Chan.
Esa mañana fue más fría que las anteriores, el invierno ya venía asomando su cara hace un tiempo, últimamente el frio estaba cada vez más fuerte. Abrí mis ojos y disfruté de ese momento en el que uno se encuentra entre la realidad y el sueño, donde estas demasiado preocupado por dormir un poco más como para recordar tus problemas. Duró menos de lo que me hubiera gustado, pero por lo menos tuve ese momento del día.
Me vestí y caminé hacia la cocina, prepararía algo para todos por última vez.
El piso estaba frio bajo mis pies y los pasillos de la casa se sentían desolados, pero al llegar a la cocina pude ver que alguien se me había adelantado. Félix estaba cocinando lo que yo creía que eran hotcakes aunque con Félix nunca se está 100% seguro de lo que se come.
- ¡Ey! ¿madrugaste?- dije sentándome en la barra, él me miró y se limpió la nariz con la manga volviendo a mirar lo que cocinaba.
- No, de hecho no pude pegar un ojo en toda la noche entonces cuando empezó a salir el sol decidí venir a cocinar algo para despejar mi mente- dijo encogiéndose de hombros.
- Yo tampoco pude dormir demasiado, lo de ayer fue bastante intenso y los recuerdos estuvieron rondando en mi cabeza como hasta las 4 de la mañana, pero dormir tres horas tampoco está tan mal, he dormido menos- dije intentando distraernos un poco.
- Si, como esa vez que solo dormiste media hora en el auto cuando estábamos en el reality, siempre me sentí mal por eso, dejamos demasiado en tus manos pero a la vez también es lo único que nos ayudó a sobrevivir- dio vuelta un par de sus hotcakes- que estés ahí para nosotros... yo ni siquiera hablaba bien coreano.
- Si... estoy orgulloso de vos Félix- dije y él sonrió un poco- ¿Hace cuánto que estas cocinando?- pregunté de repente, estaba confundido, porque si él estaba ahí desde que salió el sol, entonces...
- Desde las 6 de la mañana... empecé haciendo una torta, luego hice un budín, pero como se me terminaron algunos ingredientes, terminé haciendo hotcakes.
- ¿Y dónde está todo eso?- pregunté divertido.
- Mmm bueno, hace un rato Minho vino buscando algo para comer con Jisung y como recién terminaba el budín fue lo que se llevó, y la torta está en la heladera, pensaba decorarla más tarde pero no sé si tenemos lo necesario...
- Bueno, si querés puedo ayudarte con eso, soy bueno dibujando y podríamos hacer algún diseño para los chicos, creo que los haría un poco felices- propuse entusiasmado, pensé que si esa iba a ser nuestro último almuerzo, debía ser memorable.
- Okay, me gusta la idea- dijo y me tiró un delantal.
Estuvimos un buen rato cocinando y preparando cosas, encontré confites de colores al fondo de la heladera así que decidí que ese sería mi material de trabajo. Agarré la torta y la embadurné en crema batida y una vez que quedó bien cubierta comencé a hacer mi dibujo. Estaba súper concentrado en que quedara perfecto, la decoración consistía en el logo de Stray kids y debajo de él cada uno de nosotros representado con nuestro animal característico.
- Chris- me llamó Félix rompiendo con mi concentración, dejé mis materiales a un lado y lo observé, estaba sentado en el piso jugando con sus pulseras.
- ¿Qué pasa Lix?- parecía preocupado o triste, no supe descifrarlo en el momento. Tomó aire y exhaló lentamente.
- ¿Cómo está Changbin?- preguntó de repente. No entendí por qué me lo preguntaba a mí, ellos siempre estaban juntos.
- Como todos, supongo... ¿Pasó algo entre ustedes?- caminé hacia él y me senté a su lado.
- No, osea, sí, pero no... realmente no entiendo qué- dijo mientras se mordía los dedos- quería saber si te dijo algo.
- No me dijo nada sobre vos, pero si hablamos sobre nuestro futuro, parecía tener un poco de esperanza, o por lo menos eso me hizo sentir- Félix asintió y me miró.
- Hace un tiempo que hay algo raro entre nosotros, pero... supongo que nos necesitamos más de lo que nos odiamos- volvió a mirar sus manos y yo fruncí el ceño.
- No se odian, solo tienen problemas, todas las parejas los tienen... solo hablen y ya está.
- Pero tengo miedo... ¿Y si todo se termina? Él me necesita- dijo con un puchero en su cara.
- Y ahí está el problema Félix.
- ¿Dónde?- dijo volviendo a morder su mano.
- Él no tiene que necesitarte, él tiene que elegirte- me levanté de mi lugar junto a él y me dispuse a seguir decorando la torta- Pensalo.
- Okay, lo intentaré...
A la hora del almuerzo cuando ya todos se encontraban alrededor de la larga mesa servimos la comida que habíamos estado preparando toda esa mañana. Era nuestro último almuerzo, en la casa y como "Stray Kids", así que comimos hasta reventar, sin culpa por pensar en nuestras dietas, brindamos por demasiadas cosas, reímos, charlamos de idioteces y Jisung nos mostró uno de sus videos sobre dinosaurios y animales exóticos, a la mitad de la comida recibimos una llamada de Woojin, quien seguía con sus viajes de agencia en agencia, por lo que nos acompañó hasta el final de la misma.
Faltaba una hora para emprender viaje hasta el edificio de JyP, estábamos todos sentados en el living escuchando una larga playlist armada por nosotros hace mucho tiempo. Jisung y Hyunjin estaban hablando de quien sabe qué cosa recostados en el sillón, Minho y Jeongin discutian con Seungmin de algo sin importancia, Changbin tenía a un Félix adormilado en sus piernas mientras acariciaba su cabello con la mayor delicadeza del mundo y yo... los miraba desde una punta de la habitación intentando contener mis lágrimas, y es que no podía creer que ese era el fin, realmente no podía.
Por un momento recordé cuando conocí a cada uno de ellos, cuando formamos 3Racha una noche tormentosa de verano en un dormitorio que compartía junto con Changbin y Jisung; cuando Minho escuchó nuestras canciones por primera vez y se puso a bailar un freestyle que parecía encajar perfectamente con la canción; cuando escuché a Woojin cantar por primera vez y cada célula de mi cuerpo simplemente quedó maravillada; cuando conocí al pequeño Jeongin, desesperado por encontrar una empresa y lo feliz que estuve cuando fue aceptado; cuando me encontré con un atractivo chico llorando en el baño que me contó como todos le decían que se rindiera en el baile, que lo único que necesitaba era su cara y lo orgulloso que estuve cuando lo ví cerrándoles las bocas a todos unos meses más tarde; cuando supe que un chico ganador del concurso anual de JyP por su increíble talento en el canto iba a ser mi compañero; cuando un chico pecoso proveniente de mi país natal entró por la puerta preguntando si alguien sabía donde estaba el baño en un increíblemente terrible coreano; las noches en las que me quedé haciendo bases y arreglos musicales solo para ellos, imaginando sus voces en cada estrofa que escribía, imaginando sus caras al escuchar mi trabajo al día siguiente.
Yo solo... no podía dejarlos, dejar de vivir esos momentos, dejar de verlos todos los días hasta hartarme de sus caras. Eran mi familia y yo... simplemente no podía dejarla una vez que la había encontrado.
Las lágrimas cayeron por mis mejillas irremediablemente. Intenté taparme y secarlas rápidamente pero ellos lo notaron igual. En seguida vinieron hacia mí, algunos corriendo y otros caminando con pesadez, me atraparon entre sus brazos e intentaron decir palabras de aliento, pero igualmente terminaron llorando al igual que yo, era un abrazo húmedo, caluroso, con tanto amor como tristeza, pero en especial lleno de recuerdos, lleno de certezas, de que este vínculo que nos unió era irrompible y que, por más separados que nos encontráramos, jamás olvidaríamos que en el otro teníamos un hogar esperándonos.
- Los amo- dije soltando mi alma en esas palabras.
Llegamos al edificio y lo miramos desde lejos, admirando sus detalles, recordando la primera vez en que estuvimos junto a él. Éramos 8 chicos a punto de terminar con lo que alguna vez habían soñado, así que nos tomamos un buen rato para animarnos a entrar. Estábamos en fila, algunos tomaban sus manos, otros mordían sus uñas y otros cerraban los ojos simplemente dejando que el sol y el aire que corría los empujen a tener el valor suficiente para lo que estaba por venir.
Entramos al edificio y al mirar las salas podía ver las siluetas de nuestros cuerpos recorriendo ese lugar en momentos del pasado, todo parecía ir lento pero esas imágenes pasaban por mi cabeza como si de una cámara rápida se tratase. Esta vez sí subí por el ascensor junto a todos, no quería separarme de ellos ni un minuto, todo era silencio, pero estaba bien, había demasiado ruido en nuestras cabezas en ese momento.
Nos reunimos frente a la oficina de Jinyoung Park y nos hizo entrar de a uno a dejar nuestra renuncia, no tuvo un orden en específico, por lo que no sabía si sería el siguiente o el último. El primero en ser llamado fue Minho quien tardó en soltar la mano de Jisung para entrar, salió al rato con la cabeza baja siendo escoltado por alguien de seguridad que le prohibía quedarse en el edificio, Minho es fuerte pero esto nos sobrepasaba a todos.
- En un rato voy a estar con vos, espérame- gritó Jisung antes de perder a su novio de vista.
El siguiente en entrar fue Félix, a este punto ya parecía que se reía de nosotros. A medida que pasaba el tiempo todos iban pasando y la habitación iba quedando vacía. Para mi suerte o mala suerte fui llamado penúltimo y dejando a Jeongin en la sala de espera entré sin vacilación.
Firmé donde me pidieron y leí lo que me dijeron que lea pero realmente no tenía mi cabeza en la tierra en ese momento. Jinyoung me miraba altanero, parecía disfrutar la vista, poder ver en mi cara asomarse los rastros de noches de insomnio y largas horas de llanto.
- Lo siento Channie, tenía grandes expectativas para tu futuro, pero decidiste desobedecerme, seguir otro camino que no es el que combina con esta empresa, espero que no guardes rencores- dijo entregándome la última hoja para que firme, no respondí nada y agarré la birome sobre la mesa con más fuerza de la usual.
Empecé a leer las condiciones finales que me pidió firmar y sentí que algo no estaba bien. Uno de los puntos pretendía que todas las canciones registradas bajo el nombre de JyP Entreteinment dejarían de pertenecernos a pesar de que hayan sido de nuestra autoría. No podía firmar eso, nosotros produjimos cada una de nuestras canciones, nosotros escribimos cada una de las letras, nosotros trabajamos día y noche en las coreografías, no podían dejar de pertenecernos y menos pasar a ser propiedad de JyP.
- Lo siento pero, no firmaré esta última condición, las canciones son nuestras, no de la empresa.
- Ya todos firmaron así que no habrá mucha diferencia, esas canciones ya nos pertenecen a nosotros Channie.
- Pero seguro lo firmaron sin saber bien a lo que se refería, Félix seguro hasta entendió la mitad de las palabras escritas en esta hoja- grité enojado.
- Hayan entendido o no, firmaron, no hay vuelta atrás- dijo y me acercó la hoja nuevamente- vamos, terminemos con esto de una vez.
- Eso ya lo veremos...- dije generando un plan en mi cabeza.
- Estoy seguro de que serán buenos oficinistas o banqueros o policías, claro si los aceptan en alguno de esos lados después de conocer su orientación sexual- rió bajo haciéndome apretar la lapicera con aun más fuerza.
- Estoy seguro de que algún día te arrepentirás de tus palabras y rogarás mi perdón- afirmé seguro.
- No puedo esperar a que ese día pase- me sonrió con soberbia pero yo mantuve mi cabeza en alto.
- Yo tampoco- terminé de hablar.
Firmé lo que me quedaba firmar y salí de la habitación hecho una furia. Jeongin me miró y se acercó a mí con una expresión confundida en su cara.
- ¿Qué es lo que pasó?- dijo.
- No voy a rendirme Jeongin, acá no terminan nuestros sueños- dije para empezar a correr a la salida.
Corrí por las escaleras y llegué hasta la puerta de ese horrible lugar sintiéndome eufórico, nunca creí que me sentiría de esa manera después de renunciar, pero por un momento no lo vi como un final, sino que lo vi como un nuevo comienzo, era libre, podía hacer lo que quisiera y ya nadie podría detenerme, nadie podría obligarme a ser quien no soy y ya nada me impediría hacer todo lo que siempre había querido hacer.
- SOY LIBRE- grité, y miré el cielo descubierto, realmente lo era y ahora era imparable.
Stray Kids no terminó, solo lo hizo una de sus eras... sí.
Jeongin.
Estaba solo, ya nadie quedaba, era el último. Entré a la habitación y me senté frente a Jinyoung esperando ver una gran pila de papeles frente a mí, pero en vez de eso...
- Jeongin, queríamos dejarte hasta el final para poder hablar mejor con vos- dijo sentándose mejor en la silla.
- ¿Por qué conmigo? ¿Qué pasa?- estaba muy confundido.
- Queríamos proponerte una cosa- estaba asustado- como todos sabemos sos el maknae de lo que era Stray Kids.
- Si...
- En JyP no nos gusta desperdiciar el talento joven, por lo que queríamos proponerte que te quedes con nosotros, que vuelvas a ser trainee por un año hasta que podamos encontrar a los nuevos Stray Kids- no sabía qué hacer- Serías el líder y cantarías las mismas canciones del grupo pero tendrías muchas más líneas- realmente yo...
- Es que... yo...
- Vamos, ¿Qué decís?- dijo Jinyoung esperando una respuesta rápida.
"Lo siento Chan, tendrán que seguir ese sueño sin mí" pensé.
❤️
Hola! ¿cómo estan? ¿Debería dejar otro espacio para llorar? por las dudas:
-
Bien, les prometo que ya no van a llorar... tanto jaja perdón les quiero.
Gracias por dejar su estrellita y su comentario, los aprecio mucho a todos y nos vemos en la proxima actualización.