antes. Más éso no duró mucho, porque él mayor miró hacia abajo, asintiendo.
—Entonces queda aclarado, ¿no?
—Supongo.
Pero por alguna razón BeomGyu se sintió decepcionado de la corta conversación, que al final no llevó a mucho... No a lo que él quería.
YeonJun tomó el control de la televisión para volver a encenderla, claramente intentando dejar el tema de lado. BeomGyu no conocía esa faceta de YeonJun, la de huída, porque si bien era relajado, no lo suficiente como para dejarlo ahí tan tranquilamente, ¿o sí?
—¿Te gustó besarme? —preguntó de repente, sin saber ni de dónde había sacado el valor.
El mayor parpadeó un par de veces con confusión, pero respondió en tono sincero —Me gustó, eres muy lindo, a cualquiera la gustaría besarte.
BeomGyu no se sintió del todo satisfecho con aquella respuesta, pero sí lo suficiente. Después de todo, BeomGyu adoraba los cumplidos y ése había sido uno.
—También me gustó besarte, hyung.
Quizá fue el tono lento y suave con el que dijo éso, quizá fue que ambos estaban esperando el momento indicado o quizá sólo fue el mero impulso que antes habían dejado florecer, el caso es que los había llevado a acercarse con lentitud, aún sentados pero un poco inclinados hacia el lado del contrario, para finalmente unir sus labios de nuevo.
Era un beso suave y sensual, estaba cargado de un nervioso deseo que quería sobresalir, pero ambos lo tomaban con calma. Los suaves labios de BeomGyu contra los rellenos labios de YeonJun en un beso lento que cada vez se iba haciendo más profundo.
Sus respiraciones mezcladas, la sensación caliente y deliciosa de los labios contrarios y el impulso de tocarse logró que ambos terminaran acercando sus cuerpos.
Pero en esa ocasión, fue BeomGyu quien estaba debajo, debajo de un YeonJun que lo empujó suavemente en el sofá para colocarse sobre él, las piernas de ambos entrelazadas. YeonJun acarició el rostro del menor, quien colocó sus manos en los brazos de YeonJun mientras comenzaban a abrir la boca para profundizar el beso.
Cada vez más caliente, más íntimo. A BeomGyu le estaba gustando tanto que su cuerpo despertó bajo el cuerpo caliente de YeonJun, bajo su toque y con ayuda de sus expertos besos.
Y YeonJun no parecía estar mejor, pues suspiraba mientras apegaba su cuerpo al de BeomGyu.
Lamentablemente, escucharon la puerta del apartamento abrirse, y ambos se separaron con rapidez. Habían olvidado que en cualquier momento podía llegar TaeHyun, pero sobre todo, que en cualquier momento SooBin o Huening Kai podían despertar para encontrarlos a los dos besándose.
No lo habían pensado, nunca lo hacían.
—YeonJun hyung, traje tu ramen.
El mencionado se levantó para dirigirse a la cocina, agradeciendo y actuando tan naturalmente. BeomGyu se quedó sentado en el sofá, esperando que su semi erección no se notase en sus pantalones holgados.
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Ese Domingo tres de los miembros se dirigieron a comer mariscos, sin que pareciera raro que BeomGyu no asistiera, ya que él detestaba dicha comida. Lo que sí les pareció extraño fue que YeonJun dijera que no los acompañaría, pero al saber que iría al estudio no lo sintieron tan anormal.
Pero YeonJun no se dirigió al estudio como le había mencionado a todos, incluso a BeomGyu.
—Creí que irías al estudio —habló BeomGyu al ver aún al mayor en casa, llegando a la habitación para acostarse en su cama.
—Creíste mal —respondió descaradamente para luego llamar a BeomGyu con él, con una palmada en la cama.
BeomGyu se sintió un perro, así que lo miró con expresión medio fastidiada medio sonriente, acercándose para sentarse junto a él.
—¿Y ahora qué?
BeomGyu traía su celular en mano, pero lo soltó cuando YeonJun se incorporó para besarlo, sin aviso siquiera. El menor suspiró con ganas de hacer algo más que sólo besarse, ya que no habían hecho nada más con lo que pasó en el sofá.
El peliazul pasó su mano por la nuca de BeomGyu, acercándolo más.
Pronto, ambos se encontraron acariciando el cuerpo contrario mientras los besos del mayor bajaban por el cuello del más bajo. BeomGyu suspiró con el placer recorriendo su cuerpo, enviándole aquella electricidad que lo recorría deliciosamente.
—Beomie, tócame.
El dulce sobrenombre en una orden firme logró que BeomGyu perdiera el control sobre su propio cuerpo, y guiado por el placer de complacer a YeonJun, guió sus manos a la camisa del mayor para quitarla.
YeonJun le ayudó, quitándosela rápidamente mientras BeomGyu movía sus manos hasta el pantalón de éste, bajándolo.
BeomGyu perdió su pantalón también, pero no su ropa interior ni tampoco su camisa.
—No, déjala —había dicho cuando notó la intención del mayor por quitársela.
YeonJun asintió y simplemente se acercó para besarlo de nuevo durante unos segundos antes de separarse.
—¿Puedo tocarte?
BeomGyu asintió con necesidad, llevando también su mano hacia la entrepierna de YeonJun, no sin antes recorrer con sus yemas el atractivo torso, pasándolo por sus brazos hasta su abdomen.
YeonJun escondió su rostro en el cuello de BeomGyu, quien sentía la respiración caliente del mayor hacerle cosquillas y llevándolo a un nivel de placer más alto.
Comenzaron a acariciarse de nuevo. En ese momento no pensaron en ir más allá, en hacer otra cosa más que tocarse, porque éso ya era suficiente para hacer sus cuerpos temblar de placer. Se acariciaron de nuevo, YeonJun llevándolo más allá cuando no sólo pasó su mano por el pene erecto de BeomGyu, sino que la movió más abajo, metiéndose en su ropa interior para tocar los testículos del menor. El chico jadeó sorprendido, su cuerpo moviéndose hacia el toque de YeonJun en un espasmo brusco ante la mueva sensación. Gimió y apretó entre sus dedos el brazo de YeonJun, al igual que su erección. No tenía otra manera de expresar el placer que estaba sintiendo, y era tanto que no le importó hacer aquellos sonidos extraños que no esperaba que salieran así.
Intentó hacer lo mismo que YeonJun, pero la posición no le permitía mover su mano demasiado abajo, por lo que lo compensó volviendo más firme su agarre en el pene contrario. Era más sensible, al parecer, porque YeonJun suspiraba pesadamente mientras besaba su cuello.
BeomGyu se sintió muy torpe a lado de YeonJun, porque sus movimientos no eran como los del mayor, pero aun así intentó lo mejor que pudo.
YeonJun se separó para mirarlo sin dejar de mover su mano, la otra por obviedad ocupada sosteniéndolo encima de BeomGyu. El menor ni siquiera sintió sus orejas enrrojecer como de costumbre, en cambio la manera en que YeonJun lo miró sólo lo hizo retorcerse de placer. Sintió sus ojos llenarse de lágrimas mientras apartaba la vista, pero ni así el mayor dejó de observarlo.
BeomGyu incluso hizo más lentos los movimientos con su mano, sin poder asimilar todo a la vez.
Sentía que se veía feo, sus expresiones de placer seguramente no eran agradables pero YeonJun no apartaba la maldita vista, y por supuesto no paraba de jugar con él.
BeomGyu no duró demasiado cuando YeonJun habló, la voz que tanto le gustaba ronca y baja:
—Tierno.
Ensució su camisa y la mano de su hyung en medio de espasmos de placer, la sensación en su vientre más fuerte de lo que nunca la había sentido. Sus gemidos acallados mientras mordía el interior de su labio, lastimándose de nuevo.
Había dejado de tocar al mayor desde hacía algunos minutos, por lo que le pareció extraño que YeonJun se alejara una vez terminó.
YeonJun se acostó a su lado, ocultando su erección nuevamente dentro de su ropa interior. BeomGyu no quería mirarlo, le daba vergüenza luego de... Haber sido tan desvergonzado.
—Hyung, aún puedo ayudarte —habló bajito, acostándose de lado con el frente hacia el mayor, pero su mirada gacha.
—No es necesario.
—Quiero hacerlo.
Así, BeomGyu llevó su mano de vuelta a YeonJun, acción que los llevó a repetir todo el proceso.