HAY DOS CAPÍTULOS ANTES DE ÉSTE, POR SI WATTPAD LXS TRAJO PRIMERO A ÉSTE.
40 pt. 1| Una película estadounidense.
Me desperté muy temprano en la mañana. Sin duda ayer sería un día que no olvidaría jamás, todo sin duda fue perfecto. Desayuné con Noah y después él me fue a dejar a mi casa como a las diez de la mañana para poder empezar a alistarme para la ceremonia de graduación. Alix había decidido hacerla en la tarde –entre las tres y cuatro de la tarde–, para que así después fuera la fiesta de graduación –solo o con tus padres– en uno de los mejores salones de fiesta de la ciudad, sin duda las ventas del comité había dado sus frutos.
Entré a mi casa y todo estaba en silencio. Para ser casi medio día me sorprendía no escuchar movimiento en la cocina o en el patio. Subí las escaleras y todo estaba en silencio, me imagino que Kendall y mi madre siguen dormidas, por lo que pude ver en sus historias de instagram ayer fue una noche muy loca para ambas y al parecer llegaron tarde a la casa.
Entré a mi cuarto y me acosté en la cama un rato, para poder descansar. Tenía un cansancio infernal, y eso que ayer había dormido de maravilla. No se cuando me dormí, solo sé que caí rendida en mi cama, ni mucho menos sé cuánto dormí. El sonido de la puerta, me despertó.
–¿A qué hora llegaste, bebé?– mi madre entró a mi habitación, traía una bata de baño y su cabello estaba mojado.
–Como a las diez, ¿qué hora es?– me reincorpore en la cama y me senté en ella.
–Ya casi son la una. Baja a comer para empezar a arreglarte, ayer llamé a la estilista.– me informó, para salir de mi habitación.
Me levanté de la cama y me cambié de ropa, ya que traía la de ayer. Bajé a comer y ahí me encontré a Kendall en la misma condición de mi madre cocinando.
–Al parecer dos personas tuvieron una noche demasiado loca– dije en burla, mientras me sentaba en un taburete de la isla de la cocina.
–Cállate, no vuelvo a tomar en mi vida– respondió Kendall mientras movía la comida.
–Me siento como cuando tenía tu edad y me escapaba de la casa para ir a fiestas, tus abuelos me mataban cuando se daban cuenta que no estaba en mi habitación.– mi madre ríe ante el recuerdo.
Kendall sirvió la comida –desayuno para ellas– y comimos entre bromas, me estaban contando sobre el nuevo bar, que era de un amigo de Kendall y que estaba sensacional. Matthew llegó a la casa cuando terminábamos de comer, él ya había comido así que solo se sentó a acompañarnos.
–Esto es lo que haremos– habló mi madre–: son la una y media y a las cuatro es la graduación de Karen, así que ahorita ustedes dos– mi madre nos señaló a Matth y a mi– van a bañarse, la estilista no tarda en venir y te necesita bañada para empezar a arreglarte. Vayan ya.
Matthew y yo nos paramos de un salto de la mesa y empezamos a caminar hacia nuestros cuartos, bueno Matth corrió escaleras arriba, yo despacio pero segura. Una vez en mi cuarto me metí a mi baño y me di una larga ducha de unos quince minutos, hasta que mi madre me tuvo que sacar casi a gritos porque la estilista me estaba esperando. Me sequé el cabello y arriba de mi ropa interior me puse una bata de baño que no tapaba casi la parte de abajo por mi vientre.
–¡Ay, pero mira que bonita te ves con tu embarazo!– Mary, la estilista y amiga de mi madre, me saludó con un beso me la mejilla–. Tenía tiempo que no te veía, ¿Cómo has estado?
–Bien, ¿Y tú?– pregunté, mientras me sentaba en la silla frente a mi tocador.
–Excelente, me voy a casar y después nos iremos a París de luna de miel.– me mostró el anillo y sonreí.
–Felicidades, Mary.– le dije con una sonrisa. Mary empezó su trabajo para maquillarme y arreglarme.
Katlyn y Ada llegaron minutos después, así es, Mary igual la iba a arreglar. Ambas traían a la mano su vestido y sus zapatillas junto a sus accesorios. Estaban igual o más emocionadas que yo porque por fin graduariamos.
Dos personas más entraron al cuarto, eran personas que trabajaban con Mary, había traído una para una. Las chicas sentaron a Katlyn y Ada en dos sillas y a ninguna de las tres nos dejaron vernos en un espejo hasta que ellas hicieran su "magia". Confiaba en Mary, era la que había maquillado y peinado a mi madre y Kendall para su boda y la que el día que cumplí mis dieciséis años me arregló para la pequeña fiesta que mi madre y Kendall habían organizado para mí. Sabía que con ella no quedaría como un payaso o algo parecido.
–Van a quedar her-mo-sas– dijo una de las chicas, Rocio, creo. Mientras le ponía una crema a Ada.
–¡Chicas estoy nerviosa!– todas volteamos a ver a Kat, o bueno, Ada y yo la intentamos ver lo más que pudimos ya que no nos dejaron casi.
–¡Cuenta!– le dijo Mary, mientras secaba mi cabello.
–¡Hoy en la noche me iré con Andrew, mi novio, a su casa en la playa!– las chicas soltaron un grito de emoción.
Katlyn les empezó a contar todo sobre él, literalmente creo que ya sé hasta qué número calzaba Andrew. Katlyn en serio se veía emocionada con su viaje, aunque alguien que no la conociera del todo le creería a la perfección, pero yo que la conozco desde niñas y es mi hermana y casi podría decir que la parí, sabía que Katlyn seguía en duda respecto a la pequeña plática que tuvimos en el centro comercial. Katlyn era necia, demasiado diría yo. Una vez te decía no era no. Así que yo sabía que intentar tocar ese tema sería un rotundo no y tal vez se enojaría conmigo, así que aunque dentro de mi quisiera tocar el tema cuántas veces pudiera no quería que Katlyn se enojara. A veces hay que aprender lecciones a la mala.
Mary y sus amigas terminaron de arreglarnos a la velocidad de la luz, en serio son muy buenas. Nos dejaron vernos en el espejo y me sorprendí de mi misma.
¡Arreglada me veo como una persona!, Pensé.
–¡Chicas, les quedó divino el maquillaje!– Katlyn seguía viéndose en el espejo.
Nos habían hecho unos maquillajes ni tan naturales ni tan cargados de maquillaje, era justo todo. Nuestros cabellos estaban bien peinados, ni un cabellito se salía de su lugar. Ada tenía el cabello en ondas, bien acomodado; Kat tenía el cabello lacio y bien peinado, que no se movía ni con un ventilador en el 3; por mi parte, tenía el cabello un chongo en trenza un poco suelta, que me había gustado como había quedado.
–Nosotras nos tenemos que ir, porque necesito a ir como van con tu madre y Kendall. Divertanse, chicas.– Mary nos dio una sonrisa de despedida y salió junto a Rocio y Julia, que es el nombre de la otra.
Agarre mi celular y vi que todavía faltaba aproximadamente cuarenta minutos para salir de la casa. Un mensaje llegó a mí celular.
De: Noah <3
2:50 PM
"Nos vemos en un rato, bonita"
Sonreí y le respondí.
De: Bonita
2:50 PM
"lo seeee, que emoción. Voy a terminar de arreglarme, si?"
Dejé mi celular en mi cama y empecé a buscar todas mis cosas para ponerme. Katlyn puso música en su celular y juntas nos empezamos a vestir. Me sentía como en las películas dónde la protagonista se vestía con música y todo se veía genial.
El vestido de Katlyn era largo, color rojo vino, tenía un corte de sirena y un escote de corazón en frente.Al final, decidió no usar collares, solo unos pequeños aretes.
Ada, por otra parte, tenía un lindo vestido color azúl hasta arriba de la rodilla, el cual tenía piedreria en toda la parte arriba y un lindo escote en la espalda que dejaba apreciarla toda. Ella decidió no ponerse nada de accesorios.
Las dos se veían realmente hermosas.
Por mi parte, yo solo decidí ponerme unos aretes pequeños y cambie las pequeñas zapatillas que usaría por unos zapatos de piso, ya que sabía que no aguantaría tanto con ellas. Me vi por ultima vez en el espejo y quede a gusto con mi resultado.
Alguien tocó la puerta.
–Chicas, es hora.– la voz de Matthew se escuchó del otro lado de la puerta.
Terminé de agarrar mi bolso y metí lo necesario como papel de baño, un espejo, mi celular y un labial por si acaso. Nos dimos una última mirada en el espejo y salimos las tres juntas.
–¡Pero miren que guapas están!– mi madre empezó a darle golpecitos a Kendall mientras intentaba no llorar.
–Ma, me voy a graduar no a casarme.– dije una vez llegamos a la sala. Mi madre me dió un golpe en el brazo y me talle. Mi madre tenía brazo de luchador.
–Perdón por estar feliz de que terminas un nuevo logro en tu vida– Kendall le tendió una servilleta y con cuidado se limpió una lágrima. Mi madre sonrió y caminó hacia una gabeta de la cocina y sacó una pequeña cámara instantánea.
El timbre sonó.
Kendall fue a abrir y ahí pude ver a Noah el cuál traía un lindo traje que lo hacían ver más lindo de lo que ya era. Noah entró y saludo a todas con un beso en la mejilla y a Matth con un saludo de palmas.
–¡Ahora sí están todos para la foto!– mi madre mostró la cámara instantánea–¡Quiero un recuerdo de todo!
Mi mamá nos junto a Kat, Ada y a mi para tomarnos una foto, después nos tomamos una con Noah y al final una con Matthew.
–¿Alex podrías tomarnos una a ambos, por favor?– preguntó Noah– Será para el álbum que llevamos del bebé.
Mi mamá asintió feliz. Noah me tomó de la mano y me jaló hacia él, pegándome a su cuerpo.
–¡Digan Alex será la mejor abuela del mundo!– dijo mi madre antes de tomar la foto. Noah y yo nos reímos.
Mi madre nos dió la foto y dejamos que se revelará a los minutos. La foto había quedado bastante bien, la coloqué en la funda de mi celular para ponerla después.
–¡Ahora es mi turno!– Kendall en lugar de una cámara tenía su celular.
Me tomé varias fotos con las chicas, otra con mi madre y Matth, una los cuatro juntos como siempre hemos sido, y al final una todos juntos.
–¡Es hora de irnos!– mi madre tomó su bolso y salíamos todos juntos fuera de la casa para ir a la camioneta de Noah.
Entramos y me sorprendió el que entráramos bien sin ir apretados, o bueno, yo iba de copiloto y los demás iban atrás. El camino estuvo lleno de risas y bromas, ni supe en qué momento habíamos llegado al salón donde sería todo. Era uno de los salones más grandes y bonitos de la ciudad. Habían rentado dos habitaciones del lugar, el primero era donde sería la ceremonia de graduación y después pasaríamos al segundo lugar donde sería la fiesta de graduación.
–Nos vemos más al rato.– me despedí de mi madre y Kendall.
Katlyn, Ada, Noah y yo debíamos ir por otra parte para que nos dieran nuestras togas y birretes e irnos a sentar en un lugar especial para nosotros, nuestras familias estarían ubicados en otro lado. El lugar estaba bien acomodado y habían arreglos florales bien ubicados, en el centro del salón estaba una tarima donde darían los papeles.
Al entrar al pequeño salón donde nos darían todo, pude notar que que todos estaban apurados. Creo que pude ver a Alix corriendo de un lado a otro dando órdenes para arreglar algo.
–Karen Chars– oí que me hablaron. Volteé y vi a una chica con un birrete y una toga– Esto es tuyo.
Me tendió mis cosas y con ayuda de las chicas me las puse. Después se la trajeron a Katlyn y a Ada, Noah no estaba conmigo ya que él era debía de estar en otro salón solo para varones.
Media hora después estábamos listos para iniciar la ceremonia de graduación. Estábamos formados para entrar como nos habían indicado. Poco a poco fuimos pasando y en el camino hasta nuestros lugares pude ver a mi padre junto a Caleb, Michael y Rodrigo, igual pude ver a los padres de Noah junto a sus hermanos. No podía creer que estaba a minutos de graduarme.
Me senté en el lugar que tenía asignado. Katlyn estaba en la fila siguiente y Ada a tres filas más adelante que yo, Noah estaba muchísimo más atrás que yo, ya que nos habían sentado por apellidos.
–Muy buenos días a todos los padres que nos acompañan el día de hoy– la voz de Alix inundó el lugar. Traía un lindo conjunto que la hacía resaltar sus curvas, ya que le ajustaba donde debía.
Alix empezó a dar un pequeño discurso que se volvió un largo discurso al cual yo no preste la mínima atención ya que me puse a pensar sobre cómo mi vida había cambiado en tan solo unos meses, como había hecho nuevas amistades y perdido otras, como he cambiado en estos últimos meses había cambiado tanto y no solo físicamente, el como la vida resulta ser una gran montaña rusa llena de emociones y sorpresas. Tantas cosas habían sucedido en tan pocos meses y tan rápido que no me dió tiempo de asimilarlo todo en ese tiempo.
Los aplausos me regresaron a la realidad y empecé a aplaudir, no sabía a qué le aplaudían pero yo estaba aplaudiendo.
–Empezaremos a llamar a los alumnos, así que silencio por favor.– todo el mundo se quedó callado ante la voz de Alix.
Alix tomó un pequeño folder y empezó a llamar a las personas por sus nombres, estos se iban parando y caminaban hasta la tarima para saludar a todos los maestros y que Alix les diera sus papeles.
–Ada Sofía Aguilar– empecé a aplaudir como loca al ver cómo Ada se levantaba de su asiento y caminaba hacia la tarima para resubir sus papeles. Una vez Ada bajó Alix llamó al siguiente.
Alix siguió llamando a las demás personas, algunos padres gritaban y los recibían cuando bajaban de la tarima dándoles besos y sonriendo como los padres orgullosos que son.
–Karen Chars– Alix me nombró.
Despacio me levanté de mi lugar y empecé a caminar hacia la tarima, escuchaba los aplausos detrás mío. Subí a la tarima y saludé a todos mis maestros los cuales me felicitaban con una sonrisa, al llegar hasta donde estaban Alix está me sonrió y me entregó mis papeles.
–Muchas felicidades, Karen.– le agradecí y tomé mis papeles para darme vuelta y ver a mi madre con Kendall aplaudiendo demasiado feliz, igual estaba mi padre con mis hermanos felices.
Llegué hasta mi lugar y me senté en mi asiento. Alix siguió nombrando a los demás hasta que llegó al lugar de Katlyn.
–Katlyn Devis– empecé a gritar y aplaudir. Katlyn se levantó orgullosa y caminó hasta la tarima para seguir el protocolo que no habían indicado y que habíamos seguido todos.
Alix siguió con los demás. Nombraron a las "amigas" de Citlalli y a los chicos del grupo de Noah. La ceremonia se estaba haciendo algo larga y a la vez un poco más pesada para mí.
–Hugo Rodriguez.– Hugo caminó hasta llegar a la tarima e hizo todo.
–Rebeca Rodriguez.– la hermana de Hugo se levantó y casi se resbala. Un poco apenada subió hacia la tarima y recogió sus papeles.
–Noah Thompson.– cuando nombraron a Noah empecé a aplaudir, feliz. Noah caminó hasta la tarima y siguió el mismo recorrido que todos.
Casi media hora después terminó de nombrar a todos los de la generación. Yo solo quería comer, me había dado hambre esperar tanto, debí de haber guardado en mi bolsa unas papitas o algo.
–Tendremos un pequeño discurso por una de las alumnas más destacadas de esta generación– informó Alix–, Arantza William.
Arantza era una chica que era del grupo de Noah. Había hablado poco con ella a lo largo de estos años en la preparatoria pero era un chica demasiado inteligente y linda en todos aspectos. Creo que una vez había hecho una pequeña campaña para recoger alimentos para perritos callejeros y darle un hogar.
Arantza se levantó de su lugar y empezó a caminar hacia la tarima, una vez arriba se acercó al estrado y agarró el micrófono para empezar a hablar:
–Bienvenidos sean todos los que están presentes en esta singular tarde.– habló– Aristóteles decía "En algún momento, que las raíces de la enseñanza son amargas, sin embargo, la fruta es dulce." Y que razón tenía. Poco a poco nos vamos dando cuenta que tras un duro trabajo se halla una grata recompensa. Pero aún nos queda mucho lienzo sobre el que pintar nuestro paso en este mundo.
«Muchos de nosotros tomarán rumbos distintos. Cada uno aportará algo a la sociedad de una manera u otra. Unos desde el campo científico, como medicina, ingeniería, física, química, biología. Algunos lo harán desde los medios de comunicación, expandiendo nuevos hallazgos encontrados sobre la historia de la humanidad. Unos cuantos harán un cambio motivando la actividad física, la reflexión en el sentido filosófico. Otros se encargarán de aquellos seres que conviven con muchos de nosotros, los animales. Y finalmente, otros lo harán a través de la economía. A fin de cuentas, todos tenemos la capacidad suficiente para hacer un pequeño, pero importante cambio.
No importa desde donde lo hagas. Si el fin es el bienestar de todos y de la naturaleza, lugar al que llamamos hogar, entonces nunca te rindas. Si fallas una vez, piensa el porqué. A continuación, levántate y vuelve a intentarlo. Inténtalo cuantas veces sea posible, por más que falles una y otra vez, porque entonces no estarías fracasando. Estarías luchando por aquello en lo que crees. Puede ser que otros sigan tu ejemplo. Si consigues eso, podrás decir que has triunfado. Has logrado comunicar el mensaje y con eso, habrás conseguido que más personas luchen por aquello que sea bueno, tanto para ellos como para nuestro hogar.
“La educación es la llave para abrir el mundo, un pasaporte a la libertad”. Oprah Winfrey.
Si miramos unos años atrás, exactamente seis, veremos a aquellos chiquillos llenos de alegría, energía, actitud, entrando por aquella entrada que a día de hoy se nos hace una cosa común. Entramos porque nos tocaba entrar en este lugar, porque teníamos el derecho a estudiar y cultivarnos. Hemos compartido muchos momentos juntos, tanto buenos como malos, pero juntos al fin y al cabo. A eso se llama ser una clase. Acompañarse no sólo en momentos felices, sino también en aquellos momentos difíciles por los que todos hemos pasado alguna vez.
Estos últimos años han sido intensivos, creo que para todos. Pero eran necesarios para nuestra formación de cara a una nueva y dura etapa que se nos avecina. Tanto para aquellos que decidan ir a la universidad como los que decidan seguir formándose a través de otro camino, acabar este nuevo logro es una experiencia que siempre van a llevar consigo.
Cabe mencionar que en todo este proceso hemos sido acompañados por unas personas que han invertido su tiempo, su energía, sus conocimientos en formar jóvenes que sean competentes en el futuro. Muchas de esas personas están aquí presentes. Y no sólo me refiero a familiares, sino a aquellos profesores que han demostrado su interés en que aprendiéramos. Nos han ayudado a formarnos con un sentido crítico de las cosas que nos rodean. En cada clase era evidente la pasión que tienen por enseñar y su preocupación por cada alumno. A todos estos profesores de está promoción les quiero dar las gracias por todo lo que han aprendido a su lado y por la enorme paciencia que han tenido con muchos de nosotros.
A partir de este momento empieza otro capítulo para cada estudiante. Y con esto me refiero tanto a los que vayan a graduarse como los que no, porque a fin de cuentas esos compañeros han estado con nosotros estos años compartiendo risas, enfados, alegrías.
Todos nosotros hemos conseguido dejar una huella indeleble en el lugar que ha sido nuestro segundo hogar durante tantos años.
Muchas gracias por todo y que disfruten de esta celebración.
(–Steffy Valle)»
Al terminar de hablar todos nos levantamos y tiramos de nuestros birretes como la si fuera una película estadounidense. Un chico a lado mío me ayudó a levantar mi birrete ya que en un espacio tan pequeño me costaba agacharme y levantarme. Habían sido unas grandes palabras que sin duda conmovieron a varias personas. Yo seguía con hambre, en serio me arrepiento de no haber metido al menos una manzana a mi bolsa para poder comermela.
Después de eso Alix volvió a tomar el micrófono.
–Felicidades a todos los chicos graduados de está generación. Doy por terminada la ceremonia.– todos nos levantamos y aplaudimos y nos empezamos a dispersar por orden.
Llegué hasta Ada y Katlyn y las tres nos dimos un fuerte abrazo. Tal vez Ada llegó al final y no pudo disfrutar de mucho pero ella era parte de nosotras, ahora. Después Noah se me acercó y me abrazo, una vez nos separamos caminamos juntos hasta donde estaban nuestros padres.
–¡Felicidades, bebé!– mi madre me abrazó fuertemente y me dió un gran beso en la mejilla. Una vez nos separamos, Kendall me dió otro abrazo.
–Felicidades por tu nuevo logro, Karmen.– me reí por el apodo.
–Gracias, Kendall.
Matthew igual me abrazó y felicitó para después irse a Dios sabe dónde, pero creo que lo vi cerca de Daiana. Mi padre llegó con mis hermanos, Caleb y Michael me abrazaron fuertemente y me entregaron una pequeña bolsa de regalo.
–No lo abras hasta que estés en tu casa.– me ordenó Caleb y asentí con una sonrisa.
Rodrigo llegó después y éste igual me abrazó. Después fue el turno de mi padre y éste me estuvo abrazando por al menos unos cinco minutos.
–Papá... Me afixias– mi padre me soltó y me dió un beso en la mejilla, tenía una pequeñas lágrimas en los ojos.
–Estoy tan orgulloso de ti, me sigo arrepintiendo porque te deje de lado y no pude disfrutar de tus demás logros contigo, perdoname.– le di un beso en la mejilla a mi padre y negué con la cabeza.
–Todo está perdonado, tranquilo.
Mi padre me había hecho demasiado daño al no estar conmigo, pero al fin y en cuentas es mi padre. Todos estos años el me hizo tanta falta y ahora que lo tengo no voy a dejar que se aleje de mi otra vez. Tal vez tú dirás qué no debo de perdonarlo, y puede que hayan cosas que todavía trabajo en perdonar pero repito, no voy a dejar que se separe de mi ahora que lo tengo.
Noah me llevó con sus padres y estos me saludaron afectuosamente junto a sus hermanos. Estuvimos en el salón de la ceremonia como casi cuarenta minutos en lo que mi madre, mi padre, y los padres de Noah nos tomaban fotos hasta con la planta del lugar. Después las chicas, Noah, Hugo, Andrew y yo pasamos hacia el salón de la fiesta no sin antes quitarnos los birretes y togas, con nuestros padres atrás platicando como si fueran los mejores amigos que se conocen desde bebés, hasta mi padre y Alix estaban ahí charlando con los demás.
Una vez entramos al salón mi mandíbula cayó. Los del comité se habían pasado con la decoración, todo era hermoso. Había una zona especial para tomarse fotos, donde habían gorros, lentes y mil cosas más junto a un fotógrafo. En el centro de todo estaba la pista de baila y al rededor estaban bien ubicadas las mesas, frente a la pista estaba el DJ y a lado de está estaba una gran pantalla donde pasaban fotos de nuestra generación en eventos, fotos de los equipos y creo que hasta vi una foto de cuando estaba en el equipo de atletismo unos minutos antes de que me accidentara.
Mi madre y Kendall se fueron junto a los padres de Noah a una mesa muy separadas de dónde nos íbamos a cercar los chicos y yo. El ambiente era cómodo y todo parece perfecto, me siento en una película estadunidense. Varias personas empezaron a bailar en la pista, yo me quedé sentada ya que estaba cansada y tenía hambre, Noah se levantó de la mesa y regresó minutos después con un pequeño platito junto a varios panes rellenos de chocolate y un vaso de ponche de frutas.
–Eres mi salvación– le agradecí una vez me lo entregó. Noah sonrió y me dió un beso en la mejilla.
Empecé a comer los panes como si fuera lo único que he comido en días. Me puse a charlar con Noah, ya que solo estábamos nosotros dos en la mesa. Katlyn estaba bailando con Andrew y Ada con un chico que no conozco. Después de un tiempo, unos meseros trajeron unos platos con comida, agradecí internamente.
–Creo que escuche que Citlalli estaba afuera– dijo Ada una vez se sentaron para comer.
–Escuché que la directora le negó la entrada a la fiesta– habló Hugo.
Yo no dije nada y solo me dediqué a comer del platillo que nos habían dado.
–Se lo merecía por sentirse superior a los demás– dijo Katlyn y Ada le dió la razón.
–¿Tú qué opinas, Karen?– volteé a ver a Andrew y solo levanté mis hombros en seña de "no sé"
Noah cambió el tema por otra cosa y los chicos empezaron a hablar sobre lo bien decorado que estaba el salón. Después de comer varios chicos se levantaron a seguir bailando, otros fueron a tomarse fotos.
–Ven, vamos– Noah tomó mi mano y nos llevó hasta donde estaba el fotógrafo– ¿Nos toma una foto?
El fotógrafo asintió y nos ordenó como ponernos. Noah jalo de mi hacia el y pasó una mano por mi cintura, pusimos nuestras mejores sonrisas y el flash me cegó por unos momentos.
–Su foto será subida en la página de la escuela– nos indicó el fotógrafo.
Empezamos a caminar hacia la mesa cuando el DJ habló.
–Se le invita a todas aquellas parejas para que pasen a la pista– Noah tomó mi mano y me jaló.
–Yo no se bailar, haremos el ridículo– lo intenté parar pero Noah siguió caminando.
–Haremos el ridículo juntos, amor.– mis mejillas se sonrojaron un poco.
Llegamos a la pista y Thinking out loud de Ed Sheeran empezó a sonar. Me emocioné, ya que toda la vida he sido fan de Ed Sheeran y el bailar está canción con él, con Noah era algo divino.
Las luces se apagaron un poco y las personas empezaron a bailar despacio, Noah me pego a él y empezamos a danzar despacio, tal vez ninguno de los dos sabe bailar pero esto era perfecto.
So honey now
Take me into your loving arms
Kiss me under the light of a thousand stars
Place your head on my beating heart
I'm thinking out loud
Maybe we found love right where we are.
–¿Ya te dije que hoy estás hermosa?– mi piel se erizó ante el susurro de Noah cerca de mi oído. Negué– Pues hoy estás más que hermosa.
Mis mejillas se sonrojaron aún más.
When my hair's all but gone and my memory fades
And the crowds don't remember my name
When my hands don't play the strings the same way, mm
I know you will still love me the same.
Alcé mi mirada y me encontré con los ojos marrones de Noah. Me olvide de todo, solo éramos él y yo en la pista, sin nadie. Estaba bajo un hechizo, mirándolo embobada, admirando sus facciones y cada centímetro de su cara, admirando cada pequeño lunar que tenía. No podía creer que mi hijo podría ser igual de guapo que él o que estaba con él así, juntos.
Su mirada bajó hacia mis labios, necesitaba y quería besarlo. Noah bajó poco a poco a mis labios y nos fundimos en un pequeño beso, que me hizo volar hasta las nubes, tal vez era él o tal vez era el momento o tal vez era todo que hacía que esto fuera perfecto. Nos separamos despacio, abrí los ojos lentamente y volví a caer en el hechizo de sus ojos.
–Te amo.
¿Escuché bien? ¿Estoy alucinando?, Salí de mi pequeño trance, Noah me había dicho que me amaba. Yo sentía mil cosas por dentro, estaba emocionada, seguía en shock, quería que me pellizcaran para saber si solo era una alucinación por estar tan embobada en sus ojos.
But baby now
Take me into your loving arms
Kiss me under the light of a thousand stars
Place your head on my beating heart
I'm thinking out loud
That maybe we found love right where we are, oh.
–Escuchaste bien, te amo y no tengo duda de eso.– sonreí como el gato de Alicia en el país de las maravillas. Había escuchado bien y no era una alucinación mía.
–Yo también te amo.– Noah sonrió y me volvió a dar un beso, esta vez cargado de más sentimiento y emoción.
Al separarnos, sentí algo abajo y no era las mariposas ni el zoológico dentro de mí, había sido otra cosa.
–¿Estás bien?– mire a Noah y llevé mis manos de nuevo hacia mi vientre, se volvió a repetir la acción–¿Amor, estás bien?
Asentí rápidamente, tomé las manos de Noah y las llevé a mi vientre, otra vez la acción se repitió. Estaba en shock, son muchas emociones en un ratito. El bebé se había movido, el bebé había pateado de la nada.
–¿Es nuestro hijo?– preguntó, emocionado. Asentí aún en shock– Hola, mi amor, soy tu papi.
Noah se agachó y le empezó a hablar a mi vientre mientras lo acariciaba delicadamente. Quería llorar de la emoción, el bebé se había movido.
Salí un poco de mi estado de emoción y volteé a ver a mis lados para ver si encontraba a mi madre o a Kendall y contarle que el bebé se había movido. Me di cuenta que la música había parado, la gente estaba callada y mirando hacia un punto exacto detrás de mi, no entendía nada de lo que pasaba. Me gire y vi que era lo que tanto estaban viendo.
En la pantalla donde antes estaban pasando fotos de nuestra generación, ahora sé mostraban fotos de una chica desnuda e inconsciente.
Esa chica era yo.