La mañana siguiente, la cómica escena que se puede observar en la sala de la nueva casa de Izuku y Shoto, es la del grupo de héroes y heroínas junto a las tres médicas durmiendo, ya sea individualmente o con sus respectivas parejas, sobre el suelo en unos sacos creados por Momo.
En el caso de Katsuki, Momo le fabricó un futon para que durmiera más cómodo, con Eijiro detrás suyo, pero el pobre se encontraba más en el suelo que en la suave superficie. Por lo que, sin duda, más de uno amanecerá con dolor en alguno de sus músculos, y valdría totalmente la pena porque pasaron años desde la última vez que estuvieron todos juntos de esta manera. Realmente lo extrañaron.
Katsuki se convirtió en el primero en despertar, y fue gracias a su pequeña sabandija, que decidió cambiar de posición dentro suyo; pateando y despertando en el proceso al pobre cenizo.
Adolorido e irritado se puso de pie, caminando a la cocina con pasos de tortuga, sujetándose de la barra con una de sus manos una vez allí y utilizando la otra para tomar un vaso donde vertió agua.
—Si no te quedas quieta, beberé ácido en lugar de agua, ¿me escuchas? —murmuró bajo, mirando fijamente a su vientre, y casi pudo escuchar su risita malévola antes de volver a sentir una nueva patada que le sacó el aire—. Uhg... maldita mocosa de mierda, ya verás cuando salgas.
—¿Katchan? —Izuku apareció en la cocina, viéndole con uno de sus ojos al estar frotándose el otro con su mano hecha puño para quitarse el sueño—. ¿Qué haces despierto tan temprano?
—Preguntáselo a miss patadas —señaló con la mirada antes de beber el líquido transparente de una vez por todas. Izuku rio.
—Debe ser molesto, pero no lo hace con mala intención. Estoy seguro.
—¿Ah no? Nisiquiera tiene el sistema nervioso completamente desarrollado y ya quiere más a Eijiro que a mí.
—¿Y cómo sabes eso? —cuestionó divertido, posicionándose a su lado.
—¡Se calma cuando él le habla! Solo lo escucha a él —contó indignado, robándole una nueva risa al médico—. Yo soy el que la tiene en su interior, no ese idiota.
—Aww, eso es adorable —chilló por lo bajo. El héroe número dos del mundo chasqueó su lengua, cruzándose de brazos.
—En fin, ya que estamos aquí, ayúdame a hacer el desayuno para esas bestias.
—¡Claro! —accedió, contento de que solicitara su ayuda, buscando en el interior de un cajón unos delantales. Y Katsuki no pudo evitar reír cuando le tendió uno de ellos.
—¿Es en serio, nerd?
—¿Qué? —preguntó confundido, admirando feliz los delantales pertenecientes a la mercancía de Shoto y Red Riot.
Katsuki se carcajeo una vez más y negando con su cabeza tomó el bendito delantal con el logo y colores característicos de su esposo.
Y, como si le hubieran invocado, Eijiro apareció en la cocina justo cuando ambos estaban terminando de servir los alimentos en los diferentes platos para llevarlos hacia el comedor. Allí comerían más cómodos, gracias a la inmensidad de la habitación, siendo que son una gran cantidad de personas.
—Buenos días, Blasty —saludó sonriente el pelirrojo al mismo tiempo que besaba sonoramente una de sus mejillas y le abrazaba, dejando sus palmas en su vientre.
—Si, si. Buenos días.
El grupo rio por lo bajo mientras ayudaban a terminar de poner la mesa, e Izuku se alejó de sus amigas para ir en busca de Shoto, pero bastó con atravesar el lumbar de la puerta.
—¡Sho-chan! Estaba por ir a buscarte —se abrazó al pecho con el que chocó, y el bicolor le devolvió el gesto, acercándose a su rostro para besar castamente sus labios.
—No estabas cuando desperté, ¿quieres darme un infarto?
—Lo siento —alzó a Hisa cuando le sintió frotarse en una de sus piernas—. Iré a ponerle comida.
—¡Buenos días, Sho-chan! —saludó energéticamente Mina, seguida de Ochaco, quien agitó su mano izquierda en el aire, con sus mejillas llenas de comida.
—¡Gracias por dejarnos hacer la pijamada anoche! —agradeció la castaña, recibiendo enseguida un tirón en una de sus mejillas.
—No hables con la boca llena, mochi rancio. Es asqueroso —regañó Katsuki.
—Ay, ay, duele.
—No hay problema —contestó el bicolor—. Siempre y cuando hayan limpiado todo.
Tenya acomodó sus gafas elegantemente.
—Personalmente me encargué de ello —mencionó suficiente. Shoto e Izuku sonrieron divertidos antes de tomar asiento y empezar a desayunar todos juntos, charlando animadamente.
—¿Podrías encender el televisor, Kyo? —pidió Denki.
—Hazlo tú mismo —estiró uno de sus auriculares hasta el control remoto, sobre uno de los sofás, envolviendo el objeto para luego tirarlo al rubio, que lo atrapó ágilmente en el aire.
—Jamás dejan de sorprenderme los diferentes usos que les pueden dar a sus koseis. Es increíble —murmuró Izuku.
—Años de práctica —comentó la chica, envolviendo uno de sus auriculares en su dedo índice, levemente sonrojada por el halago.
—No se lo tomen a mal —habló Pony, llamando la atención—, pero no puedo dejar de pensar en la infinidad de posibles bromas que podrían hacer.
—Y vaya que hicimos muchas —comentó Rikido.
—Todavía las hacemos.
—¿Como esta? —Shoto creó una pequeña llamita en uno de sus dedos y la llevó hacia el café dentro de la taza de un distraído Hanta, la cual se calentó a tal punto de tener burbujas de ebullición en lugar de la deliciosa bebida, y cuando el pelinegro intentó beberlo, prácticamente brincó del cojín soltando una maldición en su lengua materna. El español.
Eijiro habría caído al suelo por la fuerza con la que se rio de no ser porque Mashirao le sostuvo con su cola, riéndose audiblemente al igual que los demás.
Hanta observó al bicolor indignado, con su lengua fuera dándole aire con una de sus manos.
—Qué sucio y malo eres.
Shoto rio bajito, regalándole un pequeño cubito de hielo, el cual Hanta no dudo en llevarse a la boca; suspirando de gusto al calmar el ardor en su lengua.
Izuku sonrió enternecido por escucharle reír, pero el divertido ambiente se vio interrumpido por el repentino cambio de noticias en la televisión.
—"Interrumpimos la transmisión para informar que una especie de terremoto está ocurriendo ahora mismo en una de las agencias de automóviles Rewlson, ubicada en el distrito Koe. Por lo que nos han informado nuestros compañeros, esto se debe a que el kosei de un niño se manifestó, repentinamente, causando destrozos y heridos. Toda la zona se encuentra restringida a espera de que los héroes y el personal de seguridad acudan a-... ".
—¿Ese no es Aizawa-sensei? —preguntó Toru, haciendo que los demás se enfocarán en el héroe, que se movía ágilmente por los edificios gracias a sus cintas, siendo captado por las cámaras de un helicóptero transmitiendo en vivo la situación. También fueron capaces de observar el momento exacto en el que sacaba lo que parecía un celular de su bolsillo, para luego guardarlo una vez más. Y, en ese mismo instante, el sonido de un móvil anunciando un nuevo mensaje los desconcertó.
—Me envió un mensaje —avisó Hitoshi—. Dice que los que estemos disponibles vayamos al lugar.
—Dijeron que se trataba de un terremoto causado por un niño que acaba de manifestar su kosei —repitió Mina lo dicho por la periodista, acercándose a Denki cuando le vio sacar su celular.
—Su kosei es de tipo sísmico —informó el rubio—. Estaba dentro del edificio con su madre cuando sucedió, ahora solo es cuestión de tiempo para que todo se caiga si no hacemos algo rápido.
—Bien —Katsuki miró a su esposo y luego al ojimorado—. Ustedes tratarán de llegar al niño y a su madre. Cuando los encuentren, usa el lavado de cerebro en él; será la única manera de estabilizarlo.
—La zona es muy inestable —negó Denki al instante—. No sé si podrán llegar a ellos. Están en el quinto piso y el edificio posee once.
—Lo haremos —aseguró Kyoka—. Yo los buscaré, pero necesitaré de Rikido, Ochaco y Hanta. Tendrán que asegurar la zona y encargarse de que el edificio resista todo el tiempo posible para que los demás puedan evacuar a las personas de la zona. ¿Shoto?
—Tardaré en llegar aun si uso el hielo. Tenya, Fumikage y Tsuyu serán más rápidos.
Los tres nombrados asintieron, y, luego de que Tenya se despidiera de Ochaco, corrieron fuera de la casa.
Katsuki igualmente se acercó a Eijiro y besó sus labios.
—Ten cuidado.
—Siempre, amor —le sonrió. Yéndose cuando Hitoshi terminó de despedirse de Denki.
Ibara miraba impresionada cómo el grupo se movía tan ordenada y eficientemente fuera de la residencia, y al instante dirigió su mirada hacia sus colegas, amigas y amigo, cuando escuchó el sonido de una sirena sonar en la televisión.
—D-Debemos ayudar. Dijeron que hay personas heridas.
Izuku asintió antes de voltear hacia Yui.
—Yui, pide que dos equipos médicos se movilicen a la zona. Seguramente muchos ya están en camino, pero si todo se derrumba necesitarán todo el apoyo médico posible para trasladar a los afectados.
La muchacha acató la orden enseguida, sacando su celular de trabajo para cumplir con lo pedido.
Shoto caminó hacia Izuku, con preocupación desbordante en su mirada.
—¿Irás?
—Tengo que ir, Sho-chan. Al igual que tú y que todos aquí —habló en dirección al grupo de héroes y heroínas que continuaban allí—. Debemos salvar a todas las personas que podamos.
Shoto pasó una de sus manos por sus cabellos bicolores antes de tomar el rostro de su novio entre sus manos.
—Prométeme que tendrás cuidado y no harás nada arriesgado.
—Te lo prometo, Sho. Ahora váyanse, Kaminari-san lo dijo: solo es cuestión de tiempo para que todo se caiga si no hacemos algo rápido.
Él asintió, viéndole genuinamente orgulloso de sus palabras, antes de unir sus labios rápida pero dulcemente.
—Te amo.
—También te amo. Cuídate, todos y todas cuídense mucho.
—Descuide, Midoriya-san. Volveremos a vernos cuando todo termine —aseguró Hanta.
—Vamos, tenemos que alistarnos y tomar los trajes de los demás —ordenó Ochaco, y todos asintieron poniéndose en marcha.
—Es bueno que la agencia quede cerca.
—Katchan, promete que te quedarás aquí sin importar qué veas en las noticias.
El cenizo negó con su cabeza, dispuesto a mandarlo a la mierda, pero Momo tomó una de las manos del médico entre las suyas y la restante la colocó en el hombro derecho de Katsuki, con Koji y Toru a su lado.
—Nosotros nos quedaremos con él, Midoriya-san. No se preocupe —tranquilizó la heroína invisible. Los tres se quedarían básicamente porque, hace unos días, tuvieron un enfrentamiento con una banda de villanos que los dejó con varias heridas que necesitan descanso absoluto, y no podían arriesgarse.
El pecoso asintió, regalándoles una pequeña sonrisa a los cuatro antes de salir junto a sus compañeras fuera de la casa; en dirección al vehículo de Ibara, yéndose rumbo al hospital.
—No podrán mantenerme aquí si veo que todo se va a la mierda.
—Ya no somos niños, Katsuki-san. Debes tomar conciencia y entender que no siempre puedes saltar al peligro sin medir las consecuencias.
Las palabras de Momo hicieron que el cenizo chasquera su lengua y, completamente molesto, se dejó caer cuidadosamente en uno de los cojines, fijando su mirada escarlata en la TV.
Momo tomó aquello como un "Está bien, maldita sea" y, suspirando aliviada, ella, Toru y Koji tomaron asiento a su lado, al mismo tiempo que unían sus manos, sintiendo al instante cómo Katsuki entrelazaba sus dedos con los de ambas chicas. Hisa se sentó sobre el regazo de Koji.
—¿No les asusta el pensar que podrían no volver a verlos?
—Claro que sí, pero no pensemos en ello ahora mismo —pidió Toru.
—No es saludable... para ninguno de los cinco —siguió Koji, frotando su espalda.
Katsuki sonrió a medias, dejando una pequeña caricia en el lado izquierdo de su vientre, y Momo atrajo su cabeza hacia su hombro, dejándole reposar allí cuando vio la humedad en sus ojos.
—Todo estará bien, Katsuki-san.
Los héroes, heroínas y bomberos llevaban horas en el lugar evacuando y asegurando la zona.
Varios edificios sucumbieron ante los temblores y cayeron, causando detrozos terribles. Pero eso era lo de menos, los heridos, desaparecidos, y peor aun: las muertes que provocó tenían a todos alrededor muy alterados. En especial porque todavía no han localizado al pequeño.
Kyoka sentía los sonidos de todo y todos menos el del niño, y estaba comenzando a impacientarse por tener que ver a sus compañeros y compañera arriesgándose solo para que ella cumpliera con su trabajo sin éxito.
Ochaco, a pesar de los años, sigue sintiendo unas náuseas horribles cuando utiliza su kosei de la manera en la que lo está haciendo ahora, por lo que Rikido tenía que estar cubriéndola constantemente de los escombros que caían y que no se veía en posición de esquivar.
Hanta se encontraba en las alturas, rodeando con sus cintas el edificio para mantenerlo estable, con el Dark Shadow de Tokoyami del otro lado dándole apoyo.
Eijiro junto a Hitoshi y Shoto estaban en el interior del lugar. El bicolor ayudaba a las personas a salir del mismo mediante enormes toboganes de hielo, en cada uno de los pisos, que llegaban directamente a las carpas en donde se encontraba el personal médico; dejando a Izuku y a sus colegas con nuevos pacientes cada cinco minutos. Y los otros dos intentaban ubicar al causante de todo aquello, siguiendo las especificaciones dadas por Kyoka a través de un auricular y una mini cámara en el pecho del ojimorado.
—Creo... creo que lo escucho —murmuró la pelivioleta, agudizando más el oído siendo capaz de distinguir un llanto desesperado por encima de todos los demás sonidos—. Sigan recto.
Eijiro activó su kosei al ver que el lugar empezaba a ponerse más complicado conforme se acercaban.
—¿Lo oyes? —preguntó el pelirrojo y él asintió, apresurando el paso y chocando con una pared rodeada sin posibles entradas.
—Está aquí, tenemos que buscar la forma de entr-...
—¡Cuidado! —gritó Eijiro cuando el suelo comenzó agrietarse bajo sus pies, y rápidamente abrazó a Hitoshi, cubriéndolo con su cuerpo, antes de que ambos cayeran.
—¡Hitoshi! ¡Eijiro! —Kyoka miró alarmada cómo la pantalla se quedaba en negro al perder la conexión con la cámara de Hitoshi, y se quejó de dolor, sacándose el auricular, al sentir una horrible interferencia; clavando los suyos en la tierra—. Chicos, respondan, por favor.
—¡Oigan! —llamó Fumikage desde el cielo—. ¡El edificio caerá! ¡Debemos irnos!
Shoto, al oírle, tomó en brazos a las dos últimas personas que había logrado encontrar, una madre junto a su bebé, y salió del edificio utilizando su hielo; depositando, una vez fuera, a la mujer en el suelo junto a Ochaco, que la ayudó a movilizarse hacia las carpas médicas con su kosei al ver su pierna herida.
—¡Hitoshi y Eijiro siguen dentro! ¡No logro comunicarme con ellos! Tampoco los escucho...
—Mierda, ¿qué hacem-...
El estrépito ruido del edificio comenzando a agrietarse interrumpió la voz de Rikido, al mismo tiempo que las cintas de Hanta los envolvían a los tres y les sacaban rápidamente de allí; en el momento exacto para evitar que un pedazo enorme de suelo cayera directamente sobre sus cabezas.
—¡Espera, Hanta! ¡Los chicos siguen allí! —repitió Kyoka.
—¡Estarán bien! ¡Eiji no dejará que nada les pase! —respondió, dejándoles a varios metros de allí. Observando el edificio caer.
Kyoka y Rikido no pudieron contener las lágrimas al ver aquello, pues sus amigos están allí, es lo único en lo que pueden pensar, y Shoto lo notó.
—Los dos volverán con el niño y su madre. Confíen en ellos.
Ambos le observaron y luego de unos segundos asintieron, quitándose las lágrimas del rostro.
•••
Izuku pasó su mano por su frente, completamente agotado.
—Está empezando a oscurecerse —comentó Yui, dándole una botella con agua, la cual aceptó al instante.
—Espero que todos estén bien, ¿haz oído algo?
—No. Solo sabemos que el edificio cedió y cayó, llevándose algunos cables importantes con él, y ahora... la zona está incomunicada.
Izuku suspiró viendo hacia el cielo, con su mirada ligeramente húmeda por las lágrimas contenidas.
—Espero que todos estén bien... —repitió en un murmullo, y su amiga acarició su espalda.
—Lo estarán, son los mejores héroes de nuestra generación —recordó—. Además, no se trata de ningún villano que amenace sus vidas, están preparados para este tipo de situaciones.
—Lo sé, pero aun así... no puedo evitar preocup-...
El habla de Izuku se detuvo abruptamente cuando el sonido de un llanto llegó a los oídos de ambos. Y, volteando sus miradas enseguida hacia sus espaldas, pudieron observar a una chica, cojeando al caminar, con un hematoma horrible en uno de sus brazos.
—Ayuda...
—Trae el equipo —pidió y Yui asintió, viéndole correr hacia la chica.
—A-Ayuda, por favor.
—Tranquila —Izuku llegó a su lado y la muchacha se dejó caer en sus brazos, aliviada de por fin encontrar a alguien—. No te preocupes, ya estás a salvo, ¿cómo te llamas?
Comenzó con el procedimiento de preguntas básicas, tomando asiento en el suelo con ella en sus brazos, ofreciéndole la botella de agua que tenía en una de sus manos. Cuando la chica estaba por responder, un nuevo sismo movió el suelo, causando que gritara de dolor por el brusco movimiento.
Izuku maldijo en su interior, tomándola en brazos con cuidado, al ver los edificios mecerse y corrió lo más rápido que podía hacia las carpas. Pero no contó con que un pedazo de pared se desprendiera y cayera... justo por donde estaba corriendo.
Yui presenció aquello y enseguida le gritó que se detuviera. Y desde la perspectiva de Izuku, todo ocurrió en cámara lenta.
No podía continuar, pero la chica necesitaba ser atendida, así que, en un arriesgado y quizá muy estúpido movimiento, aumentó la velocidad y la arrojó a los brazos de Yui; justo antes de que el escombro les separara.
—¡Izuku! ¡¿Izuku, estás bien?!
—¡Lo estoy! ¡No te preocupes! —afirmó alzando la voz, jadeando adolorido después y tosiendo levemente por la tierra a su alrededor—. ¡¿La atrapaste?!
—¡Sí! ¡Está aquí conmigo! ¡¿Cómo saldrás de allí?! —cuestionó en el mismo tono alto, para que fuera capaz de oírla.
—¡Tendré que rodearlo! ¡Tú encárgate de ella, enseguida estaré allí!
Yui apretó sus labios y se obligó a obedecer. Para Izuku, el bienestar de la chica estaba primero que nada.
—¡Está bien! ¡Ten mucho cuidado, por favor!
—¡Lo tendré! —respondió, escuchando luego el ligero movimiento de los pasos de Yui yéndose.
Le dio una breve mirada a su alrededor y suspirando sacó la pequeña linterna que tenía en uno de sus bolsillos, comenzando a ponerse de pie.
Sin embargo, al intentarlo se volvió consciente de una gran herida sangrante en su pierna, que le obligó a sentarse por el insoportable ardor.
¿Es que nada saldría bien el día de hoy?
Continuará
RUN FAST FOR YOUR MOTHER, RUN FAST FOR YOUR FATHER.
Quilombo otra vez, ysi. ¿Que les puedo decir? Me encanta el drama >:3
¡¿CÓMO ESTÁN BEBÉS? ¡Espero que se encuentren súper bien y que les haya gustado el capítulo!
Ya estamos por llegar a los 300k y llegamos al capítulo número 31 *shock* ¿En que momento paso?("?
Muchísimas gracias, de verdad, no saben lo feliz que soy:"3
Pd: Sepan disculparme si hay errores o algo por el estilo💜
Como sabrán estuve un mes de hiatus perooooo ¡he vuelto! Así que para lxs que continúan aquí ¡gracias! Y desde ya gracias también por acompañarme en los que serán los últimos capítulos -antes del final indefinido- de esta hermosa obra que cambio mi vida uwu
Antes de desaparecer hasta la próxima actualización, quiero compartirles algunos dibujos bellísimos que me estuvieron llegando, hace ya algunas semanas atrás, y que me hicieron muy muy feliz :"3
SON HERMOSOS LPM ABKJSBSKSDB
¿VIERON EL DE HISA? me voa morir.
*c calma*
Lastimosamente no recuerdo los user de las personitas que me los enviaron, pero sepan que están bellísimos y que los ame, ¡Muchísimas gracias amores! :"3💜💜💜
Ahora sí, solo me queda recordarles que no deben salir de sus casitas si no es estrictamente necesario, pero si lo hacen:
• Usen un barbijo que cubra la nariz y el mentón desde él momento en el que salen y no se lo quiten hasta que vuelvan.
• Lleven alcohol en gel o jabón líquido para higienizar sus manitos en todo momento.
• Mantengan una distancia de dos metros con las personas a su alrededor y por último
• NO se lleven las manitos a la cara.
En fin. Si leyeron hasta aquí, gracias :3
Lxs amo bbs, cuídense mucho💜
Adiós✨
Pd: las notas (☝☝) que encuentren al final de los capítulos, son viejas. No quise quitarlas por nostalgia, así que ignorenlas xd♥️