capítulo dieciocho; cumpleaños de Bella
Las arrugas de su ligero vestido desaparecieron con un simple tirón de parte de la pelirroja, una mueca apareció en su rostro mientras rascaba las pecas que decoraban su descubierto brazo.
Mónica se forzó a sonreírle a su reflejo antes de rendirse por lo poco realista que se mostraba, sencillamente no se sentía cómoda en aquel vestido y, a pesar, de que este fuese precioso sentía como si fuese a desmayarse debido a la falta de oxígeno. Alice le habían dado unas pautas a seguir y la primera de la lista era: "No respires" Esas palabras habían salido con tanta facilidad de la boca de la morena que incluso hacía una media hora le había parecido sencillo pero claro, estaba rodeada de vampiros que no necesitaban respirar.
El sonido de un puño golpeando la puerta del cuarto de Jasper sonó sobresaltando a la pelirroja que velozmente le abrió.
Mónica esperó pacientemente viendo como el rubio la analizaba con la mirada, sus mejillas se ruborizaron mientras ella apartaba un rebelde mechón de pelo de su maquillado rostro.
—¡No te rías!—se apresuró a decir ella al ver que una de las comisuras de sus labios se alzaban.
—Tampoco pensaba hacerlo, solo no es tu estilo, chica 70s.
—¡Oh! ¿En serio? Alice me obliga a llevar este y me entristece saber que no pasaré otras tres horas junto a ella de compras.—la ironía retumbó en su voz mientras su novio juntaba sus cuerpos en un rápido movimiento.
—Estás hermosa, Mónica, como siempre.—la pareja compartió un rápido beso.
—¿De verás? Me siento desnuda.
—Nunca he ido más en serio en mi vida.
—¿Debería ofenderme? No hace tanto que aceptaste salir conmigo.—el rubio se carcajeó, a la par que alentaba a la chica para que diese una vuelta.
—Está bien, la segunda vez que más en serio he ido en mi vida.
—¿Y cuando me dijiste que me querías?—Jasper colocó sus brazos alrededor de la pelirroja para poder abrazarla.
Las muñecas de Mónica se entrecruzaron cuando pasó sus brazos por la cintura del chico Hale.
—¿La tercera te parece un buen puesto?
—Creo que sí.—el rubio negó con la cabeza sacudiendo sus pequeñas ondas.
La puerta se abrió justo cuando acercaron sus bocas para sellar aquellas palabras con sus mismos labios, la pelirroja se alejó avergonzada viendo como Alice aparecía risueña.
—¡Cuidado con el vestido! Tiene que estar perfecta.
—No creo que pueda por mucho más tiempo, Alice.—avisó Mónica repasando las reglas de la vampiresa.
—Es tan fácil como aguantar la respiración, Nica.—la recién nombrada resopló al oír cada palabra de aquella frase.
No entendía lo fácil en aquella ecuación que Alice había formulado en pocos segundos, tampoco entendía por qué debía verse delgada en el vestido, la pelirroja no tenía problemas con su cuerpo pero como cualquier otra chica tenía barriga y, por último, aquel sobrenombre que a Alice se le había ocurrido en Port Ángeles pero conociendo a la morena insistirle en que no la llamara así tan solo conseguiría aumentar el número de veces que ella lo pronunciara.
—Creo que olvidas, Alice, que es una humana.—remarcó Jasper acariciando el dorso perteneciente a la mano de ls pelirroja.
—Técnicamente, soy una ninfa.—el rubio osciló sus ojos burlonamente.
—Perdóneme, ninfa tonta.
—Disculpas aceptadas, vampiro estirado.
†
Los Cullen esperaban pacientemente a que la cumpleañera llegase junto a su respectiva pareja, la pelirroja se distraía observando el lugar y tirando de vez en cuando de su vestido.
La de mechones rojos se había percatado de que la posición de cada uno de los presentes dependía de su compañero, exceptuando a Alice que se había marchado en busca de Bella, Mónica acarició la mano del rubio al notar lo tenso que este se encontraba. No era un misterio que a Jasper era al que más le costaba controlarse, por ello eran los más alejados en la habitación.
Bella apareció en el campo de vista de Mónica quién le sonrió al verla bajar acelerada junto a Alice quién tiraba de ella.
La pelirroja se alejó de Jasper justo después de besar la mejilla de este queriendo abrazar a la morena, ellas dos no mantenían mucha amistad pero Mónica albergaba la esperanza de que esto cambiase con el tiempo.
—Siento todo esto, no hemos podido contener a Alice.—la relajada voz de Carlisle fue la primera en resonar por la estancia.
—Como si eso fuera posible. Feliz cumpleaños, Bella.—intervino Esme abrazando a Bella sonriente.
El flash de la cámara que Alice sostenía, sobresaltó a la pelirroja que retrocedió antes de girarse topándose con el rubio que se había atrevido a acercarse unos cuantos pasos, Mónica le dedicó una risueña sonrisa a Jasper que guiñó un ojo a modo de contestación.
—Felicidades, Bella, que sepas que estoy siendo torturada gracias a ti.—Mónica abrazó a la humana mientras Alice rodaba los ojos sonriendo.
—Eres una exagerada, Nica.
—¿Nica?—cuestionó Emmett burlón y la pelirroja se llevó la mano a la nuca suspirando.
—Maldición.
—Parece que hemos encontrado un nuevo apodo para rojita, Jasper.—bromeó Emmett y el rubio negó antes de romper su estirada pose para rodear la cintura de la pelirroja con sus brazos y apoyar su mentón en el hombro descubierto de su novia.
El flash cegó momentáneamente los ojos de la ninfa antes de ver a Alice bajar la cámara que hace unos segundos apuntaba en su dirección.
—Tenía que capturar ese momento.—se excusó la morena viendo como la pelirroja sonreía y el vampiro besaba su hombro.
—Es un collar, lo escogió Alice.—la voz de Rosalie la distrajo de sus pensamientos sobre el chico a su lado.
—Gracias.—Alice tiró de la cumpleañera y Edward para sacarles una foto y entregarle otro paquete.
—Este es de parte de Emmett.
—¡Oh, y viene con el mío!—exclamó la pelirroja separándose de Jasper para agarrar el regalo que desprolijamente había envuelto.
Bella sacudió el paquete de Emmett con la confusión plasmada en su cara.
—Ya está instalado en tu camioneta, por fin un sistema de sonido decente en ese montón de...—aclaró el moreno antes de ser interrumpido.
—¡Eh, no te metas con mi camioneta!
—Perdona, olvidábamos que era sagrada.—bromeó Mónica estirando sus brazos para que Isabella agarrase el regalo.—No sé si te gustará la verdad, he pasado bastante tiempo recopilando mis canciones favoritas de distintos estilos de música, quería que tuvieses algo que me representase...ya sabes para ser más amigas.
—Es estupendo, Mónica, muchas gracias.—los labios de Bella se estiraron en una sonrisa.
La pelirroja asintió feliz antes de volver con Jasper que le propició algunas caricias además de usar su don para tranquilizarla.
Todo pasó muy rápido, Mónica ni siquiera prestaba atención cuando la humana abrió el sobre de Esme y Carlisle pero la torpeza de Isabella influyó provocando un corte en su dedo lo suficientemente profundo como para que algunas gotas de sangre cayeran al suelo.
Las gotas que desbordaron el vaso de la desesperación.
La joven ninfa reaccionó cuando Bella fue lanzada por los aires y Jasper había desaparecido de su lado, el ruido de los cristales romperse cuando Isabella cayó fueron como martillos en los tímpanos de la pelirroja que tan solo oía un pitido alertando el horror que acechaba.
La pelirroja vio como su compañero era lanzado por los aires hasta aterrizar sobre el piano y rápidamente estiró sus manos inclinando en acto reflejo su cabeza hacia atrás.
El suelo de la casa tembló antes de que gigantescas raíces atravesaran la madera, las astillas saltaron por todo el salón mientras Jasper era sujetado debido al poder que Mónica poseía sobre la naturaleza.
Cuando la pelirroja y los Cullen se aseguraron que el rubio no podía soltarse, la primera corrió en su dirección y obligó a una subdivisión de una de aquellas plantas a que moviese el rostro de Jasper en dirección a ella misma.
Mónica conectó sus ojos y en un efecto casi inmediato las facciones del rubio se relajaron, así que la pelirroja apoyó su mano en la congelada mejilla del vampiro que mostraba arrepentimiento en su rostro.
Las cosas habían cambiado para mal en la que principalmente iba a ser una tranquila fiesta de cumpleaños, pero nada en Forks era tranquilo.
m-oddinsdottir