Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

146K 11K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

32.

2.6K 204 92
By PassionKisser

—¿Van a salir? —preguntó por quinta vez Minji, dirigiendo la mirada entre Jisoo y Jennie con incredulidad—. ¿Las dos? ¿Juntas?

Nos encontrábamos en la sala principal, observando detenidamente como Jisoo y Jennie le indicaban a Minji que saldrían más tarde esa noche. Ella, por supuesto, no esperaba esa noticia, y se encontraba asimilándolo todo.

Jisoo, frente a ella, rodó los ojos y se cruzó de brazos, suspirando.

—Por sexta vez, mamá. Sí, esta noche habrá una fiesta y Jennie y yo iremos.

—Pero es que no me lo puedo creer —negó la mujer, llevando ambas manos hacia sus caderas—. Hace tan sólo unas horas estabas suspirando de forma irritada sólo porque les dije a ti y a Chaeyoung que Lisa y Jennie las acompañarían. ¿Qué cambió?

—Mamá, no somos unas niñas. Tú misma lo dijiste.

—No me lo creo —negando nuevamente, Minji dirigió su vista hacia Jennie y entrecerró sus ojos—. ¿Te hizo algo? ¿Te amenazó de alguna forma o...?

—¡Mamá! ¡Por Dios! —harta de sus palabras sin sentido, Jisoo bufó—. No le hice nada y ella no me hizo nada a mí. Sólo quiero ir porque quiero divertirme.

Minji observó a Jisoo y suspiró.

—Está bien, está bien. Pero espero que la cuides, Jennie, porque Jisoo cuando está ebria es completamente distinta.

Y en eso le daba la razón. Jisoo ebria era más deprimente que una Jisoo sobria, y era mucho más afectiva. No creo que Jisoo quiera serlo con jennie en este extraño punto de su... ahm... ¿Amistad?

—No iremos juntas.

—Pero si me acaban de pedir permiso para ir a una fiesta —comentó con sorpresa.

—Sí, es decir, es la misma fiesta, pero no iremos juntas. Jackson vendrá por mí y Jennie irá con su... Novia —murmuró lo último con un tono un tanto despectivo.

Jennie iba a decir algo, sin embargo, cerró la boca y asintió hacia Minji. 

La mujer nos observó a Lisa y a mí, intentando preguntarnos al respecto, pero ambas nos encogimos de hombros. Sinceramente no teníamos idea alguna de lo que sucedía entre ellas dos.

—Está bien, supongo... Pueden salir, pero las quiero aquí antes de las tres.

—Gracias —farfulló Jisoo aliviada.

—Y espero que lleguen antes que nosotras.

—Sí, sí, nosot... Espera, ¿qué? —levantando una ceja, Jisoo se volvió hacia su madre—. ¿Dijiste "nosotras"? 

—Sandara y yo, por supuesto —comentó con orgullo—. ¿O qué? ¿Creían que eran las únicas haciendo amigos por aquí? 

—No sabía que tenías amigos.

—¡Oye! Qué ofensa —llevando una mano dramáticamente a su pecho, Minji palmeó el hombro de su hija—. Yo tengo muchos amigos.

—Tus dildos no cuentan, mamá —comentó con diversión.

Jennie y Lisa abrieron la boca cuando Minji se echó a reír.

—Oh, pero si ellos son excelentes amistades. La clase de amigos que toda mujer necesita —musitó de la misma forma y esta vez su hija se echó a reír—. ¿Y a ustedes qué les pasa? —preguntó hacia Lisa y Jennie—. ¿Nunca han escuchado hablar sobre dildos?

—N-no, es sólo... Jisoo dijo... Usted... —balbucearon.

—Sólo son pequeñas bromas entre nosotras. Uno siempre tiene que tomarse la vida de forma calmada y divertida, niñas. De lo contrario envejecerán rápido, y créanme, no quieren eso.

—Si, lo dice por experiencia. Ella ya parece mi abuela.

Ambas rieron y Minji volvió a golpearle el hombro.

—Silencio —carraspeó, una vez se acabaron las risas—. En fin, Dara y yo saldremos esta noche también con unos amigos. No volveremos hasta tarde.

—Está bien, sólo procura no embriagarte —dijo Jisoo.

—Lo mismo va para ti —volteó hacia Lisa y hacia mí—. ¿Y ustedes? No he escuchado sus planes todavía.

Ambas intercambiamos miradas antes de que Lisa sonriera y hablara.

—Bueno, planeábamos quedarnos y ver algunas películas.

—Ese suena como un buen plan.

Lisa y yo volvimos a compartir miradas.

—Lo es —murmuré, haciéndola sonreír.

Espero que esta sea una buena noche.

...

Después de despedirnos de Jisoo y Jennie, la tía Dara y Minji se fueron con sus amigos y Lisa y yo quedamos completamente solas. 

—Uhm... Entonces... ¿Por qué no tomas un baño mientras yo arreglo las cosas aquí? —dirigiéndose hacia mí, Lisa sonrió.

Levanté una ceja.

—Eso no sería justo.

—Yo tomaré una ducha también y me ocuparé de las cosas por aquí, tú no te preocupes por nada.

—Pero-

—Anda, Rosie —me hizo dar media vuelta y palmeó suavemente mi espalda, dirigiéndome hacia las escaleras—. Sé que te tardas bastante y tenemos una maratón de películas que ver.

—¿Quién te dijo eso? Porque yo no recuerdo haberlo hecho.

—Jisoo —contestó rápidamente—. Ahora ve.

—Pero... Lisa-

—¿Te duele? ¿Quieres que te lleve?

Mordí mi labio inferior.

Aunque la idea de que me tomara en brazos era tentadora, en realidad iba a protestar. No sabía por qué quería hacerlo sola, pero no me agradaba esa idea.

—Lili- ¡Yah! ¡¿Qué haces?! 

Lisa me había tomado en brazos antes de que pudiera replicar correctamente y subía los escalones uno por uno con mucho cuidado.

—Voy a llevar a mi princesa hacia la torre.

Me reí y envolví ambos brazos en su cuello.

—¿No se supone que deberías salvarme de la torre? —pregunté.

—En este caso la torre es un lugar más seguro —contestó como si fuera lo más obvio del mundo.

—¿Eso te convertiría en buena o mala? 

—¿Es necesario contestar eso?

—¡Por supuesto que sí! —murmuré rápidamente—. Yo nunca saldría con alguien malo.

—¿Ni aunque fuese tan sexy como yo y te de orgasmos maravillosos? 

—¡Lisa! —le golpeé el hombro y ambas reímos.

—Está bien, está bien. Déjame decirlo otra vez —carraspeó—. Voy a llevar a la princesa de vuelta a su castillo. ¿Así está mejor?

—Mucho mejor.

Ella sonrió y me plantó un beso en la cabeza antes de bajarme con suavidad en el suelo.

—Ya estamos aquí, Rosie pooh. Yo iré a tomar una ducha en el baño que hay abajo. Si necesitas algo sólo grita.

—¿Gritar? Pareceré una loca.

—Yo ya estoy loca por ti —me guiñó un ojo, haciéndome reír.

—Oh Dios... ¿Esa es tu forma de coquetear? —pregunté con incredulidad.

—Obvio no. Puedo hacerlo mejor que eso.

—¿Ah sí? Quizá deba juzgarlo por mí misma.

—Tal vez más tarde puedas hacerlo, princesa. Ahora entra allí y toma una ducha.

Sin dejar que musitara algo más, me empujó suavemente hacia dentro y finalmente cerró la puerta.

No entendía a qué venía su insistencia... 

«¿Acaso olía mal?»

Intenté averiguarlo, pero lo único que mi olfato pudo sentir fue el olor a frambuesa que emanaba mi piel aún.

«Quizá ya no le guste ese olor»

Pensándolo todo bien, tomé mis cosas y me adentré en el baño.

...

Una vez que terminé mi ducha, me aseguré de humectar bien mi piel con la loción corporal de fresa que había comprado recientemente.

«Sólo espero que este aroma si le guste»

Bajé las escaleras y repentinamente todo estaba oscuro, lo que me hizo fruncir el ceño. 

«Pero si hace un momento había electricidad arriba...»

—¡Lisa! —grité tal y como ella me había dicho. 

Me apoyé en la pared mientras caminaba y volvía a gritar su nombre.

—¡Lisa! ¡¿Dónde estás?!

De acuerdo, en este punto estaba empezando a preocuparme.

—¡¿Lili?!

—¡Estoy afuera, Rosie! ¡En el patio trasero!

Su voz me hizo tranquilizar de alguna forma y asentí, pese a que ella no podía verme, empezando a caminar con cuidado hacia el lugar donde me dijo que estaba. Parecía un ciervo bebé caminando por primera vez... Como bambi. Reí al recordarlo y empecé a preguntarme por qué no veía esa película seguido, era tan linda... Quizá pueda convencer a Lisa para verla esta noche.

Al salir, algo hizo que me detuviera y la idea de ver aquella película quedó en el pasado cuando vi lo que tenía enfrente. 

El patio trasero de la casa era bastante grande y muy hermoso. Las luces azules de la piscina se encontraban encendidas, habían unas cuantas luces colgando de las paredes, todo en una tonalidad baja, por supuesto, y justo al lado una mesa para dos personas con una vela en medio llamó mi atención.

De repente Lisa apareció junto a la mesa con una rosa en la mano, sonriéndome con cierta timidez mientras se acercaba a mí.

—Lili... ¿Qué es todo esto? —le pregunté, una vez estuvo a mi lado.

—Es... Uhm... Bueno... Yo quería... —suspiró y tragó saliva, antes de levantar el rostro para verme directamente a los ojos—. Sé que esta no es la mejor idea para una primera cita, Rosie... Y también sé que lo he dicho muchas veces, pero eres una princesa, mi princesa, y quiero tratarte como tal —jugó con la rosa en su mano—.  Esta noche, sin embargo, sólo... Se me ocurrió hacerlo. Teníamos la casa solamente para nosotras dos así que quise aprovecharlo. Me dije "estaremos las dos solas, ¿por qué no hacerlo?" y, bueno, sólo pasó... No es lo mejor que pude hacer, porque fue algo espontáneo. Lo planeé de la nada. Pero espero que te guste.

Tendió la rosa hacia mí, no obstante, no pude ni siquiera moverme. Estaba tan paralizada por todo lo que pasaba que no pude hacer nada.

—¿Rosie? Háblame, por favor, así sea para decirme que es una mala idea o un asco...

Al ver la tristeza albergar sus ojos, mi cuerpo empezó a reaccionar y logré tomar la rosa que tendía hacia mí antes de que la bajara.

—Lo amo —dije—. Mucho, mucho, mucho. Oh Dios, es lo más lindo que alguien haya hecho por mí —llevé mi mano libre hacia su cuello y lo rodeé para, acto seguido, plantar muchos besos en su mejilla, haciéndola reír.

—Entonces... ¿de verdad te gusta? —preguntó, una vez me separé de ella.

—Por supuesto que sí. Y no te atrevas a decir otra vez que no es suficiente, porque te juro que lo es, Lisa. Es más que suficiente para mí, ¿y sabes por qué?

—¿Por qué?

—Porque lo hiciste tú. Eso es más que suficiente para que lo ame.

Con sus mejillas levemente sonrojadas, ella sonrió con mayor felicidad y tomó mi mano suavemente entre las suyas, guiándome hacia la mesa. Una vez llegamos, apartó la silla, permitiendo que me sentara en ella antes de halar una para sí misma.

—Así que... ¿Esto es como una especie de cena romántica? 

—Bueno, yo no diría romántica... Es decir, si la pizza te parece romántica entonces sí lo es, pero de lo contrario temo que no.

Me eché a reír cuando dijo aquello.

—Pensé que habías cocinado tú.

—Mi papá puede ser chef, pero yo soy un asco en la cocina —rió—. Además, no tenía tiempo para experimentar así que llamé a la pizzería.

—¿Y cuánto crees que tarde?

—El tiempo suficiente para perderme en tus ojos —tras decir aquello, Lisa se inclinó en la mesa y sonrió con dulzura—. Son hermosos, ¿lo sabías? Igual que tú.

Solté un grito ahogado y llevé ambas manos hacia mi rostro, intentando ocultar mi enorme sonrojo.

—¿Estás coqueteándome? —le pregunté, cuando me calmé un poco.

—Quizá sí, quizá no. ¿No se supone que ibas a juzgarlo tú misma? —respondió con otra pregunta de forma juguetona.

Puse los ojos en blanco ante aquello y le lancé la servilleta a mi lado, que cayó directamente sobre su rostro.

—Basta —reí—. Si sigues mirándome así me voy a desgastar.

Ella retiró la servilleta de sus ojos y me sonrió.

—Lo siento, Rosie. Es sólo que de verdad me gusta la vista que tengo frente a mí.

Me sonrojé y bufé, llevando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja antes de inclinarme hacia ella en la mesa.

—Eres tan cursi.

—Nunca te he visto quejándote al respecto.

Bien, está bien, me atrapó.

—Adoro que seas cursi conmigo.

—Yo te adoro a ti.

—¡Dios! ¿Te propusiste a convertirme en un tomate hoy? —repliqué, echándome hacia atrás en mi asiento y riendo.

Lisa se echó a reír también y levantó ambos hombros con diversión.

—El rojo te queda bien. Te hace ver inocente pero también sexy —me guiñó un ojo.

Levanté una ceja ante aquello.

«Bien, dos pueden jugar este juego»

Eché mi cabello hacia atrás, doblé mis piernas sobre mi falda corta y me incliné en la mesa nuevamente, apoyando mis codos sobre ella y asegurándome de juntar mis pechos para que pudieran verse correctamente sobre mi blusa de mangas cortas. No tenía idea de lo que me poseyó en ese momento, pero ver a  Lisa mirarme sin ningún tipo de discreción hizo que algo dentro de mí se encendiera y una pulsada repentina atravesó mi centro.

—A mí me gusta como te quedan esas chaquetas —me incliné un poco más cerca y estiré una mano para tocar la chaqueta negra, jugueteando con los bordes—. Te hacen ver tan imponente y tan... Oppa...

En cuanto pronuncié la última palabra, pude notar como la respiración de Lisa se detuvo por unos instantes y, acto seguido, me permitió continuar jugueteando con su ropa.

Podría decir que le encantaba que le dijera aquella palabra.

—Muy, muy oppa —añadí.

Lisa tragó saliva y sonreí con picardía ante aquello. Saqué la lengua y la utilicé para humedecer mis labios resecos; ella, por supuesto, siguió el recorrido.

Justo cuando me preparaba para decir algo más, el sonido del timbre indicando que alguien había llegado resonó por todas partes y tuvimos que dejar nuestra erótica charla para más tarde. 

Lisa recogió la pizza fuera mientras yo intentaba recuperarme de lo anterior en la silla. Afortunadamente tardó lo suficiente y, al volver con un plato y una pizza enorme con mucho queso, ambas nos dispusimos a comer de inmediato. 

Al finalizar, ella me tendió la mano, prometiéndome que ahora sí veríamos películas y nos dirigimos hacia la sala. Claro, no sin antes limpiar nuestro desastre de pizza y guardar lo poco que sobró por si teníamos hambre más tarde.

Nos acostamos en el sofá cómodamente cerca, y posé mis piernas sobre las suyas. Ella empezó a aplicar suaves trazados por mis muslos, haciéndome estremecer y palpitar unas cuantas veces.

«Dios, parezco una puberta. No tengo idea de por qué estoy tan caliente»

Lisa paseó sus dedos suavemente por mis muslos internos, mucho más cerca de mi centro, junté mis muslos y gemí débilmente, removiéndome un poco en el sofá.

Lisa levantó la mirada divertida hacia mí y la pateé.

—Deja de burlarte de mí.

Ella se echó a reír.

—Rosie, preciosa, yo apenas te toqué.

—No puedo evitarlo, déjame en paz.

—Está bien, está bien. Tranquila, bonita. Te ayudaré todo lo que quieras en cuanto salgas de eso —se inclinó y besó mi mejilla. 

Claro, yo esperaba un beso en otra parte, así que le hice un puchero.

—¿Qué? —preguntó entre risas.

—¿No me vas a besar?

—Acabé de darte un beso.

—Sabes a qué me refiero.

Ella hizo una mueca.

—Estás en tus días, eso sería asqueroso.

—¡Oh Dios, Lisa! ¡Eres tan sucia! —le golpeé el hombro y retiré mis piernas de las suyas mientras ella reía—. ¡Yo me refería a mis labios! —señalé mis labios e hice otro puchero.

—¿No te había dicho que no daba besos en la primera cita?

Frunciendo el ceño, me crucé de brazos.

—En primer lugar, tú ya me has besado muchas veces. Y en segundo lugar, me dijiste que soy diferente a las demás personas... ¿O me mentiste acaso?

Su mirada divertida cambió completamente y me dirigió una mirada preocupada.

—Por supuesto que no, Rosie. Jamás te mentiría. Eres diferente.

—¿Entonces?

—Eres más especial para mí y por eso quiero hacer las cosas bien. No quiero precipitarme y arruinarlo todo —hizo un puchero.

Mi expresión cambió ligeramente y me incliné lo suficiente para posar una mano en su mejilla y plantar un beso allí.

—Oh, Lili. No podrías precipitarte más, créeme, hemos hecho muchas cosas. No podrías arruinarlo.

Ella mordisqueó su labio inferior, pero no dijo absolutamente nada.

—¿No te gusta besarme acaso? 

—Amo besarte.

—¿Lo harás ahora?

Intentando esconder su sonrisa, ella asintió y se inclinó hacia mí, juntando finalmente nuestros labios.

Dios, había extrañado tanto besarla.

Cuando se separó de mí, me tomó de la cintura e hizo que me sentara en sus piernas mientras plantaba suaves besos en mis labios. Ninguno duraba mucho, pues en cuanto sus labios tocaban los míos se separaba rápidamente y los volvía a unir, haciéndome cosquillas. 

Enredé mis manos en su cabello, frenándola en el último beso y ella afianzó su agarre en mi cintura, acariciándola con los dedos suavemente.

Justo cuando estuve a punto de mover mis caderas contra las suyas, el sonido de la puerta principal abriéndose nos sacó de nuestro trance y rápidamente me bajé de su regazo.

Para suerte nuestra, Jisoo no parecía haberse dado cuenta de nada, pues estaba más ocupada intentando guiar a Jennie dentro de la casa. Bueno, parece que quien se embriagó fue otra persona.

Cuando levantó la cabeza hacia nosotras, lo primero que pudimos notar fue algunas manchas rojizas en su blanquecino cuello y sus labios ligeramente hinchados. Estuvimos a punto de decir algo al respecto, pero su mirada nos hizo callar.

—Ni una sola palabra —amenazó y empezó a caminar escaleras arriba con el brazo de Jennie aún sobre sus hombros mientras la castaña balbuceaba algunas cosas.

En cuanto ambas subieron Lisa y yo intercambiamos miradas, preguntándonos mentalmente qué había ocurrido esta vez.

Continue Reading

You'll Also Like

953K 101K 141
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
872K 103K 119
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
489K 50.1K 125
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
144K 3.8K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...