Por encima de los cielos grises,
Etoy seguro que hay una luz más brillante.
Después que estas nubes oscuras se despejen,
Esta brillará deslumbrantemente.
Tú brillas como las estrellas,
Iluminas mi corazón
Al final de las dificultades de hoy
Brillarás para mí.
El dolor solo es una tormenta pasajera para mí,
Debo superar todo
Porque pasará, pasará.
EXO - Been Though.
Días soleados
Han pasado siete meses desde que el mar lo arrojó a la costa de aquella aldea y fue salvado por el boticario del pueblo, Kim Junmyeon, alertado por su hijo quien se acercó en primer lugar. Yixing estaba destruido tanto física como emocionalmente, era un hombre sin esperanzas y con un dolor que se reflejaba en sus pequeños ojos. Junmyeon se alarmó al ver al hombre herido que hizo que por un instante su propio dolor reinara sobre todas sus emociones, o al menos eso fue lo que percibió el extranjero.
Entretanto Yixing ha continuado dando lecciones de mandarín, a pesar que el viejo Leetuk se reintegró, fue tan bueno su desempeño en esas primeras seis semanas que la escuela los mantuvo a los dos. Por ende, sus ingresos han aumentado al punto que entre Junmyeon y él comparten equitativamente los gastos del hogar, a pesar que en un principio el otro hombre se reusara en aceptar el ingreso extra pero finalmente lo ha conseguido y entre los dos están al día con los impuestos al rey que cada día van en aumento.
La vida de Yixing ha podido reconstruirse en esa aldea y su plan de marcharse a otro lugar ha sido finalmente descartado, aún planea hacer una visita a alguien de su pasado, no le ha contado de esto último a Junmyeon, espera decírselo pronto pues planea hacer el viaje durante la temporada de vacaciones.
Es en ese lugar que puede llamar hogar, Yixing suspira.
—¿Y ese suspiro tío Yixing? —pregunta curioso Kyungsoo con la boca llena de arroz—. Chanyeol dice que si uno suspira es porque está enamorado.
—Te he dicho que no hables con la boca llena —regaña su padre—. Y que no le hagas caso a ese mocoso.
Yixing ríe con gana ante la interacción entre padre e hijo, que se detienen para mirarlo confundido.
—No estoy enamorado de alguien. ¿Me vas a presentar a alguna mujer? —dice a modo de broma.
Por supuesto no está interesado en ninguna mujer, aunque se ha ganado uno que otro halago, además de regalos que llevan sus estudiantes de parte de alguna madre soltera. Yixing los acepta, ya que Junmyeon le dice que es mal visto si no lo hace, así que al llegar a casa los comparte con los demás habitantes, incluyendo al amigo entrometido de Kyungsoo, quien se la pasa más en esa casa que en la propia.
—¡No quiero eso! —reacciona el niño haciendo una mueca como si hubiese probado algo ácido.
Yixing sigue riendo contrario a Junmyeon que parece algo molesto, tomando su sopa sin inmiscuirse.
—Tranquilo, solo bromeaba —agrega alegremente—. No estoy interesado en ninguna mujer. —Le aclara. Su respuesta parece aliviar al menor.
—Qué bueno porque mi papá y tú ya son como esposos —asegura el mocoso.
Yixing queda con la cuchara en la mano y la boca abierta como un tonto. Junmyeon, por otro lado, se atraganta con su sopa y empieza a toser, el niño se levanta y le da golpes por detrás hasta que como una especie de déjà-vu, Junmyeon hace un gesto con la mano para que se detenga.
—¿P-por qué dices esas cosas, Kyungsoo? —señala Yixing nervioso sin poder comer. El mocoso se encoge de hombros.
—Lo escuché.
—¿De quién? —pregunta exaltado su papá.
—La mamá de JongIn dice que ustedes son como una pareja que llevan muchos años de casados... Y a mí me gusta así—agrega vacilante esto último.
—Pues no le hagas caso a la señora—ordena en un tono firme, aún con su rostro hasta sus orejas enrojecidas—. Debe ser que tanta agua de mar ya ha atrofiado su cabeza—refunfuña Junmyeon arrugando su rostro.
El niño ríe y Yixing sigue con la cuchara a medio camino. No sabe por qué de repente se siente inquieto con lo que mencionó el niño, ni siquiera puede mirar a Junmyeon a los ojos sin sentirse avergonzado, tampoco puede explicar por qué su corazón late aceleradamente.
—¿Casados? —pregunta tardíamente. Esta vez el niño no responde y sigue comiendo.
—No le hagas casos, Yixing —agrega seriamente el otro hombre.
En eso, Kim Taeyeon, madre del pequeño Baekhyun y vuida del señor Byun, se acerca a su mesa. Yixing bufa bajito pero el niño le ha pillado y le guiña un ojo antes de dirigir su mirada a la señora, dueña del restaurante en donde se encuentran.
La mujer de cabello azabache ondulado, camina contoneando sus caderas y los saluda con una enorme sonrisa que solo parece extenderse cuando sus pequeños ojos se posan sobre Junmyeon, quien se sonroja, incluso más, por la atención recibida.
—¿Les gustó la comida? —pregunta, pero su mirada está fija en un solo hombre.
—Estuvo todo absolutamente delicioso —Junmyeon responde satisfecho con una pequeña sonrisa, que revuelve el estómago de Yixing—. Gracias por la atención.
—La sopa estaba salada —dice el niño imprudentemente, ganándose una mirada fría por parte de su progenitor mientras que el extranjero intenta no reír y coloca su mano sobre sus labios para evitar que su risa escape.
—¡Kyungsoo!
La señora le sonríe al niño, pero Yixing puede notar que no es un gesto sincero.
—No se preocupe, Junmyeon —interviene la señora—. Los niños no saben apreciar la buena comida.
—Estuvo muy rico, pero la sopa estaba un poco salada para mi gusto —Yixing añade bajo un tono formal no ha podido guardarse su opinión, arrepintiéndose al instante, tal vez fue demasiado; pero es que esta situación con la viuda no le gusta.
—Tendrás que perdonarlo —espeta Junmyeon arqueando una de sus cejas en su dirección, como sí no creyera lo que acababa de escuchar—, al estar rodeado de niños todos los días lo han convertido en uno.
La señora ríe fingidamente pasando una mano por su cabello.
—El hecho es que a ti te gustara, Junmyeon.
Y en seguida la mujer se marcha, ya que la llaman de otra mesa, y no le pasa desapercibido el guiño que le da al final a Junmyeon.
—Debemos buscar otro lugar donde comer —señala Yixing amargamente—. No me siento cómodo aquí.
El niño es el único que asiente ante la idea, la expresión de Junmyeon le es difícil de descifrar parece entre pensativo, malhumorado y algo que no logra comprender; su silencio le inquieta, y es que tampoco se puede entender a sí mismo.
⛅☁️⛅
Yixing ha estado cargando un aura gris desde su pequeño acto maleducado con la dueña del restaurante, la señora Taeyeon, hace ya algunos días, y a pesar de ser una mujer emprendedora con la mejor de las sonrisas, siempre atenta y feliz como su retoño; simplemente no le gusta que constantemente esté intentando agradarle a Junmyeon, y ese hombre ni siquiera la detiene a no ser que...
—¿Quieres decirme algo? —Junmyeon ni siquiera voltea para preguntarle. Yixing se asusta y da un pequeño respingo.
—¿Yo? —pregunta abriendo grande los ojos. El otro hombre ríe antes de mirarlo.
—Sí, tú —señala seriamente—. Me has estado mirando fijamente, a no ser que tenga algo en la cara y temas decirmelo... de lo contrario no sé por qué razón lo haces.
—¿De casualidad, te has enamorado de la señora Taeyeon y estás enojado conmigo por lo que le dije a tu nuevo amor? —intenta averiguar desvergonzadamente, antes de darle una buena mordida a su manzana.
El hombre a su lado que ha estado batiendo una extraña crema espesa sobre la hornilla, se detiene y lo mira frunciendo el ceño.
—¿De dónde sacas esas tonterías? Cada día te pareces más a Kyungsoo diciendo cualquier disparate.
Yixing da otra mordida a su manzana antes de seguir. Su respuesta no le ha revelado nada.
—¿Eso quiere decir que te has enamorado de ella?
—¡No! —Junmyeon deja la cuchara de palo sobre la olla y pasa su mano por su frente—. No me gusta ella, no estoy enamorada de ella, ¿satisfecho? —pregunta arqueando una de sus cejas; pero Yixing niega.
—Así que, ¿estás enamorado de alguien más?
Al parecer su curiosidad no tiene límites, pero no se arrepiente de preguntar, pese a que la expresión del mayor no le favorece.
—No es algo que debas saber —agrega secamente.
Definitivamente no le ha gustado esa respuesta, Junmyeon regresa su atención a la mezcla que desborda un aroma dulce.
—Por supuesto que debo saber —insiste—, al fin y acabo si estás viendo a una mujer estarás pensando en organizarte con ella y no quiero estorbar.
—Serás el primero en saberlo. —El otro hombre se detiene frente a él, el trozo de manzana que tenía en su boca ha pasado con dificultad en su garganta. Están tan cerca, que puede notar algunas arruguitas alrededor de sus ojos—. Y en este momento estás siendo un estorbo. Muévete. —Le pide con un movimiento burdo de manos.
Yixing se da cuenta que está obstaculizando el paso hacia el resto de la cocina, así que torpemente se hace un lado; Junmyeon se detiene en uno de los estantes buscando algo y cuando lo encuentra, sonríe radiante antes de regresar a la hornilla. Yixing se queda observándolo, apoyado sobre el borde del mesón, nota que los movimientos de Junmyeon son elegantes, sus manos parecen ser firmes mientras toma la cuchara de palo, sus brazos no son tan delgados en un primer plano, puede ver algunos músculos allí. No se había fijado en esos detalles de su compañero, y no tiene idea por qué lo está haciendo justo ahora.
En ese momento hace más que darle espacio, da unos pasos hacia adelante y pasa sus brazos rodeando su cintura hasta apoyar su cara sobre su hombro derecho, donde aspira el aroma proveniente de la olla. Junmyeon se detiene en seco, su cuerpo se tensiona y no es el único sorprendido, ya que Yixing también lo está, no puede creer que esté abrazando a un hombre, pero es Junmyeon, y no se siente tan mal.
—¿Qué está haciendo? —pregunta con voz trémula. Sus manos siguen rodeándolo.
—Yo eh —Yixing se siente nervioso—. Pensaba que...
No sabe qué decirle, finalmente sus manos parecen hacerle caso y disuelve el abrazo, Junmyeon lo mira intrigado con sus mejillas rojas.
—¿Tienes una bonita piel? —Quiere afirmar pero le ha sonado como una pregunta. Yixing pasa su mano por detrás de su cabeza sobre su nuca. Siente que cada vez está actuando más descabelladamente.
—¡Qué! —La expresión de Junmyeon es una mezcla entre desconfiado e intrigado—. ¿Me estás preguntando sí mi piel es bonita?
Yixing se encoge ante aquella mirada
—Yo... supongo —resuelve en decir confundido.
—¿Estás hablando en serio? —pregunta intrigado, su cara estupefacta tras su respuesta.
—Pues sí eh yo, ¡recordé que tengo que hacer algo! Adiós.
Yixing sale precipitadamente de la cocina hacia las afueras de la casa en busca de la brisa marina que le ayude a reaccionar. No sabe qué está haciendo cuando está alrededor del dueño de casa, su corazón parece emocionarse cuando están cerca, se siente nervioso y actúa con torpeza.
☁️🌒☁️
La espesa bruma no solo parece haber nublado su vista sino también sus pensamientos; el calor emana de su cuerpo cuando alguien más aparece en escena, Yixing estrecha la mirada y es sacudido al ver la piel demasiado pálida expuesta por esta persona cuando se le acerca, hasta terminar sentado a su lado y aunque no puede ver claramente su rostro, sabe de quién se trata; una sonrisa se dibuja en sus labios, al sentir la palma suave de su mano contra la áspera suya. Delicadamente lo va tocando con su mano libre, trazando su hombro ascendiendo lentamente por su cuello, hasta perfilar esos delgados labios. Siente un extraño calor ardiendo desde el centro de su cuerpo, quiere tomar el rostro de esta persona, pero el agua, que no ha visto de donde ha llegado, lo arrastra lejos de él; grita con desesperación su nombre, sus intentos por salvarlo son infructuosos y sus manos solo encuentran agua. Su rostro es cubierto por frías lágrimas, no hay nadie más allí, se ha quedado completamente solo, y antes que la esperanza termine de diluirse en su interior, grita nuevamente su nombre.
—¡Junmyeon!
Yixing termina por sentarse sobre la cama, sus ojos son inundados por una oscuridad aplastante; se escucha jadear, como sí saliera del agua, escucha el tintineo de su corazón. Está confundido, imágenes de Junmyeon desapareciendo frente a él, se aglomeran en su mente y le aterra.
—Fue solo una pesadilla, Yixing. —La voz calmada de Junmyeon lo sorprende, ha estado allí todo este tiempo y es cuando se da cuenta que ha tomado firmemente su mano como su salvavidas; por lo que suavemente lo suelta sintiendo una especie de frío súbito que le hace temblar.
—Todo va a estar bien.
El miedo y la desesperación de perderlo juega en su cabeza, así que lo toma por sus hombros y en silencio lo abraza.
—Estás aquí —dice aliviado.
—Estoy aquí —agrega.
Esta vez no se siente incómodo al tener al otro hombre entre sus brazos, tampoco quiere huir porque siente una especie de calma cuando lo tiene cerca y su corazón parece saberlo, tanto que le es difícil deshacerse del abrazo, pero finalmente lo consigue.
La habitación está prácticamente oscura excepto por la lámpara que Junmyeon ha traído consigo. No hace falta demasiada luz para saber que el otro hombre lo mira detenidamente, siendo sus respiraciones el único sonido. No se atreve a hablar.
—Algunas veces parece que llamas a tu esposa —señala serenamente— o a tu hijo, pero últimamente ha cambiado, me has estado llamando... a mí —enfatiza con un susurro que apenas puede oír.
—Junmyeon —nombra atemorizado. Su sueño, el agua llevándoselo lejos de él, le hace temblar súbitamente.
—No voy a desaparecer.
—No lo puedes asegurar —confiesa con un hilo de voz—. A veces he creído que he perdido mi fortuna y solo genero muerte a mi paso, no quiero lo mismo para ti o tu hijo.
—Mi fortuna es larga y próspera, al igual que la de Kyungsoo. —Junmyeon acaricia su cabello, lo que le genera una ola de tranquilidad en su interior, que por poco le hace olvidar de lo que están hablando.
—¿Cómo es que estás tan seguro? —Le pregunta curioso.
—Mi madre ella... —Junmyeon suspira—. Ella tiene una intuición muy fuerte.
Las personas dedicadas a la adivinación, sanación, incluso médiums y videntes, son llamados en su tierra natal como «Wu», una vez recuerda llegó una caravana con un grupo de brujos, a Yixing le aterraba este grupo de personas de ojos afilados y sonrisas siniestras; estaba empezando a imaginar a la madre de Junmyeon como una auténtica bruja.
—¿Wu?
Pero Junmyeon niega, puede ver a través de la penumbra el movimiento de su cabeza.
—Ella no es una bruja, solo nació con un don especial, shramana.
—Por eso Kyungsoo dijo que tenías sangre de brujo. —Recuerda.
La reacción del mayor era lo que esperaba, una risa tranquila seguido de un encogimiento de hombros.
—Creo que sería una buena idea que pudieras conocerla —agrega pensativo la luz detrás de él, perfila su silueta frente a él—. Ella no vive muy lejos de aquí. Tal vez te gustaría conocerla, mi madre podrá decirte si tu fortuna ha acabado. Sí me lo preguntas a mí te diré que no, después de todo soy el hijo de una vidente —señala entre risas.
Yixing desea intervenir, le parece una buena idea, además está muy curioso en conocer la clase de persona que formó a alguien tan especial como Junmyeon; solo que, como en otras ocasiones, el otro hombre parece ensimismado en sus argumentos, así que lo deja que termine, lo observa y le es inevitable sonreírle, aun si la otra persona no lo está viendo directamente.
—...Por lo que solo tendrás que preocuparte por soportarme —Junmyeon sacude su cabeza—. A no ser... qué tonto soy, probablemente estarás pensando en encontrar a una mujer para desposarte con ella.
Esta vez no lo duda e interrumpe esa montaña de pensamientos tan alejados de la realidad.
—No he pensado en ninguna mujer —confiesa y se envuelve en sus pensamientos—. Para que querría encontrar a alguien más, sí solo encuentro paz contigo, Junmyeon.
Escucha un jadeo por parte del otro hombre, su corazón ha empezado una carrera que precisa ganar.
—Yixing, qué.
—Yo...
A quién pretende engañar al decir que no sabe lo que hace, lo sabe, Yixing es consciente del momento en que sus manos terminan en el mentón de Junmyeon, suavemente levanta su rostro, siente su cálido aliento antes de presionar sus labios contra los suyos; de inmediato siente un calor desde sus labios conectados que avanza y se pierde en su torrente sanguíneo.
Yixing se separa, lo ha hecho, y probablemente el dueño de casa dirá que...
Sorpresivamente Junmyeon lo toma de su nuca y lo acerca hasta que sus labios no solo se están tocando, sino que se mueven entre sí, entrelazando sus labios, moviéndose uno sobre el otro, cierra los ojos y se entrega completamente a la sensación suave y húmeda que sigue enviando olas de calor por todo su cuerpo. Puede escuchar el pequeño chasquido cuando se separan.
Yixing mantiene la boca entreabierta, sus labios retumban en sincronía con su corazón acelerado. Se escuchan sus respiraciones convertidos en pequeños jadeos. No se mueve ni un centímetro y Junmyeon tampoco lo hace. Se están ahogando en su propio silencio.
Ha besado a un ¡hombre!, y aunque la idea le resulta grotesca, el pensar que fue con Junmyeon no le molesta. Sus labios siguen hormigueando, así que vuelve a unir sus labios con los de él en un breve toque, necesita confirmar algo: definitivamente no le desagrada.
Junmyeon se separa, dejando un espacio entre ellos.
—¿Qué estamos haciendo? —pregunta en un tono vacilante, que le hace pensar que se ha propasado.
—Yo... creo que nos ¿dimos un beso?
—Me parece que si —acuerda Junmyeon y lo ve cuando lleva sus dedos hacia sus propios labios—. Será mejor que te deje ¿dormir?
Propone con duda, presuroso se pone de pie y toma la lámpara.
—Duerme bien.
—Si eh tu-tú también... Yixing.
Pero no puede dormir, no lo consigue y en su mente se replica el beso o debe decir, los besos; lo mucho que lo deseó segundos antes de hacerlo, y lo bien que se sintieron, aun sí fue con un hombre como él, no fue desagradable. Le gustó, y lo deja emocionado, nervioso hasta expectante a lo que ocurrirá al otro día.
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El Sulay se puso cariñoso 😍
Les agradezco sus votos y cometarios. 💟💜